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359 45 Inmunoterapia específica con alergenos INTRODUCCIÓN La inmunoterapia se refiere a cualquier recurso terapéu- tico que modifique (induce, incrementa, disminuye o suprime) una respuesta inmunitaria. Está indicada con fines profilácticos o terapéuticos (prevención primaria de enfermedades infecciosas, tratamiento de cáncer, enfermedades alérgicas, etc.). El grupo de expertos del consenso PRACTALL sugiere el uso universal del término inmunoterapia con alerge- nos1 para referirse a la modalidad terapéutica utilizada en algunas enfermedades relacionadas con reacciones de hipersensibilidad inmediata. Así, la inmunoterapia específica es un proceso de inmunización lenta que, a través de la administración de dosis crecientes de un alergeno específico en pacientes con enfermedad de origen alérgico demostrable, induce tolerancia inmuno- lógica progresivamente mayor al alergeno involucrado y, en consecuencia, disminución paulatina de sus sín- tomas. Desde el reporte original de Noon y Freeman de 19112 en el que describieron la aplicación de extractos de Phleum pratense en pacientes con rinitis alérgica, la inmunoterapia específica con alergenos ha sido amplia- mente utilizada en múltiples padecimientos alérgicos, inicialmente de manera empírica y posteriormente con un sólido sustento científico gracias al vertiginoso pro- greso en el conocimiento de los mecanismos de las enfermedades alérgicas y su tratamiento. Con más de un siglo de existencia, la inmunoterapia con alergenos ha mantenido y mejorado su vigencia, si bien nunca ha dejado de tener un halo de controversia debido a múlti- ples factores: la existencia de algunos estudios iniciales en los que la eficacia del procedimiento era incierta, el riesgo de efectos colaterales inmediatos severos, in- terpretaciones personales sobre la historia natural de la enfermedad, conocimiento incompleto de los me- canismos de acción, sobrevaloración de los efectos benéficos del control ambiental y del tratamiento farma- cológico, etc.; sin embargo, los resultados favorables superan a los argumentos en contra, y tanto en los más recientes consensos internacionales como en estudios controlados y metanálisis se ha documentado y mante- nido la vigencia de su indicación en tres padecimientos: alergia a himenópteros, rinitis alérgica y asma alérgica; es probable que sea eficaz en dermatitis atópica, está 360 en investigación su posible aplicación en alergia a ali- mentos y carece de eficacia en urticaria y angioedema. Las evidencias de la eficacia de la inmunoterapia es- pecífica con alergenos se han acumulado durante los últimos 60 años a partir de la publicación del primer estudio aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo;3 numerosos estudios demuestran que la inmu- noterapia con alergenos es un tratamiento que modifica favorablemente la enfermedad alérgica y, con base en dicha evidencia, la Organización Mundial de la Salud4 fijó su posición al respecto considerándolo como “el único recurso terapéutico que por sí solo puede mo- dificar el curso natural de las enfermedades alérgicas". En alergia a himenópteros es el tratamiento de primera elección. Está extensamente documentada su eficacia terapéutica en rinitis alérgica y asma alérgica causada por aeroalergenos-5,6,7 Tiene efecto preventivo de nue- vas sensibilizaciones y de asma en niños con rinitis alérgica.8 Todos estos efectos persisten varios años después de haberse interrumpido, y se han demostra- do en inmunoterapia con alergenos por vía subcutánea (ITSC)9 y en inmunoterapia por vía sublingual (ITSL).10 Si bien la administración de alergenos por vía subcutá- nea ha sido el patrón de referencia de la inmunoterapia con alergenos desde su descripción original hace más de 100 años, se han estudiado múltiples varian- tes que incluyen: 1) vías diferentes de administración: sublingual (hoy es la modalidad de mayor indicación y respaldo científico), oral, nasal, bronquial, epicutánea e intralinfática; 2) alergenos modificados (recombi- nantes, péptidos, alergoides, etc.); 3) adyuvantes (hidróxido de aluminio, monofosforil lípido A, agonistas de receptores tipo Toll, etc.) y 4) variantes inespecífi- cas de inmunoterapia, como los mismos agonistas de receptores tipo Toll, inmunoterapia intralinfática y an- ticuerpos monoclonales aunado a inmunoterapia con alergenos. Todas estas estrategias han tenido como objetivo incrementar la eficacia de la inmunoterapia con alergenos, disminuir efectos adversos, en espe- cial las reacciones sistémicas (anafilaxia) o disminuir las incomodidades causadas por su aplicación y con ello mejorar el apego al tratamiento. Algunas de estas modalidades aún son experimentales y actualmente en la práctica clínica diaria las vías subcutánea y su- blingual son las variantes más utilizadas. Comparando ambas vías de administración, en general se conside- ra que la inmunoterapia con alergenos subcutánea es más eficaz, pero con un margen de seguridad menor (mayores efectos adversos incluidas las reacciones sistémicas) y con mayor incomodidad en su adminis- tración. La vía sublingual es ligeramente menos eficaz pero más segura y aparentemente más cómoda (se requieren dosis más elevadas, administración más fre- cuente y esto puede tener consecuencias en el costo). El procedimiento por seguir, subcutáneo o sublingual, es decisión conjunta del especialista en inmunología clínica y alergia y los padres del paciente.11-15 INDICACIONES La inmunoterapia con alergenos está indicada en pa- cientes con enfermedades alérgicas con evidencia demostrable de ser mediadas por IgE alergeno-espe- cífica y contra alergenos relevantes en el hábitat del paciente. Se han publicado varios metanálisis basados en una cantidad considerable de estudios aleatorizados, prospectivos, doble ciego, controlados con placebo que demuestran la efectividad de la inmunoterapia con alergenos en rinoconjuntivitis alérgica,16,17 asma alérgi- ca18,19 y en alergia a himenópteros.20-23 La eficacia de la inmunoterapia con alergenos es dosis-dependiente y específica, de manera que se ve afectada si no se hace una evaluación muy cuidadosa con identificación y se- lección de los alergenos basadas en la historia clínica del paciente (historia de exposición) y resultados de las pruebas de sensibilidad específica in vivo (pruebas cu- táneas) o in vitro (InmunoCap). La inmunoterapia con alergenos debe considerarse en pacientes con síntomas de rinoconjuntivitis alérgica, asma alérgica o ambas causados por la exposición na- tural a los aeroalergenos contra los cuales se demuestre que tiene anticuerpos IgE específicos, en pacientes con síntomas cuya intensidad justifique su administración y en combinación con medicamentos para control de síntomas y antiinflamatorios, en pacientes que depen- den constantemente del efecto de esos medicamentos y desean disminuir su consumo, cuando los fármacos o el control ambiental han sido ineficaces o inaplicables y cuando los efectos adversos de los medicamentos son inaceptables. En alergia a himenópteros la inmunotera- pia con alergenos se utiliza con fines preventivos, pues es el único tratamiento disponible que disminuye con alto grado de eficacia la incidencia de reacciones sisté- micas graves.20-23 La inmunoterapia con alergenos no es panacea ni monoterapia de las enfermedades alérgicas y debe considerarse parte de un tratamiento integral que incluye educación, control ambiental y tratamiento far- macológico (Cuadro 1). La aplicación concomitante de la inmunoterapia con alergenos no sólo no incrementa el costo a largo plazo, sino que ha demostrado un efec- to positivo en el costo económico y social, y en estudios Inmunoterapia específica con alergenos 361 de farmacoeconomía se ha observado que resulta me- nos costosa que el tratamiento farmacológico.24,25,26 CONTRAINDICACIONES En 1998 los criterios de la OMS reconocían como contraindicaciones relativas para la aplicación de la inmunoterapiacon alergenos a los pacientes con inmu- nodeficiencias, neoplasias, asma grave no controlada, enfermedad cardiovascular grave, indicación de beta bloqueadores, pacientes con dificultad para la comu- nicación, falta de cooperación, embarazo y menores de cinco años. Los consensos actuales se refieren a las contraindicaciones como situaciones especiales en las que el experto en alergia e inmunología debe considerar en conjunto con el paciente la indicación del procedimiento con base en la relación riesgo-beneficio de cada caso en particular; en especial, la inmunote- rapia con alergenos no debe iniciarse en pacientes sintomáticos y con deficiente control del asma y de- ben tenerse precauciones especiales en pacientes con asma no controlada y en quienes tienen antecedente de reacciones graves, casi fatales; no debe iniciarse la inmunoterapia con alergenos en embarazadas pero sí se puede continuar en quien ya la está recibiendo y se embaraza. Las guías mexicanas de inmunoterapia publicadas en 201127 establecen, en grado de recomendación, iniciar la inmunoterapia con alergenos en niños mayores de 6 años y en grado de “sugerencia” para niños de 2 a 6 años de edad, en virtud de evidencia limitada respec- to a eficacia y seguridad. Sin embargo, varios estudios han demostrado que la ITSC y la ITSL son seguras y efectivas en niños menores de 5 años,28-32 de manera que la recomendación actual, de acuerdo con las guías mexicana,27 norteamericana33 y europea34 establecen que la decisión de iniciar la inmunoterapia con alerge- nos en niños menores de 5 años debe ser evaluada de manera individual junto con los padres. La decisión debe fundamentarse en la severidad de la enfermedad alérgica, en los factores de riesgo del paciente y en la clara relación con la exposición a alergenos, así como en la demostración de sensibilidad específica mediante estudios in vivo o in vitro.35 EFICACIA La eficacia y seguridad de la inmunoterapia con alerge- nos por vía subcutánea y sublingual se ha confirmado en análisis sistematizados de estudios aleatorizados do- ble ciego, controlados con placebo, que han mostrado sus efectos clínicos benéficos en rinitis16,17 y asma18,19 causadas por alergia a ácaros Dermatophagoides, póle- nes de pastos, árboles y malezas, así como en anafilaxia por picadura de himenópteros.20-23,36 En metanálisis recientes, a pesar de la heterogeneidad de los estudios, claramente se confirma su eficacia en la reducción de los síntomas y de la necesidad de me- dicamentos de rescate.37 Considerando que la rinitis alérgica y el asma generalmente se inician en la infancia temprana y la adolescencia y persisten por décadas,38 y en vista de que la respuesta inmunitaria en las etapas clí- nicas iniciales es menos intensa39 y más susceptible de tratamiento inmunológico –en contraste con las etapas avanzadas de las enfermedades alérgicas, en las que la respuesta inmunitaria es muy complicada y molecular- mente heterogénea40–, la infancia temprana ofrece una ventana de oportunidad para la intervención también temprana con mayor posibilidad de afectar el curso na- tural de la enfermedad. Hasta ahora, la inmunoterapia con alergenos es el único tratamiento con potencial de modificar la expresión de la enfermedad alérgica y de prevenir el avance de rinitis a asma alérgica.41 El estudio PAT (Preventive Asthma Treatment)42 demostró que la inmunoterapia con alergenos por vía subcutánea con alergenos estandarizados administrada durante 3 años tiene efectos benéficos en el alivio de los síntomas 10 años después de suspender el tratamiento, y efecto preventivo de asma en niños con rinoconjuntivitis alér- gica. En otro estudio con seguimiento a 15 años con inmunoterapia con alergenos por vía sublingual43 se encontró efecto preventivo a largo plazo en nuevas sensi- bilizaciones a alergenos no relacionados, así como en la reducción de los síntomas y menos medicamentos,44 to- mando en consideración la importancia de la prevención y farmacoterapia en el tratamiento racional de las enfer- medades alérgicas (Figura 1). Cuadro 1. Tratamiento racional de las enfermedades alérgicas Tratar los síntomas: • b2 adrenérgicos, ipratropio, antihistamínicos, antileucotrienos, etc. Tratar la inflamación: • Corticoesteroides inhalados, intranasales, sistémicos Tratar la causa de la inflamación: • Evitar alergenos, inmunoterapia específica con alergenos, sublingual, subcutánea, anticuerpos monoclonales Con base en el conocimiento de que las enfermedades alérgicas son enfermedades inflamatorias crónicas, su tratamiento debe combinar en forma coordinada las tres opciones de tratamiento. 362 Los efectos clínicos de la inmunoterapia con alergenos basados en metanálisis44 son comparables a los de los corticoesteroides y superiores a los de antileucotrienos y antihistamínicos, con la diferencia de que los efectos de la inmunoterapia persisten por tiempo prolongado después de haber suspendido su aplicación. SEGURIDAD La seguridad y la eficacia de la inmunoterapia por vía subcutánea o sublingual en niños han sido ampliamen- te evaluadas en la mayor parte de los estudios clínicos y metanálisis. Se ha demostrado que la inmunoterapia subcutánea es inocua en niños con rinitis alérgica y asma leve a moderada, aunque se han reportado re- acciones adversas locales en la mayoría y sistémicas en un porcentaje bajo;45,46 se han comunicado casos muy raros de anafilaxia fatal o casi fatal, aunque en los últimos 12 años no ha habido ni un solo caso fatal.47 En este sentido, se considera que la vía sublingual tiene mejor perfil de seguridad en virtud de que no se han reportado casos de reacciones fatales o casi fatales, aunque no está exenta de riesgo de anafilaxia leve–mo- derada,48 la mayoría de los efectos adversos son locales en la mucosa oral. La seguridad y la eficacia de la inmunoterapia con aler- genos en niños están directamente relacionadas con la dosis, porque las dosis bajas son ineficaces y las dosis altas están más relacionadas con eventos adver- sos como la anafilaxia.49,50 La dosis terapéutica óptima depende del tipo de alergeno, el grado de reactividad alérgica de cada paciente y el grado de control de la enfermedad alérgica. CUÁNDO REFERIR AL PACIENTE Aun con el alto margen de seguridad que actualmente es posible, la realización de pruebas de diagnóstico in vivo y la inmunoterapia con alergenos no son pro- cedimientos para el médico de primero o segundo nivel y deben ser prescritas y supervisadas por un especialista en alergia e inmunología que cuente con infraestructura para atender y resolver una reacción adversa grave. En anafilaxia por veneno de himenópteros hay indica- ción absoluta de inmunoterapia con alergenos y, en consecuencia, todos los pacientes deben ser referidos a la brevedad al especialista en inmunología clínica y alergia. En asma, rinitis o rinoconjuntivitis alérgica son aptos a valoración y posible administración de inmu- noterapia con alergenos los pacientes en quienes han fallado las medidas iniciales de educación, control ambiental y tratamiento farmacológico (profiláctico, sintomático, antiinflamatorio o los tres) y en quienes la intensidad de la enfermedad sobrepase los inconve- nientes de la inmunoterapia. Figura 1. Tratamiento racional de las enfermedades alérgicas. A diferencia de otras modalidades de tratamiento, la inmunoterapia específica con alergenos modifica la enfermedad alérgica y su efecto persiste durante décadas después de suspender el tratamiento. TRATAMIENTO DE ENFERMEDADES ALÉRGICAS Específico - Inmunoterapia específica con alergenos - Inmunoterapia subcutánea - Inmunoterapia sublingual - Control de la enfermedad a largo plazo, su efecto persiste aún después de suspender el tratamiento No espécífico - Agentes inmunomoduladores - Agentes inmunosupresores - Anticuerpos monoclonales - Efecto temporal en la enfermedad, Desaparece al suspender InmunológicoNo inmunológico - Nuevos medicamentos- Medicamentos mejorados - Control temporal de los síntomas Inmunoterapia específica con alergenos 363 Figura 2. El proceso de la inmunoterapia va desde la desensibilización hasta llegar a la tolerancia. MECANISMOS DE ACCIÓN El objetivo de la inmunoterapia es lograr un estado de tolerancia inmunológica hacia el alergeno desencade- nante del cuadro clínico del paciente.51Para lograr este objetivo se administran dosis progresivas del mismo alergeno hasta llegar a una dosis máxima tolerada de mantenimiento. Durante la fase de incremento el pa- ciente va logrando una desensibilización progresiva, lo que significa que puede tolerar cada vez dosis ma- yores del alergeno sin manifestar reacción hacia éste. Al llegar a la fase de mantenimiento el efecto continúa durante aproximadamente tres a cinco años y se espera que al suspender la inmunoterapia se mantenga una verdadera tolerancia inmunológica sin que ocurran sig- nos ni síntomas a la exposición del alergeno, aunque ya no esté recibiendo el tratamiento (Figura 2). La desensibilización se logra durante el tratamiento y consiste en tener menos síntomas con la exposición al alergeno. La tolerancia se logra al final del tratamiento y consiste en no tener síntomas con la exposición al aler- geno a pesar de ya no estar recibiendo inmunoterapia. Se conocen ya varios de los mecanismos inmunológi- cos que suceden durante la inmunoterapia y la manera en que van ocurriendo en diferentes momentos del tra- tamiento (Cuadro 2).52 En la fase temprana, que va de horas a semanas del inicio de la inmunoterapia se ha visto una desensibilización rápida de los basófilos, lo que explica cómo los casos de anafilaxia pueden dis- minuir rápidamente en su frecuencia de aparición con los esquemas de inmunoterapia rápida.53 En la fase intermedia, meses después del inicio de la inmunote- rapia, se da un aumento de la población de linfocitos T reguladores y disminuye la población de linfocitos T efectores (Th1, Th2, Th9, Th17, Th22).54 Es durante esta fase cuando realmente se empieza a alcanzar toleran- cia inmunológica permanente. En la fase tardía, años después del inicio de la inmunoterapia, se reduce la ac- tividad de las células cebadas y de los eosinófilos con la exposición a los alergenos desencadenantes iniciales,52 y ocurre un cambio en el patrón de inmunoglobulinas, debido a que disminuye la IgE específica hacia el aler- geno y aumenta progresivamente la IgG4 específica también para el alergeno.55 En la fase temprana, que dura horas a semanas, se logra la desensibilización de basófilos. En la fase intermedia, que se prolonga durante meses, aumenta la población Mantenimiento Inducción Alergia No alérgico Inmunoterapia Tolerancia Tolerancia Desensibilización Desensibilización Alérgico Cuadro 2. Cambios inmunológicos durante la inmunoterapia Diferente tiempo de inicio de acción Tiempo Efecto Temprano Horas-semanas Desensibilizador de basófilos Intermedio Meses ↑ Linfocitos T reguladores ↓ Linfocitos T efectores Tardío Años ↓ Células cebadas y eosinófilos ↓ IgE/↑ IgG4 364 de linfocitos T reguladores y disminuye la población de linfocitos T efectores. Durante la fase tardía, que toma años, se reduce la actividad y el número de células ce- badas y eosinófilos, así como el cambio de isotipos de inmunoglobulinas específicas para el alergeno. Hasta ahora, las células inmunológicas más impor- tantes conocidas como responsables de los cambios permanentes en la inmunoterapia son la células T re- guladoras, que junto con otras poblaciones de células reguladoras como linfocitos B reguladores, células den- dríticas reguladoras y células NKT reguladoras, pueden mantener la tolerancia inmunológica en forma perma- nente por diferentes vías.56 Los linfocitos T reguladores pueden bloquear con sus receptores específicos los epítopos alergénicos y así ocultarlos para que no sean reconocidos por linfocitos T efectores que desencadenarían una reacción alérgica.57 También pueden secuestrar la interleucina 2 (IL-2) que utilizarían los linfocitos T efectores para activar respues- tas.58 Las células reguladoras inhiben directamente a las células efectoras a través de moléculas de contacto en su superficie como el CTLA-4 (cytotoxic T lymphocyte antigen 4) y el PD-1 (programmed death 1).59 Asimis- mo, pueden inducir apoptosis de las células efectoras a través de la liberación de perforinas, granzimas o la molécula de fas ligando (Fas-L).60 Algunos de los mecanismos de regulación mejor cono- cidos son los que se obtienen a través de la liberación de citocinas producidas por estas células reguladoras, como el TGF-beta y la IL-10, cuyos efectos se resumen en el Cuadro 3. Aunque existen ciertas diferencias, los efectos de ambas citocinas sobre la mayoría de las cé- lulas son muy parecidos. Así por ejemplo, en las células dendríticas disminuye la expresión de moléculas de histocompatibilidad y la producción de citocinas proin- flamatorias, al igual que ocurre en los monocitos y en los macrófagos.61 Se reduce la actividad de los linfoci- tos T efectores, como los linfocitos Th2, y se eleva la generación y actividad de más linfocitos T reguladores, especialmente los Tr1 que producen más IL-10.62 Las cifras de IgE específica caen, aumentando progresi- vamente los valores de IgG4 e IgA específicas para el alergeno.63 La actividad de células cebadas y eosinófi- los baja también. Todo esto en conjunto menoscaba la reactividad del sistema inmunológico hacia el alergeno desencadenante de la reacción alérgica.64 REFERENCIAS 1. Calderón MA, Casale T, Cox L, Akdis CA, Burks AW, Nelson HS, Jutel M, Demoly P. 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Efectos inmunomoduladores de la IL-10 y el TGF- b en diferentes células que participan en la respuesta inmunológica Célula IL-10 TGF-b Dendrítica inmadura ↓ MHC-II, B7, IL-1 ↓ MCHII, FcERI Linfocitos T ↓ Tef, CD28, ICOS ↓ TH2, ↑ Treg, Th17 Linfocitos B ↑ IgG4 ↑ IgA IgE ↓ IgE Ag específica ↓ IgE Ag específica Treg CD25+FOXP3+ ↓ Producción ↑ FOXP3 Tr1 ↑ IL-10 ↑ IL-10 Mo/Mf ↓ MHC-II, B7, IL-1 ↓ MHC-II, B7, IL-1 Eosinófilos ↓ Actividad ↑ Quimiotaxis Células cebadas ↓ Actividad ↑ Quimiotaxis Inmunoterapia específica con alergenos 365 17. Calderon MA, Alves B, Jacobson M, Hurwitz B, Sheikh A, Durham S. Allergen injection immunotherapy for seasonal allergic rhinitis. Cochrane Database Syst Rev 2007;1:CD001936.Ia. 18. Abramson MJ, Puy RM, Weiner JM. Injection allergen immunotherapy for asthma. Cochrane Database Syst Rev 2010;8:CD001186.Ia. 19. Ross RN, Nelson HS, Finegold I. 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