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421 54 Lupus eritematoso sistémico INTRODUCCIÓN El lupus eritematoso sistémico es una enfermedad mul- tisistémica causada por la producción de anticuerpos, activación del complemento y depósito de complejos inmunitarios que dañan a un órgano determinado.1 Al- gunos autores agregan en su definición la asociación de agentes agresores medioambientales y la suscepti- bilidad genética.2 Se calcula que entre 20 y 30% de los pacientes con lu- pus eritematoso sistémico inician el padecimiento antes de los 20 años.2 Existen diferencias bien establecidas en el comporta- miento de los pacientes en quienes el lupus eritematoso sistémico se inicia en la edad adulta y los que lo pade- cen desde niños. La prevalencia de esta enfermedad multisistémica se calcula en 3.3 a 8.8 por cada 100,000 niños, con ma- yor frecuencia en afroamericanos, asiáticos e hispanos; su incidencia estimada es de 0.3 a 0.9 casos por cada 100,000 niños por año.3 Algunas de las diferencias más reconocidas entre ni- ños y adultos con esta enfermedad son: cronicidad, severidad y relación mujer:hombre porque en lupus eritematoso sistémico ésta es de 9:1, mientras que en lupus eritematoso sistémico en niños es de 4.4:1, este último dato corresponde, también, a población mexica- na.2,3 La edad promedio de inicio de los síntomas del lupus es de 12 años. FISIOPATOLOGÍA Entre los factores inmunológicos reconocidos como causantes de esta enfermedad están: la alteración en la inducción de apoptosis (muerte celular programada), que permite la exposición a autoantígenos en potencia, que son reconocidos por clonas autorreactivas de linfo- citos T y B, estos últimos tienen la capacidad de producir autoanticuerpos, que forman complejos inmunes circu- lantes que se depositan en diversos tejidos, con cierto trofismo por el riñón. Después de ser depositados, esos complejos inmunes circulantes tienen la capacidad de activar la vía clásica y la alterna del complemento e in- ducir un daño amplificado y el consumo de proteínas, que explica la hipocomplementemia. En la bibliografía 422 está descrito que la ausencia de la fracción C4 de com- plemento se asocia con disminución en la eliminación de linfocitos B autorreactivos (que afectan la selección negativa). La pérdida de fracción C1q vuelve deficiente la eliminación de tejido necrótico. Algunos factores de C3a y C5a magnifican la respuesta inmune y activan el sistema fagocítico-mononuclear. Esto puede dar pie a complicaciones más graves, como el síndrome de activa- ción de macrófagos. También se ha identificado el papel que juega la respuesta TH17 y la familia de los interfero- nes tipo 1 en la aparición de esta enfermedad.4-8 La importancia respecto del conocimiento de la fisio- patología del lupus eritematosos sistémico radica en identificar los mecanismos de acción de los fármacos y los nuevos puntos de acción de su tratamiento; para ello son fundamentales los conocimientos en inmunolo- gía básica y biología molecular. DIAGNÓSTICO El lupus eritematoso sistémico es una enfermedad que se caracteriza por su cuadro clínico sumamente hetero- géneo. Al ser de un comportamiento sistémico puede afectar cualquier órgano y manifestarse con diferentes combinaciones. Por lo anterior, en 1971 la Asociación Americana de Reumatología, ahora Colegio Americano de Reumatología (ACR), realizó una clasificación, que se ha modificado en dos oportunidades (1982 y 1997).9 Cuadro 1 De acuerdo con los criterios del Colegio Americano de Reumatología deben identificarse 4 de los 11 para que el paciente complete la clasificación.9 Los criterios del Colegio Americano de Reumatología son útiles para el diagnóstico porque en la mayoría de los estudios 90 a 95% de los pacientes cumplen más de cuatro criterios. Estos criterios se establecieron y validaron en adultos, más que en pacientes pediátricos; ciertas manifestacio- nes, como el lupus discoide, son poco frecuentes en niños. Aun así, son eficaces en el diagnóstico de lupus.9 Hace poco comenzó a estudiarse otro grupo de criterios para definir su validez como herramienta diagnóstica de lupus eritematoso sistémico en niños y en adultos. Estos criterios, desarrollados por el grupo clínico de colaboración internacional de lupus sistémico (SLICC por sus siglas en inglés) han demostrado, en pacientes adultos, una sensibilidad de 97% en comparación con 83% del Colegio Americano de Reumatología y una es- pecificidad menor (84 vs 96%). Respecto al lupus eritematoso sistémico se han eva- luado en algunos estudios, como reporta Sag E y su grupo, una sensibilidad de 98.7 vs 76.6% del Colegio Americano de Reumatología, y especificidad de 85.3 vs 93.4% del ACR, lo que arroja resultados muy similares a los obtenidos en adultos.10 Los criterios de clasificación de SLICC se dividen en clínicos e inmunológicos, como se muestra en el Cua- dro 2.14 Los criterios son acumulativos y no siempre coexisten al mismo tiempo. Estos criterios de SLICC ofrecen ma- yor sensibilidad respecto de los criterios de ACR; la especificidad disminuye. Es de suma importancia que el médico tenga en mente el diagnóstico de lupus eri- tematoso sistémico en todo paciente que cumpla, al menos, cuatro criterios de los mencionados. El diagnóstico de lupus eritematoso sistémico suele ser todo un reto para el clínico porque, en buena medida, es una enfermedad que requiere la exclusión de otras causas oncológicas, infecciosas o autoinmunitarias; por ello, el índice de sospecha es fundamental para es- tablecer un diagnóstico temprano. Figura 1 Después de evaluar el daño sistémico, si el pacien- te cumple al menos cuatro criterios, ya sea de ACR o SLICC, el diagnóstico de lupus eritematoso sistémico es por demás probable. No debe olvidarse que ningún algoritmo o ruta de diagnóstico-tratamiento es capaz de suplir un adecuado interrogatorio y exploración física ni el conocimiento médico. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL DE LUPUS ERITEMATOSO SISTÉMICO El lupus eritematoso sistémico es una enfermedad que cursa con un cuadro clínico muy heterogéneo, de hecho, Berrón R y su grupo sugieren dividir, para su es- tudio, en órganos y sistemas según sea la afectación.2 Entre los principales diagnósticos diferenciales que el clínico debe contemplar están las enfermedades de causa infecciosa, oncológicas y otras autoinmunitarias. En México, los principales gérmenes que deben descartarse son: micobacterias, parvovirus B19, ci- tomegalovirus y virus de Epstein-Barr, sin olvidar, que todo paciente con lupus eritematoso sistémico puede cursar con sobreinfección. Es de suma importancia sospechar inmunodeficien- cias primarias relacionadas con el lupus eritematoso sistémico cuando se trata de niños menores de 5 años, en asociación con infección por micobacterias o algunos gérmenes oportunistas, cuando exista una mala respuesta al tratamiento, persistencia de hipocom- plementemia o síndrome de activación de macrófago asociado con infección por virus de Epstein-Barr.11 Lupus eritematoso sistémico 423 Cuadro 1. Criterios de clasificación de 1982 para lupus eritematoso sistémico, revisados en 1997 Criterio Definición Rash malar Eritema fijo, plano o de bordes elevados, sobre las eminencias malares, sin afectar los pliegues naso labiales. Rash discoide Lesiones eritematosas en parches de bordes elevados, violáceas y queratóticas que al hacerse crónicas pueden volverse atróficas. Fotosensibilidad Eritema resultante de una reacción inusual a los rayos del sol, identificado por un médico o referido por el paciente. Úlceras orales Ulceras orales o nasofaríngeas, pocas veces dolorosas, observadas por un médico. Artritis Artritis habitualmente no erosiva, que involucra dos o mas articulaciones periféricas, caracterizadas por dolor, hinchazón y derrame. Serositis Pleuritis; historia de dolor pleurítico, frote pleural auscultado por un médico, o evidencia de derrame pleural. Pericarditis; documentada por ECG o evidencia de derrame pericárdico. Afecciónrenal Proteinuria persistente mayor de 0.5 g en 24 h (o más de 3+ en EGO si no tiene recolección). Cilindros celulares (pueden ser eritrocitos, hemoglobina, granulares, tubulares o mixtos) Alteraciones neurológicas Crisis convulsivas o psicosis que no se asocien con fármacos o alteraciones metabólicas (uremia, cetoacidosis, alteraciones electrolíticas) que las expliquen. Alteraciones hematológicas Anemia hemolítica con reticulocitos elevados. Leucopenia (<4,000/mm3) en 2 o más ocasiones. Linfopenia (<1,500/mm3) en 2 o más ocasiones. Trombocitopenia (<100,000/mm3) en ausencia de fármacos que la expliquen. Alteraciones inmunológicas a) Anticuerpos anti-ADN nativo positivos. b) Anticuerpos anti-SM c) Anticuerpos anti fosfolípidos positivos basados en: concentraciones elevadas de anticuerpos anticardiolipina IgG o IgM. • Resultado positivo para anticoagulante lúpico por métodos estandarizados. • Estudio serológico falso positivo para treponema pálido. Anticuerpos antinucleares Títulos anormales de anticuerpos antinucleares por inmunofluorescencia o su estudio equivalente en algún momento de la evolución y en ausencia de fármacos conocidos como inductores de lupus asociado a fármacos. Entre los diagnósticos diferenciales oncológicos están las leucemias y los linfomas. Es necesario considerar que el paciente con una enfermedad autoinmunitaria tiene mayor susceptibilidad a las enfermedades oncoló- gicas como consecuencia de la pérdida en la selección negativa y positiva, en la autorregulación, consumo de fármacos inmunosupresores, como los agentes alqui- lantes (ciclofosfamida). En la bibliografía hay reportes de leucemia o linfoma que coexisten en pacientes con lupus eritematoso sistémico.12,13 En lo que respecta a otras enfermedades autoinmuni- tarias, las que con más frecuencia deben considerarse como diagnóstico diferencial son: artritis idiopática ju- venil, dermatomiositis juvenil y otros tipos de vasculitis.3 También deben considerarse los síndromes de sobre- posición, que incluyan al lupus eritematoso sistémico. Siempre debe tenerse en mente que el lupus erite- matoso sistémico es una enfermedad de cuadro clínico muy heterogéneo, que puede coexistir con infecciones e inmunodeficiencias, y que las prin- cipales causas de morbilidad y mortalidad a corto plazo se relacionan con los procesos infecciosos; la insuficiencia renal es una de las principales compli- caciones a largo plazo. TRATAMIENTO El tratamiento de los pacientes con lupus debe ser mul- tidisciplinario, dependiendo de los órganos afectados y los requerimientos del paciente; el propósito es limitar el daño a otros órganos, inducir la remisión de la enfer- medad y disminuir el riesgo de muerte. 424 Cuadro 2. Criterios de clasificación de lupus eritematoso sistémico Criterios clínicos 1. Lupus cutáneo agudo Exantema malar, lupus bulloso, variante lúpica de necrolisis epidérmica tóxica, exantema lúpico máculo-papular, exantema secundario a fotosensibilidad en ausencia de dermatomiositis, o lupus agudo subcutáneo. 2. Lupus crónico cutáneo Eritema discoide clásico (localizado o generalizado), lupus hipertrófico, lupus profundo (paniculitis), lesiones lúpicas en mucosas, lupus eritematoso túmido, lupus pernio, lupus discoide--sobreposición con liquen plano. 3. Úlceras orales En el paladar, boca, lengua u orales (en ausencia de otras causas como vasculitis, Behcet, infecciones, enfermedad inflamatoria intestinal, artritis reactiva o alimentos ácidos). 4. Alopecia Difusa, con fragilidad de cabello y zonas visibles. 5. Sinovitis Implica dos o más articulaciones caracterizada por aumento de volumen, y derrame articular, o dolor y rigidez en 2 o más articulaciones con duración mayor de 30 minutos en las mañanas. 6. Serositis Derrame o frote pleural de más de 1 día de duración. Dolor pericárdico por más de 1 día, derrame pericárdico, frote o pericarditis detectada por ECG. (En ausencia de otras causas como infección, uremia o pericarditis de Dressler). 7. Renal Relación proteína-creatinina (o proteinuria de 24 h) que represente más de 500 mg de proteínas en 24 h o cilindros hemáticos en orina. 8. Neurológico Crisis convulsivas, psicosis, mononeuritis múltiple (en ausencia de otras causas conocidas, como vasculitis primaria). Mielitis, neuropatía periférica o craneal (en ausencia de otras causas conocidas como vasculitis primaria, infecciones o diabetes mellitus), estados confusionales agudos (en ausencia de otras causas, incluidas las tóxicas-metabólicas, uremia y fármacos). 9. Anemia hemolítica. Coombs positivo 10. Leucopenia (Menos de 4000/mm3 al menos en una ocasión). En ausencia de otras causas conocidas como síndrome de Felty, fármacos, hipertensión porta o linfopenia (menos de 1000/mm3 al menos en una ocasión). En ausencia de otras causas conocidas como corticoesteroides, fármacos e infecciones. 11. Trombocitopenia Menos de 100,000/mm3 al menos en una medición, en ausencia de otras causas conocidas como: fármacos, hipertensión portal y púrpura trombocitopénica trombótica. Criterios inmunólogicos 1. Anticuerpos antinucleares positivos En concentraciones superiores al rango normal del laboratorio. 2. Anticuerpos anti-DNA nativo positivos En concentraciones superiores al rango normal del laboratorio. O 2 desviaciones estándar por encima del rango si es por técnica de ELISA. 3. Anticuerpos anti-SM Anticuerpos dirigidos contra el antígeno SM nuclear. 4. Anticuerpos antifosfolipídicos positivos Determinados por alguno de los siguientes: Resultado positivo para anticoagulante lúpico. Resultado falso positivo de reagina en plasma. Anticuerpos anticardiolipinas positivas a títulos moderados o altos (IgG, IgM, IgA) Anticuerpos anti beta-2 glicoproteína 1 positivo (IgG, IgM, IgA). 5. Bajas concentraciones de complemento Fracción C3, C4 y CH50. 6. Coombs directo positivo Lupus eritematoso sistémico 425 A partir del decenio de 1950 la mortalidad debida a esta enfermedad disminuyó considerablemente, gra- cias a la aparición de los corticoesteroides.15 En la actualidad, la piedra angular del tratamiento del lupus eritematoso sistémico son los esteroides, a do- sis de 1-2 mg/kg/día ya sea de prednisona o bolos de metilprednisolona a 30 mg/kg/día (máximo 1 g) en pacientes con daño autoinmunitario en un órgano es- pecífico que ponga en riesgo la función o su vida. Los fármacos esteroides se asocian con otros medicamen- tos inmunosupresores que buscan inducir la remisión de la enfermedad. Los agentes inmunosupresores más indicados se des- criben en el Cuadro 4. La selección del fármaco inmunosupresor debe ser in- dividualizada, de acuerdo con los órganos afectados, el género, edad y condiciones generales del paciente. Existen otros fármacos, como los anticuerpos monoclo- nales, que también tienen indicación en los pacientes con lupus: rituximab (anticuerpo monoclonal anti-CD20) y belimumab (anticuerpo monoclonal anti-BAFF o Blys), con lineamientos muy puntuales para su prescripción con base en los estudios que apoyan su indicación. Cuando los pacientes con lupus eritematoso sistémico se tratan con rituximab, se requiere vigilancia estrecha de sus concentraciones de inmunoglobulinas porque incluso 43% de quienes lo reciben pueden tener hi- pogammaglobulinemia, con lo que se incrementa el riesgo de infecciones. Otra opción terapéutica es la gammaglobulina intrave- nosa a dosis inmunomoduladoras (1-2 gr/kg/día) con indicaciones muy específicas, como el síndrome de activación de macrófagos, hipogammaglobulinemia, in- fección y lupus eritematoso sistémico activo.16 La gammaglobulina también puede administrarse a do- sis sustitutivas (400-800 mg/kg/día) cada 21 a 28 días en los casos de lupus eritematoso sistémico que cursen con hipogammaglobulinemia. Figura 1. Algoritmo para la conducta médica ante un paciente con sospecha de lupus eritematoso sistémico. *La biopsia renal se valora solo en caso de daño renal, caracterizada por proteinuria en rangonefrótico, hematuria significativa en ausencia de infección o elevación de azoados. NORMALES POSITIVOS POSITIVOS NEGATIVOS ANORMALES ANORMALES Revisar otros diagnósticos LES seronegativo Solicitar AC. anti-ro Realizar evaluación de daño sistémico y valorar biopsia renal* Citopenias, EGO patológico, hipocomplementemia y ANA positivo Citopenias, EGO patológico e hipocomplementemia (sin otras causas) con ANA negativo Tomar BH, EGO, anticuerpos antinucleares (ANA) y complemento Solicitar antígeno extraíble del núcleo desglosado Serología para síndrome antifosfolipídico Revisar diagnósticos de exclusión Historia clínica y exploración física sugerentes de lupus 426 cia oportuna y tratamiento porque los cuadros severos pueden poner en riesgo la vida de los pacientes. Conforme se ha avanzado en el conocimiento de la inmunología básica y la biología molecular se ha comprendido más a fondo su fisiopatología, lo que a su vez ha permitido la creación de nuevos fármacos con actividad muy específica, como los anticuerpos monoclonales, que han contribuido a prolongar la su- pervivencia de los pacientes como consecuencia de la remisión de la enfermedad. El diagnóstico temprano y la referencia oportuna al es- pecialista correspondiente son decisivos para la buena evolución de estos pacientes. El lupus eritematoso sistémico es una enfermedad que requiere ser tratada por un equipo médico multidiscipli- nario que garantice el tratamiento óptimo. Los fármacos inmunosupresores ayudan a disminuir el consumo de corticoesteroides y a limitar los efectos re- lacionados con su consumo crónico. REFERENCIAS 1. Zuhre N. The definition and classification of systemic lupus erythemato- sus. Cap 2. Dubois´Lupus Erythematosus. 7a ed. Lippincott Williams & Wilkins, 2007 2. 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Ciclofosfamida IV 500 a 1000 mg/m2 dosis cada 15 a 30 días. 2. Azatioprina 2 a 3 mg/kg/día. 3. Ácido micofenólico 1 a 2 g al día. 4. Ciclosporina 2 a 6 mg/kg/día. 5. Metotrexato 10 a 15 mg/m2 por semana. 6. Hidroxicloroquina 3 a 6 mg/kg/día. CONCLUSIONES El lupus eritematoso sistémico es una enfermedad au- toinmunitaria sistémica, de manifestaciones clínicas muy heterogéneas, por lo que el médico debe tener un alto índice de sospecha para su diagnóstico, referen-