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105 15 Rinosinusitis La rinitis y sinusitis son enfermedades que suelen coexistir, de ahí que hoy se denominen: rinosinusitis.1 La rinosinusitis es un problema de salud mundial que parece reflejar la creciente frecuencia de la rinitis alérgi- ca, que se traduce en una gran carga económica para el Estado y la sociedad. En la última década se desarrollaron una serie de di- rectrices, consensos y documentos de posición de la epidemiología, diagnóstico y tratamiento de la rinosinu- sitis y poliposis nasal. Después de dos publicaciones previas, EPOS 2012 (European Position Paper on Rhino- sinusitis and Nasal Polyps) es el documento de posición más actualizado que ofrece recomendaciones basadas en la evidencia para el diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad. Esta guía surgió como iniciativa de la So- ciedad Europea de Rinología y la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica (EAACI), que ha des- empeñado un papel importante en la comprensión de la rinosinusitis. Gran parte de este trabajo de revisión tomó como fundamento estas guías, por la metodología e importancia que representan.2 PREVALENCIA La prevalencia de rinosinusitis aguda es de 6 a 15% en la población en general y es la tercera causa más común de prescripción de antibióticos.3 De acuerdo con los datos de una encuesta nacional de Estados Unidos, la rinosinusitis es el quinto diagnóstico más común para el que se prescribe un antibiótico. En 2002, la rinosinusitis representó 9 y 21% de todas las prescripciones de antibióticos en grupos pediátricos y de adultos, respectivamente.4 En todas las edades existe una asociación estrecha con el asma y la rinosinusitis crónica. Esta última, en ausen- cia de alergias nasales se relaciona, positivamente, con el asma de aparición tardía. DESARROLLO DE SENOS PARANASALES No todos los senos están bien desarrollados al nacer. Los senos frontales son indistinguibles de las células etmoidales anteriores y crecen lentamente después del nacimiento de manera que apenas se ven anatómi- camente al año de edad. Después del cuarto año, los senos frontales empiezan a desarrollarse y, por lo gene- ral, en 20-30% de los niños se adviertan en la radiografía a los 6 años. Su tamaño sigue aumentando en los últi- mos años de la adolescencia y más de 85% de los niños tendrán senos frontales neumatizados en la tomografía computada a la edad de 12 años. Cuando las estima- ciones de volumen se generan a partir de examinar las reconstrucciones en 3D de tomografía computada, el volumen es aproximadamente de 2 mL alrededor de 10 106 años, y alcanza el tamaño adulto alrededor de los 19 años, con un volumen medio de 3.46 mL. Al nacer, los senos etmoidales y maxilares son los únicos senos que son lo suficientemente grandes como para ser clínicamente significativos como causa de rinosinu- sitis. Más de 90% de los recién nacidos tienen senos etmoidales radiográficamente visibles al nacer. Los se- nos etmoidales aumentan rápidamente de tamaño hasta los siete años y completan su crecimiento a los 15 a 16 años, con un volumen promedio final de 4.51 mL. Los senos maxilares están generalmente neumatizados al nacer y el volumen alcanzado a los dos años es de alrededor de 2 mL. El seno crece rápidamente hasta alcanzar alrededor de 10 mL de volumen a los nueve años, y el volumen de crecimiento final se consigue a los 15 años, con promedio de 14.8 mL. Gran parte del crecimiento que se alcanza después de los 12 años se encuentra en la dirección inferior, con neumatización del proceso alveolar después de la erupción de la den- tición secundaria. En la edad adulta, el piso del seno maxilar es 4-5 mm inferior al de la cavidad nasal. Al nacer, el tamaño del seno esfenoidal es pequeño y es poco más que una evaginación del receso esfe- noetmoidal. A los siete años los senos esfenoidales se habrán extendido hasta el nivel de la silla turca y pue- den visualizarse mediante tomografía computada en más de 85% de los pacientes de 8 años. Los senos es- fenoidales exhiben un crecimiento acelerado entre los 6-10 años, y el crecimiento se completa a los 15 años, con volumen medio promedio de 3.47 mL después del pleno crecimiento.5 DEFINICIÓN CLÍNICA DE RINOSINUSITIS La rinosinusitis es la inflamación de la mucosa nasal y los senos paranasales, con incremento de la permeabi- lidad vascular, daño en la función mucociliar, aumento en la producción de moco e infección subyacente. Se caracteriza por la coexistencia de dos o más síntomas, uno de ellos debe ser: • Bloqueo nasal-obstrucción-congestión o secre- ción nasal (goteo nasal anterior-posterior): • Más o menos dolor facial-presión • Tos y cualquiera de los siguientes signos endoscópicos: • Pólipos nasales • Descarga mucopurulenta, principalmente del meato medio • Edema-obstrucción de la mucosa, sobre todo en el meato medio • Cambios en la tomografía computada • Cambios en la mucosa del complejo osteomea- tal o los senos2 CLASIFICACIÓN EN TIEMPO: AGUDA O CRÓNICA En el pasado, el término “subaguda” se utilizó, a veces, para llenar la brecha entre rinosinusitis aguda y crónica. El grupo EPOS considera que un plazo distinto para describir a pacientes con rinosinusitis aguda prolon- gada no es necesario porque la cantidad de pacientes con un curso tan prolongado es pequeña y se dispone de pocos datos para emitir recomendaciones basadas en la evidencia de tratamiento de estos pacientes. Rinosinusitis aguda: menos de 12 semanas, con desa- parición completa de los síntomas. Rinosinusitis crónica: más de 12 semanas, sin desapa- rición completa de los síntomas (puede estar sujeta a exacerbaciones). Rinosinusitis aguda La rinosinusitis aguda es la aparición repentina de dos o más de los siguientes síntomas: • Bloqueo nasal-obstrucción-congestión • Descarga nasal descolorida • Tos (durante el día y la noche) Si en la rinosinusitis aguda el problema respiratorio es re- currente, sin síntomas entre los intervalos, recuérdese que, por las características del cuadro clínico, no debe dejarse pasar por alto el interrogatorio de los síntomas alérgicos. Clasificación de la rinosinusitis aguda La rinosinusitis aguda puede ser viral (resfriado co- mún), posviral o bacteriana. La rinosinusitis aguda viral, o resfriado común, se define como: la duración de los síntomas en un periodo menor a 10 días. La rinosinusitis aguda posviral es el incremento de los síntomas después de cinco días o síntomas persistentes después de 10 días, con duración menor a 12 semanas.2 Figura 1 El curso habitual de la rinosinusitis aguda es de alivio espontáneo por tratarse de causa viral; sin embargo, pocos episodios de rinosinusitis aguda evolucionan a infección bacteriana (0.5-2%).3 Rinosinusitis 107 Rinosinusitis aguda bacteriana A pesar de la falta de buenos estudios, la mayoría de los clínicos e investigadores coincide en que el diagnóstico de rinosinusitis aguda bacteriana puede establecerse después de la aparición de síntomas virales de las vías respiratorias altas, cuando son persistentes por más de 10 días sin mejoría, o un aumento brusco en la grave- dad después de la mejoría inicial, o infección de vías respiratorias altas que parece más grave. La rinosinusitis aguda bacteriana debe sospecharse por la coexistencia de, al menos, tres signos o síntomas de los siguientes: • Descarga (con predominio unilateral) y secreción purulenta. • Dolor local severo (con predominio unilateral) • Fiebre (mayor de 38 °C) • Elevación de la proteína C reactiva-velocidad de sedimentación globular • Deterioro después de una fase inicial leve de la enfermedad o síntomas agudos de mala evolu- ción clínica.2 Figura 2 El perfil de los síntomas de la rinosinusitis aguda en ni- ños es: rinorrea en 71-80% de los casos, tos en 50-80%, fiebre en 50-60% y dolor local en 29-33%.6 El diagnóstico clínico de la rinosinusitis aguda es un reto relacionado con la superposición de los síntomas con otras enfermedades nasales comunes en niños:in- fecciones virales de las vías respiratorias superiores y la rinitis alérgica, así como los desafíos relacionados con el examen físico. Los síntomas son, a menudo, sutiles y la historia se limita a las observaciones y evaluación subjetiva por parte de los padres del niño. Debido a que algunos niños no toleran la endoscopia nasal la explo- ración física se dificulta y solo se depende de la historia clínica y los estudios de imagen para el diagnóstico apropiado. Varios estudios refuerzan la idea de que, al igual que en los adultos, todas las infecciones respiratorias supe- riores son, esencialmente, un episodio de rinosinusitis, con afectación común de los senos paranasales por el proceso viral. En promedio, un niño menor de cinco años tiene de 2 a 7 episodios de infección de vías respi- ratorias altas por año, y un niño que asiste a la guardería puede tener un máximo de 14 episodios en el mismo periodo, por esto la cantidad anual de episodios de si- nusitis aguda es considerable.2,3 RINOSINUSITIS CRÓNICA EPOS 2012 hizo una división estricta entre rinosinusitis crónica con y sin pólipos nasales. Aunque hay una con- siderable semejanza entre estas dos formas de rinitis crónica en el perfil inflamatorio, la presentación clínica y el efecto del tratamiento, existen investigaciones re- cientes que apuntan a las diferencias en los respectivos perfiles inflamatorios y los resultados del tratamiento entre fenotipos y endotipos. Por esa razón, la clasifi- cación actual de rinosinusitis se divide en rinosinusitis aguda, con y sin pólipos nasales. La rinosinusitis crónica, con o sin pólipos nasales, en los niños se define como la coexistencia de dos o más síntomas; uno de ellos debe ser: bloqueo nasal-obs- trucción-congestión o secreción nasal purulenta (goteo nasal anterior-posterior); dolor facial-presión; tos día y noche; disminución o pérdida de la olfacción. Con o sin pólipos nasales, o cambios polipoideos y, característicamente, con una duración de los síntomas mayor o igual a 12 semanas.2 Figura 3 Figura 1. Rinosinusitis aguda posviral. Figura 2. Rinosinusitis bacteriana aguda. Adaptado de EPOS 2012. European Position Paper on Rhinosinusitis and Nasal Polyps 2012. Rhinology Supplement 23:1-298. Adaptado de EPOS 2012. European Position Paper on Rhinosinusitis and Nasal Polyps 2012. Rhinology Supplement 23:1-298. 108 Deben incluirse preguntas de los síntomas alérgicos de las vías respiratorias altas y bajas. En todas las edades existe una asociación estrecha entre el asma y la rino- sinusitis crónica. Ésta, en ausencia de alergias nasales se asocia, positivamente, con asma de aparición tardía. MECANISMOS INFLAMATORIOS EN LA RINOSINUSITIS CRÓNICA CON O SIN PÓLIPOS La fisiopatología de la rinosinusitis crónica es comple- ja e incluye factores locales, sistémicos, microbianos, ambientales, genéticos y iatrogénicos, entre otros. Las recientes publicaciones de fenotipos y endotipos están tomando importancia, resultando en una interacción huésped-ambiente disfuncional en donde participan patrones particulares de biomarcadores que pueden definir diferentes respuestas al tratamiento médico.7,8 Figuras 4 y 5 Papel de los microorganismos en la rinosinusitis crónica En contraste con la rinosinusitis aguda, el papel de los agentes infecciosos en la rinosinusitis crónica no es tan claro. Diversas hipótesis de las causas de la rinosinusi- tis crónica se centran en las bacterias, virus y hongos. El estudio bacteriológico de las cavidades nasosinu- sales en los pacientes con rinosinusitis crónica arroja reportes muy variables, pero la mayor parte consigue demostrar mayor prevalencia de ciertas bacterias: Haemophilus, Moraxella, Pseudomonas y especies de Streptococcus y Staphylococcus aureus.8 El daño epitelial o la disfunción de la barrera resultan en colonización por S aureus. La posterior secreción de toxinas superantigénicas tiene efecto en múltiples tipos de células, incluidas las epiteliales, linfocitos, eosinófilos, fibroblastos y células cebadas. Los efec- tos de la respuesta inflamatoria en dirección de Th2, la generación de la IgE policlonal local, la promoción de la supervivencia de eosinófilos y la desgranulación de los mastocitos y la alteración del metabolismo de eicosanoides, el daño tisular y la remodelación son la suma del efecto de los superantígenos en el tejido local que fomenta la formación de pólipos. La capacidad de S aureus para residir dentro de las células epiteliales de las vías respiratorias quizá solo aumente este pro- ceso. Hay coexistencia intracelular de S aureus en las células epiteliales de pacientes con rinosinusitis crónica con o sin pólipos pero no en la rinosinusitis crónica o controles; esto sugiere un defecto local en la función inmunitaria o de barrera. Un mecanismo puede ser la inducción de macrófagos M2, que disminuyen las pro- piedades fagocíticas por incremento de la inmunidad local Th2 inducida por superantígenos. Los superantí- genos de estafilococos suelen ser vistos por muchos como modificadores de la enfermedad, en lugar de agentes etiológicos discretos.7 Los hongos tienen actividades intrínsecas de protea- sas que pueden degradar las uniones estrechas que acentúan como anfitriones en el daño de la barrera y modifican la enfermedad en al menos algunas formas de rinosinusitis crónica.7 Figura 6 BIOPELÍCULAS Las biopelículas son estructuras sumamente organi- zadas, compuestas por comunidades de bacterias encapsuladas dentro de una matriz extracelular de pro- tección de sustancias poliméricas, que contribuyen a la resistencia al antibiótico y facilitan la unión a diver- sas superficies. De forma intermitente, las bacterias planctónicas se desprenden de la biopelícula, migran y colonizan otras superficies.10 Estos ecosistemas son muy adecuados para las condiciones de estrés ambien- tal y la tensión de oxígeno alterado. Se cree que 99% de las bacterias existen en forma de biopelículas. La partici- pación de estas biopelículas se implicó, recientemente, en pacientes con rinosinusitis crónica con pólipos y sin pólipos. Las tasas de biopelículas en las poblaciones de pacientes con rinosinusitis crónica varían de 30-100%, quizá debido a las diferencias en la metodología de detección.11 Se han asociado con biopelículas de rino- sinusitis crónica varias especies bacterianas, incluidas: H influenzae, S aureus, S pneumoniae, P aeruginosa y M catarrhalis. Las biopelículas de S aureus y P aerugi- nosa se han asociado con un resultado desfavorable después de la cirugía,12 mientras que las biopelículas de H influenzae se asocian con un resultado favorable y en- fermedad más leve. En particular, S aureus se relaciona Figura 3. Rinosinusitis crónica. Adaptado de EPOS 2012. European Position Paper on Rhinosinusitis and Nasal Polyps 2012. Rhinology Supplement 23:1-298. Rinosinusitis 109 Figura 4. Rinosinusitis crónica. Figura 5. Factores asociados con rinosinusitis crónica. Adaptado de Endotypes and Phenotypes of Chronic Rhinosinusitis: A PRACTALL document of the European Academy of Allergy and Clinical Immunology and the American Academy of Allergy, Asthma and Immunology. J Allergy Clin Immunol. 2013. Junio 131: 1479-1490 Adaptado de Update on the management of chronic rhinosinusitis. Infection and Drug Resistance. 2013:6 1-14. 110 con un pronóstico pobre, lo que sugiere que las biope- lículas de S aureus fomentan una respuesta inmunitaria adaptativa Th2 independiente de cualquier efecto super- antígeno de estafilococo.13 Los estudios más recientes sugieren que la interrupción del epitelio del huésped puede permitir la formación de biopelículas mediada por efectos inflamatorios en los tejidos nasosinusales.14 En general, se acepta ampliamente que las biopelícu- las son una resistencia a facilitar la adaptación de las bacterias a las defensas del huésped y los antibióticos, ayudando a fomentar la enfermedad recalcitrante. Los casos clínicos de pacientescon biopelículas se correla- cionan con formas graves de la enfermedad y de peor evolución posoperatoria. Figura 6 INTOLERANCIA A LA ASPIRINA Los defectos en la vía de los eicosanoides más estre- chamente asociados con intolerancia a la aspirina, también se han propuesto como una causa potencial de rinosinusitis crónica con o sin pólipos que se rela- cionan en 36 a 96% de los casos.2 El aumento en la síntesis de leucotrienos proinflamatorios y la disminu- ción de la síntesis de prostaglandinas antiinflamatorias (PGE2) se han propuesto como mecanismo para los pólipos nasales en pacientes intolerantes a la aspirina. RESPUESTA INMUNITARIA INNATA La hipótesis de la barrera inmunitaria propone que los defectos en la barrera mecánica o la respuesta inmuni- taria innata del epitelio nasosinusal se manifiestan como rinosinusitis crónica. Estos defectos, teóricamente, lle- van a mayor colonización microbiana con incremento de agentes microbianos, daños acentuados en la ba- rrera y respuesta inmunitaria adaptativa compensatoria. Los genes que pudieran estar implicados en el cambio hacia la producción de citocinas Th2 incluyen: TSLP, IL- 33, IL- 25 y los genes en la fuerte respuesta de células B son: BAFF, CXCL12 y CXCL13.15 Una respuesta adapta- tiva excesiva o inapropiada Th2 en este entorno puede reducir aún más la función de la barrera y disminuir la inmunidad innata, creando así un círculo vicioso de la enfermedad. GENÉTICA Y OTRAS Los factores del huésped que determinan la susceptibi- lidad a la rinosinusitis crónica dependen, en parte, de la variación genética a través de las principales vías que ri- gen los aspectos inmunológicos de la mucosa nasal. La fibrosis quística es el prototipo de “rinosinusitis crónica genética” en el que la disfunción del gen CFTR des- encadena funciones inmunitarias innatas y de barrera defectuosas. En las formas más severas de rinosinusitis crónica con o sin pólipos una nueva evidencia apoya la generación de autoanticuerpos locales que acentúan el daño tisular.16 TRATAMIENTO El grupo de expertos EPOS 2012, siguiendo el enfo- que de la medicina basada en la evidencia (Cuadro 1) recomienda para pacientes con rinosinusitis aguda y Figura 6. Mecanismos patogénicos en la rinosinusitis crónica. TEXTO; CC, célula cebada; CD, célula dendrítica; E, eosinófilo; IL, interleucina; M, macrófago; Ne, neutrófilo; Treg, célula T reguladora, TSLP, linfopoyetína estromal tímica. Modificado de Akdis CA et al. J Allergy Clin Immunol 2013; 131:1479-90 Rinosinusitis 111 crónica las siguientes directrices de esquemas de tra- tamiento. Tratamiento médico La mayor parte de los eventos de rinosinusitis aguda son de alivio espontáneo, en particular cuando son cau- sados por rinovirus y coronavirus. Los patógenos bacterianos más comunes causantes de rinosinusitis aguda bacteriana son: S pneumoniae, H influenzae, S pyogenes, M catarrhalis y S aureus.3 La amoxicilina-ácido clavulánico es el principal antibiótico indicado en el tratamiento de pacientes con rinosinusi- tis aguda leve. A pesar de la resistencia a la amoxicilina se estima que, aproximadamente, 80% de los casos de rinosinusitis aguda leve reaccionan favorablemente a una dosis alta de amoxicilina. Sin embargo, existe au- mento en la resistencia a este antibiótico, sobre todo en infecciones por S pneumoniae y H influenzae. La intro- ducción de la vacuna antineumocócica conjugada ha dado lugar a cambios en el perfil de patógenos. Los cambios referidos en la patogenicidad bacteriana en la rinosinusitis aguda deben considerarse antes de indi- car tratamiento con antibióticos. EPOS 2012 recomienda que el tratamiento sintomático solo sea para episodios no complicados de rinosinusitis aguda. El tratamiento con antibióticos se reserva para niños con complicaciones. Quienes no han recibido múltiples cursos previos de antibióticos pueden tratarse con 40 u 80 mg/kg/día de amoxicilina. Otras opciones razonables y seguras son la amoxicilina con ácido clavu- lánico y las cefalosporinas, con alcance antimicrobiano para organismos típicos. En casos de hipersensibili- dad a cualquiera de los antimicrobianos anteriores, las alternativas incluyen: trimetoprima-sulfametoxasol, azitromicina o claritromicina. La clindamicina está indi- cada cuando se sospecha la existencia de organismos anaerobios, sin olvidar que carecen de acción en con- tra de organismos gramnegativos.2,8 La rinosinusitis crónica en niños no está suficientemente estudiada como sí lo está en los adultos. Es indispen- sable considerar que a la aparición de la enfermedad contribuyen factores bacteriológicos e inflamatorios. Las adenoides son un contribuyente destacado en pacientes pediátricos. El tratamiento quirúrgico está re- servado a la minoría de pacientes que no reaccionan favorablemente al tratamiento con fármacos.2 En la bibliografía no hay suficiente evidencia que apoye la indicación de antibióticos para tratamiento de niños con rinosinusitis crónica. A pesar de la falta de pruebas convincentes para apoyar la prescripción de antibióti- cos en este grupo de pacientes, los autores refieren que en la práctica estos niños son, a menudo, tratados con los mismos antibióticos que figuran en el esquema de la rinosinusitis aguda, pero normalmente por periodos más largos que varían de 3 a 6 semanas.2,8 Figura 7 Tratamiento quirúrgico La adenoidectomía es eficaz para disminuir o eliminar los síntomas de la rinosinusitis crónica en 50% de los niños operados, cuando están relacionados con ade- noiditis.2 La cirugía endoscópica para pacientes con rinosinusitis está indicada cuando hay enfermedad crónica en quienes ha fracasado el tratamiento médico con un curso de antibióticos y esteroides intranasales Cuadro 1. Categoría de la evidencia Ia Evidencia de metanálisis de ensayos controlados con asignación al azar Ib Evidencia de al menos un ensayo controlado con asignación al azar IIa Evidencia de al menos un estudio controlado sin asignación al azar IIb Evidencia de al menos otro tipo de estudio cuasiexperimental III Evidencia de estudios descriptivos no experimentales, como estudios comparativos, estudios de correlación y estudios de casos y controles IV Evidencia de los informes de comités de expertos u opiniones o experiencia clínica de autoridades en la materia o ambos Fuerza de la recomendación A Directamente basada en categoría de evidencia I B Directamente basada en categoría de evidencia II o recomendaciones extrapoladas de la categoría de evidencia I C Directamente basadas en la categoría de evidencia III o recomendaciones extrapoladas de la categoría I o II de evidencia D Directamente basada en la categoría de evidencia IV o recomendación extrapolada de la categoría I, II o III de medicina basada en la evidencia es un importante método para la elaboración de directrices. 112 Figura 8. Tratamiento de pacientes con rinusinusitis aguda. Figura 7. Eficacia de antibióticos en rinosinusitis crónica. es necesario evaluar adecuadamente la eficacia de las intervenciones quirúrgicas antes de aceptarlas como tratamiento convencional. Para esto es indispensable una clara definición de la enfermedad y de las medi- das de procedimientos estandarizados. La revisión Cochrane sugiere que la cirugía endoscópica funcional de senos no ha demostrado ventajas adicionales a las obtenidas con los tratamientos médicos.17 CONCLUSIONES La rinosinusitis crónica es una enfermedad compleja que sigue desafiando a los especialistas y estudiosos de este padecimiento. En la actualidad está por demás demostrado que la inflamación crónica es el factor etio- lógico dominante que define esta enfermedad, que resulta de una interacción huésped-ambiente disfun- cional. Los inmunomoduladores, como los anticuerpos o sistémicos.8 La evidencia pone de manifiesto que para que la cirugía sea eficaz para aliviar el problema, Adaptado de Update on the management of chronic rhinosinusitis. Infection and Drug Resistance.2013:6 1-14. Adaptado de EPOS 2012. European Position Paper on Rhinosinusitis and Nasal Polyps 2012. Rhinology Supplement 23:1-298. Rinosinusitis 113 Figura 9. Tratamiento por el especialista de pacientes con rinusinusitis aguda. Figura 10. Tratamiento de pacientes con rinusinusitis crónica por el especialista. Adaptado de EPOS 2012. European Position Paper on Rhinosinusitis and Nasal Polyps 2012. Rhinology Supplement 23:1-298. Adaptado de EPOS 2012. European Position Paper on Rhinosinusitis and Nasal Polyps 2012. Rhinology Supplement 23:1-298. 114 anti-IL5 y anti-IgE, son prometedores campos de inves- tigación en curso que consideran la fisiopatogenia de esta enfermedad. REFERENCIAS 1. Meltzer EO, Hamilos DL. 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