Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
S E C C IÓ N V CONCEPTO El mediastino es la región anatómica del tórax que se sitúa entre ambas cavidades pleurales. Contiene todos los órganos torácicos, excepto los pulmones. Para el estudio de sus enfermedades, el mediastino se divide en compartimentos. El compartimento anterior o prevascular está situa- do entre la cara posterior del esternón y la cara anterior del pericardio; el compartimento medio o visceral, entre la cara anterior del pericardio y el borde anterior del cuerpo vertebral, y el compartimento posterior o surco paravertebral, entre el borde anterior del cuerpo vertebral y la cara anterior de las costillas en su porción paravertebral (fig. 88-1). ETIOLOGÍA En el mediastino pueden asentarse masas (tumorales o quísticas) e infecciones (agudas o crónicas). Las masas más frecuentes del medias- tino son timomas, linfomas, bocios intratorácicos, neurofibromas y teratomas. Entre todos ellos comprenden el 75%. Su situación en los compartimentos se indica en la tabla 88-1. CUADRO CLÍNICO Aunque un gran número de lesiones mediastínicas constituyen hallaz- gos radiológicos, el 60% de las descubiertas en niños y el 30% en adultos presentan sintomatología. Los signos y síntomas dependen de factores generales (producción de marcadores biológicos específicos y enfermedades paraneoplásicas asociadas) y locales (compresión o invasión de estructuras próximas). Las enfermedades benignas suelen ser asintomáticas (95%) y a menudo constituyen un hallazgo radioló- gico. Los tumores malignos presentan síntomas en el 50% de los casos y pueden producir un síndrome de invasión de estructuras vecinas. La sintomatología variará según su localización. De este modo, la afección del árbol traqueobronquial dará lugar a tos y disnea, la invasión pleural a dolor torácico y derrame pleural, la afección venosa a un síndrome de vena cava superior, las lesiones con afección cardíaca a insuficiencia cardíaca y arritmias, las lesiones esofágicas a disfagia, la compresión o invasión de nervios intercostales a dolor torácico parietal, en nervios frénicos a parálisis diafragmática, en nervio recurrente izquierdo a disfonía y en el ganglio estrellado del sistema nervioso simpático al síndrome de Claude-Bernard-Horner. DIAGNÓSTICO El hallazgo de una lesión mediastínica en la radiografía de tórax es indicación de llevar a cabo estudios complementarios. Debe realizarse una cuidadosa evaluación de la historia clínica. Hay que considerar la Enfermedades del mediastino Figura - División en compartimentos del mediastino: anterior, medio y posterior. TABLA 88-1 Localización y tipo de procesos que afectan al mediastino Localización Enfermedad asociada Mediastino anterior Ganglios linfáticos Linfoma Linfadenopatías metastásicas Timo Timoma Tiroides Bocio Paratiroides Adenoma de paratiroides Tejido endocrino Tumor carcinoide Tejido celuloadiposo Lipoma Tejido embrionario Tumor de células germinales Teratoma Otros tejidos Tumor mesenquimal Carcinoma primario Mediastino medio Ganglios linfáticos Linfoma Linfadenopatías metastásicas Tráquea Bronquios principales Quiste broncogénico Corazón Grandes vasos Aorta ascendente-descendente Quiste pericárdico Aneurisma de la aorta ascendente Esófago Quiste enterógeno Tumor de esófago Vértebras dorsales Tumor vertebral Mediastino posterior Ganglios linfáticos Linfoma Nervios raquídeos Cadena simpática Tumor neurogénico Neurilemoma Neurofibroma Neurosarcoma Ganglioneuroma Neuroblastoma Quemodectoma Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 11, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 758 SECCIÓN V Neumología edad del paciente, la localización de la masa y los síntomas y signos asociados. El diagnóstico se confirma mediante las pruebas de imagen que proporcionan una definición óptima de las lesiones mediastínicas y su relación con las estructuras vecinas. Las principales son la TC, la RM y la PET. Si se necesita confirmación histopatológica mediante una biopsia existen diversos procedimientos de diagnóstico mínimamente invasivo. Tomografía computarizada Es la prueba de imagen de elección y se emplea de forma habitual en el diagnóstico de los tumores mediastínicos. Su principal limitación es la distinción entre tumoraciones sólidas y quistes. Resonancia magnética Está indicada para diferenciar tumores mediastínicos de estructuras vasculares y bronquiales, en especial cuando el uso del contraste está contraindicado. La RM también está indicada para evaluar la invasión tumoral de los grandes vasos, el corazón, la columna vertebral y la pared torácica. Es más precisa que la TC en la distinción entre tumores sólidos y quistes. Tomografía de emisión de positrones Es útil en la diferenciación del timoma de la hiperplasia tímica en la miastenia grave, y en la predicción del grado de malignidad de los tumores tímicos de estirpe epitelial, así como para valorar la presencia de enfermedad residual tras quimioterapia en los tumores de células germinales. La fusión de las imágenes de la PET con las de la TC aumenta la rentabilidad diagnóstica. Estudios con contraste El esofagograma se utiliza para la valoración de las lesiones mediastíni- cas viscerales. La angiografía digital o convencional se utiliza en algunos tumores neurogénicos con extensión intraespinal para identificar la arteria de Adamkiewicz. Esta exploración se puede sustituir por la RM. Estudios gammagráficos La gammagrafía tiroidea con 131I está indicada en el estudio del bocio endotorácico o en las metástasis de carcinomas tiroideos bien dife- renciados. La gammagrafía con 67Ga se emplea para la valoración de las infecciones mediastínicas agudas y crónicas. La gammagrafía con 99mTc puede ser utilizada para identificar mucosa gástrica en los quistes neuroentéricos en el compartimento visceral. Marcadores tumorales Los marcadores tumorales y las hormonas elevadas están presentes en los pacientes con diversos tumores mediastínicos. Su determinación no es sistemática y sólo está indicada ante la sospecha de ciertos tumores. En los pacientes en edad infantil debe cuantificarse la concentración de adrenalina y noradrenalina en orina; su producción aumentada se asocia a la presencia de neuroblastomas y ganglioneuroblastomas. En los adultos jóvenes deben determinarse los valores de α-fetoproteína y gonadotropina coriónica; su elevación está presente en los casos de tumores de células germinales no seminomatosos. En pacientes con timoma deben medirse los anticuerpos antirreceptor de acetilcolina dada la posibilidad de una miastenia grave asintomática. En los linfo- mas mediastínicos pueden estar elevadas las cifras de receptores para la IL-2. En pacientes con un tumor carcinoide del timo pueden hallarse elevadas las concentraciones de cortisol y ACTH. Exploraciones invasivas La naturaleza específica de una lesión mediastínica no puede deter- minarse con exactitud sin una biopsia. Ante una lesión en el compar- timento anterior clínicamente benigna se debe realizar la resección quirúrgica sin biopsia previa. De hecho, la biopsia en el timoma benigno está contraindicada para no alterar su cápsula. Si la lesión es clínicamente maligna, se debe proceder a una biopsia transtorácica por vía percutánea, excepto si se sospecha linfoma. En este último caso es preferible la biopsia directa del tumor, y se realizará mediante la mediastinoscopia cervical. Esta técnica se utiliza para valorar los ganglios mediastínicos y determinar el estadio del carcinoma broncogénico. También se utiliza para identificar otras enfermedades como infecciones granulomatosas y neoplasias. La videotoracoscopia es útil para biopsiar y valorar lesiones medias- tínicas no accesibles a la mediastinoscopia. Esta técnica también se utiliza para evacuar quistesmediastínicos y abscesos. La broncoscopia tiene un valor limitado en el diagnóstico de las masas mediastínicas, excepto en los casos en que se sospeche una neoplasia bronquial o adenopatías secundarias a sarcoidosis. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL Tumores primarios Tumores del timo Se localizan exclusivamente en el compartimento mediastínico anterior y representan aproximadamente el 50% de las masas. Existen diferentes tipos histológicos: timomas benignos y malignos, carcinoma tímico, carcinoide, tumores germinales y linfomas. Los timomas representan el 20% de las tumoraciones del mediastino y son frecuentes en el com- partimento anterior. Su pico de incidencia está entre la tercera y quinta década. El tumor puede surgir de elementos epiteliales en el 40% de los casos y de tejido linfoide en otro 40%, mientras que el 20% res- tante es de origen mixto o linfoepitelial. El 15%-65% de los timomas son benignos. La diferenciación entre benignidad y malignidad está determinada por la presencia de invasión capsular y de estructuras adyacentes o metástasis. El cuadro clínico en los tumores malignos se caracteriza por tos, disnea, dolor torácico, hemoptisis y síndrome de la vena cava superior. Estos tumores se pueden asociar a miastenia grave, anemia aplásica y LES. Con menos frecuencia se asocian a síndrome de Cushing, síndrome de Good (hipogammaglobulinemia y timo- ma), hipergammaglobulinemia, dermatomiositis, artritis reumatoide, megaesófago, miocarditis granulomatosa, leucemia linfoblástica aguda de células T, hiperparatiroidismo ectópico puro, encefalitis límbica, linfomas y trastornos de la coagulación. El timolipoma es una variante histológica del timoma, donde se encuentra tejido tímico mezclado con tejido graso. Los carcinomas tímicos son raros, con mal pronóstico. Se dis- tinguen del timoma invasor por la presencia de mayor incidencia de invasión local y émbolos metastásicos. Los subtipos histopatológicos incluyen: carcinoma de células escamosas, linfoepitelioma indiferencia- do de células claras, mucoepidermoide y carcinoide. El tratamiento de los tumores tímicos es la extirpación quirúrgica. Los casos que asocian invasión regional o metástasis requieren radioterapia y quimioterapia. Adenopatías benignas Las linfadenitis granulomatosas se acompañan de adenopatías medias- tínicas, sobre todo en el compartimento visceral, en las regiones para- traqueales y traqueobronquiales. Sus causas más frecuentes son la tuberculosis y las infecciones micóticas, sobre todo histoplasmosis, sarcoidosis, silicosis y granulomatosis con poliangitis. La enfermedad de Castleman es una enfermedad de etiología desconocida que cursa con adenopatías mediastínicas. En la mayoría de los casos los pacientes están asintomáticos, aunque pueden presentar fiebre, anemia y pérdida de peso. El diagnóstico se suele establecer por la biopsia o la resección quirúrgica de las adenopatías mediastínicas. Adenopatías metastásicas Pueden ser consecuencia de diversas neoplasias, en particular epiteliales, como el cáncer de pulmón, y con menor frecuencia de vías aéreas altas, páncreas, estómago, próstata y riñón. Linfomas Se sitúan en el mediastino medio. Tanto la enfermedad de Hodgkin como los linfomas no hodgkinianos pueden manifestarse al inicio o a lo largo de su evolución por la presencia de adenopatías mediastínicas. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 11, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org S E C C IÓ N V 759 CAPÍTULO 88 Enfermedades del mediastino Tumores germinales benignos Son infrecuentes y representan el 5%-8% de los tumores mediastínicos. Su prototipo es el teratoma. Está constituido por ectodermo madu- ro (piel, pelos), mesodermo (músculo, hueso) y endodermo (tejido respiratorio y gastrointestinal). Los marcadores tumorales ayudan a diferenciarlo de las entidades malignas. El tratamiento de elección es la resección quirúrgica. Tumores germinales malignos y seminomas primitivos del mediastino Representan el 1%-5% de las neoplasias de células germinales. El semi- noma es el más frecuente y casi exclusivo de los varones. El carcinoma embrionario, el tumor del seno endodérmico, el teratocarcinoma y el coriocarcinoma son más frecuentes en los varones. Estos tumores suelen presentar más de un patrón histológico. El diagnóstico se debe sospechar en todo paciente joven con una masa mediastínica y su valo- ración incluye la TC y la determinación de los marcadores tumorales, tales como la gonadotropina coriónica y la α-fetoproteína. Pueden asociarse al síndrome de Klinefelter. El tratamiento es quirúrgico en pacientes asintomáticos y con tumores totalmente encapsulados, lo que es posible en menos de una cuarta parte de los casos. En el resto, la terapia quirúrgica se complementará con quimioterapia y radioterapia. La mayoría de los pacientes con seminoma tienen buen pronóstico. Tumores neurogénicos Los tumores neurogénicos derivan de la cresta neural ectodérmica. Se presentan con más frecuencia en el mediastino posterior, en especial en la región costovertebral (el 90% de los tumores se origina en los nervios intercostales y la cadena simpática). Pueden ocupar otros compartimentos del mediastino según la estructura nerviosa en que se originen. Son las neoplasias primitivas más frecuentes del medias- tino. Existe una mayor incidencia entre la tercera y cuarta década de la vida, sin preferencia de sexo y con amplia prevalencia de las formas benignas (70%-80%). Más del 50% de los pacientes son asintomáticos. El síntoma más común es el dolor, que puede ser leve o neurálgico. Cuando el tumor se introduce en el canal raquídeo ocasiona síntomas neurológicos por compresión medular. La neurofibromatosis de von Recklinghausen se acompaña de tumores mediastínicos, en muchas ocasiones malignos. Los ganglioneuromas y los ganglioneuroblastomas pueden mostrar imágenes quísticas con calcificación en el borde. Hasta en el 10% de los casos el tumor puede crecer hacia el canal vertebral en forma de reloj de arena, a través del foramen oval que aumenta su diá- metro, para provocar síntomas neurológicos por compresión medular. La utilización de la punción percutánea diagnóstica en los tumores neurogénicos es limitada, se circunscribe a tumores de diagnóstico dudoso, en especial de aspecto maligno e invasor. Su rentabilidad diagnóstica es del 80%. Los tumores de aspecto benigno, circunscritos y bien delimitados pueden resecarse sin diagnóstico histológico previo. Tumores no primarios Bocio endotorácico Constituye una entidad poco frecuente, que alcanza alrededor del 10% de las masas mediastínicas y aparece con más frecuencia en el medias- tino anterior. Los bocios endotorácicos pueden ser primarios (bocio verdadero o ectópico) o secundarios (bocio falso o cervicomediastíni- co). Los primarios se originan de restos tiroideos mediastínicos, reciben irrigación de vasos intratorácicos, no tienen conexión con la glándula cervical, que presenta tamaño y posición normal, y constituyen menos del 1% de los tumores del mediastino. Los secundarios se manifiestan como una extensión inferior del tejido tiroideo localizado normalmente en el cuello y reciben su riego sanguíneo a partir de la arteria tiroidea. Higroma cervicomediastínico Es una anomalía congénita del recién nacido. Puede diagnosticarse por ecografía intrauterina. Su tratamiento es la resección quirúrgica y su evolución suele ser buena. Otras tumoraciones Otras enfermedades que pueden cursar con masas mediastínicas son cordoma torácico, meningoceles, hernias hiatales o diafragmáticas tipo Morgagni, abscesos paravertebrales, seudoquistes pancreáticos y aneurisma de la aorta torácica. Quistes Los quistes del mediastino constituyen el 15%-20% de las masas mediastínicas. Asientan en todoslos compartimentos del mediastino e incluyen quistes broncogénicos (50%-60%), quistes pericárdicos (20%-30%), quistes esofágicos (7%-15%) y otros menos frecuentes como quistes tímicos, linfangiomas quísticos, teratomas quísticos y meningoceles. Suelen ser lesiones redondeadas de márgenes bien definidos, recubiertas por epitelio, y contienen líquido en su interior. Constituyen un hallazgo radiológico casual y su caracterización puede ser compleja, debido a la variable composición del fluido y a las complicaciones asociadas como hemorragia o infección, que condicionan que las manifestaciones radiológicas se solapen. Generalmente, son asintomáticos, salvo si alcanzan gran tamaño y producen clínica compresiva. La TC y la RM permiten realizar un diagnóstico prequirúrgico preciso. El tratamiento de elección es la exéresis completa del quiste. Infecciones Mediastinitis aguda La mediastinitis aguda se define como la infección del tejido conectivo laxo que envuelve las estructuras mediastínicas. Es una enfermedad grave, poco frecuente y sobre la cual no existe consenso en las pautas diagnósticas y terapéuticas que han de seguirse. Puede deberse a trau- matismos (heridas penetrantes), complicaciones de intervención qui- rúrgica (osteomielitis postesternotomía), extensión de una infección de tejidos adyacentes (tejido retrofaríngeo, pulmón, pericardio, pleura, adenopatías, retroperitoneo, abscesos subfrénicos). La causa más fre- cuente es la ruptura de esófago, ocasionada por traumatismos (heridas penetrantes), ingestión de cuerpos extraños, yatrogenia (endoscopias), ruptura esófago por hiperemesis (síndromes de Boerhaave y de Mallory- Weiss) o necrosis de un cáncer esofágico. Los síntomas son agudos y consisten en fiebre, dolor retroesternal irradiado al cuello, taquipnea y signos de sepsis. Si la causa es la per- foración esofágica, es frecuente la presencia de neumomediastino, que se manifiesta por enfisema subcutáneo. La radiografía de tórax muestra derrame pleural, neumotórax o ensanchamiento del mediastino. El esofagograma revela extravasación del medio de contraste hacia el espacio periesofágico o la cavidad pleural. El tratamiento consiste en drenaje quirúrgico, soporte hemodinámico y antibióticos eficaces frente a gérmenes anaerobios, grampositivos y gramnegativos. El pronóstico es grave, en especial en casos diagnosticados en forma tardía, en los cuales la mortalidad sobrepasa el 50%. La mediastinitis necrosante descendente es secundaria a infecciones cervicales por abscesos orofaríngeos, sobre todo consecutivos a infec- ciones dentales. El tratamiento consiste en el drenaje extenso de cuello y mediastino a través de cervicotomía y toracotomía. Mediastinitis crónica También denominada mediastinitis crónica fibrosa. Es poco frecuente y se debe a inflamación crónica granulomatosa (tuberculosis, his- toplasmosis) o a causas desconocidas, que suele asociarse a fibrosis retroperitoneal (enfermedad de Ormond). La enfermedad puede ser asintomática, aunque en algunos casos puede cursar con signos graves de compresión de estructuras mediastínicas. La diferenciación entre mediastinitis granulomatosa e idiopática es histológica. El tratamiento de la mediastinitis granulomatosa es el de la enfermedad causal. Neumomediastino El neumomediastino se define por la presencia de aire o gas en el mediastino. Su etiología puede ser primaria (neumomediastino espon- táneo) o secundaria (neumomediastino traumático). El origen del neumomediastino traumático puede ser directo (rotura de la tráquea, bronquio principal o esófago) o indirecto (entrada del aire por retro- peritoneo o por la fosa supraesternal). https://booksmedicos.org 760 SECCIÓN V Neumología El neumomediastino espontáneo no suele revestir gravedad. En la mayoría de los casos constituye una entidad asintomática que se detecta en la radiografía de tórax. La aparición del signo de Hamman (crujido pericárdico, sincrónico con los latidos cardíacos) es muy variable (5%-85%). En el neumomediastino traumático la clínica (disnea y opresión torácica) depende de la cantidad de aire acumulado y del tamaño de la perforación. La exploración física evidencia ingurgitación yugular. En casos de neumomediastino masivo puede producirse un tapona- miento cardíaco con taquicardia e hipotensión arterial. El pronóstico es variable. El tratamiento consiste en una descompresión del plano pre- traqueal mediante cervicotomía o mediastinotomía y cierre quirúrgico del punto de entrada del aire. BIBLIOGRAFÍA ESPECIAL Detterbeck FC. Clinical implication of the new TNM classification of thymic malignancies. J Thorac Dis 2018;Suppl22:S2692-5. Duwe BV, Sterman DH, Musani AI. Tumors of the mediastinum. Chest 2005;128:2893-909. Fernández-Fau L, Freixinet Gilart J. Mediastino. En: Fernández-Fau L, Freixinet Gilart J, eds. Tratado de cirugía torácica, Vol. 2. Madrid: SEPAR/Edimsa; 2010. p. 1869-2028. Fibla J, Molins L, Mier JM, Mauri E. Quistes del mediastino. En: Fernández- Fau L, Freixinet Gilart J, eds. Tratado de cirugía torácica, Vol. 2. Madrid: SEPAR/Edimsa; 2010. p. 2017-26. Venuta F, Ferguson MK. Diseases of the mediastinum. Thorac Surg Clin 2009;19:xi. https://booksmedicos.org Push Button0:
Compartir