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151 © E di to ri al E l m an ua l m od er no Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. muestran reducción del dolor, aumento en la comodidad y satisfacción materna o mejoría del trabajo obstétrico, sin embargo, han recibido poca atención en la literatura médica y no están disponibles en la mayoría de los paí- ses. Los estudios controlados de métodos no farmacoló- gicos son limitados en número y con resultados poco concluyentes. Una revisión sistemática en la Universidad de Washington con estudios prospectivos controlados probó los métodos de psicoprofilaxis, baños, masajes, movimiento y posición materna sugieren ser efectivos, pero poco concluyentes para disminuir el dolor del tra- bajo de parto.5 El dolor del trabajo de parto se define como una experiencia emocional (subjetiva) y sensorial (objetiva) desagradable que involucra una compleja interacción de ingredientes fisiológicos, psicosociales, y culturales. Es transmitido por las raíces torácicas inferiores, lumbares y sacras. Durante la primera etapa del trabajo de parto el dolor es visceral debido a las contracciones uterinas que producen isquemia y liberación de potasio, bradicinina, histamina y serotonina, por los segmentos T10, T11, T12 y L1. Durante la segunda etapa se agrega el dolor de tipo somático por la distensión del perineo mediado por los segmentos S1-S4. El ganglio de Frankenhausen de las raí- ces S2-S4 se encarga del sistema parasimpático. Las pacientes primigestas presentan dolor más intenso du- rante primeras etapas, y la multigesta en la segunda debi- do al rápido descenso del neonato.6-8 Para entender las bases fisiológicas sobre las cuales se apoya el uso de la TENS para la analgesia del trabajo de parto, no sólo es necesario conocer las características de la corriente eléctrica que se utiliza, entre las que se inclu- yen principalmente su frecuencia, intensidad y duración; así como los lugares en donde se aplica, y analizar a la luz de los avances en la neurofisiología del dolor el posible Capítulo Estimulación eléctrica nerviosa transcutánea y otras técnicas no farmacológicas para analgesia del trabajo de parto En 1847, el obstetra escocés James Young Simpson administro éter en tres pacientes para aliviar el dolor causado en trabajo de parto, los detractores manifestaban que violaba la ley de Dios que decía que las mujeres parirán con dolor, quedó impresionado por el grado de analgesia asociado, sin embargo, tenía sus dudas acerca de los posibles efectos secundarios de la anestesia. Paulatinamente el cloroformo tomó el lugar del éter y en 1853 el Dr. John Snow lo usó en Inglaterra con la Reina Victoria. En julio de 1900, el Dr. Oscar Creéis, en Suiza, administró cocaína espinal en seis pacientes en la segun- da etapa del trabajo de parto, siendo ésta la primera refe- rencia documentada de anestesia neuroaxial en obstetri- cia. Un siglo y medio después los efectos maternos y fetales de la analgesia durante el trabajo de parto se man- tienen en discusión entre pacientes, anestesiólogos y obs- tetras.1 El embarazo se acompaña de múltiples modificacio- nes fisiológicas, incluyendo cambios respiratorios, cardio- vasculares, hepáticos, gastrointestinales, renales y del sis- tema endocrino y nervioso central que tienen implica- ciones importantes en los manejos anestésicos de la paciente obstétrica.2 La estimulación eléctrica nerviosa transcutánea, co- nocida comúnmente como TENS (por sus siglas en inglés transcutaneous electrical nerve stimulation) es una técnica simple y no invasiva que puede ser administrada en un área hospitalaria por un personal de la salud o en casa por el mismo paciente. Es frecuentemente usada para el manejo sintomático del dolor agudo o crónico, como antiemético y para restaurar el flujo sanguíneo en heridas y tejido isquémico.3, 4 Las técnicas no farmacológicas para reducir el dolor durante el trabajo de parto han sido usadas a lo largo de la historia, llamando la atención algunos reportes que mecanismo de acción de esta terapéutica que involucra el paso de corriente de bajo voltaje por electrodos colo- cados en la piel, la frecuencia y la intensidad dependen del resultado que se desea. Existen diferentes tipos de TENS, a saber: 1. Convencional: altas o bajas frecuencias cercanas al área afectada. 2. Semejante a acupuntura: corriente de baja frecuen- cia es aplicada en áreas gatillo específicas. 3. TENS con altas intensidades.9 La electricidad ha sido usada para fines medicinales durante miles de años. Existe evidencia del antiguo Egipto del uso de anguilas eléctricas para el tratamiento del dolor y en la antigua Grecia para tratamiento de artritis y cefaleas. El primer reporte escrito de que se tiene información al respecto corresponde al año 46 d. C. por el médico romano Scribonius Largus.10 Por definición, cualquier aparato que aplique corrientes eléctricas a través de la piel intacta es TENS. La actividad depende de la activación de diferentes poblaciones de fibras nerviosas. En la práctica es difícil predecir la exacta naturaleza y distribución de las corrientes cuando han pasado la superficie intacta de la piel debido a la compleja y heterogénea impedancia de los tejidos. Diferentes aparatos usan diferentes varieda- des de pulso. En general, puede ser dividido en pulso monofásico y bifásico, el cátodo usualmente el cable negro, es el que inicia el potencial del acción en el axón y es colocado proximal al ánodo para prevenir el bloqueo de la transmisión nerviosa durante la hiperpolarización. Existen, como ya se mencionó, tres tipos: convencional, semejante a acupuntura y el TENS intenso.11 El mecanismo de acción del TENS convencional es activar selectivamente las fibras gruesas Aβ sin activar al mismo tiempo las de diámetro pequeño Aγ y C eferen- tes relacionadas con la transmisión del dolor. Evidencias en estudios en animales y humanos apoyan la hipótesis de que produce analgesia segmentaria con rápido inicio de acción. Teóricamente el pulso de alta frecuencia y baja intensidad con duración de 100 a 200 milisegundos y frecuencia de 10 a 200 pulsos por segundo es mas efec- tivo para activar las fibras gruesas con una sensación de cómoda parestesia. Se usan altas frecuencias debido al periodo refractario corto de las fibras gruesas.12 El mecanismo de acción del TENS semejante a la acupuntura (AL-TENS), por sus siglas en inglés Acu- puncture-Like TENS, es por contracciones musculares en miotomas relacionados con el origen del dolor. El propó- sito es activar selectivamente las fibras de pequeño diá- metro unidas al músculo por ergorreceptores. Los pacientes refieren incomodidad con bajas frecuencias así que se recomienda su uso de modo intermitente.12 El mecanismo de acción del TENS intenso es activar las fibras de diámetro pequeño percutáneas, a una inten- sidad tan alta como la tolere el paciente. La corriente se aplica sobre el sitio afectado usando alta frecuencia y alta intensidad, con duración mayor a 1 000 milisegundos y frecuencia mayor a 200 pulsos por segundo, puede ser usada sólo por corto tiempo, produce bloqueo periférico por actividad nociceptiva y analgesia segmentaria y extrasegmentaria.12 El mecanismo de acción se puede definir en perifé- rico, segmentario y extrasegmentario. En general el prin- cipal mecanismo del TENS convencional es la analgesia segmentaria mediada por fibras nerviosas Aβ. El del AL- TENS es analgesia extrasegmentaria mediada por acti- vidad del ergorreceptor. Y el del TENS intenso es anal- gesia extrasegmentaria activando las fibras aferentes cutáneas de pequeño diámetro. El mecanismo extraseg- mentario está dado por la activación de estructuras de las vías descendentes inhibitorias como la sustancia gris periacueductal, el núcleo magno y el gigantocelular.13 Existe evidencia que el AL-TENS está mediado por endorfinas. Se ha reportado aumento en los niveles de endorfinas cerebroepinales y que la analgesia es reversi- ble con naloxona.14 La popularidad en el uso durante eltrabajo de parto es debido en parte a reportes publicados en el éxito del TENS sin compararlo con grupos control adecuados.15 Augustinsson, en 1979, fue pionero en el uso del TENS en obstetricia, aplicándolo en áreas que corresponden a la medula espinal en vías aferentes nociceptivas asocia- das con la primera y segunda etapas del trabajo de parto (T10-L1, S2-S4), respectivamente. Ellos reportaron que 88% de 147 mujeres obtuvo alivio del dolor durante el trabajo de parto, pero el estudio falló al no tener un grupo placebo de control.16 Asimismo, dos estudios de revisión sistemáticos concluyeron que la evidencia del uso del TENS durante el trabajo de parto es débil.17, 18 Un estudio en el Brigham and Women’s Hospital, en Boston, en el año 2001, demostró que en mujeres sanas en trabajo de parto la aplicación de TENS no alteraba la duración de la analgesia en pacientes con bloqueo espi- nal epidural.19 En un grupo de pacientes con embarazo de término en trabajo de parto se usó el TENS, el cual fue aplicado a través de tres pares de electrodos; el pri- mer par se colocó en una posición paravertebral a 2 cm de la línea media entre T12 y L1, el segundo se puso inmediatamente por arriba del pubis a 1 cm de la línea media, y el tercero se colocó paravertebral a 2 cm de la línea media a nivel de S3. Se inició el TENS con una es- timulación semejante a la acupuntura (acupunture-like) mediante pulsos con frecuencia de 6 Hz y un ancho del pulso de 100 microsegundos (mcseg) durante los prime- ros 15 min, posteriormente se cambió a un patrón alter- no, el cual consistía en que durante periodos de 0.8 segundos se generaban pulsos de 6 Hz seguidos de pul- sos de 80 Hz durante otro periodo también de 0.8 segun- dos, la duración de todos los pulsos fue de 100 mcseg; este último patrón se mantuvo durante todo el trabajo de parto. La técnica que se empleó puede ser considerada como una combinación de acupunture-like y TENS con- vencional. Para medir el dolor se emplearon escalas visuales y verbales análogas (EVA y EVERA). Durante las primeras dos horas del trabajo de parto la intensidad del dolor, según la EVA, disminuyó de 6.1±1.8 hasta 3.4±1.8 (DE) (p < 0.001), y según la EVERA de 6.6±1.8 hasta 3.8±2.6 152 • Anestesia obstétrica (Capítulo 15) (DE) (p < 0.001). No se presentaron variaciones en la presión arterial y la frecuencia cardiaca de las madres, ni hubo variaciones importantes en la frecuencia cardia- ca fetal. Desde que en 1965 se propuso la hipótesis de la compuerta para explicar parte del mecanismo fisiológico del dolor,20, 21 y del reporte inicial hecho por Wall y Sweet en el cual mostraron el alivio temporal del dolor mediante la estimulación eléctrica de algunos nervios,22 la utilización de la TENS ha impulsado la tecnología para el desarrollo de varios modelos de aparatos con este fin, donde se pueden encontrar desde muy sencillos hasta muy sofisticados. Sin embargo, los resultados de los estu- dios clínicos aparecidos en la literatura son controversia- les; una de las principales indicaciones de la TENS es el control del dolor posoperatorio. Un estudio de revisión sistemática del año 2005 para demostrar la efectividad del TENS para el manejo del dolor crónico de espalda concluyó que la evidencia de la efectividad del TENS como monoterapia para el dolor crónico de espalda es limitada además de inconsisten- te.23 Y un metaanálisis demostró que no había evidencia para recomendar el uso del TENS como monoterapia para el dolor crónico de espalda.24 Mohamed A. Hamza, en 1999, demostró que el uso del TENS disminuye los requerimientos de analgésicos opioides en el postopera- torio de laparotomías en cirugía ginecológica.25 Estudios que han mostrado una buena efectividad del TENS en laparotomías, toracotomías, laminectomías y hernioplas- tías.26, 27 En otros estudios se indica que el TENS, en el dolor posoperatorio, por sí solo no es suficiente para el alivio del dolor, pero sí disminuye de manera significati- va los requerimientos de analgésicos narcóticos.28-30 En el área de obstetricia también hay estudios que reportan resultados de moderados a buenos con el uso del TENS en el trabajo de parto, indicando que el alivio del dolor lumbar derivado de la dilatación cervical es importante, y que es menor el dolor suprapúbico del último estadio del trabajo de parto, y que no se observa- ron efectos adversos en los fetos y los recién nacidos. Del mismo modo, durante el posoperatorio, la administración del TENS en el trabajo de parto puede disminuir los requerimientos de opiáceos. Por otro lado, hay autores que piensan que el TENS en el trabajo de parto es poco eficaz,31, 32 y no hay que olvidar que en estadística, cuan- do se dice “hubo una disminución estadísticamente, sig- nificativa” quiere decir precisamente eso: “estadística- mente significativo” pero no necesariamente “clínica- mente significativo”. Pero, ¿por qué tanta discrepancia en los resultados reportados en la literatura? Para dar respuesta a esta inte- rrogante debemos recordar que hay dos principales maneras de practicar el TENS en los pacientes; una de ellas es conocida como “semejante a la acupuntura”; ésta se puede lograr aplicando el estímulo eléctrico en puntos específicos de acupuntura como son el Hegu localizado en la mano y los Zusanli (ST 36) localizados a unos 5 cm por abajo de la rodilla y del hueco poplíteo, cuyo estímu- lo es efectivo para el alivio del dolor abdominal bajo, pero esta manera de aplicar el TENS también requiere que la frecuencia del estímulo sea de menos de 10 Hz (de preferencia de 1 a 4 Hz); cuando se aplica el TENS en la forma semejante a la de acupuntura, la inmunorre- actividad de la metencefalina-Arg-Phe en el líquido cefa- lorraquídeo se eleva hasta 367% y su efecto analgésico se puede antagonizar con naloxona.33 La TENS semejante a la acupuntura también se puede aplicar en trayectos nerviosos, pero se requiere nuevamente de frecuencias bajas e intensidades de 9 a 12 mAmp, las cuales funcio- nan mejor que las de 4 a 5 mAmp.34 La otra manera de aplicar la TENS se conoce como convencional y se carac- teriza porque utiliza frecuencias altas (>10 Hz); pero, ¿qué tan altas? En un estudio con un buen diseño, Johnson35 indicó que el TENS convencional, con fre- cuencias de 20 a 80 Hz, da los mejores resultados anal- gésicos, en especial la frecuencia de 80 Hz produjo una analgesia consistente con las menores variaciones indivi- duales; en este estudio, las frecuencias por abajo de 20 Hz y por arriba de 160 Hz produjeron una pobre anal- gesia. Los efectos analgésicos de la TENS convencional no son antagonizados por la naloxona. Por lo anterior se puede asegurar que las dos formas de aplicación del TENS tienen mecanismos de acción diferentes, la seme- jante a la acupuntura está relacionada con los sistemas de opiáceos endógenos y la convencional con la teoría de la compuerta a nivel medular. En el campo de la anestesiología es común que se utilice la combinación de dos técnicas para el manejo anestésico de los pacientes quirúrgicos; un ejemplo es la anestesia general balanceada, la cual combina el uso de anestésicos inhalados y narcóticos por vía intravenosa, y los resultados suelen ser excelentes. Siguiendo esta manera de pensar, se han llevado a cabo algunos estudios clínicos que combinan el uso del TENS en sus dos moda- lidades, obteniéndose buenos resultados. Aunque la experiencia nos indica que la TENS en el trabajo de parto disminuye el dolor, este alivio seguramente es menor que el que ofrece el bloqueo peridural con anes- tésicos locales; sin embargo, el TENS puede ser una téc- nica alternativa en las pacientes obstétricas que por algu- na razón rechazan el bloqueo peridural o el mismo está contraindicado por razones médicas. Por otro lado la acupuntura es con mucho la más estudiada técnica complementaria o alternativa. Tiene origen en China y más de 3000 años de historia y es practicada en todo el mundo. Consiste en insertar agujas finas calibre 32 a 36 en la superficie intacta de la piel. Los librosclásicos refieren 365 puntos localizados siste- máticamente en meridianos llamados canales de flujo de energía. La medicina tradicional china menciona que la salud y la enfermedad es el resultado del balance entre el Ying y el Yang, aspectos femenino y masculino respecti- vamente, y el flujo de energía o chi.36 En cuanto al mecanismo de acción se tiene la hipó- tesis de las endorfinas ya que las agujas cambian los nive- les cerebroespinales de endorfina y encefalina, y estos efectos pueden ser bloqueados por la naloxona. Otra hipótesis es la función de electrodo que cambia los iones en el líquido intersticial. También, al actuar como un cuerpo extraño, estimula factores vasculares e inmuno-© E di to ri al E l m an ua l m od er no Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o Estimulación eléctrica nerviosa transcutánea y. . . • 153 moduladores y los puntos que se utilizan son el Shangilao B1-31 y Cliao B1-32, que estimulan el plexo sacro.37 Un estudio realizado en el año 2006 por el Dr. Jue Zhouu comparó los niveles de β-endorfina y 5-hidroxi- triptamina (5-HT) en sangre periférica en mujeres en trabajo de parto con y sin electroacupuntura y demostró que el primer grupo presentó menor intensidad en el dolor y un mejor grado de relajación pélvica que el grupo control.38 Skilnand, en el 2002, comparó pacientes a las que se les colocó acupuntura en los sitios clásicos contra pacientes a las que se les colocó agujas en forma aleato- ria y en la escala visual análoga las pacientes del primer grupo presentaron menor puntuación antes y después del nacimiento.39 En el 2002, Ranmero A, con un grupo de 90 pacientes demostró que la necesidad de anestesia epidural fue significativamente menor en el grupo que recibió acupuntura,40 confirmando que el TENS es útil como terapia alternativa en el alivio del dolor del traba- jo de parto. En otro estudio realizado en el 2007 se demostró que el grupo que recibió acupuntura presentó niveles más bajos en la EVA comparado con el grupo control.41 En relación con otras técnicas no farmacológicas, para tratar de aliviar el dolor del trabajo de parto, se tiene a la hipnosis,42 que alguna vez se probó con resultados más o menos aceptables, pero el tiempo prolongado que requiere para su instalación no la hace práctica. Otra téc- nica, la más aceptada de todas, sobre todo en la medici- na privada, es la técnica del parto psicoprofiláctico, intro- ducida en la práctica clínica en 1958 por Lamaze,43 la cual tiene como características sobresalientes que la fu- tura madre y su pareja se les imparten conferencias, sobre todo el proceso del embarazo y el parto, desde la anatomía y fisiología de los órganos reproductores, pasando por el desarrollo fetal y los detalles del trabajo de parto, así como de los cuidados maternos durante esta etapa, incluyendo la alimentación más adecuada para la madre y la importancia de la alimentación del recién nacido con leche materna. Previo entrenamiento duran- te un periodo aproximado de seis semanas antes del parto, cuando éste se establece, al iniciarse una contrac- ción uterina se pide a la paciente que haga una inspira- ción profunda y que la exhalación se haga lentamente y posteriormente respire con un patrón superficial duran- te la contracción mientras mantiene la vista fija en un objeto lejano, todo lo anterior con la intención de dismi- nuir la percepción del dolor del trabajo de parto. Aunque el hecho de obtener conocimientos acerca del embarazo y el parto, y saber que cuentan con el apoyo de personal médico adecuado es ya tranquilizante. Cuando Melzack44 midió la intensidad del dolor del trabajo de parto en pri- míparas que se encontraban entrenadas con la técnica de psicoprofilaxis, éstas mostraron intensidades del dolor más bajas cuando se le comparó con primíparas que no estaban entrenadas con la psicoprofilaxis; sin embargo, cuando se estudiaron multíparas con y sin entrenamien- to psicoprofiláctico, la intensidad del dolor del trabajo de parto fue semejante en ambos grupos, y cuando se com- pararon las multíparas con las primíparas, las primeras mostraban intensidades del dolor más bajo sin importar si habían o no recibido entrenamiento psicoprofiláctico. Por otro lado, no es raro que un buen número de partu- rientas entrenadas con psicoprofilaxis requieran durante el proceso del trabajo de parto de una analgesia regional con anestésicos locales. Un estudio de revisión realizado en el Reino Unido, en el 2004, por el Dr. Alyson Huntley comparó distintos métodos no farmacológicos para el tratamiento del dolor durante el trabajo de parto. Retroalimentación, hipnosis, inyección subcutánea de agua estéril, acupuntura, masa- jes y entrenamiento respiratorio. Sus datos concluyeron que la inyección subcutánea de agua estéril puede ser benéfica en el tratamiento del dolor, que existe poca evi- dencia de la efectividad del masaje, y que los resultados de la acupuntura son difíciles de medir debido a que no puede ser realizado a doble ciego.45 En la Universidad de Guadalajara, Jalisco, México, en el 2003, se realizó un estudio que involucró a 3 250 mujeres identificando los cuidados alternativos de aten- ción al embarazo y el entrenamiento psicoprofiláctico. El 47.7% de las mujeres estudiadas refirieron usar cuidados alternativos, como remedios caseros, supresión de ali- mentos en la dieta, y acomodo del producto, 24.5% ingi- rieron bebidas con hierbabuena, albahaca, comino, oré- gano, te de maíz, ruda y polen. Algunas de las cuales están contraindicadas en el embarazo. El entrenamiento para el parto psicoprofiláctico se llevó a cabo en 203 ges- tantes 6.2% del total confirmando que solo es útil en cuanto a la comodidad materna.46 Si se quiere ser justos, ninguna de las técnicas no far- macológicas para el alivio del dolor del trabajo de parto ofrece resultados totalmente aceptables en la mayoría de casos, pero se debe reconocer que el entrenamiento para afrontar el parto, puede hacer de éste una experiencia más grata y llevadera. 154 • Anestesia obstétrica (Capítulo 15) REFERENCIAS 1. Holger KE, Ellice SL: Regional anesthesia and analgesia for labor an delivery. The New England Journal Of Medicine, January 2003;384:4. 2. 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