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343 CA PÍ TU LO 4 9 DiAbeTes meLLiTUs 1. Describa los principales tipos de diabetes mellitus. Diabetes mellitus tipo 1: es un trastorno autoinmune en el que la destrucción de las células del islote pancreático provoca incapacidad para producir insulina. El inicio es más frecuente en niños y adultos jóvenes. Diabetes mellitus tipo 2: trastorno en la capacidad del organismo para utilizar la insulina. En las fases iniciales del curso de la enfermedad el paciente puede ser capaz de sintetizar suficiente insulina, pero el deterioro de los receptores celulares da lugar a hiperglucemia, a pesar de los niveles normales o altos de insulina. La diabetes tipo 2 es, habitualmente, una enfermedad de adultos mayores; es habitual que se inicie en la sexta década de la vida o más tarde. Como la obesidad aumenta en la población, la diabetes tipo 2 también aumenta. Actualmente, la diabetes tipo 2 se observa con frecuencia en adolescentes y jóvenes con obesidad y estilo de vida sedentario. Diabetes gestacional: aparece en el 2-5% de las embarazadas, y el 40-60% de estas mujeres desarrollarán más tarde diabetes mellitus tipo 2. 2. ¿Cuál se considera el control ideal (objetivo) de la glucosa? Las Clinical Practice Recommendations de 2008 de la American Diabetes Association (ADA) recomiendan una A1C (hemoglobina glicada) objetivo en adultos no gestantes <7% (6% o menos es el rango A1C no diabético). En niños se aplican objetivos menos estrictos, así como en pacientes con antecedentes de hipoglucemias graves e individuos con procesos comórbidos. 3. ¿Qué comorbilidades se observan con frecuencia en pacientes con diabetes mellitus y qué importancia clínica tienen? La hipertensión se observa en el 40% de los diabéticos mal controlados que se someten a ci- rugía. La hipertensión es un factor de riesgo para la coronariopatía y la insuficiencia cardíaca. Si estos pacientes se tratan con agentes diuréticos eliminadores de potasio, a menudo hay una significativa pérdida de potasio corporal. Es frecuente la coronariopatía, se observa en pacientes jóvenes y puede ser silente o presen- tarse de forma atípica. La neuropatía autónoma puede comprometer el control neurorreflejo de la función cardio- vascular y gastrointestinal, manifestándose como hipotensión ortostática, gastroparesia (incremento del riesgo de broncoaspiración), íleo y retención urinaria. Son frecuentes las neuropatías periféricas. Son habituales los trastornos de la función renal, incluyendo elevación del nitrógeno ureico en sangre (BUN) y creatinina, pérdida proteica, hipoalbuminemia, acidosis y alteraciones de los electrolitos. En el 17% de los diabéticos existen infecciones ocultas. Las hemorragias retinianas se observan hasta en un 80% de los pacientes con diabetes de más de 15 años de duración y pueden conducir a desprendimiento de retina y pérdida de la visión. CAPÍTULO 49 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos CAPÍTULO 49 DiAbeTes meLLiTUs344 CAPÍTULO 49 DiAbeTes meLLiTUsCAPÍTULO 49 DiAbeTes meLLiTUs CAPÍTULO 49 DiAbeTes meLLiTUs 4. ¿Qué fármacos orales se utilizan actualmente en la diabetes tipo 2? Existen dos clases de fármacos para tratar la diabetes tipo 2: los que aumentan la eficacia de la insulina y los que aumentan el aporte de insulina a las células. Estos fármacos se listan en la Tabla 49-1. 5. ¿Qué insulinas se utilizan actualmente? La insulinoterapia moderna intensiva se basa en los nuevos análogos de la insulina. La insu- linoterapia se administra utilizando un régimen basal-bolo: se utiliza insulina de acción larga (24 horas) para proporcionar una plataforma basal estable, y se usa la insulina rápida en bolos para la ingesta de hidratos de carbono en las comidas y los tentempiés. Esto requiere la adminis- tración de como mínimo cuatro inyecciones diarias o el uso de una bomba de insulina. Las insulinas específicas se detallan en la Tabla 49-1. TA b L A 4 9 - 1 . F á r m A C O s O r A L e s e m P L e A D O s e n L A D i A b e T e s T i P O 2 Acción Nombre genérico Dosis Intervalo de administración Efectos secundarios Aumento del efecto insulínico Biguanida Metformina 1.000 mg Cada 8 o 12 h Síntomas gastrointestinales transitorios: acidosis láctica* Tiazolidinedionas «glitazonas» Rosiglitazona Pioglitazona Hasta 600 mg/día Usado en combinación Cada 12 o 24 h Aumento de peso, anemia, edema, insuficiencia cardíaca congestiva*, enfermedad hepatocelular* Inhibidores de la a-glucosidasa Acarbosa Miglitol 50 mg cada 8 h (acarbosa) 25 mg cada 8 h (miglitol) Cada 6 a 12 h Flatulencia, enfermedad intestinal* Aumento del aporte insulínico Sulfonilureas Tolbutamida 2,5-5 mg (gliburida) Cada 8 a 24 h Hipoglucemia, aumento de peso, alergia* Clorpropamida Tolazamida Glipizida Gliburida Glimepirida 2 mg cada 8 h Cada 6 a 12 h Hipoglucemia No sulfonilureas Repaglinida *Indica efectos secundarios esporádicos, pero graves. CAPÍTULO 49 DiAbeTes meLLiTUs CAPÍTULO 49 DiAbeTes meLLiTUsCAPÍTULO 49 DiAbeTes meLLiTUs CAPÍTULO 49 DiAbeTes meLLiTUs 345 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iza ci ón e s un d el ito 6. ¿Qué ventaja tiene el uso de insulinas en solución en comparación con las in sulinas en suspensión? Las insulinas en solución proporcionan la dosis exacta. Por ejemplo, 10 unidades de Humalog siempre serán exactamente 10 unidades. La NPH (insulina-protamina), la única insulina exis- tente en la actualidad en suspensión, no proporciona una dosis exacta o reproducible, sino que existen variaciones de hasta el 30%. ¡Diez unidades de NPH podrían ser de 7 a 13 unidades de insulina real! 7. Describa el papel de la insulina en el metabolismo de la glucosa y la influencia del estrés. La insulina estimula la captación de glucosa, el almacenamiento de glucógeno, la síntesis pro- teica, el transporte de aminoácidos y la formación de grasas. La secreción basal de insulina es esencial incluso en estado de ayuno para mantener la homeostasis de la glucosa. Los procedimientos quirúrgicos provocan un aumento del estrés y una alta actividad de las hormonas de la contrarregulación con una disminución en la secreción de insulina. Las hormo- nas de la contrarregulación, que son adrenalina, cortisol, glucagón y hormona del crecimiento, promueven la glucogenólisis, gluconeogénesis, proteólisis y lipólisis. Por tanto, en los diabé- ticos sin un adecuado aporte de insulina, la combinación de deficiencia de insulina y excesivas hormonas de la contrarregulación produce hiperglucemia grave y cetoacidosis diabética, que se asocian con hiperosmolaridad, e incrementos en el catabolismo proteico, pérdida de líquidos y lipólisis. 8. ¿Existen evidencias de que un control estricto de la glucosa sea beneficioso en pacientes críticos? Recientemente se creía que la insulinoterapia intensiva para mantener la glucosa en niveles iguales o menores de 110 mg/dl reducía la morbilidad y la mortalidad en pacientes críticos en unidades quirúrgicas de cuidados intensivos (UCI). Sin embargo, posteriormente se ha de- terminado que un control de la glucosa extremadamente rígido en UCI quirúrgicas y médicas aumenta de forma significativa el riesgo de hipoglucemia y no está asociado con una reducción significativa de la mortalidad hospitalaria. No obstante, el control estricto parece reducir de forma significativa la sepsis y mejorar la cicatrización de las heridas. 9. ¿Cuáles son las complicaciones de la hiperglucemia en el período periopera torio? Deterioro de la función fagocítica celular de los polimorfonucleares, incremento en el riesgo de infección y aumento de la estancia hospitalaria. Diuresis osmótica, deshidratación e hiperosmolaridad. Cetogénesis y cetoacidosis diabética. Proteólisis y disminución del transporte de aminoácidos, retrasando la cicatrización. Hiperviscosidad, trombogénesis y edema cerebral. 10. ¿Qué consideraciones son importantes durante la evaluación preoperatoria? Es importanteconsiderar el tipo de diabetes, la duración de la enfermedad, el tratamiento con hipoglucemiantes orales o con insulina, y complicaciones diabéticas, incluyendo hipertensión, enfermedad renal, coronariopatía (que puede ser silente o presentarse atípicamente) y neuro- patías (sensación precoz de saciedad y reflujo, que sugieren gastroparesia). Si estos pacientes tienen enfermedad renal terminal o requieren diálisis, pueden ser necesarias restricciones de líquidos. 11. ¿Cuál es la importancia de la neuropatía autónoma? ¿Cómo puede valorarse? La neuropatía autónoma puede afectar a los sistemas cardiovascular (isquemia silente), gastrointestinal (gastroparesia con elevado riesgo de broncoaspiración), termorregulatorio (disminución de la capacidad de alterar el flujo de los vasos sanguíneos para conservar CAPÍTULO 49 DiAbeTes meLLiTUs346 CAPÍTULO 49 DiAbeTes meLLiTUsCAPÍTULO 49 DiAbeTes meLLiTUs CAPÍTULO 49 DiAbeTes meLLiTUs la temperatura) y neuroendocrino (disminución de la producción de catecolaminas en respuesta a la estimulación). La neuropatía autónoma puede valorarse por las siguientes pruebas: Un sistema nervioso simpático intacto puede valorarse por lo siguiente: una respuesta normal en la presion arterial diastólica (al pasar del decúbito a la posición erecta), con un cambio de, por lo menos, 16 mmHg; un paciente afectado tiene una respuesta inferior a 10 mmHg. La neuropatía autónoma se evidencia también por un gran cambio en la presión arterial sistólica cuando se pasa de decúbito supino a posición erecta. Una disminución normal es inferior a 10 mmHg; un paciente afectado tiene una disminución de, por lo menos, 30 mmHg. Un sistema nervioso parasimpático intacto puede valorarse observando la frecuencia cardíaca en respuesta a la respiración. Los pacientes normales incrementan la frecuencia cardíaca a por lo menos 15 latidos/minuto. Los pacientes afectados tienen un incremento de 10 o menos latidos/minuto. Finalmente, en la monitorización electrocardiográfica (ECG), se puede medir la frecuencia R-R durante una maniobra de Valsalva. Una frecuencia normal es superior a 1,2; una respuesta anormal es inferior a 1,1. Los pacientes con neuropatía autónoma deben recibir profilaxis preoperatoria de la bron- coaspiración, incluyendo un agente bloqueante H2, un estimulante gástrico para disminuir la gastroparesia y un antiácido no particulado. 12. ¿Qué pruebas de laboratorio preoperatorias son apropiadas en el paciente dia bético? Evaluación de electrolitos, incluyendo fosfato y magnesio, BUN y creatinina, glucemia y ceto- nemia, análisis de orina y ECG. La proteinuria es una manifestación temprana de la nefropatía diabética. Debe considerarse una prueba de estrés cardíaco en pacientes sedentarios con facto- res de riesgo cardíaco. La medición de la hemoglobina A1C dará información valiosa acerca del grado de control de la glucosa. Los pacientes con hemoglobina A1C >9% no están controlados y tienen un elevado riesgo de deshidratación. 13. ¿Hay algún signo de que la intubación oral pueda ser difícil? A pesar de que el resto de la exploración de las vías aéreas pueda ser normal, los pacientes diabéticos pueden tener movilidad reducida en la articulación occipitoatlantoidea, que puede complicar la intubación oral. Esto puede evaluarse radiográficamente. Los pacientes pueden tener síndrome de articulaciones rígidas, con fijación anterior de la laringe. El síndrome de articulaciones rígidas se detecta por la incapacidad para aproximar el aspecto palmar de las articulaciones de las falanges de los dedos (también conocido como el signo de la plegaria, el paciente no puede tocar los aspectos palmares de los dedos cuando sí que se tocan las palmas). La huella palmar es otra manera de valorar las articulaciones rígidas. 14. ¿Cómo puede prepararse al paciente diabético previamente a la cirugía? ¿De ben recibir todos los diabéticos insulina preoperatoria? Los diabéticos tipo 1 que se sometan a cirugía menor o mínimamente invasiva deben recibir una dosis reducida de insulina y deben seguirse sus niveles de glucemia. Los diabéticos tipo 2 con medicación oral no deben tomar su medicación el día de la cirugía. Lo ideal es programar la cirugía a primera hora del día. Los pacientes que se sometan a intervenciones largas o más estresantes tienen mayores niveles de hormonas de la contrarregulación, y es probable que se beneficien de un estricto control de la glucemia. Además, los requerimientos de insulina aumentan por la infección, enfermedad hepática, obesidad, corticosteroides, procesos cardiovasculares y dolor. Puede considerarse una infusión de insulina para controlar estrictamente la glucemia. Previamente a la cirugía deben corregirse la hiperglicemia, los desequilibrios hidroelectrolíticos y la cetosis. Idealmente, en los pacientes con insuficiencia renal, la cirugía debe realizarse el día después de la hemodiálisis. Los niveles de glucosa inferiores a 200 mg/dl en los días que preceden a la cirugía son ideales y aseguran el almacenamiento adecuado de glucosa y suficiencia de insulina. En el día previo a la CAPÍTULO 49 DiAbeTes meLLiTUs CAPÍTULO 49 DiAbeTes meLLiTUsCAPÍTULO 49 DiAbeTes meLLiTUs CAPÍTULO 49 DiAbeTes meLLiTUs 347 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iza ci ón e s un d el ito cirugía, debe medirse la glucemia en la cabecera del paciente antes de cada comida y a primera hora de la mañana. El objetivo es mantener la glucemia entre 120 y 180 mg/dl la mayor parte del tiempo. 15. ¿Cómo se realiza una infusión de insulina y glucosa? Idealmente, la infusión de glucosa e insulina debe iniciarse preoperatoriamente, al menos 1 hora antes de la cirugía. La glucosa y la insulina pueden mezclarse juntas. La insulina y la glucosa también pueden administrarse en infusiones separadas, pero la infusión combinada es más segura, porque así es difícil tener una carga accidental de una u otra aisladamente. Se añaden 8 unidades de insulina normal a 500 ml de suero glucosado al 5%. Se coloca el equipo de infusión, se agita bien, y se descargan los primeros 100 ml a través del equipo, ya que la insulina se fija al clorhidrato de polivinilo (PVC) de las bolsas y equipos de infusión. Si se utiliza una bolsa sin PVC, sólo se añaden 5 unidades de insulina normales a 500 ml de glucosa al 5%. De nuevo, se descargan los primeros 100 ml de la infusión. La mezcla se infunde a un ritmo de 100 ml/h, y debe obtenerse una glucemia 20 minutos después de comenzar la infusión y después de forma horaria. La infusión, normalmente, mantendrá la glucemia, a pesar de que puede disminuir el nivel en 20-40 mg/dl. Para intervenciones, muy largas o en los pacientes más enfermos, se añaden 16 unidades de insulina normal a 1.000 ml de suero glucosado al 5%. Considerar añadir 20 mEq/l de potasio, a menos que el potasio del paciente sea superior a 5,5 mEq/l. Si el potasio del paciente es inferior a 4 mEq/l, entonces deben añadirse a la infusión 40 mEq/l. Después de mezclar y descargar los primeros 100 ml a través del equipo de infusión, éste se gradúa a un ritmo hasta 100 ml/h. También hay que determinar la glucemia a los 20 minutos después de empezar la infusión y después cada hora. La infusión debe aumentar o disminuir en valores de 4 unidades. 16. ¿Con qué rapidez puede disminuirse la glucemia en un paciente muy hiper glucémico? Si es posible, no se deben disminuir los niveles de glucosa en sangre a más de 100 mg/dl/h. Puesto que la barrera hematoencefálica es más lenta en responder, una rápida disminución de la glucemia puede llevar a cierto edema cerebral y, en casos raros, llega a ser sintomático. 17. Describa el tratamiento postoperatorio del paciente diabético. En operaciones importantes con recuperación prolongada, es más fácil manejar al paciente continuando la infusión de insulina y glucosa durante 48 horas, acoplando los aumentos o disminuciones de necesidad de insulina con cambios en la velocidad o la concentraciónde la infusión. Hay que medir frecuentemente la glucemia, los electrolitos y el estado de hidratación. El objetivo es mantener la glucemia entre 120 y 180 mg/dl. Si se administra nutrición parenteral total, puede ser necesario incrementar la dosis de insulina, que debe ajustarse basándose en el control de la glucemia. Con la reanudación de la alimentación oral, la insulina se administra por vía subcutánea, de acuerdo con el régimen preoperatorio del paciente. Si el dolor o el estrés son todavía importan- tes, puede ser necesario incrementar la dosis incluso hasta un 20%. Se debe controlar la gluce- mia antes de las comidas, en el momento de acostarse y por la mañana temprano, ajustando la dosis siempre que sea necesario. 18. ¿Cómo manejar a los pacientes con una bomba de insulina subcutánea? Las bombas de insulina se están utilizando cada vez más y aseguran un buen control de la glucemia. Las bombas utilizan uno de los nuevos análogos de la insulina (Humalog, Novolog y Apidra) y suministran tanto dosis de insulina basal como bolos. Dado que el ritmo de infusión basal se establece para períodos sin ingesta, la bomba puede utilizarse para suministrar insulina durante los períodos perioperatorio e intraoperatorio, con el ritmo basal establecido. Se debe controlar la glucemia a intervalos regulares, cada 1 o 2 horas, para asegurar que la glucemia del paciente permanece entre 80 y 180 mg/dl. Si el estrés de una cirugía larga aumenta la glucemia, el ritmo de infusión basal puede aumentarse de forma CAPÍTULO 49 DiAbeTes meLLiTUs348 CAPÍTULO 49 DiAbeTes meLLiTUs segura en incrementos de 0,1 unidades/hora. Si los niveles de glucosa disminuyen, el ritmo puede reducirse de forma segura en decrementos de 0,1 unidades/hora, o la bomba puede pararse hasta que aumente la glucemia. Cuando el paciente está plenamente recuperado se vuelve a la rutina habitual del uso de la bomba. Los pacientes pueden consumir una dieta regular, apropiada cuando están plenamente despiertos, alerta y con buen peristaltismo intestinal. 19. ¿Qué insulinas se prefieren para su uso en bomba? En las bombas de insulina se utilizan los análogos de acción rápida (Novolog, Humalog, Apidra). Es interesante destacar que cuando la insulina se administra por vía intravenosa no existen ventajas de los análogos con respecto a la insulina humana regular. Por este motivo en terapia intravenosa se suele utilizar la insulina regular, que es más barata. 20. Describa el manejo de los pacientes diabéticos que requieren cirugía urgente. Si es posible, el equilibrio de la glucosa y electrolitos debe corregirse antes de la cirugía. En 4-6 horas se puede obtener suficiente rehidratación, reposición de electrolitos y tratamiento con insulina, mejorando la hipoglucemia, la cetosis y la acidosis. La rehidratación se inicia con 10- 20 ml/kg de suero fisiológico (SF) normal. La infusión de insulina a 0,1 unidades/kg/h utilizando SF al 0,45 (o glucosado al 10% en SF al 0,45 si la glucemia es <150 mg/dl). Los pacientes en cetoacidosis que requieran cirugía urgente pueden recibir terapia de insulina de acuerdo con las pautas de la Tabla 49-2. 21. ¿Es conveniente la anestesia regional en los diabéticos dependientes de insulina? ¿Puede añadirse adrenalina a las soluciones de anestésicos lo cales? Las técnicas de anestesia regional disminuyen la respuesta de estrés y pueden ayudar a mante- ner más estable la glucemia así como disminuir el estrés en el sistema cardiovascular. No debe utilizarse la adrenalina en los bloqueos de nervios periféricos (p. ej., bloqueo de tobillo) debido al riesgo de disminuir el flujo sanguíneo en un área posiblemente ya afectada por microcirculación deficiente. En los bloqueos con alta absorción sistémica, como los bloqueos del plexo braquial o intercostal, pueden utilizarse dosis bajas de adrenalina. TA b L A 4 9 - 2 . PA U TA s PA r A i n s U L i n O T e r A P i A Inicio de acción Acción máxima Duración de acción Larga duración (basal) Lantus 2-3 h Ninguna 24 h Levemir 2-3 h Ninguna 24 h Acción intermedia Regular 30-60 min 2-4 h 6-9 h NPH (suspensión) 4 h 4-8 h 8-13 h Acción rápida Humalog 10-30 min 30-90 min 3-4 h Novolog 10-30 min 30-90 min 3-4 h Apidra 10-30 min 30-90 min 3-4 h CAPÍTULO 49 DiAbeTes meLLiTUs CAPÍTULO 49 DiAbeTes meLLiTUs 349 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iza ci ón e s un d el ito 22. ¿Es posible lograr una monitorización continuada de la glucemia en el quirófa no y en el período perioperatorio? Se dispone de la tecnología comercializada para obtener una monitorización continuada antes, durante y después de la intervención. En la actualidad existen tres sistemas de monitorización continuada de la glucemia (MCG) autorizados por la Food and Drug Administration. Los disposi- tivos toman muestras de líquido intersticial cada 30 segundos y proporcionan el nivel de glucosa en líquido intersticial cada 5 minutos. Pueden realizarse ajustes en la infusión de insulina en respuesta a las variaciones de la glucemia. Se espera que en unos años podamos ver el ras- treo continuo de la glucosa del mismo modo que en la actualidad podemos ver el rastreo del oxígeno. 1. Es importante la atención cuidadosa al control de la glucemia antes, durante y después de la cirugía para reducir el riesgo de infección, favorecer la cicatrización más rápida, evitar com- plicaciones metabólicas y acortar la estancia hospitalaria. 2. El objetivo del manejo de la insulina durante la cirugía es mantener la glucemia entre 120 y 200 mg/dl. 3. El control de la glucosa intraoperatoria en todos los casos, menos en los más cortos, se realiza mejor con una infusión intravenosa de glucosa-insulina. 4. Los pacientes diabéticos tienen una alta incidencia de coronariopatía, con una presentación silente o atípica. Son consideraciones clave: mantener la presión de perfusión, controlar la frecuencia cardíaca, observar continuamente el ECG, y mantener un alto índice de sospecha en los casos en que se produzcan períodos de hipotensión refractaria. 5. La incapacidad para que contacten entre sí las caras palmares de los dedos índice cuando se juntan las palmas (el signo de la plegaria) puede indicar una intubación oral difícil en los pacientes diabéticos. PUNTOS CLAVE: DIAbETES mELLITUS American Diabetes Association http://www.diabetes.org The Children’s Diabetes Foundation at Denver http://www.childrensdiabetesfdn.org Juvenile Diabetes Research Foundation http://www.jdrf.org PágINAS wEb bibLiOgrAFÍA reCOmenDADA 1. Burant CF, editor: Medical management of type 2 diabetes, ed 5, Alexandria, American Diabetes Association, 2004, pp 52–59. 2. Davidson MB, editor: Standards of medical care in diabetes. Diabetes Care 28(Suppl):S4–S36, 2005. http://www.diabetes.org/ http://www.childrensdiabetesfdn.org/ http://www.jdrf.org/ CAPÍTULO 49 DiAbeTes meLLiTUs350 CAPÍTULO 49 DiAbeTes meLLiTUs 3. Ferrari LR: New insulin analogues and insulin delivery devices for the perioperative management of diabetic patients. Curr Opin Anaesthesiol 21(3):401–405, 2008. 4. Fonseca VA: Standards of medical care in diabetes—2008. Diabetes Care 31(Suppl):S12–S54, 2008. 5. van den Berghe G, Wouters P, Weekers F, et al: Intensive insulin therapy in the critically ill patients. N Engl J Med 345:1359–1367, 2001. 6. Wiener RS, Wiener DC, Larson RJ: Benefits and risks of tight glucose control in critically ill adults: a metaa- nalysis. JAMA 300(8):933–944, 2008.
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