Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
Tejido conjuntivo Dermis de la piel Tejidos elásticos Cicatrices Grasa subcutánea Cápsulas de vísceras Tendones de los músculos Articulaciones Huesos Hematíes Leucocitos polimorfonucleares Plaquetas Linfocitos Ejemplo de tejido De predominio colágeno De predominio elástico De predominio fibroso Tejido adiposo Irregular Regular Tejido cartilaginoso Tejido óseo Tejido conjuntivo denso Serie roja Serie blanca Serie plaquetaria Tejido linfoide Tejido mieloide Tejido conjuntivo laxo Tejido conjuntivo de sostén Tejido hematopoyético Figura 5-3. Clasificación del tejido conjuntivo. tejido mieloide, que llena la médula ósea, y el tejido linfoi- de, que se encuentra en el timo, bazo y ganglios linfáticos y de los cuales se hablará en los capítulos correspondientes. Un resumen de esta clasificación se muestra en la Figu- ra 5-3. 5.3.2. Tejido conjuntivo laxo El tejido conjuntivo laxo es muy abundante y forma la estructura sobre la que se encuentran los demás tejidos, especialmente el tejido epitelial. En ocasiones, dado que es el soporte de las estructuras funcionales de un órgano, al tejido conjuntivo se le denomina estroma (armazón) para diferenciarlo del parénquima, que es la parte del órgano responsable de la función. En el tejido conjuntivo laxo se pueden encontrar diferen- tes células, como los fibroblastos, los adipocitos, las célu- las plasmáticas, los mastocitos y los macrófagos. Los fibroblastos son las células más importantes y se caracterizan por ser capaces de sintetizar las fibras que se encuentran en el espacio intercelular. Las fibras sintetizadas están formadas en su mayor parte por una sustancia firme denominada colágeno, que es una proteína rígida filiforme, aunque también se pueden sintetizar otras proteínas, como la elastina (proteína más flexible), que forma las fibras elásticas. Los adipocitos o células grasas son células mesenquima- tosas indiferenciadas que absorben gran cantidad de grasa en su interior, de forma que más del 90 por 100 de la célula es una vacuola grasa. Su función es de relleno, de acumu- lación de energía para los períodos de falta de ingesta calórica y de aislamiento térmico. Son muy abundantes en la región subcutánea de la piel en forma de agrupaciones celulares, conocidas como lobulillos grasos. Cuando los adi- pocitos constituyen prácticamente el único componente, se habla de tejido adiposo o de panículo adiposo. Las células plasmáticas, los mastocitos y los macrófa- gos son células de defensa que se encuentran en el tejido conjuntivo. Las células plasmáticas son las productoras de anticuerpos contra elementos extraños y provienen de los linfocitos de tipo B, como se verá en el Capítulo 17. Los mastocitos, también llamados células cebadas, son células que contienen sustancias con gran poder reactivo durante los fenómenos inflamatorios, como la histamina y la hepa- rina, e intervienen en los procesos inflamatorios y alérgi- cos. Los macrófagos son células derivadas de los leucocitos que migran al tejido conjuntivo y sirven para capturar ele- mentos extraños y microorganismos que puedan haber pasa- do las membranas naturales de defensa. Dependiendo de su localización, el tejido conjuntivo laxo será más rico en uno u otro tipo de fibra, o las células de algún tipo determinado serán más abundantes. Si predomi- nan las fibras elásticas tiene una resistencia especial a la deformación y recupera la forma anterior, pero si predomi- nan las fibras colágenas es más resistente e indeformable. Si las fibras colágenas llegan a formar casi toda la estructura y desaparecen los elementos celulares, se habla de tejido fi- broso, como sucede, por ejemplo, en las cicatrices. 5.3.3. Tejido conjuntivo resistente o de sostén Este tejido se diferencia del tejido conjuntivo laxo en que la presencia de sustancia extracelular supera con mucho a las células presentes y en que las cualidades del tejido son las que le confiere dicha sustancia. Se pueden diferenciar tres tipos de tejido conjuntivo de sostén, según la mayor resistencia de la sustancia extracelu- lar: el tejido conjuntivo denso, el tejido cartilaginoso y el tejido óseo. El tejido conjuntivo denso se caracteriza por una gran abundancia de fibras de colágeno que le dan una resisten- cia moderada a la tracción. Este tipo de tejido se encuentra en las cápsulas que envuelven órganos como el hígado, el bazo o los riñones. Un tipo especial de tejido conjuntivo denso se forma cuando las fibras colágenas se distribuyen todas en el mismo sentido, como haces de fibras. Esto da una gran resistencia a la tracción. Un ejemplo de tejido conjuntivo denso de disposición regular es el que forma los tendones que unen los músculos a los huesos. El tejido cartilaginoso y el tejido óseo están constituidos por una sustancia intercelular que forma una estructura rígida que confiere una forma estable al órgano. La diferen- cia entre ambos tejidos es que en el tejido óseo además se deposita calcio en esta estructura, con lo que se obtiene una 82 Estructura y función del cuerpo humano
Compartir