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(junto a la yugular y los pares X y XI), y a la altura de la faringe se ramifica para dar inervación a los músculos y a la mucosa de este órgano y del velo del paladar. Asimismo, sus fibras sensitivas recogen las sensaciones gustativas del tercio posterior de la lengua (interviniendo en el sentido del gusto). Las fibras parasimpáticas que posee se encargan de la secreción de la glándula parótida. Una rama importante de este nervio es la que se dirige hacia el cuerpo carotídeo (en la arteria carótida). Aquí se forma un plexo nervioso (uniéndose con ramas del vago y del sistema simpático) en el que hay receptores que detectan cambios en la presión arterial (barorreceptores) o en el pH, la pO2 y la pCO2 (quimiorreceptores). Nervio vago o X par craneal. También llamado neumo- gástrico, es el par craneal más largo. Es un nervio mixto y está considerado como el nervio principal del sistema para- simpático. Se origina en núcleos del bulbo, emerge por el surco retroolivar y sigue un trayecto similar al descrito en el IX par. Desciende por el cuello junto a la arteria carótida y la vena yugular, penetra en el tórax y llega hasta el abdo- men después de atravesar el diafragma. Durante su largo recorrido descendente da numerosas ramas: ramos farín- geos, ramos laríngeos superiores e inferiores o recurrentes, ramos cardíacos, y los nervios que forman el plexo pulmo- nar y los plexos vegetativos del abdomen. Durante todo el recorrido se van estableciendo conexiones entre los dos vagos (el derecho y el izquierdo). Las fibras motoras iner- van los músculos de la faringe y la laringe, y las fibras sensitivas recogen la sensibilidad de las vísceras. Las fibras parasimpáticas son motoras y secretoras de los músculos lisos y de las glándulas de todas las vísceras que inervan (su función se detalla mejor en el apartado dedicado al sistema vegetativo autónomo). Nervio espinal o XI par craneal. Se forma a partir de dos porciones: la bulbar, que sale por el surco retroolivar (por debajo del vago, por lo que algunos lo consideran un nervio accesorio de éste), y la espinal, formada por raíces que salen de los cuatro primeros segmentos medulares. Dichas raíces ascienden y penetran en el cráneo por el agujero magno para reunirse con la porción bulbar. Una vez juntas, abando- nan el cráneo por el agujero yugular, junto al nervio vago, para inervar los músculos trapecio y esternocleidomastoi- deo. Es un nervio esencialmente motor. Nervio hipogloso o XII par craneal. Nace del bulbo por el surco preolivar y sale del cráneo por el agujero condíleo anterior. Luego se sitúa alrededor de la faringe para ir después a inervar los músculos hioideos y la lengua. Su lesión paraliza la mitad de la lengua correspondiente, con las consiguientes dificultades en la deglución y en el habla. Es un nervio motor. 7.12. SISTEMA NERVIOSO PERIFÉRICO VEGETATIVO O AUTÓNOMO Es la parte del sistema nervioso periférico que mantiene la conexión entre los centros superiores y las vísceras. Ac- túa sobre efectores viscerales, mientras que el sistema ner- vioso central lo hace sobre efectores somáticos (músculos y glándulas). Las estructuras que inerva el sistema nervioso autónomo o neurovegetativo funcionan sin participación de la voluntad, de forma automática e inconsciente. Sus funciones son variadas y consisten en poner en mar- cha o modificar las actividades de todas las vísceras del tórax y del abdomen. Actúa modificando los reflejos pupila- res, las secreciones lagrimales, salivales o sudoríparas, el calibre de los vasos o los bronquios, la piloerección, la frecuencia cardíaca y respiratoria, así como los movimien- tos y las secreciones del tubo y de las glándulas digestivas; también interviene en la eliminación fecal y la micción mediante el control de los esfínteres, en la función sexual permitiendo la erección y la eyaculación, en la secreción de las glándulas suprarrenales, la vigilia, etc. En conjunto, su misión es la de mantener la homeostasis y el correcto fun- cionamiento de las vísceras. Cada una de las vísceras está sometida a la influencia de dos acciones, que son antagónicas pero complementarias. Una depende del sistema simpático y la otra del sistema parasimpático (éstas son las dos divisiones del sistema neu- rovegetativo). 7.12.1. Anatomía del sistema nervioso autónomo Se divide en dos: sistema simpático o toracolumbar y sistema parasimpático o craneocaudal. La organización de ambos es similar a la de un arco reflejo somático o voluntario y su funcionamiento es muy parecido. Ambos sistemas están formados por receptores, vías aferentes, cen- tros nerviosos, vías eferentes y efectores. El sistema simpático o toracolumbar se describirá si- guiendo su arco reflejo. Los receptores están situados en las vísceras o en los vasos y son capaces de detectar variaciones del medio interno. Los impulsos creados son conducidos por las neuronas ascendentes del sistema simpático o por ner- vios periféricos somáticos hasta alcanzar el ganglio raquí- deo en la raíz posterior y penetrar en la médula, para terminar en los centros vegetativos del encéfalo o de la médula espinal. Sus núcleos simpáticos están situados en el asta lateral de los 12 segmentos torácicos y de los tres primeros lumbares de la médula (de ahí que se denomine también toracolumbar). Sus vías eferentes salen de los núcleos simpáticos hasta los efectores en las vísceras, y están formadas por dos neuronas (a diferencia de las vías somáticas, donde sólo hay una, la motoneurona). Unas llegan a los ganglios simpáticos y se denominan fibras preganglionares, y otras salen de los ganglios simpáticos hacia las vísceras y se llaman fibras posganglionares (Fig. 7-37). Los ganglios simpáticos están situados a ambos lados de la columna vertebral, desde la 2 a vértebra cervical hasta el cóccix. Están unidos por fibras cortas, simulando una cade- na, por lo que reciben el nombre de ganglios de la cadena simpática. En la zona de los segmentos cervicales sólo hay tres ganglios, por lo que hay menos ganglios que segmentos medulares. En el segmento cervical, la cadena simpática está en conexión con los nervios espinales (Fig. 7-38) a través de los ramos comunicantes grises; a partir de D1 y hasta L3 se hallan además los ramos comunicantes blan- cos. En la cavidad abdominal se encuentran otros ganglios, que se forman a partir de los plexos nerviosos procedentes de fibras eferentes, y que son el ganglio celíaco, el mesen- térico superior y el mesentérico inferior. Parte II. Sistemas de relación 195
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