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DIGESTIÓN Y ABSORCIÓN DE LAS PROTEÍNAS Proteínas de la ingesta Pepsinas (estómago) Polipéptidos Tripsina (páncreas) Quimotripsina (páncreas) Elastasa (páncreas) Oligopéptidos Carboxipeptidasas (páncreas) Peptidasas intestinales Aminoácidos Absorción activa Vena porta Hígado Figura 10-27. Digestión y absorción de las proteínas. Para ser absorbidas, las proteínas deben ser reducidas a aminoácidos. Ello se consigue mediante un proceso progresivo de fraccionamiento por las diferentes enzimas proteolíticas del aparato digestivo. Des- pués, la absorción activa lleva los aminoácidos hasta el hígado a través de la vena porta. las elastasas de origen pancreático, que suelen romper las cadenas polipeptídicas en cadenas de pocos aminoácidos, denominados oligopéptidos. También en el intestino se se- cretan enzimas proteolíticas, conocidas comúnmente como proteasas o peptidasas, que consiguen reducir los oligopép- tidos a dipéptidos y aminoácidos. Estos aminoácidos pasan por un proceso de transporte activo hasta la sangre a través de las membranas del epitelio intestinal, y por la vena porta se dirigen hacia el hígado. Si no son captados por los hepatocitos, circulan por todo el organismo hasta que llegan a la célula que los necesita. 10.9. EL INTESTINO GRUESO 10.9.1. Anatomía e histología del intestino grueso El intestino grueso es la última porción del tubo digestivo y comprende desde la válvula ileocecal hasta el ano. En él se pueden distinguir varias regiones (Fig. 10-28): en primer lugar, se encuentra la válvula ileocecal, que como su nom- bre indica está situada entre el íleon y el ciego del intestino grueso, y sirve para impedir el reflujo de sustancias (y microorganismos) desde el intestino grueso al intestino del- gado. El ciego es una terminación sin salida del intestino grueso, situada en la región ilíaca derecha. En el ciego se puede identificar una estructura digitiforme, como un pe- queño saco alargado, que es el apéndice vermiforme (o con forma de gusano), cuya función se desconoce (es probable que sea un remanente embrionario); su inflamación consti- tuye la apendicitis aguda. El ciego se continúa en su extre- mo superior con el colon, que es la porción más importante del intestino grueso, y en el que se pueden distinguir tres segmentos: un primer segmento vertical que va desde la fosa ilíaca derecha hasta las proximidades del hígado, deno- minado colon ascendente, un segmento horizontal denomi- nado colon transverso, y un segmento nuevamente vertical o colon descendente. Distalmente al colon descendente, el intestino grueso describe una curva suave en forma de S que recibe el nombre de sigma. La última porción la constituye la región rectal, que desemboca en el ano. La estructura histológica del intestino grueso es similar a la del intestino delgado, con la salvedad del mayor calibre del primero y de que, en el colon, la capa muscular longitu- dinal se reduce a una cintilla muscular. Asimismo, se obser- van unos grandes estrechamientos de la pared que le dan al colon un aspecto abollonado. Estas dilataciones colónicas reciben el nombre de haustras. 10.9.2. Funciones del intestino grueso La principal función del intestino grueso es la absorción de agua y sales. En el ciego el contenido del intestino grueso es prácticamente líquido, mientras que, gracias a la absorción de agua, en el nivel de colon descendente y en el sigma tiene ya la consistencia semisólida característica de las heces. La inflamación del colon, que recibe el nombre de colitis, se caracteriza por la dificultad de reabsorber el agua del contenido intestinal, con lo que las heces son muy líquidas (deposiciones diarreicas). En el interior del colon se encuentran numerosas bacte- rias que desempeñan una función simbiótica, ya que, y en «compensación» a su existencia en un medio con gran can- tidad de alimentos, sintetizan vitamina K y vitamina B12, vitaminas que luego son absorbidas por el colon y que son necesarias en varios procesos del organismo. 10.9.3. La excreción de los alimentos Los restos alimentarios que no han podido ser digeridos y absorbidos son expulsados del organismo mediante un me- canismo de excreción denominado defecación. La materia fecal está compuesta, en condiciones norma- les, en un 75 % por agua. El 25 % restante constituye la parte seca, que está formada en un 30 % por restos bacteria- nos y células de descamación epitelial procedentes del in- testino, en un 20 % por grasas, que son los compuestos alimentarios más difíciles de absorber, en un 20 % por sus- tancias inorgánicas, como fosfatos y carbonatos, y en el 30 % restante por restos alimentarios no digeribles, como la celulosa vegetal. Si la defecación no se realiza de forma periódica, el agua de las heces se va reabsorbiendo y éstas aumentan la consistencia hasta adquirir una gran dureza, y siendo difícil su evacuación. Parte III. Alimentación y excreción 259
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