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ESTRUCTURA Y FUNCIÓN DEL CUERPO HUMANO (226)

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Glándula
lagrimal
orbitaria
Glándula
lagrimal
palpebral
Conductos
excretores
Papila lagrimal
inferior Conducto
nasal
Saco
lagrimal
Conducto
lagrimal
Papila lagrimal
superior
Figura 8-7. Situación y estructuras del aparato lagrimal.
troclear. Luego cambia de dirección para ir a insertarse en
el cuadrante superoposterior de la órbita. Permite la rotación
del ojo hacia bajo y hacia fuera y está inervado únicamente
por el IV par craneal.
El oblicuo menor o inferior nace en la pared nasal
(cerca del conducto lagrimal), se dirige hacia fuera y
hacia atrás insertándose en el cuadrante inferior y externo
del fondo del globo ocular. Permite la rotación del ojo
hacia arriba y hacia fuera y depende también del III par
craneal.
La lesión del III par craneal produce, además del estrabis-
mo divergente, la pérdida de la capacidad de acomodación,
midriasis y caída del párpado superior.
8.2.3. Accesorios de protección del globo ocular
Son los anexos que rodean el globo ocular, lo protegen de
los agentes externos y lo mantienen lubricado para que haya
una correcta refracción. Este conjunto de anexos está forma-
do por las cejas, los párpados, las pestañas y el aparato
lagrimal.
Las cejas protegen contra la entrada de objetos en los
ojos y actualmente tienen un fin más estético que fisiológi-
co. Se encuentran encima de las órbitas.
Los párpados (superior e inferior) protegen el globo
ocular y están formados por piel y músculo, con un reborde
de tejido conjuntivo grueso que forma el tarso conjuntival.
Ambos párpados se juntan formando la comisura interna y
la externa, delimitando la hendidura palpebral.
El músculo elevador del párpado superior nace en el
fondo de la órbita y discurre por encima del recto superior
hasta insertarse en abanico en el párpado (en el tarso con-
juntival). Es el responsable del movimiento del párpado y
recibe inervación del III par craneal. Los movimientos pue-
den ser voluntarios (guiños o apertura y cierre) o involunta-
rios, como el parpadeo automático (entre 10 y 20 veces por
minuto). Dichos movimientos pueden ser inhibidos volunta-
riamente, o formar parte de actos reflejos ante estímulos que
pueden dañar el ojo y que provocan su cierre automático
(reflejo corneal).
La cara posterior de los párpados está revestida por una
túnica mucosa denominada conjuntiva, que se extiende
hasta el hemisferio anterior del globo ocular. La mucosa
que recubre la pared posterior de los párpados, denominada
conjuntiva palpebral, se refleja formando el fondo de saco
conjuntival y cubre la esclerótica, donde pasa a denominar-
se conjuntiva ocular o bulbar.
Además de la importante función de protección, los pár-
pados distribuyen las lágrimas por todo el globo ocular,
mejorando su lubrificación. Gracias al mayor o menor cierre
de la hendidura palpebral, se puede evitar la entrada de una
cantidad excesiva de rayos en ambientes muy luminosos (p.
ej., al mirar el sol).
Las pestañas son pelos que se localizan en el borde libre
de los párpados, y se cambian cada 6 meses. Entre ellos hay
glándulas sudoríparas, que cuando se infectan pueden pro-
ducir orzuelos.
El aparato lagrimal está formado por las glándulas
lagrimales y sus conductos de excreción, las papilas lagri-
males y el saco lagrimal (Fig. 8-7). Es el que produce las
lágrimas, que sirven para nutrir y lubrificar la córnea evitan-
do su opacificación.
Las lágrimas se producen en la glándula lagrimal prin-
cipal. Esta glándula tiene forma de almendra y se encuentra
en la órbita en su cuadrante superior externo, donde se
divide en dos porciones: una orbitaria más grande y otra
palpebral más pequeña. Además, hay otras glándulas lagri-
males accesorias, situadas en los fondos de saco conjunti-
vales. Las lágrimas están formadas por agua, sales, proteí-
nas y lisozimas con capacidad bactericida. A partir del
tercer mes de vida se producen del orden de 30 a 40 lágri-
mas al día. Su secreción, que puede aumentar con el llanto o
cuando algún cuerpo extraño irrita la conjuntiva, es involun-
taria y está regida por el nervio facial. Las lágrimas salen de
la glándula por alguno de los cinco o seis conductos de
excreción que desembocan en la porción superoexterna del
Parte II. Sistemas de relación 207

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