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ESTRUCTURA Y FUNCIÓN DEL CUERPO HUMANO (264)

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Célula principal
Célula parietal
Célula caliciforme
Pepsinógeno
HCI
Moco
Pepsina
Moco
HCI HCI
Glándula gástrica Cavidad gástrica
Figura 10-12. Formación de la pepsina. Este proceso, debido al ácido clorhídrico, no tiene lugar hasta que la pepsina no está en la luz del
estómago, lo cual evita la aparición de lesiones por digestión de la mucosa gástrica.
El control del vaciamiento del estómago se realiza en
función de la fluidez del quimo en el estómago y de la
receptividad del duodeno.
En la Figura 10.11 se muestra un resumen de la actividad
motora gástrica tras una comida normal. En primer lugar, y
como veremos posteriormente, existe una preparación en la
secreción del estómago antes de comer. El alimento que
llega al estómago desde el esófago se almacena en el cuerpo
gástrico, donde se mezcla con las secreciones de las paredes
del estómago. En el estómago se producen una serie de
contracciones tónicas que sirven para mezclar ligeramente
el contenido gástrico. Cuando el estómago tiene un cierto
nivel de llenado, se inicia en la curvatura menor una prime-
ra contracción peristáltica que progresa hacia el antro y la
región pilórica, y hace que el contenido gástrico se desplace
(como una ola) en esa dirección. Normalmente, la digestión
y mezcla de los alimentos y secreciones gástricas no consi-
guen que el quimo sea suficientemente líquido como para
continuar su camino hacia el intestino, por lo que llega al
esfínter pilórico en un estado semisólido que le impide
superar la estrechez de este músculo. Entonces, el quimo
realiza un movimiento de reflujo hacia el cuerpo del estó-
mago, mientras una nueva contracción peristáltica surge de
la curvatura gástrica y vuelve a producirse un movimiento
de la masa gástrica hacia el píloro. Este fenómeno de movi-
miento del quimo hacia el píloro y de reflujo hacia el
cuerpo gástrico hace que los alimentos se mezclen de forma
homogénea. Por otro lado, a medida que progresa la diges-
tión gástrica, el quimo se va haciendo más fluido. Cuando
alguna porción del quimo es lo suficientemente fluida, con-
sigue pasar a través del esfínter pilórico y llega al duodeno.
La llegada de una porción de quimo al duodeno provoca un
aumento transitorio del tono del píloro que impide que el
resto del estómago se vacíe, y hace que el alimento llegue
en pequeñas cantidades al intestino. Aunque la ingestión de
alimentos haya concluido hace mucho tiempo, el proceso de
mezcla y liberación progresiva se prolonga durante varias
horas hasta que todo el contenido del estómago ha pasado al
intestino, y éste adopta una posición de reposo hasta la
siguiente comida. Cuando pasa del estómago al intestino el
quimo es mucho más líquido y recibe el nombre de quilo
intestinal.
La duración total del vaciamiento gástrico es variable, y
depende de la cantidad de comida y sobre todo del tipo de
alimentos (y de otros factores externos), pero por término
medio sería de unas 3 horas. De esta forma, una comida de
unos 15-30 minutos de duración se convierte en un proceso
de liberación al intestino de unas 3 horas, un tiempo sufi-
ciente como para que el tubo digestivo pueda aprovechar al
máximo el contenido alimenticio. Si el alimento llegara al
intestino a la velocidad que entra en la boca, el paso sería
tan rápido que la mayor parte de los alimentos no podrían
ser digeridos adecuadamente y no se aprovecharían.
10.4.4. Funciones digestivas del estómago
Las glándulas salivales son el primer punto del tubo
digestivo donde se secretan enzimas digestivas, pero su
importancia es muy escasa, ya que realmente el estómago es
el lugar donde se produce la primera fase de la digestión.
Esta fase recibe el nombre de digestión ácida, ya que trans-
curre en un medio con pH bajo debido a la presencia de
grandes cantidades de ácido clorhídrico (HCl). Además de
ácido clorhídrico, las células de la pared del estómago libe-
ran pepsina, una enzima proteolítica muy potente capaz de
romper los enlaces amino de las proteínas. El principal
problema que se plantea en la digestión gástrica es que la
liberación de sustancias como el ácido clorhídrico y la pep-
sina no lesione la pared del estómago, empezando por las
mismas células productoras. Esto es posible debido a que
las células principales, que son las productoras de pepsina,
no la liberan de forma activa, sino en forma de un precursor
denominado pepsinógeno, que es inactivo y se convierte en
la forma activa sólo en presencia de un pH ácido. Las
células parietales liberan el ácido clorhídrico en el interior
de la cámara gástrica, y es aquí, lejos de las glándulas
gástricas de la pared, donde el pepsinógeno se convierte en
pepsina por efecto del HCl. Las paredes del estómago secre-
tan además gran cantidad de moco, que aísla la pepsina y el
HCl de la pared, de modo que sólo se pongan en contacto
Parte III. Alimentación y excreción 245

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