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Diagnóstico y asesoramiento genético CONSEJO O ASESORAMIENTO GENÉTICO Existen diversas definiciones del consejo o asesoramiento genético. Todas ellas tienen en común que el consejo o asesoramiento genético es el proceso comunicativo que se desarrolla para informar, educar y dar apoyo a individuos y familias que tienen una enfermedad de origen genético o están en riesgo de tenerla. El consejo genético brinda a los pacientes, y a sus familiares en riesgo, información acerca de su enfermedad, de la posibilidad de desarrollarla o transmitirla y de la forma en que puede ser prevenida, evitada o mejorada. Es decir, les ayuda a tomar decisiones informadas. Este proceso debe evitar una actitud directiva, por lo que en lengua castellana es más adecuado el término asesoramiento que el de consejo. El asesoramiento genético es, por tanto, un proceso de comunica- ción con varias actuaciones concatenadas que abarcan diversas áreas y profesionales y que se desarrolla en etapas, con dos o tres consultas, con espacio de trabajo interconsulta, tiempo de análisis y para cualquier otro proceso que pueda requerirse (p. ej., pruebas complementarias). Es básico, aunque parezca obvio, recordar que no todas las enferme- dades son de origen genético y que, de hecho, hay enfermedades origi- nadas en el ambiente que imitan a las de origen genético (fenocopias). También hay que tener presente que el profesional encargado de llevar el asesoramiento tiene que conocer las diversas manifestaciones clínicas (expresividad) que puede adoptar una misma enfermedad genética. Un ejemplo típico es la fibrosis quística cuyos fenotipos van del clásico cuadro de afección respiratoria crónica a una simple esterilidad en varones por azoospermia obstructiva por ausencia de tubos eferentes. Otra cuestión básica del asesoramiento genético es definir el riesgo. Es imprescindible que, en la consulta, ante el paciente, determinemos si existe o no un riesgo genético asociado al problema de salud que estamos analizando, quién o quiénes son las personas que están afectadas por ese riesgo y cuantificarlo para cada uno de ellos. Esta tarea es esencial, ya que nos indica qué es lo que tenemos que buscar, en quién buscarlo y en qué orden de prioridad hacerlo. Estos datos tienen que ser integrados en el proceso de asesoramiento para establecer el patrón de herencia más probable del trastorno en estudio. Sabemos ahora que las formas de herencia mendeliana (dominante, recesiva, ligada al sexo) coexisten con formas posmendelianas (multifactorial, poligénica, intermedia, mitocondrial, de imprinting, epigenética, etc.). Es frecuente que, en esos cálculos, tengan también que integrarse datos sobre frecuencia de variantes genéticas en estudios poblacionales y no sobre individuos con- cretos, es decir, es muy conveniente adquirir una base de conocimientos sobre epidemiología genética (ley de Hardy-Weinberg). Con todos estos elementos, el asesoramiento genético tiene que intentar cuantificar el riesgo integrando las diferencias en la expre- sividad y las probabilidades de transmisión a la descendencia. El asesoramiento genético debe realizarse de forma individual a cada miembro de una familia o a los dos miembros de una pareja. Se pre- tende que la información adecuada ayude al consultante a entender y asumir los problemas, así como a la toma de decisiones con respecto a una planificación familiar futura según sus propios valores y criterios personales. Debe adjuntarse un informe escrito que aclare todas las dudas que este suscite. La misión del asesoramiento es ayudar al individuo y a su familia a entender los aspectos médicos de la enfermedad, su modo de herencia y los riesgos de padecerla o transmitirla en su familia, a comprender las posibles opciones para modificar esos riesgos, a mejorar su salud y, en definitiva, a usar esta información para minimizar el estrés psicoló- gico, además de ayudar así a elegir el curso de acción apropiado en su entorno familiar y social. Por tanto, las áreas de intervención del asesoramiento genético incluyen la identificación de riesgos genéticos preconcepcionales, prenatales y presintomáticos, la indicación de pruebas encaminadas a precisar estos riesgos, la información sobre opciones reproductivas futu- ras y el apoyo en las decisiones que se van a tomar, así como la atención psicosocial continuada a pacientes con enfermedades genéticas y a sus familias. La genética es una ciencia muy viva, espoleada por los avances en genómica, transcriptómica, epigenómica y demás aproximaciones de alto rendimiento, los avances son prácticamente diarios, por lo que el asesoramiento se implica en la investigación biomédica, y la formación y educación de la comunidad y de otros agentes sanitarios. Todas estas actividades pueden ser realizadas por médicos y por asesores genéticos no médicos, en general, por profesionales cuya formación y actividad está regulada en muchos países de nuestro entorno. El asesoramiento requiere que se establezca un diagnóstico preciso en el caso índice, algo que compete al médico exclusivamente, y/o que se logre determinar el patrón de herencia de la enfermedad. En muchas ocasiones es necesaria la confirmación de una sospecha clínica mediante estudios genéticos de diversa índole: citogenéticos, molecula- res o genómicos (o combinaciones de ellos). No obstante, todavía hay enfermedades en las que no es posible identificar la mutación exac- ta que la produce, por lo que el asesoramiento genético depende del diagnóstico clínico correcto y del conocimiento del patrón de herencia del trastorno. La obtención de una historia familiar com- pleta es indispensable en las enfermedades genéticas, porque puede permitir identificar el patrón de herencia para aplicar esta información al asesoramiento genético, incluso aunque el diagnóstico de la entidad concreta no sea definitivo. En muchas ocasiones, los resultados no son completamente determinantes y se expresan en cifras de probabilidad de heredar o haber heredado una determinada alteración genética. Riesgo de ocurrencia y recurrencia. Riesgo condicional Uno de los objetivos del asesoramiento es informar al consultante sobre el riesgo genético, es decir, la probabilidad que posee de padecer o trans- mitir a sus descendientes una enfermedad genética determinada. Dicho riesgo dependerá del patrón de herencia de la enfermedad en cuestión. En general, las enfermedades de herencia monogénica entrañan un alto riesgo, mientras que este es bajo o moderado en las debidas a herencia Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 1211 CAPÍTULO 156 Diagnóstico y asesoramiento genético © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. S E C C IÓ N I X multifactorial. El riesgo genético se expresa con cifras probabilísticas cuya exactitud y precisión dependen tanto de la enfermedad de que se trate como de la certeza diagnóstica. Se pueden considerar cuatro tipos de riesgos: 1) riesgo mendeliano, basado en el conocimiento del patrón de herencia; 2) riesgo empírico, basado en la experiencia con otras familias con defectos o enfermedades idénticas, sin que exista un patrón mendeliano determinado; 3) riesgos modificados, que son riesgos mendelianos a priori modificados por información condicional, como la edad de aparición de la enfermedad (p. ej., en la enfermedad de Huntington o en el cáncer de mama y ovario hereditario), y 4) riesgos estimados por evidencia independiente como, por ejemplo, la modificación de un riesgo previo de síndrome de Down por edad materna en función del cribado bioquímico en sangre materna. Es importante tener en consideración que la percepción del riesgo es siempre subjetiva,independientemente de la cifra objetiva que resulte del cálculo matemático. Lo que una persona percibe como riesgo depende mucho de su experiencia previa con la enfermedad y de otras cuestiones éticas y culturales. Aunque parezca obvio, es importante enfatizar que el riesgo «no tiene memoria». La probabilidad de una pareja con un hijo afectado de una enfermedad recesiva de tener otro hijo que padezca la enfermedad es siempre de un 25%, con independencia del genotipo que tengan los anteriores hijos. El riesgo de ocurrencia o recurrencia debe establecerse mediante un cálculo de probabilidad condicionada, teniendo en consideración todas las variables que influyen. La probabilidad de que ocurra un suceso determinado (tener un hijo afectado por determinada enfermedad) está condicionada por todos los sucesos en la genealogía (patrón de herencia, afectados e individuos sanos, resultados del análisis genético, etc.). Para entender cómo calcularla, se emplea el teorema de Bayes, un método general para combinar probabilidades (tras considerar todos los hechos o evidencias) y obtener una probabilidad final. Si {H1, H2…, Hn} es un conjunto de hechos incompatibles cuya suma es el total (probabilidad de cada uno de ellos distinta de cero) y E es un suceso o evidencia del que se conocen las probabilidades condicionales P(E/Hi), la probabilidad final de un hecho concreto P(Hi/E) viene dada por la siguiente fórmula: ⎛ ⎝⎜ ⎞ ⎠⎟ = ⎛ ⎝⎜ ⎞ ⎠⎟ ⎛ ⎝⎜ ⎞ ⎠⎟ ⎡ ⎣ ⎢ ⎤ ⎦ ⎥ + ⎛ ⎝⎜ ⎞ ⎠⎟ ⎡ ⎣ ⎢ ⎤ ⎦ ⎥ + + ⎛ ⎝⎜ ⎞ ⎠⎟ ⎡ ⎣ ⎢ ⎢ ⎤ ⎦ ⎥ ⎥ P H E P H P E H P H P E H P H P E H P H P E H ( ) ( ) ( ) ( ) i i i n n 1 1 2 2 ! donde Hi es la hipótesis de que ocurran determinados hechos (H1, H2…, Hn), P(Hi) son las probabilidades a priori, P(E/Hi) es la probabili- dad de E en la hipótesis Hi y P(Hi/E) son las probabilidades a posteriori. En general, los cálculos basados en el teorema de Bayes son los que se emplean para establecer riesgos (probabilidades) en la práctica diaria. Así, por ejemplo, en la situación frecuente que requiere el cálculo del riesgo de recurrencia en una familia con un caso esporádico de una enfermedad dominante se debe tener en cuenta la penetrancia (según las edades de los individuos) del genotipo mutante y las probabilidades de reproducción relativa o eficacia biológica de los enfermos. En la figura 156-1 se plantea un ejemplo práctico para establecer el riesgo de que una determinada persona sea portadora de una enfer- medad que ha ocurrido en la familia, en este caso con un patrón de herencia ligada al X. El cálculo de la probabilidad combinada se realiza aplicando la matemática de Bayes. En los procesos multifactoriales, el riesgo de recurrencia suele basarse en datos empíricos, fruto de la observación estadística. Deben tenerse en cuenta, asimismo, factores étnicos y el área de procedencia de los individuos de la genealogía, con valoración de la consanguinidad (que incrementa el riesgo de aparición de homocigosis). Por ejemplo, el riesgo de recurrencia en los padres de un hijo previo con espina bífida se estima entre el 2% y el 5%, pero es más elevado en algunas poblaciones como los hispanos latinoamericanos. En la tabla 156-1 se muestra el riesgo variable de ocurrencia de fisura del labio y/o paladar hendido en relación con el número de familiares afectados y el tipo de parentesco, así como con el tipo y la lateralidad del defecto. PHiE=P(Hi) PEHiP(H1) PEH1+P(H2) PEH2+!+P(Hn) PEHn Árbol genealógico de una familia con varios casos de hemofilia (enfermedad recesiva ligada al cromosoma X). El cálculo del riesgo de que la mujer señalada sea portadora debe tener en cuenta toda la información del pedigrí, con aplicación del teorema de Bayes. TABLA 156-1 Parentesco Labio + paladar (%) Paladar sólo (%) Hermanos (global) 4 1,8 Sólo un hermano 2,2 Dos hermanos 10 8 Hermano y progenitor 10 Hijos 4,3 3 Segundo grado 0,6 Tercer grado 0,3 Población general 0,1 0,04 Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 1212 SECCIÓN IX Genética médica Genética de poblaciones y equilibrio de Hardy-Weinberg Como la información genética de nuestras células es diploide, cada gen autosómico es dialélico A/a. La genética de poblaciones se usa para calcular, en una población de individuos diploides, las frecuencias (f ) alélicas [f(a) = q; f(A) = p] y genotípicas [f(AA) = P; f(Aa) = H; f(aa) = Q], y averiguar cómo se comportan a lo largo de las genera- ciones. La suma de las frecuencias de un alelo normal (A) y un alelo mutado con cualquier tipo de mutación (a) tiene que ser igual a la unidad: p + q = 1. En una población panmíctica, es decir, una población donde se da el apareamiento aleatorio, como la mayoría de las poblaciones humanas, suficientemente grande y no sometida a grandes flujos de migración, mutación, deriva génica o selección, las frecuencias génicas y genotípicas se mantienen constantes de generación en generación. Cuando se cumplen estas condiciones, se dice que la población está en equilibrio de Hardy-Weinberg: las combinaciones al azar de los gametos portadores de dotaciones haploides A o a, cuyas frecuencias en la pobla- ción son respectivamente p y q, producirán individuos diploides cuyas frecuencias genotípicas vendrán dadas según el desarrollo (p + q)2= p2+ 2pq + q2. Los homocigotos normales son P = p2; los heterocigotos son H = 2pq, y los homocigotos para la mutación son Q = q2. Si se considera una población con N individuos, las frecuencias alé- licas p y q son calculables [p = (2PN + HN)/2N; q = (2QN + HN)/2N] y permanecen invariables. Si no intervienen otras causas externas, la población permanecerá constante en frecuencias alélicas y en frecuen- cias genotípicas, es decir, estará en equilibrio. Aunque ninguna de las circunstancias que hacen posible el equilibrio de Hardy-Weinberg se cumpla por completo en la realidad en la mayoría de las poblaciones, se puede asumir el equilibrio para estimar frecuencias porque las des- viaciones son generalmente pequeñas. La mayor utilidad práctica de la ley es la posibilidad de calcular la frecuencia de portadores si se conoce la incidencia de determinada enfermedad. Por ejemplo, en una enfer- medad hereditaria autosómica recesiva con incidencia de 1 afectado por cada 10.000 nacidos vivos, se sabe la frecuencia de homocigotos para el alelo deletéreo d/d, 1/10.000 = Q = q2, por lo que se pueden deducir las frecuencias alélicas [q = Q(1/2)= 1/100, p = 99/100] y la frecuencia de portadores en la población [H = 2pq < 1/50, con p < 1], aproximadamente 1 de 50. La tasa de mutación nueva en la mayoría de las enfermedades recesivas es despreciable, por lo que la reserva de alelos mutados está en los heterocigotos asintomáticos. En algunos casos, la ventaja selectiva de los heterocigotos puede compensar la pérdida de alelos que ocurre en los enfermos, que no suelen dejar descendientes como, por ejemplo, en la anemia falciforme o drepanocitosis, en la que los heterocigotos tienen la ventaja selectiva de un menor riesgo de infectarse por el parásito de la malaria. Hay que tener en cuenta la importancia de la consanguinidad en la familia o de la presencia de alelos recesivos frecuentes en la población, así como del grado de parentesco global de la población. En la mayoría de las enfermedades dominantes, los homocigo- tos para el alelo nocivo son extraordinariamente raros o letales, y la incidencia de la enfermedad se corresponderá con los heterocigotos [H = 2pq ∼ 2q, donde p ∼ 1]. El mantenimiento de los alelos nocivos en la población se explica por mutación y por la transmisión desde individuos no penetrantes y desde los propios enfermos, al tratarse de procesos que merman, pero no anulan, la reproducción deestos últimos. Los procesos dominantes letales tienen una duración efímera en las poblaciones, al requerir su persistencia tasas de mutación muy altas. El conocimiento de los patrones de herencia y la ley de Hardy- Weinberg permiten calcular la probabilidad de cualquier pareja de una población de tener un hijo afectado de determinada enfermedad conocida. Si existe historia familiar de la enfermedad, se puede estimar directamente el riesgo de que el individuo sea portador (y demos- trarlo por estudios moleculares si se conoce el gen). Por ejemplo, el hermano sano de un paciente afectado por una enfermedad de herencia autosómica recesiva tiene una probabilidad de 2/3 de ser portador heterocigoto. En ausencia de historia familiar, la probabilidad de que un individuo sea portador es la frecuencia poblacional, 2pq. DIAGNÓSTICO GENÉTICO Y MEDICINA GENÓMICA Hasta hace relativamente poco tiempo, la genética médica se basaba en el diagnóstico clínico de las enfermedades genéticas y en el uso de modelos empíricos para aplicar el cálculo de probabilidades al asesoramiento genético. El gran avance de la disciplina, fundamen- talmente precipitado por los descubrimientos en genética molecu- lar y el proyecto Genoma Humano, ha cambiado completamente el panorama y ha hecho posible el diagnóstico etiológico en una enorme variedad de enfermedades genéticas, así como el diagnós- tico presintomático y prenatal, además de sus aplicaciones a otras disciplinas médicas. La eclosión en años recientes de las técnicas genéticas de alto ren- dimiento, a las que nos referimos habitualmente como tecnologías genómicas, que son ya aplicables al diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades genéticas, ha condicionado una evolución despro- porcionada de la genética con respecto a otras especialidades médicas. De hecho, el término Medicina Genómica se ha popularizado entre los profesionales y la sociedad civil. Entendemos por medicina genómica el uso de la información de los genomas y las consecuencias de una alteración genética en sus niveles sucesivos (RNA, proteínas y meta- bolitos) orientado a la toma de decisiones médicas. Esta disciplina es, hoy por hoy, componente clave de la medicina personalizada, tiene un impacto directo en la genética médica y aporta un enorme valor a la predicción de trastornos y en su posible prevención, por lo que la tendencia es que, en el futuro, la Medicina Genómica es posible que acabe desbancando a la Medicina Preventiva. Hoy día existen instrumentos para el diagnóstico de más de 6.000 enfermedades genéticas por diversos métodos citogenéticos, molecu- lares o genómicos, lo que implica un cambio importante en las posi- bilidades de atención y seguimiento de estos pacientes, así como una creciente responsabilidad por parte de los profesionales de la sanidad en la transmisión de esta información, sustentada en parte sobre la indicación e interpretación de las pruebas genéticas. De hecho, se han establecido consorcios internacionales para el fomento coordinado de la investigación en enfermedades raras, como el International Rare Diseases Research Consortium (IRDiRC; http://www.geneticalliance. org), cuyo principal objetivo es que en el año 2020 exista la posibili- dad de diagnóstico molecular para todas las enfermedades conocidas, además de nuevos desarrollos terapéuticos. La base de datos de consulta más empleada para la obtención de información relevante tanto clínica como de laboratorio sobre enfermedades genéticas es, sin duda, el catálogo de OMIM, Online Mendelian Inheritance in Man (https:// www.omim.org/). El diagnóstico correcto de las enfermedades genéticas es sumamente importante, independientemente de que exista o no alguna opción terapéutica, por tres motivos principales: 1) facilita la atención al paciente y hace posible el tratamiento individualizado, etiológico o sintomático, la evitación de factores ambientales agravantes conocidos y la aportación de información pronóstica basada en casos previos; 2) permite el asesoramiento genético certero, extensible a otros miem- bros de la familia, y la oferta de opciones reproductivas, y 3) como consecuencia de lo anterior, facilita el diagnóstico presintomático, de portadores, preimplantacional o prenatal, una vez que se ha diag- nosticado correctamente el caso índice. Como se puede deducir, la principal diferencia del diagnóstico genético respecto al diagnóstico en otras áreas de la medicina es que, en muchos casos, es extensible a otros miembros de la familia. La tecnología orientada a establecer la causa genética de una enfer- medad ha evolucionado enormemente. Sigue siendo frecuente que, en los casos en los que hay una sospecha clínica definida y el gen causante de la enfermedad se ha localizado en el mapa cromosómico, se apliquen técnicas de genética molecular básicas como la secuenciación de tipo Sanger. Actualmente, para el estudio de diversos cuadros de posible etiología genética, aunque no esté bien definida o sea heterogénea, se han desarrollado métodos de análisis genómico que permiten secuen- ciar panes de genes o incluso todo el exoma completo (WES, del término inglés whole exome sequencing) del paciente para identificar cualquier mutación presente con una gran fiabilidad. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 1213 CAPÍTULO 156 Diagnóstico y asesoramiento genético © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. S E C C IÓ N I X Diagnóstico directo El diagnóstico directo se lleva a cabo cuando, ante un caso consulta, se conoce información previa sobre el gen, la mutación o el reordenamiento cromosómico que puede ser, con bastante certeza, la causa de la patología en estudio. El diagnóstico directo supone entonces el análisis específico de esa mutación (o reordenamiento cromosómico) mediante una tecnología dirigida y conocida, como la secuenciación del gen o de la mutación exacta o un cariotipo. Actualmente son muchos los genes identificados como responsables de enfermedades hereditarias, lo que se actualiza per- manentemente en la base de datos OMIM, mencionada anteriormente. Existen algunas enfermedades con mutaciones específicas o muy prevalentes, como las mutaciones del gen FGFR3 en la acondroplasia o las mutaciones dinámicas responsables de la enfermedad de Hun- tington, la distrofia miotónica o diversas ataxias espinocerebelosas. No obstante, en la mayoría de las enfermedades, aunque se conozca el gen mutante, cada caso o cada familia presentan una mutación que suele ser única y diferente. La búsqueda de cada mutación puede ser compleja sobre todo en genes de tamaño grande. Las técnicas o estrategias que se usan dependen del diagnóstico de sospecha, de la posible heteroge- neidad genética subyacente y del tipo de mutación más prevalente en cada gen o enfermedad (fig. 156-2). Para detectar mutaciones puntuales existen técnicas muy diversas, casi siempre tras la amplificación por reacción en cadena de polimerasa (PCR) de las regiones codificantes del gen, seguidas de la secuenciación, la hibridación de oligonucleótidos específicos de alelo o las reacciones de ligación (p. ej., la fibrosis quís- tica y la β-talasemia). Para detectar deleciones, duplicaciones, reorde- namientos génicos y amplificaciones grandes se utilizan Southern blot, amplificación y ligación múltiple de sondas (MLPA), PCR cuantitativa a tiempo real (p. ej., en el estudio del cromosoma X frágil, la distrofia muscular de Duchenne o la α-talasemia) o los microarrays de CGH (también llamados CMA, abreviatura del término inglés chromosome microarrays). Para detectar mutaciones dinámicas basta con una PCR fluorescente y análisis de fragmentos (p. ej., enfermedadde Huntington o ataxias espinocerebelosas). Los avances técnicos recientes, sobre todo CMA y la secuenciación masiva simultánea de nueva generación (abreviada comúnmente NGS del término inglés new generation sequencing), han permitido el desa- rrollo de estrategias diagnósticas aplicables a cuadros de posible causa genética sin clara definición clínica, y también a cuadros definidos pero de base molecular muy heterogénea. El cariotipado molecular por microarrays (CMA) se ha convertido en la técnica de diagnóstico de elección para detectar posibles reordenamientos cromosómicos o genómicos desequilibrados, deleciones o duplicaciones, que son alteraciones genómicas que provocan pérdidas o ganancias de regiones del genoma (referidas como CNV en la literatura como abreviatura del término en inglés copy number variant) que no son visibles o identifica- bles en el cariotipo convencional de bandas y son responsables de discapacidad intelectual (DI), trastornos del espectro autista (TEA) o malformaciones congénitas. Se ha demostrado su eficacia y su relación coste-eficiencia por delante del cariotipo y otras técnicas en todos aquellos cuadros en los que no hay una sospecha clara que permita un estudio más dirigido. Además, la reducción progresiva de los costes de la NGS permite la aplicación de estos métodos para el diagnóstico mutacional a gran escala, en múltiples genes, incluso en todos los genes. Se han desarrollado métodos de captura selectiva de regiones genómicas que permiten la secuenciación rápida de regiones genómicas enteras (varias megabases), de muchos genes candidatos (p. ej., un panel de genes implicados en sordera) o de todas las secuencias codificantes (el exoma completo [WES], algo más del 1% del genoma) (fig. 156-3). Estas aproximaciones ya se han demostrado útiles en el diagnóstico clínico de enfermedades monogénicas con heterogeneidad de locus y en aquellas en las que algunos o todos los genes responsables eran desconocidos. Con estas técnicas se pueden detectar las causas de numerosas enfermedades monogénicas, algo que ha ocurrido a un ritmo inaudito en los últimos años, pero también muchas variantes genéticas con un efecto desconocido o incierto, las llamadas VOUS o VUS (del inglés variants of uncertain significance). También es posible detectar variantes de riesgo para problemas que no se están buscando, son los llamados hallazgos incidentales o inesperados. El American College Algoritmo para la indicación de técnicas de diagnóstico por genética molecular, genómica o microarrays en función de la sos- pecha clínica y de la esperada heterogeneidad genética y molecular subyacente. Se indican algunos ejemplos en cada caso. CNV: variantes en número de copia; NGS: next-generation sequencing. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 1214 SECCIÓN IX Genética médica of Medical Genetics publica cada cierto tiempo una lista de hallazgos incidentales que, por su importancia en términos de tratamiento preventivo o anticipación de problemas de salud, deben ser comuni- cados obligatoriamente al paciente mediante asesoramiento genético, independientemente de que el objetivo del estudio genético fuera para diagnóstico o para investigación. Por tanto, hay consideraciones éticas importantes que deben tenerse en cuenta, y nunca debe realizarse este tipo de análisis sin haber informado en detalle sobre todas las posibles consecuencias a las personas implicadas y sus familias, y sin haber obtenido el consentimiento informado. La posibilidad de utilización de la secuenciación completa del genoma para su diagnóstico y pronóstico es una realidad ya disponible, si bien la mayor dificultad todavía radica en el procesamiento informático de los datos y en su interpretación, dado que se detectarán numerosas variantes de significado incierto. La detección de una mutación por primera vez en un caso índice requiere casi siempre su validación mediante la secuenciación del DNA por el método clásico de Sanger, junto con posteriores estudios genéticos y funcionales para comprobar que la mutación hallada es la causa del cuadro. Una vez detectada la mutación en el caso índice, el estudio molecular directo se puede extender a otros individuos en riesgo (de afectación o de ser portadores) (fig. 156-4). Este estudio de segregación es muy importante a la hora de asignar a una variante un carácter patogénico. Diagnóstico indirecto Cuando no se detecta la mutación causante de una enfermedad gené- tica por complejidad técnica o porque el gen está localizado, pero no identificado todavía, se puede realizar un diagnóstico de tipo indirecto. En el diagnóstico indirecto, al no examinar el defecto molecular res- ponsable, es indispensable que el diagnóstico clínico en el caso índice sea correcto. El diagnóstico indirecto se realiza mediante el análisis de heredabilidad del fragmento de DNA cercano a la mutación. La necesidad de diagnóstico indirecto es cada vez menor, pero todavía se aplica habitualmente en el diagnóstico preimplantacional, aso- ciando estudio directo e indirecto a la vez para obtener una evidencia más firme del estatus del embrión. Requiere del uso de marcadores genéticos (polimorfismos del DNA) para determinar si la persona en estudio ha heredado la misma región cromosómica (identificada por el marcador) que el caso índice (fig. 156-5). Para llevar a cabo el análisis de segregación se requiere que el individuo cuya meiosis se analiza sea informativo, es decir, heterocigoto para el marcador analizado, lo que permite distinguir los dos alelos en dicho locus. Se juega siempre con un posible error debido a la posibilidad de recombinación genética entre el marcador y la mutación. Por tanto, con métodos indirectos, se debe usar también el cálculo bayesiano para establecer la probabilidad de poseer un genotipo determinado. En este caso, debe conocerse la frecuencia de recombinación entre cada marcador genético utilizado y el locus de la enfermedad, y la posición relativa (ordenación) de todos ellos. Es conveniente utilizar más de un marcador dentro del gen y en posiciones flanqueantes al mismo, al objeto de obtener haplotipos completos que eviten errores en la interpretación, sobre todo en genes de gran tamaño como el de la neurofibromatosis (NF1), el síndrome de Marfan (FBN1) o la distrofia muscular de Duchenne/Becker (DMD). La heterogeneidad alélica no supone un problema para el diagnós- tico indirecto, siempre que se tenga seguridad del locus mutado. La A. Detección de una mutación por secuenciación en el gen de la conexina 26 (GJB2) en una familia con un caso de sordera congénita, que evidencia el estado de porta- dor heterocigoto en ambos progenitores y en la hermana pequeña del probando. B. Análisis por hibridación específica de alelo (ASO) de una mutación conocida en el gen CFTR en una familia con un caso de fibrosis quística. Resulta fácil definir el genotipo homocigoto para el alelo normal (N), homocigoto para la mutación en la paciente (Mut) o heterocigoto en los portadores. Análisis molecular indirecto en una enfermedad rece- siva que utiliza un marcador de tipo microsatélite localizado dentro del gen (D9S64). En la familia representada se han dado dos casos de enfermedad de Walter-Warburg, debidos a mutaciones en el gen POMT1, confirmado por estudios de ligamiento. A pesar de no haberse detectado la o las mutaciones responsables, el estudio indirecto permite definir en la muestra de feto (flecha) que será portador, pero no resultará afectado por la enfermedad. Representación esquemática de un sistema de captura por sondas para la secuenciación masiva selectiva de regiones del genoma con aplicación clínica, ya sean regiones concretas o todaslas secuencias codificantes del genoma y el exoma (1%-1,5%). Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 1215 CAPÍTULO 156 Diagnóstico y asesoramiento genético © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. S E C C IÓ N I X heterogeneidad genética o del locus entraña dificultades; por ello, si existe la posibilidad de heterogeneidad, el locus responsable debe determinarse para cada familia antes de hacer un estudio con fines diagnósticos. DETECCIÓN DE PORTADORES Previamente a la concepción es posible realizar estudios genéticos de predicción del riesgo de herencia de uno o varios trastornos genéticos, comparándolos con los riesgos de la población general. Esta rama de la genética es la llamada genética preconcepcional y está cada vez más extendida en la práctica médica actual (especialmente en las parejas sometidas a técnicas de reproducción asistida) debido a que permite conocer, a priori, la posibilidad de que uno o los dos progenitores sean portadores de una alteración genética (en muchas ocasiones asintomá- ticos) y del riesgo hereditario en la descendencia, con el objetivo de tomar una decisión sobre las posibles opciones reproductivas. La mayoría de las enfermedades recesivas y ligadas al cromoso- ma X son extremadamente raras (si bien muchas de ellas tienen una alta gravedad). Sin embargo, algunas de estas enfermedades son más comunes, ya sea en población general o en ciertos grupos étnicos. Por poner el ejemplo de la fibrosis quística, esta es una enfermedad relativamente común en población caucásica (estimada una incidencia de afectos de, aproximadamente, 1/3.500 nacidos) y con una alta prevalencia de portadores sanos (1/25 en población caucásica), aunque también está presente en otros grupos étnicos con menor prevalencia (1/15.000 en africanos y 1/30.000 en asiáticos). Otras enfermedades son más específicas de un grupo étnico concreto como, por ejemplo, la enfermedad de Tay-Sachs en población askenazí o las talasemias en población mediterránea. Hoy por hoy, existen dos aproximaciones fundamentales en los estudios de portadores: un estudio específico de una mutación conocida o un cribado de portadores. Estudios específicos de una alteración genética conocida (p. ej., en caso de antecedentes familiares). En el caso de que existan antecedentes relevantes de una alteración concreta, se realizarán estudios directos (presencia o no de la alteración genética) o indirectos (estudio de haplotipos de herencia para indicar el riesgo en descendencia, sin informar del estado de la alteración en los progenitores) diseñados específicamente para dicha alteración genética. Cribados de portadores. En este caso se realiza un test genético que tenga una cobertura definida para uno o varios genes (pudiendo llegar a analizar cientos de trastornos genéticos). Hay algunas enfermedades más prevalentes en ciertos grupos étnicos, donde se recomienda, de manera rutinaria, un estudio de portadores. No obstante, con la apa- rición de las modernas técnicas genómicas (NGS) y otras, es cada vez más común realizar estudios de portadores con carácter panétnico (es decir, sin importar la etnia de los progenitores). Ello permite conocer el riesgo asociado a la aparición de un gran número de enfermedades genéticas a la vez para la pareja implicada en el proceso de reproducción asistida. Debido a esta potencia analítica, el cribado de portadores es una técnica bastante común en la reproducción asistida, incluyendo aquellos procesos con donación de gametos. Es muy importante señalar que los cribados de portadores nunca pueden asegurar, en caso de negatividad, la posibilidad de que exista una mutación en la descendencia, debido a mosaicismos germinales o a otras causas mutacionales no estudiadas. Por ello, la información de este tipo de cribados debe ser explicada en una consulta de consejo genético. DIAGNÓSTICO PRESINTOMÁTICO A pesar de que la mayoría de las enfermedades genéticas suelen estu- diarse cuando existe un fenotipo asociado presente, es posible, en aque- llas enfermedades de presentación clínica tardía, realizar estudios gené- ticos para conocer el riesgo de padecer en el futuro dicha enfermedad antes de que esta esté expresada. Entre las enfermedades de aparición tardía pueden encontrarse formas de cáncer hereditario (mama, colon), trastornos neurodegenerativos (enfermedad de Huntington) y otros. Conociendo la base genética antes de la presentación clínica es posible, en determinados casos, conocer el patrón de herencia, la penetrancia de la mutación, la gravedad de la presentación clínica y la edad de presentación, entre otros aspectos. El diagnóstico presintomático requiere un tratamiento asistencial muy cuidadoso, ya que, aunque el probando no ha presentado aún ningún síntoma, en caso de presentar dicha mutación va a conocer la probabilidad (depende de la penetrancia de la mutación, puede ser total o parcial) de presentar la enfermedad. En algunos casos (como, p. ej., el cáncer de mama hereditario) puede permitir adoptar medidas preventivas efectivas para minimizar el riesgo de padecer la enferme- dad para el probando portador, en otros casos (como, p. ej., la enfermedad de Huntington) puede suponer el conocer un futuro desenlace fatal, sin posibilidad terapéutica alguna. Adicionalmente, la mutación detectada podría tener consecuencias de tipo familiar (padres, hermanos, hijos), con lo que la información debe tratarse con absoluta confidencialidad en el caso de que otros miembros de la familia no hayan dado su expreso deseo de conocer dicho riesgo. Por todo lo anteriormente expuesto, el diagnóstico presintomático sólo puede llevarse a cabo en individuos mayores edad, estables psicológicamente, con un ries- go elevado (teóricamente) de padecer la enfermedad y que hayan sido informados de las consecuencias del diagnóstico, incluyendo las opciones terapéuticas, las consecuencias psicológicas y la probabilidad de afectación familiar en caso de positividad. CRIBADO Y DIAGNÓSTICO GENÉTICO PREIMPLANTACIONAL La concienciación sobre los posibles problemas genéticos aumenta siempre en padres prospectivos durante los períodos pre- y perinatal. Los avances en las técnicas de reproducción asistida y genómica han creado nuevas oportunidades para detectar trastornos genéticos y variantes genómicas o cromosómicas de predisposición. Es una res- ponsabilidad de los profesionales sanitarios animar a las personas que desean ser padres a informarse acerca de sus antecedentes familiares, para asesorarlos sobre los riesgos específicos de enfermedad en la pobla- ción y las pruebas existentes, y remitirlos si es preciso a los especialistas en genética y medicina materno-fetal antes de la concepción, pues este es, sin duda, el mejor momento para ello. Como se ha mencionado anteriormente, tras un adecuado asesoramiento existe una posible oferta de pruebas a las parejas para detectar la condición de portadores y planificar con el máximo conocimiento sus opciones reproductivas. Aunque en la actualidad, técnicamente, es posible hacer estudios genéticos de los gametos previos a la fecundación in vitro, para selec- cionar aquellos no portadores de alteraciones genéticas (evitando la generación del embrión). En caso de ser realizados, se utilizan para inferir la genética del oocito, el material genético de los corpúsculos polares meióticos. En el caso del gameto masculino se podrían realizar selecciones por cromosoma X o Y mediante citometría de flujo. Sin embargo, estas técnicas son difíciles y tienen unas tasas de fracaso mayor que el diagnóstico preimplantacional en células embrionarias. El diagnóstico genético preimplantacional permiteel estudio del embrión antes de su implantación en el útero materno, con el objeto de seleccionar los embriones libres de las alteraciones genéticas a estudio. Para poderse realizar, es necesario realizar un ciclo de fecundación in vitro (FIV) mediante inyección espermática intracitoplasmática (ICSI); se realizan una biopsia embrionaria (siendo cada vez más mayoritaria la biopsia en el día 5 del embrión, al poder obtener material genético de varias células) y un posterior estudio genético de las células extraídas. Actualmente, el diagnóstico preimplantacional se clasifica sobre la base del objeto de detección: diagnóstico genético preimplantacional de aneuploidías (PGT-A), de enfermedades monogénicas (PGT-M) y de reordenamientos cromosómicos estructurales (PGT-SR). Diagnóstico genético preimplantacional de aneuploidías (PGT-A) El PGT-A, anteriormente conocido como cribado genético preim- plantacional, pretende analizar el estado cromosómico de los embriones generados por FIV, transfiriendo al útero aquellos embriones libres de aneuploidías cromosómicas para aumentar la tasa de éxito del procedi- miento. El PGT-A es especialmente utilizado en parejas con problemas Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 1216 SECCIÓN IX Genética médica de fertilidad (edad materna avanzada, infertilidad masculina, fallos de implantación). Aunque es posible realizar el análisis cromosómico mediante tres tecnologías: FISH, microarrays de CGH o secuenciación de nueva generación (NGS), la NGS está cobrando cada vez más fuerza en los estudios de PGT-A, debido a su versatilidad y eficacia. Diagnóstico genético preimplantacional de enfermedades moleculares (PGT-M) y de reordenamientos cromosómicos estructurales (PGT-SR) A diferencia del PGT-A, que pretende incrementar la tasa de éxito del embarazo en técnicas de reproducción, las otras dos técnicas, PGT-M y PGT-SR, son utilizadas para la selección de embriones libres de una enfermedad conocida en la familia para ser transferidos al útero tras fecundación in vitro, por tanto, reduciendo la probabilidad de aborto terapéutico en parejas con un alto riesgo genético. Tras realizar la implantación es común efectuar un diagnóstico prenatal confirmatorio durante el embarazo (que asegure que el feto es definitivamente sano). Técnicamente, la obtención del material embrionario es la misma que en la PGT-A pero, a diferencia del anterior, se busca la presencia directa de una alteración o alteraciones específicas (de manera directa o indirecta), ya que la enfermedad ya está detectada a nivel familiar. En el caso del PGT-M, al ser una enfermedad molecular de tipo monogénico (dominante, recesiva o ligada al cromosoma X), se debe conocer en detalle la mutación o alteración genética en el progenitor o progenitores previamente al estudio del embrión. Debido a que se detectan una o dos mutaciones, es usual utilizar técnicas de PCR específicas para dichas alteraciones. En el caso del PGT-SR, el objetivo es la detección de un posible desequilibrio estructural en parejas portadoras de anomalías en equilibrio, precisando un estudio específico por FISH, microarray o NGS para revisar dicha región. El diagnóstico genético preimplantacional está disponible cada vez en más centros y para más enfermedades, siempre que se conozcan las mutaciones o marcadores para analizar. Existen directrices y reco- mendaciones de acreditación para los laboratorios que lo realizan, así como comités nacionales (auspiciados por el Ministerio de Sanidad) que autorizan (o no) el desarrollo de un diagnóstico preimplantacional en caso de dudas éticas o médicas. DIAGNÓSTICO GENÉTICO PRENATAL El diagnóstico prenatal es un conjunto de procedimientos médicos, llevados a cabo por un grupo de profesionales de diversas especialida- des, con el objetivo de detectar patología clínica en el momento del embarazo, es decir, antes del nacimiento del feto. A pesar de que el diagnóstico prenatal está usualmente asociado (a nivel social) con los procedimientos de interrupción libre o voluntaria del embarazo, el fin del diagnóstico prenatal no es la terminación del feto, sino el de moni- torizar el desarrollo fetal con dos objetivos fundamentales: 1) detección precoz en caso de patología tratable prenatal o posnatalmente (p. ej., un riesgo de pérdida fetal por hemorragia o una malformación con posibilidad de terapia quirúrgica), y 2) predicción de las asociaciones clínicas futuras de un hallazgo fetal para que la gestante pueda, en caso de que sea su decisión, acogerse a la legalidad vigente en materia de salud sexual y reproductiva (es decir, continuar o no el embarazo con toda la información disponible y plena autonomía). Una de las circunstancias más importantes en el diagnóstico prena- tal es la ausencia de una exploración directa del probando. El feto está contenido en una cavidad interna de la gestante, y no es posible dis- poner de información fenotípica directa. Todas las técnicas de análisis son de tipo imagen (ecografía y derivados, que generan un visionado estimado del feto y los órganos asociados) y analítico (bioquímica y genética, entre otros, pudiendo obtener información materna, fetal de manera indirecta en sangre materna o fetal de manera directa por invasión del saco gestacional). Cualquier método de obtención de material directo fetal (principalmente, líquido amniótico, biopsia de vellosidades coriónicas o sangre de cordón umbilical) se considera una prueba de carácter invasivo porque requiere penetrar en el saco gestacional, pudiendo generar complicaciones asociadas a lesión fetal, infección y otros; es por ello fundamental recordar que las pruebas invasivas no están exentas de riesgo de complicaciones e incluso de pérdida fetal (estimado tradicionalmente en el entorno del 0,5%-1%). La otra circunstancia particular del diagnóstico prenatal es que existe una ventana temporal del mismo, ya que el embarazo tiene una duración de aproximadamente 40 semanas, aunque la mayoría de los análisis y las técnicas de detección de patología son llevadas a cabo, como pronto, a partir de la semana 8 de embarazo (siendo puntos de control fundamentales la semana 12 y la 20). Asociado a este proceso temporal es fundamental conocer la legislación del país en materia de interrupción legal del embarazo (decisión que recae siempre en la madre con absoluta independencia); por ejemplo, en España la mayoría de las situaciones por malformación fetal permiten una interrupción legal del embarazo hasta la semana 22, con lo que todas las técnicas de diagnóstico prenatal tienen un alto interés en la precocidad del resultado. Las alteraciones cromosómicas son muy frecuentes en la etapa pre- natal y suponen la principal causa de abortos espontáneos en la primera mitad de la gestación. Además, alrededor del 0,5% de los recién nacidos vivos tienen alguna anomalía cromosómica visible, la mayoría de las cuales son responsables de alteraciones en el fenotipo (tabla 156-2). Las trisomías y las monosomías completas, junto con la triploidía, son las principales causas de aborto en el primer trimestre. A medida que avanza la gestación, generalmente sólo son viables alteraciones cromosómicas más pequeñas. Tradicionalmente, la indicación principal de diagnóstico prenatal ha sido descartar una anomalía cromosómica, más concretamente un síndrome de Down, dada la asociación de esta y otras trisomías con la edad avanzada de la madre (tabla 156-3). Debido a las complicaciones asociadas a las técnicas diagnósticas invasivas, existen diversos programas de cribado y seguimiento basados en análisis bioquímico y ecográfico. Por ejemplo, el cribado combinado de cromosomopatías más común está realizado en el primertrimestre de embarazo, combinando dos hormonas (PAPP-A, o proteína plasmática TABLA 156-2 Tipo de alteración cromosómica Diagnóstico prenatal (%) SEGUIMIENTOS EN EL TOTAL DE NACIMIENTOS % Índice Alteraciones autosómicas Trisomía 21 1,16 0,12 1:700 Trisomía 18 0,23 0,01 1:3.000 Trisomía 13 0,047 0,01 1:5.000 t(13q14q) 0,05 0,07 Otras traslocaciones desequilibradas 0,18 0,12 Marcador cromosómico extra 0,06 0,02 Otras traslocaciones no desequilibradas 0,08 0,06 Alteraciones en los cromosomas sexuales 47,XXX 0,25 0,10 1:800 47,XXY 0,33 0,09 1:700 47,XYY 0,07 0,09 1:800 45,X 0,09 0,01 1:2.500 Otras alteraciones 0,05 0,06 Datos tomados de Ferguson-Smith MA, Yates JR. Prenat Diagn 1984;4:5-44, y Hook EB, Hamerton JL. En: Hook EB, Porter IH, eds. Population Cytogenetics: Studies in humans. New York: Academic Press; 1977. p. 63. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 1217 CAPÍTULO 156 Diagnóstico y asesoramiento genético © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. S E C C IÓ N I X asociada al embarazo A, y β-HCG, o gonadotropina coriónica humana) con la translucencia nucal medida ecográficamente y otros parámetros, tales como la edad materna, y permite una predicción de diversas cromosomopatías y otros defectos (como el tubo neural) con un alto nivel de sensibilidad (85%-90% de detección); históricamente, en caso de alto riesgo combinado, se procedía a recomendar diagnóstico genético a partir de muestra obtenida por método invasivo. Técnicas de diagnóstico y cribado genético prenatal no invasivo Recientemente, gracias a las técnicas moleculares más modernas (NGS, microarrays y otros) han aparecido metodologías de análisis genético a partir del DNA placentario (cuyo origen es fetal) libre en el plasma materno. El análisis de este DNA en sangre materna permite, sin riesgos para la gestante, conocer con una alta precisión el sexo fetal (ausencia o presencia de cromosoma Y), el estado del RhD fetal en mujeres con un Rh negativo o el estudio de mutaciones portadas por el feto (fundamentalmente de carácter hereditario). Existe una aplicación de las técnicas no invasivas para la predic- ción de aneuploidías cromosómicas y alteraciones estructurales, con valores predictivos extremadamente altos (especialmente los negativos, superiores al 99% en, p. ej., la trisomía 21). Estas técnicas, conocidas como NIPT (del inglés non invasive prenatal testing) o DNA-lc (DNA fetal libre circulante), son un complemento excepcional al diagnóstico prenatal, ya que aquellas gestantes sin un elevado riesgo combinado, sin malformación ecográfica relevante o con situaciones especiales (ansiedad materna, etc.) pueden realizar el NIPT, reduciendo la tasa de técnicas invasivas en principio innecesarias (y, por consiguiente, las complicaciones asociadas). En caso de que el NIPT confirme el riesgo, se recomendaría técnica invasiva. Diagnóstico genético prenatal invasivo A pesar de que existe una gran cantidad de posibilidades con las técnicas no invasivas, el diagnóstico invasivo sigue siendo fundamental dentro de los protocolos de diagnóstico prenatal. En la actualidad, las indica- ciones más frecuentes de diagnóstico prenatal invasivo (muestra fetal) son: 1) antecedentes familiares (en forma de afectos previos, padres portadores de alteraciones equilibradas con riesgo en la descendencia, etc.); 2) alto riesgo de cribado (combinado o genético no invasivo), y 3) la detección ecográfica de anomalías fetales. Es muy importante una sesión de asesoramiento a la pareja antes de plantear ningún estudio prenatal, en la que se anticipen los posibles problemas y dudas que se pueden plantear, así como la obtención de consentimiento informado. Por lo general, el diagnóstico genético prenatal invasivo precisa de DNA fetal directo, que puede provenir de tres técnicas fundamentales, todas ellas apoyadas por técnicas de imagen (ecografía): 1. Biopsia corial. La biopsia corial (fig. 156-6) consiste en la reco- lección de material coriónico (parte del trofoblasto que participa en la generación de la placenta) por vía cervical o abdominal, normalmente en las semanas 10-13 de gestación (por medición ecográfica). Es una técnica relativamente precoz, pero no carente de contraindicaciones: el riesgo de complicaciones y pérdida fetal es mayor (aproximadamente del 1%), es posible obtener una muestra contaminada de material materno (no sólo fetal) y el corion puede desarrollar alteraciones genéticas no presentadas en el feto, lo que se conoce como mosaicismo de confinamiento placentario (si bien es un evento raro que no supera el 1% de los casos). 2. Amniocentesis. Consiste en la aspiración de líquido amniótico (unos 10-20 mL) mediante punción de la cavidad amniótica por vía abdominal para el análisis, o bien de estudios bioquímicos (presencia de hormonas, etc., en el propio líquido), o bien del DNA de las células fetales descamadas flotantes en el líquido amniótico (llamadas amniocitos). Este procedimiento suele realizarse ruti- nariamente entre las semanas 15 y 17 de la gestación. Algunas de las técnicas de análisis requieren el cultivo de los amniocitos, procedimiento que puede llevar como mínimo 2 semanas. Implica un riesgo de un 0,5%-1% de complicaciones para la gestación y existe la posibilidad de isoinmunización Rh de la madre, que debe prevenirse mediante la administración de anticuerpos en mujeres con Rh negativo antes de la intervención. 3. Una tercera técnica, más residual en su uso, es la cordocentesis, que es el aspirado de sangre fetal mediante punción directa del cordón umbilical a partir de la semana 18-19. Suele usarse en casos de emergencia o de resultados dudosos en las dos anteriores, ya que tiene más complicaciones (un 2% de pérdida fetal). Una vez obtenido el material fetal, se procederá al análisis genético mediante la metodología óptima para cada sospecha diagnóstica. A pe- sar de que, históricamente, la mayoría del diagnóstico era basado TABLA 156-3 Edad materna (años) Trisomía 21 (%) 35 0,35 36 0,57 37 0,68 38 0,81 39 1,09 40 1,23 41 1,47 42 2,19 43 3,24 44 2,96 45 4,53 46 8,19 Tomado de Ferguson-Smith MA, Yates JR. Prenat Diagn 1984;4:5-44. Biopsia de vellosidades corió- nicas. Durante el primer trimestre del embarazo es posible obtener material fetal, que puede ser objeto de varios estudios. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 1218 SECCIÓN IX Genética médica en el cariotipo de bandeo G. Debido a la lentitud del cariotipo y su subjetividad, en la actualidad existen diversos protocolos que recomien- dan el uso de otras técnicas más modernas, dejando por lo general el uso de cariotipo para el consejo genético reproductivo tras efectuar el diagnóstico prenatal (presencia de reordenamientos familiares, etc.). Por lo general, está comúnmente estandarizado en primera línea el uso de técnicas rápidas para el estudio de las aneuploidías más comu- nes, que son las trisomías de cromosomas 21, 18 y 13 (en orden de frecuencia), las alteraciones cromosómicas de los cromosomas sexuales y la aparición de triploidías completas. Una de las técnicas rápidas más usadas es la QF-PCR (en inglés quantitative fluorescent polymerase chain reaction), que analiza las alte- raciones anteriormente mencionadas mediante análisis molecular de regiones polimórficas de los cromosomas (llamadas STR) en menos de 24 h. Tras las técnicas rápidas, la técnica más estandarizada en el diagnós- ticoprenatal son los microarrays cromosómicos (CMA), al detectar con una altísima precisión la duplicación o deleción de fragmentos de DNA a lo largo de todo el genoma (conocidos como regiones de cambio de número de copia). A efectos prácticos, los microarrays permiten detectar casi todos los hallazgos detectables por cariotipo, exceptuando aquellos que no impliquen un cambio de número de copia neto (que son las tri- ploidías, detectables por QF-PCR, o los reordenamientos equilibrados). Los CMA son extremadamente rápidos (menos de 1 semana), objetivos y precisos, detectando hallazgos invisibles al cariotipo que podrían explicar malformaciones ecográficas. Sin embargo, pueden detectarse, en algunos casos, variantes de significado clínico incierto (VOUS) que pueden generar incertidumbre en el resultado y en la posible toma de decisiones. Por ello, los CMA son recomendados como prueba de primer orden en caso de hallazgos ecográficos y debe considerarse su utilización para casi todas las indicaciones. Existen, no obstante, diversas enfermedades no detectables por cariotipo, QF-PCR o CMA. Es el caso de las mutaciones y otras altera- ciones moleculares como la enfermedad de Huntington. En la mayoría de esas situaciones se parte de antecedentes familiares, pudiendo realizar estudios moleculares (PCR, otros) específicos para su detección. En otros casos, se puede tratar de anomalías ecográficas específicas de ciertas mutaciones, como las displasias esqueléticas. En estas situacio- nes, la secuenciación de nueva generación (NGS) ha cobrado especial importancia, ya que es posible analizar diversos genes (desde unos pocos a miles de genes) relacionados con el fenotipo ecográfico o la sospecha clínica, lo que permite obtener un diagnóstico eficaz y rápido para estas enfermedades. Sin embargo, no hay que olvidar que es posible la detec- ción de variantes con significación clínica incierta, incrementándose dicha posibilidad al aumentar el número de genes analizados. Por último, cabe destacar que, aunque el diagnóstico prenatal pretende dar información sobre el embarazo en curso y el devenir del feto, los hallazgos genéticos obtenidos pueden tener altísima relevancia para futuros planes reproductivos de la pareja. Por tanto, el esfuerzo de diagnosticar la causa debe ir más allá de la terminación del embarazo y debe también aplicarse a abortos y mortinatos. Los fetos resultantes deben ser estudiados mediante necropsia, se han de tomar siempre muestras de DNA y cultivo celular, y se deben realizar las pruebas genéticas apropiadas encaminadas a establecer el diagnóstico etioló- gico y transmitir después la información a la familia en el proceso de asesoramiento genético. Lo mismo ocurre con los neonatos vivos para los cuales no se ha alcanzado un diagnóstico durante la gestación. Si se sospecha una alteración genética, será necesario llegar al diagnóstico del caso índice en todos los casos para poder afrontar una nueva ges- tación conociendo los riesgos y las opciones reproductivas. El proceso es complejo, suele implicar a obstetras, genetistas clínicos y asesores genéticos, y puede requerir de segundas opiniones por la trascendencia de las decisiones que se van a tomar. CRIBADO GENÉTICO NEONATAL Cada año, millones de recién nacidos en el mundo se someten a pruebas de cribado neonatal, con programas que difieren entre los diferentes países. El cribado neonatal es un ejemplo de un beneficio para la salud pública derivado de la aplicación de los descubrimientos genéticos, sobre todo en condiciones médicas que tienen un tratamiento eficaz si se implanta al poco tiempo del nacimiento. Las pruebas de cribado se han ampliado notablemente debido a la mejoría técnica en la detección de alteraciones bioquímicas y genéticas, y por la mayor disponibili- dad de tratamientos para las enfermedades detectadas. La disponibilidad de ensayos clínicos con mejoras potenciales para la salud de los niños con algunas enfermedades raras se ha convertido en un argumento para incentivar la identificación temprana de más enfermedades genéticas en el recién nacido, aunque todavía no exista un tratamiento óptimo para algunos trastornos. Sin embargo, el beneficio reproductivo, es decir, la posibilidad de detectar portadores y su acceso a información genética en un momento en que se puede utilizar para guiar opciones reproductivas futuras, no ha sido históricamente uno de los motivos para la inclusión de las condiciones específicas de evaluación del recién nacido, aunque es parte de la discusión. El cribado bioquímico en los recién nacidos se inició en los años sesenta para la fenilcetonuria, cuando se hizo evidente que la introducción de una dieta restringida en fenilalanina podría mejorar la evolución de los niños afectados. Otras condiciones sometidas a cribado desde hace años incluyen el hipoti- roidismo, la fibrosis quística, la sordera y trastornos del metabolismo, y en algunos lugares las hemoglobinopatías, la inmunodeficiencia combinada y la atrofia muscular espinal. Actualmente, la mayoría de los sistemas de salud han asumido el llamado cribado neonatal expandido, y se detectan decenas de enfermedades con marcadores bioquímicos adecuados. También se está empezando a utilizar el estudio genético de mutaciones en los genes implicados, bien como primera prueba, bien para confirmar los resultados de una anomalía bioquímica. Los estudios de secuenciación masiva permiten el estudio de múltiples genes a la vez. Para muchas parejas, especialmente para aquellas con un riesgo genético conocido, la decisión de llevar a cabo otras pruebas genéticas específicas se determina después de discutirlo con su médico y con un especialista en genética. ANÁLISIS GENÉTICOS DIRECTOS AL CONSUMIDOR La tecnología de las pruebas genéticas es ya muy accesible y permite analizar el DNA de una persona a partir de células descamadas en la saliva y muchas otras fuentes, lo que ha facilitado su explotación comercial de las pruebas genéticas, con una oferta creciente online a través de Internet. Se ofrecen estudios de variantes genéticas de predisposición basadas en estudios de asociación genómica para rasgos complejos, pero también análisis específicos o generales de mutaciones responsables de enfermedades de herencia mendeliana, con información sobre condición de portador y, en algunos casos, la secuenciación completa del genoma. La proliferación comercial ha progresado más rápidamente que la capacidad de desarrollo de políticas públicas y normativas, en parte porque los criterios para evaluar la utilidad clínica de la información genómica personal no están definidos. Algunas empresas indican que proporcionan infor- mación sobre predisposición genética, pero reducen al mínimo su implicación directa en la atención médica, mientras otras emplean a profesionales y asesores genéticos. La legislación vigente en España y Europa, las agencias de con- trol sanitario y las sociedades científicas y profesionales recomiendan que las pruebas genéticas directamente ofertadas a los consumidores se sometan a inspección sanitaria regularizada, se realicen bajo la responsabilidad de profesionales con experiencia en genética en la prescripción del test adecuadamente, así como en la interpretación de los resultados y, finalmente, con una obligación de consulta antes y después de las pruebas (asesoramiento genético pre- y postest). En general, se desalienta la oferta de pruebas directas al consumidor hasta la resolución de cuestiones básicas como la garantía de que consumidores y proveedores conocen las limitaciones, las dificultades de interpretación, la falta de regulación y los posibles problemas de privacidad y confidencialidad. Algunas de estas ofertas de pruebas han sido ilegalizadas en EE. UU. y otros países. Se requiere una mayor educación de los profesionales sanitarios en general, así como una mayor participación de los asesores genéticos y los médicos especialis- tas engenética y medicina materno-fetal. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 1219 CAPÍTULO 157 Farmacogenética BIBLIOGRAFÍA ESPECIAL Chong JX, Buckingham KJ, Jhangiani SN, Boehm C, Sobreira N, Smith JD, et al. The genetic basis of Mendelian phenotypes: discoveries, challenges and opportunities. Am J Hum Genet 2015;97:199-215. Green RC, Berg JS, Grody WW, Kalia SS, Korf BR, Martin CL, et al. ACMG recommendations for reporting of incidental findings in clinical exome and genome sequencing. Genet Med 2013;15:565-74. Harper PS. Practical Genetic Counselling. 7.ª ed. London: Hodder Arnold; 2010. Suela J, López-Expósito I, Querejeta ME, Martorell R, Cuatrecasas E, Armengol L, et al. Recommendations for the use of microarrays in prenatal diagnosis. Med Clin (Barc) 2017;148(7):328.e1-8. Vermeesch JR, Voet T, Devriendt K. Prenatal and pre-implantation genetic diagnosis. Nat Rev Genet 2016;17(10):643-56. https://booksmedicos.org Push Button0:
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