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ARTROPATÍA NEUROPÁTICA L. Arboleya Rodríguez Concepto y etiología La artropatía neuropática es una enfermedad destructiva articular causada por un déficit neurológico. Su causa más frecuente es la dia- betes mellitus, aunque puede producirse en una amplia variedad de trastornos neurosensoriales como la tabes dorsalis (sífilis), siringomielia, esclerosis múltiple, polineuropatías y lesiones medulares traumáticas o neoplásicas. En los niños, la causa más común es la espina bífida con mielomeningocele. En los últimos años, a la lista de enfermedades comentada, se ha añadido la neuropatía asociada a la infección por el virus de inmunodeficiencia humana, que puede ser exacerbada por el tratamiento con inhibidores de la transcriptasa inversa de nucleótidos. En el 30% de los casos, no se puede establecer una asociación causal. Patogenia Existen dos factores predisponentes principales: afectación neurosen- sorial y traumatismo agudo o repetitivo crónico. Sin embargo, muchos pacientes no presentan estos antecedentes y tampoco su presencia nece- sariamente va a producir la enfermedad. Por tanto, la patogenia de la artropatía neuropática es controvertida. Se han propuesto dos teorías patogénicas: neurotraumática, mediante la cual los reflejos musculares protectores de la articulación se pierden en presencia de una neuropatía, y neurovascular, en la que una serie de alteraciones vasomotoras mediadas por el sistema nervioso autónomo ocasionarían un incremento circulato- rio anormal en la articulación afectada, con aparición de cortocircuitos arteriovenosos y, finalmente, aumento del remodelado local, osteopenia, laxitud ligamentosa y fragmentación de las estructuras articulares. Ambas teorías, que no son mutuamente excluyentes, no han podido ser demos- tradas con rigor en diferentes modelos animales estudiados, por lo que el origen de la artropatía neuropática continúa siendo desconocido. Cuadro clínico En general, la manifestación inicial es prácticamente indistinguible de una artritis aguda de cualquier otro origen. La creencia general de que no se produce dolor puede inducir a error, ya que el 50% de los pacientes presentan artralgia, aunque va a ser desproporcionadamente inferior al grado de inflamación o destrucción articular observados. Aunque la forma más frecuente es la monoartritis, existe la posibilidad de que se produzca una oligoartritis e incluso una poliartritis. La dis- tribución dependerá del origen, siendo los pies, los tobillos y las rodi- llas los sitios más frecuentes, excepto en la siringomielia, en la que la artropatía se produce en el hombro, el codo o la muñeca. Afecta al 0,1%-0,5% de los diabéticos y al 16% de los pacientes con neuropatía diabética, generalmente entre 10 y 15 años después del comien- zo. La articulación que se afecta con mayor frecuencia es la mediotarsiana. En estadios avanzados, la destrucción de las articulaciones del tarso provoca la pérdida del contorno interno del pie y el colapso del arco plantar, para adoptar una morfología muy característica denominada pie cúbico. Diagnóstico En el estadio agudo inicial, las radiografías suelen ser normales o revelar un aumento de partes blandas completamente inespecífico. En fases más avanzadas se observan cambios muy marcados que consisten en una combinación de imágenes destructivas e hipertróficas, con desaparición del cartílago articular, fragmentación y resorción del hueso subcondral y proliferación de hueso neoformado en los bordes articulares. Las fracturas patológicas son frecuentes, así como la exis- tencia de cuerpos libres intraarticulares. En otros casos hay osteólisis, con desaparición absoluta de las epífisis. Como medios auxiliares para el diagnóstico se puede utilizar la gammagrafía ósea con Tc-MDP, en la que se observa una intensa hipercaptación del radioisótopo en las tres fases, y la RM o la TC por emisión de positrones (PET- CT), las pruebas más sensibles, que además presentan una alta especificidad en estadios iniciales y cuando es preciso realizar el diagnóstico diferencial con la infección osteoarticular, sobre todo en pacientes con pie diabético, en los que la diferenciación de ambos procesos o, en otros casos, la confirmación de su coexistencia es fun- damental para el tratamiento. Tratamiento La terapéutica adecuada de la enfermedad neurológica tiene muy poca o ninguna influencia sobre la artropatía, que tiende a progresar con el tiempo. En las fases iniciales, están indicados la inmovilización de la arti- culación afectada y el establecimiento de un plan de protección articular, lo que pone de relieve la importancia decisiva de un diagnóstico precoz, que va a determinar el pronóstico funcional de la artropatía. En estadios más avanzados, son útiles las ortesis correctoras. En articulaciones inestables se pueden practicar artrodesis. El tratamiento farmacológico se reduce a la prescripción de analgésicos en los períodos de dolor, no existiendo estudios de suficiente calidad que nos permitan recomendar la utilización rutinaria de otros fármacos como aminobisfosfonatos o inhibidores del RANKL o del TNF, al menos por el momento. BIBLIOGRAFÍA ESPECIAL Blume PA, Sumpio B, Schmidt B, Donegan R. Charcot neuroarthropathy of the foot and ankle: diagnosis and management strategies. Clin Podiatr Med Surg 2014;31:151-72. Lavery LA, Oz OK, Bhavan K, Wukich DK. Diabetic foot syndrome in the twenty-first century. Clin Podiatr Med Surg 2019;36:355-9. Womack J. Charcot arthropathy versus osteomyelitis: evaluation and manage- ment. Orthop Clin North Am 2017;48:241-7. OSTEOARTROPATÍA HIPERTROFIANTE L. Arboleya Rodríguez Concepto La osteoartropatía hipertrofiante es un síndrome que combina la presencia de acropaquias, periostosis de los huesos largos y dolor e inflamación articular. La patogenia es desconocida. En las formas secundarias a un proceso neoplásico y según la hipótesis más aceptada, las células tumorales producirían factores de crecimiento que serían los responsables de los procesos proliferativos. En los casos secundarios a una enfermedad caracterizada por la exclusión funcional de una parte del pulmón o por la existencia de cortocircuitos derecha-izquierda, la hipertrofia estaría provocada por la llegada masiva de megacariocitos (que en condicio- nes normales se fragmentarían en plaquetas en la microcirculación pulmonar) a la circulación arterial sistémica. Estas células impactarían en sitios distales, donde segregarían factores de crecimiento para los Formas misceláneas de artritis Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org S E C C IÓ N V II 1005 CAPÍTULO 123 Formas misceláneas de artritis © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. fibroblastos, con lo que se induciría la aparición de cambios hiper- tróficos. En las formas primarias se han descrito mutaciones en dos genes cuyos productos están relacionados funcionalmente: el HPGD y el SLCO2A1, que codifican la principal enzima catabólica de PGE2 y el transportador de prostaglandinas, respectivamente. Cuadro clínico y diagnóstico Existen dos formas clínicas: primaria y secundaria. La primaria, también denominada paquidermoperiostosis o síndrome de Touraine-Solente-Golé, es una entidad rara que presenta una predisposición hereditaria variable (menos del 30% de los pacientes tiene algún familiar afectado). Es mucho más frecuente en varones y suele comenzar a manifestarse en la adolescencia con la aparición paulatina de deformidades digitales en manos y pies (dedos «en palillo de tambor» y uñas «en vidrio de reloj»), engrosamiento cutáneo (paquidermia), estrías profundas en cuero cabelludo y cara (cutis verticis gyrata), disfunción glandular con hiperhidrosisy seborrea, y dolor en las articulaciones y en los huesos largos. Sigue un curso lentamente progresivo, antes de que se detenga espontáneamente a los 10 años de evolución, persistiendo las deformidades residuales. La osteoartropatía hipertrofiante secundaria, también llamada sín- drome de Pierre Marie-Bamberger, es mucho más frecuente; su comienzo precede a menudo al de la entidad causal, es agudo y su evolución rápida. Se manifiesta clínicamente por acropaquias que se asocian con la semiología propia de la enfermedad de base, siendo infrecuente la aparición de los síntomas cutáneos de las formas primarias. En un tercio de los pacientes se produce una artritis pauciarticular o poliarticular que afecta de forma predominante a grandes articulaciones. En estos casos, la artrocentesis muestra la presencia de líquido sinovial no inflamatorio cuyo origen se atribuye a irritación sinovial producida por la perios- tosis adyacente. Exploraciones complementarias El hallazgo radiológico característico es el engrosamiento perióstico, que es difuso y simétrico en la paquidermoperiostosis, mientras que en las formas secundarias adopta una morfología más irregular y variable que oscila entre la simple elevación del periostio, separado del hueso cortical por una fina línea transparente, a la adopción de un aspecto laminar, en varias capas («en bulbo de cebolla») o aposiciones irregu- lares distribuidas de manera segmentaria. En las fases tempranas de la enfermedad es útil la realización de una gammagrafía ósea en la que se puede observar una captación lineal yuxtacortical en las diáfisis de los huesos largos, antes de que se visualice la imagen radiográfica. En el cuadro 123-1 se exponen las principales causas que se han relacionado con la aparición de una osteoartropatía hipertrofiante. En el adulto, un 90% de los casos se relaciona con una enfermedad neoplásica intratorácica, sobre todo con el carcinoma broncogénico, o con infecciones crónicas pulmonares (bronquiectasias, tuberculosis, abscesos, empiema) o cardíacas (endocarditis). En el niño, las causas más frecuentes son las cardiopatías congénitas, la fibrosis quística y el osteosarcoma con metástasis pulmonares. Tratamiento El único tratamiento efectivo de la osteoartropatía hipertrofiante secundaria es la eliminación de la causa subyacente. El tratamien- to sintomático de la dolencia se basa en la administración de gluco- corticoides orales o intraarticulares en los casos que presentan artritis, así como analgésicos y AINE si presentan dolor osteoarti- cular. En algunos casos que provocan dolor intenso refractario al tratamiento sintomático básico se han utilizado los bisfosfonatos, con resultados variables. BIBLIOGRAFÍA ESPECIAL Callemeyn J, Van Haecke P, Peetermans WE, Blockmans D. Clubbing and hypertrophic osteoarthropathy: insights in diagnosis, pathophysiology, and clinical significance, Acta Clin Bel 2016;71:123-30. Pineda C, Martínez Lavín M. Hypertrophic osteoarthropaty. Rheum Dis Clin N Am 2013;39:383-400. POLIARTRITIS PARANEOPLÁSICA L. Barile Fabrís, M. Portela Hernández Hasta un 50% de los pacientes con cáncer pueden presentar un sín- drome paraneoplásico, algunos de ellos de naturaleza reumática. Los síndromes reumáticos paraneoplásicos son inducidos por mediadores solubles y/o por linfocitos citotóxicos, y pueden preceder al tumor, aparecer concomitantemente o surgir después del diagnóstico. Entre los más frecuentes se encuentran la osteoartropatía hipertrofiante, la polimialgia reumática, la miositis inflamatoria idiopática y las vasculitis; otros menos comunes son el síndrome RS3PE (remitting seronegative symmetrical synovitis with pitting edema) y la artritis por amiloide. El síndrome reumático paraneoplásico también se puede expresar como una artropatía inespecífica, que en la mayor parte de los casos adopta un patrón poliarticular (poliartritis paraneoplásica). Para diag- nosticarla debe mantenerse un alto índice de sospecha frente a toda artropatía de inicio agudo en un paciente de edad avanzada, que res- ponde mal al tratamiento instaurado y que se acompaña de manifes- taciones constitucionales. • CUADRO 123-1 Etiología de la osteoartropatía hipertrofiante secundaria Enfermedades pulmonares Neoplasia intratorácica (cáncer primario, metástasis, mesotelioma, timoma) Infecciones crónicas Enfermedad pulmonar difusa (fibrosis quística, neumopatías intersticiales crónicas) Enfermedades cardiovasculares Cardiopatía congénita cianótica Hipertensión pulmonar Endocarditis bacteriana Fístula arteriovenosa braquial (acropaquia unilateral) Ictus hemipléjico (acropaquia unilateral) Aneurisma aórtico (acropaquia unilateral) Arteritis infecciosa (acropaquia unilateral) Injertos arteriales infectados (acropaquia distal al injerto) Enfermedades hepáticas Cirrosis hepática Carcinoma hepatocelular Atresia biliar Colangitis esclerosante primaria Enfermedades gastrointestinales Enfermedad inflamatoria intestinal (enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa) Enfermedad celíaca Cáncer de esófago, estómago, hígado y colon Acalasia Enfermedades reumáticas Enfermedad de Behçet Síndrome antifosfolipídico Vasculitis (arteritis de Takayasu, poliarteritis nudosa) Artritis reumatoide Lupus eritematoso sistémico Espondiloartropatías Artropatía por depósito de pirofosfato cálcico Miscelánea Enfermedad de Graves-Basedow Talasemia Mielofibrosis Neoplasias Infección por el HIV Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 1006 SECCIÓN VII Reumatología y enfermedades sistémicas Su etiología no está bien establecida. Se considera que aparece como consecuencia de una reacción autoinmune frente a un antígeno tumoral. Se asocia preferentemente a tumores sólidos, en especial al adenocarcinoma pulmonar. Clínicamente se manifiesta como una poliartritis simétrica que afecta a manos y pies (80% de los casos); no obstante, puede adoptar un patrón oligoarticular y asimétrico, con compromiso de las grandes articulaciones de las extremidades inferiores. Existe una marcada alteración del estado general, con astenia, anorexia, pérdida ponderal y fiebre. Los valores de la VSG y de la PCR suelen estar muy elevados. El factor reumatoide y los ANA son negativos en la mayor parte de los casos. El líquido articular es de naturaleza inflamatoria. En las radio- grafías no se observan signos de destrucción articular. Los AINE y los glucocorticoides se utilizan como tratamiento sintomático. Característicamente, en la mayoría de los casos la poliar- tritis se resuelve o mejora notablemente al tratar la neoplasia asociada. La recaída tumoral no provoca necesariamente la reaparición de las manifestaciones articulares. BIBLIOGRAFÍA ESPECIAL Rast F, Parperis K, Amar S, Al-Charakh M. Paraneoplastic Inflammatory Ar- thritis. Cureus 2018;10(5):e2663. Watson GA, O’Neill L, Law R, McCarthy G, Veale D. Migrating Polyarthritis as a Feature of Occult Malignancy: 2 Case Reports and a Review of the Literature. Case Rep Oncol Med 2015;2015:934039. SÍNDROME DE FASCITIS PALMAR Y POLIARTRITIS L. Barile Fabrís, M. Á. Vázquez Zaragoza El síndrome de fascitis palmar con poliartritis es un síndrome poco frecuente caracterizado por contractura progresiva en flexión de los dedos, fascitis, fibrosis y artritis. Inicialmente fue descrito como un fenómeno paraneoplásico, aunque se ha asociado también a tubercu- losis y a enfermedad tiroidea. Como factor patogénico se ha propuesto el factor estimulador de fibroblastos y de crecimiento β. En la biopsia existe proliferación de fibroblastos y aumento de la matriz extracelular, sin evidenciar atrofia perifascicular, necrosis, granulomas o vasculitis. En la mayoría de los casos, los síntomas musculoesqueléticos preceden al diagnósticode malignidad y se caracterizan por dolor, inflamación y rigidez. La artritis suele ser simétrica y la piel afectada está tumefacta, eritematosa, con tintes cianóticos e indurada. Pueden existir fenómeno de Raynaud y signo del surco. Los tumores implicados con mayor frecuencia son el adenocarci- noma de ovario, el cáncer de mama, próstata y pulmón, y el de tipo indiferenciado; es frecuente observar la presencia del marcador tumoral CA 125, asociado a tumores femeninos. La edad media de los pacientes oscila entre 60 y 80 años (relación mujer:hombre, 4:1). Los estudios de laboratorio son poco útiles y presentan una gran variabilidad; en el 20% de los casos, la VSG y la PCR se sitúan por encima de 50 mm/h y 5 mg/L, respectivamente. Los ANA son nega- tivos en la mayoría de los casos. El líquido sinovial tiene caracterís- ticas inflamatorias, con predominio de polimorfonucleares. En las radiografías se observan manifestaciones de artrosis, condrocalcinosis y osteopenia; pueden existir erosiones. Por ultrasonido se pone de manifiesto la presencia de sinovitis, con señal eco-Doppler positiva. La presentación y el curso clínico de la fascitis con poliartritis son indicadores de síndrome paraneoplásico, con poca respuesta a los glucocorticoides y los AINE. BIBLIOGRAFÍA ESPECIAL Kajikawa H, Sobajima T, Koiwai C, Ichigo S, Takagi H, Imai A. Palmar fas- ciitis with polyarthritis-associated ovarian cancer: Case report and literature review. Mol Clin Oncol 2018;8:292-5. Manger B, Schett G. Palmar fascitis and polyarthritis syndrome-Systematic literature review of 100 cases. Semin Arthritis Rheum 2014;44:105-11. van Marcke C, Seront E, Docquier C, Filleul B. Palmar fasciitis and polyar- thritis, a rare paraneoplastic syndrome related to ovarian cancer. Clin Exp Dermatol 2017;42:328-30. RETICULOHISTIOCITOSIS MULTICÉNTRICA J. M. Nolla Solé Concepto Es una enfermedad sistémica infrecuente caracterizada por una infiltra- ción por histiocitos y células gigantes en múltiples órganos corporales, esencialmente en las articulaciones y en la piel. Su etiología no está aclarada, si bien se ha propuesto que es consecuencia de una respuesta de la función macrofágica frente a un antígeno exógeno, probablemente microbiano. Presenta predominio femenino (3:1) y tiene un pico má- ximo de incidencia entre los 40 y los 50 años. Cuadro clínico Por lo general, las manifestaciones articulares constituyen la primera evidencia de enfermedad. Consisten en una poliartritis simétrica que compromete preferentemente las muñecas y las pequeñas arti- culaciones de las manos; la afección de las interfalángicas distales es característica. Habitualmente sigue un curso progresivo y tiene carácter destructivo. Las manifestaciones cutáneas consisten en lesiones papulonodula- res, múltiples, de tamaño variable (desde pocos milímetros a 2-3 cm) y de color rojizo o parduzco. Se localizan preferentemente en la zona dorsal y lateral de los dedos. Pueden observarse, con frecuencia variable, manifestaciones cons- titucionales (astenia, pérdida ponderal y elevación, habitualmente discreta, de la temperatura) y compromiso pulmonar (derrame pleu- ral, fibrosis), cardíaco (derrame pericárdico, insuficiencia cardíaca), hepático y ganglionar. La reticulohistiocitosis multicéntrica se asocia a enfermedades autoinmunes sistémicas (artritis reumatoide y lupus eritematoso sis- témico entre otras) y a enfermedades endocrino-metabólicas (diabetes mellitus, hipotiroidismo, hiperlipemia). Especialmente relevante es la asociación con neoplasias, tanto sólidas como hematológicas, que acontece hasta en un 25%-30% de los casos. Diagnóstico El diagnóstico de sospecha se establece a partir de las manifestaciones clínicas, y el de certeza, a partir de la práctica de una biopsia de los órganos afectos, fundamentalmente de la piel. Característicamente, se observan histiocitos multinucleados gigantes e histiocitos mononu- cleares de tamaño variable con citoplasma eosinófilo y granular. Suele constatarse aumento de los reactantes de fase aguda y anemia de proceso crónico. El factor reumatoide, los anticuerpos antipéptidos citrulinados y los anticuerpos antinucleares son negativos. En las radiografías se observan erosiones bien delimitadas, sin osteopenia ni reacción perióstica y, con posterioridad, disminución del espacio articular. Tratamiento Habitualmente se utilizan los glucocorticoides (prednisona en dosis de 0,25-0,5 mg/kg/día) en asociación con fármacos inmunomodu- ladores (metotrexato, leflunomida, hidroxicloroquina micofenolato, azatioprina). Asimismo, pueden resultar efectivas otras modalidades terapéuticas, como los fármacos biológicos, esencialmente los anti- TNF, y los bisfosfonatos (ácido zoledrónico). BIBLIOGRAFÍA ESPECIAL Kumar B, Singh N, Rahnama-Moghadam S, Wanat KA, Ijdo JW, Werth VP. Multicentric Reticulohistiocytosis: A Multicenter Case Series and Review of Literature. J Clin Rheumatol 2018;24:45-9. Toz B, Büyükbabani N, İnanç M. Multicentric reticulohistiocytosis: Rheu- matology perspective. Best Pract Res Clin Rheumatol 2016;30:250-60. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org S E C C IÓ N V II 1007 CAPÍTULO 123 Formas misceláneas de artritis © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. REUMATISMO PALINDRÓMICO Y OTROS REUMATISMOS INTERMITENTES R. Sanmartí Sala Concepto El reumatismo palindrómico, del griego palin dromein («recurrente»), es una forma de artritis intermitente que evoluciona con frecuencia a una enfermedad crónica, principalmente a artritis reumatoide. Algu- nos datos epidemiológicos recientes sugieren que es una entidad más frecuente de lo que se consideraba anteriormente (relación reumatismo palindrómico:artritis reumatoide de 1:2). Su etiopatogenia es des- conocida. Existe discrepancia acerca de si el reumatismo palindrómico es una entidad por sí misma o sólo una forma de presentación de la artritis reumatoide (o incluso una forma incompleta de la enfer- medad). Su nexo de unión vendría determinado por su similar componente genético (asociación a determinados alelos HLA- DRB), por la alta frecuencia de evolución a artritis reumatoide y por su asociación con el factor reumatoide y especialmente con los anticuerpos antipéptidos citrulinados (muy específicos de artritis reumatoide). No obstante, la presencia de dichos autoanticuerpos no es sinónima de evolución a artritis reumatoide, ya que un número significativo de pacientes con reumatismo palindrómico que los presentan, incluso en títulos elevados, no evoluciona ni a artritis reumatoide ni a ninguna otra enfermedad crónica después de un período de más de 10 años. Cuadro clínico El reumatismo palindrómico afecta más al sexo femenino, en la edad media de la vida. Se caracteriza por episodios agudos de artritis o periartritis, de inicio súbito, casi siempre monoarticulares, a veces acompañados de eritema periarticular, y de muy corta duración, típica- mente inferior a 72 h (en muchas ocasiones de sólo 24 h). Los ataques ceden de forma espontánea sin dejar secuelas. Puede afectar a cualquier articulación, aunque es más frecuente en pequeñas articulaciones de manos, muñecas, rodillas y hombros. Las crisis son recurrentes, con períodos intercríticos de duración variable en que el paciente está totalmente asintomático. Exploraciones complementarias Los reactantes de fase aguda (PCR, VSG) son normales en la fase intercrítica, aunque en algunos casos pueden estar discretamente elevados durante la crisis aguda. En el 50% de los pacientes, apro- ximadamente, se detectan los autoanticuerpos característicos de la artritis reumatoide: el factor reumatoide y los anticuerpos antipép- tidos citrulinados,que pueden estar presentes en títulos elevados. Los anticuerpos antinucleares pueden ser también positivos en un porcentaje variable de casos. En las radiografías no se observan signos de destrucción articular (erosiones). La ecografía puede poner de manifiesto la presencia de sinovitis durante la crisis aguda, aunque es frecuente la presencia de inflamación periarticular sin sinovitis intraarticular. Es normal durante la fase intercrítica, lo que confirma la naturaleza intermitente del proceso. Diagnóstico y diagnóstico diferencial Existen diversos criterios diagnósticos de reumatismo palindrómico, aunque todos se basan en la objetivación de la artritis por parte del médico, en su carácter intermitente y, sobre todo, en descartar otras entidades que pueden cursar con artritis intermitente, especialmente artritis por microcristales (gota, enfermedad por depósito de cristales de pirofosfato cálcico), enfermedad de Whipple (que puede presentarse durante años sólo como artritis intermitente, con un cuadro muy parecido al reumatismo palindrómico) y síndromes autoinflamatorios (fiebre mediterránea familiar, síndrome TRAPS, síndrome de hiper- IgD; en estas entidades es característica la presencia de fiebre, ausente en el reumatismo palindrómico, y de otras manifestaciones extraarticu- lares). La hidrartrosis intermitente es una entidad muy poco frecuente que se caracteriza por episodios de tumefacción, casi siempre en la rodilla, a intervalos de 1-2 semanas con periodicidad exacta. Pronóstico El pronóstico vendrá determinado por su posible evolución a una artritis crónica, como la artritis reumatoide. Más del 50% de los pacientes con reumatismo palindrómico seguidos a largo plazo acaban desarrollando una artritis reumatoide típica. Esta evolución sería más frecuente durante los primeros 2-3 años de inicio del reumatis- mo palindrómico, en pacientes con artritis repetidas en las manos y en presencia de autoanticuerpos (factor reumatoide y anticuerpos antipéptidos citrulinados). Puede evolucionar también a otras enfer- medades, como lupus eritematoso sistémico, vasculitis y enfermedad de Behçet, entre otras. Tratamiento No se han realizado ensayos clínicos en pacientes con reumatismo palindrómico. Se pueden utilizar analgésicos o AINE en la fase aguda. Muchos pacientes responden de manera favorable a los antimaláricos de síntesis, como la hidroxicloroquina, con disminución del número o la intensidad de las crisis; en un estudio se sugiere que el tratamiento con este fármaco evitaría en parte o retrasaría la evolución a artritis reumatoide. Se desconoce el efecto de otros fármacos, como el meto- trexato o los biológicos, en esta entidad. BIBLIOGRAFÍA ESPECIAL Mankia K, Emery P. What can palindromic rheumatism tell us? Best Pract Res Clin Rheumatol 2017;31:90-8. Sanmartí R, Cabrera-Villalba S, Gómez-Puerta JA, Ruiz-Esquide V, Hernández MV, Salvador G, et al. Palindromic rheumatism with positive anticitru- llinated peptide/protein antibodies is not synonymous with rheumatoid arthritis. A longterm followup study. J Rheumatol 2012;39:1929-33. SINOVITIS VELLOSONODULAR PIGMENTADA J. M. Nolla Solé Concepto Es un raro trastorno proliferativo, benigno, de la sinovial articular, las vainas tendinosas y las bolsas serosas. Presenta una incidencia anual de dos casos por millón de habitantes y afecta preferentemente a indivi- duos en la cuarta y quinta décadas de la vida, sin distinción de género. La etiopatogenia no está completamente establecida. Se ha invocado un origen neoplásico, si bien también se ha postulado que el proceso podría aparecer como consecuencia de una inflamación crónica o un traumatismo inductor de hemorragia. Cuadro clínico Característicamente la enfermedad es monoarticular. Se distinguen dos formas clínicas según la extensión de la afección sinovial, la localizada, que suele comprometer la rodilla, la cadera y las pequeñas articulacio- nes de las manos, y la difusa, en la que se afecta la rodilla en más del 80% de los casos. Las formas localizadas de la enfermedad suelen presentarse como una tumefacción articular, más o menos evidente, que inicialmente no causa dolor. En las formas generalizadas, el dolor está presente desde el inicio y de forma progresiva aparece una incapacidad funcional que puede llegar a ser muy acentuada. Cuando se comprometen los tendones se observa una tumoración indolente en una vaina flexora de los dedos, la muñeca, el pie o el tobillo. Existe la posibilidad de que se produzca una transformación sarco- matosa, pero parece ser una circunstancia excepcional. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 1008 SECCIÓN VII Reumatología y enfermedades sistémicas Anatomía patológica Las formas localizadas aparecen como un tumor lobulado bien cir- cunscrito. En las formas difusas, los múltiples nódulos pedunculados o sésiles coexisten con gruesas vellosidades sinoviales afelpadas que invaden el hueso y los tejidos vecinos. Al microscopio se observa una hiperplasia sinovial e histiocitaria con células gigantes multinucleadas, macrófagos cargados de hemosiderina y fibroblastos. Diagnóstico y exploraciones complementarias El diagnóstico de sospecha se fundamenta en los datos anamnésicos, así como en los hallazgos en la exploración física, en la artrocentesis y en las pruebas de imagen. El diagnóstico de certeza se establece a partir del análisis anatomopatológico del material obtenido por biopsia. El líquido sinovial es sanguinolento (hemartrosis), citrino o marrón, de celularidad variable. La VSG y la PCR suelen ser normales. En las fases iniciales o en las formas localizadas la radiografía simple es normal o se observa un aumento circunscrito de partes blandas; des- pués aparecen erosiones, geodas o quistes óseos, bien delimitados por un ribete escleroso en ambas epífisis articulares. La interlínea articular suele estar preservada. La RM, la técnica de imagen de elección, es característica, pero no patognomónica: imágenes de hiposeñal en secuencias T1 y T2 en concordancia con las propiedades ferromagnéticas de la hemosiderina. Es útil para delimitar la extensión del proceso antes de la planificación quirúrgica y para detectar recidivas. El diagnóstico diferencial debe establecerse con las artritis infeccio- sas, con la condromatosis sinovial y con los sarcomas y hemangiomas sinoviales. Tratamiento El tratamiento estándar es quirúrgico. Debe ser individualizado y precoz, según edad, localización, forma clínica, distribución, grosor del tejido sinovial alterado y afección ósea vecina. Se basa en una sinovectomía, parcial o total, según se trate de una forma localizada o difusa. Debe practicarse un curetaje de las lesiones óseas. Las recidivas son frecuentes en la forma difusa en la rodilla. En caso de artropatía destructiva de cadera se recurre a una artro- plastia total. Existen algunas evidencias acerca del efecto beneficioso de inhibido- res de la tirosín-cinasa (imatinib, nilotinib) y de antagonistas del TNF (infliximab, etanercept), pero se considera que no son suficientemente sólidas como para recomendar su utilización. BIBLIOGRAFÍA ESPECIAL Brahmi M, Vinceneux A, Cassier PA. Current Systemic Treatment Options for Tenosynovial Giant Cell Tumor/Pigmented Villonodular Synovitis: Targeting the CSF1/CSF1R Axis. Curr Treat Options Oncol 2016;17:10. Palmerini E, Staals EL, Maki RG, Pengo S, Cioffi A, Gambarotti M, et al. Tenosynovial giant cell tumour/pigmented villonodular synovitis: Outcome of 294 patients before the era of kinase inhibitors. Eur J Cancer 2015;51: 210-7. Stephan SR, Shallop B, Lackman R, Kim TW, Mulcahey MK. Pigmented Villonodular Synovitis: A Comprehensive Review and Proposed Treatment Algorithm. JBJSRev 2016;4(7). SÍNDROME DE TIETZE J. M. Nolla Solé Es un proceso inflamatorio que afecta a la unión condroesternal y las partes blandas que lo rodean y que se manifiesta clínicamente por tumefacciones dolorosas en la región torácica anterior. Para esta- blecer el diagnóstico de síndrome de Tietze es preciso descartar la existencia de otras enfermedades que, como las espondiloartritis, las artritis infecciosas y los tumores, puedan causar tumefacciones en esa localización. La etiología se desconoce. Afecta predominantemente a adultos de 20-40 años. El compromiso es igual en ambos sexos. Los cartílagos costales 2.°, 3.° y 4.° son los que se afectan con mayor frecuencia. En el 80% de los casos el compromiso es único. Cuando hay afección múltiple, las tumefacciones suelen estar localizadas en la misma región paraesternal. El cuadro clínico se caracteriza por dolor de características infla- matorias que se agrava con la presión local y con los movimientos respiratorios y de torsión del tronco. Su inicio puede ser insidioso o agudo; en este último caso puede plantear problemas de diagnóstico con el que provoca la cardiopatía isquémica. La práctica clínica ha convertido en sinónimos los términos síndrome de Tietze y costocon- dritis. En sentido estricto, el término costocondritis debería utilizarse sólo cuando existe dolor en la región paraesternal sin evidencia de tumefacción. Puede haber un aumento de la VSG, pero por lo general no se observan alteraciones. La radiografía es normal. En situaciones de duda diagnóstica, la TC puede resultar útil. La enfermedad tiene tendencia a autolimitarse. La duración del proceso oscila, por lo general, entre 1 semana y 2 meses; pueden observarse recurrencias. El dolor se alivia y las tumefacciones disminuyen con el tratamiento con AINE. Puede ser útil la aplicación de infiltraciones locales de anestésico o de glucocorticoides. En casos recurrentes puede ensa- yarse la salazopirina. En casos excepcionales, en los que se cons- tata refractariedad al tratamiento farmacológico, puede recurrirse a la cirugía. BIBLIOGRAFÍA ESPECIAL Gologorsky R, Hornik B, Velotta J. Surgical Management of Medically Refrac- tory Tietze Syndrome. Ann Thorac Sur 2017;104:e443-5. Lanham DA, Taylor AN, Chessell SJ, Lanham JG. Non-cardiac chest pain, a clinical assessment tool. Br J Hosp Med (Lond) 2015;76:296-300. Sawada K, Ihoriya H, Yamada T, Yumoto T, Tsukahara K, Osako T, et al. A patient presenting painful chest wall swelling: Tietze syndrome. World J Emerg Med 2019;10:122-4. https://booksmedicos.org Push Button0:
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