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VIGILANCIA EPIDEMIOLOGICA 2017 CENTRO EDUCATIVO SAN PABLO TABLA DE CONTENIDO. INTRODUCCION -----------------------------------------------------------------------------------3 OBJETIVOS GENERAL ---- ---------------------------------------------------------------------------- 4 OBJETIVOS ESPECÍFICOS --- ----------------------------------------------------- ------------------------ 4 EL CONCEPTO DE SALUD ------------------------------------------- ------------------------------------- 6 LA SALUD COLECTIVA COMO RESPONSABILIDAD SOCIAL ------------------------------------------- 9 EL DERECHO A LA SALUD ------------------------------------------------------------------------- 26 FUNDAMENTOS DE EPIDEMIOLOGÍA ---- -------------------------------------------------------- 45 VIGILANCIA EPIDEMIOLOGICA ----------- ----------------------------------------------------------- 71 Vigilancia epidemiológica Elementos de la Vigilancia Epidemiológica --------------------------------------------------- 77 VIGILANCIA EPIDEMIOLOGICA EN LA SEGURIDAD SOCIAL -------------------------------- 86 SISTEMA DE INFORMACION PARA LA VIGILANCIA EN SALUD PÚBLICA EN EL SIVIGILA. ------------------------------------------------------------------------------------------------ 98 MARCO LEGAL -------------------------------------------------------------------------------------- 98 SISTEMA DE VIGILANCIA EN SALUD PÚBLICA EN EL SIVIGILA Componentes del Sistema de información para la vigilancia en salud pública ----------------------- 102 ACTIVIDADES DIDÁCTICAS SUGERIDAS --------------------------------------------------------103 3 INTRODUCCION El control y la vigilancia epidemiológica en Colombia, son procesos continuos de investigación de la situación de salud y de las principales características de una población tales como la morbilidad, la mortalidad y otros eventos de salud pública que se pueden presentar en una comunidad. Para esto, es importante hacer una recolección sistemática de información liderada por el Ministerio de Salud y apoyada por todas las entidades vinculadas al sistema de salud y por todos los sectores que de alguna forma puedan influir en la prevención y en el descubrimiento oportuno de nuevas enfermedades. Para el caso de Colombia, existe el Sistema de Información de Vigilancia en Salud Pública SIVIGILA [1], que debe ser adoptado por todas las secretarias de salud a lo largo del territorio nacional. Este sistema nos permite evaluar las condiciones de los estilos de vida de la población así como los comportamientos humanos según los estratos sociales; permite también evaluar la acción comunitaria y el trabajo intersectorial que se realiza con el fin de mejorar dichas condiciones o estilos de vida y poder ejercer los planes de prevención con el fin de mantener el buen estado de salud publica en el país. Los procesos de vigilancia ejercidos por las secretarias de salud pública se realizan mediante diferentes sistemas independientes que se utilizan por medio de varios componentes. Como lo es la vigilancia de eventos mórbidos y mortales a través de subsistemas de alerta temprana, la vigilancia de factores de riesgo a través de un subsistema de vigilancia alimentaria y nutricional, la vigilancia de los servicios de salud a través de la vigilancia epidemiológica de infecciones hospitalarias, de reacciones adversas a medicamentos y un subsistema de información perinatal, la vigilancia de eventos relacionados con la salud mental a través de subsistemas de vigilancia de consumo de sustancias psicoactivas, de violencia intrafamiliar, maltrato infantil y violencia sexual y último es un sistema de información geográfico el cual permite visualizar por medio de mapas todos los eventos que se han presentado en el territorio nacional y que han sido recopilados por todos los demás subsistemas. El decreto 3518 del 2006 crea y reglamenta el sistema de vigilancia en salud pública y establece como ámbito de aplicación todo el territorio nacional. También determina quienes son los responsables de la implementación y desarrollo del sistema; entre los más destacados encontramos al Ministerio de Salud y la Protección Social, al Instituto Nacional de Salud, al INVIMA[2] y a las direcciones Departamentales, Distritales y Municipales de Salud. Este decreto establece también cuales son las funciones que deben realizar cada una de estas 4 entidades para el buen desarrollo del sistema buscando optimizar los recursos y dirigir los esfuerzos a la prevención de los posibles eventos de salud pública [3] que se puedan presentar. Para mejor entendimiento de esta poderosa herramienta, el estudiante debe conocer un poco más, acerca , de lo que es Epidemiologia sus aplicaciones, su evolución y todo lo relacionado a la salud colectiva y toda la información que conlleva a engendrar y encausar todos estos procesos rigurosos del SIVIGILA, el cual busca mejorar la calidad de los servicios de salud (morbilidad y mortalidad, etc.)Conociendo la información de referencia de otros países, debido que en Colombia todavía es un desafío, porque para el año 2007 la cobertura del sistema de salud en el país era del 76%, y aun existe una población restante que aun no tiene acceso al sistema. Lo ideal es alcanzar la cobertura total de la prestación de los servicios de salud en el país. OBJETIVO GENERAL. Al terminar la asignatura los estudiantes estarán en capacidad de identificar y conocer las elementos y estrategias del Sistema de Información de Vigilancia en Salud Pública SIVIGILA. OBJETIVOS ESPECÍFICOS AL finalizar el curso el estudiante estará en condiciones de: Explicar los alcances y limitaciones de la epidemiologia, sus usos y perspectivas de ella en la solución de situaciones y problemas en el sector salud y en la propia comunidad laboral Analizar los conceptos de salud y enfermedad y sus etapas en medio determinado. Utilizar los principales indicadores epidemiológicos, en la descripción, análisis e interpretación de los fenómenos Epidemiológicos relacionados con la salud pública. Diseñar un programa de vigilancia epidemiológica para un control de un factor de riesgo laboral según lo aprendido en clase. BIBLIOGRAFÍA. 5 [1] Sistema de Vigilancia de Salud Pública. [2] Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos. [3] Sucesos o circunstancias que pueden modificar o incidir en la situación de salud de un individuo o una comunidad. [4] Sistema General de Seguridad Social en Salud. 5] http://economiaysaludcolombia.blogspot.com.co/2012/04/control-y-vigilancia- epidemiologica-en_14.html [6] Ministerio de la Protección Social. Decreto 3518 del año 2006. [7] Ministerio de Salud. Resolución 3374 del año 2000. “La Salud Pública, Situación Actual” Gustavo Malagón Londoño. Ricardo Galán Morera. Abril 16 de 2002. EL CONCEPTO DE SALUD 6 "Salud es un estado físico y mental razonablemente libre de incomodidad y dolor, que permite a la persona en cuestión funcionar efectivamente por el más largo tiempo posible en el ambiente donde por elección está ubicado". René Dubos La salud, según la Organización Mundial de la Salud, tiene una definición concreta: es el estado completo de bienestar físico y social que tiene una persona. (Según la OMS) Esta definición es el resultado de una evolución conceptual, ya que surgió en reemplazo de una noción que se tuvo durante mucho tiempo, que presumía que la salud era, simplemente, la ausencia de enfermedades biológicas. A partir de la década de los cincuenta, la OMS revisó esa definición y finalmente la reemplazó por esta nueva, en la que la noción de bienestar humano trasciende lo meramente físico. La Organización Panamericana de la Salud aportó luego un dato más: la saludtambién tiene que ver con el medio ambiente que rodea a la persona. El doctor Floreal Ferrara tomó la definición de la OMS e intentó complementarla, circunscribiendo la salud a tres áreas distintas: La salud física, que corresponde a la capacidad de una persona de mantener el intercambio y resolver las propuestas que se plantea. Esto se explica por la historia de adaptación al medio que tiene el hombre, por lo que sus estados de salud o enfermedad no pueden estar al margen de esa interacción. La salud mental, el rendimiento óptimo dentro de las capacidades que posee, relacionadas con el ámbito que la rodea. La salud radica en el equilibrio de la persona con su entorno de ese modo, lo que le implica una posibilidad de resolución de los conflictos que le aparecen. La salud social, que representa una combinación de las dos anteriores: en la medida que el hombre pueda convivir con un equilibrio psicodinámico, con satisfacción de sus necesidades y también con sus aspiraciones, goza de salud social. 7 La OMS, luego de caracterizar el concepto de salud, también estableció una serie de componentes que lo integran: el estado de adaptación al medio (biológico y sociocultural), el estado fisiológico de equilibrio, el equilibrio entre la forma y la función del organismo (alimentación), y la perspectiva biológica y social (relaciones familiares, hábitos). La relación entre estos componentes determina el estado de salud, y el incumplimiento de uno de ellos genera el estado de enfermedad, vinculado con una relación triádica entre un huésped (sujeto), agente (síndrome) y ambiente (factores que intervienen). Otro aspecto en el que se centra la caracterización de la OMS (que pertenece a la ONU) es la organización de la salud pública. Con esto se hace referencia a todas las medidas que puedan tomarse desde los organismos gestionados por el Estado para la prevención de dolencias y discapacidades, para la prolongación de la vida y para la educación de los individuos en lo que respecta a la higiene personal. Afirma la OMS que “la salud es parte de la responsabilidad de los gobiernos”. En este sentido es mucho lo que se puede hacer, incluyendo la mejora de los hospitales públicos, el fomento a la iniciativa privada (que contemple que la salud es un derecho de todos los individuos) y la protección del medio ambiente. Componentes de la salud según la OMS La OMS afirma que la salud contiene una serie de factores que la componen. Para comenzar, el estado de adaptación al medio ya sea biológico o sociocultural; el estado fisiológico de equilibrio; el equilibrio entre la forma y la función de un organismo y la perspectiva biológica y social como las relaciones familiares o los hábitos. Es la estrecha relación y semejanza entre estos aspectos lo que determina el completo estado de salud de un ser particular y es la carencia de uno de ellos lo que genera cualquier estado de enfermedad. Toda enfermedad consta de una relación entre un huésped (sujeto), un agente (síndrome) y ambiente (factores que intervienen). La OMS afirma que la salud contiene una serie de factores que la componen. Para comenzar, el estado de adaptación al medio ya sea biológico o sociocultural; el estado fisiológico de equilibrio; el equilibrio entre la forma y la función de un organismo y la perspectiva biológica y social como las relaciones familiares o los hábitos. 8 Es la estrecha relación y semejanza entre estos aspectos lo que determina el completo estado de salud de un ser particular y es la carencia de uno de ellos lo que genera cualquier estado de enfermedad. Toda enfermedad consta de una relación entre un huésped (sujeto), un agente (síndrome) y ambiente (factores que intervienen). Salud ocupacional En el ámbito laboral, la OMS también se pronuncia al hacer referencia a la salud ocupacional. Con este término se entiende a la actividad que promueve la salud de las personas en sus ámbitos laborales. Tiene que ver con las condiciones físicas del trabajador, pero también con lo psicológico. A la hora de ingresar a un trabajo, las personas se ven sometidas a un examen de salud, pero los accidentes laborales, los movimientos repetitivos asociados a determinadas tareas, la exposición a condiciones perjudiciales o el estrés y la presión por parte de superiores pueden deteriorar sus condiciones. Para evitar esto es necesario que quienes contratan trabajadores lo hagan asegurándoles condiciones de trabajo adecuadas, enmarcadas en normas de seguridad, y también es necesario que el Estado, mediante sus organismos de control, propenda al cumplimiento de las leyes en este sentido. Hoy en día existen muchos planes (de medicina preventiva, de seguridad, de higiene) que tienen como objetivo preservar la salud de los empleados en su ambiente laboral. Fuente: http://concepto.de/salud-segun-la-oms/#ixzz4dEqz5J7c 9 LA SALUD EN EL CONTEXTO DELA NUEVA SALUD PUBLICA. Leopoldo Vega Franco, Editorial El manual Moderno.2001. LA SALUD COLECTIVA COMO RESPONSABILIDAD SOCIAL “... El organismo social, como el corporal, no puede ser vigoroso y eficiente a menos que los programas sociales y económicos portadores de bienestar le aseguren las condiciones mínimas que exige una vida sana.” " Walter B. Cannon El entusiasmo que mostró Walter B. Cannon al explicar los mecanismos que preservan la "relativa" estabilidad del medio interno del organismo ante los estímulos generados en el medio externo, lo indujo a plantear cierta analogía entre la circunstancia fisiológica, a la que llamó homeostasis biológica, y la armonía funcional de los factores que dan cohesión a la colectividad, a la que denominó homeostasis social. Hizo notar que esta última es indispensable para que entre los miembros de la sociedad predomine la salud física, mental y social. Tal proposición puede dar lugar a cierta polémica, pero no se puede negar que si el hombre es el elemento fundamental de la sociedad, y es en ésta donde satisface sus necesidades básicas y afectivas, el símil es válido. En este capítulo se analiza la evolución histórica de los componentes sociales que intervienen en la salud colectiva, y la manera en que la población ha respondido estructurando sus acciones dentro de un ámbito que concierne a la salud pública. SALUD Y BIENESTAR COMUNAL Por su naturaleza biológica, es comprensible que el Horno sapiens se haya unido a otros seres humanos en busca de protección y satisfacción de sus necesidades básicas. Mientras estos hombres primitivos se unieron formando pequeñas hordas de costumbres nómadas, enfrentaron constantemente peligros de naturaleza diversa como los ambientes donde merodeaban. Una vez que su forma de convivencia se hizo sedentaria, afirmaron su existencia y aseguraron así su proceso evolutivo; a cambio, tuvieron que afrontar las dificultades propias de su vida comunal. 10 La reconstrucción arqueológica de las formas de vida de los pueblos que forjaron las civilizaciones antiguas, hace suponer acciones colectivas en busca de seguridad, bienestar y preservación de la salud colectiva, las que evolucionaron en la medida en que en la sociedad se dieron cambios culturales trascendentes. La historia de la humanidad exhibe obras materiales, y documenta normas sociales que indican el interés de líderes políticos y de dirigentes religiosos para organizar a la comunidad, de tal manera que cada uno de sus miembros pueda alcanzar la salud y el bienestar. En la historia antigua, el Imperio Romano es un buen ejemplo de este aserto. Estrabón (60-? a.C.) describe que en la antigua ciudad de Roma entraba tal caudal de agua, que por los acueductos y en el alcantarillado fluían "verdaderos ríos"; señala que llegó a haber 11 acueductos por los que cada día la ciudad recibía 750 millones de litros de agua.' Por otro lado, la "cloacamáxima", construida por Tarquino I (616-579 a.C.), ha dado muestra de la solidez con que fue hecha al ser parte todavía del sistema de drenaje de la Roma actual.' En otros lugares de Europa (Segovia, Tarragona, Mérida, Pon du Gard) aún se pueden contemplar acueductos para abastecer de agua a las ciudades —algunos todavía en uso—, y en diversos sitios hay construcciones que fueron destinadas a baños públicos. Además del abastecimiento de agua y de la disposición final de las excretas y basuras, la vida urbana obligaba a las autoridades romanas a dar solución a otras exigencias, como: limpieza y preservación de calles, abasto de alimentos para la población, reglamentación de la convivencia citadina y muchos otros asuntos públicos; como acontece en el mundo moderno. Así pues, los vestigios arqueológicos y la historia antigua fundamentan el concepto de que la salud de la población ha sido históricamente parte integral del proceso social de la humanidad. Por otro lado, indican que la responsabilidad de procurar y preservar el bienestar del hombre urbano ha recaído desde tiempos remotos en quienes tienen a su cargo el gobierno de las ciudades. Sin embargo, satisfechas las necesidades derivadas de la vida comunal, la población precisa solventar otras exigencias, materiales e inmateriales, para poder aspirar a la salud. ACCIONES MÉDICO-SOCIALES EN LA SALUD COLECTIVA Todas estas evidencias, y los documentos que hacen referencia a las medidas de control de algunas enfermedades transmisibles, son muestra fehaciente de que la salud pública tiene sus raíces en tiempos remotos. Por costumbre, las obras arquitectónicas y de ingeniería que persiguen el bienestar colectivo, suelen identificarse como elementos que conciernen a la 11 salud pública. Aunque es razonable tal modo de pensar, no se puede negar que la salud colectiva es parte indispensable para el desarrollo cultural y social de la población, por lo que además de las acciones tomadas para el fomento y promoción de la salud, es preciso también adoptar medidas para la prevención de las enfermedades o para restaurar la salud. El ejercicio de todas estas acciones es lo que ordinariamente se reconoce como medidas sanitarias. A lo largo de la historia, estas actividades han tenido como fundamento los conceptos en los que se basa la explicación causal de las enfermedades. A veces, las acciones se han apoyado en el "sentido común" de la población, a partir de vivencias del pasado. Así, por ejemplo, desde tiempos bíblicos, de acuerdo con la Ley Mosaica, se practicaron medidas de aislamiento para el control endémico de la lepra;4 durante la Edad Media se acostumbró el aislamiento de enfermos durante las épocas de epidemia' y siglos después se adoptó esta misma medida con el cólera asiático.5 Todo esto se hizo a pesar de que la razón científica del concepto de contagio, como mecanismo de transmisión de algunas enfermedades, se aceptó hasta finales del siglo XIX; esta idea había sido expresada en 1546 por Jerónimo Fracastorius en su libro De Res Contagiosa.' Es pertinente señalar que además de la "cuarentena", para evitar el contagio mediante el aislamiento de enfermos y la interrupción de relaciones comerciales con poblaciones afectadas por enfermedades epidémicas, por siglos persistió la costumbre de que si durante una epidemia moría algún enfermo sus pertenencias y, en ocasiones, su casa, eran quemadas.3 Las ideas hipocráticas, enriquecidas con los conceptos de Galeno, señala-ban que la descomposición de la atmósfera por efecto de los miasmas que se desprenden por la putrefacción de los cadáveres, de la suciedad y de los pantanos, eran la causa de muchas enfermedades; este razonamiento medró en las colectividades y en el pensamiento médico por casi 2000 años. Cuando Pasteur introdujo la idea de que ciertas enfermedades podían ser atribuidas a microorganismos, la batalla conceptual se dio entre los médicos que aún sostenían que los miasmas causaban enfermedades y quienes compartían el pensamiento de Pasteur. Entre los primeros se hallaban Edwin Chadwick; su asesor médico, Southwood Smith, y el reformador social Rudolf Virchow; entre los segundos se encontraban John Snow y William Budd; una posición que conciliaba ambas teorías fue asumida por Max von Pettenkofer y John Simon.3 12 Más que apoyar la idea de que los miasmas eran causa de enfermedades, Chadwick, Smith y Virchow se oponían a la teoría del contagio; pensaban que las enfermedades y el deterioro en la salud de la población se debían a los cambios demográficos y sociales que estaban ocurriendo en Europa. Su forma de pensar coincidía con la idea planteada casi 50 años atrás por Johann Peter Frank, quien asignaba a la sociedad la responsabilidad de la salud colectiva; opinaba que las condiciones económicas y sociales de sus miembros eran las que determinaban que éstos gozaran de salud o estuvieran enfermos. Surgió en ellos la convicción de que las elevadas tasas de enfermedad y muerte eran en gran parte evitables, cuando se atacaba la suciedad, el hacinamiento y otros factores del ambiente social. A este respecto, Virchow afirmaba que "la enfermedad se gesta en las propias condiciones económicas y sociales, por lo que (para evitarla) se requiere la participación colectiva" .9 Pettenkofer comulgaba también con esta forma de pensar e insistía en que la higiene debería tenerse como una filosofía de la vida. La firmeza con la que defendía sus creencias le permitió convencer a la población de Munich para abastecerse con agua de mejor calidad; asear las calles y sus casas; alejar los residuos y basuras, y disponer correcta y adecuadamente de las aguas negras. Con estas medidas, en tres lustros la ciudad de Munich redujo la mortalidad por tifoidea en 80%. Las inquietudes médico-sociales de estos investigadores fueron impugnadas por los principales exponentes de la teoría contagionista: John Snow y William Budd. Estos médicos, aun sin conocer los microorganismos causantes del cóleray la fiebre tifoidea, desarrollaron, en sendos libros, un discurso lógico-inductivo que los llevó a afirmar que estas enfermedades eran causadas por gérmenes específicos (Snow J, On the mode of communication of cholera, y Budd W, Typhoid fever. Its nature, mode of spreading and prevention). Roberto Koch descubrió el bacilo del cólera 23 años después (1883) de que Snow argumentara su existencia, y Eberth identificó en 1880 la Salmonella typhosa, veinticuatro años después (1856) de que Budd afirmara que la enfermedad era causada por un germen.7 El entusiasmo que en pocos decenios despertó entre los médicos investigadores el acelerado avance de la bacteriología, se convirtió en optimismo al sustentar en estos logros científicos las acciones de la salud pública para el control y prevención de las enfermedades transmisibles. Los descubrimientos de Luis Pasteur, Roberto Koch y sus seguidores respectivos, permitieron dar una explicación científica al mecanismo relacionado con el contagio, cimentando así el desarrollo de la epidemiología. Al mismo tiempo, hicieron posible 13 la aparición de los primeros productos biológicos para la prevención específica de las enfermedades infectocontagiosas. Cabe mencionar que entre 1880 y 1898 se, identificaron 20 microorganismos relacionados con enfermedades infecciosas, en tanto que entre 1849 y 1879 sólo se habían identificado seis.7 Estos hallazgos causaban asombro a la vez que infundían cierto optimismode poder lograr la cura de las enfermedades infecciosas, con lo que decreció el interés por estudiar el componente social vinculado con ellas. Fue así como en el siglo XIX convergieron conocimientos científicos e ideas innovadoras para dar nuevas soluciones a los problemas de la salud colectiva, dentro de la naciente organización administrativa de la salud pública. LOS ORÍGENES DE LASALUD PÚBLICA Entre la segunda mitad del siglo XVIII y el transcurso de la siguiente centuria, ocurrieron la mayor parte de los cambios históricos en los que se sustenta el mundo moderno. Las innovaciones técnicas en la industria; la expansión de las vías de comunicación terrestres y marítimas; y el desarrollo de un intenso intercambio comercial entre los países europeos y de un continente a otro, transformaron radicalmente las ideas y el modo de vida de la población. Esto aconteció con cierta violencia en las naciones que intervinieron en el movimiento social que, en 1837, Jérom Blanqui denominó Revolución Industrial.3 En estos países, millones de hombres y mujeres emigraron de los distritos rurales a las ciudades industriales incipientes, donde vivían en condiciones deplorables que incidían en su salud.1" Durante este lapso hubo cambios epidemiológicos caracterizados por el incremento en la incidencia de enfermedades infectocontagiosas y carenciales que repercutieron en la salud colectiva, particularmente en las clases laborales. Algunas de estas enfermedades epidémicas, como el cólera —que "visitó" Europa en cinco ocasiones durante el siglo pasado—,5 causaron miles de muertes entre la población. La aparición de problemas de salud vinculados con las transformaciones colectivas generadas por la Revolución Industrial, y el conocimiento gradual de los cambios positivos acerca de los derechos laborales de los trabajadores ocupados en las industrias, sirvieron para presionar aún más a los dirigentes de los países europeos para legislar y adoptar medidas adecuadas a los nuevos tiempos. Los cambios resultantes fueron la base para que luego emergiera el pico del "iceberg" que identifica la salud pública actual. El lapso comprendido entre 1 848 y 1914 fue de indiscutible trascendencia para la conformación de esta disciplina. En este periodo se obtuvo una explicación razonable acerca del origen de muchas enfermedades, se cimentó 14 la teoría del contagio y surgió la higiene como una nueva doctrina en la prevención de las enfermedades infecciosas." Si bien años antes, en Alemania, los esfuerzos reiterados de diversos pensa-dores sociales para diseñar un modelo de política médica no habían convencido a los dirigentes gubernamentales, las proposiciones hechas por Johann Peter Frank, profesor de la escuela de medicina de Pavia, fueron vistas con sumo interés. Frank publicó en 1779 el primero de seis volúmenes en que expuso sus ideas acerca de "política médica" —el último de ellos se publicó en 1817 y dos más aparecieron después de su muerte." La idea central que plasmó en sus libros fue que la salud de la población es responsabilidad del Estado; sugirió un sistema médico en el que la higiene pública y privada pudieran hacer efectivo el cuidado de la salud, desde la "matriz hasta la tumba". Abordó los problemas de población siguiendo una detallada secuencia, desde el matrimonio, el embarazo y la procreación. Propuso legislar que las mujeres que trabajasen fuera de su casa pudieran permanecer al lado de su hijo durante el posparto por un tiempo razonable. Sus intereses y propuestas para solucionar los problemas de la salud colectiva fueron amplios y variados: la salud del niño escolar, higiene de los alimentos, enfermedades venéreas, estadísticas aplicadas a la salud, organización y administración de los hospitales, y diversos temas que ahora se identifican dentro de las tareas de la salud pública contemporánea. Por todo esto, con justa razón, Frank es considerado pionero de la salud pública y de la medicina social, aunque entre sus contemporáneos su prestigio lo obtuvo de su experiencia clínica, de su labor como educador médico y de su reputación como administrador de hospitales (cuadro 2-1).3 Las propuestas de Frank inspiraron y orientaron las ideas revolucionarias de Rudolf Virchow, Solomon Neuman y Rudolf Leubuscher; estos reformadores alemanes partían del principio de que la enfermedad debía ser de interés colectivo y de que los problemas de salud eran responsabilidad de la sociedad.10" Argumentaban que los factores económicos y sociales influían en el continuo proceso de salud-enfermedad que acontece en el hombre, por lo que era preciso considerar siempre la forma en que interactuaban en la población. Pensaban que las decisiones que tuviesen como propósito evitar las enfermedades, no debían sólo limitarse a los asuntos médicos, sino también a los aspectos sociales. Pocos años después, en Inglaterra, las investigaciones iniciadas por el abogado E. Chadwick en 1832 para conocer el efecto de las condiciones sociales y el ambiente en que se desarrollaba la vida cotidiana de los trabajadores que laboraban en las industrias de la Gran 15 Bretaña, sirvieron de fundamento para crear, en 1842, el Consejo General de Salud. Aunque este Consejo sólo funcionó durante un lustro, sus trabajos trascendieron positivamente en la evolución de la salud pública; su funcionamiento como organismo administrativo es considerado uno de los mayores hitos en la historia de esta disciplina. Al desaparecer, sus funciones fueron transferidas a otra unidad administrativa denominada Junta Privada, bajo la responsabilidad de John Simon.3"" Las investigaciones de esta Junta acerca de los problemas de salud en los grupos sociales más desprotegidos, dieron lugar a que el parlamento inglés expidiera la Ley de Salud' Pública, de 1875; en ella se propuso por primera vez un sistema administrativo para solucio-nar los problemas sanitarios de la comunidad (cuadro 2-2) Cuando William E. Gladstone ocupó el cargo de primer ministro de la Gran Bretaña en 1868, encontró que la estructura sanitaria era un caos. Integró la Real Comisión Sanitaria para que estudiase la situación, y ésta hizo tres recomendaciones en las que se sostuvo durante 50 años el sistema de salud del país:" 1) crear un departamento central de salud pública; 2) dividir el país en distritos administrativos, cada uno con responsabilidades sanitarias; y 3) legislar en materia de salud. Una vez satisfechos estos tres puntos, marcaron la historia de la salud pública al concretarse en la Ley de los Consejos Locales de Gobierno, de 1871; la Ley de Salud Pública, de 1872, que estipulaba por vez primera el nombramiento de autoridades sanitarias en todo el país; y la unificación de todas las leyes concernientes a la salud en un solo estatuto. De esta manera, nació en la Gran Bretaña el primer sistema administrativo coherente para enfrentar a los problemas de salud comunal en un país (cuadro 2- 2). Cuadro 2-1. Autores y objetivos en la historia de la salud pública y la medicina social en Alemania Autores : Acciones Conclusiones o propuestas Comentarios J. P. Frank (1745-1821) Expuso en seis volúmenes su idea acerca del Sistema de una política médica integral, escritos entre 1779 y 1819 "La salud de los seres humanos que viven en sociedades" es responsabilidad del Estado. "La obra de Frank es un grandioso monumento de la salud pública y la medicina social." H. Sigerist M. von Pettenkofer (1818- 1901) Insistió reiteradamente, en conferencias y escritos, que era necesaria una reforma sanitaria integral, para así mejorarlas La salud pública es un asunto que concierne a la comunidad; las medidas para ayudar a los menesterosos redundarán en bienestar para todos. Director del primer instituto d e H i g i e n e e x p e r i m e n t a l (1866), hizo notar que la sa- lud es producto de la acción 16 condiciones de vida de las poblaciones urbanas. combinada de múltiples factores. R. Virchow (1821-1902) El estudio de una epidemia de tifo en Silesia (1847) lo llevó a plantear que en las epidemias inciden causas sociales, económicas, políticas y biológicas. "La sola expresión salud pública demuestra el errorde aquellos que tienen la opinión de que la medicina no tiene nada que ver con la política." Estaba convencido de que la sociedad tiene la obligación de protegerla salud de sus miembros, y de que las medidas que se adoptaran deberían ser tanto sociales como médicas. S. Newmann (1819-1908) Escribió que 'la ciencia médica es intrínseca y esencialmente una ciencia social, y mientras esto no se reconozca en la práctica no será posible disfrutar de sus beneficios". La sociedad tiene la obligación de asegurar la salud de sus miembros. Las ideas de Virchow eran compartidas por Newmann, Leubuscher y otros médicos, quienes se unieron en 1848 para luchar por reformas en la medicina. Fuente: Rosen G. De la policía médica ala medicina social, México: Siglo XXI, 1974. Sigerist H. Hitos en la historia de la salud pública, 4@ ed. México: Siglo XXI, 1990. Chave SPW. The origins and development of public health. En: Holland WW, Detels R, Knox G. Oxford textbook of public health. Oxford: Oxford University Press, 1986:3-19. Cuadro 2-2 Autores y objetivos en la historia de la salud pública y la medicina social en Inglaterra. Autores : Acciones Conclusiones o propuestas Comentarios E. Chadwick (1800-1890) Contribuyó a modificar y redactar la Enmienda de la Ley de los pobres, de 1834. La investigación acerca de la administración de la Ley de los pobres dio lugar a un informe sobre las condiciones de salud de los trabajadores, en 1842.* La creación de un mercado de trabajo libre para los pobres como base para la inversión econó- mica. Concluyó que la miseria y el exceso de enfermedades eran fenómenos que solían acontecer juntos. Se creó la Real Comisión Promovió la organización de la vida de las clases laborales de las ciudades industriales. 17 para la Salud de las Ciudades, en 1843. J. Simon (1816- 1904) Fue el primer oficial médico de Londres. En 1854 estuvo a cargo del Consejo General de Salud, que en 1858 pasó a ser la Junta Privada. Promovió investigaciones sobre enfermedades infecciosas y las condi- ciones de vida de la gente en su casa y en el trabajo. A diferencia de Chadwick, favoreció la labor de salud pública de los Consejos Locales de Salud. Aportó los fundamentos científicos para la futura legislación y organización administrativa de la salud pública. La actividad desempeñada por Chadwick culminó con la creación del primer departamento central de salud (18481853): el Consejo General de Salud. En éste se nombró por primera vez un oficial médico de salud, cuya función era preventiva. Con su trabajo y experiencia, aportó la información requerida para legislar la Ley de Salud Pública. Real Comisión Sanitaria (1871) Recomendaciones: Crear un departamento central para la salud pública. Dividir en distritos administrativos el país, cada uno con responsabilidades sanitarias. La legislación en materia de salud debe hacerse en un solo estatuto. Cumplimiento: Ley sobre los Consejos Locales de Gobierno, de 1871. Ley de Salud Pública en 1872 (que creó las autoridades sanitarias). Ley de Salud Pública, de 1875 (que codificó las leyes de salud) La Ley de Salud Pública, de 1875, fue la base para estructurar un sistema coherente de administración para solucionar los problemas de salud comunal * "Report... on an inquiry into the sanitary condition of the labouring population of Great Britain" 1942 [documento fundamental para la salud pública moderna]. Fuente: Rosen G. De la policía médica a la medicina social. México: Siglo XXI, 1974. Sigerist H. Hitos en la historia de la salud pública, 44 ed. México: Siglo XXI, 1990. Chava SPW. The origins and development of public health. En: Holland WW, Detels R, Knox G. Oxford textbook of public health. Oxford: Oxford University Press, 1986:3-19. ----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Los informes de Chadwick acerca de las condiciones sanitarias que predominaban en los distritos pobres de Londres y las enfermedades que afectaban a la población (General report on the sanitary conditions of the labouring population of Great Britain), probablemente motivaron a L.R. Villermé a llevar a cabo una investigación acerca de la situación que prevalecía entre los obreros de las fábricas textiles de Francia. Las conclusiones de su 18 informe, publicado en 1840, no fueron diferentes a las que se obtuvieron en los informes hechos en Inglaterra; sin embargo, hubo que esperar hasta 1848, en que se fundó la Segunda República, para que se legislara y evitar así la explotación de los obreros que trabajaban en las industrias. Fue de esta manera como se creó un Consejo Central de Salud y se estableció una red de Consejos de Salubridad para asesorar, en materia de salud, a los gobiernos locales.310 La modalidad de las encuestas también llegó a EUA; en 1848, J.A. Griscon, en la ciudad de Nueva York, y en 1850, L. Shattuck, en Massachusetts, presentaron sendos informes que sirvieron de base para estructurar un sistema administrativo de salud en Nueva York y para recomendar la creación de un consejo estatal de salud en el estado de Massachusetts. No fue hasta 1878 cuando se aprobó el proyecto de ley que estableció el Consejo Nacional de Salud en EUA (cuadro 2-3).3 CONTEXTO HISTÓRICO EN EL QUE NACE LA SALUD PÚBLICA En la segunda mitad del siglo XVIII se consolidó y expandió la Revolución Industrial, la que tuvo su apogeo durante el siguiente siglo. En esta época histórica coincidieron las transformaciones científico-culturales de la Ilustración, con el movimiento social que culminó en Francia con la "Declaración de los derechos del hombre", y en América con el surgimiento de una nueva nación: los Estados Unidos de América. Europa inició el siglo XIX inmersa en el conflicto bélico de las guerras napoleó- nicas, periodo nada propicio para el fomento de la salud de la población europea. No obstante, el ambiente poco favorable a cambios culturales, el movimiento demográfico que originaron los métodos masivos de trabajo en las nue-vas industrias, los inventos técnicos aplicados a la producción industrial y los descubrimientos científicos, continuaron sus avances espectaculares. La migración campesina para trabajar en las fábricas fue de tal magnitud, que en Londres la población aumentó de 958 000 a 1 948 000 habitantes, entre 1801 y 1841; y en Leeds, de 53 000 a 123 000 habitantes, entre 1801 y 1831." Por otro lado, como consecuencia de estos movimientos sociales, la salud de la población sufrió un serio deterioro entre 1831 y 1844. Durante este lapso la tasa de mortalidad, por 1 000 habitantes, aumentó en Birmingham de 14.6 a 27.2; en Bristol, de 16.9 a 31.0; en Manchester, de 30.2 a 33.8, y en Liverpool, de 21.0 a 34.8. Durante la segunda pandemia de cólera, que ocasionó 30 000 muertes en Inglaterra entre 1831 y 1833, se promovió en este país la creación de los Consejos Locales de Salud» Cuadro 2-3 Autores y objetivos en la historia de la salud pública y la medicina social en Francia y EUA 19 Autores : Acciones Conclusiones o propuestas Comentarios Francia Villermé L. R. En 1840 publicó dos libros sobre las condiciones de los obreros textiles. Pugnó por mejorar las condiciones de vida del proletariado industrial. Los esfuerzos culminaron con la creación en 1848 de los Consejos de Salubridad para toda Francia. La paradoja de ser el país que en 1789 declaró la salud como derecho inalienable del hombre, lo que contrastaba, en esa época, con las miserables condiciones en que vivían los trabajadores de las nacientes industrias. E U A Griscom J. C Inspectorde salud en Nueva York, presentó en 1848 un informe sobre las condiciones sanitarias de la población trabajadora en la ciudad. Sugirió las medidas para mejorar las condiciones de vida de los trabajadores. Recomendó la creación de un sistema administrativo de salud. Las encuestas sanitarias estimularon a otros investigadores a fundamentar la petición ante las autoridades, para hacer reformas en salud en otras ciudades. Shattuck L. (1793-1859) Escritor y editor sobre temas de salud de su estado. En 1850 publicó un informe de una investigación que realizó en Massachusetts sobre la situación de la población. Recomendó que se creara un Consejo Estatal de Salud debido a las pésimas condiciones de salud que encontró en la población que estudió. Su informe es un hito para entender la evolución de las acciones desarrolladas para la salud comunal. En 1878, se aprobó el proyecto de ley que creó en EUA el Consejo Nacional de Salud. Fuente: Rosen G. De la policía médica a la medicina social. México: Siglo XXI, 1974. Sigerist H. Hitos en la historia de la salud pública, 4' ed. México: Siglo XXI, 1990. Chave SPW. The origins and development of public health. En: Holland WW, Detels R, Knox G. Oxford textbook of public health. Oxford: Oxford University Press, 1986:3-19. Inglaterra entre 1831 y 1833, se promovió en este país la creación de los Consejos Locales de Salud» Un problema fitosanitario que afectó en Irlanda la producción de los cultivos de papa (patata), ocasionó hambruna, muerte y migración en la población. Este problema se agravó poco después, en 1847, por las pésimas cosechas de trigo en Inglaterra y algunos países europeos» Como consecuencia, se presentó un descenso en la demanda de los productos industriales, muchas fábricas tuvieron que cerrar, y se acentuó la crisis alimentaria y financiera en toda Europa. El año de 1848 es crucial para la salud pública. En el escenario 20 de la historia concurrían simultáneamente conflictos bélicos, revoluciones y agitación social; paralelamente, el hambre, el descontento y los problemas de salud asolaban a la población; el cólera visitaba nuevamente Europa en su tercera pandemia: 54 000 personas fallecieron en Londres ese año por dicha enfermedad. Ante estos problemas médico-sociales, Carlos Max y Federico Engels respondieron redactando en Londres su Manifiesto Comunista; lo concluyeron el mismo mes de febrero en que comenzó la rebelión que hizo caer a Luis Felipe (el "Rey del Pueblo"). Ocurrió también la rebelión húngaro-checa; Italia se unificó como nación, y Suiza fue proclamada república federal. En América se desató la "fiebre del oro", acelerando en ese país la colonización del oeste.'2,'3 En el lapso comprendido entre 1848 y 1870, el romanticismo decimonónico fue desplazado por el realismo. John Snow, Claudio Bernard, Joseph Lister, Luis Pasteur, Roberto Koch e innumerables investigadores médicos, contribuyeron sustancialmente a sustentar las bases científicas de la medicina, que a su vez sirvieron de fundamento a la naciente salud pública. LAS RAÍCES DE LA SALUD PÚBLICA EN MÉXICO Aún no concluía la lucha entre los conquistadores españoles y los aztecas cuan-do llegó de Cuba un esclavo, traído por Pánfilo de Narváez, e introdujo la viruela México; fue éste el caso índice de la epidemia que ocasionó una elevada mortandad en la población nativa. Fray Toribio de Benavente "Motolinía" escribe a este respecto lo siguiente: --------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- "...vino un negro herido de viruelas, la cual enfermedad nunca en esta tierra se había visto, y á esta sazón estaba esta Nueva España en estreno muy llena de gente. E como las viruelas se comenzasen a pegar a los indios, fue en ellos tan grande enfermedad de pestilencia en toda la tierra, que en las más provincias murió más de la mitad de la gente". Menciona luego: "Después desde a once años (1530) vino un español herido de sarampión y del saltó a los indios (...) aun contando lo que se hizo, murieron muchos".14 ---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- De este modo, a las epidemias de viruela siguieron las del sarampión, escarlatina y otras enfermedades que eran frecuentes en España, las que en pocos años diezmaron la población aborigen. Concluida la conquista, el combate a las enfermedades epidémicas, y algunas de naturaleza endémica, se hizo de acuerdo con las ordenanzas acostumbradas en Europa, el aislamiento de los enfermos. La vida urbana durante la colonia adolecía de los mismos problemas de sa-lud comunal que muchas ciudades europeas: los habitantes se proveían de agua en fuentes públicas y no había sistemas de alcantarillado, por lo que en calles de los sectores pobres de las ciudades el agua sucia y los excrementos humanos se encontraban 21 por doquier. Pocos de los virreyes que gobernaron la Nueva España se preocuparon por mejorar las condiciones de vida en la ciudad de México como lo hizo el conde de Revillagigedo; unas breves frases del informe que transmitió en 1795 a su sucesor reflejan con crudeza las condiciones sanitarias que aún prevalecían al finalizar el siglo XVIII, a pesar de la labor que emprendió durante su gestión, construyendo atarjeas, procurando la limpieza de las calles y extendiendo el alumbrado público. Decía: -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- "Si en el gobierno de la Nueva España se hubiera tenido siempre el cuidado de la salud pública, no se hubieran padecido las frecuentes epidemias, a las cuales se atribuye la despoblación" de las provincias. Señalaba luego: "....a las pestes experimentadas en esta ciudad" han contribuido "el desaseo y la suciedad con que casi generalmente viven (las personas) en el interior de sus casas yen las calles, las que estaban hechas otros muladares inmundos... --------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Si bien el ejercicio de la medicina en la Nueva España dependía inicialmente de los cabildos y audiencias, a partir de la ley expedida en 1570 por Felipe II, la responsabilidad fue asignada al Protomedicato. Este consejo facultativo presidido por un médico —el protomédico—, tenía las siguientes funciones: 15 1. Vigilar que ejercieran la medicina sólo aquellos que demostrasen capaci-dad para hacerlo. 2. Revalidar, mediante un examen, los títulos otorgados por universidades extranjeras. 3. Llevar la vigilancia y control de las boticas. 4. Conocer las yerbas, plantas, semillas, resinas y cualquier sustancia orgá-nica que fueran usadas en la región para el tratamiento de enfermedades. 5. En casos de epidemia, ordenar las medidas preventivas y de cuarentena para proteger la salud pública y rendir un informe a las autoridades superiores. La Constitución de Cádiz (1812) suprimía el Protomedicato, pero los ayuntamientos a quienes se confió esta misión no pudieron cumplirla. En 1822,consumada la independencia, el Congreso Constituyente consideró que era ya un organismo anacrónico, por lo que en 1831 el presidente Gral. Anastasio Bustamante lo suprimió. Se dispuso que sus funciones pasasen a una junta integrada por médicos y farmacéuticos.14 En 1841, se promulgó la ley que suprimió la Junta para ser reemplazada por el Consejo Superior de Salubridad del Departamento de México. Las atribuciones principales de este 22 Consejo fueron: 1) cuidar que sólo ejercieran médicos titulados; 2) expedir los títulos de médico cirujano; 3) señalar las operaciones permitidas; 4) publicar anualmente los precios de las medicinas; 5) cuidar que sólo los farmacéuticos vendieran medicamentos;y 6) visitar cada año las boticas y fábricas de medicamentos.14 Como tareas relacionadas con la salubridad pública se le asignaron las siguientes: cuidar, de acuerdo con los ayuntamientos, la conservación y propagación de la vacuna antivariólica; proponer a las autoridades lo concerniente a la higiene pública y a la policía sanitaria; en caso de epidemia, convocar a los miembros honorarios y adjuntos, para deliberar sobre las medidas para combatirla; por último, elaborar el Código Sanitario. Los frecuentes cambios políticos originados por la agitación constante que durante varios decenios se tradujo en un permanente estado de guerra, no dejaron constancia del trabajo desempeñado por el Consejo. En 1872, se le dio mayor autoridad y amplias facultades en lo concerniente a la salubridad pública. Como ejemplo, en 1879 el Consejo estudió el problema del tifo y elaboró información estadística sobre la mortalidad por esta enfermedad; obtuvo datos climáticos para iniciar la "climatología médica" del Valle de México; se ocupó de la propagación de la vacuna antivariólica, del examen de alimentos para evitar adulteraciones; revisó la forma en que se estaban haciendo las inhumaciones y exhumaciones, además de otras actividades. Tal vez la de mayor importancia, por su trascendencia, fue emprender la reglamentación del trabajo en las fábricas y la preparación de material para la elaboración del Código Sanitario. Al fallecer el doctor Ildefonso Velasco (1885), presidente del Consejo, fue nombrado en su lugar el doctor Eduardo Liceaga, con lo que inició una nueva era. Todas las funciones y actividades desempeñadas por este organismo recibieron gran impulso: la estadística médica, administración, la vacunación, la ins-pección de alimentos y bebidas, el control de los rastros, el saneamiento de la ciudad, fueron labores cotidianas. Entre otras cosas, organizó el laboratorio de bacteriología y creó el Instituto Antirrábico en 1891, concluyó y promulgó el Código Sanitario —el cual estuvo vigente por más de un cuarto de siglo— y lo reformó en 1894. Con este Código, México se puso a la vanguardia de los países en los que las leyes sanitarias fueron reunidas en un solo estatuto.14 SUMARIO 23 Desde tiempos remotos, las acciones colectivas para satisfacer las necesidades que son propias de la naturaleza biológica, psicológica y social del hombre, le han permitido consolidar su existencia en la Tierra. Vestigios arqueológicos de diversas culturas dan muestra de la preocupación por proveer al hombre de un mínimo de bienestar en su convivencia comunal. Si el bienestar es un componente indispensable de la salud, individual o colectiva, la enfermedad es una eventualidad en constante amenaza. Es por esto que los dirigentes religiosos y sociales han dictado desde tiempos pretéritos medidas para evitar la propagación de enfermedades endémicas, como la lepra; o epidémicas, como la peste, el cólera o el tifo. Las medidas preventivas han sido siempre acordes con el concepto prevalente acerca de las causas que dan lugar a las enfermedades. Si por siglos predominó la creencia de que los miasmas eran el factor principal en la propagación de algunas de éstas, el concepto de contagio se percibía como mecanismo de transmisión, por simple sentido común. Conforme a este sentir, desde antaño se aplicó el aislamiento de los enfermos y la cuarentena como medidas rutinarias de prevención en épocas de epidemia. Esta práctica logró su validez científica cuando identificó la asociación causal de algunos microorganismos con ciertas enfermedades. Hasta las postrimerías del siglo XVIII, las acciones de salud pública habían sido la respuesta social a la búsqueda de bienestar en las colectividades urbanas y la solución al esporádico desafío de las enfermedades epidémicas. Si la res-puesta colectiva ante estas enfermedades era simple —pero efectiva, como es posible presumir por la práctica del aislamiento y la cuarentena todavía vigentes—, debido probablemente a la composición demográfica y a la estructura social de la población demandante de salud, no se percibía la necesidad de aspi- rar a la equidad en los rudimentarios servicios sanitarios y no se tenía una no-ción clara de su ámbito de acción. El ambiente intelectual del siglo de la Ilustración fue propicio para que en Europa surgiera el anhelo de enriquecer el espíritu y liberar el pensamiento; tales aspiraciones condujeron al avance intelectual y tecnológico que se expandió a todos los ámbitos de la convivencia social. Coinciden estas transformaciones y las luchas sociales con los incipientes movimientos demográficos de la Revolución Industrial. El siglo XIX se inauguró en esta atmósfera de cambios constantes —caracterizados por el desplazamiento de la población del campo a las ciudades—, que se convirtieron en el escenario donde se gestó la salud pública como una disciplina. 24 El deterioro de la salud de los campesinos convertidos en obreros; hombres, mujeres y niños viviendo en condiciones inhumanas y laborando en industrias con jornadas de trabajo desgastante, motivaron en esa época a médicos y pensadores sociales sugerir soluciones a estos conflictos médico-sociales. Ya desde 1779, Frank había iniciado en Alemania la divulgación de ideas sobre política médica que pudieran prevenir o, bien, dar solución a los problemas de salud en la población. Su devoción por divulgar medidas colectivas de higiene y la convicción con la que este médico sostenía que la salud pública es responsabilidad de la sociedad, lo llevaron a ser considerado uno de los principales iniciadores de la salud pública y la medicina social. La contribución de Frank se enriqueció con las ideas de otros reformadores médicosociales, como Virchow, Neuman y Leubuscher. Mientras tanto, en Inglaterra Chadwick, Smith y Simon lograron reunir información acerca de los problemas de salud de las clases proletarias. Con estos argumentos, el parlamento inglés justificó, en la segunda mitad del siglo XIX, la necesidad de legislar y crear organismos administrativos para la planeación, control yvigilancia.de la salud pública. La creación en Inglaterra del Consejo General de Salud (1834), la integración en 1871 de los Consejos Locales de Gobierno y la aprobación en 1875 del Decreto para la Salud Pública, fueron los sucesos que mayor trascendencia tuvieron en este país y en la historia de la salud pública. Entre 1875 y 1914 se consolidaron y avanzaron los logros obtenidos y se cumplió el ámbito de la salud pública. En México, la salud pública tiene como antecedente el Protomedicato, que funcionó durante la Colonia, y el Consejo General de Salubridad, que fue creado en la época independiente. La definición de sus funciones y los elementos de su estructura administrativa actual empezaron a definirse a principios del presente siglo. --------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- REFERENCIAS ----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- 1. Cannon WB. La sabiduría del cuerpo. México: Editorial Séneca, 1941:332-352. 2. Adkins L, Adkins R. Introduction to the romans. New Jersey: Chatwell Books, 1991:46-55. 3. Rosen G. A history of public health. Baltimore: The Johns Hopkins University Press, 1993. 4. Brouwer D (ed.). Biblia de Jerusalén. Bilbao: Editorial Española Desclée de Brouwer, 1970:149- 161 5. Anónimo. Cólera. El viajero del Ganges. Ciencia Médica, 1994;1:12-21. 25 6. Costa EF. Historia de la sífilis. Buenos Aires: Editorial Universitaria de Buenos Aires, 1977:18- 21. 7. Riche WH, Milner J. Epidemiology as medical ecology. Edimburgo: Churchill Livingston 1971:7- 13. REFERENCIAS 16 8. Sigerist H. Hitos en la historia de la salud pública. México: Siglo XXI Editores, 1981:66-84.9. . Breilh J. Epidemiología, economía, medicina y política, 3a ed. México: Fontamara, 1989:85- 89. 10. Rosen G. De la policía médica a la medicina social. México: Siglo XXI Editores, 1974:50-53. 11. Chave SPW. The origins and development of public health. En: Holland WW, Detels R, Knox G. (eds.). Oxford Textbook of Public Health. Oxford: Oxford University Press, 1986:3-19. 12. Grimberg C. Historia Universal Daimon. Revoluciones y luchas nacionales. Edi-ciones Daimon, Manuel Tamayo, 1967:238-268, 369-404. 13. Jover ZJM. Visión sinóptica de la cultura del positivismo. En: Laín Entralgo. His-toria universal de la medicina VI. Barcelona: Salvat Editores, 1982:1-9. 14. Alvarez AJ, Bustamante ME, López PA, Fernández del Castillo F. Historia de la salubridad y de la asistencia en México, Tomo IV. México: Secretaría de Salubri-dad y Asistencia, 1960:11-12, 53-62. 15. Alvarez AJ, Bustamante ME, López PA, Fernández del Castillo F. Historia de la salubridad y de la asistencia en México, Tomo III. México, Secretaría de Salubri-dad y Asistencia, 1960:153- 162. http://paginas.facmed.unam.mx/deptos/sp/wp-content/uploads/2015/11/vega.pdf EL DERECHO A LA SALUD ¿QUÉ ES EL DERECHO A LA SALUD? Aspectos fundamentales del derecho a la salud • El derecho a la salud es un derecho inclusivo. Frecuentemente asociamos el derecho a la salud con el acceso a la atención sanitaria y la construcción de hospitales. Es cierto, pero el derecho a la salud es algo más. Comprende un amplio conjunto de factores que pueden contribuir a una vida sana. El Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, que es 26 el órgano encargado de llevar a cabo un seguimiento del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales 2 , los denomina "factores determinantes básicos de la salud". Son los siguientes: Agua potable y condiciones sanitarias adecuadas; Alimentos aptos para el consumo; ¾ Nutrición y vivienda adecuadas; Condiciones de trabajo y un medio ambiente salubres; Educación e información sobre cuestiones relacionadas con la salud; Igualdad de género. ------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Muchas de estas y otras importantes características del derecho a la salud se clarifican en la Observación general Nº 14 (2000) sobre el derecho a la salud, aprobada por el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. 2 El Pacto fue aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su resolución 2200 A (XXI), de 16 de diciembre de 1966. Entró en vigor en 1976, y el 1º de diciembre de 2007 había sido ratificado por 157 Estados. ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------ • El derecho a la salud comprende algunas libertades. Tales libertades incluyen el derecho a no ser sometido a tratamiento médico sin el propio consentimiento, por ejemplo experimentos e investigaciones médicas o esterilización forzada, y a no ser sometido a tortura u otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes. • El derecho a la salud comprende algunos derechos. Esos derechos incluyen los siguientes: El derecho a un sistema de protección de la salud que brinde a todos iguales oportunidades para disfrutar del más alto nivel posible de salud; El derecho a la prevención y el tratamiento de las enfermedades, y la lucha contra ellas; El acceso a medicamentos esenciales; La salud materna, infantil y reproductiva; El acceso igual y oportuno a los servicios de salud básicos; 27 El acceso a la educación y la información sobre cuestiones relacionadas con la salud; La participación de la población en el proceso de adopción de decisiones en cuestiones relacionadas con la salud a nivel comunitario y nacional. Deben facilitarse servicios, bienes e instalaciones de salud a todos sin discriminación. La no discriminación es un principio fundamental de los derechos humanos y es decisiva para el disfrute del derecho al más alto nivel posible de salud (véase la sección sobre la no discriminación infra). • Todos los servicios, bienes e instalaciones deben estar disponibles y ser accesibles, aceptables y de buena calidad: Cada Estado debe tener disponibles un número suficiente de establecimientos, bienes y servicios de salud y centros de atención de la salud públicos. Deben ser físicamente accesibles (deberán estar al alcance geográfico de todos los sectores de la población, en especial los niños, los adolescentes, las personas de edad, las personas con discapacidad y otros grupos vulnerables), y también desde el punto de vista económico, sin discriminación alguna. La accesibilidad también comprende el derecho de solicitar, recibir y difundir información relacionada con la salud en forma accesible (para todos, incluidas las personas con discapacidad), pero sin menoscabar el derecho de que los datos personales relativos a la salud sean tratados con confidencialidad. Los establecimientos, bienes y servicios de salud también deben comportar respeto hacia la ética médica y sensibilidad para con los requisitos de género y ser culturalmente apropiados. En otras palabras, deben ser aceptables desde el punto de vista médico y cultural. Por último, deben ser apropiados desde el punto de vista científico y médico y de buena calidad. Ello requiere, entre otras cosas, personal médico capacitado, medicamentos y equipo hospitalario científicamente aprobados y en buen estado, agua potable y condiciones sanitarias adecuadas. B. Falsas ideas muy comunes acerca del derecho a la salud • El derecho a la salud NO es lo mismo que el derecho a estar sano Un error muy común es creer que el Estado debe garantizarnos buena salud. Sin embargo, la buena salud depende 28 de varios factores que quedan fuera del control directo de los Estados, por ejemplo la estructura biológica y la situación socioeconómica de las personas. El derecho a la salud hace más bien referencia al derecho a disfrutar de un conjunto de bienes, instalaciones, servicios y condiciones que son necesarios para su realización. Por ello, describirlo como el derecho al nivel más alto posible de salud física y mental es más exacto que como un derecho incondicional a estar sano • El derecho a la salud NO es sólo un objetivo programático a largo plazo. El hecho de que la salud deba ser un objetivo programático tangible no significa que no se deriven de él obligaciones inmediatas para los Estados. En efecto, éstos deben hacer todo lo posible, dentro de los límites de los recursos disponibles, para hacer efectivo el derecho a la salud, y adoptar medidas en ese sentido sin demora A pesar de las limitaciones de recursos, algunas obligaciones tienen un efecto inmediato, por ejemplo garantizar el derecho a la salud sin discriminatoria alguna y elaborar leyes y planes de acción específicos u otras medidas análogas a efectos de la plena realización de este derecho, como con cualquier otro derecho humano. Los Estados también deben garantizar un nivel mínimo de acceso a los componentes materiales esenciales del derecho a la salud, por ejemplo el suministro de medicamentos esenciales y la prestación de servicios de salud maternoinfantil. (El capítulo III contiene información más detallada al respecto.) • Las dificultades económicas de un país NO le eximen de la obligación de adoptar medidas que garanticen el disfrute del derecho a la salud. A menudo se afirma que, cuando no pueden permitírselo, los Estados no están obligados a adoptar medidas para garantizar el disfrute de este derecho, o pueden demorar indefinidamente el cumplimiento de sus obligaciones. Cuando se examina el disfrute efectivo de ese derecho en un Estado determinado siempre se tienen en cuenta la disponibilidadde recursos en ese momento y el contexto de desarrollo. Sin embargo, ningún Estado puede justificar el incumplimiento de sus obligaciones por falta de recursos. Los Estados deben garantizar el derecho a la salud en la mayor medida posible con arreglo a los recursos disponibles, incluso cuando éstos sean escasos. Es cierto que las medidas pueden depender del contexto específico, pero todos los Estados deben procurar cumplir sus obligaciones de respeto, protección y realización (para más información, véase pág. ...). C. El vínculo entre el derecho a la salud y otros derechos humanos 29 Los derechos humanos son interdependientes e indivisibles y están relacionados entre sí3 , lo cual significa que el no reconocimiento del derecho a la salud a menudo puede obstaculizar el ejercicio de otros derechos humanos, por ejemplo el derecho a la educación o al trabajo, y viceversa. La importancia que se concede a los "factores determinantes básicos de la salud", es decir, los factores y condiciones que contribuyen a la protección y promoción del derecho a la salud, aparte de los servicios, los bienes y los establecimientos de salud, demuestra que este derecho depende del ejercicio de muchos otros derechos humanos y contribuye a ello. Cabe mencionar al respecto el derecho a los alimentos, al agua, a un nivel de vida adecuado, a una vivienda adecuada, a no ser objeto de discriminación, a la intimidad, de acceso a la información, a la participación y a beneficiarse de los avances científicos y sus aplicaciones. Es fácil advertir la interdependencia de los derechos en el contexto de la pobreza. La salud puede ser para las personas que viven en condiciones de pobreza el único activo del que disponen para ejercer otros derechos económicos y sociales, como el derecho al trabajo o el derecho a la educación. La salud física y mental permite a los adultos trabajar y a los niños aprender, mientras que la mala salud es un lastre para los propios individuos y para quienes deben cuidar de ellos. Ahora bien, el derecho a la salud no puede realizarse si la persona no disfruta de sus otros derechos, cuya conculcación es la causa básica de la pobreza, por ejemplo los derechos al trabajo, a la alimentación, a la vivienda y a la educación, y el principio de no discriminación. --------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- 4 Organización Mundial de la Salud, Water, sanitation and hygiene: Quantifying the health impact at nacional and local levels in countries with incomplete water supply and sanitation coverage, Environmental Burden of Disease Series, Nº 15 (Ginebra, 2007). --------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Vínculos entre el derecho a la salud y el derecho al agua La mala salud se asocia con la ingestión de agua no potable o el contacto con ella, la falta de agua limpia (lo que está relacionado con una higiene inadecuada), la falta de servicios de saneamiento, y una mala gestión de los recursos y los sistemas hídricos, en particular en la agricultura. La mayoría de las enfermedades diarreicas que se registran en el mundo pueden atribuirse al agua insalubre y a un saneamiento e higiene inadecuados. En 2002, enfermedades diarreicas atribuibles a esos tres factores fueron la causa del 2,7%, aproximadamente, de las muertes en todo el mundo (1,5 millones)4 . 30 D. ¿Cómo se aplica el principio de no discriminación al derecho a la salud? La discriminación es cualquier distinción, exclusión o restricción, hecha por diversas causas, que tiene el efecto o el propósito de dificultar o impedir el reconocimiento, disfrute o ejercicio de los derechos humanos y las libertades fundamentales. Está relacionada con la marginación de determinados grupos de población y por lo general es la causa básica de las desigualdades estructurales fundamentales existentes en la sociedad. A su vez, esa situación hace a esos grupos más vulnerables a la pobreza y la mala salud. No debe sorprender que los grupos tradicionalmente discriminados y marginados a menudo padezcan un número desproporcionado de problemas de salud. Por ejemplo, algunos estudios han demostrado que, en algunas sociedades, las minorías étnicas y los pueblos indígenas tienen acceso a un menor número de servicios de salud, reciben menos información sanitaria y es menos probable que dispongan de una vivienda adecuada y de agua potable, y sus hijos registran una tasa de mortalidad más elevada y padecen malnutrición más grave que la población en general. Los efectos de la discriminación se agravan cuando una persona sufre una discriminación doble o múltiple, por ejemplo la basada en el sexo y la raza o en el origen nacional o la edad. En muchos lugares, por ejemplo, las mujeres indígenas reciben menos servicios e información sanitarios y de salud reproductiva y están más expuestas a la violencia física y sexual que la población en general. La no discriminación y la igualdad son principios fundamentales de los derechos humanos y elementos decisivos del derecho a la salud. En el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (párrafo 2 del artículo 2) y la Convención sobre los Derechos del Niño (párrafo 1 del artículo 2) se enuncian los siguientes motivos no exhaustivos de discriminación: raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, discapacidad, nacimiento o cualquier otra condición social. De acuerdo con el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, "otra índole" puede incluir el estado de salud (por ejemplo VIH/SIDA) o la orientación sexual. Los Estados tienen la obligación de prohibir y eliminar la discriminación en todas sus formas y garantizar a todos el acceso a la atención sanitaria y los factores determinantes básicos de la salud en condiciones de igualdad. La Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial (art. 5) también proclama que los Estados deben prohibir y eliminar la discriminación racial y garantizar el derecho de toda persona a la salud pública y la asistencia médica. 31 La no discriminación y la igualdad también significan que los Estados deben reconocer las diferencias y satisfacer las necesidades específicas de los grupos que generalmente afrontan dificultades especiales en el sector de la salud, por ejemplo tasas de mortalidad más altas o una mayor vulnerabilidad a ciertas enfermedades. La obligación de garantizar la no discriminación requiere la aplicación de normas de salud específicas a determinados grupos de población, como mujeres, niños o personas con discapacidad (véase cap. II). La adopción de medidas positivas de protección son especialmente necesarias cuando determinados grupos de personas han sido permanentemente discriminados por los Estados partes o por los agentes privados. Con arreglo a los mismos criterios, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales ha establecido claramente que es injustificable la falta de protección legal o de hecho de los miembros vulnerables de la sociedad contra la discriminación en el sector de la salud. Incluso en situaciones de limitación grave de recursos, es preciso proteger a los miembros vulnerables de la sociedad, por ejemplo mediante la aprobación de programas especiales de costo relativamente bajo 5 . 5 Observación general Nº 14, párr. 18. Enfermedades desatendidas: una cuestión relacionada con el derecho a la salud que tiene muchas facetas Son enfermedades desatendidas las que crean graves discapacidad o representan un grave peligro para la vida y para las que las opciones de tratamiento son inadecuadas o inexistentes, a saber: la leishmaniasis(kala-azar), la oncocercosis (ceguera de los ríos), la enfermedad de Chagas, la lepra, la esquistosomiasis (bilarciasis), la filariasis linfática, la tripanosomiasis africana (enfermedad del sueño) y la fiebre dengue. Existen claros vínculos entre las enfermedades desatendidas y los derechos humanos: • Estas enfermedades afectan casi exclusivamente a la población pobre y marginal de los países de bajos ingresos, las zonas rurales y ambientes en los que está muy extendida la pobreza. Por tanto, es fundamental garantizar los factores determinantes básicos del derecho a la salud para reducir la incidencia de las enfermedades desatendidas. • La discriminación es tanto una causa como una consecuencia de estas enfermedades. Por ejemplo, la discriminación puede impedir que las personas que las padecen busquen en primer lugar ayuda y tratamiento. • Frecuentemente no se dispone de medicamentos esenciales contra ellas o son insuficientes. (Cuando se dispone de ellos, pueden ser tóxicos.) 32 ---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- 6 Sin embargo, se registra en países tanto ricos como de bajos ingresos, y la atención internacional y las opciones de tratamiento han aumentado de manera espectacular en los últimos años (véase, por ejemplo, la iniciativa "Hacer retroceder el paludismo", http://www.rbm.who.int). E. El derecho a la salud en las normas internacionales de derechos humanos El derecho a disfrutar del más alto nivel posible de salud es un derecho humano reconocido por el derecho internacional relativo a los derechos humanos. En el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, que en general se considera el instrumento fundamental para la protección del derecho a la salud, se reconoce "el derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental". Es importante observar que en el Pacto se otorga a la salud mental, que a menudo ha sido desatendida, la misma consideración que a la salud física. Las intervenciones sanitarias y la investigación y desarrollo han sido durante mucho tiempo insuficientes y se ha dispuesto de escasos financieros para ellas (aunque la situación ha cambiado en los últimos años, ya que se está ejecutando un mayor número de proyectos de desarrollo de medicamento)7 . Incumbe a los Estados la obligación de promover el desarrollo de nuevos medicamentos, vacunas y técnicas de diagnóstico mediante investigación y desarrollo y la cooperación internacional. Pacto internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, Artículo 12 1. Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental. 2. Entre las medidas que deberán adoptar los Estados Partes en el Pacto a fin de asegurar la plena efectividad de este derecho, figurarán las necesarias para: a) La reducción de la mortinatalidad y de la mortalidad infantil, y el sano desarrollo de los niños; b) El mejoramiento en todos sus aspectos de la higiene del trabajo y del medio ambiente; c) La prevención y el tratamiento de las enfermedades epidémicas, endémicas, profesionales y de otra índole, y la lucha contra ellas; d) La creación de condiciones que aseguren a todos asistencia médica y servicios médicos en caso de enfermedad. http://www.rbm.who.int/ 33 Ulteriores instrumentos internacionales y regionales de derechos humanos reconocen el derecho a la salud de diversas maneras. Algunos son de aplicación general, mientras que otros se refieren a los derechos humanos de grupos determinados, por ejemplo las mujeres o los niños. Además, los órganos creados en virtud de tratados que realizan un seguimiento de la aplicación del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer y la Convención sobre los Derechos del Niño han formulado observaciones o recomendaciones generales sobre el derecho a la salud y las cuestiones relacionadas con ella, que constituyen una interpretación autorizada y detallada de las disposiciones contenidas en los tratados8 . Muchas conferencias y declaraciones, por ejemplo la Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Salud (en la que se aprobó la Declaración de Alma-Ata)9 , la Declaración del Milenio y los objetivos de desarrollo del milenio10 y la Declaración de compromiso en la lucha contra el VIH/SIDA11, también han contribuido a esclarecer diversos aspectos de la salud pública relacionados con el derecho a la salud y a reafirmar los compromisos para con su realización. Declaración de Alma-Ata, 1978 En la Declaración se afirma la función decisiva de la atención primaria de salud, que se orienta hacia los principales problemas de salud de la comunidad y presta los servicios de promoción, prevención, tratamiento y rehabilitación necesarios para resolver esos problemas (art. VII).En ella se subraya que el acceso a la atención primaria de salud es la clave para alcanzar un nivel de salud que permita a todas las personas llevar una vida social y económicamente productiva (art. V) y contribuir al disfrute del más alto nivel posible de salud. Tratados internacionales de derechos humanos en los que se reconoce el derecho a la salud • Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial, 1965: art. 5 e) iv) • Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, 1966: art. 12 • Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, 1979: arts. 11 1) f), 12 y 14 2) b) • Convención sobre los Derechos del Niño, 1989: art. 24 • Convención internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares, 1990: arts. 28, 43 e) y 45 c) • Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad, 2006: art. 25. 34 8 Para más información sobre los órganos creados en virtud de tratados, véase el Folleto informativo Nº 30. 9 Declaración de Alma-Ata, Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Salud, Alma- Ata, URSS, septiembre de 1978. 10 Véase http://www.un.org/millenniumgoals/. 11 Resolución S-26/2 de la Asamblea General, de 27 de julio de 2001. El derecho a la salud también se reconoce en varios instrumentos regionales, tales como la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos (1981), el Protocolo adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en la esfera de los derechos económicos, sociales y culturales, denominado Protocolo de San Salvador (1988), y la Carta Social Europea (1961, revisada en 1996). La Convención Americana sobre Derechos Humanos (1969) y la Convención Europea de Salvaguardia de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales (1950) contienen disposiciones relacionadas con la salud, como el derecho a la vida, la prohibición de la tortura y otros tratos crueles, inhumanos y degradantes, y el derecho a la familia y la vida privada. Por último, el derecho a la salud o el derecho a la atención médica están reconocidos por lo menos en 115 constituciones. Otras seis, por lo menos, imponen deberes con respecto a la salud, por ejemplo el deber del Estado de desarrollar los servicios de salud o de asignarles un presupuesto concreto. El derecho a la salud y los deberes para con la salud en determinadas constituciones nacionales Constitución de Sudáfrica (1996): Capítulo II, art. 27: Atención sanitaria, alimentos, agua y seguridad social. "1) Todas las personas tienen derecho a: a) Servicios de salud, incluida la salud reproductiva; b) Alimentos y agua suficientes;
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