Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
S E C C IÓ N X V I © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. INTRODUCCIÓN La hormona antidiurética (ADH) o arginina-vasopresina (AVP) es un nonapéptido que forma parte de una preprohormona, la AVP- neurofisina II y el extremo C-terminal, copeptina. Se sintetiza prin- cipalmente en las células magnocelulares de los núcleos supraóptico y paraventricular del hipotálamo. Posteriormente se transporta a lo largo de los axones por la eminencia media hasta la hipófisis posterior o neurohipófisis, donde finalmente se transforma en hormona madura. La AVP se secreta por exocitosis de forma equimolar junto con la neurofisina II y la copeptina. La AVP actúa sobre el receptor V2 situado en la porción basal de las células de los túbulos colectores. La unión de la AVP sobre esos receptores induce la emigración a la superficie luminal de la acuaporina 2, proteína que forma canales permeables al agua que permiten la reabsorción pasiva de agua que pasa al intersticio de la médula, ya que este es hipertónico, y da lugar finalmente a la producción de orina concentrada. La acción antidiurética de la AVP, junto con la sensación de sed y la consiguiente ingesta de agua, son fundamentales para el mantenimiento de la osmolalidad y del volumen del compartimiento hídrico, crucial para el funcionamiento celular adecuado. En ausencia de AVP, el túbulo colector es impermeable y se excreta orina diluida. La secreción de AVP está regulada por los osmorreceptores hipo- talámicos, y su gran sensibilidad hace que la osmolalidad plasmática (Osmp) se mantenga en un margen estrecho, ya que sus variaciones modifican la secreción y la concentración en el plasma de AVP. Los valores plasmáticos de AVP siempre deben interpretarse en función del valor de la Osmp. Cuando la Osmp es menor de 280 mOsm/kg, la secreción de AVP está inhibida (< 1 pg/mL) y la orina se diluye al máximo (50-100 mOsm/kg). Por el contrario, cuando la Osmp supera los 290 mOsm/kg, se alcanzan unas concentraciones plasmáticas de AVP aproximadamente de 5-6 pg/mL, lo que determina una concen- tración urinaria máxima (generalmente 800-1.200 mOsm/kg). La ingesta de agua es el otro mecanismo básico para el mante- nimiento de la tonicidad y del volumen de los líquidos corporales. La sensación de sed es un proceso complejo que está regulado por osmorreceptores hipotalámicos, en estrecha relación con la secreción de AVP. Esta sensación aparece en presencia de Osmp de alrededor de 290 mOsm/kg. Las reducciones del volumen plasmático y de la presión arterial desencadenan también la liberación de AVP a través de barorreceptores localizados en el seno carotídeo y en el arco aórtico. La secreción de AVP es pulsátil y sigue un ritmo circadiano, y es mayor por la noche, lo que da lugar a una menor diuresis durante el sueño. La AVP tiene una semivida de 5-10 min debido a su degradación por la vasopresinasa. DÉFICIT DE HORMONA ARGININAVASOPRESINA: DIABETES INSÍPIDA CENTRAL, NEUROGÉNICA, HIPOTALÁMICA O NEUROHIPOFISARIA Concepto La diabetes insípida (DI) es el cuadro que resulta de la alteración de la homeostasis del agua por disminución de la secreción de AVP. Se caracteriza por poliuria (diuresis en adultos superior a 50 mL/kg/24 h, aprox. 3,5 L/día; en niños: 100 mL/kg/día), junto con orina hipotónica (generalmente osmolalidad urinaria [Osmo] < 300 mOsm/kg). Se necesita una destrucción del 80%-90% de las neuronas magnocelulares del hipotálamo para que se produzca una DI definitiva; cuando la lesión afecta a la porción baja del tallo hipofisario o a la hipófisis posterior, puede producirse DI transitoria. Etiología Las causas más frecuentes de DI son las traumáticas, que incluyen, en primer lugar, la cirugía de la región hipotálamo-hipofisaria y los traumatismos craneoencefálicos (cuadro 235-1). Otras causas son los tumores de la región hipotalámica (principalmente los craneofarin- giomas), las enfermedades infiltrativas (histiocitosis, sarcoidosis, etc.) y las metástasis de carcinomas. Los adenomas hipofisarios raramente producen DI de novo. La diabetes insípida gestacional ocurre durante el segundo y el tercer trimestres del embarazo y se produce por un aumento del metabolismo de la AVP por la vasopresinasa placentaria, y remite pocas semanas después del parto. Después de la cirugía de la región hipotálamo-hipofisaria, la DI se instaura, en general, en los días siguientes, y puede ser transitoria © 2020. Elsevier España, S.L.U. Reservados todos los derechos Enfermedades de la neurohipófisis • CUADRO 235-1 Congénitas Displasia septoóptica; defectos de la línea media, holoprosencefalia, agenesia hipofisaria, encefalocele, quiste aracnoideo Adquiridas Cirugía hipotálamo-hipofisaria. Traumatismos craneoencefálicos Tumores Primarios: craneofaringioma, germinoma, meningioma, pinealoma, glioma óptico, adenoma hipofisario (supraselar) Secundarios: metástasis en la región hipotálamo-hipofisaria (mama, pulmón, tubo digestivo) Idiopática Enfermedades granulomatosas: sarcoidosis, histiocitosis de células de Langerhans, histiocitosis de Chester-Erdheim, xanthoma disseminatum Inflamatorias o autoinmunitarias: infundíbulo-neurohipofisitis linfocítica, granulomatosis con poliangitis, lupus eritematoso sistémico, esclerodermia Vascular: hemorragia cerebral, hemorragia subaracnoidea, aneurisma o infarto de la arteria comunicante anterior, trombosis del seno cavernoso, accidente cerebrovascular, hemorragia intrahipotalámica, síndrome de Sheehan, derivación aortocoronaria, encefalopatía hipóxica Infecciosas: encefalitis, meningitis, tuberculosis, sífilis, toxoplasmosis, listeria, citomegalovirus, HIV Enfermedades hematológicas: leucemia, linfoma Inducida por fármacos o toxinas: etanol, difenilhidantoína, veneno de serpiente Otras: hidrocefalia, quiste ventricular/supraselar, enfermedades degenerativas Gestacional Presentación durante el embarazo por aumento del metabolismo de la AVP Hereditarias Autosómica dominante: mutación del gen de la AVP-neurofisina II Autosómica recesiva: síndrome de Wolfram, mutación del gen de la AVP-neurofisina II, recesiva ligada al X AVP: arginina-vasopresina. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 1954 SECCIÓN XVI Endocrinología o definitiva. Raramente ocurre una respuesta trifásica en la que, tras una DI inicial, aparece una fase transitoria de secreción inapropiada de ADH (SIADH) y finalmente ocurre una DI definitiva. La DI idiopática constituye el 30%-50% de los casos, muchas veces es autoinmunitaria, con anticuerpos anticélulas productoras de AVP, puede asociarse a otras enfermedades autoinmunitarias y su diagnóstico se realiza por exclusión. Las DI genéticas son raras, la mayoría tienen una herencia autosó- mica dominante y ocurren por mutaciones del gen de la preprohormo- na. La DI puede formar parte del síndrome de Wolfram o DIDMOAD (del inglés diabetes insipidus, diabetes mellitus, optic atrophy, deafness), que asocia, además, diabetes mellitus, atrofia óptica y sordera, y tiene una herencia autosómica recesiva. Cuadro clínico La manifestación más importante de la DI es la poliuria, que se acom- paña de nicturia y polidipsia adecuada al grado de poliuria. El cuadro suele ser de inicio brusco, con necesidad imperiosa de beber agua, de día y de noche, y preferencia por las bebidas frías. Suele detectarse con frecuencia una discreta elevación plasmática del sodio y de la Osmp. No existe clínica de deshidratación ni de hipernatremia franca, salvo en los raros casos en que existe dificultad en el acceso al agua (alteraciones del nivel de consciencia) o trastornos de la sensación de la sed (hipodipsia o adipsia). Diagnóstico El primer paso en eldiagnóstico es confirmar la presencia de poliuria hipotónica. En la DI, la Osmo es baja, inadecuada a la Osmp. Estas alteraciones pueden observarse en condiciones basales, pero con fre- cuencia se precisa la prueba de restricción hídrica, de deshidratación o de la sed. En condiciones normales, la deshidratación produce un aumento de la Osmp que estimula la secreción de AVP, con la adecuada reducción del aclaramiento de agua libre y una disminución de la diuresis con un aumento de la Osmo, en general por encima de 700 mOsm/kg. La prueba se realiza en dos pasos. En primer lugar, se somete al paciente a una restricción total de líquidos, controlando su situación hemodinámica y el peso de enfermo (la pérdida no debe superar el 3%-5% inicial), así como el volumen de orina, la Osmp y la Osmo, cada hora. La máxima concentración urinaria se alcanza, en general, entre las 4 y las 10 h, y entonces se interrumpe la restricción hídrica. Este primer paso diferencia al individuo normal y al paciente con polidipsia primaria del enfermo con DI central y nefrogénica, que no concentran la orina adecuadamente tras la deshidratación. El segundo paso está diseñado para diferenciar la DI central de la DI nefrogénica. Se administra AVP s.c. (o 1-2 µg del análogo desmopresina [DDAVP]) y se determina el volumen urinario, la Osmo 1 o 2 h des- pués de esta inyección. En un sujeto normal, la Osmo no aumenta tras la AVP. En los pacientes con DI central completa, la Osmo se mantiene por debajo de la plasmática y se incrementa en más de un 50% tras la inyección de AVP. En la DI central parcial, la Osmo aumenta moderadamente con la deshidratación y se incrementa en más del 10% tras la AVP. En la DI nefrogénica se observa un incremento escaso de la Osmo durante la prueba, que no se modifica con la AVP exógena. La prueba de la perfusión de solución salina hipertónica es una alternativa a la prueba de la sed cuando esta no es concluyente; es necesaria en pocos casos, y los resultados de ambas exploraciones son comparables. Se infunde suero salino hipertónico al 5% a lo largo de 2 h, con cuantificación seriada de AVP en plasma. Los pacientes con DI central presentan una escasa elevación de la AVP en respuesta a la hipernatremia. Dada la inestabilidad preanalítica y las dificultades metodológicas, se ha relegado el uso de la determinación directa de AVP plasmática. Recientemente se ha propuesto la medición de la copeptina, que es más estable y fácil de medir, y que distingue tanto la DI nefrogénica como la central. La RM de la región hipotálamo-hipofisaria puede poner de mani- fiesto las causas tumorales e infiltrantes y, en los casos idiopáticos, la falta de imagen brillante de la neurohipófisis. Diagnóstico diferencial La DI central debe diferenciarse de otros cuadros que cursan con poliuria- polidipsia, como diuresis osmótica, DI nefrogénica y polidipsia primaria. Los datos clínicos y bioquímicos y, si fuese preciso, la prueba de restricción hídrica permiten excluir la poliuria por diuresis osmótica y por nefropatía como disfunción tubular, fármacos y otras formas de DI nefrogénica. La polidipsia primaria se caracteriza por un trastorno primario en la excesiva ingesta de líquidos. Su forma dipsogénica ocurre por la presencia de una sed inapropiada causada por una disminución de los mecanismos de osmorregulación. En ocasiones se produce por sarcoidosis o tuberculosis, y en otras es idiopática. Otro subtipo es la polidipsia psicogénica o potomanía, debida a cuadros psiquiátricos. En estos casos, la ingesta de agua suele ser errática y sin nicturia, y es frecuente la tendencia a la hiponatremia. Tratamiento Se basa en la administración del análogo sintético de la AVP, la 1-desa- mino-8-D-arginina-vasopresina o acetato de desmopresina, sin efecto presor y cuya acción antidiurética se mantiene durante más de 8 h. Se puede administrar por vía s.c. o i.v., en una dosis de 1-2 µg cada 8-12 h, indicada tras cirugía o en pacientes inconscientes. La desmopresina, en general, se administra en forma de solución absorbible por la mucosa nasal: en gotas (solución 0,1 mg/ml) en una dosis inicial de 0,05- 0,2 mL (5-20 µg), o en aerosol (1 pulverización = 10 µg), repartida en dos o tres aplicaciones diarias que se ajusta según la diuresis. Se puede administrar también en tabletas de 0,1 y 0,2 mg, 2-3 veces al día, o por vía sublingual liofilizada en dosis de entre 60 y 120 µg, 2-3 veces al día. El riesgo principal del tratamiento es la sobredosificación, que puede dar lugar a hiponatremia. Los pacientes con DI deben llevar un documento identificador para situaciones de urgencia. SÍNDROME DE SECRECIÓN INAPROPIADA DE HORMONA ANTIDIURÉTICA Concepto El síndrome de secreción inapropiada de hormona antidiurética (SIADH) es el cuadro que resulta de la secreción no fisiológica de ADH o AVP. En ocasiones, las concentraciones plasmáticas de AVP son bajas o indetecta- bles, por lo que también se denomina síndrome de antidiuresis inadecuada. Etiología Las causas del SIADH son múltiples y se agrupan en cinco categorías: tumores que producen AVP de forma ectópica, enfermedades del sistema nervioso central, patología pulmonar, fármacos (algunos por estimulación directa de la liberación de AVP y otros al aumentar su acción) y algunas formas idiopáticas (cuadro 235-2). En algunos casos raros se ha descrito la mutación activadora del gen del receptor V2, que da lugar a una apertura mantenida de los canales de agua (síndrome nefrogénico de antidiuresis inadecuada, SIAD). Esta entidad cumple estrictamente los criterios de SIADH, pero cursa con valores de AVP plasmática indetectables. En la mayor parte de los casos, el SIADH es transitorio, pero en otros es permanente y puede requerir un tratamiento prolongado. La hospitalización puede contribuir al agravamiento de una hiponatremia leve previamente inadvertida. En este contexto, deben considerarse factores precipitantes, como el empleo poco riguroso de soluciones hipotónicas (especialmente en el período postoperatorio), la presen- cia de dolor o náuseas y vómitos, o el uso de fármacos que puedan incrementar la secreción de AVP o potenciar su acción. Además, estos factores a menudo coexisten en un mismo paciente, lo que complica su diagnóstico y tratamiento. Fisiopatología La AVP secretada en exceso interacciona con su receptor específico V2, que genera acuaporina 2 con un aumento en la permeabilidad al agua, reabsorción de esta y excreción de una orina concentrada. En el SIADH, el trastorno primario es el incremento de AVP con Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org S E C C IÓ N X V I CAPÍTULO 235 Enfermedades de la neurohipófisis © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. 1955 disminución de la excreción de agua libre. La ingesta o el aporte excesivo de agua pueden poner de manifiesto o agravar el síndrome. El SIADH es la causa más frecuente de los cuadros de hiponatremia euvolémica y representa alrededor de un tercio de las causas de estos. Cuadro clínico La clínica que deriva de la presencia de hiponatremia y conlleva un aumento de la morbimortalidad depende tanto de la magnitud de la hiponatremia como de la velocidad de su instauración. Las manifes- taciones clínicas son principalmente neurológicas y reflejan el edema cerebral que ocurre en la situación de hipoosmolalidad plasmática por el desplazamiento del agua del espacio extracelular al compartimien- to celular en una estructura rígida como el cráneo. El cuadro suele aparecer en las situaciones de hiponatremia aguda que se desarrolla en menos de 48 h, período en el que no se han establecido todavía los mecanismos de adaptación de la hiponatremia. Por el contrario, sila instauración de la hiponatremia es lenta, aparecen mecanismos de adaptación cerebral que evitan la sintomatología aguda y condicionan una clínica menos llamativa. Otros factores que agravan el cuadro son la edad (es más grave en los niños), el sexo (es más grave en la mujer en edad fértil) o la presencia de lesiones expansivas cerebrales. Si la hiponatremia es grave (en general < 120 mEq/L), puede aparecer una encefalopatía hiponatrémica con manifestaciones clínicas propias del edema cerebral: disminución del nivel de consciencia, estupor, coma, insuficiencia respiratoria, convulsiones y, finalmente, herniación del tronco encefálico, parada respiratoria y muerte. Si la hiponatremia es moderada, aparecen cefalea, anorexia, náuseas, vómitos y un cuadro confusional con bradipsiquia, agitación, desorientación y somnolencia. En las hiponatremias leves, anteriormente consideradas asintomáticas, puede haber una clínica sutil, con déficit de atención, alteraciones de la memoria y de la capacidad cognitiva, así como inestabilidad en la marcha, que puede causar caídas y fracturas. Diagnóstico Pese a su elevada prevalencia, el SIADH permanece con frecuencia infradiagnosticado. El dato más característico es la hiponatremia. Existe hipoosmolalidad plasmática (< 275 mOsm/kg) y Osmo elevada, gene- ralmente superior a 100 mOsm/kg. La excreción urinaria de sodio suele hallarse por encima de 40 mmol/L, en situación de aporte normal de sodio. A ello contribuye también el incremento del factor natriurético atrial. El eje renina-aldosterona está adecuadamente inhibido. Existe una expansión discreta de volumen e incremento del agua corporal total que no se aprecian clínicamente y no aparecen edemas. Para el diagnóstico de certeza se deben excluir otros cuadros responsables de hiponatremia, tanto los que cursan con hipovolemia como aquellos en que existe hipervolemia, en que aparece una disminución del volumen circulante eficaz (insuficiencia cardíaca, cirrosis hepática con ascitis, síndrome nefrótico). El diagnóstico del SIADH es inicialmente sindró- mico y obliga a descartar también otras situaciones, como insuficiencia suprarrenal e hipofunción tiroidea, y la administración reciente de diuréticos. La función renal es normal (cuadro 235-3). Tratamiento El objetivo del tratamiento es la corrección de la hiponatremia. Para prevenir la encefalopatía hiponatrémica debe evitarse el descenso rápido de la natremia. Debe vigilarse la corrección excesivamente rápida, con el fin de impedir el síndrome de desmielinización osmótica (SDO). En las situaciones graves, el tratamiento debe preceder a la evalua- ción diagnóstica. El suero salino hipertónico al 3% es el tratamiento de elección. La velocidad de infusión no debe incrementar la natremia más de 8-10 mEq/L las primeras 24 h y no más de 18 mEq/L las primeras 48 h, con el fin de evitar el SDO, especialmente si existen factores • CUADRO 235-2 Neoplasias Neoplasias malignas de pulmón o mediastino: carcinoma pulmonar microcítico, mesotelioma, timoma Cáncer nasofaríngeo Neoplasias malignas gastroenteropancreáticas: esófago, estómago, duodeno, páncreas, colon Neoplasias malignas genitourinarias: uréter, vejiga, próstata, ovario, endometrio Linfomas, leucemia linfocítica crónica, sarcomas (sarcoma de Ewing, etc.), melanoma, neuroblastoma olfatorio, tumor carcinoide Adenoma bronquial, gangliocitoma Trastornos del sistema nervioso central Accidente vascular cerebral, hemorragia subaracnoidea, hematoma subdural, hidrocefalia, trombosis del seno cavernoso, traumatismos craneoencefálicos, tumores, abscesos, encefalitis, meningitis (bacteriana o vírica), tuberculosis, fiebre de las Montañas Rocosas, lupus eritematoso sistémico, vasculitis, síndrome del anticuerpo antifosfolipídico Enfermedades desmielinizantes e inflamatorias (esclerosis múltiple), síndrome de Guillain-Barré, lesiones de la médula espinal, esclerosis lateral amiotrófica, neuropatía periférica, síndrome de Shy-Drager, lesiones del tallo hipofisario tras intervención quirúrgica, delirium tremens, psicosis aguda, neuropatía periférica Malformaciones congénitas: agenesia del cuerpo calloso, paladar hendido, otras lesiones de la línea media Enfermedades del pulmón Insuficiencia respiratoria aguda, infecciones: neumonía (especialmente Legionella y Mycoplasma), neumonía bacteriana o vírica, abscesos, tuberculosis, aspergilosis, empiema, bronquiectasias, asma, neumotórax, cirugía torácica, fibrosis quística, vasculitis, ventilación con presión positiva, trombosis pulmonar, enfermedad pulmonar obstructiva crónica Fármacos Clorpropamida, clofibrato, clozapina, ciclofosfamida, ifosfamida, vincristina, vinblastina, cisplatino, carbamazepina, oxocarbazepina, ácido valproico, fenotiazinas, antidepresivos tricíclicos, inhibidores de la recaptación de la serotonina, inhibidores de la monoaminooxidasa, nicotina, opiáceos, narcóticos, anestésicos, haloperidol, inhibidores de la síntesis de prostaglandinas, inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina, AINE, ciprofloxacino, amiodarona, levetiracetam, etionamida, omeprazol, 3,4-metilendioximetanfetamina (éxtasis), ciprofloxacino, oxitocina (dosis elevadas) Miscelánea Infección por el HIV Atrofia senil Transitorio: anestesia general, dolor, náuseas, estado postoperatorio (p. ej., cirugía abdominal), retención urinaria, ejercicio prolongado y extenuante (maratón, triatlón, etc.), sida, porfiria aguda intermitente Hereditario: mutación activadora del gen del receptor V2 de la vasopresina (síndrome nefrogénico de antidiuresis inapropiada) Idiopático • CUADRO 235-3 Fundamentales Disminución de la osmolalidad plasmática efectiva (< 275 mOsm/kg) Osmolalidad urinaria > 100 mOsm/kg, coincidiendo con la hipotonicidad plasmática Euvolemia clínica: ausencia de signos de hipovolemia o de hipervolemia Excreción urinaria de sodio > 40 mmol/L, con dieta normosódica Funciones tiroidea y suprarrenal normales Ausencia de tratamiento reciente con diuréticos Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 1956 SECCIÓN XVI Endocrinología predisponentes, como hipopotasemia, alcoholismo, malnutrición o hepatopatía. En los estados que cursan con Osmo muy elevada (> 350 mOsm/kg) es útil añadir furosemida, que incrementa el acla- ramiento de agua libre, aunque su efecto es de escasa duración. Si la sintomatología es moderada o leve, se debe indicar la restricción hídrica (inicialmente, 500-1.000 mL/día), en función de la Osmo. Esta medi- da, con frecuencia, es de efectos limitados, inefectiva (especialmente, si Osmo > 500 Osm/kg) y de difícil adherencia a largo plazo, debido a la presencia de sed. Otro tratamiento que se ha utilizado es la demeclociclina, aunque su nefrotoxicidad limita su empleo. La urea es también de uso escaso por su mala palatabilidad. El aporte de sodio por vía oral representa un aporte de solutos a la orina con la consiguiente natriuresis y el incremento en la eliminación de agua. En la última década se ha introducido el uso de los vaptanes (tolvaptán por vía oral y conivap- tán para uso parenteral), antagonistas de la AVP, que producen un bloqueo de su receptor y una acuaresis sin excreción acompañante de electrólitos por la orina. Se ha demostrado su eficacia y seguridad en hiponatremias leves y moderadas (≥ 120 mEq/L). El tratamiento etiológico o la desaparición de la causa es el único tratamiento defi- nitivo del SIADH. BIBLIOGRAFÍA ESPECIAL Fenske W, Refardt J, Christ-Crain M. Copeptin in the Diagnosis of Diabetes Insipidus. N Engl J Med 2018;379(18):1785-6. Garrahy A, Moran A, Thompson CJ. Diagnosis and management of central diabetes insipidus in adults. Clin Endocrinol (Oxf.) 2019;90:23-30. Robertson GL. Diabetesinsipidus: Differential diagnosis and management. Best Pract Res Clin Endocrinol Metab 2016;30(2):205-18. Verbalis JG, Goldsmith SR, Greenberg A, Korzelius C, Schrier RW, Sterns RH, et al. Diagnosis, evaluation, and treatment of hyponatremia: expert panel recommendations. Am J Med 2013;126(10 Suppl 1):S1-42. Verbalis JG. Euvolemic Hyponatremia Secondary to the Syndrome of Inappro- priate Antidiuresis. En: Peri A, Thompson CJ, Verbalis JG, eds. Disorders of Fluid and Electrolyte Metabolism. Focus on Hyponatremia. Front Horm Res. Basel. Karger 2019;52:61-79. © 2020. Elsevier España, S.L.U. Reservados todos los derechos Enfermedades de la epífisis o glándula pineal S. M. WEBB YOUDALE, A. AULINAS MASÓ 236 INTRODUCCIÓN La epífisis o glándula pineal sintetiza y secreta la mayor parte de la melatonina de nuestro organismo, que también se sintetiza, en peque- ñas cantidades, en la retina y el intestino delgado. La melatonina deriva del triptófano que se hidroxila en la glándula pineal para después des- carboxilarse a serotonina. La secreción de melatonina está sometida a un ritmo circadiano, modulado principalmente por la información del fotoperíodo ambiental, que se transmite por las vías ópticas. Con la oscuridad, se estimula la síntesis de melatonina, y con la luz, se inhibe, independientemente del ritmo sueño-vigilia. La concentración de melatonina puede determinarse en la sangre, y la de su principal metabolito, el sulfato de 6-hidroximelatonina, en la orina. En cuanto a su papel en la fisiopatología humana, son escasos los trastornos en los que se confirma su papel etiológico primario. En la amenorrea hipotalámica, la anorexia nerviosa, el síndrome de Kallmann y distintas formas de hipogonadismo primario masculino se ha comprobado la existencia de un aumento de las concentraciones plasmáticas nocturnas y diurnas de melatonina. El aumento de la edad se acompaña de una reducción gradual de las concentraciones circu- lantes de melatonina. En pacientes afectados de neuropatía autónoma se observa una pérdida o atenuación de las variaciones circadianas de melatonina y sulfato de 6-hidroximelatonina. No se ha confirmado que la melatonina tenga un efecto oncostático, como algunos trabajos experimentales apuntaban. Se ha implicado también a la melatonina en el síndrome afectivo estacional, caracterizado por episodios depresivos anuales (en el hemis- ferio norte, entre diciembre y febrero, es decir, los días más cortos del año) en pacientes con tendencia a la hipersomnia y ganancia ponderal, y con predilección selectiva por la ingesta de hidratos de carbono. Algunos de estos pacientes responden de forma espectacular a la foto- terapia, y el síndrome depresivo desaparece tras la exposición diaria a varias horas de luz intensa. Los efectos más constantes de la administración de melatonina son sedación y analgesia ligeras. Dosis de hasta 6 g/día no se han acompañado de efectos colaterales importantes. Con dosis tan bajas como 0,1 mg se observa inducción del sueño, reducción de la ansiedad y sedación ligera, con sensación de bienestar. Otro efecto beneficioso de la administración de melatonina es que combate la descompensación horaria (jet lag) que aparece al realizar un vuelo transoceánico de larga duración hacia el este (efecto demostrado en 9/10 ensayos clínicos, con dosis igualmente efectivas desde 0,5 a 5 mg). Los sujetos que recibieron melatonina oral sufrieron menos alteraciones del ritmo sueño-vigilia y recuperaron más rápidamente sus ritmos endógenos de cortisol y melatonina. En resumen, la mela- tonina posee un potencial profiláctico y terapéutico para estabilizar y reconducir ritmos internos alterados, evitando anomalías temporales endógenas y potenciales enfermedades consecuentes. TUMORES PINEALES Los tumores pineales (fig. 236-1 A-C) representan aproximadamente el 1% de los tumores intracraneales y son 10 veces más frecuentes en los niños. Por primera vez, en 2016, la clasificación de la OMS de los tumores del SNC utiliza marcadores moleculares además de la his- tología para definir estos tumores, y define cómo debe estructurarse el diagnóstico de tumores del SNC en la era molecular. Pueden dividirse en tres grupos: 1. Tumores parenquimatosos pineales, que representan el 15%-30% del total y producen melatonina; la clasificación de la OMS de 2016 los clasifica de grado I (pineocitomas, mayormente benig- nos) a grado IV (pineoblastomas, que son altamente malignos). Además, la OMS definió a partir de 2007 los tumores papilares de la región pineal (conocidos como PTPR) como una entidad nueva; son tumores neuroepiteliales raros, macroscópicamente muy parecidos a los pineocitomas, que combinan áreas papi- lares y sólidas, aunque sí se pueden diferenciar microscópica- mente. Su comportamiento es variable, y corresponden a los grados II o III de la OMS en cuanto a diferenciación y pronós- tico (tabla 236-1). 2. Tumores derivados de la neuroglía o astrocitos, el 20% del total, que abarcan desde astrocitomas de bajo grado, astrocitomas intermedios difusos o anaplásicos, hasta los glioblastomas malignos de alto grado. 3. Tumores germinales pineales de origen embrionario (el 50% del total en Europa y Norteamérica o hasta el 80% en Japón), entre los que están los seminomas (germinomas), los carcinomas embrionarios, los teratomas, los coriocarcinomas, los tumores del saco vitelino y los tumores de células germinales mixtos derivados de células germinales ubicadas en zonas anómalas. En los tumores parenquimatosos, la presencia de más de seis mitosis y necrosis y la ausencia de positi- Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org Push Button0:
Compartir