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2214 SECCIÓN XVII Enfermedades infecciosas de endocarditis con deterioro hemodinámico o en los que no pueda controlarse la enfermedad a pesar del tratamiento antimicrobiano, y está especialmente indicada en la endocarditis sobre válvulas protésicas. Profilaxis Las personas en contacto con animales predispuestos a estar infectados por C. burnetii deben utilizar protección adecuada en su manipulación y la de sus productos. La leche debe ser siempre pasteurizada. La vacuna inactivada, preparada a partir de C. burnetii en fase I, se recomienda en personas con exposición profesional (ganaderos, matarifes, veteri- narios); debe considerarse también su uso en personal de laboratorios e investigadores que trabajan con ovejas gestantes. La vacunación se aplicó de forma masiva en el brote que se produjo en Holanda. Otro tipo de profilaxis es la quimioprofilaxis aplicada tras la infec- ción aguda en pacientes con valvulopatías previas o malformaciones vasculares. BIBLIOGRAFÍA ESPECIAL Anton E, Muñoz T, Traveria FJ, Navarro G, Font B, Sanfeliu I, et al. Rando- mized trial of clarthromycin for Mediterranean Spotted Fever. Antimicrob Agents Chemother 2016;60:1642-5. Bechah Y, Socolovschi, Raoult D. Identification of rickettsial infections by using cutaneous swab specimens and PCR. Emerg Infect Dis 2011;17:83-6. Million M, Walter G, Thuny F, Habib G, Raoult D. Evolution from acute Q fever to endocarditis is associated with underlying valvulopathy and age and can be prevented by prolonged antibiotic treatment. Clin Infect Dis 2013;57:836-44. Parola P, Paddock CD, Sokolovschi C, Labruna MB, Mediannikov O, Kernif T, et al. Update on tick-borne rickettsioses around the world: a geographic approach. Clin Microbiol Reviews 2013;26:657-702. Segura F, Pons I, Sanfeliu I, Nogueras MM. Shell-vial culture, coupled with real-time PCR, applied to Rickettsia conorii and Rickettsia massiliae-Bar29 detection, improving the diagnosis of the Mediterranean spotted fever. Ticks Tick Borne Dis 2016;7:457-61. Infecciones causadas por Bartonella y Ehrlichia. Donovanosis INFECCIONES CAUSADAS POR BARTONELLA F. Segura Porta Estas infecciones están causadas por bacilos gramnegativos, pequeños y pleomórficos, capaces de infectar eritrocitos, células epiteliales, macró- fagos y células madre. Hasta hace dos décadas tan sólo se consideraban los procesos relacionados con Bartonella bacilliformis, pero en los últimos años se han incluido en el género los microorganismos corres- pondientes a Rochalimaea, que comprenden B. quintana, B. henselae, B. elizabethae, B. clarridgeiae y B. vinsonii, y posteriormente otras 14 especies, además de otras cinco procedentes del antiguo género Grahamella. Hoy en día, estas infecciones, también llamadas bartonelosis, se consideran un ejemplo de enfermedad emergente y de espectro clínico cambiante. Entra de lleno en un concepto importante, introducido en los últimos años, que es One Health. Este concepto pretende una visión global de la enfermedad, especialmente aplicable a las enfermedades zoonóticas en que se considera la interrelación entre la epidemiología, la patología animal y la patología humana. La identificación de nuevas especies gracias a las técnicas de PCR y la mejoría en el diagnóstico han provocado un cambio notable en el conocimiento de las bartonelosis. Se conocen nuevos vectores, nuevas patologías animales, especialmente en el perro, y nuevas formas clínicas en los humanos. Fiebre de Oroya y verruga peruana B. bacilliformis es un bacilo pequeño, pleomórfico, gramnegativo, móvil y aerobio que se tiñe de color violeta-rosáceo con Giemsa y que crece bien en medios enriquecidos. Es endémica de los Andes, sobre todo de Perú, Ecuador y Colombia, en clara relación con el hábitat de su mosquito vector (Phlebotomus verrucarum). El único reservorio de la enfermedad es el ser humano. La fiebre de Oroya (o enfermedad de Carrión) es la forma aguda de la infección. Tras un período de incubación de 2-4 semanas, aparecen fiebre remitente, artromialgias, cefalea, adenopatías dolorosas y anemia hemolítica. En las formas graves puede haber delirio, obnubilación y coma. La verruga peruana es la forma crónica de la infección que aparece en individuos que habían adquirido inmunidad. Se carac- teriza por la aparición de nódulos en la cara y las extremidades en forma de brotes; puede acompañarse de fiebre y dolores articulares. En la fiebre de Oroya, el diagnóstico se realiza por la observación del microorganismo en los hematíes teñidos con Giemsa o Wright. En la verruga peruana, el microorganismo puede cultivarse de las lesiones y ocasionalmente en sangre. El tratamiento de elección, en las formas agudas, es el cloranfenicol (2 g/día durante 7 días) o el ciprofloxacino (500 mg/12 h durante 7-14 días). Las verrugas responden lentamente al tratamiento (rifampicina o estreptomicina durante 10-14 días) y en ocasiones se requiere su exéresis. La profilaxis está dirigida a combatir al vector. Fiebre quintana (fiebre de las trincheras) El agente patógeno es B. quintana. Ocurre de forma endémica en México, el norte de África, el este de Europa y Asia. Es transmitida por el piojo de la ropa (Pediculus corporis) y su principal reservorio es el ser humano. El cuadro clínico es similar al de otras rickettsiosis, y, tras un período de incubación de 1-3 semanas, aparecen dolores intensos en los músculos, los tendones y los huesos (en especial las tibias). Otra característica diferencial es que la fiebre suele ser intermitente. El diag- nóstico puede obtenerse con el cultivo de B. quintana en agar sangre. La técnica de ELISA y la inmunofluorescencia indirecta (IFI) permiten el diagnóstico serológico. Actualmente se utilizan técnicas moleculares. Las tetraciclinas son muy eficaces. El pronóstico es excelente, incluso sin tratamiento. La profilaxis se basa en la lucha contra el vector. Enfermedad por arañazo de gato Concepto y etiología Es una entidad clínica caracterizada por la presencia de adenopatías regionales, habitualmente de larga evolución, en relación con un Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org S E C C IÓ N X V II © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. 2215CAPÍTULO 271 Infecciones causadas por Bartonella y Ehrlichia. Donovanosis arañazo, lamedura o mordedura de gato en la mayor parte de los casos. Está causada, casi siempre, por B. henselae. Epidemiología Aunque no se conoce su incidencia real, se calcula una incidencia anual aproximada de 24.000 casos en EE. UU. Está considerada actualmente como la causa más frecuente de adenopatía benigna crónica en los niños y los adolescentes. En Europa es menos frecuente. Más del 90% refiere contacto con gatos, y el 75%, arañazos o mordeduras (suelen ser gatos menores de 1 año). Cuadro clínico La forma más frecuente de presentación es la de adenopatías regio- nales tras un arañazo de gato. En el lugar de la inoculación pueden evidenciarse en los primeros 8 días unas lesiones papulopustulosas. Posteriormente, entre 3 y 50 días, aparece una adenopatía que suele ser única (80%), puede ser inicialmente dolorosa y tener signos infla- matorios importantes. Su tamaño oscila entre 1 y 5 cm, y raramente supura (17%). La cabeza, el cuello, el codo y las axilas son los territorios afectos con mayor frecuencia. En el 80% de los casos se produce una involución de forma espontánea en menos de 6 meses. Las manifes- taciones generales son inespecíficas, y consisten en fiebre superior a 38,5 °C (30%), malestar (15%), cefalea, odinofagia, náuseas, vómitos, dolor abdominal y raramente un exantema transitorio generalizado de tipo maculopapular o petequial. Diagnóstico Se basará en lapresencia de: 1) una adenopatía regional tras un contacto con gatos, especialmente si hay lesión de inoculación; 2) examen (cito- lógico y microbiológico) de la punción ganglionar a fin de excluir otras posibles causas; 3) prueba serológica (IFI) frente a B. henselae (aunque presenta una baja sensibilidad), y 4) biopsia ganglionar con histología característica y más si con la tinción de Warthin-Starry se demuestran bacilos típicos. En centros de referencia se utiliza la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) o la inmunohistoquímica sobre muestras de biopsia, de forma excepcional se ha detectado en muestras de sangre humana y con mayor frecuencia en la sangre de gatos o en los vectores. Tratamiento No existe evidencia de que el tratamiento antibiótico modifique la evolución. Si se requiere su prescripción, los aminoglucósidos y el ciprofloxacino serían quizá los más activos, aunque hay que tener en cuenta la importante toxicidad de ambos (considerando que se trata de una enfermedad benigna). El cotrimoxazol y la rifampicina se han utilizado en casos graves en niños. También se han utilizado la doxici- clina y la azitromicina. Angiomatosis bacilar Se trata de una lesión cutánea, caracterizada por nódulos dérmicos o subcutáneos debidos a una proliferación vascular descrita en pacien- tes inmunodeprimidos, especialmente en los infectados por el HIV. Recientemente también se ha descrito en pacientes inmunocompeten- tes. B. quintana y B. henselae han sido implicadas en su etiología. Los casos producidos por B. henselae suelen presentar el antecedente de contacto con gatos, mientras que los producidos por B. quintana no presentan este antecedente y se asocian con los vagabundos y situacio- nes de pobreza. El diagnóstico se realiza por examen histológico de las lesiones cutáneas, que muestra neoformación lobular de los capilares con proliferación de las células endoteliales e infiltración inflamatoria neutrofílica en el intersticio. La demostración de Bartonella mediante la tinción de Warthin-Starry, microscopia electrónica, inmunofluores- cencia o PCR es de gran ayuda diagnóstica. Las lesiones suelen res- ponder al tratamiento de 4 semanas con eritromicina, 500 mg/4 h, o doxiciclina, 200 mg/día. El tratamiento se prolongará a 2 meses en pacientes infectados por el HIV. Otras bartonelosis Existen otras formas clínicas de presentación de la infección por Bar- tonella, entre las que hay que destacar la endocarditis. Constituye una de las causas más frecuentes de las denominadas endocarditis con hemocultivo negativo. La especie causal suele ser B. quintana. El diagnós- tico puede verse beneficiado por la reciente introducción de medios de cultivo enriquecidos basados en células de insecto (BAPGM), seguidos de PCR y secuenciación de DNA. Para su tratamiento se asocian aminoglucósidos con azitromicina o doxiciclina y, a menudo, precisan recambio valvular. En los últimos años se han descrito con frecuencia creciente otras formas clínicas de bartonelosis, especialmente de localización ósea y articular, entre las que destacan espondilodiscitis de difícil diagnóstico. También se han descrito afecciones oculares y neurológicas. Esto ha motivado que pudiésemos objetivar durante los últimos años un cambio importante del espectro clínico de la enfermedad. Así, en la primera década de este siglo detectamos un predominio de casos de enfermedad por arañazo de gato en niños y jóvenes, mientras que en la segunda década predominan otras formas de bartonelosis que afectan principalmente a los adultos. Globalmente, el número de casos diagnosticados crece año tras año. Hay que prestar atención en el futuro al posible papel de Bartonella en algunos tumores vascularizados, como ya se ha podido demostrar en al- gunas especies animales, como los perros, debido a su capacidad de inducir angioproliferación. BIBLIOGRAFÍA ESPECIAL Cheslock MA, Embers ME. Human bartonellosis: an underappreciated public health problem? Trop Med Infect Dis 2019;4(2):69. Chomel BB, Boulouis HJ, Breitschwerdt EB. Cat scratch disease and other zoonotic Bartonella infections. J Am Vet Med Assoc 2004;224:1270-9. Edouard S, Nabet C, Lepidi H, Fournier PE, Raoult D. Bartonella a common cause of endocarditis: a report of 106 cases and review. J Clin Microbiol 2015;53(3):824-9. 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En el área occidental son siete las especies implicadas en patología humana: A. phagocytophilum (antigua E. phagocytophila), causante de la anaplasmosis humana descrita en Norteamérica y Europa, incluida España; E. chaffeensis, agente de la ehrlichiosis humana monocítica en Norteamérica; E. ewingii, causante de una ehrlichiosis con afinidad por los granulocitos en inmunodeprimidos en Norteamérica, E. canis, implicada en la ehrlichiosis monocítica en Venezuela, y E. muris, que produce un cuadro clínico similar al provocado por A. phagocytophi- lum/E. chaffeensis en Norteamérica. Recientemente se ha cultivado N. mikurensis, que provoca fiebre y manifestaciones cutáneas y vasculares fundamentalmente en pacientes inmunodeprimidos por neoplasias hematológicas en Europa y Asia. También en los últimos años se ha implicado a A. capra como patógeno en China En nuestro medio están presentes A. phagocytophilum y N. mikurensis. Su vector es la garrapata Ixodes ricinus. A diferencia de lo que sucede en EE. UU., en donde se describen cientos de casos anuales, en Europa es menos frecuente. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 2216 SECCIÓN XVII Enfermedades infecciosas Patogenia Estos microorganismos llegan a la sangre tras la picadura de una garra- pata. Desde allí infectan los leucocitos circulantes y células del sistema mononuclear fagocítico, y en el caso de la neoehrlichiosis, células endoteliales. Anaplasma/Ehrlichia inhiben en el interior de las células la fusión fagosoma-lisosoma y retrasan la apoptosis. Se aglomeran en el citoplasma de las células que infectan, y forman inclusiones observa- bles al microscopio óptico denominadas mórulas. Al ser infecciones sistémicas, provocan daño en diferentes órganos y sistemas. Pueden encontrarse granulomas y megacariocitosis en la médula ósea, necrosis focal hepática e infiltrados linfohistiocíticos perivasculares. Se des- conoce el mecanismo patogénico de N. mikurensis. Cuadro clínico A pesar de que las dianas de las diferentes especies de Ehrlichia y A. phagocytophilum pueden no coincidir (unas infectan monocitos y gra- nulocitos, y A. phagocytophilum sólo granulocitos), ambas provocan un cuadro clínico superponible y se tratarán ambas entidades en conjunto. Tras un período de incubación de 5-7 días, aparece un cuadro seudo- gripal consistente en fiebre, malestar general, artromialgias y cefalea. La exploración físicano muestra alteraciones destacables, si bien puede observarse conjuntivitis y adenopatías. La hepatoesplenomegalia no es frecuente. Algunos pacientes desarrollan alteraciones respiratorias en forma de neumonía atípica. También se describen alteraciones digestivas inespecíficas y, en el caso de E. chaffeensis, alteraciones del SNC (meningitis). La presencia de exantema es más frecuente en la ehrlichiosis humana monocítica que en la anaplasmosis. El rasgo ana- lítico más frecuente es la leucopenia (puede causar inmunodepresión transitoria). También es frecuente la trombopenia y la elevación de las transaminasas. Puede ser confundida en nuestro medio con fiebre Q y rickettsiosis. N. mikurensis provoca fiebre con o sin alteraciones vas- culares de tipo tromboflebitis con/sin alteraciones cutáneas de tipo eritema nudoso, fundamentalmente en pacientes afectados por neo- plasias hematológicas o con otras causas de inmunodepresión. Diagnóstico Al ser microorganismos difíciles de cultivar, el diagnóstico se realiza mediante técnicas serológicas (IFI). La seroconversión o un título mayor o igual a 1/64 en presencia de clínica compatible y ambiente epidemiológico propicio hace muy probable el caso. En laboratorios de referencia se realizan técnicas de PCR que confirman el diagnós- tico, y también se pueden cultivar en medios celulares. En un paciente pueden coexistir infecciones mixtas por otros microorganismos trans- mitidas por garrapatas. La visión de mórulas en una extensión de sangre periférica (Giemsa o Wright) es muy sugestiva. Pronóstico En las series americanas, los pacientes requieren hospitalización en la mitad de los casos, mientras que, en Europa, la anaplasmosis parece menos grave y sólo algunos pacientes ingresan. La inmunodepresión provocada en algunas ocasiones se acompaña de sobreinfecciones graves que pueden causar la muerte al paciente. Tratamiento y profilaxis La doxiciclina, 100 mg/12 h, 7-14 días (incluidos niños), produce una rápida mejoría. Las nuevas fluoroquinolonas son activas in vitro. Evitar la picadura de garrapatas en zonas endémicas es la mejor profilaxis. BIBLIOGRAFÍA ESPECIAL Dumler JS, Barbet AF, Bekker CP, Dasch GA, Palmer GH, Ray SC, et al. Reorganization of genera in the families Rickettsiaceae and Anaplasmataceae in the order Rickettsiales: unification of some species of Ehrlichia with Anaplasma, Cowdria with Ehrlichia and Ehrlichia with Neorickettsia, descriptions of six new species combinations and designation of Ehrlichia equi and ‘HGE agent’ as subjective synonyms of Ehrlichia phagocytophila. Int J Syst Evol Microbiol 2001;51:2145-65. Oteo JA, Brouqui P. Ehrlichiosis y anaplasmosis humana. Enferm Infecc Micro- biol Clin 2005;23:375-80. Portillo A, Santibáñez P, Palomar AM, Santibáñez S, Oteo JA. ‘Candidatus Neoehrlichia mikurensis’ in Europe. New Microbes New Infect 2018; 22:30-6. DONOVANOSIS A. Urrutia de Diego Concepto El granuloma inguinal o donovanosis es una enfermedad bacteriana ulcerativa progresiva e indolente causada por Klebsiella (Calymmato- bacterium) granulomatis. Etiología y epidemiología El agente causal es una bacteria gramnegativa en la que se observan densidades bipolares, con forma de imperdible, en los macrófagos de los exudados de las lesiones (cuerpos de Donovan). Es una rara enfermedad de transmisión sexual, endémica de países tropicales y subtropicales como Nueva Guinea, Brasil, Australia, Sudáfrica, Caribe y partes de India. Su prevalencia ha descendido notablemente en los últimos años, de forma que en la actualidad se presenta en forma esporádica. En los países desarrollados aparecen casos importados. La donovanosis es más frecuente entre los 20 y los 40 años. Las malas condiciones socioeconómicas son factores de riesgo. Cuadro clínico El período de incubación varía de 2 semanas a 6 meses (promedio: 50 días). La enfermedad comienza como uno o varios nódulos subcutá- neos que erosionan la piel, para causar ulceraciones bien delimitadas que crecen lentamente y presentan fácilmente hemorragias con el mínimo contacto. Si el nódulo es grande, puede confundirse con una adenopatía, pero las verdaderas adenopatías son raras. En el varón, las lesiones primarias aparecen sobre todo en el pene, el escroto y el prepucio, y en la mujer, en los labios menores y el área perigenital. En el 10% de las mujeres se puede afectar el cuello uterino, y la enfermedad también puede afectar al útero y los anejos. En varones homosexuales, las lesiones pueden localizarse en el recto. En el 5% de los casos, casi todos en pacientes de áreas endémicas, se observan manifestaciones extragenitales, y esta afección puede explicarse por autoinoculación y por diseminación hematógena y linfática. La lesión no muestra tendencia a la curación espontánea, aunque puede permanecer estable durante períodos prolongados. La curación espontánea da lugar a cicatrices que pueden producir deformidades, así como linfedema y elefantiasis de los genitales externos si engloban a los linfáticos. Se cree que en el granuloma inguinal existe una mayor incidencia de carcinoma escamoso de la zona genital. Diagnóstico El diagnóstico se realiza con la demostración de los cuerpos de Dono- van en el citoplasma de los macrófagos, de una biopsia obtenida por punch o de un frotis de la base de la úlcera, mediante tinción de Wright o Giemsa. Los test serológicos no tienen la fiabilidad deseable. El cul- tivo con monocitos, células Hep-2 o macrófagos peritoneales de ratón es complicado y no se realiza de modo sistemático. La técnica de PCR no está comercializada y se utiliza sólo en programas de erradicación de la enfermedad. El diagnóstico diferencial de las lesiones en el inicio de su evolución se plantea con la sífilis primaria, el chancroide, las úlceras herpéticas crónicas, el condiloma acuminado y las micosis profundas, y cuando están más evolucionadas, con el carcinoma escamoso y el linfogranuloma venéreo. Tratamiento En las guías europeas de tratamiento se recomienda la azitromicina (1 g a la semana o 500 mg/día p.o.) como el tratamiento de elec- ción. Como alternativas se dispone de trimetoprim-sulfametoxazol Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org S E C C IÓ N X V II © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. 2217CAPÍTULO 271 Infecciones causadas por Bartonella y Ehrlichia. Donovanosis (800/160 mg cada 12 h, p.o.) o doxiciclina (100 mg/12 h, p.o.). La duración del tratamiento no está establecida, aunque se recomienda que se prolongue hasta la epitelización completa de las lesiones para evitar las recaídas (habitualmente 3-5 semanas). Si las lesiones no se han resuelto en 6 semanas, se recomienda la práctica de una biopsia para descartar el carcinoma. En enfermos de sida puede ser necesario un tratamiento más prolongado. BIBLIOGRAFÍA ESPECIAL Copeland NK, Decker CF. Other sexually transmitted diseases chancroid and donovanosis. Disease-a-Month 2016;62:306-13. O’Farrell N, Moi H. 2016 European guideline on donovanosis. Int J STD AIDS 2016;27:605-7. BIBLIOGRAFÍA GENERAL Angelakis E, Raoult D. Pathogenicity and treatment of Bartonella infections. Int J Antimicrob Agents 2014;44(1):16-25. Arando M, Otero L. Syphilis. Enferm Infecc Microbiol Clin 2019;37(6):398- 404. Araos R, D’Agata E. Pseudomonas aeruginosa and Other Pseudomonas Species. En: Bennet JE, Dolin R, Blaser MJ, eds. Mandell, Douglas, and Bennett’s Principles and Practice of Infectious Diseases. 9th ed. Philadelphia: Elsevier; 2020. p. 2686-99. Becker K, Heilmann C, Peters G. Coagulase-negative staphylococci. Clin Microbiol Rev 2014;27(4):870-926. 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