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Unidad III Tema II: Motivación Definición Motivación, “moveré” en latín significa poner algo en marcha, ponerse en marcha. En el ámbito organizacional es el comportamiento y la actuación para influir en el personal que integran una organización. La motivación laboral es la fuerza psicológica que impulsa a las personas a iniciar, mantener y mejorar sus tareas laborales. Fases centrales del proceso motivacional Fase I: El proceso motivacional se inicia con la identificación de las necesidades de una persona. Las necesidades son deficiencias que una persona experimenta en un momento determinado, las cuales son psicológicas (como la necesidad de reconocimiento), fisiológicas (como la necesidad de agua, aire o alimento) o sociales (como la necesidad de amistades). Fase II: Cuando las necesidades actúan como energizadores, creando tensiones internas en la persona, que le resultan incómodas por lo que es probable que haga un esfuerzo para reducirlas o eliminarlas. Fase III: Proceso de identificación y elección de conductas con el propósito de encaminarse hacia lograr la meta. Fase IV: Se materializa en los comportamientos y el desempeño del individuo en relación a la meta. Fase V: Se trata del momento en el cual el individuo recibe retroalimentación a manera de señales valorativas del comportamiento demostrado para alcanzar la meta. Fase VI: Apropiación de los resultados alcanzados y reconsideración de sus necesidades. Gráfico: Fases centrales del proceso motivacional Características específicas de la motivación Una de las áreas más difíciles de la psicología reside en explicar las razones por las cuales las personas se sienten motivadas, para ello plantean el problema dividido en dos aspectos a dirimir: i. Cuál es la naturaleza de la fuerza impulsora -de dónde proviene; cuáles son sus propiedades-. ii. Cómo se direcciona y mantiene esa fuerza impulsora -qué efectos tiene en el comportamiento de las personas-. Especificidades: Las características específicas de la motivación se relacionan con: • Un estado interno que experimenta el individuo y aunque factores externos, incluidas otras personas, pueden influir en el estado motivacional del sujeto. • La experimentación de un estado emocional que da origen a un deseo, intención o presión para actuar. • Tiene un elemento de intención a la elección basado en el deseo; es decir, la persona que experimenta un estado de estimulación para la acción. • Ante la necesidad de acción responde eligiendo actuar de una manera y con una intensidad determinada basada en dicho estímulo. • El comportamiento y el desempeño son consecuencia en parte de la motivación. • Tiene diversas facetas, dado que se trata de un proceso complejo con diferentes elementos y la posibilidad de muchos determinantes, opciones y resultados. • Los individuos difieren en términos de su estado motivacional y de los factores que influyen en el mismo. • El estado motivacional de una persona es variable y, también, es distinto a lo largo del tiempo y las situaciones. La motivación y las razones para la acción La motivación genera sensaciones que provocan la acción porque a través de ella es posible vivenciar situaciones de provecho intrínseco de un efecto inmediato hedónicamente satisfactorio, óptimamente emocionante o deliciosamente complejo. Cabe destacar que las personas se sienten motivadas a evitar el resultado tanto como a lograrlo. La motivación favorece la acción cuando se advierte la conveniencia de los efectos resultantes a la acción, dado que el valor asignado al acto, se mide por el grado de conveniencia de los acontecimientos resultantes y la probabilidad percibida de éxito. El éxito o la probabilidad de él, resulta un importante motivador, dado que si dicha probabilidad es elevada los individuos se sentirán mucho más motivados a trabajar para conseguirlo, mientras que si es baja será mucho menos motivadora. En las personas adultas los hábitos funcionan como motivador dado que las rutinas regulares y los estilos de atribución influyen en la intensidad y el contenido de los deseos y los comportamientos. Como así, también, el deseo de satisfacer las necesidades de autoestima es generalmente un motivador poderoso. La relación existente entre la motivación para trabajar y el dinero Hay varias razones para suponer que las personas trabajan para adquirir recursos, desarrollar algún tipo específico de actividad y de estímulo, de contactos sociales, una forma de organizar el tiempo y, también, como una fuente de realización y crecimiento personal. Así, casi todo el mundo decide trabajar debido a las recompensas explícitas e implícitas que proporciona el trabajo, pero, al mismo tiempo, hay que tener en cuenta que las personas experimentan diferentes niveles y tipos de motivación para trabajar. Quienes creen en el poder del dinero como factor casi exclusivo del adecuado desempeño laboral desarrollan políticas de retribución variable dado que según su perspectiva las personas trabajan con eficiencia y eficacia cuando la retribución depende de sus comportamientos. El dinero es un buen estímulo para aquellos que lo necesitan o valoran y cuanto mayor sea la necesidad, más fuerte será su fuerza motivadora y, aunque las personas difieren mucho en cuanto al valor que le dan ya sea simbólico, de poder, o de importancia al dinero. El dinero es más efectivo cuando tiene efectos notorios, dado que los aumentos globales significativos hacen que las personas se sientan materialmente mejor y que puedan adquirir lujos. Sobre todo, el dinero motiva cuando en realidad es, y se lo considera como una recompensa por el desempeño -si la gente percibe una relación sencilla y directa, entre lo que aporta: trabajo arduo y el resultado: dinero-; en estas situaciones se posibilita que las personas sientan que pueden controlar y planear sus ingresos. En otro aspecto, las investigaciones han demostrado firmemente que no existe relación alguna entre riqueza y felicidad, aunque el dinero es un motivador muy poderoso para trabajar; existen buenas razones que explican tal situación: El efecto de adaptación ya que las evidencias sugieren que las personas se sienten más felices cuando reciben un aumento de sueldo, cuando favorece la suerte o cuando ganan en la lotería, pero ni bien se acostumbran a su nueva realidad y, el efecto se disipa rápidamente. El efecto de comparación entre personas que se consideran ricas en relación a otras, se sienten más felices, pero, sin embargo, al pasar a estratos más elevados, se dan cuenta de que siempre hay gente con más dinero. Además, como aseguran los economistas, la utilidad marginal decreciente del dinero significa que, cuanto más dinero tenga la gente, más valorará otras cosas, como la libertad y la verdadera amistad. La preocupación que el dinero genera ya que, a los niveles más elevados de ingreso, se los asocia con el preocuparse menos por el dinero y más por los aspectos de la vida sobre los cuales se tiene menos control. Por lo que podemos concluir que el poder del dinero como estímulo es efímero y su efecto es menor a medida que la gente se siente más cómoda. El origen de la motivación En el ámbito de las organizaciones los expertos en administración con el propósito de identificar cual es la teoría de motivación más adecuada para motivar a las personas se preguntan acerca de cuál es el origen o de donde proviene la fuerza impulsora denominada motivación. Así se identificaron hasta la actualidad cuatro fuentes de la motivación, ellas son: Motivación extrínseca Las motivaciones extrínsecas hacen moverse a la persona por estímulos que proceden de afuera, del entorno, del exterior. Lo que impulsa a la persona a actuar son premios, recompensas, remuneración económica, prestigio, reconocimiento social, etc., en definitiva,algún tipo de beneficio o incluso castigo que incentiva a determina a realizar determinada acción n el fin de evitar el castigo. Lo que realmente valora la persona no es la consecución de la acción, sino las recompensas que obtiene a cambio de la ejecución de esa acción. La persona se mueve por las consecuencias que siguen a la ejecución de esa acción El atractivo de los premios extrínsecos también puede hacer que la gente: Se enfoque estrictamente en una tarea. Se apresure a cumplir un encargo y conseguir un premio. Considere la tarea como una molestia que debe sufrir para recibir el premio. Se vea a sí misma como menos libre y menos auto determinada. Motivación intrínseca La motivación o impulso a la acción proviene del interior de la persona. Tiene origen interno y está vinculada a la acción misma; es decir la persona encuentra satisfacción interior y personal por lo que realiza. Lo que busca o atrae a movilizarse es la satisfacción que obtiene por ser el ejecutor de la acción o tarea. La motivación intrínseca es la que nos impulsa a hacer cosas por el simple gusto de hacerlas, donde la propia ejecución de la tarea es la recompensa. Motivación trascendente Las motivaciones trascendentes son las que llevan a la persona a actuar por las consecuencias beneficiosas que tienen sus acciones para otras personas, por lo que se vinculan sus acciones a actos de servicio y generosidad. Al igual que en las motivaciones intrínsecas, las trascendentes tienen origen también en el interior de la persona, pero aquí el destinatario de la satisfacción o beneficio no está en uno mismo sino en los demás y en la repercusión positiva que tiene en los demás. El beneficio o utilidad para las otras personas es lo que motiva a la acción a su ejecutor. Aquí queda en un segundo plano la satisfacción por el hecho de ser ejecutor de la acción y lo que prevalece es el servicio a los demás. Teorías de la motivación Como veremos, existen diversas teorías acerca de la motivación entre las más destacadas, y a las que haremos referencia, están las teorías que explican la motivación a través de las necesidades como la teoría de Maslow y la de las necesidades latentes de Jahoba. También podemos entender la motivación humana a través de las teorías de la equidad, los valores, del reforzamiento contingente y social, de las expectativas, de la atribución y la teoría de las facetas del trabajo y la calidad de vida laboral. Sabemos, también, que existen otras teorías acerca de la motivación, pero creemos que el conocer a cerca de las teorías mencionadas nos posibilitará obtener un abanico de conocimientos básicos que nos facilitaran comprender los comportamientos humanos para transformarlas en herramientas de gestión. Las teorías de las necesidades Las teorías de las necesidades se basan en la sencilla idea de que el propósito de los comportamientos humanos relacionados al trabajo consiste en satisfacer algunas necesidades. Dependiendo del tipo y la calidad de dichas necesidades, la gente tratará de trabajar o dejar de hacerlo para satisfacerlas. El aporte que realizan las teorías de las necesidades a las organizaciones implica que estas a través de las políticas de recursos humanos, pueden motivar a los empleados satisfaciendo sus necesidades. Si bien, las teorías difieren entre sí en las necesidades en las cuales se centran, y no explican las razones por las que los sujetos tienen diferentes necesidades, todas suponen que las personas se sienten motivadas a satisfacer necesidades específicas dentro y fuera del trabajo. Teoría de las necesidades de Maslow Maslow supuso que las personas tienen cinco tipos de necesidades, las cuales se activan de manera jerárquica y que deben ser estimuladas en un orden específico, de tal forma que las de nivel inferior deben ser satisfechas antes de que se activen las del siguiente nivel superior. Una vez que se satisface una necesidad, se desencadena la siguiente necesidad superior y así sucesivamente. La primera necesidad refiere a las necesidades fisiológicas que son básicas del nivel inferior y se relacionan a la satisfacción de impulsos biológicos fundamentales, como la necesidad de comida, aire, agua y techo. Para satisfacer estas necesidades positivas, las organizaciones deben otorgar a los empleados un salario que les permita tener condiciones adecuadas de vida (por ejemplo, casa y sustento). Las necesidades de seguridad, son las segundas desde el nivel inferior, y refieren a la necesidad de un ambiente seguro, predecible, habitable y tranquilo, sin amenazas físicas o psicológicas. Para satisfacer estas necesidades las organizaciones pueden ofrecer a sus empleados seguros de vida y de gastos médicos, planes de ahorro, pensiones, equipo de seguridad y contratos que les permitan trabajar sin temores. Las necesidades sociales, terceras en la escala desde el nivel inferior, refieren a la necesidad de asociarse, de tener amigos, de agradar, de aceptación y convivencia con los demás. Así, las amistades, las relaciones y los compañeros de trabajo ayudan a satisfacer estas necesidades sociales y las organizaciones, desde esta perspectiva, pueden fomentar la participación en reuniones sociales, como fiestas en la oficina, convivencias atléticas, competencias que ofrezcan la oportunidad de satisfacer tales necesidades. Las necesidades de estima, cuartas en la escala contando desde el nivel inferior, refieren al deseo del individuo de sentir respeto por sí mismo y lograr la aceptación de los demás, en esta categoría involucra a los deseos de alcanzar el éxito, tener prestigio personal y ser reconocidos por los demás. Las empresas suelen ofrecer premios, reconocimientos o banquetes para reconocer los logros sobresalientes, también la inclusión de artículos en boletines empresariales, en los que se hable del éxito de un empleado, la asignación de lugares privados de estacionamiento y la colocación de tableros donde se mencione el nombre del “empleado del mes” son ejemplos de lo que se puede hacer para satisfacer la necesidad de estima. Las necesidades de realización personal, quintas, en la escala desde el nivel inferior, refieren a la necesidad de crecimiento personal, el deseo de ser todo aquello de que se es capaz, de desarrollar el potencial y aprovechar al máximo las capacidades personales. Al trabajar a su máxima capacidad creativa, los empleados realizados, se convierten en los recursos más valiosos de sus organizaciones. Los individuos que han logrado la realización personal, supuestamente trabajan a su máxima capacidad y representan el uso más efectivo de los recursos humanos de una organización. Maslow, además, describió dos fuerzas dinámicas presentes en el comportamiento como carencia y complacencia. La carencia, o falta de satisfacción respecto a una necesidad específica, lleva a su predominio y el comportamiento del individuo se centra por completo en satisfacer dicha necesidad. Sin embargo, una vez que sea cubierta, disminuirá su importancia y se estimulará o activará el siguiente nivel superior. Entonces, comenzando con el nivel más bajo, todo el proceso implica una carencia, la cual conduce al dominio, la complacencia y la activación del siguiente nivel. Teoría de las necesidades latentes, de Marie Jahoda La autora desarrolló una teoría acerca de que las causas de la angustia psicológica en los desempleados es la privación de las funciones latentes, en contraposición con las funciones explícitas, del trabajo. La teoría de Jahoda postula esencialmente que el trabajo ofrece a la gente medios explícitos e implícitos, evidentes y latentes de satisfacción y los estudios acerca del desempleo han sacado a la luz algunas de las necesidades más evidentes que satisface el trabajo. Dentro de las deprivaciones latentes identificó que el trabajo brinda la base estructuraldel tiempo para los individuos dado que el trabajo estructura el tiempo, los días, semanas y hasta lapsos más prolongados y la pérdida de la estructura de tiempo suele ser muy desorientadora. Además, el trabajo ofrece experiencias compartidas regularmente, dado que el contacto regular con miembros no nucleares de familias es un medio importante de interacción social. Destacamos que, la carencia de habilidades sociales, los cuales indican que el aislamiento social se relaciona con estados mentales perturbados y se sabe que el apoyo social de la familia y los amigos amortigua las causas de estrés y aumenta la capacidad para manejarlo, reduciendo así las enfermedades. Así mismo, el trabajo proporciona experiencias de creatividad, control y un sentido de propósito ya que tanto la organización como el producto del trabajo implican la interdependencia de los seres humanos. El trabajo, aunque no sea particularmente satisfactorio, permite experimentar sentimientos de control o de logro y las actividades creativas estimulan a la gente y dan lugar a un sentimiento de satisfacción. Dice la autora que el trabajo es, también, fuente de estatus e identidad personal en la sociedad, brindando estatus a los empleados y a sus familiares dado que los trabajadores son un medio de enlace entre dos sistemas sociales importantes: la familia y el hogar. Por último, el trabajo es una fuente de actividad ya que todos implican cierto gasto de energía física o mental. Sin embargo demasiado trabajo provoca fatiga y estrés, muy poca actividad se traduce en tedio e inquietud, especialmente entre personas extravertidas. Siguiendo esta teoría podemos identificar tanto las necesidades individuales como las condiciones laborales que favorecen su cobertura. Así ante necesidades psicológicas individuales las condiciones laborales para suplirlas refieren a políticas de recursos humanos que abarcan temáticas de remuneración, programas obligatorios de almuerzo o comida y/o vivienda a cargo de la empresa o prestaciones médicas. Las necesidades de seguridad pueden ser cubiertas por planes de desarrollo de carrera. Así, ante necesidades individuales de protección pueden ser cubiertas por políticas de recursos humanos que involucran pensiones, planes de empleo vitalicios y/o esquemas de seguro. Las necesidades de pertinencia y relación pueden ser cubiertas por políticas de recursos humanos relacionadas a generar descansos para tomar café y/o la formación de equipos deportivos y otras actividades extracurriculares. Las necesidades individuales de estima pueden ser cubiertas por políticas de recursos humanos referidas a brindar autonomía en el trabajo, mayor responsabilidad, más remuneración (como símbolo de estatus), brindar título a los puestos de trabajo y/o proporcionar ubicación y mobiliario de oficina de prestigio; las necesidades de logro pueden ser cubiertas por ubicar a las personas en puestos desafiantes donde se aprovechen la mayor cantidad de habilidades de la persona. Teoría de la equidad Los psicólogos tomaron prestada de la economía la teoría de la equidad considerando a la motivación desde el punto de vista de las comparaciones que hace la gente entre sí. A partir de la teoría del intercambio, que es aplicable al comportamiento organizacional, postula que los empleados se sienten motivados a mantener relaciones justas o equitativas entre sí y a modificar aquellas relaciones que sean injustas o inequitativas. La teoría de la equidad refiere que una vez iniciado el proceso de comparación social la gente trata de evitar sentimientos negativos que surgen cuando la tratan de manera injusta, o así lo cree. Además, las personas en los ámbitos laborales realizan dos tipos de comparaciones sociales entre ellas y los otros individuos; una es respecto a los resultados, beneficios o retribuciones, las cuales aluden a lo que los empleados creen que ellos y los demás obtendrán de sus trabajos, incluido el sueldo, las prestaciones o el prestigio. Las otras comparaciones siempre presentes en los ámbitos laborales se refieren a las aportaciones, esfuerzos o habilidades que los empleados creen que ellos y los demás hacen en sus empleos, incluida la cantidad de tiempo trabajado, los esfuerzos realizados, el número de unidades producidas o las habilidades empleadas para realizar el trabajo. La equidad es una experiencia subjetiva susceptible a la influencia de los factores de la personalidad y teniendo en cuenta que esta teoría involucra los resultados y las aportaciones tal como los perciben los individuos involucrados y no necesariamente como son en realidad no sorprende que los empleados disientan sobre lo que es la justicia y la injusticia en el trabajo. Desde esta perspectiva teoría las personas que se encuentran, o sienten que se encuentran, en situaciones laborales inequitativas las resuelven mediante comportamientos que les permiten cambiar sus aportaciones y resultados de manera de equilibrarlas. Entre los comportamientos más evidentes podemos señalar el trabajar de manera más o menos ardua -para aumentar o disminuir las aportaciones- o robar tiempo o bienes -con el fin de incrementar los resultados-; estos comportamientos son consecuencia de reacciones psicológicas a acerca de las ideas de justicia o la injusticia que tienen en el ámbito laboral. Las seis posibles reacciones más frecuentes de los empleados frente a la inequidad laboral percibida se relacionan con: comportamientos relacionados a cambiar sus aportaciones haciendo menos esfuerzo, a modificar sus resultados produciendo mala calidad, a cambiar la idea de uno mismo cambiando el ritmo de trabajo, a deformar la idea de los demás suponiendo que el trabajo no es fácil ni deseable como uno creía, a elegir un referente distinto haciendo comparaciones como por ejemplo tal vez no gane más que mi hermano, pero me va mucho mejor que a mi vecino y/o a dejar el área o renunciar al trabajo; jubilarse antes de tiempo. Las implicancias de estos tipos de comportamiento en la gestión de las políticas de recursos humanos ponen de manifiesto las siguientes dos consideraciones: la primera que los sueldos y las prestaciones comparativos entre diferentes grupos, secciones y niveles en una organización son una importante fuente de motivación o desmotivación y la segunda que los trabajadores necesitan sentir que se les trata con equidad, que a ellos y a sus colegas se les remunera de manera equitativa por sus esfuerzos. Teoría de los valores Los autores que se dedican a investigar los valores sociales los entienden como un sistema de creencias relacionadas con la competencia y la moral derivadas de exigencias sociales. La idea básica de la teoría de los valores es que la gente busca empleos acordes con sus valores y que estos se relacionan con una amplia variedad de características de la organización elegida para trabajar que están presentes en situaciones tales como la manera en que se les recompensa, cómo se responde a la autoridad, etc. Al mismo, tiempo cabe destacar que las organizaciones tienen valores, que pueden observarse en el enunciado de su misión. Los sistemas de valores individuales se relacionan con la cultura de origen, la religión, la disciplina profesional elegida, la persuasión política, las generaciones en una familia, la edad, el género, la personalidad y la formación educativa. Como los valores preceden a las actitudes y a los comportamientos sociales, dado que estos son el marco de referencia que los guían, deben ser consideradas en todas las situaciones de vida incluidos el trabajo. Los valores, actitudes y atributos individuales se consolidan en un sistema cognitivo y afectivo situación por la cual las explicaciones que la gente da acerca de distintas circunstancias se relacionan con otro sistema de creencias, actitudes y valores que pertenecen al sistemasocial que es el que da sentido y coherencia a los acontecimientos que vivencia cada individuo. En esta perspectiva, se ha demostrado que creencias relacionadas con el trabajo arduo se asocian con valores de sensación de logro, seguridad, reconocimiento social, ambición, responsabilidad y autocontrol y se relacionan negativamente con valores como la vida cómoda, el placer, la imaginación y el amor. Un representante de la teoría de los valores es Locke, quien sostiene que la satisfacción laboral está más relacionada con el hecho de si el trabajo proporciona, o no, al trabajador lo que quiere, desea o valora. Así, la satisfacción laboral se da cuando concuerdan, desde la perspectiva del trabajador, lo que su empleo le proporciona en términos de sueldo, condiciones de trabajo y oportunidades de promoción y sus propias apreciaciones de valor. La teoría de los valores establece que cuanto más importante sea un factor relacionado con el trabajo para los empleados, mayor será su efecto potencial en la satisfacción. Desde esta teoría, el valor individual en los trabajadores nos permite inferir que aunque el sueldo, las prestaciones y las condiciones de trabajo sean iguales para dos trabajadores, y que dichos resultados ofrezcan niveles equivalentes de satisfacción a ambas necesidades, la satisfacción de los trabajadores diferirá en la medida en que sus valores sean distintos; razón por la cual la gente elige o cambia de empleo según sus propios valores. La implicancia en la gestión de esta teoría consiste en que es necesario analizar y conocer los valores de los empleados y los que la organización apoya, para lograr mayor compatibilidad entre las metas personales y organizacionales puesto la situación opuesta suele ser frustrante. Teoría del reforzamiento Esta teoría se basa en el supuesto de que el modo en que se suministran los reforzamientos, en términos de beneficios o sanciones, permiten alterar el comportamiento de tal forma que se asegurarán beneficios futuros. Si bien, las teorías del reforzamiento y el aprendizaje son las más antiguas en el campo de la psicología, sus adeptos destacan que en general la sanción o reforzamiento negativo no es efectivo, porque suprime y no elimina las respuestas no deseables y, además es adecuado tener en cuenta que cuanto más rápido se aplique el reforzamiento después de un comportamiento no deseado, este reforzamiento será más efectivo. La aplicación directa de los principios de modificación de comportamiento en situaciones de trabajo sostiene que este proporciona procedimientos por medio de los cuales es posible formar o modificar el desempeño humano. Así mismo el concepto de la contingencia de reforzamiento predice que el índice del desempeño esperado se incrementará cuando los resultados valorados o reforzadores dependen de él. Sin embargo, podemos decir desde la teoría de la personalidad que esta teoría no toma en cuenta lo que la persona necesita, espera, valora o desea y que estos factores pueden influir en el efecto diferencial de cada recompensa o sanción. Los principios y procedimientos de la teoría del aprendizaje son sencillos y se presentan de la siguiente manera a modo de ejemplo: En el reforzamiento positivo, el gerente felicita al empleado por haber terminado el trabajo a tiempo, generando un efecto en el comportamiento de aumento del comportamiento deseado. En el reforzamiento negativo, el gerente elabora un reporte negativo cada vez que se demora el trabajo, generando un efecto en el comportamiento de aumento del comportamiento deseado. En la sanción el gerente aumenta las cargas de trabajo siempre que los empleados se retrasan en la entrega del mismo, generando un efecto en el comportamiento de disminución del comportamiento deseado. En la extinción el gerente ignora al empleado siempre que el trabajo se retrasa generando un efecto en el comportamiento de disminución del comportamiento no deseado. La teoría del reforzamiento argumenta que la gente realiza algunos actos relacionados con el trabajo que están sujetos a contingencias de reforzamiento, que el comportamiento se forma y se mantiene a través del efecto del reforzamiento contingente y que los comportamientos relacionados con el trabajo son ejemplos especiales de este fenómeno más universal. La modificación del comportamiento carece de aprobación tanto como teoría del comportamiento en el trabajo y como enfoque éticamente aceptable de la administración dado que la modificación del comportamiento puede coartar seriamente la libertad de decisión de los trabajadores. Otro enfoque de la teoría del reforzamiento es la teoría del aprendizaje social; ésta relaciona los motivos individuales de las personas y la acción del ambiente como reforzamiento contingente proponiendo que las personas tienen rasgos, experiencias, ideas, actitudes, emociones singulares y el ambiente, por otra parte, brinda el reforzamiento y ambos unen para influir en el desempeño. Así, las personas aprenden el desempeño en el trabajo imitando el comportamiento de otros individuos como consecuencia de los reforzadores que se supone que deben obtener de la imitación social y no simplemente a través de experiencias de ensayo y error. En estas situaciones los procesos cognitivos intervienen en el comportamiento, razón por la cual, la manera en que la gente experimenta y percibe los reforzadores se ve afectada por los sentimientos, las imágenes y los pensamientos, al igual que la forma en que se desempeñan. En esto se basan, por ejemplo, los procesos de inducción o socialización organizacional. Las implicancias de esta teoría de motivación en la gestión se relacionan con que no se debe recompensar a todas las personas por igual, ya que el sueldo, los reconocimientos, las responsabilidades y otros reforzamientos deben distribuirse en forma equitativa de acuerdo con criterios de desempeño. Además, se debe reconocer que la falta de respuesta puede actuar como reforzamiento., ya que ignorar el desempeño hace que cese el comportamiento. En tanto, es importante señalar lo que debe hacer el empleado para recibir un reforzamiento positivo, se debe decir a la gente lo que está haciendo mal e indagar las razones por las que eso sucede aplicando sistemas de evaluación del desempeño que incluyan sesiones de retroalimentación para ayudar a modificar el comportamiento. Siguiendo esta misma línea de pensamiento es necesario saber que es mejor no reprender a los empleados frente a los demás dado que cuando se llama la atención a un trabajador se debe tratar de reducir las consecuencias secundarias disfuncionales asociadas con las reprimendas, tratando siempre que las consecuencias del reforzamiento sean acordes con el comportamiento. Las sanciones como estrategia pueden provocar resentimiento y actos de sabotaje por lo que conviene recordar que no es posible extinguir un comportamiento mediante la sanción. Además, la persona que aplica la sanción puede ser juzgada por los otros miembros de manera negativa logrando un efecto adverso en la unidad de trabajo y las sanciones pueden ser compensadas con un reforzamiento positivo recibido de otra fuente como cuando el empleado recibe un reforzamiento positivo por parte de sus compañeros al mismo tiempo que lo reprende un gerente. Teoría de las expectativas La teoría de las expectativas asegura que las personas se sienten motivadas a trabajar cuando esperan ser capaces de lograr y obtener lo que desean de sus empleos. Considera a las personas como seres racionales, lógicos y cognitivos, ya que los individuos piensan en lo que deben hacer para ser recompensadas y lo que las recompensas significan para ellos antes de hacer su trabajo. Por lo cual, la motivación es el resultado de tres tipos de creencias: las personales, las expectativas o creencia que los esfuerzos personales conducirán aldesempeño; la influencia que el desempeño personal será retribuido y el valor percibido acerca de las recompensas de parte del receptor. El desempeño de los trabajadores es adecuado cuando tienen percepciones claras en relación a las funciones que deben realizar, conocen la descripción del puesto, si saben cómo realizar esfuerzos para lograr la tarea, si poseen las habilidades y destrezas necesarias - características físicas y psicológicas, como la destreza manual, la habilidad mental y la pericia adquirida- y si se sienten motivadas para hacer el esfuerzo suficiente. Esta teoría establece que la motivación es una función multiplicadora dado que se alcanzarán niveles mayores de motivación cuando sean elevados tanto el valor percibido, la influencia de poder ser retribuido y la expectativa de poder alcanzarlo. Lo cual implica que, si no existe cualquiera de los elementos, será nulo el nivel general de la motivación, entonces, incluso cuando el empleado considere que su esfuerzo conducirá al desempeño, lo cual se traducirá en una recompensa, la motivación será nula si no existe el valor esperado en la retribución. Desde esta perspectiva, la motivación no equivale al buen desempeño en el trabajo, sino que sólo es uno de varios determinantes ya que la personalidad, las habilidades y las destrezas también contribuyen al desempeño en el trabajo. La teoría de las expectativas supone, también, que el desempeño laboral está influido por las percepciones personales, o lo que las personas creen que se espera de ellas, ya que el desempeño deficiente no necesariamente se origina por una motivación inadecuada sino por la incorrecta interpretación del comportamiento esperado. Al mismo tiempo, pone énfasis en la función oportunidad para realizar el trabajo ya que es posible que el desempeño de los trabajadores sobresalientes sea bajo si sus oportunidades son limitadas. La teoría de las expectativas considera con gran objetividad la motivación como uno de diferentes factores que determinan el desempeño en el trabajo y según este modelo, el desempeño en el trabajo es una combinación múltiple de ha¬bilidades y destrezas, esfuerzo y percepciones respecto de las funciones. La teoría de las expectativas brinda herramientas a los gerentes que pretendan motivar a sus empleados a través de la aplicación de las siguientes consignas: los empleados deben percibir que poseen las habilidades necesarias para hacer su trabajo por lo menos de manera adecuada (expectativa); además que sean conscientes de que, si hacen bien, o al menos adecuadamente, su trabajo, serán recompensados (influencia) y que les parezcan atractivas las retribuciones por un buen desempeño (valor). Ante esta situación, las organizaciones deben determinar cuáles son las expectativas que importan a sus trabajadores dado que las retribuciones de reducido valor no motivan y los factores de la personalidad determinan en gran medida el valor de las retribuciones. Técnicas para aumentar la motivación Establecimiento de objetivos Parte del supuesto de que si un jefe plantea objetivos difíciles pero razonables que estén dentro de las posibilidades de los empleados estos se esforzaran por lograrlas. Además, si se involucran en el proceso de establecimiento de estos objetivos se fomenta la apropiación de los estándares establecidos, debido a que se promueve la suscripción de contratos psicológicos. Si deseamos hacer pronósticos acerca del desempeño debemos tener en cuenta que: Es más probable que los objetivos difíciles se traduzcan en un desempeño mayor que los menos difíciles. Es más probable que las metas específicas se traduzcan en un rendimiento mayor que cuando estas son inexistentes, vagas o muy generales. Otro elemento a tener en cuenta es la frecuencia, calidad y veracidad de la retroalimentación ofrecida a los empleados en temas referidos a si su desempeño se adapta a las metas planteadas. Es probable que la retroalimentación sobre las tareas o el conocimiento de los resultados motive a las personas a lograr un mayor rendimiento al fomentar el establecimiento de objetivos de un mejor desempeño. Es más probable que las metas lleven a un mejor desempeño cuando las personas tienen las habilidades y los sentimientos de autoeficacia necesarios para lograrlas. Es más probable que las metas motiven a la gente cuando estas son generalmente aceptadas. Desarrollo y enriquecimiento del trabajo La idea básica es aumentar el contenido de un puesto, en cantidad y variedad de las tareas y al mismo tiempo motivar a los empleados a que lleven su desempeño a un nivel más elevado. Un puesto enriquecido posee ocho características: Retroalimentación directa. Relaciones con los clientes. Nuevos aprendizajes. Programación. Experiencia singular. Control de los recursos. Autoridad para la comunicación directa. Responsabilidad explicita personal. La autoestima en el trabajo La autoestima en el trabajo es considerada como una variable motivacional. Se relaciona de manera estrecha con el esfuerzo, la calidad y cantidad de producción. En situaciones de involucramiento en el puesto se relaciona con la motivación y el desempeño, los trabajadores con alta autoestima se caracterizan por ser más aptos para trabajar con esfuerzo ante la retroalimentación negativa, también es menos probable que burocraticen su estilo de desempeño y se sienten menos afectados por estímulos como la ambigüedad del rol, los conflictos, la tensión, etc. Las personas con baja autoestima son más susceptibles a la influencia de los acontecimientos organizacionales, esto se debe a que la autoestima se relaciona con las comparaciones sociales y la incertidumbre en relación con la rectitud en las creencias y los comportamientos, con mayor necesidad de aprobación social y mayor susceptibilidad a la influencia de retroalimentación negativa. La motivación se refiere al impulso y esfuerzo por satisfacer un deseo o meta. La satisfacción se refiere en cambio al gusto que se experimenta una vez que se ha cumplido un deseo. En otras palabras, la motivación implica un impulso hacia un resultado, mientras que la satisfacción es el resultado, ya experimentado. La motivación al logro Fue identificada como una necesidad y se la relaciona con el deseo de lograr algo difícil, dominar, manipular u organizar objetos físicos, humanos o ideas, haciéndolo de la manera más rápida y eficaz posible. Las personas con necesidad de logro se caracterizan por: • Controlar los medios de producción generando más de lo que consumen. • Plantear objetivos moderadamente difíciles. • Maximizar las probabilidades de satisfacción. • Necesitar retroalimentación concreta y regular sobre los resultados. • Responsabilizarse ante los problemas. • Mostrar gran iniciativa y comportamiento inquisitivo en el trabajo. • Investigar el ambiente en busca de oportunidades. • Considerar el desarrollo y el crecimiento como señales de éxito. • Mejorar continuamente. Satisfacción en el trabajo La personalidad es un factor importante del individuo que labora dado que es el medio por el cual interactúa en el de puesto de trabajo tendiendo a lograr los objetivos del mismo y para generar satisfacción laboral. Como cada individuo es único, es evidente que existen diferencias individuales en relación a la satisfacción en el trabajo en razón de que distintas personas en el mismo empleo experimentan diversos grados de satisfacción y, también, dos personas con empleos distintos pueden experimentar grados semejantes de satisfacción. Las variables que tienen algún tipo de efecto sobre la satisfacción laboral se pueden dividir en tres grupos: • Políticas y procedimientos organizacionales las cuales refieren estilos organizacionales propios de cada organización tales como el sistema de recompensas -la equidad percibidade la remuneración y las promociones-, estilos de supervisión y las prácticas acerca de los procesos de toma de decisiones, etc. • Aspectos específicos del trabajo, como la carga general de trabajo, habilidades, variedad, autonomía, retroalimentación y naturaleza física del ambiente laboral. • Características personales como la autoestima, la capacidad de tolerar el estrés y la satisfacción general en la vida probablemente determinen la satisfacción en el trabajo. Aunque existe una gran variedad de factores que influyen en la satisfacción laboral para su cabal comprensión es necesario realizar una descripción del proceso mediante el cual las personas en determinados puestos experimentan niveles bastante distintos de satis-facción en el trabajo. En cuanto a las teorías acerca de la satisfacción en el trabajo vamos a describir la teoría de dos factores de Herzberg, según el cual la satisfacción en el trabajo depende de algunas condiciones establecidas, mientras que la insatisfacción es el resultado de una serie completamente distinta de condiciones y por ende, aunque es posible pensar que la satisfacción y la insatisfacción son dos extremos de un solo continuo, están determinadas por diferentes factores. En consecuencia, es más útil pensar en dos factores. A partir de la relación entre satisfacción y desempeño, Herzberg estableció dos tipos de necesidades en las personas: las de higiene que son influidas por las condiciones físicas y psicológicas propias del ámbito laboral y las necesidades de motivación que son parecidas a las necesidades de orden elevado de la teoría de la jerarquía de necesidades. Estos dos tipos de necesidades son satisfechas por diferentes tipos de resultados o recompensas. Los factores de higiene o insatisfactores satisfacen necesidades que involucran necesidades relacionadas al estilo de supervisión, las relaciones interpersonales, las condiciones físicas de trabajo, el salario, las políticas empresariales y prácticas administrativas, las prestaciones en seguridad laboral ya que todos estos factores se relacionan con el ambiente en donde se realiza el trabajo. El autor expresa que cuando esos factores no son favorables, se genera insatisfacción en el trabajo y que la satisfacción de las necesidades de higiene no puede, por sí misma, traducirse en satisfacción laboral, sino sólo en la reducción o eliminación de la insatisfacción. Los factores de motivación o satisfactores gratifican puesto que son los factores que identifican con el logro, el reconocimiento, el trabajo digno, la responsabilidad y el ascenso. Estos satisfactores se relacionan directamente con la naturaleza y las consecuencias del desempeño en el trabajo. Desde esta perspectiva los factores que conducen a la satisfacción laboral son los que satisfacen las necesidades de realización personal o autorrealización del individuo en su trabajo. A partir de esta teoría se comprueba que el enriquecimiento del puesto de trabajo genera satisfacción laboral evidente en las políticas de recursos humanos a través de favorecer la responsabilidad mediante la eliminación de controles y conservando las obligaciones , aumentar la responsabilidad explícita del individuo, respecto de su trabajo, proporcionar a cada empleado un módulo de trabajo completo, otorgar libertad para el trabajo personal y proporcionando informes oportunos sobre el desempeño, desarrollar tareas que no se realizaban antes y asignar tareas que fortalezcan el desempeño personal.
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