Logo Studenta

La experiencia migratoria

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

LA EXPERIENCIA MIGRATORIA
La historia de las migraciones es tan antigua como la historia misma de los orígenes de la humanidad. Los hombres siempre estuvieron en movimiento, tanto para buscar nuevos habitats, alimentos, por supervivencia, conocimiento, aventuras, o por guerras. De esta manera distintos pueblos compartieron un mismo espacio con otros, se mezclaron o se fusionaron, y así nacieron nuevas costumbres y tradiciones y se perdieron otras, se construyeron nuevas identidades, aparecieron conflictos, alianzas o asociaciones, se modificaron estructuras sociales, y se desmembraron familias. En la actualidad, los seres humanos se siguen desplazando a través de las diferentes fronteras de los estados. Algunos autores consideran que los trabajadores migrantes conforman hoy la migración más grande en la historia humana.
Los éxodos de nuestro siglo incluyen personas que ven a la migración como una vía de escape de la pobreza, como una manera de sortear las profundas desigualdades entre los territorios, como la posibilidad de encontrar un empleo, de ofrecer una vida mejor a sus familias, de abandonar sus países de origen por persecuciones políticas, étnicas, religiosas, por educación, por salud o por desastres naturales; personas que por necesidad o por elección tienen que migrar, tienen que habitar otros territorios. De esta manera se fueron conformando sociedades multiculturales y pluriétnicas donde es preciso reelaborar permanente y colectivamente la identidad, a partir del reconocimiento de la "otredad", y por consiguiente del diálogo y del reconocimiento mutuo de las culturas.
MIGRACIONES
 PERSPECTIVA ACTUAL
MIGRACIONES, LIBERTAD Y RESTRICCION
"Las migraciones internacionales se seguirán incrementando en función de las desigualdades socioeconómicas que se profundizan entre países y regiones en un orden internacional caracterizado por sus asimetrías, monopolios y segregación. El deterioro del medio ambiente, y sus consecuencias, así como los conflictos armados, continuarán expulsando personas en búsqueda de seguridad para ellas y sus familias.
Frente a esta realidad, nos encontramos por un lado con un avance cada vez mayor de las normativas que incluyen al migrante como sujeto pleno de derecho.
Por otro lado, el alerta frente a migraciones no deseadas ha llevado a una restricción cada vez mayor del movimiento de personas y su residencia en otros países.
Las justificaciones al rechazo migratorio cubren una amplia gama que va desde teorías de la 'seguridad nacional' a la defensa de los mercados de trabajo o la 'amenaza cultural' que implicaría la presencia de los extranjeros con sus creencias, hábitos y costumbres. Los gobiernos se enfrentan permanentemente al dilema de una gobernabilidad fundada en la 'razón de estado' o la 'razón de humanidad'.
POBLACION Y POLITICAS DE POBLACION EN LA ARGENTINA
El momento actual, en el que se están encarando importantes cuestiones pendientes, es propicio para el replanteo de la política migratoria. Por primera vez desde el '83 existe un Proyecto de Ley de Migraciones acorde con los derechos fundamentales incorporados a la Constitución, que cuenta con despacho favorable de la Comisión de Población de Diputados. También ya entró en vigencia la Convención Internacional de las NU sobre la Protección de los Derechos Humanos de Todos los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares. La sanción de una nueva ley de migraciones sobre la base del proyecto mencionado y la ratificación de dicha convención permitirían superar las serias deficiencias en materia de política migratoria que se arrastran desde el siglo XIX. Los avances normativos deben ser acompañados por una revisión profunda de las reglamentaciones y prácticas politico-administrativas existentes, de carácter burocrático- autoritario. En cuanto a una nueva amnistía que alcance a los inmigrantes provenientes de los países vecinos y el Perú (zona Mercosur ampliada), similar a las dos ya otorgadas después de 1983, si bien se trata de una medida paliativa, su otorgamiento facilitaria la vida en todos los aspectos de numerosas familias trabajadoras radicadas de hecho en nuestro país. Su carácter actual de indocumentados los somete ainhumanas formas de explotación y arbitrariedad. La amnistía no debe usarse como pretexto de posponer una vez más las soluciones de fondo de tipo normativo y administrativo antes mencionadas (nueva ley de migraciones y ratificación de la convención de la NU sobre DD.HH. de los inmigrantes).
RADICACIÓN
La Politica Migratoria Argentina se define a partir de lo establecido en la Ley N° 25.871. De esta forma, todas aquellas personas que deseen radicarse en la República Argentina deberán encuadrar en alguno de los criterios de admisión enumerados en los artículos 22 (radicación permanente) y 23 (radicación temporaria) del cuerpo legal citado. A tales fines, la Dirección Nacional de Migraciones exigirá a los extranjeros tanto documentación personal, como aquella documentación que sea probatoria de la adecuación de cada persona al criterio de admisión bajo el cual se solicita la residencia.
A los efectos operativos, y de acuerdo a lo establecido en la Legislación vigente, los modos y requisitos para obtener una residencia -ya sea esta temporaria o permanente- observan diferencias de acuerdo a si el solicitante es ciudadano nativo de los Paises Miembros y Estados Asociados al MERCOSUR o si es Extra-MERCOSUR.
En los siguientes apartados, se examinarán en detalle los diferentes criterios de admisión y documentación necesaria para acceder tanto a resklencias permanentes o temporarias en la República Argentina.
REFUGIADOS
"La República Argentina adhirió a la Convención de Ginebra de 1951 sobre el Estatuto de los Refugiados y su Protocolo de 1967 y desde entonces asumió compromisos internacionales en materia de protección de refugiados,
En diciembre de 2006, adoptó la primera ley de refugiados, la Ley N° 26.165 -Ley General de Reconocimiento y Protección al Refugiado-, que derogó el marco normativo vigente, el Decreto 484/1985, y creó una nueva Comisión encargada de analizar y evaluar las peticiones de asilo que se interpongan en el territorio: la Comisión Nacional para Refugiados (CONARE).
Hasta la conformación de la CONARE, el órgano de determinación de la condición de refugiado era el Comité de Elegibilidad para Refugiados (CEPARE) creado en el año 1985 por Decreto N° 464/1985. Desde su creación, el CEPARE recibió más de once mil solicitudes de asilo de más de cincuenta nacionalidades distintas, habiendo reconocido la condición de refugiado en 3057 casos. Tal como se destaca en la Información estadistica (link al ppt), en los últimos cinco años el CEPARE reconoció como refugiados a 909 extranjeros provenientes mayoritariamente de paises latinoamericanos y varios países africanos.
La determinación de la condición de refugiado es un acto humanitario y apolitico. El reconocimiento de dicha condición no comporta, de parte de las autoridades, un juicio respecto al pals de origen del refugiado,
La Ley N° 26.165 implica un avance normativo significativo en la protección de solicitantes de asilo y refugiados, la cristalización de buenas prácticas y estándares en los procesos de asilo que ya se venian desarrollando, así como un nuevo marco Jurídico-Institucional para la promoción y adopción de políticas públicas.
La CONARE es un organismo interministerial que opera en el ámbito del Ministerio del Interior. Está integrada por los Ministerios de Interior; Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Justicia, Seguridad y Derechos Humanos; Desarrollo Social; y del Instituto Nacional contra la Discriminación (INADI). Participan con voz y sin voto un representante de la sociedad civil asi como el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
La Ley 26.165 crea también la Secretaria Ejecutiva encargada, entre otras cosas, de Instruir el expediente y elaborar un informe técnico no vinculante sobre cada caso que sirve de sustento a la decisión que la CONARE adopte,La Secretaría funciona en el ámbito de esta Dirección Nacional de Migraciones. Para más información,
acceda a la Guia de información para solicitantes de asilo y refugiados,"
POLITICAS DE POBLACION EN LA ARGENTINA
Existe un amplio consenso en considerar como legitima la intervención del Estado en la formulación de politicas de población explicitas dentro de una estrategia de desarrollo global. El objetivo de las politicas de población es incidir en la dinámica demográfica, es decir, en el tamaño, estructura y distribución de la población con el fin de maximizar las condiciones de vida de la misma.
La Argentina no siempre formuló una politica global de población explicita, aunque el tema poblacional ha estado presente desde su conformación como Nación y ha sido reflejado en su Constitución a través de los enunciados favorables a la apertura y fomento de la inmigración. Fue en 1991 cuando se jerarquizó su tratamiento como politica pública, con la creación de la Secretaria de Población y Relaciones con la Comunidad.
En la actualidad, y en el marco de austeridad que el Gobierno Nacional se ha impuesto y que la sociedad
demanda, estas responsabilidades están a cargo de la Dirección Nacional de Población.
Tales responsabilidades reconocen dos puntos de apoyo básicos para su formulación estratégica: un
conocimiento riguroso de la problemática poblacional y un consenso ampllo de los actores sociales con ella
relacionados. El conocimiento riguroso de la problemática poblacional parte de reconocer la existencia de una
triada de conceptos interrelacionados e interdependientes: el crecimiento económico, el desarrollo sustentable y
la dinámica de la población.
Así se han reconocido los factores económicos, sociales, culturales y ambientales que, directa o Indirectamente, inciden en el comportamiento reproductivo, los niveles de mortalidad, los movimientos migratorios y las modalidades de concentración espacial. Por otra parte, se ha identificado la incidenda que la dinámica poblacional tiene sobre las posibilidades de crecimiento y desarrollo. Aspectos tales como la estructura por edades y sexo, el tamaño de la población y su emplazamiento espacial tienen efectos directos sobre la composición presente y futura de la fuerza de trabajo, los niveles de producción y productividad, la distribución del ingreso y el consumo, el crecimiento económico y la inversión, la explotación de recursos no renovables y la calidad del medio ambiente.
SITUACION GENERAL DE LA POBLACION ARGENTINA
Se presenta a continuación un informe que tiene como objetivo ofrecer una sucinta caracterización de la situación actual de la población argentina y la evolución de sus variables demográficas. Si bien el texto hace referencia a la evolución al nivel nacional, y teniendo en cuenta la disponibilidad de la información, se presenta la situación en relación al mundo y a los países de América Latina..
En el Censo Nacional de Población Hogares y Vivienda del año 2001 se contó una población de 36.260.130 habitantes.
S observamos los valores de los censos anteriores se ve que el ritmo de crecimiento de la población total viene bajando en el tiempo. La población crece, pero cada vez mas lentamente. Entre 1980 y 1991 aumentó a una tasa de crecimiento medio anual de 14.7%, entre 1991 y 2001 el valor fue 10.1%. Este descenso en el ritmo de crecimiento se reitera en la mayoría de las jurisdicciones del pais.
Es preciso señalar que el Instituto Nacional de Estadistica y Censos (INDEC) ajustó por subenumeración y conciliación censal este valor para el total del pais y para cada provincia. El valor ajustado para el total del pais al momento del censo-17 de noviembre de 2001, fue 37.282.970 habitantes. Para mediados de 2008 el INDEC proyecta una población total 39.745,613 habitantes. Si el cálculo de la tasa de crecimiento entre los censos de 1991 y 2001 se efectúa con el valor ajustado de la población resultante es de 12.7%. Durante las primeras décadas del siglo XX se registraban altos niveles de crecimiento con importantes fluctuaciones debidas a los cambios en el aporte de las migraciones Internacionales. El componente vegetativo, en cambio, se ha caracterizado por una tendencia más estable y sostenidamente descendente. A partir de la década del 60 el crecimiento total de la población depende casi exclusivamente del crecimiento vegetativo.
Por otro lado, desde comienzos del siglo XX la tasa bruta de mortalidad muestra una evolución descendente que tiende al estancamiento en las últimas décadas. En el año 2001, el nivel de la mortalidad general para el total del país era de 7.6 por mil, valor no muy alejado al alcanzado en décadas anteriores. Esta estabilidad en el nivel de la mortalidad general refleja el proceso de envejecimiento de la población Como se sabe este indicador está fuertemente asociado a la estructura por sexo y edad de la misma.
La esperanza de vida al nacer, independiente de la composición etárea, refleja más claramente el nivel de la mortalidad. El incremento de este indicador ha sido constante hasta alcanzar un promedio de 73,8 años para ambos sexos en el año 2001. La mortalidad Infantil en el año 2004 era de 14.4 % habiendo manifestado un descenso importante con respecto al año 1990. Si bien este descenso se verificó en todas las jurisdicciones siguen presentándose variaciones importantes en su nivel.
La natalidad muestra una tendencia secular descendente con excepción del leve incremento ocurrido en la década del 70. En el año 2001 presentaba valores apenas superiores al 18 por mil. El descenso de la natalidad refleja la disminución en los niveles de fecundidad que desciende sostenidamente desde inicios del siglo pasado para alcanzar relativa estabilidad en las últimas décadas. La tasa global de fecundidad, número medio de hijos por mujer, era de 3.3 en el año 1955 y 2.6 en el año 2001. Aunque las brechas tienden a disminuir, persisten diferencias en el nivel de la fecundidad entre las jurisdicciones.
Con referencia al componente migratorio del crecimiento poblacional, es sabido que la inmigración internacional ha sido uno de los elementos predominantes en la conformación de la sociedad argentina. La mayoría de los inmigrantes de origen europeo llegó a la Argentina entre 1870 y 1929; la última oleada, menos importante en su magnitud, se produjo entre 1948 y 1952. La incidencia de la inmigración limitrofe, en cambio, se ha mantenido relativamente estable a lo largo del siglo XXX. Sin embargo, a raíz de la disminución de los flujos migratorios provenientes de otros países, la inmigración de países vecinos ha incrementado su presencia relativa en el conjunto de extranjeros para constituir en 2001 el 61% de los mismos.
Debido a la mencionada reducción de los flujos inmigratorios, la migración neta internacional pasa a tener una escasa incidencia como factor de crecimiento demográfico del país, en especial en las últimas décadas. En consonancia con esta evolución la proporción de extranjeros se ha reducido pasando de un máximo del 30% en 1914 al 4.1% en 2001. En cuanto a las áreas de asentamiento, La ciudad de Buenos Aires y la provincia de Buenos Aires concentraba en 2001 el 70% de extranjeros y el 63% de los extranjeros limitrofes, siendo también importantes como destino de estas migraciones las provincias fronterizas.
Los cambios en las tendencias de las variables antes mencionadas (la fecundidad, la mortalidad y las migraciones internacionales) definen a la composición de la población por edad y sexo. Como consecuencia de la evolución de la mortalidad y de las migraciones internacionales, el índice de masculinidad muestra un constante descenso desde 1947 hasta el presente. El mismo pasa de 105 varones por cada 100 mujeres a 96 para el 2001.
Otra característica de la población argentina, derivada de la evolución de las variables anteriores, es su envejecimiento. Este proceso consiste en el aumento del peso relativo de las personas de edad avanzada en la población total. Se considera internacionalmente que unapoblación es envejecida cuando el grupo de edad de 65 años y más supera el 7% de la población total. Ya en el año 1980 la población de 65 años y más representaba en Argentina el 8,2% de la población total y en el año 2001 este valor era del 9,9 %. En la Ciudad de Buenos Aires, con la estructura más envejecida, este valor era algo mayor a 17 %.
Un ultimo aspecto a considerar es el de la población urbana que constituye, en 2001, el 89.3% de la población total. Argentina presenta uno de los procesos de urbanización mas temprana entre los países latinoamericanos.
La distribución de la población según jurisdicciones en el año 2001 es muy similar a la observada en 1991. El territorio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires más los 24 partidos que la rodean concentra casi un tercio de la población del país, aunque viene manifestando una disminución en su participación desde hace más de tres décadas. En la distribución espacial de la población tienen un rol preponderante las migraciones internas, tanto las que se dan entre provincias como aquellas que se producen dentro de la misma provincia.
En 1991 casi la mitad de la población (48.1%) vivía en los seis aglomerados más grandes-Gran Buenos Aires, Gran Córdoba, Gran Rosario, Gran Mendoza, Gran Tucumán y Gran La Plata. En 2001 estas concentran un porcentaje algo menor (46.5%).

Continuar navegando