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ESTRUCTURA Y FUNCIÓN DEL CUERPO HUMANO (386)

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A)
D)
C)
B)
Figura 15-27. Representación esquemática de una unidad alvéo-
lo-capilar según sus características de ventilación y perfusión. A)
Unidad normal, bien ventilada y perfundida. B) Unidad de espacio
muerto, normoventilada y mal perfundida. C) Unidad de cortocir-
cuito (shunt), no ventilada, pero sí perfundida. D) Unidad de
reserva, ni ventilada ni perfundida.
15.8.1. Presión y resistencias pulmonares
La distancia entre la parte derecha del corazón y los
capilares pulmonares es mucho menor, por lo que, como se
desprende de la ecuación 6 desarrollada en el Apartado
15.4.4, las resistencias vasculares pulmonares son más
bajas que las sistémicas. Igualmente, la pared de las arterias
pulmonares en el individuo normal no posee una capa mus-
cular tan importante como la de las arterias del territorio
sistémico. Debido a ello la vasoconstricción pulmonar es
claramente menor y las resistencias son más bajas. La pre-
sencia de unas resistencias menores que las sistémicas, con
un gasto cardíaco igual en el lado derecho y en el lado
izquierdo del corazón, da como resultado unas presiones en
el territorio pulmonar inferiores a las del resto del orga-
nismo. Unas presiones más bajas hacen que la tensión parie-
tal del ventrículo derecho sea también más baja y que el
grosor del músculo miocárdico del ventrículo derecho sea
menor. En realidad, las resistencias pulmonares y las pre-
siones del ventrículo derecho y de la arteria pulmonar son 5
a 6 veces más bajas que las resistencias y las presiones del
lado izquierdo del corazón.
15.8.2. Control local de la microcirculación
pulmonar
Otra diferencia importante entre la circulación pulmonar
y la circulación sistémica reside en el comportamiento de
los capilares pulmonares frente a estímulos como la hipoxia
y la hipercapnia. Ya explicamos que en caso de hipoxia
tisular sistémica las arteriolas precapilares se dilatan para
favorecer la irrigación del territorio con presiones parciales
de oxígeno bajas, y que la presencia de una pO2 normal
implica el cierre de los esfínteres precapilares del territorio
sistémico. En el territorio pulmonar ocurre lo contrario, y la
hipoxia produce el cierre del esfínter precapilar para que
la sangre se desvíe hacia territorios no hipóxicos. Esto es
lógico, ya que la función de la circulación pulmonar es
captar oxígeno, por lo cual la sangre debe dirigirse hacia los
puntos donde hay mucho oxígeno. En cambio, en aquellas
zonas donde la concentración de oxígeno es baja (zonas con
alvéolos pulmonares mal ventilados), la vasoconstricción de
los esfínteres precapilares evita el paso de sangre, que no
podría oxigenarse adecuadamente, lo que reduciría la oferta
de oxígeno a los tejidos.
15.8.3. Unidad alvéolo-capilar
Se conoce con este nombre la unión de un alvéolo con el
capilar correspondiente. Según sea la ventilación y la perfu-
sión de la unidad alvéolo-capilar se pueden dar cuatro
situaciones diferentes, descritas gráficamente en la Figura
15-27. En primer lugar, hay que referirse a la unidad alvéo-
lo-capilar normofuncional, en la que el capilar está nor-
malmente perfundido y el alvéolo recibe una ventilación
apropiada. Esta unidad realiza un intercambio gaseoso ade-
cuado (Fig. 15-27A). En segundo lugar, hay que citar el
efecto shunt o cortocircuito, que se produce cuando existe
una perfusión adecuada, pero la ventilación es incorrecta
(Fig. 15-27C). La sangre pasa desde el extremo arterial al
extremo venoso del capilar sin enriquecerse en oxígeno, lo
que supone una disminución de la saturación de oxígeno de
la sangre que llega al lado izquierdo del corazón. La tenden-
cia a la vasoconstricción de los territorios pobres en oxígeno
lleva a limitar este tipo de comportamiento desviando la
sangre hacia territorios bien ventilados. Sin embargo, cuan-
do el proceso patológico que produce la falta de ventilación
es grave, como por ejemplo una neumonía en la que los
alvéolos están llenos de secreciones purulentas, puede haber
una intensa hipoxia en la sangre del circuito sistémico. La
tercera situación posible es la presencia de una ventilación
adecuada que se asocia con una perfusión capilar incorrecta,
situación que se conoce como unidad espacio muerto (Fig.
15-27B). Este nombre se debe a que tiene el mismo signifi-
cado que un aumento del espacio muerto pulmonar, con
aumento del trabajo ventilatorio y sin beneficio en la trans-
Parte IV. Intercambio gaseoso y circulación 367

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