Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
A) D) C) B) Figura 15-27. Representación esquemática de una unidad alvéo- lo-capilar según sus características de ventilación y perfusión. A) Unidad normal, bien ventilada y perfundida. B) Unidad de espacio muerto, normoventilada y mal perfundida. C) Unidad de cortocir- cuito (shunt), no ventilada, pero sí perfundida. D) Unidad de reserva, ni ventilada ni perfundida. 15.8.1. Presión y resistencias pulmonares La distancia entre la parte derecha del corazón y los capilares pulmonares es mucho menor, por lo que, como se desprende de la ecuación 6 desarrollada en el Apartado 15.4.4, las resistencias vasculares pulmonares son más bajas que las sistémicas. Igualmente, la pared de las arterias pulmonares en el individuo normal no posee una capa mus- cular tan importante como la de las arterias del territorio sistémico. Debido a ello la vasoconstricción pulmonar es claramente menor y las resistencias son más bajas. La pre- sencia de unas resistencias menores que las sistémicas, con un gasto cardíaco igual en el lado derecho y en el lado izquierdo del corazón, da como resultado unas presiones en el territorio pulmonar inferiores a las del resto del orga- nismo. Unas presiones más bajas hacen que la tensión parie- tal del ventrículo derecho sea también más baja y que el grosor del músculo miocárdico del ventrículo derecho sea menor. En realidad, las resistencias pulmonares y las pre- siones del ventrículo derecho y de la arteria pulmonar son 5 a 6 veces más bajas que las resistencias y las presiones del lado izquierdo del corazón. 15.8.2. Control local de la microcirculación pulmonar Otra diferencia importante entre la circulación pulmonar y la circulación sistémica reside en el comportamiento de los capilares pulmonares frente a estímulos como la hipoxia y la hipercapnia. Ya explicamos que en caso de hipoxia tisular sistémica las arteriolas precapilares se dilatan para favorecer la irrigación del territorio con presiones parciales de oxígeno bajas, y que la presencia de una pO2 normal implica el cierre de los esfínteres precapilares del territorio sistémico. En el territorio pulmonar ocurre lo contrario, y la hipoxia produce el cierre del esfínter precapilar para que la sangre se desvíe hacia territorios no hipóxicos. Esto es lógico, ya que la función de la circulación pulmonar es captar oxígeno, por lo cual la sangre debe dirigirse hacia los puntos donde hay mucho oxígeno. En cambio, en aquellas zonas donde la concentración de oxígeno es baja (zonas con alvéolos pulmonares mal ventilados), la vasoconstricción de los esfínteres precapilares evita el paso de sangre, que no podría oxigenarse adecuadamente, lo que reduciría la oferta de oxígeno a los tejidos. 15.8.3. Unidad alvéolo-capilar Se conoce con este nombre la unión de un alvéolo con el capilar correspondiente. Según sea la ventilación y la perfu- sión de la unidad alvéolo-capilar se pueden dar cuatro situaciones diferentes, descritas gráficamente en la Figura 15-27. En primer lugar, hay que referirse a la unidad alvéo- lo-capilar normofuncional, en la que el capilar está nor- malmente perfundido y el alvéolo recibe una ventilación apropiada. Esta unidad realiza un intercambio gaseoso ade- cuado (Fig. 15-27A). En segundo lugar, hay que citar el efecto shunt o cortocircuito, que se produce cuando existe una perfusión adecuada, pero la ventilación es incorrecta (Fig. 15-27C). La sangre pasa desde el extremo arterial al extremo venoso del capilar sin enriquecerse en oxígeno, lo que supone una disminución de la saturación de oxígeno de la sangre que llega al lado izquierdo del corazón. La tenden- cia a la vasoconstricción de los territorios pobres en oxígeno lleva a limitar este tipo de comportamiento desviando la sangre hacia territorios bien ventilados. Sin embargo, cuan- do el proceso patológico que produce la falta de ventilación es grave, como por ejemplo una neumonía en la que los alvéolos están llenos de secreciones purulentas, puede haber una intensa hipoxia en la sangre del circuito sistémico. La tercera situación posible es la presencia de una ventilación adecuada que se asocia con una perfusión capilar incorrecta, situación que se conoce como unidad espacio muerto (Fig. 15-27B). Este nombre se debe a que tiene el mismo signifi- cado que un aumento del espacio muerto pulmonar, con aumento del trabajo ventilatorio y sin beneficio en la trans- Parte IV. Intercambio gaseoso y circulación 367
Compartir