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ESTRUCTURA Y FUNCIÓN DEL CUERPO HUMANO (404)

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G. preauriculares
G. parotídeas
G. cervicales
Timo
CONDUCTO TORÁCICO
Bazo
Cisterna del quilo
G. ilíacos
G. poplíteos
G. inguinales
G. supratrocleares
G. axilares
CONDUCTO
LINFÁTICO
DERECHO
Linfa drenada
al conducto
torácico
Linfa drenada
al conducto
linfático
derecho
(A) (B)
Figura 16-10. A) Distribución del sistema linfático. B) Partes del cuerpo que drenan en cada uno de los conductos linfáticos.
Se distinguen dos tipos: el tejido mieloide, que se localiza
en la médula ósea y produce hematíes, plaquetas y leucocitos,
y el tejido linfoide, que se distribuye por todo el organismo y
forma una red defensiva constituida por el sistema linfático,
cuyos componentes principales son los linfocitos.
16.6.1. Tejido mieloide
Está situado en la médula ósea que llena las cavidades de
los huesos. Hay dos tipos de médula ósea: roja y amarilla.
En el sujeto adulto, la médula ósea roja sólo se encuentra
en los huesos esponjosos cortos, como los de la cabeza, las
costillas, el esternón y las vértebras, y tiene como función la
producción de hematíes. La médula ósea amarilla se en-
cuentra en todos los huesos y contiene grasa, de la que toma
el color. Su función es la producción de leucocitos y plaque-
tas, aunque también produce hematíes. Durante la etapa
embrionaria la formación de células sanguíneas se lleva a
cabo en varios lugares (hígado, bazo y saco vitelino) hasta
que se constituye la médula ósea. En la infancia casi toda la
médula ósea es roja y luego, con la edad, va apareciendo
progresivamente la médula amarilla.
La hematopoyesis es el proceso por el cual se forman
todas las células de la sangre a partir de una célula madre
hematopoyética pluripotencial que se encuentra en la mé-
dula ósea. Las células madre se dividen a lo largo de toda la
vida, pero unas permanecen en la médula, manteniendo cons-
tante su número, y otras se van diferenciando para la forma-
ción de otras células (Fig. 16-9). En las primeras divisiones
las células ya se «comprometen» a diferenciarse hacia una de
las series hemáticas, formando células madre «comprometi-
das». Su crecimiento está regulado por múltiples proteínas
inductoras del crecimiento. Al irse reproduciendo se van
diferenciando y crean unidades formadoras de colonias, de
eritrocitos, de granulocitos y monocitos, de megacariocitos y
de células madre linfoides. Una vez que se forman las colo-
nias, actúan las proteínas inductoras de la diferenciación,
cuya misión es completar la maduración y diferenciación
hasta que se constituyen las células sanguíneas definitivas.
16.6.2. Tejido linfoide
Su función principal es crear un sistema de defensa en
todo el organismo que pueda eliminar microorganismos o
partículas extrañas y colaborar en la diferenciación de los
linfocitos para potenciar el sistema inmunitario.
Está formado por una red de vasos distribuidos por todo
el cuerpo que se inicia en los capilares linfáticos. Estos
vasos linfáticos transportan la linfa hacia el conducto linfá-
tico derecho o hacia el conducto torácico, los cuales desem-
bocan en las venas subclavias derecha e izquierda (Fig.
16-10). Su misión es drenar y filtrar el líquido del tejido
Parte V. Sistemas de defensa 385

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