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diferencias apreciables entre el contenido plasmático arte- rial y venoso de estos compuestos. Por el contrario, la afi- nidad del CO2 por los grupos amino de la hemoglobina es fuertemente dependiente del grado de oxigenación de la molécula, aumentando de forma significativa con la reduc- ción de la hemoglobina. Asimismo, existe una relación inversa entre la concentración intraeritrocitaria de 2-3 DPG y la formación de compuestos carbamino con la hemoglobina. Existen fuertes discrepancias en la evalua- ción del papel de los compuestos carbamino con la hemo- globina en el transporte de CO2. Sin embargo, las estimaciones más realistas indican que este tipo de com- puestos podrían contribuir entre un 10 y un 15% en el intercambio de CO2. La curva de disociación del CO2 (Fig. 50.3) describe el efecto sumatorio de los diferentes mecanismos de transpor- te de CO2 anteriormente descritos. Cabe señalar que dicha curva resulta prácticamente lineal en el rango biológico. INTERACCIONES ENTRE EL TRANSPORTE SANGUÍNEO DE O2 Y CO2 Los procesos de transporte de O2 y CO2 en la sangre siguen una dirección inversa y se desarrollan fundamental- mente en el interior del eritrocito. Ello facilita la existen- cia de las interacciones que potencian el transporte de ambos gases en la sangre. A nivel del capilar tisular, el aumento de la PCO2 da lugar a una acidosis intraeritroci- taria debida a la producción de iones hidrógeno, fórmula (3), y a la salida de ion bicarbonato desde el hematíe hacia el plasma. Dicha acidosis da lugar a un aumento de la P50 (efecto Bohr) que a su vez facilita la liberación de O2 des- de el hematíe hacia los tejidos. La PCO2 tiene un efecto directo en este mismo sentido, aunque mucho menos importante. En el capilar pulmonar la dinámica es inversa a la anteriormente descrita. A medida que el hematíe libera O2 en el capilar tisu- lar y se reduce la oxihemoglobina, la molécula de hemo- globina presenta dos fenómenos: 1) aumenta su acción «buffer» captando iones hidrógeno intraeritocitarios; y, 2) aumenta su capacidad de formación de compuestos carba- mino. Ambas acciones aumentan la capacidad de transpor- te de CO2 en la sangre. El efecto de esta interacción se indica en la Figura 50.3 donde puede observarse que la capacidad de transporte de CO2 es mayor en la sangre venosa que en la arterial. Es el denominado efecto Halda- ne. Como curiosidad, cabe mencionar que en algunos peces y crustáceos dichas interacciones son especialmente intensas. Estos animales no sólo presentan una importante disminución de la afinidad de la oxihemoglobina con la acidosis (efecto Bohr), sino que también se observa en ellos una disminución de la capacidad de transporte de O2 al disminuir el pH, es el llamado efecto Root. Este último no ha sido observado en los mamíferos. EFECTOS DEL CO SOBRE EL TRANSPORTE DE O2 El monóxido de carbono es un gas resultante de com- bustiones incompletas. En condiciones normales no se encuentra presente en la sangre o lo está en concentracio- nes mínimas (1-2 %) que no interfieren en el transporte de O2. Sin embargo, cuando el CO es inspirado en situaciones tales como incendios, tabaquismo u otras, puede alcanzar concentraciones anormalmente altas en el plasma que interfieren el transporte de O2 en la sangre por dos meca- nismos diferentes: 1) disminuye la concentración de hemoglobina hábil para el transporte de O2 debido a la ele- vada afinidad del CO por la hemoglobina; y 2) modifica las características de la curva de disociación de la oxihe- moglobina aumentando la afinidad de la hemoglobina fun- cionante para el O2 y, por tanto, disminuye la extracción de O2 a nivel del capilar tisular. Asimismo, la intoxicación por CO afecta: 1) el transporte de O2 en el miocito debido a su afinidad por la mioglobina; y, 2) la utilización de O2 a nivel celular debido a su afinidad por los citocromos. FLUJO SISTÉMICO DE OXÍGENO La función pulmonar tiene como papel esencial la transferencia de O2 desde la atmósfera a la sangre del capilar pulmonar. En el sujeto sano, los valores de PO2 en sangre arterial que son próximos a 100 mm Hg implican la práctica saturación de la capacidad de transporte de O2 de la hemoglobina. De acuerdo con la fórmula (2), la concentración de hemoglobina (Hb) y el porcentaje de saturación de oxihemoglobina (SaO2) son las variables 638 F I S I O L O G Í A D E L S I S T E M A R E S P I R AT O R I O 0 20 40 SO2 (%) 0 100.75 60 80 80 60 40 20 0 C on te ni do C O 2 (m L/ 10 0 m L) PCO2 (mm Hg) Figura 50.3. Curvas normales de disociación del CO2, en san- gre total para saturaciones de oxihemoglobina de 0.75 (corres- pondiente a sangre venosa mezclada) y 100 % (correspondiente a sangre arterial), respectivamente (SO2 %). El trazo fuerte negro corresponde a la magnitud del efecto Haldane, explicado en el texto.
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