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el colon, ejerciendo una acción catártica directa. La fibra soluble es digerible, fundamentalmente en el colon dere- cho, y además de gases son productos finales de este pro- ceso los ácidos grasos de cadena corta, considerados unos de los principales sustratos metabólicos del colonocito. La fibra de las heces es capaz de fijar sales biliares, lo que tie- ne gran interés, puesto que las sales biliares deben formar- se a partir del colesterol. Junto con la fibra, existe también una proporción variable de grasa no absorbida (10-20%), proteínas no digeridas (10%) y materia inorgánica proce- dente de los alimentos (10-20%). El resto de las heces, aproximadamente una quinta parte, está constituido por bacterias, en su mayor parte muertas. El color de las heces proviene fundamentalmente de los componentes de la secreción biliar, sobre todo bilirrubina. Junto con las heces, los gases constituyen una parte importante del contenido de la luz colónica. Por término medio, se expulsan 700 mL de gas diariamente por el rec- to, y las personas sanas expulsan gas por el recto unas 8-10 veces al día. Más del 99% del gas expulsado corresponde a nitrógeno, oxígeno, anhídrido carbónico, hidrógeno y metano, en proporciones muy variables. Las fuentes de este gas son fundamentalmente dos: producto de la fermenta- ción bacteriana y difusión pasiva desde el torrente sanguí- neo. El anhídrido carbónico, el hidrógeno y el metano son producidos exclusivamente por la fermentación bacteriana en el colon. Por el contrario, la mayor parte del nitrógeno y el oxígeno expulsados por el ano proviene de la difusión pasiva desde la sangre, debido a la baja presión parcial de estos gases en la luz colónica. Ninguno de estos gases es responsable del olor del gas expulsado por el recto; éste es debido fundamentalmente a gases compuestos de azufre, como metanotioles y dimetilsulfuros. FLORA BACTERIANA Aunque la flora bacteriana no es estrictamente una parte estructural del propio organismo, desde un punto de vista funcional la simbiosis es tan perfecta y beneficiosa que deberíamos considerarla como tal. De hecho, aunque la flora bacteriana es muy variable de una persona a otra, es muy estable dentro del propio individuo. Se calcula que el colon humano puede albergar 100 millones de bacterias de unas 400 especies diferentes y con un peso total de hasta 500 g. Estas bacterias ejercen unas acciones extraordinaria- mente beneficiosas para el organismo: acción metabólica, acción protectora y acción inmunomoduladora. La acción metabólica de la flora intestinal ya ha sido en gran parte mencionada anteriormente. Las bacterias fermentan los sustratos no digeridos, recuperando la energía proveniente de ellos y generando sustancias altamente beneficiosas, como los ácidos grasos de cadena corta, o sintetizando sus- tancias esenciales, como la vitamina K. La presencia de esta flora bacteriana tiene un efecto protector, ya que impi- de la colonización y el desarrollo de bacterias patógenas. Además de este efecto protector, juega un papel muy importante en el desarrollo del sistema inmunitario digesti- vo, aunque todavía desconozcamos los mecanismos. BIBLIOGRAFÍA Bassotti G, Iantorno G, Fiorella S, Bustos-Fernández S, Bil- der CR. Colonic Motility in man: features in normal subjects and in patients with chronic idiopathic constipation. Am J Gastroen- terol 1999; 94:1760-1770. Guarner F. El colon como órgano: hábitat de la flora bacte- riana. Nutr Hosp 2002; 17 (Sup 2): 7-10. Rao SSC, Sadeghi P, Beaty J, Kavlock R, Ackerson K. Ambulatory 24-h colonic motility in healthy humans. Am J Physiol 2001; 280:G629-G639. I N T E S T I N O G R U E S O 749
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