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FISIOLOGÍA HUMANA-854

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INTRODUCCIÓN
El elevado grado de complejidad estructural y funcio-
nal que alcanzan algunos organismos pluricelulares hace
necesaria la existencia de unos sistemas de control que
coordinen las funciones de los distintos órganos y tejidos.
Estos sistemas de control reciben el nombre de sistemas
extrínsecos, en contraposición con los denominados siste-
mas intrínsecos, que son los que regulan de forma indepen-
diente la actividad de cada órgano. Los dos grandes
sistemas extrínsecos de control de nuestro organismo son 
el sistema nervioso y el sistema endocrino. Ambos sistemas
actúan de forma coordinada, ya que el sistema nervioso
regula la actividad de múltiples órganos endocrinos y, a su
vez, el sistema endocrino modula la actividad del sistema
nervioso. La disciplina que estudia las relaciones entre los
sistemas nervioso y endocrino o, más precisamente, la for-
ma en la que el sistema nervioso regula la actividad del sis-
tema endocrino, es la neuroendocrinología. 
El ejemplo más característico (aunque no el único) de
la interacción existente entre ambos sistemas lo constituye
la denominada unidad hipotálamo-hipófisis. Esta unidad
está constituida por el hipotálamo (una estructura cerebral
que forma parte del sistema límbico) y por la hipófisis, la
antiguamente denominada “glándula maestra” del sistema
endocrino debido a que sus hormonas son las encargadas de
regular la actividad del resto de órganos endocrinos. Bási-
camente, el funcionamiento de la unidad depende de la libe-
ración, por parte del hipotálamo, de una serie de factores
(hormonas) que, a través de un plexo vascular, alcanzan la
hipófisis, estimulando o inhibiendo la secreción de hormo-
nas hipofisarias (Fig. 67.1). Las hormonas hipotalámicas
que regulan la función de la hipófisis reciben el nombre de
hormonas hipofisiotrópicas, y el proceso mediante el cual
estas hormonas son liberadas a la circulación recibe el nom-
bre de neurosecreción. Sin embargo, el funcionamiento de
la unidad es, en realidad, más complejo, debido a la exis-
tencia de una serie de sistemas de retroalimentación y al
hecho de que algunas neuronas hipotalámicas liberan sus
hormonas directamente a la circulación general, alcanzando
por medio de ésta sus órganos diana, o proyectan sus axo-
nes hacia otras áreas del sistema nervioso central (SNC). 
LA UNIDAD HIPOTÁLAMO-HIPÓFISIS
Anatomía y embriología de la hipófisis
La hipófisis es una pequeña glándula ovoide (su peso
medio en el adulto es de unos 600 mg) situada en una
depresión de la cara superior del hueso esfenoides que es
la silla turca o fosa hipofisaria. El término hipófisis (del
griego ���, bajo, y !���", crecer, brotar) hace referencia
a la relación anatómica que existe entre ésta y el hipotála-
mo, del cual parece estar suspendida por medio del tallo
hipofisario. La hipófisis recibe también el nombre de glán-
dula pituitaria (glans pituita excipiens), debido a que anti-
guamente se creía que era el órgano encargado de recoger
el líquido ventricular o pituita. En el ser humano, la hipó-
fisis se divide en dos porciones: una porción glandular o
adenohipófisis y una porción neural o neurohipófisis (Fig.
67.2). La adenohipófisis o lóbulo anterior constituye apro-
ximadamente el 80% del total de la glándula y se divide a
su vez en dos partes, denominadas porción distal (pars dis-
talis) y porción tuberal (pars tuberalis). La neurohipófisis
está constituida por tres porciones: la porción nerviosa
(pars nervosa) o lóbulo posterior, el infundíbulo y la emi-
nencia media, que es el punto de unión entre hipotálamo e
hipófisis. El conjunto del infundíbulo y la porción superior
de la porción tuberal constituye el tallo hipofisario, que es
la unión anatómica entre la hipófisis y el hipotálamo. En
algunas especies se puede distinguir una tercera porción
dentro de la adenohipófisis, denominada porción interme-
dia (pars intermedia) o lóbulo intermedio. Sin embargo, en
el ser humano, la pars intermedia es una estructura rudi-
mentaria que, al menos durante el período de vida posna-
tal, carece de importancia funcional. 
Embriológicamente, la hipófisis se forma a partir de
dos esbozos, uno de los cuales originará la adenohipófisis
y otro la neurohipófisis. La adenohipófisis se desarrolla a
partir de una evaginación ectodérmica del estomodeo,
denominada bolsa de Rathke o bolsa adenohipofisaria, que
es visible en embriones de 4 semanas. Posteriormente, la
bolsa crece hacia el infundíbulo, a la vez que las células
que la conectan con la cavidad bucal involucionan hasta
formar el denominado canal estomodeoadenohipofisario,
que finalmente desaparece. El esbozo que originará la neu-
rohipófisis se origina a partir de un engrosamiento del sue-
lo del diencéfalo.
Anatomía y embriología del hipotálamo
El hipotálamo es uno de los componentes subcortica-
les del sistema límbico. Se encuentra situado en la porción
I N T E G R A C I Ó N N E U R O E N D O C R I N A 825
Hipotálamo
Factores hipofisotróficos
Hipófisis
Hormonas hipofisarias
Órganos diana
Figura 67.1. Estructura general de los ejes neuroendocrinos.

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