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más inferior del diencéfalo, justo por debajo del tálamo, formando el suelo y parte de las paredes laterales del ter- cer ventrículo. Es una de las estructuras cerebrales más conservada a lo largo de la evolución y, pese a su pequeño tamaño (representa menos del 1% de la masa encefálica), resulta imprescindible para el mantenimiento de la home- ostasis, de forma que su destrucción es incompatible con la vida. La gran importancia del hipotálamo se debe a que regula la mayoría de las funciones endocrinas y vegetati- vas del organismo, además de participar en el control de múltiples aspectos de la conducta emocional. Las neuronas hipotalámicas se agrupan formando una serie de núcleos. Estos núcleos se encuentran distribuidos en cuatro áreas que, en sentido anteroposterior son: 1) el área preóptica o hipotálamo anterior, 2) el área supraópti- ca, situada por encima del quiasma óptico, 3) el hipotála- mo medio o infundíbulo tubárico y 4) la región mamilar o hipotálamo posterior, que es la región situada adyacente al mesencéfalo. De todas ellas, la región supraóptica y el hipotálamo medio son las que contienen la mayor parte de los núcleos implicados en el control de la secreción de hormonas adenohipofisarias. En el área supraóptica se localizan los núcleos supraóptico, supraquiasmático, hipo- talámico anterior y paraventricular, mientras que en el hipotálamo medio se encuentran los núcleos dorsomedial, ventromedial y arqueado o arcuato (Fig. 67.3). En la superficie ventral del hipotálamo medio se localiza el tuber cinereum, en cuya zona central se encuentra la emi- nencia media, que forma ya parte de la neurohipófisis. En la eminencia media se distinguen 3 regiones: la lámina ependimal, la zona interna y la zona externa. La lámi- na ependimal es la porción de la eminencia media que está en contacto con el suelo del tercer ventrículo. En la zona externa es donde se concentra la mayor parte de los termi- nales nerviosos de las neuronas hipotalámicas que regulan la función adenohipofisaria, por lo que es en esta zona donde se liberan las hormonas hipofisiotrópicas. Debido a esto, la eminencia media presenta una rica red de capilares que forman el denominado plexo portal primario (véase más adelante). Por último, la zona interna de la eminencia media está formada por axones procedentes de neuronas magnocelulares de los núcleos supraóptico y paraventricu- lar que se dirigen a la neurohipófisis. Embriológicamente, el hipotálamo se origina a partir de las placas alares que forman las paredes laterales del diencéfalo fetal. La porción inferior de dichas placas for- mará el hipotálamo, mientras que a partir de la porción superior se originará el tálamo. Conexiones hipotálamo-hipófisis. El sistema portal hipotálamo-hipofisario La adenohipófisis está conectada con el hipotálamo por medio de un complejo sistema vascular denominado sistema portal hipotálamo-hipofisario. En este sistema, el flujo de sangre es de hipotálamo a hipófisis, lo que permi- te que los factores liberados en la eminencia media lleguen con facilidad a las células adenohipofisarias. La vasculari- zación del sistema procede de la arteria hipofisaria supe- rior, rama de la arteria carótida interna, que da origen a una compleja red de capilares que se distribuyen por la emi- 826 F I S I O L O G Í A D E L S I S T E M A E N D O C R I N O Eminencia media Infundíbulo Porción tuberal Porción nerviosa Porción intermediaPorción distal Adenohipófisis Neurohipófisis Lóbulo anterior Lóbulo posterior Porción distal Porción intermedia Porción tuberal Porción nerviosa Tallo hipofisario Eminencia media Infundíbulo Figura 67.2. Anatomía de la hipófisis. Tercer ventrículo Paraventricular Hipotalámo lateral Vía óptica Supraóptico Arcuato Ventromedial Dorsomedial Periventricular Figura 67.3. Representación esquemática de una sección coro- nal del hipotálamo que muestra la distribución de los núcleos implicados en el control de la secreción de hormonas adenohi- pofisarias.
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