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nencia media, formando el denominado plexo primario (Fig. 67.4). La función de este plexo es proporcionar una amplia superficie de contacto entre los terminales nervio- sos de la eminencia media para que puedan liberar las hormonas hipofisiotrópicas a la sangre. Los capilares de este plexo primario confluyen hasta formar los vasos por- tales largos que recorren el tallo hipofisario en sentido des- cendente. Al llegar a la parte inferior del tallo hipofisario, los vasos largos se ramifican, dando origen a una segunda red de capilares, el plexo secundario, que se distribuye por toda la adenohipófisis. El plexo secundario permite que los factores hipotalámicos alcancen fácilmente las células de la adenohipófisis, y sirve también para recoger las hormo- nas producidas por éstas y llevarlas, a través de las venas hipofisarias anteriores, a la circulación general. A diferencia de lo que ocurre con la adenohipófisis, no existe una conexión vascular directa entre la neurohipófisis y el hipotálamo. La neurohipófisis recibe su vasculariza- ción de las arterias hipofisarias inferiores, que dan origen también a un plexo capilar denominado plexo infundibular. Las hormonas secretadas en la neurohipófisis son liberadas a este plexo, pasando seguidamente a las venas hipofisarias posteriores para su distribución a los tejidos. Además de proporcionar la vascularización de la neurohipófisis, las arterias hipofisarias inferiores son el origen de los denomi- nados vasos portales cortos, que alcanzan la porción infe- rior de la adenohipófisis y contribuyen a formar el plexo secundario. De esta forma, se establece una conexión vas- cular entre adenohipófisis y neurohipófisis. Desde el punto de vista funcional, las conexiones hipotálamo-neurohipófisis son fundamentalmente de tipo nervioso. De hecho, como mencionamos anteriormente, la neurohipófisis está constituida por los axones de neuronas cuyos somas se localizan en el hipotálamo, por lo que, aunque anatómicamente la neurohipófisis está separada del hipotálamo, funcionalmente ha de considerarse como parte de éste. En la Tabla 67.1 se resumen las conexiones que existen entre los distintos componentes de la unidad hipotálamo-hipófisis. Hormonas adenohipofisarias La adenohipófisis secreta 6 hormonas peptídicas con un papel fisiológico claramente establecido, junto con un gran número de factores que intervienen en la regulación de la función adenohipofisaria actuando de forma autocri- na/paracrina. Cada una de las hormonas adenohipofisarias se produce de forma preferente en un determinado tipo celular, lo que nos permite distinguir 5 tipos principales de células en la adenohipófisis: tirotropas, corticotropas, somatotropas, lactotropas y gonadotropas. Sin embargo, esta correspondencia no siempre es exacta, y son fre- cuentes los casos en los que una célula produce dos o más hormonas diferentes. Las principales hormonas adenohi- pofisarias son las siguientes (Tabla 67.2): Hormona estimulante de la tiroides, hormona tirotro- pa o tirotropina (TSH) (véase el Capítulo 72). Es una hor- mona glucoproteica sintetizada principalmente en las células tirotropas. Está constituida por 2 subunidades (� y ), cada una de las cuales está codificada por un gen dife- rente, lo que implica que están sometidas a mecanismos de regulación independientes. En condiciones normales, las cadenas � se sintetizan en exceso con relación a las cade- nas , por lo que la síntesis de estas últimas es el factor limitante en la producción de TSH. Ambas subunidades están glucosiladas, y su acoplamiento se produce en el retículo endoplásmico rugoso (RER) y en el aparato de Golgi. Las principales funciones de la TSH son estimular la síntesis y la liberación de hormonas tiroideas y estimu- lar el crecimiento de la glándula tiroides. Hormona foliculoestimulante (FSH) (véanse los Capí- tulos 79 y 80). Es una de los dos gonadotropinas produci- das en la adenohipófisis (células gonadotropas). Al igual que ocurría con la TSH, es una hormona glucoproteica constituida por una subunidad � y una subunidad . La subunidad � de la FSH es idéntica a la de la hormona lutei- nizante y la TSH, estando todas ellas codificadas por el mismo gen. Por el contrario, las cadenas de estas hor- monas presentan un bajo grado de homología, están codi- ficadas por genes diferentes, y son las que les confieren su especificidad biológica. Las acciones fisiológicas de la FSH son distintas en las mujeres y en los hombres. En las mujeres, su principal efecto es estimular el crecimiento folicular y la síntesis de estrógenos. En los varones esti- mula la formación de espermatozoides. Hormona luteinizante (LH) (véanse los Capítulos 79 y 80): Es la otra gonadotropina hipofisaria. Está formada por una cadena � (común) y una cadena (específica). En las mujeres, el principal efecto de la LH es estimular la ovu- I N T E G R A C I Ó N N E U R O E N D O C R I N A 827 Plexo primario Plexo infundibular Venas hipofisarias posteriores Vasos portales cortos Arteria hipofisaria inferior Plexo secundario Venas hipofisarias anteriores Vasos portales largos Arteria hipofisaria superior Figura 67.4. Vascularización de la hipófisis. Tabla 67.1. Tipos de conexiones entre los diferentes elementos de la unidad hipotálamo-hipófisis Hipotálamo-adenohipófisis Humoral Hipotálamo-neurohipófisis Nerviosa Adenohipófisis-neurohipófisis Humoral
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