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Edad y desarrollo La secreción nocturna de melatonina presenta cam- bios marcados a lo largo de la vida, tanto en la especie humana como en los animales experimentales estudiados. En el ser humano el ritmo circadiano de melatonina apare- ce hacia los dos meses, y sus niveles plasmáticos noctur- nos aumentan rápidamente hasta alcanzar un pico hacia los 3-5 años, probablemente como resultado de la maduración de los mecanismos neurales que controlan la actividad pineal. Posteriormente, la concentración plasmática de melatonina durante la noche disminuye para alcanzar valo- res mínimos en torno a la pubertad, estabilizarse a lo largo de la edad adulta (30-50 años) y disminuir marcadamente hasta la casi desaparición del ritmo día-noche durante la vejez. Aunque las causas precisas de estas variaciones no han sido establecidas aún, se ha especulado sobre la posi- bilidad de que las dos fases de descenso en los niveles noc- turnos de melatonina estén relacionadas con la pubertad y el envejecimiento, respectivamente. Secreciones endógenas y otros factores Aunque su papel parece ser modulador y secundario al fuerte control ejercido por el fotoperíodo, diferentes secre- ciones endocrinas, especialmente las procedentes del siste- ma reproductor, afectan a la síntesis y secreción de melatonina en los mamíferos. En la especie humana se ha sugerido que la reducción en los niveles nocturnos de mela- tonina antes de la aparición de la pubertad constituye un ele- mento permisivo de la misma, al disminuir una hipotética acción inhibidora sobre varios niveles del eje reproductor. Sin embargo, la reducción en la secreción nocturna de mela- tonina podría ser el resultado, y no la causa, de la elevación en los niveles circulantes de gonadotrofinas y hormonas gonadales, o tratarse simplemente de una coincidencia cro- nológica sin relación causal alguna. Por otra parte, tanto en mujeres como en roedores hembra se ha observado una reducción en la síntesis y secreción de melatonina nocturna antes de la ovulación, como consecuencia de la elevación en los niveles plasmáticos de las hormonas ováricas. En este sentido, el estradiol inhibe la respuesta a la estimulación adrenérgica en pinealocitos aislados de ratas ovariectomiza- das mediante una modulación del número o estado funcio- nal de los -adrenoceptores. Teniendo en cuenta que también se han descrito efectos antiovulatorios de la mela- tonina en animales experimentales, la reducción en sus nive- les circulantes podría desempeñar un papel permisivo con respecto a los mecanismos centrales y periféricos responsa- bles de la ovulación. En lo que se refiere a otras secreciones hormonales, se han descrito interacciones recíprocas entre la glándula pineal y la adenohipófisis, el tiroides, el páncre- as endocrino y la médula adrenal. Además, en roedores se han descrito efectos de diferentes estímulos aversivos sobre la secreción de melatonina, lo que sugiere que esta hormo- na podría participar en las reacciones de estrés. En la espe- cie humana, sin embargo, estas relaciones no han sido confirmadas, con la excepción de un aumento en los niveles plasmáticos de melatonina en mujeres tras la realización de ejercicio físico intenso. FUNCIONES DE LA GLÁNDULA PINEAL Receptores de melatonina y mecanismo de acción Mediante el uso de agonistas marcados (125I-Mel) se han identificado sitios de unión para la melatonina en la membrana plasmática de diversas células, cuya localiza- ción coincide con las posibles dianas sobre las que la melatonina ejercería algunas de sus funciones fisiológicas. Farmacológicamente se han caracterizado dos tipos de lugares de unión: a) de alta afinidad (KD = 20-200 pM), de los cuales se han identificado y clonado los subtipos MT1, MT2 (previamente ML1A y ML1B, respectivamente) y ML1C, que son considerados como verdaderos recepto- res; y b) de baja afinidad (KD = 1-10 nM), agrupados como MT3. Los receptores MT1 y MT2 son receptores metabo- trópicos acoplados a proteínas G, y su activación inhibe el sistema adenilatociclasa en algunos tejidos, reduciendo la producción de AMPc, la activación de la PCA y la fosfori- lación de CREB. En otros, sin embargo, la activación de estos receptores induce un incremento en varias señales intracelulares interrelacionadas, como GMPc, fosfolipasa C, producción de diacilglicerol (DAG) e inositoltrifosfato (IP3), Ca 2+ o proteína quinasa C (PCC). Aunque la distribución de estos receptores es muy variada en las diferentes especies, generalmente se expresan en diversas estructuras neurales y neuroendocrinas, además de algunos órganos periféricos. El receptor MT1 es abun- dante en el NSQ, el hipotálamo mediobasal, y la porción tuberal de la adenohipófisis. Además está presente en otras regiones del SNC, vasculatura de ciertos órganos, y células del sistema inmunitario. El receptor MT2 se expresa abun- dantemente en la retina y en otras estructuras cerebrales. Las acciones de la melatonina a través de estos receptores son de carácter modulador, y están relacionadas con la transmi- sión de una información temporal y la regulación de diversos ritmos endógenos de tipo circadiano y estacional, incluyen- do el ciclo sueño-vigilia y la reproducción. En estudios in vitro se ha encontrado que la melatonina podría regular la actividad neuronal en ciertas regiones neurales mediante una estimulación ó una inhibición del receptor GABAA, mediadas por el receptor MT1 o MT2, respectivamente. Además de los receptores de membrana, debido a su carác- ter lipofílico la melatonina puede difundir a través de las membranas celulares y alcanzar el núcleo celular, donde podría unirse a receptores huérfanos, o incluso ejercer efec- tos antioxidantes en diferentes compartimentos subcelulares al actuar como secuestrador de radicales libres. Acciones cronobióticas En peces, anfibios y reptiles, la glándula pineal actúa como un transductor foto y termo-neuroendocrino, partici- 886 F I S I O L O G Í A D E L S I S T E M A E N D O C R I N O
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