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posee un radio iónico y un número de coordinación (iones de signo contrario que rodean a un ión) variable (6-8), que lo hacen idóneo para encajar en los pliegues de la molécu- la de una proteína y combinarse transitoriamente con ella. Por otra parte, los iones Ca2+ son muy reactivos y poseen gran facilidad para combinarse no sólo con moléculas orgánicas como las proteínas, sino también con molécu- las inorgánicas como los fosfatos. Y éste es otro hecho fundamental en relación con la baja [Ca2+]c: como los ésteres de fosfato forman con el Ca2+ sales muy poco solu- bles al pH fisiológico intracelular, bastaría con que la [Ca2+]c alcanzara el rango de 10-3 M para que las sales de fosfato cálcico originadas precipitaran y fuera imposible la transferencia de energía por los ésteres de fosfato. Homeostasis del Ca2+ intracelular La homeostasis celular del Ca2+ comprende varios aspectos que cabe resumir como sigue: a) en reposo, la [Ca2+]c es mantenida en un orden de 10–7 M; pero, cuan- do la célula es estimulada, tal concentración aumenta en pocos milisegundos hasta varios micromoles/l; b) en gene- ral, ese incremento en la [Ca2+]c se produce en forma de picos o pulsos, más que de una forma sostenida; c) la célu- la recibe pulsos de Ca2+ a partir de dos fuentes distintas: vertido al citosol desde organelas intracelulares, o desde el exterior mediante la apertura de canales de Ca2+ en el plas- molema, permeabilizados por receptor o por voltaje; d) las células, asimismo, poseen en esa membrana plasmática una ATPasa de Ca2+ que lo bombea hacia el exterior en contra de sus gradientes de concentración y electroquími- co, y un intercambiador Na+/Ca2+, que también expulsa Ca2+ desde el citosol; e) por su parte, las organelas celula- res, como los retículos endoplásmico y sarcoplásmico y el núcleo, poseen en su membrana canales de Ca2+ permea- bilizados por inositol trifosfato (InsP3), mediante los que es vertido al citosol, y ATPasas que lo devuelven a la orga- nela; y, en cuanto a la mitocondria, en su membrana dis- pone de un intercambiador Na+/Ca2+ capaz de devolver al citosol el Ca2+ que entra en ella por medio de un transpor- tador unidireccional; y, f) en conjunto, estas organelas o depósitos intracelulares de Ca2+ hacen que todo el cito- plasma intervenga en la liberación y captación de Ca2+, permitiendo una estrecha coordinación entre las variacio- nes en la [Ca2+]c y los fenómenos fisiológicos regulados por él (Fig.76.1). La llegada de un pulso de Ca2+ al citosol constituye una señal específica para un conjunto de proteínas intrace- lulares, generalmente próximas a membranas, conocidas como ligadoras de calcio. Éstas constituyen toda una familia de proteínas con similitud estructural que, al com- binarse de forma específica y reversible con Ca2+, por un lado lo tamponan y, por otro, descodifican la información que transporta, transmitiéndola a las dianas y modulando la acción de otras proteínas o enzimas. La calmodulina (CaM) constituye un ejemplo caracte- rístico de esas proteínas intracelulares ligadoras de calcio, en cuya estructura se halla repetida de dos a doce veces la sucesión “hélice-asa-hélice”. Presente en todas las células eucariotas y carente de actividad enzimática intrínseca, la CaM posee cuatro puntos de unión para iones Ca2+. Cuan- do un pulso de éste accede al citosol, dos iones Ca2+ se combinan con la molécula de CaM, que sufre un primer cambio conformacional (exposición de regiones hidrófo- bas y aumento del contenido en hélice alfa). A continua- ción, la CaM/2 Ca2+ se combina con una proteína efectora aún inactiva (como, por ejemplo, la adenilato-ciclasa o la fosfodiesterasa del AMPc), y esa combinación conduce a un segundo cambio conformacional en la molécula de CaM. Ello permite su combinación con otros dos iones Ca2+, lo que provoca un cambio conformacional en la pro- teína efectora, que pasa de la forma inactiva a activa y su consiguiente acción fisiológica. La familia de proteínas intracelulares ligadoras de cal- cio es muy amplia (hoy se conocen más de trescientas, algunas de cuales se recogen en la Tabla 76.4) y probable- mente aún no está completa; así, en las células eucariotas se hallan, además de CaM, otras muchas proteínas ligado- ras de calcio específicas del tipo celular y relacionadas con sus funciones fisiológicas específicas. El conocimiento de esas funciones ha permitido vislumbrar en los últimos años la trascendencia fisiopatológica de sus alteraciones primarias o provocadas farmacológicamente. CONTROL DEL METABOLISMO DEL CALCIO De los 1000 a 1200 gramos de calcio presentes en el organismo humano adulto, alrededor del 99% se encuentra en los huesos. De tal cantidad, unos 500 mg salen diaria- mente hacia los líquidos extracelulares y una cantidad similar se incorpora al hueso desde ellos. También cada día, de los aproximadamente 1000 mg de calcio conteni- dos en una dieta equilibrada, se absorben por el intestino 966 F I S I O L O G Í A D E L S I S T E M A E N D O C R I N O Tabla 76.3. Funciones biológicas del Ca2+ a) Celulares: — Crecimiento y división celular. — Estabilización de membranas. — Excitabilidad y permeabilidad de la membrana plasmática. — Transporte de iones a través de membranas. — Regulación enzimática. — Exitación nerviosa. — Secreción de hormonas. — Secreción exocrina. — Neurotransmisión. — Contracción muscular. b) Extracelulares: — Mineralización. — Cofactor de factores de coagulación VII, IX y X. — Reconocimiento y adhesión entre células.
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