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Ejercicio físico Durante el ejercicio físico la temperatura central del organismo va subiendo hasta alcanzar un nuevo nivel que es proporcional al metabolismo e independiente en un amplio rango térmico de la temperatura ambiental. La ele- vación de la temperatura central debe considerarse una elevación pasiva, debida al exceso de calor producido por la contracción muscular y no debida a un cambio del pun- to de referencia. Cuando el ejercicio progresa, la tempera- tura central alcanza un nuevo punto estable en un nivel más elevado (p. ej., 39 °C), debido a que se ha llegado a un equilibrio entre el exceso de calor producido y su pérdida. La vía más importante de pérdida de calor por el orga- nismo durante el ejercicio físico es la evaporación del sudor de la superficie de la piel. Las situaciones que limi- tan este proceso, tales como la humedad relativa del aire, reducen la tolerancia térmica del individuo y aumentan la susceptibilidad al shock térmico. Es interesante saber que hay personas que nacen sin glándulas sudoríparas y que, sin embargo, no les impide realizar deportes atléticos de cierta intensidad. Esto se logra humedeciendo la piel de estos individuos con agua durante la realización del ejercicio. Este hecho pone de relieve que no hay diferencias en cuanto al agua que se evapora de la piel, sea ésta procedente de las glándulas sudoríparas o de una fuente externa, y que es el proceso de evaporación de agua y no el proceso de sudación propia- mente, lo que enfría el cuerpo. Es también importante saber que personas que sudan profusamente no necesaria- mente son más capaces de regular su temperatura central de un modo más eficaz, ya que el sudor que gotea desde la superficie de la piel no sólo no logra la disipación de calor, sino que es además un grave desperdicio de las limitadas reservas de líquidos de un organismo que está realizando un ejercicio físico intenso. Finalmente, durante el ejercicio físico en un ambien- te caluroso, es importante saber que el equilibrio térmico se puede alcanzar siempre que la cantidad de calor produ- cido metabólicamente y el calor ganado del medio ambiente no excedan la capacidad de pérdida de calor del organismo, lo que lógicamente incluye conocer la hume- dad relativa del aire. En condiciones de HR del aire muy altas, el balance térmico puede no alcanzarse y la tempe- ratura central continuar elevándose hasta producir un shock térmico. TRASTORNOS DE LA TERMORREGULACIÓN Fiebre e hipertermia Son dos conceptos diferentes y que por tanto deben distinguirse claramente. La fiebre es un aumento de la temperatura central producido por la elevación del punto de referencia (véase más adelante). La hipertermia, por otro lado, es el aumento de la temperatura central sin que cambie el punto de referencia. El ejercicio físico, que aca- bamos de estudiar, es un buen ejemplo de esto último. Fiebre La fiebre se atribuye a un cambio en el punto de refe- rencia para la temperatura en el hipotálamo. Este punto de referencia, que se mantiene constante en un individuo nor- mal, durante el ataque febril se eleva, digamos de 37 a 39 °C (Fig. 83.7). Cuando se alcanza este nuevo punto de referencia, el sistema empieza a funcionar como antes, es decir, se crea un nuevo balance entre la producción y la pérdida de calor por el organismo, pero esta vez alrededor de ese nuevo punto de referencia. El mecanismo utilizado por el organismo para elevar la temperatura corporal en caso de fiebre depende mucho de la temperatura ambien- tal. Así, en un medio ambiente neutro (ni frío ni calor), se produce una intensa vasoconstricción y además aumenta la tasa de metabolismo basal. En un medio ambiente caluro- so el aumento de la temperatura puede ocurrir simplemen- te dejando de sudar. Hoy se piensa que la fiebre está mediada por piróge- nos endógenos y no por pirógenos exógenos. Estos piró- genos endógenos son polipéptidos que reciben el nombre genérico de «citoquinas» y están producidos por varios tipos de células en el organismo. En lo que se refiere a las citoquinas que participan en el proceso febril parecen ser primariamente las producidas por los fagocitos mononu- cleares activados por pirógenos exógenos. Entre estas cito- quinas se encuentran las interleuquinas (1� ; 6, 8 y 11) los C O N T R O L Y R E G U L A C I Ó N D E L A T E M P E R AT U R A C O R P O R A L 1075 10 20 30 40 50 37 38 39 40 Vasoconstricción Escalofríos Cambio en el punto de referencia Vasodilatación Sudación Cesa la fiebre Tiempo en horas Te m pe ra tu ra c en tr al º C Figura 83.7. Diagrama esquemático mostrando el cambio del punto de referencia durante el proceso febril y los cambios de la temperatura central a él asociados.
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