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TANNENWALD: THE NUCLEAR TABOO: THE US AND THE NORMATIVE BASIS OF NUCLEAR NON-USE
· La idea del artículo es que considera que tiene que considerarse cierto elemento normativo detrás del cese del uso de armas nucleares post 1945.
· se construyó una prohibición normativa alrededor del uso de las armas nucleares en el sistema global, que si bien no es todavía una norma robusta, ha estigmatizado a las armas nucleares como inaceptables armas de destrucción masiva
El efecto de la prohibición normativa ha sido deslegitimar a las armas nucleares como armas de guerra y enraizar (embed) prácticas de deterrence dentro de ciertas normas que estabilizan y restringen la actitud de self-help de los estados. 
· Confronta con la hipótesis realista de que el no uso de armas nucleares se explica únicamente por factores materiales
Lo que demuestra el artículo es que el tabú nuclear tiene efectos autónomos y que la inclusión del desuso de armas nucleares teniendo en cuenta elementos normativos es más válida que una explicación que no los usa. No dice que el tabú sea lo único que explique el no uso de armas nucleares, pero que para que haya una buena explicación de este fenómeno hay que incluir elementos normativos como lo es el taboo.
The nuclear taboo:
El tabú es un fenómeno sistémico, refiere al nivel global al que la autora define como “el nivel colectivo de la comunidad internacional”. La deslegitimación al uso de armas nucleares no es solo un fenómeno de la opinión pública sino que se transformó en parte de los acuerdos y regímenes internacionales → dentro estos acuerdos siempre se delimita el espacio de acción de las armas nucleares y restringe la libertad de las partes dentro de esta esfera.
El tabú refiere a una prohibición de facto del uso de armas nucleares. No es solo el comportamiento en sí que nosotros percibimos en los actores sino también las creencias normativas detrás de ese comportamiento.
· tDistingue entre norma y tabú porque va a usar los dos:
· Normas son las prescripción so proscripciones de acción
· Taboo es una prohibición normativa fuerte que se relaciona con la sociología del peligro. Se refiere a la protección de los individuos y las sociedades de ciertas conductas que se consideran peligrosas
· Es una manera de dar mayor fuerza a la prohibición y además genera expectativas de un mayor castigo
Los efectos normativos: son tres efectos ppales
· Regulative effect: el tabú es un mandato en contra del uso de las armas nucleares. Restringe la conducta que existiría si hubiese o no reglas sobre esta conducta.
· Efecto constitutivo: el tabú hace que se genere una diferencia entre el uso inaceptable de las “armas nucleares de destrucción masiva” frente a las no problemáticas armas convencionales que son vistas como legítimas y utilizables
· Efectos permisivos: son efectos indirectos o secundarios que se refieren a la manera en que las normas sirven como puntos focales → al decir armas de destrucción masiva cuando hablamos de armas nucleares estamos dando una connotación normativa a este tipo de armas que no le damos a las armas convencionales
Explicaciones alternativas: materialismo vs el taboo:
La explicación dominante sobre el no uso de armas nucleares en la guerra fría es la del materialismo. Se centra en el rational deterrence, que es importante pero no explica todo. El problema de esta teoría es que toma los intereses como exógenamente determinados y de esta manera invalida la explicación de deterrence porque si todo está dado no hay en realidad cálculo de costos de parte del líder de lo que considera (in) aceptable.
Otra explicación materialista es la que considera amplios factores materiales como los con el miedo a las consecuencias de largo plazo, a la opinión pública, etc. Va un paso más allá que la deterrence tradicional porque puede explicar aquellos casos donde no hubo deterrence mutua y no se usaron armas nucleares. 
Después tenemos una explicación no materialista centrada en las normas que dice que las normas (y las “non-norms”) son las que explican la falta de uso de este tipo de armas.
El tema de estas explicaciones es que se centran en una de las dos caras de la explicación. Cualquier explicación suficiente del no uso de armas nucleares tiene que contener factores materiales e inmateriales. Desde el neoliberalismo institucional nos exigiría que podamos saber que tanta porción del no uso es por factores materiales y por inmateriales. De todas formas, desde el constructivismo reconocen que es imposible delimitar esto ya que por ejemplo la opinión pública o las consecuencias de largo plazo que mencionan las teorías materialistas no son independientes de la existencia del tabú.
No podemos tomar al tabú como eso que explica la varianza residual que otros factores no explican. Si bien el tabú no es la única explicación, es esencial para entender el patrón de no uso. No vamos a encontrar que la gente diga “el tabú me impide” o que diga la palabra tabú explícitamente, lo que toma como evidencia del tabú la autora es el “tabú talk” → puede tomar dos formas:
1. Entra instrumentalmente en los cálculos del proceso de decisión como un costo
a. Es una operación instrumental del taboo
2. Puede verse dentro de un razonamiento del tipo “esto está mal”, “no hacemos cosas así” o “no lo hacemos porque nadie lo hace”.
a. Es una operación sustantiva del tabú
En un nivel de enraizamiento mayor, puede que el tabú talk ni siquiera exista porque se da por sentado que el uso de armas nucleares no está ni siquiera dentro de las opciones. El tabú talk no es cheap talk como creen los realistas. La mera existencia de estas discusiones nos habla de la presencia de restricciones al comportamiento.
El materialismo y las explicaciones del tabú pueden dar explicaciones que se superponen. Por ejemplo al ver la creciente tendencia a la desnuclearización de la política de defensa US el materialismo nos diría que como se alcanzó la paridad entre superpotencias hay un estancamiento estratégico. La explicación del tabú no dice que esto sucede porque el tabú se volvió fuerte y el estigma y deslegitimación a las armas nucleares está en alza.
Lo que tiene de ventaja el tabú es que no excluye la explicación materialista. Dice que el tabú adquirió fuerza y eso hace al no uso de arma nucleares pero no impide pensar en que simultáneamente puede haber paridad y acuerdo estratégico al estancamiento.
Para demostrar la fortaleza del argumento del tabú la autora va a mirar la evolución en el no uso de armas de USA en cuatro momentos de tensión y donde no había deterrence mutua → clave porque en realidad USA de usar armas nucleares habría ganado en todos esos cuatro momentos. Donde actúa el mutual assured destruction el tabú deja de importar así que es importante ver casos donde esto no sucede.
Four cases: use and non-use:
Hiroshima y nagasaki: la legitimidad de la bomba:
No había estigmas en cuanto a las armas nucleares, más que nada porque no se habían usado nunca, pero en particular por dos razones. Primero, las bombas atómicas se consideraban una mera extensión del bombardeo estratégico dentro de una guerra que había elevado la escala de destrucción. En segundo lugar, las bombas nucleares no implican ningún problema moral en un momento en que las barbaridades acumuladas de la guerra habían roto los códigos morales tradicionales y las leyes de guerra.
NO HABÍA RAZONES PARA NO USAR LA BOMBA
La bomba atómica se consideraba igual de legítima que cualquier otra arma explosiva letal que existiera.el deseo de terminar la guerra lo antes posible minimizando las muertes de soldados estadounidenses, el momentum por el reciente desarrollo de la bomba nuclear, y la percepción general de legitimidad de la bomba, no posaron ninguna traba al uso de la misma.
The korean war: the entering taboo
Los asesores de Truman consideraron el uso de armas nucleares masivas el primer año de la guerra pero esto al final no sucedió. Los comandantes que estaban en corea y los del pentagono presionaron para su uso pero los asesores más cercanos dijeron que nolas iban a usar y dieron las siguientes razones: tenían pocas armas como para usarlas en Asia cuando se podía disparar otro conflicto en europa, que era el interés principal de USA. Además, tenían miedo que su uso no terminara la guerra o sea decisivo para su fin y eso perjudicara el poder de determinación de USA. Pero además (y acá entra el tabú) el horror público respecto de las armas nucleares fue un obstáculo político serio.
En una conferencia de prensa en 1950 truman dejó notar que el uso de armas nucleares estaba siendo considerado y eso causó un terrible escándalo diplomático y político. Si la guerra se expandiera fuera de corea las armas se iban a usar para inhabilitar las bases de china en manchuria. En 1951 se le dio permiso al comandante en Corea para que use esas armas de ser necesario ante un ataque aéreo con china.
Más allá de lo material, lo político y moral fue importante para no usar armas nucleares en ese momento, incluso la autora dice que podría haber sido crítico. Si USA era tildado de inmoral por usar armas nucleares, iba a perder su estatus de líder. Los británicos estaban fuertemente en contra del uso de armas nucleares y eran uno de los aliados más cercanos a USA, lo que podría indicar que su oposición tuvo que ver con la decisión de no usar armas nucleares. 
Truman mismo admite más tarde que no se sintió capaz de autorizar el uso de armas nucleares incluso cuando los asesores le dijeron que lo hiciera. El horror post-hiroshima fue crítico en su decisión. Los asesores más cercanos también sufrieron restricciones morales ya que eran sensibles a la negativa de la opinión pública al uso de este tipo de armas.
De maneras menos directas, el tabú podría haber operado en la decisión de que targets se podían apuntar con armas nucleares y en qué momento de intensidad de la guerra era necesario usar estas herramientas. 
EN ESTE MOMENTO, EL TABÚ RETRASO EL ALISTAMIENTO Y PLANEAMIENTO
DE LAS TÁCTICAS DE USO DE ARMAS NUCLEARES
El tabú actuó en resaltar los constrainings políticos y morales sobre el uso de estas armas. Lo que se logró fue que los políticos percibieran que las armas nucleares eran la última ultimísima alternativa. 
Cuando asume Eisenhower el tabú vuelve al centro de la discusión. En este momento ya las armas nucleares se habían sofisticado y había unas que eran de uso táctico, más precisas y circunscritas. Los asesores se mantuvieron escépticos sobre el uso de estas armas dentro de Corea, dijeron que usarlas fuera de Corea les dará ciertas ventajas. Los líderes de USA empezaron a ver al tabú como un límite indeseado a la libertad de uso del arsenal de armas. Buscaron la manera de sortearlo, quebrarlo o ignorarlo. 
El no uso de las armas nucleares en este caso puede tener que ver con las razones internas por las que china decidió terminar la guerra cuando lo hizo, pero el tabú lo que hizo fue comprar tiempo. El taboo impidió que las usaran cuando se lo plantearon en primera instancia y en ese tiempo de indecisión otras cosas hicieron que la guerra terminase. 
En este periodo en particular no hay evidencia sobre si les preocupaba que no funcionasen las armas y eso debilitará su posición estratégica. Dulles (director de la CIA) había intentado revertir el tabú en la opinión pública durante mucho tiempo y se empezaba a ver que iba a fallar, quería convencer a la gente que las armas nucleares se habían transformado en convencionales pero no le salió.
Durante la guerra de Corea, un tabú emergente delineó la manera en que los líderes USA definieron sus intereses. Truman estuvo más que nada guiado por sus restricciones morales personales, pero el tabú actuó claramente en Eisenhower y Dulles que personalmente querían usar este tipo de armas. Eisenhower y Dulles querían desafiar el tabú y la única manera de hacerlo era usandolas, pero el costo político ya era lo suficientemente alto como para no hacerlo.
The Vietnam war: A hard test for the taboo.
La guerra de Vietnam es un buen test para el taboo. En Vietnam, EEUU eligió perder una guerra humillante y destructiva frente a un país no nuclear, cuando tenía todas las armas nucleares a su disposición. Lo destacable es ver que tan poco fueron un tema las armas nucleares, los líderes políticos no estuvieron cerca de usar las armas nucleares en este conflicto, a pesar de que algunos sectores cercanos al poder se lo hayan propuesto a Johnson y Kennedy. Por su parte, Nixon las tuvo en consideración, pero terminó por descartar su uso. 
Acá se menciona que su no uso se debió a: por un lado, las advertencias de que usar armas nucleares tendría mayores costos humanos que los que tenía la guerra hasta ese momento. Por otro lado, utilizar armas nucleares en Vietnam podría traerle a EEUU conflicto con China, en donde, en el peor de los escenarios podría terminar con la incorporación de URSS a la guerra. Al igual que en Corea, a los líderes estadounidenses les preocupaba que, dado el aborrecimiento público mundial de las armas nucleares, ahora incluso más fuerte que en la década de 1950, el uso de tales armas en el conflicto de Vietnam pondría en peligro la moral norteamericana y su posición de liderazgo a los ojos de amigos y aliados.
Pero no fueron sólo las preocupaciones y el aborrecimiento de los demás los que jugaron un papel. El tabú nuclear se estaba afianzando entre los altos funcionarios de las administraciones de Kennedy y Johnson. Muchos de ellos ya poseían un conjunto de creencias firmemente arraigadas sobre las armas nucleares cuando asumieron el cargo. En el momento de la Guerra de Vietnam, las crisis de la Guerra Fría sobre Berlín y Laos en 1961 y los misiles soviéticos en Cuba en 1962 ya los habían obligado a enfrentar la posibilidad del uso nuclear. Consternados por la doctrina nuclear de Eisenhower de "represalias masivas", Kennedy y sus asesores buscaron planes de guerra más "flexibles" que incluían un mayor énfasis en las armas convencionales. Desde el principio de su mandato como secretario de Defensa, McNamara se opuso al uso de armas nucleares, considerándolas moralmente objetables y carentes de utilidad. Ha dicho con frecuencia que aconsejó en privado tanto a Kennedy como a Johnsonever que iniciaran el uso de armas nucleares, y estuvieron de acuerdo. Además, los altos funcionarios no solo se oponían en privado al uso de armas nucleares, sino que incluso el mero análisis de tales armas en la forma de rigor de costo-beneficio por la que la administración Kennedy era famosa era prácticamente un tabú.
La Casa Blanca y el Pentágono negaron con vehemencia que se estuvieran considerando armas nucleares, y Johnson más tarde se enfureció por la "irresponsabilidad" reflejada en las conversaciones sobre los planes para usar armas nucleares. Como en Corea, quienes no estaban de acuerdo con la política oficial pensaban que las preocupaciones normativas inhibían los responsables políticos de pensar "racionalmente" sobre la opción nuclear.
En marcado contraste, el tabú operó principalmente como una restricción instrumental, aunque crítica, para los altos funcionarios de la administración Nixon, quienes no mostraron tal renuencia personal a pensar en opciones nucleares. El presidente Nixon, el arquetípico de anticomunista, soñaba con poner fin a la guerra de Vietnam con un "golpe de gracia". Creía con aprobación que las amenazas nucleares de Estados Unidos habían puesto fin a la Guerra de Corea y esperaba utilizar el mismo principio de la amenaza del uso excesivo de la fuerza para lograr la victoria en Vietnam.
El caso clave es la Operación Duck Hook, un plan para un uso masivo de la fuerza contra Vietnam del Norte en el otoño de 1969. Desarrollado por Kissinger y algunos asociados, pidió bombardeos masivos de Hanoi, Haiphong y otras áreas clave en Vietnam del Norte; la minería de puertos y ríos; el bombardeo del sistema de diques; invasión encallada de Vietnam del Norte; la destrucción, posiblemente con armas nucleares, de los principales pasos norte-sur a lo largo de la ruta Ho Chi Minh; y el bombardeo de los principales enlaces ferroviariosde Vietnam del Norte con China. Un estudio separado, aún más secreto, se ocupó de las implicaciones del uso de armas nucleares tácticas en las líneas ferroviarias, el conducto principal para los suministros de la Unión Soviética y China. Según HR Haldeman, jefe de personal y confidente de Nixon, Kissinger había presionado por opciones nucleares en la primavera y el otoño de 1969. Sin embargo, después de las protestas públicas masivas contra la guerra en los Estados Unidos en octubre de 1969, Nixon canceló Duck Hook. En sus memorias, sugiere que el furor mundial por la escalada de la guerra socavó sus planes (Clave porque menciona las memorias de Nixon).
En conclusión, para las administraciones de Kennedy y Johnson, el tabú operó particularmente de manera sustantiva o constitutiva, evidente, por ejemplo, en las creencias de que usar armas nucleares era simplemente "incorrecto" y en la renuencia a pensar siquiera en opciones nucleares, incluida la amenaza nuclear. Nixon probablemente no compartía el tabú nuclear —no consideraba "incorrecto" usar armas nucleares— pero estaba limitado porque otros, incluidos miembros de su propia burocracia, lo sostenían.
La Guerra del Golfo de 1991: el tabú en el mundo de la posguerra fría
En la guerra de 1991 para revertir la invasión iraquí de Kuwait, los líderes estadounidenses descartaron el uso de armas nucleares a pesar de que Irak era un adversario no nuclear. Se podría argumentar que esta guerra no ofrece una buena prueba del tabú nuclear porque el tipo de circunstancias espantosas que requerirían la consideración de una opción nuclear nunca surgieron realmente para Estados Unidos y sus aliados de la coalición. Sin embargo, este caso es importante. Representa el primer gran conflicto del mundo posterior a la Guerra Fría, cuando la amenaza de un enfrentamiento nuclear con la Unión Soviética había disminuido sustancialmente. La guerra fue legitimada en parte por el objetivo de destruir las capacidades nucleares de Irak y, durante el transcurso del conflicto, los funcionarios estadounidenses hicieron amenazas nucleares vagas y no tan vagas, concretadas por la presencia de casi mil armas nucleares a bordo de Estados Unidos.
Los líderes estadounidenses en la Guerra del Golfo no usaron, ni siquiera consideraron, armas nucleares tanto porque no las necesitaban como porque no querían. El tabú nuclear afectó los resultados de varias formas. Como en Corea, operó instrumentalmente, como cuando los políticos calcularon que violarlo resultaría en costos políticos y oprobio moral para Estados Unidos. Pero a diferencia de Corea, también operaba de una manera más constitutiva y que se daba por sentado, como cuando se usaban armas nucleares y violaba el tabú, simplemente parecía "incorrecto" y "no lo que hacemos". Los líderes estadounidenses defendieron públicamente el valor del tabú. Sin embargo, aunque descartaron cualquier uso real de armas nucleares, sí emplearon una sutil amenaza nuclear contra Saddam Hussein en enero de 1991, una política que el secretario de Estado James Baker describió como "ambigüedad calculada". Aunque esto proporciona un recordatorio revelador de que todavía veían alguna utilidad en el peso político de la bomba, continuó la tendencia hacia amenazas nucleares más vagas y sutiles y, a diferencia de durante la Guerra Fría, los líderes estadounidenses tenían claro en sus propias mentes que ellos estaban fanfarroneando y no tenían la intención de usar tales armas. No hubo una preparación tangible para el uso nuclear. El hecho de que las pocas personas que abogaban públicamente por el uso de la energía nuclear fueran tachadas de chiflados o locos indica cuán sustancial se había vuelto la carga de la prueba -aunque el tabú aún no era completamente sólido- y la naturaleza cada vez más dada por sentada de las suposiciones de no- usar. a diferencia de durante la Guerra Fría, los líderes estadounidenses tenían claro en sus propias mentes que estaban fanfarroneando y no tenían ninguna intención de usar tales armas. 
Normas y mecanismo causal.
¿Cuáles son los mecanismos causales específicos por los que operaba el tabú? Esta historia sugiere tres: la opinión pública nacional, la opinión mundial (los líderes estadounidenses percibieron la opinión mundial favorable como crucial para sostener su liderazgo legítimo de la alianza occidental) y la convicción personal informada por creencias sobre los valores estadounidenses y las concepciones del comportamiento apropiado de las naciones civilizadas. Más conceptualmente, las normas funcionan a través de tres vías: fuerza, interés propio y legitimidad. En esta historia, el tabú operó tanto apareciendo como una restricción para los tomadores de decisiones interesados ​​en sí mismos, enteramente consistente con una concepción racionalista del funcionamiento instrumental de una norma como un "costo", y de una manera más sustantiva o basada en principios, como se refleja en las creencias. sobre la creciente ilegitimidad del uso nuclear.
La oposición pública a las armas nucleares se basó en una mezcla de miedo (egoísta), horror y oprobio moral, así como en la percepción de que las armas nucleares son diferentes. Los aliados europeos se oponían más a las armas atómicas que los estadounidenses, ya que los primeros sentían que serían el campo de batalla en cualquier guerra atómica entre las superpotencias. Pero la opinión pública estadounidense se opuso al primer uso de armas nucleares en 1954 y permaneció allí, mucho antes de que la mayoría de los responsables de la formulación de políticas llegaran a tales pensamientos. El hecho de que los propios líderes utilizaran la palabra tabú, un término vinculado a nociones de contaminación y peligro que van mucho más allá de la simple opinión pública, sugiere el estatus especial que ya comenzaba a atribuirse a tales armas.
Conclusión.
Los casos discutidos en este artículo proporcionan evidencia plausible del papel de un tabú nuclear en desarrollo para inhibir el recurso de Estados Unidos a las armas nucleares después de 1945. No existía ningún tabú en 1945, excepto desde la Guerra de Corea, cuando un tabú emergente entró en las deliberaciones principalmente como una consideración instrumental , hasta 1991, cuando se había integrado e internalizado más, ha ayudado a restringir el uso de armas nucleares al aparecer como una "restricción" para los actores y a través de procesos más constitutivos de estigmatización y categorización. En última instancia, al deslegitimar las armas nucleares, el tabú nuclear ha limitado la práctica de la autoayuda en el sistema internacional. Los Estados no son libres de recurrir a las armas nucleares sin incurrir en oprobio moral o costos políticos. Los líderes nacionales se ven obligados a buscar tecnologías alternativas para su uso en la guerra o la defensa o de lo contrario corren el riesgo de ser clasificados como fuera de los límites de la sociedad internacional "civilizada". Si no hubiera habido oprobio normativo, es decir, si las "reglas" hubieran sido diferentes, es probable que hubiéramos visto recurrir a tales armas en algún momento de la Guerra Fría.
¿Cuán generalizables son los hallazgos del caso de EE. UU.? El hecho de que el tabú importe en Estados Unidos no significa necesariamente que importe en otros lugares. Debido a que Estados Unidos es una democracia abierta, penetrada por opiniones e ideas internas, y con una tradición percibida de derechos y valores humanitarios, en este sentido puede ser un caso "más fácil" para el papel de las normas. Sin embargo, a juzgar por las encuestas de opinión y las políticas gubernamentales, la mayoría de las democracias occidentales, con la posible excepción de Francia, han sido más antinucleares que Estados Unidos. Esto sugiere que si el tabú opera en los Estados Unidos, probablemente opera en otras democracias menos comprometidas y dependientes históricamente de las armas nucleares. Idealmente,
Al final, puede ser que el tabú sobre el primer uso de armas nucleares sea solo la punta del iceberg y que inclusola disuasión nuclear de cualquier tipo también se considere ilegítima. El no uso de armas nucleares durante la Guerra Fría y su estigmatización puede ser una función de una tendencia más profunda hacia la obsolescencia de la guerra en general. Sin embargo, resolver esto requiere comprender primero la naturaleza de las restricciones normativas sobre las armas nucleares en sí mismas y la naturaleza de gran alcance de los efectos normativos en general.

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