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Bobby Michaels - Piedra, Papel, Tijera

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Aviso:Aviso:Aviso:Aviso: 
Lectura recomendada para mayores de dieciocho Lectura recomendada para mayores de dieciocho Lectura recomendada para mayores de dieciocho Lectura recomendada para mayores de dieciocho 
años.años.años.años. 
Este libro es de temática AMOROSA, independientemente del 
género de los implicados en la relación. Con escenas sexuales muy, 
muy explícitas. Si te molesta…ya sabes. 
Para los demás, DISFRUTARLO¡¡¡ 
 
 
 
 
 
 
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RESUMENRESUMENRESUMENRESUMEN 
Thomas Wells Atherton III, conocido como Tommy, el vástago increíblemente rico de 
una antigua familia de Boston deja su familia por ser gay. Después de graduarse en la 
Universidad de Harvard, en lugar de aceptar un puesto de trabajo organizado por su padre 
con una prestigiosa firma de Boston, Tommy se dirige a San Francisco donde puede vivir 
abiertamente como homosexual. Él sólo tiene una pequeña pieza de equipaje; Thomas 
Wells Atherton IV, su hijo. 
Incluso una vez que llega a San Francisco, Tommy no tiene intención de conocer a 
alguien importante. Él nunca ha estado enamorado y no se plantea estarlo. 
Famosas últimas palabras. 
Entonces entra en su despacho Brian Baldwin, un musculoso trabajador de la 
construcción irlandés. Tommy le echa una mirada y está perdido. Pero Brian ha venido por 
un divorcio y las esperanzas de Tommy prácticamente se desvanecen. Cuando Brian admite 
que quiere el divorcio por que es gay, Tommy se encuentra haciendo cosas y pensando en 
cosas en las que nunca había pensado antes, incluso llevar a Brian a casa para que conozca 
a Tiger. Y una vez que “duerme fuera de casa”, como diría Tiger, Brian nunca le abandona. 
 
 
 
 
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Capítulo unoCapítulo unoCapítulo unoCapítulo uno 
-VVVVienes a mi partido de mañana, ¿no, papá? - Él me preguntó, la sospecha en sus 
ojos, así como en su voz. 
-Ah, vamos, Tiger, te prometí que iría ¿no? 
No sería la primera vez que le decía que iría a uno de sus juegos solo para que pasara 
algo de lo que no pudiera salir. La última vez fue cuando uno de mis clientes quedó 
atrapado en una operación en cubierta contra una red de prostitución y tuve que sacarlo de 
la cárcel. Pero no le dices a un niño de siete-años-de-edad que papá está ocupado sacando a 
un tipo que tenía edad suficiente para ser padre de tu propio papi de la cárcel porque estaba 
recogiendo a tipos que apenas eran diez años mayor que el de siete-años-de-edad. 
-Bueno…- Hice una pausa. 
-Mira, voy a estar allí. Ahora, ¿no es hora de que te vayas a dormir? Tú no vas a ser 
muy buen parador en corto si te quedas dormido en el campo. – Me incliné y le besé la 
frente. 
Sus pequeños brazos pasaron alrededor de mi cuello y mis brazos rodearon su pequeño 
cuerpo cálido. ¡Oh Dios! ¿Qué había hecho para merecer el amor que este pequeño me 
daba? Dios sabe, desde luego, que no buscaba tener un hijo. Yo no buscaba nada en 
absoluto aquella noche en la casa de la fraternidad Sigma Tau Sigma, excepto tal vez un 
 
 
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polvo rápido. Seguro que no buscaba una chica para ser la madre de mi hijo. No buscaba 
una chica, en absoluto. Sin embargo, una combinación de mucha cerveza y un golpe de 
éxtasis, y en ese momento no me importó en que maldito caliente y húmedo agujero 
empujé mi polla. 
Era casi el final de mi último año en la Facultad de Derecho y yo estaba viviendo en la 
casa de la fraternidad en la que había pasado toda mi carrera universitaria. Yo era 
“sucesor”. Tanto mi padre como mi abuelo habían asistido a la universidad y habían 
pertenecido también a Sigma Tau Sigma. Añade el hecho de que mi abuelo consiguió 
hacerse asquerosamente rico y mi padre terminó haciéndonos incluso más “asquerosos”. 
Yo era, básicamente, su pequeño niño rico mimado, que también pasó a ser brillante. Yo 
Rara vez tenía que estudiar, incluso en la facultad de derecho; aun preparando el examen de 
abogacía y tenía una selección de los bufetes de abogados más poderosos que me quería 
contratar. Después de todo, junto con las calificaciones y el esplendor llegó el nombre 
familiar, Thomas Wells Atherton III. Pensé que la vida me había echado una muy buena y 
bonita oportuna mano. No me imaginaba que el techo estaba a punto de derrumbarse en 
mi casita de naipes. 
Unos dos meses después de la fiesta, la chica se me acercó y me informó que estaba 
embarazada. Yo ni si quiera la había visto desde la mañana después de la fiesta, cuando 
desperté en mi cama en mi habitación en la casa de la fraternidad. Huelga decir que yo 
estaba más que un poco sorprendido al encontrar a una chica en mi cama por la mañana. 
Ha habido un montón de chicos con los que había despertado en la cama, pero desde la 
secundaria no me había molestado en follar con una chica. Yo era, en lengua vernácula1, 
“raro como un billete de tras dólares”. 
 
1 Lenguaje vulgar. 
 
 
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Yo me descubrí a mí mismo cuando tenía unos catorce años y asistía a la exclusiva 
escuela preparatoria a la que mi padre había asistido. No estaba exactamente contento con 
eso hasta que conocí a Brandon. Brandon era un estudiante de penúltimo curso y estaba en 
el equipo de lucha libre de la escuela. Por alguna razón, hubo una escasez de habitaciones 
para estudiantes de primer año y me fue asignado como compañero de cuarto. Me imaginé 
que él se ofendería por esto y probablemente golpearía la mierda fuera de mí cada día como 
una manera de conseguir su venganza por tener que aguantar a un novato como 
compañero de cuarto. Sin embargo, Brandon no estaba en absoluto enfadado conmigo por 
vivir con él. 
Brandon, a diferencia de la mayoría de nosotros que estábamos en la escuela porque 
nuestros padres eran ricos y podían darse el lujo de enviarnos allí, estaba allí con una beca. 
Su familia era de clase media y evidentemente, habían movido cielo y tierra para conseguir 
que su hijo mayor fuera aceptado en la escuela con la esperanza de meterlo en un buen 
colegio o una universidad. Brandon también tenía un hermano pequeño de mi edad al que, 
evidentemente, quería mucho y le echaba de menos, mucho. Me convertí para Brandon en 
su hermano pequeño sustituto. Bueno… en cierto modo lo era, pero no en otras formas 
más importantes. 
¡Desde luego que no me importaba! No solo no iba a obtener una paliza, yo era hijo 
único y siempre había querido tener un hermano mayor. Este giro de los acontecimientos 
fue como un sueño hecho realidad para mí. De hecho, si hubiera podido elegir un hermano 
mayor, yo no podría haberlo hecho mejor que Brandon. En primer lugar, él era más o 
menos uno de los chicos más atractivos de la escuela con el pelo rubio, ojos azules, y esas 
adorables pecas salpicadas a través de su nariz. Él también era un atleta con el cuerpo de un 
joven dios. Y para acompañar todos aquellos músculos y ese cuerpo tenía también una 
 
 
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polla de proporciones divinas. En dos semanas, yo estaba chupando su polla todas las 
noches y tenía la mía succionada por Brandon. En un mes, me enteré de lo que era tener 
veinte centímetros de dura y gruesa polla joven embistiendo mi culo. Y así es como fue 
hasta que Brandon se graduó y entró a una universidad muy prestigiosa. 
Pero en realidad no me molestó cuando Brandon se graduó. Sé que se supone que te 
enamoras del primer tipo con el que tienes relaciones sexuales alguna vez – bien, por lo 
menos suceda así en las historias. Pero no fue así. ¡Oh, no me malinterpretéis! Amé la polla 
de Brandon, y yo me preocupaba mucho por él, pero yo no estaba enamorado de él. De 
hecho, aparte de mi hijo, yo nunca había estado enamorado de nadie. Tal vez por ser hijo 
único, tal vez estaba siendo un malcriado, tal vez soy demasiado condenadamente egoísta. 
¡No! Tacha eso. Yo sí quiero a mi hijo, más que nada ni nadie en este mundo. Yo haría 
cualquier cosa – absolutamente cualquier cosa – por él. Incluso cambiarmi vida por la suya. 
Creo que amé a Brandon, hasta cierto punto. Fue a través de las conexiones de mi padre, 
como Brandon consiguió que le ofrecieran la beca que le permitió su sueño de entrar en 
una universidad de prestigio. 
De todas formas, después de que Brandon salió de la escuela preparatoria, yo continué 
por dos años más. Sin Brandon alrededor más, descubrí que había un montón de chicos 
que habían estado muriendo por entrar en mis pantalones, y yo estaba en una misión para 
permitir que cada uno de ellos que lo quisiera tuviera una probada de mi polla encima de su 
culo o abajo por su garganta. Había también un montón de chicos que yo quería en mi culo 
o en mi garganta. Tener relaciones sexuales con dos o tres chicos en un día no era raro 
durante esos dos últimos años de escuela preparatoria y la universidad era más de lo 
mismo. 
Había tenido dos experiencias con mujeres mientras yo estaba en la secundaria, pero 
 
 
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ambos eran incidentes aislados por calentura combinados con drogas ilícitas. Ni vale la 
pena repetirlo. Además, siempre había chicos deseosos de joder conmigo. Por eso lo que 
ocurrió fue un shock. Esa noche de la fiesta fue una mala combinación, cachondo y 
borracho. Recuerdo vagamente estar tirado en mi cama y sentir esas manos explorando mi 
cuerpo. Voy a admitir que se sentía bien. Alguien acariciando tu cuerpo y poniéndote allí 
todo caliente y cachondo, ¿a quién no le gustaría eso? Lo siguiente que sé, ella montando 
mi polla mientras yo estaba allí mirando a esta chica sin saber porque se estaba follando a sí 
misma sobre mí. Me corrí y entonces me desmayé. 
A la mañana siguiente, la encontré en mi cama y ella me dijo que se llamaba Tina. 
Probablemente fue el momento más embarazoso de mi vida, tener que lidiar con ella esa 
mañana. Yo no sabía que decir o como actuar. Afortunadamente ella rápidamente se vistió 
y se fue a casa. Yo no pensé nada más al respecto. Hasta que ella quedó embarazada. 
Al principio, yo no sabía qué coño hacer. No estaba segura de que el niño fuera mío. Si 
ella había tenido sexo conmigo mientras yo estaba prácticamente desmayado, lo que me 
hizo pensar que ¿no habría otros chicos con los que ella habría follado? Pero ella juró que 
no había habido. Ella me dijo que no lo hubiera hecho conmigo, pero que había estado 
borracha y cachonda. Eso sonaba increíblemente familiar, por lo que la creí. Por suerte, ella 
no quería casarse porque no había manera en el infierno de que eso fuera a suceder. Ella 
tampoco parecía saber quién era yo -- ¿Qué tipo de dinero tiene mi familia? 
Y hablando de familia, fue mi siguiente problema. De ninguna manera iba a esconderles 
esto, así que decidí que bien podría “tomar el toro por los cuernos y hacer frente a la 
situación”. Dejé el colegio y conduje hasta la oficina de mi padre, en Boston, para reunirme 
allí con él. ¡De ninguna manera en el infierno yo quería reunirme con él en casa, donde mi 
madre podía enterarse de esto! Cuando saqué el tema del bebé, mi padre se sorprendió por 
 
 
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completo. 
-Pero… pensé… bueno, eso es… tú nunca has salido con una chica ¡que yo supiera! – 
Balbuceó mi padre. 
Si la situación no hubiera sido tan grave, podría haber conseguido algo de disfrute real 
por ver a mi padre, que siempre estaba en control total, en realidad pasmado por una vez. 
-No lo hago. Esto sucedió en una fiesta de fraternidad. Estábamos los dos borrachos. 
El hecho del asunto es, que no recuerdo casi nada de lo que sucedió. 
-Bueno, ¿qué te propones hacer ahora? 
-De eso se trata. No lo sé. 
-Tú no tienes intención de casarte con esa chica, ¿verdad? 
Su voz y su rostro mostraron a la vez su disgusto por esta situación – casi tanto 
desagrado como sentía yo por esta solución. 
-¡Dios! ¡No! Yo había pensado en ofrecer pagar por un aborto. 
-¡Por supuesto que no! – Rugió mi padre. - ¡Eso no es una solución aceptable! 
-¿Puedo preguntar por qué no? No es católica, ni nada. 
-No tiene nada que ver con la religión. Tu madre y yo desistimos hace mucho de ver 
nietos, teniendo en cuenta, más bien, tus obvias preferencias. Esto mataría a tu madre, 
enterarse que había un nieto y tú permitiste que fuera abortado. Más importante aún, yo 
habría esperado que en este momento de tu vida hubieras desarrollado cierto sentido de la 
responsabilidad que tarde o temprano tendrás que asumir con respecto a la herencia 
 
 
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familiar. 
-¿La herencia de la familia?, - Pregunté. - ¡Oh! ¿Quieres decir el dinero? 
-Sí, si hay que ponerlo tan crudamente, el dinero. El legado que algún día heredarás está 
destinado a ser transmitido a las generaciones futuras dentro de la familia. Sin un heredero, 
difícilmente se puede heredar, ¿ahora puedes hacerlo? 
-Me gustaría señalar que, si bien doné el esperma para este niño, no seré exactamente el 
padre. 
-Desde luego que lo serás. Es obvio que nuestra familia puede dar ventajas al niño que 
los padres de esta muchacha no pueden. Estoy seguro que puede ser inducida a renunciar a 
cualquier derecho parental hacia el niño. 
-¡Hey! Espera un minuto. Si renuncian a la patria potestad del niño, ¿quién lo va a criar? 
Temía que yo ya sabía la respuesta a esa pregunta. 
-¡Vaya!, tú, Thomas. Por supuesto. 
Mi padre me sonrió, un poco como el cocodrilo siempre sonrió ¡al Capitán Garfio! 
La idea de criar a un niño me hacía casi mojar mis pantalones de puro terror, sin 
adulterar, hasta que comprendí que no había oportunidad en el infierno de que esto 
ocurriera. Después de todo, los tribunales no conceden la custodia de los niños a los padres 
que ni siquiera están casados con la madre. Por no mencionar el hecho de que era gay, y a 
los tribunales no les gustaba la concesión de la custodia de los hijos a los padres que son 
homosexuales. Esto me tranquilizó. 
No debería haberlo hecho. Debería haber recordado que mi padre siempre encontró la 
 
 
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manera de conseguir lo que quería. Costó algo pero es evidente que mi padre había enviado 
de inmediato detectives a buscar en cada rincón y grieta de Tina y en la vida de sus padres. 
Los padres de Tina eran personajes bastante desagradables. Los dos eran borrachos y 
vivían con una pensión de invalidez que su padre consiguió cuando tuvo un accidente de 
trabajo, un accidente que nunca fue probado, pero aun se sospecha que fue causado por él 
estando borracho en el trabajo. Tina había abandonado la escuela secundaria sin un 
porvenir en el mundo es decir, de ninguna manera ella podría criar adecuadamente a un 
niño. En el momento en que quedó embarazada ella ni siquiera estaba trabajando, después 
de haber sido despedida de su trabajo como camarera por no presentarse a trabajar 
demasiadas veces. 
En ese momento los abogados muy caros y extremadamente competentes de mi padre 
hicieron que, Tina y su familia fueran varios cientos de miles de dólares más ricos y que yo 
fuera el orgulloso-aunque asustado-padre de Thomas Wells Atherton IV, más conocido 
como “Tiger”. ¡Y y yo tenía todo el derecho a estar asustado! Después de todo, en palabras 
de Batterfly McQueen, “¡yo no sabía nada sobre partos ni bebés!”, o criarlos, tampoco. 
Como mi padre puntualizo, sin embargo, él no había recibido ninguna formación en cómo 
educarme. Decidí que no sería diplomático señalar que no había destacado por sus éxitos 
como padre y, tal vez, él podría haber hecho algún tipo de formación a lo largo del camino. 
Hasta que alcanzara los veinticinco años, Padre todavía controlaba los hilos del fondo 
fiduciario que mi abuelo me había dejado, por lo que diplomáticamente mantuve la boca 
cerrada. 
Por suerte, en el momento en que Tiger nació, yo ya me había graduado de la escuela 
de derecho y me había tomado el tiempo para aprobar los exámenes de abogacía en 
Massachusetts, Nueva York, Virginia, California y Florida. Hice una cosa que molestó a mis 
 
 
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padres sin medida, pese a todo. En lugar de aceptar un puestoen una gran y prestigiosa 
firma, que mi padre había arreglado, me las arreglé para conseguir mi propio puesto en el 
bufete de abogados más prestigioso de San Francisco, a tres mil kilómetros de distancia de 
la esfera de influencia de mi padre. Sin embargo, solo me quedé en la empresa por menos 
de un año. El tiempo suficiente para que Tiger y yo pudiéramos establecernos y comprar 
una preciosa casa de Eduardina de cuatro pisos en el Castro. 
Me di cuenta de que no me gusta hacer el trabajo de las empresas. Para mí, es el tipo 
más aburrido del trabajo jurídico. La única cosa que realmente se puede decir, ya que es un 
trabajo bien remunerado. Debería serlo, dieciocho horas al día llenas de nada más que 
papeleo no era mi idea de ser abogado. Yo quería trabajar con personas que realmente 
necesitaran ayuda. Rápidamente encontré un grupo que tenía las mismas ideas que yo 
cuando me uní a la Asociación Nacional de abogados de San Francisco. A través de ella 
conocí a Ted Mercer. Otro abogado gay, Ted era un liberal de pura cepa que se dedicaba a 
la preservación de las libertades individuales. Tenía un pequeño despacho en lo que se 
denomina SOMA (South of Market)2, donde llevaba casi cualquier caso que llegara, ya fuera 
penal o civil. Ted era bastante mayor que yo y se había esclavizado en las trincheras legales 
por más de veinte años. 
No recuerdo a quien se le ocurrió la idea. Probablemente fue a mí porque que yo 
recuerde, en un primer momento, Ted pensó que estaba loco. Decidí dejar mi bien 
remunerada, aburrida posición en derecho corporativo y Ted y yo nos convertimos en 
socios de Mercer y Atherton Abogados. En ese momento, Ted no se dio cuenta de que 
acababa de cumplir veinticinco años y por lo tanto, tenía acceso total al fondo fiduciario 
que mi abuelo había dejado para mí. Un fondo de fideicomiso que asciende a varios cientos 
 
2 Mercado Sur. 
 
 
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de miles de dólares, lo suficiente para que yo no tuviera que trabajar en absoluto, nunca. 
Así que si iba a trabajar, iba a estar haciendo algo que amaba. 
Hice arreglos para unas oficinas nuevas, más grandes para nosotros y las amueblé con 
generosidad, al mismo tiempo, equipándolas con lo último en aparatos electrónicos. 
Contraté a mi secretaria de la firma más prestigiosa, doblando su sueldo e hice lo mismo 
con la secretaria de Ted, también. Contraté a más auxiliares jurídicos y varios pasantes de 
derecho de la UC Hastings Facultad de derecho y Boalt Hall, La Facultad de Derecho en el 
campus de la Universidad de Berkeley. 
Ted ha sido abiertamente gay toda su carrera. Su práctica se había centrado en 
cuestiones de derechos civiles homosexuales. A pesar de que tomábamos cualquier caso, 
estos seguían siendo el núcleo de nuestra práctica. De hecho, alrededor del 70 por ciento de 
nuestro negocio provenía de la comunidad gay. 
Ahora, cinco años después, nuestro negocio marchaba tan bien, que Ted y yo habíamos 
hablado de traer por lo menos uno, o quizá dos, abogados que nos liberaran de parte de la 
carga de nuestra lista de clientes desmedida. Pensé en esto mientras apagaba las luces del 
cuarto de Tiger y cerraba la puerta. Si tuviéramos más ayuda, entonces quizás podría asistir 
a todos sus partidos de béisbol y fútbol. Tiger se había convertido en un pequeño 
deportista con solo un ligero empujón del viejo y querido papá, y era injusto que papá no 
consiguiera pasar el tiempo viendo a su hijo en el campo de competición. 
Había algo más que al papá le faltaba. Algo de buen, pasado-de-moda, sexo-entre-
hombres. La construcción de un bufete y el cuidado de un niño de siete años, no deja 
mucho tiempo para las necesidades personales. Pasé de tener relaciones sexuales dos o tres 
veces al día en la escuela secundaria y la universidad a tener suerte si conseguía relaciones 
sexuales una vez al mes, por lo general en sex clubs. Sabía, cuando tenía tiempo, que 
 
 
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siempre podría escaparme a Blow Buddies para una mamada rápida. Si tuviera cualquier 
tiempo real, podría ir a través de la bahía d Berkeley a la Fábrica de Vapor, la única casa de 
baños en el área de la bahía de San Francisco. 
Acerca del único momento realmente privado que tomé para mí, a diario, fue trabajar 
en un gimnasio ubicado a una manzana de la oficina. No era nada lujoso, más como un 
gimnasio real que un “spa”. Era solo para tíos y tíos que se tomaban muy en serio sus 
cuerpos. Voy a admitir que había un montón de “ojos dulces” allí, pero nunca había 
encontrado el tiempo o la inclinación para conectar con cualquiera de ellos. Yo era curioso 
sobre esto. Mientras tenía sexo en un sex club o en la casa de baños, no quería citas. Una 
de las razones principales era mi hijo. Ser padre de un niño de siete años, no era 
exactamente un activo en el juego de las citas en el mundo de los hombres gay. Es decir. A 
menos que tu potencial pareja fuera un “amante de niños”3, y eso era algo que me 
preocupaba. No me importa si Tiger resulta ser homosexual o heterosexual, pero yo quiero 
que sea su decisión después de haber llegado a la pubertad, como muy pronto. 
La otra razón por la que no quería citas también tiene que ver con Tiger. Yo no quería 
que se “implicase” con un chico con el que estuviera saliendo, solo para que el tío 
desapareciera cuando las cosas no funcionaran entre nosotros. No quería que Tiger 
experimentara ese tipo de inconsistencia en su vida. 
Y, ya que no era probable que encontrara a Mr. Perfecto, por lo general me conformo 
con Mr. ahora-mismo, en una de las opciones sexuales en las que ni siquiera tengo que 
saber el nombre de mi pareja. Había algo molestándome sobre esto últimamente, sin 
embargo. Yo no tenía ningún verdadero deseo de visitar cualquiera de los locales sexuales 
que yo había frecuentado desde la mudanza a San Francisco. El sexo anónimo ya no era 
para mí. Algo dentro de mí se sentía muy necesitado, como si estuviera solo y anhelando 
 
3 Boy lover… (0x0 que asquete¡¡¡) N de T. 
 
 
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algo más allá de un polvo rápido. Yo no sabía qué diablos era lo que quería, sin duda, no 
podía ser una relación. 
Eso no era para mí. Había visto muchas de esas terminar en un desastre. Cómo 
cualquier tipo puede honestamente pensar que puede prometer ser fiel con otro y, de 
hecho, mantener esa promesa, está más allá de mi comprensión. Yo conocía a los tíos 
mejor que eso. Los tíos son unos salidos. Punto. Empujar sus pollas en agujeros o 
conseguir tantas pollas empujadas en sus agujeros como puedan. Eso es natural. Así es 
como el animal macho está construido. Ni si quiera importa en qué agujero empujar, para 
la mayoría de ellos. Lo aprendí en la escuela secundaria y en la universidad. Incluso ahora, 
en los baños, casi la mitad de los chicos con los que jugaba eran casados. Ni si quiera tienes 
que ver las jodidas alianzas de boda que ellos olvidan quitarse para saber esto. Estos pilares 
de-la-sociedad, con sus esposas y 2.6 hijos, chupan y follan a otros hombres cuando creen 
que nadie lo sabe. Asé es como los tíos son. 
No me malinterpreten, no lo estoy condenando. Joder, soy de la misma forma. Solo lo 
reconozco. Se cuanto me encanta la polla y el culo. Sé lo mucho que me gusta tener 
relaciones sexuales con otros hombres. Tal vez es sólo el hecho de que no tengo la libertad 
para hacer todo lo que hice una vez. Tal vez ese era todo mi problema. Después de todo, 
yo había tenido que reprimir la mayoría de mis deseos en los últimos siete años a causa de 
Tiger. Supongo que mi padre tenía razón. Tener un hijo propio me dio sentido de 
responsabilidad. También me dio algo más, algo que nunca esperé. 
Estaría mintiendo si dijera que tener a Tiger en mi vida era todo acerca de la 
responsabilidad y las limitaciones. Tiger me dio algo que no había experimentado nunca en 
la vida. Algo que nunca esperéencontrar; incondicional y total amor. Yo era, al menos por 
ahora, el mundo entero de Tiger. Sabía que no duraría para siempre. Tarde o temprano, él 
 
 
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se convertiría en el animal más temido sobre la faz del planeta; un adolescente. Y peor, un 
macho adolescente; una ambulante, habladora, comedora y masturbadora máquina llena de 
hormonas masculinas lo que es bueno para cualquiera. Pero, por ahora, todavía era mi 
dulce, amoroso niño quién me daba este sentimiento, a veces, de ser Sir Lancelot, 
Superman, y Albert Einstein, todo en uno.4 Al menos esa parecía ser la forma en que me 
veía. 
¿Por qué, últimamente, eso no era suficiente para mí? ¿Por qué sentía que necesitaba 
más? No sabía qué coño pasaba conmigo. Había algo que faltaba en mi vida, pero no podía 
entender qué. Por suerte, mi vida estaba tan ocupada, entre la oficina y el cuidado de Tiger, 
que no tengo mucho tiempo para pensar en ello. Solo se apodera de mí por las noches, 
mientras estoy en mi gran cama vacía, deseando… deseando… algo. ¿Era alguien en la 
cama conmigo lo que yo quería? Bueno… si tengo que ser honesto, sí, creo que eso era. 
¿Pero cómo conseguir a alguien para compartir esta gran cama sin una relación? Eso, yo no 
lo sé. 
Una semana más tarde, yo estaba trabajando en mi escritorio en un caso cuando mi 
secretaria entró en mi oficina. 
-Uhh… Sr Atherton… Sé que está ocupado, pero ¿podría ver a un cliente nuevo? 
Miré hacia arriba. Yo estaba a punto de decir ”¡De ninguna manera en el infierno!” 
Hasta que vi su cara. 
-¿De qué se trata, Anne? 
-Bueno, hay un hombre fuera que creo que va a querer ver. Realmente creo que tiene 
que hablar con alguien. Es probable que no lo admita, pero creo que ha estado llorando. 
 
4 Uuyy… que tierno!!!… se me cae la baba. N de la T. 
 
 
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-¿Cómo lo sabes? 
-Bueno, es eso, o que está teniendo el peor ataque de alergia que he visto nunca. 
Anne tenía un corazón blando, pero una cabeza agresiva para los negocios, una 
combinación magistral para una secretaria. Yo sabía que nunca me pediría que viera a este 
tipo si no pensara que era importante. 
-Está bien. Mándemelo ¿Cuál es su nombre, por cierto? 
Baldwin. Brian Baldwin. – Dijo. 
Ella salió, dejando la puerta abierta. Me puse de pie y rodeé la mesa para saludar a este 
nuevo cliente. Ella se apartó, dejándole entrar y me congelé. Yo estaba mirando a uno de 
los hombres más increíblemente atractivos que había visto en mi vida. Alto, casi de mi 
altura, con el pelo negro y espeso algo greñudo y los más hermosos, penetrantes ojos azules 
que había visto en mi vida. Su cara era rudamente hermosa con una mandíbula y barbilla 
fuerte. Su ropa indicaba que lo más probable fuera algún tipo de trabajador de la 
construcción. Camisa roja de franela a cuadros más una camiseta de manga larga, que había 
sido blanca alguna vez, pero ya no lo era. El también llevaba pantalones vaqueros azules y 
botas color canela de trabajo que estaban menos que limpias, igualmente. Lo que la ropa no 
podía ocultar, sin embargo, era que tenía un infierno de cuerpo musculoso. 
-Soy Tom Atherton, Sr Baldwin, - dije, extendiendo mi mano. 
Su apretón era fuerte, pero no autoritario. Este no era un tipo con problemas de 
masculinidad. 
-Gracias por recibirme, señor Atherton, - dijo. 
 
 
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-Tommy. Por favor. – Sonreí. 
-Bien, Tommy. Por favor, llámeme Brian, - dijo. 
Su voz era profunda y envió sensaciones a través de mí. Pero miré hacia abajo, vi el 
anillo de bodas en su mano izquierda y pensé, por qué razón, este hombre heterosexual 
había elegido un bufete de abogados predominantemente gay. 
-Por qué no nos sentamos y me dices lo que está pasando, Brian, - dije, indicando el 
sofá en lugar de las sillas en frente de mi escritorio. 
Yo no sabía por qué lo hice. Por lo general, yo solo uso el sofá con amigos personales. 
Cogí un bloc de notas y un bolígrafo de mi escritorio mientras me giré hacia Anne. 
-Por favor consíganos algo de café, Anne. – Me giré hacia Brian. - ¿Cómo lo toma? 
-Negro está bien. 
-Inmediatamente. – Anne se marchó para conseguir el café. 
-Entonces, ¿en qué puedo ayudarle, Brian? – Pregunté, sentándome. 
Él me miró y, de cerca, pude ver que había estado llorando. Sus ojos estaban 
enrojecidos y todavía había una humedad definida en ellos. Me di cuenta que tragaba con 
dificultad antes de contestarme. 
-Quiero el divorcio, - pronunció en voz baja. 
-¿Cuánto hace que usted y su esposa se han casado?, - pregunté. 
-Diez años. 
 
 
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-¿Y por qué quiere el divorcio? 
-Uhh… bueno… porque yo… bueno… porque ya no puedo estar casado. – 
Finalmente soltó. 
-Mire, Brian, soy la única persona en el mundo al que puede decir cualquier cosa. El 
privilegio abogado/cliente es sacrosanto. Nada de lo que me diga jamás podré repetírselo a 
nadie. Así que dígame, ¿Por qué quiere el divorcio?, - le pregunté de nuevo. 
Él bajó la cabeza. 
-Porque soy gay, - murmuró, en voz tan baja que apenas podía oírlo. 
En ese momento se produjo un discreto golpe en la puerta. Era Anne con el café. 
Tomé las tazas de ella y salió cerrando la puerta. Volví a sentarme en el sofá, entregando la 
taza de café negro a Brian. Él me miró con una expresión de temor en la cara. Reconocí al 
instante lo que estaba pasando. Tenía miedo de que yo le juzgara por ser gay. 
-Brian, déjeme hacerle una pregunta. ¿Cómo decidiste venir a este despacho de 
abogados? 
-Estoy en un trabajo a una manzana de aquí y vi el cartel del despacho. 
-Así que ¿no sabía nada acerca de la firma? 
-No… no lo sabía. 
Le sonreí. 
-Brian, esta firma de abogados trata principalmente con clientes que son miembros de 
la comunidad gay. 
 
 
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Me miró en estado de shock por un momento y luego empezó a sonreír por primera 
vez. Fue una increíble sonrisa que mostraba los hoyuelos más adorables en sus mejillas. Era 
una sonrisa que iluminó su rostro y por alguna razón envió emociones a través de mí. 
-¡Que me condenen! 
-Soy gay. 
-¿En serio? Pensé… bueno…vi las fotos… imaginé que usted debía ser… 
Yo lo miraba divertido. 
-¿Qué fotos? 
-El niño. – Dijo apuntando al escritorio. 
Miré hacia donde señalaba y vi todas las fotos de Tiger colocada allí. 
-¡Oh! Esas. Sí, ese es mi hijo. Él tiene siete años. 
-Entonces ¿usted estuvo casado, también? 
-No, yo no lo estuve, pero eso es una larga historia. ¿Usted y su esposa tienen hijos? 
-No. No tenemos. Es… bueno, ha pasado mucho tiempo desde… desde que tuvimos 
relaciones sexuales. 
-¿Por qué es eso? ¿Ella le ha rechazado? 
-No, nada de eso. La culpa es mía. No he querido hacer nada con ella. Desde hace 
mucho tiempo. 
Con esto, tomó un sorbo de café antes de ponerlo sobre la mesita de café. 
 
 
21 
-¿Por qué te casaste con ella? ¿Qué edad tenías cuando te casaste? – Le pregunté, 
pensando que estaría cerca de mi edad. 
-Teníamos dieciocho años. Acabábamos de graduarnos de la escuela secundaria. 
- Así que ¿fueron novios de la escuela secundaria? 
-¡No! No era nada de eso. Me casé con ella porque tenía mucho miedo. 
-¿Miedo? ¿De qué? 
-De que todo el mundo descubriera que era un marica. – Dijo en voz baja, con la 
cabeza gacha. 
-Espera un minuto. Creo que necesitas explicar esto un poco mejor. ¿Por qué no 
empiezas desde el principio? 
-El principio fue Kyle. Nos conocimos en mi primer año de la escuela secundaria en el 
equipo de JV fútbol. Yo nunca había tenido un buen amigo antes. Nos hicimos muy 
cercanos. Allí estábamos, dos calientes malditos adolescentes pasando por la pubertad y las 
cosas comenzaron a suceder entre nosotros. Al principio, me mentí a mi mismo al 
respecto. Creo que nos mentimos uno al otro sobre ello. Nos dijimos que estábamos 
calientes y que ayudábamos a un colega. Que lo que estábamos haciendo era normal. Pero 
no era normal. – Dijo, su voz ronca por las emociones. 
-¿Debido a que ustedestaba enamorado de él? 
Él me miró, muestras de shock en su cara, y luego sonrió con tristeza. 
-Sí. Me tomó un tiempo darme cuenta de ello. ¡Yo estaba muerto de miedo! En primer 
lugar, eso significaba que era homosexual y ser homosexual era lo peor que podría ser. 
 
 
22 
Entonces me asustó que él averiguara cómo me sentía. 
-¿Qué paso? 
-Nunca habíamos hecho nada… bueno… anal. Quiero decir que bromeábamos acerca 
de follar uno al otro, pero el tiempo que estuvimos juntos, cada vez bromeábamos menos. 
Éramos jóvenes cuando sucedió. Nosotros acabábamos de ganar la final entre la 
conferencia y Kyle y yo habíamos marcado en el juego. Terminamos de nuevo en su casa. 
Habíamos cogido cantidad de cerveza. No estábamos borrachos, pero nosotros 
definitivamente no sentíamos ningún dolor. Nosotros estábamos tan felices y tan subidos 
con la victoria. Comenzamos a desnudarnos mutuamente, pero entonces cuando estuvimos 
desnudos, algo cambió. Habíamos hecho mucho en tres años, pero nunca… bueno, nunca 
habíamos hecho el amor. Pero esa noche, Kyle me tomó en sus brazos y, de pronto, nos 
besamos. ¡Nosotros realmente nos succionábamos la cara! Algo que nunca habíamos 
hecho. El me colocó en la cama y se puso encima de mí. Lo siguiente que sé, es que él tiene 
la polla trabajando dentro y fuera de mi culo y estoy disfrutando cada momento de ello. 
Cuando se corrió, él me miró y me dijo que me amaba. 
Pude ver lágrimas corriendo por el rostro de Brian. Me acerqué a la mesa de café, 
agarré un par de pañuelos para entregárselos y él se secó los ojos. 
-Yo le follé esa noche y le dije lo mucho que lo amaba. Empecé a pensar que ser 
homosexual no era tan malo. Yo estaba dispuesto a pasar el resto de mi vida con él. Pero 
no fue así. 
-Entonces ¿qué sucedió? 
-Al principio de nuestro último año, empezaron los rumores alrededor de la escuela de 
que éramos amantes. Kyle se asustó. A las pocas semanas, había empezado a salir con una 
 
 
23 
chica y entonces él me dijo que no quería volver a verme. Yo no sabía qué hacer. En un 
momento, consideré seriamente quitarme la vida. Terminé diciéndome que podía curarme. 
Empecé a salir con Sandy y antes de darme cuenta de lo que estaba sucediendo, estábamos 
casado. ¡Yo sabía que estaba mal! Sabía que no iba a funcionar, pero no quería hacerle 
daño. Yo quería ser el marido del que ella estaba enamorada. Simplemente no puedo fingir 
más. 
Una vez más tenía la cabeza hacia abajo y puede ver sus hombros temblar. Él estaba 
realmente sollozando ahora. Yo estaba desgarrado en el interior sentado allí viendo esto. 
Sin siquiera pensarlo, hice algo que probablemente nunca debería haber hecho – algo que 
nunca había hecho. Extendí la mano y tomé a Brian en mis brazos – tomé a un cliente en 
mis Brazos – y lo abracé. Lo que es peor, podía sentir los brazos de Brian envolviendo 
alrededor de mí y él se aferraba a mí como si yo fuera una balsa en un mar agitado por la 
tormenta. Y si eso no era suficiente, se sentía tan jodidamente bien que no podía soltarlo. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
24 
 
Capítulo dosCapítulo dosCapítulo dosCapítulo dos 
SSSSabía, cuando me senté allí, sosteniendo a Brian que lo que estaba haciendo estaba 
mal. ¡Oh!, no desde el punto de vista de mostrar compasión por alguien que 
definitivamente está sufriendo, pero yo sabía que era más que eso. Sabía que algo se agitaba 
dentro de mí, sentado ahí sosteniendo a Brian en mis brazos. Y si bien parte de la agitación 
fue en la ingle, no fue todo. Una gran cantidad de agitación estaba muy dentro en mi 
estómago y el pecho. Sentimientos que nunca había experimentado antes estaban 
empezando a florecer y yo sabía que estaba en serios problemas si esto continuaba. Sabía 
que lo que debería hacer inmediatamente era entregar este caso a mi compañero Ted y 
nunca ver a Brian nuevamente. Eso es lo que mi cabeza me decía, pero, por primera vez en 
mi vida, no estaba escuchando a mi cabeza. De hecho, le estaba diciendo, básicamente, que 
cerrara la puta boca. 
Nos sentamos allí por un buen rato, hasta que Brian logró recomponerse. Levantó la 
cabeza de encima de mi hombro y me miró a los ojos. Por lo que a mí respecta, eso fue lo 
peor que podría haber hecho. Una mirada a esos profundos, hermosos ojos azules y me 
sentí perdido. Toda mi determinación de no involucrarme con un cliente de esta manera, 
salió directamente de mi cabeza. 
-Lo siento, - él apenas susurró. 
-No, está sufriendo. Siempre duele cuando intentas negar lo que realmente eres. Ha 
 
 
25 
estado intentándolo con tanta fuerza que se siente como un fracaso, ahora se da cuenta de 
que nunca va a funcionar. 
Me miró con asombro. 
-Sí. Eso. Eso es exactamente. ¿Cómo lo sabe? Usted dijo que nunca había estado 
casado. 
-Eso no significa que yo siempre estuve contento con ser gay. La sociedad te enseña de 
pequeño a odiarte a ti mismo por ello. Simplemente nunca consideré siquiera tratar de 
curarme. De alguna manera siempre supe que ni iba a funcionar. 
-Entonces, ¿cómo se termina con un hijo? ¿Le adoptó? 
-No, él es mi hijo. Mi carne y sangre. Solo he jodido con tres mujeres en toda mi vida, y 
la última quedó embarazada después de pasar una noche juntos de borrachera en una fiesta 
de fraternidad. Su familia era bastante horrible, así que mi familia fue capaz de conseguir la 
custodia de Tiger por mí. Tengo que admitir que es lo mejor que me ha pasado en la vida. 
Brian me sonrió. 
-Puedo ver lo mucho que lo ama. Sus ojos adquieren ese tipo de suavidad cuando habla 
de él. 
Aparté la mirada, avergonzado de estar mostrando tanta emoción a un cliente. 
-Lo siento. Yo no tenía la intención de avergonzarle. – Dijo Brian. 
Era mi turno de mirarlo con asombro. Nadie jamás ha sido tan sensible a mis 
sentimientos antes. Era como si nos hubiéramos conocido desde siempre. Esta era una 
 
 
26 
sensación que no podía entender. Yo nunca había sentido esto antes con nadie. 
-Está bien. Se supone que debo mantener una distancia profesional con mis clientes. 
Ne me parece que esté haciéndolo muy bien con usted. 
-Me alegro. Voy a ser honesto con usted. Necesito un amigo tanto como necesito un 
abogado en estos momentos. Tal vez más. – Pude ver que fue una declaración muy honesta 
y abierta de sus sentimientos. Él no se ocultaba nada de mí. ¿Podría hacer yo algo menos? 
-Te voy a decir la verdad, Brian, creo que me vendría bien un amigo, también. – Dije en 
voz baja. 
Él sonrió y finalmente nos separamos. Cuando nos sentamos aparte, mis brazos se 
sentían vacíos y de repente me sentí más vacío por dentro también. La única otra vez que 
podía recordar sentirme así de esta manera era cuando tenía que decir adiós a Tiger para ir 
a trabajar. Eso debería haberme tenido al tanto de lo que estaba pasando, pero el brillante 
abogado estaba completamente desorientado en lo que a sus propios sentimientos se 
refiere. 
-Pero también tengo la obligación de ser un buen abogado para ti. Ahora, lo que 
tenemos que hacer es mirar los bienes conyugales. Este es un estado de propiedad 
comunitaria, así que básicamente los bienes conyugales se dividen en dos partes iguales 
entre los esposos, a menos que existan activos traídos al matrimonio. 
-Real mente no tenemos nada. Alquilamos por lo que no hay ninguna propiedad. Todo 
lo que tengo es mi camioneta. Mi esposa tiene su propio coche y realmente no me importa 
nada más. Solo necesito mi camioneta para el trabajo. 
-Entiendo. ¿Cómo se siente tu esposa acerca de esto? 
 
 
27 
-Uhh… ella no lo sabe. No se lo he dicho. 
Pude ver que estaba avergonzado por esto. 
-Vas a tener que, ya sabes. También vas a tener que mudarte. Los tribunales no están 
particularmente predispuestos en contra de la cohabitación, pero siempre siento que es 
mejor para las partes que vivan separados cuando se busca la disolución del matrimonio. 
-Bueno… supongo que va a ser difícil. No sé cómo voya pagar otro apartamento. Ya 
sabes cómo son las rentas aquí. Mierda, Sandy yo tuvimos suerte de encontrar el lugar que 
tenemos. He estado yendo a la escuela nocturna, tratando de obtener mi licencia de 
contratista. Quiero tener mi propia firma constructora. Es ahí donde se va toda mi energía 
y dinero. ¡Demonios! Espero tener dinero para pagarte. 
-No tienes que preocuparte por eso. Va a ser una disolución muy simple ya que no 
tenéis hijos o propiedades. Trabajaremos con algo de eso. 
Brian y yo nos sentamos allí por un par de horas, repasando los detalles de su 
matrimonio y de la acción de divorcio. A lo largo del camino, también tuvimos mucha 
conversación sobre nosotros, llegando a conocernos el uno al otro. Era como si fuera muy 
importante para nosotros dos decir tanto acerca de nosotros mismos como pudiéramos. 
Nunca había estado en una situación en la que hubiera llegado a estar tan cómodo con 
alguien tan rápido. Era como si Brian, sin siquiera intentarlo, hubiera conseguido atravesar 
todas las defesas que tenía. Y no era solo su aspecto, aunque debo admitir que era 
absolutamente más allá de lo atractivo para mí. Había algo en él que me atrajo como la 
polilla a la llama. Y parecía que tenía el mismo efecto en él. 
Antes de que nos separáramos, hice algo totalmente asombroso incluso para mí, le 
pregunté para ir a cenar conmigo la noche siguiente. Y él aceptó. Quedamos en 
 
 
28 
encontrarnos en el restaurante a las ocho. Cuando se fue, me senté, allí, aturdido. ¿Por qué 
había hecho eso? Estaba tan totalmente fuera de lugar para mí. Mejor aún, no sabía cómo 
iba a explicárselo a Tiger. Yo podría mentir y decir que era una cena con un cliente, pero yo 
no quería eso. Y, además había una cosa que nunca hice. En ninguna ocasión mentí a Tiger. 
Esa noche, mientras cenábamos, tuve una conversación con él. 
-Uhh… Tiger, mañana por la noche, me voy a cenar con alguien. 
-¿Quién, papá? ¿Alguien del trabajo? 
-Bueno, algo así. Es un nuevo cliente. 
-¿Cuál es su nombre? 
-Su nombre es Brian. 
-¿Te gusta? 
Tiger me miraba con curiosidad. 
-Sí, Tiger. Él me gusta. Creo que me gusta mucho. 
-¿Vas a casarte con él? 
Yo lo miraba en estado de shock. 
-Tiger, dos hombres no pueden casarse. 
-Sí, pueden hacerlo. Gary Carson tiene dos papás. 
-Bueno, no están legalmente casados, Tiger. Tú no puedes hacer eso legalmente… 
bueno, excepto en Massachusetts. Pero ¿Por qué crees que me casaría con otro hombre? 
 
 
29 
Yo nunca había tenido La Charla con Tiger, entonces él no conocía, por lo que yo 
sabía, algo sobre sexo. 
-Papá, ¡sé que eres gay! 
Él me sonrió. 
-¿Y cómo, si puedo preguntarte, sabes tú eso? ¿Sabes lo que es ser gay? 
-Por supuesto que sí. Es cuando alguien ama a alguien que es lo mismo que él es. 
Como dos chicos o dos chicas. 
-Está bien, esa es una definición bastante buena. Supongo que al crecer aquí en San 
Francisco aprenderías eso. Pero ¿por qué piensas que yo lo soy? 
-He visto la manera en que miras a otros chicos. Es como la manera en que otros 
chicos miran a las chicas. 
Me quedé sorprendido, y roto. Mi propio hijo de siete años había descubierto que era 
gay sin que yo nunca se lo hubiera dicho. 
-Está bien, me tienes. Sí, soy gay. 
-¿Por eso es que no te casaste con mi mamá? 
-Sí, esto es parte de ello. Y, antes de que preguntes, el resto de ello no es negocio tuyo 
por ahora. Cuando seas mayor podemos hablar de eso. – Dije esto con firmeza en mi voz. 
-Así que ¿te vas a casar con este hombre, Brian? 
-No Tiger. Solo voy a cenar con él. No voy a casarme con él. 
 
 
30 
-¿Puedo llegar a conocerlo? 
-No. No en este momento. 
-¿Cuándo? 
-Tal vez más tarde ¿Vale? 
-Está bien. 
Se había conformado, pero, evidentemente, estaba bastante decepcionado. 
-Mira Tiger, él es solo un amigo. Y es un cliente. Estoy ayudándole a conseguir un 
divorcio. 
-No tienes cenas con tus clientes. Nunca tienes. 
-Bueno, esta vez si la tengo. Me gusta Brian y él está teniendo un momento muy duro 
al pasar por este divorcio. Soy una especie de ayuda para pasar a través de esto. 
-¿Cómo podía estar casado? ¿Fue a Massachusetts? 
-No. Está casado con una mujer. 
-Entonces ¿él no es gay? 
-Bueno… sí, lo es. Tiger, esto es muy difícil de explicar. Él no quería ser gay, porque la 
gente dice cosas malas acerca ti si lo eres así que pensó que podía casarse y dejar de ser gay. 
No funcionó. Sigue siendo gay y no quiere estar casado nunca más. Está teniendo 
dificultades para aceptar que es gay, así que estoy tratando de ayudarle a aceptar eso. 
-¿Quieres dejar de ser gay? 
 
 
31 
-En realidad no. Era difícil a veces, cuando estaba creciendo, pero me alegro de ser 
como soy. 
-¿Voy a ser gay? 
-Tiger, eso depende de ti. Tú lo sabrás algún día, si lo eres o no. Pero quiero que 
recuerdes una cosa. No importa si eres gay o no, nunca, nunca dejaré de amarte, ¿vale? 
-Está bien, - dijo, saltando de su silla él corrió hacia mí, dejándose caer en mis brazos. 
Lo levanté en mi regazo y lo sostuve cerca de mí con sus bracitos alrededor de mi 
cuello. 
-Nunca, nunca dejaré de amarte. – Susurré. 
A la mañana siguiente, fui a la oficina y entré en el despacho de Ted. 
-Necesito ayuda con algo. 
-¿Caso difícil? 
-No. Es algo personal. 
-¿Qué es? 
-¿Tienes algún plan para esta noche? 
Me miró curiosamente y luego se echó a reír. 
-Oh, sí. Tengo una cita con Matt Damon. Vamos a tener sexo salvaje toda la noche. 
¿Cuándo coño llego a tener planes? Salgo tan a menudo como tú lo haces. 
-Bueno… tengo planes. Voy a cenar con alguien y me gustaría que cuidaras a Tiger. 
 
 
32 
¿Harías eso por mí? 
Me miró en estado de shock. – Estás bromeando ¿verdad? 
-No. No lo estoy. Tengo una cita para cenar. 
-¡Santa mierda! ¿Quién es él? ¿Cómo lo conociste? ¿Cuál es su nombre? ¿Cómo es él?, - 
Preguntó Ted en un solo aliento. 
-Espera, espera. Una pregunta a la vez. Muy bien. Su nombre es Brian. Él está pasando 
por un divorcio porque él es gay. Lo conocí aquí. Él es mi cliente. Sé que no es una buena 
cosa, pero me parece que no lo puedo evitar ni yo mismo. Este hombre hace algo en mí 
que ni siquiera puedo entender. Sólo sé que tengo que volver a verlo. ¿Me ayudarás? 
-Bueno, que me condenen ¡Gracias a Dios! Me preguntaba si alguna vez te ibas a abrir y 
te enamorarías de alguien. Por supuesto que voy a hacer de canguro para ti. Yo me quedaré 
toda la noche si quieres. 
-Yo NO he caído enamorado. Estoy tratando de ayudar a Brian. Él está pasando por 
un momento difícil para llagar a un acuerdo con el hecho de ser gay y tener que poner fin a 
su matrimonio. Estoy tendiendo la mano a un amigo, nada más. Esto es completamente 
platónico. 
Ted me miró y se echó a reír. 
-Tommy, hijo mío, ¿sabes cuál es la definición de amor platónico? Es el arma que 
pensaste que no estaba cargada. 
-Mira, cuida esta noche a Tiger por mí y mantén esa basura de que estoy enamorado 
para ti mismo ¿por favor? No quiero estar enamorado y no lo necesito, tampoco. 
 
 
33 
-Bueno, voy a estas más que feliz de cuidar a Tiger, pero creo que te equivocas sobre lo 
de estar enamorado, en ambos casos. ¿A qué hora me quieres allí? 
-Yo voy a reunirme con él a las ocho. ¿Qué tal a las siete? Eso me dará tiempo de 
sobra. 
-Entonces, ¿dónde os vais a encontrar?, si puedo preguntar. 
-Sociale’s up en la calle Sacramento. 
-Déjame adivinar, reservas para el patio. Comida bajo las estrellas ¿no? 
Yo lo miraba sobresaltado. 
-No me mires así. Puede que sea viejo, pero no estoy muerto. Estoy familiarizado con 
la mayoría de los lugares más románticos para comer en esta ciudad. 
Me ruboricé de vergüenza. Yo ciertamente había hecho reservas para la cena en el patio 
porque me gusta comer bajo las estrellas. Yo no elegí conscientemente un lugar romántico. 
Me encantaba el restaurante. Había estado comiendo allí desde que Tiger y yo nos 
habíamos mudado a San Francisco. Era lo que llamaban“La Nueva Escuela Italiana” y 
encontré que me gustaba esto, mucho mejor que la habitual, abundante comida italiana. 
También encontré un restaurante hermoso y tranquilo, no tan grande y ostentoso como 
algunos lo son. 
-He estado comiendo allí mucho tiempo. No tiene nada que ver con ser romántico. A 
mí me gusta la comida. 
-Tú sabrás, podrías haber llegado lejos con esa línea excepto por el rubor. 
Solo por favor estate en mi casa a las siete. Tiger quiere ver a su tío Ted y ha sido 
 
 
34 
demasiado tiempo desde que has estado. 
-Oh, voy a estar ahí, todo bien. No te preocupes por eso. No puedes pensar en esto 
como una cita, pero estoy seguro y que hace maldita hora que tuvieras una. 
Sabía que el sólo hablaría de sus fantasías así que me fui y volví a mi propia oficina. Me 
senté y miré por la ventana. ¿Era esto una cita? ¿Estaba enamorado de Brian? Eso era 
absurdo. Yo apenas lo conocí ayer. Así que ¿Por qué iba a cenar con él esta noche? Bueno, 
ahí estaba su divorcio, pero eso no era nada de importancia. Sin duda no sería un problema. 
Tengo que admitir que Brian es un hombre muy atractivo, pero yo no necesito un hombre. 
¿O sí? ¿Cómo diablos voy a saberlo? Yo nunca había tenido uno. Yo no tenía un “Kyle” en 
mi vida. Tal vez si lo hubiera tenido, las cosas habrían sido diferentes. Bueno, había estado 
Brandon, pero yo sólo tenía catorce años en ese tiempo. Seguro que si hubiera caído de 
amor por alguien, ¿hubiera sido él? 
Pero todavía quedaba ese dolor en mis entrañas y mi pecho. Sucedía cada vez que 
pensaba en Brian y yo había estado pensando en él casi constantemente desde ayer. Tal vez 
sólo tenía que ir a Blow Buddies y desahogarme un poco. Pero, incluso mientras lo 
pensaba, sabía que no serviría para nada. Miré el reloj. Sólo eran las once de la mañana. 
Todavía tenía nueve horas hasta el encuentro con Brian. No recuerdo nunca estar nervioso 
y excitado acerca de estar con alguien antes. 
Traté de concentrarme en el trabajo y, por un rato, distrajo mi mente de Brian, pero 
luego me llegó el siguiente archivo a mi escritorio, el expediente de divorcio. Me senté ahí 
leyendo mis notas y redacté los documentos necesarios para solicitar el divorcio al día 
siguiente. Llevaría el archivo conmigo a cenar. Esto haría que la cena fuera un gasto de 
negocio y de hecho haría que se viera como si fuera una cena de trabajo con un cliente, a 
 
 
35 
pesar de que sabía que no lo era. No sabía lo que era, pero el trabajo era la última cosa en 
mi mente. 
Finalmente salí de la oficina y sabía a dónde dirigirme. Fui al Golden Gate Park y allí, 
por el paseo de Martin Luther King, justo al oeste de la Vigésimo Quinta Avenida, hasta 
Mallard Lake, mi lugar favorito en el parque. Un lugar hermoso y tranquilo para que la 
mayoría de turistas y muchos habitantes de San Francisco, se pierdan por completo. Me 
encantaba sentarme y observar a los patos en el agua o caminar en el bosque detrás de eso. 
Cuando yo realmente quiero estar solo y pensar, aquí es donde vengo. Lo descubrí casi por 
accidente, cuando llevé a Tiger al parque un día cuando apenas empezaba a andar. 
Cuando me senté al lado del lago, mi mente era un torbellino. ¿Estaba enamorado de 
Brian? Yo simplemente no veo cómo eso podría ser posible. Con todos los tíos que había 
tenido en mi vida y nunca me había enamorado de ninguno de ellos. Además, Brian estaba 
saliendo de un matrimonio desastroso. Él necesitaba tiempo. Tiempo para tener sexo 
salvaje. Tiempo para saber sobre tener sexo con otros hombres, ahora se trataba de que 
podía admitir qué era lo que quería. Simplemente no tenía ningún sentido involucrarse con 
alguien en esa posición. ¡Mierda! No tenía ningún sentido para mí involucrarme con nadie, 
dada mi posición. Yo tenía un hijo que criar y un bufete que ocupaba cada minuto del día 
excepto lo que dedico a Tiger. Simplemente no tenía sentido. 
Por desgracia, creo que los sentimientos no tienen ningún sentido porque no importa 
lo duro que yo seguía tratando de habar conmigo mismo de esta estupidez, tanto más sabía 
que me estaba hundiendo cada vez más en algo, no sabía en qué. Caminé alrededor del 
lago, hasta que me di cuenta que el sol estaba muy bajo en el cielo. Miré el reloj y me di 
cuenta que tenía que arrastrar mi culo si quería recoger a Tiger de las actividades 
extraescolares. 
 
 
36 
Yo había pensado en conseguir una niñera o un ama de llaves o alguien para cuidar de 
él después de la escuela, pero me di cuenta de que en realidad no pasa ningún tiempo con 
otros niños. Quiero decir, el Castro5 no era exactamente un paraíso de la familia. No, a menos 
que quieras hablar de los papás y sus niños, que eran más de la edad de razonar y por lo 
general vestidos con algún tipo de cuero. 
La atención extraescolar le daba la oportunidad de interactuar con otros niños. Eso, y 
los equipos de béisbol y futbol en los que estaba. Ahora que lo pienso, él tenía otro juego 
de béisbol mañana por la noche. Tal vez… 
¡NO! Eso no era una buena idea. No invitaría a Brian a que fuera a su partido. Yo no 
quería que se involucrara con Tiger. Más importante aún, yo realmente no quería que Tiger 
se involucrara con él. No quería que Tiger se mezclara en mi vida amorosa, tal como era, en 
realidad inexistente. Pero, no importa. No era una buena idea. 
Bueno… excepto por el hecho de que sabía que Tiger iba a fastidiar la mierda para 
conocer a Brian y por lo menos sería en terreno neutral. Además de eso, Tiger estaría 
ocupado con el juego. Tal vez eso no era tan mala idea. 
Todos estos pensamientos pasaban por mi cabeza mientras conducía hacia la guardería6 
para recoger a Tiger. Como de costumbre, esperaba en la puerta mi llegada y se lanzó a mis 
brazos en el minuto en que estuve allí. Me recuerda que pronto legará el día cuando él no 
quiera ser abrazado y besado por su padre, ni siquiera en privado. Iba a tratar de luchar 
contra eso, pero no estaba seguro del éxito con respecto a eso. Los chicos adolescentes no 
 
5 El Castro es el barrio donde se concentra la comunidad gay de San Francisco. 
6 The day care center = El centro de atención diurno. 
 
 
37 
recibían, por lo general, muestras de afecto físico, excepto tal vez en “sesiones” de 
besuqueos7, pero eran solo el preludio del sexo. 
-¿Cómo fue la escuela? – Le pregunté mientras me apartaba de la acera después de 
asegurarme de que se había abrochado el cinturón de seguridad. 
-Estuvo bien. Tony Piscotti fue enviado a la oficina del director por pelearse. Es la 
segunda vez esta semana. – Tiger respondió, todo emocionado por las dificultades y 
tribulaciones de su compañero de clase. 
-Pelearse no es bueno, Tiger. Por lo que me has dicho, este Tony es algo así como un 
matón. 
-Sí. Pero él no lo hará más. 
-¿Ah, sí? ¿Y eso, por qué? 
-Porque él va a ser expulsado de la escuela. La señora Wiggins dijo que si le pillaban 
peleando una vez más, ¡lo iban a explicar! 
-Es ex-PUL-sar, Tiger. Así que van a expulsarlo ¿eh? Herir a otras personas no es 
buena cosa. 
-¿Papá? ¿Todavía vas a cenar con Brian? 
Me quedé sorprendido por la pregunta, así como el hecho de que recordaba el nombre. 
Él debe haber estado pensando en ello, mucho. 
-Sí, Tiger. ¿Eso te molesta? 
-No… solo quiero conocerlo. 
 
7 Makeout= liarse, enrollarse, morrearse, besarse con la boca abierta, … 
 
 
38 
-Bueno, sabes, he estado pensando en eso. Me preguntaba ¿cómo te sentirías si le invito 
a tu partido de mañana? 
Él me sonrió y empezó a saltar en el asiento. Bueno, todo lo que le permitía botar el 
arnés de restricción en el hombro. 
-¡Genial! ¿Vas a hacer eso, papá? ¿Eh? ¿Eh? 
-Está bien. Si tanto lo quieres, lo haré. Pero no sé si puede venir. Tú no te vas a enfadar 
si no puede ¿verdad? 
Parecía pensar sobre eso. 
-No… no me voy a enfadar. Pero,le dirás que de verdad quiero que venga ¿no? 
-Sí. Le diré que de verdad quieres que venga. 
-Guay. ¿Tal vez podrías quedarte a dormir fuera con él? – Respondió y se inclinó, 
poniendo su cabeza en mi brazo. 
-¿Dormir fuera? No, yo no creo que eso vaya a suceder. 
-¿Por qué no? 
Mira, sé que tú te quedas a dormir fuera de casa con tus amigos, pero es diferente para 
los adultos. 
-¿Cómo? 
-Eso es algo que te voy a explicar cuando seas mayor. 
- Oh, - dijo, sabiendo de experiencias pasadas la discusión se acabó y no me dijo más al 
 
 
39 
respecto. 
No mucho tiempo después de que llegáramos a casa sonó el timbre. 
-¡YO VOY!, - gritó Tiger y oí sus pies corriendo. 
-¡TÍO TED! – Oí el grito emocionado cuando salí de la cocina y vi a mi compañero 
coger a mi hijo en sus brazos. 
-Hola. Tú estás más grande y más pesado cada vez que te veo. – Ted le estaba diciendo 
a Tiger. 
-Muy pronto no vas a ser capaz de levantarlo. 
-Entonces, ¿cómo te va, muchacho? ¿Cómo va el béisbol? 
-Genial, tío Ted. Papá va a traer a Brian a mi próximo partido. 
Ted me miró sonriendo mientras seguía hablando con Tiger. – Él ¿eh? Debe gustar 
mucho a Brian 
Podía sentir mi cara calentándose. 
-No. S e lo pedí. Yo quería conocer a Brian y mi papá dijo que le traería a mi partido 
mañana por la noche. 
-Oh, mañana por la noche ¿eh? 
¡Niños! Cualquier cosa que pasa por su cabeza, sale por su boca. 
-Uhh, Tiger, no creo que el ti Ted esté interesado en esto. 
Tenía la esperanza de evitar que cualquier otra cosa más de mi vida privada, pasara a ser 
 
 
40 
pública. 
-Oh, está bien. No me importa en absoluto, - dijo Ted. 
-No, por supuesto que no. Pero a mí sí. Ahora Tiger, - le dije, volviéndome a mi hijo. – 
Quiero que seas bueno y obedezcas a tío Ted. Tampoco quiero que permanezcas despierto 
toda la noche viendo la televisión. Hay escuela, la hora para acostarse es las nueve. No más 
tarde. ¿Entiendes? 
-Ahh, ¡papá! ¿No puedo quedarme hasta que llegues a casa? 
-No. 
-Voy a jugar por ello, - dijo, un brillo maligno en sus ojos. 
No sé cómo comenzó esto, pero siempre que había algo que Tiger no quería hacer, él 
trataba de conseguirlo jugando al juego infantil piedra, papel o tijera, conmigo. En este 
juego, se hacen gestos con las manos para indicar si es roca (el puño cerrado), papel (una 
mano abierta, o tijera (los dedos índice y medio extendidos como las hojas de una tijera). 
En el juego, la roca “rompe” la tijera, el papel “envuelve” la piedra y la tijera “corta” al 
papel. 
-Está bien. 
Nos ponemos uno frete al otro y levantamos nuestros brazos rectos, Entonces 
sacudimos los brazos arriba y abajo hasta señalar directamente uno al otro. La mano de 
Tiger estaba formando un puño (piedra) y mi mano salió plana (papel), el papel envuelve a 
la piedra. Gané. 
-Está bien, he ganado. Cama a las nueve. 
 
 
41 
-¡Mocos! – Tiger gritó la peor palabra que se le permite decir delante de mí. 
La razón por la que juego a este juego con él es que siempre gano. Tiger no se da 
cuenta que es muy predecible. Él siempre saca roca. Así que siempre saco papel. Tendría, 
sin embargo, que averiguar por qué siempre pierde, porque no creo que él recuerde que 
utilizó roca la vez anterior. 
-Tú vete y pasa un buen rato. Vamos a estar bien, - dijo Ted. 
-Está bien. Dejé el número del restaurante al lado del teléfono en la cocina y tengo mi 
móvil conmigo. – Cogí las llaves y me incliné para besar a Tiger. 
Sus pequeños brazos rodearon mi cuello y me besó en la mejilla. 
-Buenas noches, papá. 
-Buenas noches Tiger. Te veré por la mañana. 
Me volví hacia Ted. 
-¿Estás seguro de que estarás bien? 
-Yo era el mayor de cinco hermanos y hermanas. Esta no es la primera vez que cuido 
niños. 
-¿En serio? Yo no sabía eso. Siempre quise un hermano. 
-Confía en mí, estas mejor sin él. Ninguno de los míos me habla. – Su voz era muy 
tranquila y pude escuchar un gran dolor en ella. 
-¿Por qué eres…? 
 
 
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-Sí. No les gusta el hecho de que exista un pervertido en la familia. No me quieren 
cerca de ellos o de sus hijos. 
-Lo siento, Ted. No lo sabía. 
-Está bien. Ha estado pasando durante mucho tiempo. Por lo menos mis hermanas 
hablan conmigo. Pero ninguna de ellas jamás se casó y tuvo hijos. Francamente, siempre he 
sospechado que podría no ser el único que enarbola la bandera del arco iris. 
-Bueno, eres de la familia para nosotros y Tiger ama a su tío Ted, ¿verdad, Tiger? 
Bajé la vista hacia Tiger, que estaba mirando hacia nosotros y, evidentemente, tratando 
de entender la conversación. 
-¡Sí! Te quiero tío Ted, - dijo Tiger, poniendo sus brazos alrededor de la cintura de Ted. 
-Sé que lo haces, Tiger. – Ted miró hacia abajo y le revolvió el pelo. 
-Bueno, mejor que me vaya o llegaré tarde. Nos vemos luego. – Me dirigí a la puerta. 
Se sentía extraño salir por la noche. Por lo general, cuando llego a casa, es donde me 
quedo hasta la mañana siguiente, a menos que Tiger esté conmigo. También se sentía 
extraño ir a una cita. No recuerdo haber estado jamás en una. Por lo general, termino 
teniendo sexo con un chico. No sé de citas. Bueno, nuevo siglo, nuevas experiencias. 
Llegué al restaurante quince minutos antes sólo para encontrar que Brian ya me estaba 
esperando. Iba vestido con pantalones vaqueros, pero eran, evidentemente, otros nuevos—
no aquellos que usaba para trabajar. También llevaba una camisa con botones, con una 
chaqueta deportiva de pana en color marrón claro. Era obvio para mí que él se había 
vestido para la ocasión, así como yo. De hecho, yo había pasado una gran cantidad de 
 
 
43 
tiempo en crear lo que yo esperaba que pareciera algo casual que acababa de encontrar. Yo 
llevaba unos vaqueros negros, un cuello de tortuga negro y una chaqueta de gamuza en 
tabaco marrón oscuro. 
-¿Has estado esperando mucho tiempo? – Le pregunté mientras me acercaba. 
-No. Acabo de llegar. 
No sabía qué hacer en ese momento. Una parte de mí quería abrazarlo, sentir sus 
brazos alrededor de mí. La otra parte no estaba segura de que esa fuera la manera correcta 
de enfocar las cosas. 
Me sentía tan incómodo, entonces Brian me sonrió y todos los temores y las 
preocupaciones se fueron. Le devolví la sonrisa. 
-Bueno, vamos a buscar nuestra mesa, - le dije. 
-Sí. Nunca he estado aquí antes. ¿Es buena la comida? 
-Es muy buena. Si te gusta la italiana, ¡te va a encantar! – Sostuve la puesta abierta para 
que él entrara. 
Nos enseñaron una mesa en el patio. Nos sentamos allí con la luz de las velas sobre la 
mesa y las estrellas brillando sobre nosotros. Pedí las aceitunas fritas, una especialidad de la 
casa—para los dos. Son aceitunas rellenas de queso mozzarella, luego se sumergen en la 
masa y se fríen hasta que el queso se derrite. Conseguí que Brian probara la ensalada de 
higos, nueces confitadas y queso Gorgonzola con un aderezo de vinagreta de miel 
ligeramente dulce. Como entrantes, pedí la chuleta de cerdo a la parrilla con una decadente 
raíz de apio gratinado y Brian pidió la simple carne a la parrilla de buey. Para el postre pedí 
otra especialidad de la casa, sfinge, una especie de buñuelo de Sicilia rociados con miel y 
 
 
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envuelto con láminas de almendra con batido de helado de vainilla. Para acompañar todo 
esto, terminé pidiendo dos botellas de vino de California, un 1999 Blockheadia Ringnosi 
Zinfandel. 
Brian quedó impresionado por decir lo menos. Me dijo que nunca había tenido una 
comida así en su vida. Descubrí que había vivido una vida bastante sencilla, que creció en 
Ojai, California, que está entre Los Ángeles y Santa Bárbara, cerca de El Bosque Nacional 
los Padres. Un pueblo muy pequeño y que, de acuerdo con Brian, era muy estrecho de 
miras, sobre todo en lo respecta a ser gay. Era difícil recordar que, con ciudades como San 
Francisco y Los Ángeles, California seguía siendo un estado que había elegido a un buen 
número de gobernantesrepublicanos, incluyendo a Ronald Reagan. 
Durante la conversación, he aprendido mucho más sobre Brian de lo que él ha 
aprendido de mí. No hablé de mi niñez mucho y sin duda no dejé que supiera que tenía el 
tipo de riqueza que hice. No porque pensé que Brian era una especie de buscador de oro, 
sino todo lo contrario. Estaba muerto de miedo de que al tener el tipo de riqueza que hice 
Brian me considerara de alguna manera fuera de su liga y no quisiera tener nada que ver 
conmigo. 
Nosotros llegamos finalmente al tema de su divorcio. Se lo había dicho a Sandy la 
noche anterior, sólo para enterarse de que había estado engañándolo con alguien del 
trabajo durante el año pasado. Él no la culpó en lo más mínimo y parecía que el divorcio 
llegó más como un alivio que un problema. Al parecer, Sandy, la que muy pronto será su ex 
esposa, estaba completamente dispuesta a una solución de mitad y mitad, sin la pensión 
alimenticia esperada. Saqué mi maletín, que yo había guardado debajo de la mesa durante la 
cena y di a Brian a firmar los documentos para que yo pudiera presentarlos ante el tribunal 
al día siguiente. Pensé que podíamos obtener la disolución dentro de dos meses y la 
 
 
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sentencia definitiva dentro de seis. Yo quería ir a alguna parte con Brian, lejos del 
restaurante, pero no a mi casa. Me decidí a llevarlo al lugar más romántico que sabía, donde 
podíamos hablar un poco más, la cima de Twin Peaks. Bueno… en realidad, la cima de uno 
de los Twin Peaks.8 Tenía un hermoso mirador donde se podía ver el puente de Oakland y 
parte de la ciudad extendida a continuación como una alfombra de diamantes. 
Caminamos por el mirador, conversando un rato. Hable con él el hecho de que Tiger 
quería que él viniera a su partido de béisbol la noche siguiente. Sabía que era una 
imposición, pero Tiger tenía curiosidad por saber quién era y quería conocerlo. 
-Mira, voy a entender si no lo puedes hacer, - dije en voz baja. 
-Pero apuesto a que Tiger no lo hará. 
-No. Tienes razón. Tiger no lo hará. 
-Me encantaría ir. Yo solía jugar al béisbol en las pequeñas ligas cuando era más joven. 
También tengo la sensación no invitas a todos los hombres a ir a uno de sus juegos y 
conocerlo. 
- No hombre. Yo nunca le he pedido a ningún chico que venga a uno de sus juegos y lo 
conozca. 
Brian me miró en estado de shock. 
-¿Por qué yo? 
Dudé. Esa era una pregunta que todavía estaba tratando de responderme a mí mismo. 
Me decidí a hacer algo que los abogados no se caracterizan por hacer, le diría a Brian la 
verdad. 
 
8 Picos gemelos. 
 
 
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-Porque de alguna manera, y yo todavía no entiendo cómo, eres especial para mí. Me 
doy cuenta de que no es muy profesional que te diga esto. Ni siquiera es un buen momento 
para que te lo diga, ya que aun tú no has solicitado el divorcio todavía. Pero ahí está. No lo 
puedo cambiar. 
Brian se quedó allí, mirándome durante mucho tiempo. Me imaginé que él pensaba que 
yo estaba muy desesperado o era un idiota. Yo no estaba tan seguro de no encajar en 
ambas categorías. Luego sonrió con timidez y me extendió la mano. Puso la mano detrás de 
mi cuello y tiró de mi rostro hacia adelante hasta que estuvo a pocos centímetros del suyo. 
Luego lentamente, se acercó hacia delante hasta que nuestras bocas se encontraron en un 
beso suave. El beso no duró mucho, pero cuando él se retiró, no me soltó. 
Tú debes de ser muy especial para mí, también. No he querido besar a otro hombre 
desde Kyle. Y eso fue hace mucho tiempo atrás. 
Y entonces él me besó de nuevo. Pero este beso era más fuerte, más apasionado. De 
pronto sentí su lengua lamiendo mi labio superior, pidiendo entrar. Me abrí a él y lo 
siguiente que supe fue que nuestros brazos estaban alrededor del otro y gemíamos uno en 
la boca del otro. Mi polla estaba más dura de lo que alguna vez había estado, y pude sentirle 
presionando contra mí a través de nuestros jeans. Nos quedamos allí chupándonos la cara 
como un par de adolescentes calientes. Tal vez en cierto modo, eso era exactamente lo que 
éramos. Todo lo que sabía, ahí mismo tomé la decisión de que, pasara lo que pasara, esto 
no iba a terminar tan solo con esta noche. No iba a terminar hasta que yo no lo tuviera en 
una cama, desnudo junto a mí. Y por alguna razón, no podía ver que hubiera un fin en eso, 
tampoco. 
 
 
 
47 
 
Capítulo tresCapítulo tresCapítulo tresCapítulo tres 
SSSSe estaba haciendo tarde. Los dos lo sabíamos, pero era como que no queríamos 
separarnos. A pesar de que sabíamos que íbamos a vernos en el partido de béisbol de Tiger 
al día siguiente, no lo hacía más fácil para nosotros decir buenas noches al otro. Pero, 
finalmente, nos dimos cuenta que tenía que volver a casa con mi hijo y él tenía que estar 
trabajando por la mañana temprano. Estuvimos de acuerdo en que nos encontraríamos en 
mi oficina después del trabajo y que me seguiría en su camioneta para ir al partido. Lo llevé 
de nuevo al restaurante donde había dejado su camioneta. Antes de que él saliera de mi 
coche, se inclinó y me besó una vez más. 
-No puedo recordar cuando tuve una noche como ésta. Gracias Tommy. 
-No. Soy yo el que te debe agradecer. Nunca he tenido una noche como esta. La 
hubiera recordado si la hubiera tenido. 
Vi como se metió en su camioneta y cerró la puerta detrás de él. Se marchó con un 
toque de bocina y un saludo. Entonces me dirigí a casa, sintiendo un vacío que nunca había 
sentido en toda mi vida. Un vacío que supongo que no esperaba sentir. Estaba empezando 
a darme cuenta de lo que me estaba sucediendo. Yo no era un completo idiota. Esta noche 
había visto más de Brian y cuanto más veía, más me gustaba. Lo que es peor, estaba 
empezando a comprender que no se trataba de “gustar”. No me atrevía a decir la palabra 
que realmente era. 
 
 
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Cuando llegue a casa, descubrí justo lo que esperaba encontrar. Mi socio, Ted, era un 
pusilánime total cuando se trataba de Tiger. Él realmente amaba a mi hijo. La gente piensa 
que porque los hombres homosexuales a menudo no tienen hijos, no los quieres. ¡Qué 
absurda es esa idea! Simplemente no quieren casarse con la mujer para tener hijos. Ted era 
de una generación de hombres gay que se escondieron en el matrimonio o vivían una vida 
muy difícil para llegar a un acurdo con una sociedad en la que sus derechos como seres 
humanos por ser gay todavía se estaban luchando. Para Ted, Tiger era el hijo o tal vez el 
nieto que creía que nunca tendría. 
Lo que encontré cuando entré en casa era a Tiger sentado en el regazo de Ted viendo a 
David Letterman y Ted, profundamente dormido, con sus brazos alrededor de mi hijo. 
-Se supone que debes estar en la cama, joven hombre, - le dije, en voz baja tratando de 
no despertar a Ted. 
Tiger, al menos, tuvo la inteligencia de parecer culpable y con remordimientos. Fue una 
actuación magistral. Este chico podría ganar un Oscar algún día. Era todo lo que podía 
hacer para no reír. Estaba a punto de decir algo, pero, en ese momento, Ted se despertó y 
me vió allí de pie. Miró hacia abajo a Tiger en su regazo y con la televisión encendida. 
Parecía muy disgustado, casi como si hubiera sido él quien se había quedado hasta más allá 
de su hora de acostarse. 
-Lo siento. Debo de haberme quedado dormido. Realmente lo iba a poner en la cama. 
-Lo sé, Ted. No te culpo. Tiger sabe cuándo es su hora de ir a dormir y es muy capaz 
de meterse en la cama, - dije yo, antes de dedicarme a Tiger. – Aquí es donde es mejor que 
muevas tu pequeño trasero, en estos momentos. Y no habrá PlayStation durante una 
semana. 
 
 
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Tiger se bajó del regazo de Ted Sin decir una palabra y se dirigió a su dormitorio. 
-Iré para arroparte, - le dije a la espalda en retirada de Tiger. 
-Lo siento. Creo que soy una niñera terrible. – Dijo Ted. 
Eres una niñera maravillosa, pero eres un tío aúnmejor. Le diste a Tiger exactamente lo 
que necesitaba esta noche, toda tu atención. Yo no soy tan tonto como para creer que mi 
salida en una cita por primera vez en su vida fuera algo por lo que realmente estuviera tan 
emocionado. Pero tenerte aquí, una de sus personas más favoritas en la tierra, hace que sea 
mejor para él. Lo consiguió todo él mismo. ¿Has visto donde estaba? Hecho un ovillo en tu 
regazo. No tumbado en el sofá. No tirado en el suelo como lo hace normalmente. Él 
conseguía de ti lo que necesitaba. Eso te hace la mejor niñera del mundo para Tiger. 
Y con esto, me incliné y besé suavemente a mi socio en la mejilla, por primera vez en 
nuestra relación. Ted me miró con una mirada de sorpresa, vergüenza y placer. 
-Ya que hablamos del tema, ¿cómo fue la cita? – preguntó. 
-Todo salió muy bien. – Sonreí aunque mi cara se puso roja de vergüenza. 
-Bueno, puedo ver esto. – Se rió Ted. 
-No, nada de eso. Tuvimos una cena muy agradable y luego condujimos hasta la cima 
de Twin Peaks. Nos paseamos por ahí y hablamos un rato. 
-¿Por lo menos le besaste? 
-Uhh… umm… bueno… más bien él me besó. – Mi sonrojo se profundizó más. 
-Oh, lo tienes malo, ¿no? 
 
 
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-¿Quién-a-a…? ¡No! No lo tengo “malo”, - insistí. 
-Ah, está bien, no estás en lo más mínimo enamorado de él. Así que supongo que no 
has invitado al juego de béisbol de Tiger mañana por la noche y nunca vamos a volver a 
verlo, ¿no? 
Me quedé allí echando humo. ¡Malditos abogados de mierda! Aprendemos muy bien 
cómo leer a las personas, clientes, testigos, jurados, otros abogados. Y Ted era un maestro 
haciendo todo eso, especialmente a mí. 
-¡Esta bien! ¡está bien! Yo lo invité. No hay nada malo en ello, ¿verdad? – Gruñí. 
-No, en absoluto… salvo… exactamente ¿a cuántos otros chicos has invitado a 
conocer a tu hijo? 
No me gustaría ser testigo de la parte contraria y que Ted me interrogara. 
-Tiger era demasiado pequeño para comprender. Es lo suficientemente mayor ahora. 
-Tonterías. Nunca ha habido un hombre que hubieras, incluso, considerado dejar 
conocerlo. Tú ni siquiera conoces de la mayoría su nombre de pila y ninguno te dura. No 
es cómo funcionan las cosas en Blow Buddies o el Steam Works. 
-Está bien. ¡Lo admito! Me gusta este chico. Me gusta más que cualquier hombre, 
pienso, que he conocido. Pera amistad es todo lo que puede venir de esto. Él acaba de salir, 
por el amor de Dios. Él realmente nunca ha tenido la oportunidad de jugar en el campo. 
No está listo para sentar cabeza en una relación, y yo tampoco, para el caso. 
-Tommy, es posible que seas un abogado brillante, pero tu nivel de conocimiento de ti 
mismo es patético. ¿Qué quieres decir con “no estoy listo para una relación? Tú estás en 
 
 
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una ¿Cómo llamas a Tiger? 
-Sabes lo que quiero decir. 
-Ah ¿te refieres a la clase en la que amas a alguien, te preocupas por su bienestar más 
que en el tuyo, te comprometes a estar a su lado a largo plazo? ¿Ese tipo de relación? 
Bueno, piensa en ello, Consejero. ¿No es eso exactamente lo que tienes con Tiger? 
-Tiger y yo no dormimos juntos… bueno, no de esa manera. 
-Menos mal. Pero el sexo es una parte muy pequeña de una relación, Tommy. Ann 
Landers, la columnista de consejos, lo expresó muy bien una vez. Ella dijo: “cuando el sexo 
es bueno, es un diez por ciento de un matrimonio. Cuando es malo, es el noventa por 
ciento.” Las relaciones no son sobre el sexo, Tommy. Tiene que ver con el amor, el cariño 
y el compromiso. Y no estés tan seguro de que no estás preparado para eso. No todos los 
hombres son los viciosos que pareces pensar que son. 
-¡El infierno no lo son! ¿Cuántos de esos tipos con los que juego en Blow Buddies o el 
Steam Works tiene anillos de boda? ¿Cuántos casos tenemos en el despacho en estos 
momentos en que un amante engaña a otro? ¿Ahora se están separando y tenemos que 
ayudarles a separar sus bienes? ¡Mierda! La tasa de divorcios en este país es de sesenta y seis 
por ciento entre los heterosexuales y se estima que hasta siete de cada diez maridos 
engañan a su esposa. – Arremetí contra él. 
Ted no mordió el anzuelo. Él contestó en voz muy baja. 
-¿Y cuantas relaciones que ambos conocemos, donde los dos tipos han estado juntos 
por más de veinte años? Ya sabes, el verdadero problema aquí es que tienes miedo. 
-¡Por supuesto que tengo miedo! Yo no quiero ser herido y sobre todo no quiero que 
 
 
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Tiger salga lastimado en el proceso tampoco. – Casi gritaba. 
-Tommy hay un viejo dicho, “No hay amor sin dolor, pero el dolor más grande de 
todos es no haber amado” Toda la vida es un juego de azar. Nos enfrentamos a la 
posibilidad del dolor todos los días. Simplemente no pensamos en ello. Cada vez que nos 
preocupamos por alguien distinto de nosotros mismos, no importa cuánto, nos estamos 
arriesgando al dolor. Lo hacemos por que la recompensa de cuidar y ser cuidado merece la 
pena. 
-¿Por qué no estás en una relación, entonces? Si es tan jodidamente maravilloso, ¿por 
qué no estás en una?- Pensé que había “anotado” con eso. 
-¿Qué te hace pensar que no me gustaría estar? Mejor aún, ¿Qué te hace pensar que no 
lo he estado? 
-¿En serio? Nunca me lo has dicho. 
-No se lo he dicho a nadie por un tiempo muy largo. Fue hace mucho tiempo. – Podía 
ver sus ojos volverse brumosos. 
-Ted quiero escuchar acerca de esto, realmente lo quiero, pero tengo que ir a arropar a 
Tiger en primer lugar, ¿de acuerdo? 
-Sí. ¿Puedo ir contigo? 
Yo podía oír ese anhelo en su voz. Sí, mi hijo era el hijo que nunca tuvo. 
-Por supuesto que sí. Estoy seguro de que a Tiger le encantará tenerlo tanto como a 
nosotros hacerlo. 
Fuimos por el pasillo a la habitación de Tiger y allí estaba tendido con la lámpara al 
 
 
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lado de su cama aún. Él estaba vestido con su pijama de béisbol favorito. Eran réplicas de 
los uniformes de los Gigantes de San Francisco y Tiger debía tener diez pares de ellos. 
Eran todo lo que él usaba. Ted y yo nos sentamos a ambos lados de la cama con él. 
-Papá ¿Estáis tú y el tío Ted peleando? 
Supongo que era mi culpa. Yo fui el que levantó la voz. 
-No Tiger. Papá acaba de ser un idiota. Tío Ted y yo estábamos hablando de algo y 
papá no estaba muy contento al respecto. 
-No te enfades con tío Ted, papá. Yo sé que es mi culpa. Sabía que debía ir a la cama, 
pero yo quería quedarme y escuchar acerca de ti y de Brian esta noche. 
-Oh, Tiger, no estoy enojado con tío Ted. En cuanto a lo de Brian yo… bueno… 
fuimos a cenar y luego hablamos. Eso es todo. Te habrías aburrido, realmente. 
-¿Viene a mi partido? 
-Sí, él viene al partido. Así que tú conseguirás conocerle mañana. Ahora, es mejor que 
duermas un poco. Es mucho más allá de tu hora para dormir y tienes un partido que jugar 
mañana. 
-Sí, Tiger, tu quieres jugar lo mejor posible cuando conozcas a Brian ¿no? – Ted le 
preguntó- 
-¡Sí, quiero! 
-Después de dormir un poco, amiguito. – Ted se inclinó y besó a Tiger en la frente. 
-Buenas noches Tiger, - le dije mientras me inclinaba y le besaba la mejilla. 
 
 
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Sus pequeños brazos fueron alrededor de mi cuello y me susurró al oído. 
-Lo siento mucho, papá. 
-Lo sé, Tiger. – Le dije, dejando que él se volviera a acostar. – Pero aún sigue sin haber 
PlayStation durante una semana. 
-Está bien. – Dijo, decepcionado. 
Me volví a apagar su luz de noche. Ted y yo nos levantamos y volvimos a la sala de 
estar. 
-¿Quieres un té? Voy a hacer un poco. - Le dije. 
-Por supuesto. ¿Por qué no? – Ted me siguió hasta la cocina. 
Cuando compré la casa, una de las primeras cosas que hice fue remodelar la cocina. 
Daba al patio trasero y tenía un gran ventanal colocado allí así yo pude crear un rincón 
para la mesa de cocina con vistas al pario. Ted se sentó en la mesa mientras yo preparaba el 
té. Puse el hervidor en la cocina de gas y encendí el fuego debajo de él. Fui al armario y 
saqué dos tazas y platos y mi tetera favorita “Blue

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