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Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 2 HACIENDA SALVAJE Libro 2 Amor Llamativo Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 3 Traducción Jimezuu Correctora Yayaluna Portada y Maquetación Rub Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 4 Resumen Billy Lawson está celoso. Cada día observa a su jefe, Cole, y al amante de su jefe, Jonás, probar una y otra vez lo profundamente enamorados que están. Billy nunca tuvo una relación real, y no creía que el amor verdadero existiera hasta que Cole le demuestra lo contrario. Ahora, él anhela lo que Cole y Jonás tienen. Cuando conoce a Levi, un asustado y herido Shifter que necesita su ayuda, ignora la química que hay entre ellos, pensando que se estaría aprovechando de Levi en un momento vulnerable en su vida. Antes de que Levi pueda convencer a Billy de que están hechos el uno para el otro, su pasado se acerca a él, y ambos hombres deben luchar por una oportunidad para amar. Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 5 CAPÍTULO UNO El loco reloj de cucú que el amante de su jefe había rescatado del ático de la granja comenzó a sonar, señalando el comienzo de un nuevo año. Saludos con las manos, y Billy observó a su jefe, el propietario de la granja Cole Wilder, atraer a Jonás hacia él para darle un beso. Billy tomó rápido su cerveza y trató de mirar a otro lado, pero no pudo evitar mirarlos fijamente, mientras Cole parecía devorar a su joven amante. Jonás le devolvió el beso lo mejor que pudo, y la polla de Billy se removió en sus pantalones. Los dos hombres eran hermosos juntos. Cuando Cole finalmente se retiró, la expresión de su cara hizo que el dolor de Billy le doliera. Nadie podía dejar de ver el amor de Cole por Jonás. Tenían un lazo fuerte como el acero, y Billy estaba celoso. Cuatro años atrás, cuando había sido contratado como gerente de granero en la granja Wild R, Billy había desarrollado un enamoramiento por Cole, pero rápidamente se dio cuenta de que Cole nunca lo vería como más que un amigo. Había aceptado eso. Él atesoraba su amistad y nunca había olvidado que Cole le había dado una oportunidad cuando podía haber contratado a alguien mejor preparado con años de experiencia en administración. Pero ver a Cole y Jonás juntos le hacía querer encontrar a alguien. Tener un hombre que lo mirara de la manera en que Jonás miró a Cole sería una muestra del cielo. Billy acabo el resto de su cerveza. Esa línea de pensamiento no haría sino deprimirlo. Necesitaba estar agradecido por lo que tenía. La Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 6 posibilidad de encontrar el tipo de amor que Cole y Jonás compartían era casi inexistente. Estaba empezando otro año haciendo un trabajo que amaba en una granja donde no tenía que ocultar el hecho de que era homosexual. Teniendo en cuenta que él había sido expulsado por su familia a los diecisiete años, había hecho un buen trabajo para seguir viviendo. No estaba en su naturaleza ser malhumorado, pero estaría cumpliendo treinta años este año, y se estaba cansando de vivir en un cobertizo, sin importar cuánto disfrutara de la compañía de sus compañeros con los que lo compartió. Estaba cansado de hombres que querían nada más un poco de placer, una cogida áspera detrás de un remolque de caballos. Él quería una casa y alguien para compartirlo. La edad lo estaba ablandando. Salió al porche de la granja y se estremeció cuando respiró el aire frío de la noche, pero prefería estar fuera que en la casa llena de gente, especialmente en su estado de ánimo actual. Se apoyó en el pasamano del porche y escuchó el torrente de agua en el arroyo que corría detrás de la casa mientras trataba de apartar sus pensamientos deprimentes. Uno de los caballos relinchó, y se preguntó si dar un paseo a medianoche ayudaría. –¿Qué haces aquí? —preguntó Cole, saliendo al porche y dejando que la puerta se cerrara detrás de él. Billy se encogió de hombros. —Sólo buscaba un poco de aire fresco. Cole frunció el ceño. —¿Estás bien? –Sí, ya sabes que no me gustan las multitudes. Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 7 Cole resopló. —Yo también estoy a punto de deshacerme de todo el mundo este Año Nuevo, todo este asunto del partido fue idea de Jonás. Tenía un plan mucho mejor para la noche, pero él no me escuchó. Billy se obligó a sonreír. —Supongo que tu plan implicaba a Jonás desnudo y acostado sobre su espalda. Cole sonrió. Luego miró y estudió Billy. —¿Seguro que estás bien? Has estado de mal humor durante semanas. Billy levantó las cejas y miró directamente a Cole. —Sí, sí. Estoy de mal humor todo el tiempo. Ya lo sé Cole. Billy puso los ojos en blanco. —Maldito lobo temperamental. Cole resopló. —Estoy mejor de lo que solía ser, ahora que tengo a Jonás. — Tan pronto como salieron esas palabras, Cole se tensó. El hermano de Jonás, Nathan, había secuestrado a Jonás, lo había drogado, así que tuvo que permanecer en forma de caballo y luego lo había vendió. Afortunadamente, había terminado en el santuario de caballos del amigo de Cole. Mientras Cole y el resto de la tripulación de la granja luchaban por mantener a Jonás a salvo, Billy terminó en una pelea con Nathan. Con esas circunstancias, Cole finalmente se dio cuenta de que Billy había esperado más que amistad entre ellos. Afortunadamente, Cole no se había asustado, pero seguía siendo sensible al hablar con Billy sobre su relación con Jonás. Billy deseó que lo superara. –Tienes razón, Jonás ha sido bueno para ti. Billy le dio una palmada en el hombro, y Cole miró hacia él, aliviando la tensión. –Deberías tomarte un tiempo libre, —dijo Cole. —Con la planificación de la adición al granero y los nuevos caballos entrando, has estado trabajando sin parar durante semanas. Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 8 Eso era cierto, pero cuando estaba trabajando, Billy no se sentía solo y no tenía tiempo para estar celoso de Cole. —No me importa, prefiero estar trabajando con los caballos que hacer cualquier otra cosa. Cole frunció el ceño. — ¿Cuándo fue la última vez que saliste de la granja? Billy se encogió de hombros. —No lo sé, fui a la ciudad hace unas semanas. Cole alzó las cejas y lo fulminó con la mirada. —Estoy bien, de veras. –Necesitas unas vacaciones. Billy sacudió la cabeza. —Estoy feliz aquí, no hay ningún otro sitio al que quiera ir. —Había pasado sus últimos años de la adolescencia y principios de los años veinte vagando, encontrando trabajo donde podía, nunca permaneciendo en ningún lugar. Ahora que tenía un lugar que se sentía seguro y aceptado, nunca quiso irse. Cole se inclinó más cerca y olisqueó. Le había tomado un tiempo a Billy acostumbrarse a los hábitos de werewolf de Cole, pero ahora tomaba esas cosas por sentado. —Algo te está molestando, —dijo Cole. —Lo puedo oler. –Sólo estoy tenso, probablemente es la adición del granero, quiero estar seguro de que tengo todo. –Tienes que relajarte —insistió Cole. Billy frunció el ceño. — Lo último que necesito es sentarme en el culo. Sabes que no puedo quedarme mucho tiempo sin hacer nada. –Tal vez necesitas aprender. Tienes un fin de semana de tres días a partir del próximo viernes, y no escucharé ninguna queja. Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 9 Tres días enteros para pensar en todo lo que no tenía en lugar de concentrarse en lo que estaba bien en su vida. —¿Dónde demonios esperas que vaya? Cole frunció el ceño. —No lo sé, pero lo averiguaré y te lo haré saber. Billy lo fulminó con la mirada. —No me estás enviando a un viaje. Cole gruñó. —El infierno que no. Considéralo un bono. Billy luchó en todos los sentidos, pero al final, el plan Cole era la única opción desde que amenazó con remover a Billy de la granja. Así, encontra de sus deseos, Billy había ido a Nashville, había entrado en el hotel más lujoso de lo que había presenciado en su vida, se había sentado en la cama y empezó a hacer en unas hojas de cálculo las rotaciones de entrenamientos de los caballos de la próxima semana. Cole podría hacerle salir de la granja, pero Billy sería condenado si Cole le impediría pensar en el negocio agrícola. Unas horas más tarde Billy ordenó una hamburguesa y vio una película aburrida llena de persecuciones de motocicleta y cosas que explotan. Al menos, la película lo distrajo de la tranquilidad de su habitación. En la granja, nunca estuvo solo por mucho tiempo. Aquí, en una habitación de hotel, era dolorosamente obvio que no tenía a nadie con quien compartir estas vacaciones forzadas. Sobrevivió a la noche encerrado por su cuenta, pero al día siguiente se puso inquieto y decidió dar un paseo. La temperatura flotaba alrededor de los cero y el viento cortaba a través de su chaqueta de forro de lana. Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 10 Notó algunas hermosas esculturas de caballos en una ventana de la galería. Danielle, la entrenadora principal de la granja, le encantarían. La galería parecía estar teniendo una feria de artesanía, y él decidió tomar la oportunidad de salir del frío. Encontró el stand con esculturas de caballos. Estaban tan detalladas y realistas, que parecía que podrían despegar corriendo a pesar de ser sólo seis pulgadas de alto. Él Compró un semental galopando para Danielle y luego pasó casi media hora hablando con el artista y su compañero. Le recordaron a Cole y Jonás. Ellos tenían la misma mirada, descaradamente amorosa. Suspiró mientras se despedía y se dirigía hacia el frío. Se estremeció al salir de la galería. El viento aullaba a lo largo de los escaparates, y sentía como si la nieve estuviera en camino. Corrió por la calle hasta una cafetería. Había bromeado sobre el café de diseño muchas veces, prefiriendo su cerveza fuerte y negra, pero se suponía que estaba de vacaciones, y él tenía una predilección por el chocolate. Así que, después de una mirada casual para asegurarse de no ver a nadie conocido, ordenó un enorme moka con virutas de chocolate y crema batida en la parte superior. Se sentó con su bebida y sacó su Tablet de su cartera. Leyó algunos artículos sobre el cuidado de los potros recién nacidos. Luego escaneó algunos de los cuadernos de cuidado de caballos a los que frecuentaba. Cuando terminó de beber, estaba nervioso por la cafeína. No podía quedarse quieto por más tiempo. Caminó por la ciudad durante un rato, tratando de ignorar el frío que parecía que se instalaba todo el camino hasta sus huesos. Odiaba el invierno. Preferiría estar goteando de sudor en un ardiente día de agosto que revisar el cielo ansiosamente por la Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 11 nieve. Más pronto de lo que quería, se dirigió de nuevo a su hotel, donde pasó por los canales y cruzó la habitación. Cuando el silencio era demasiado, decidió buscar un bar. No creía que había una oportunidad en el infierno de conocer a alguien que estaba interesado en más de una follada rápida, pero un cuerpo caliente a su lado por unas horas era todo lo que podía tener, él conseguiría uno. Estaba de vacaciones después de todo. Tal vez con un par de copas, no le importaría tanto. Hizo una búsqueda de bar de ambiente en la zona y encontró uno a pocos kilómetros de distancia. Pensó en caminar para poder beber tanto como quisiera, pero cuando echó un vistazo por la ventana, una mezcla húmeda de aguanieve y nieve empezó a caer. De ninguna manera estaba caminando en esa mierda. No debía conducir en él tampoco, pero no podía pasar un minuto más en el hotel. Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 12 Capítulo 2 Pocas horas después, Billy se sentó en una cabina bebiendo su tercera cerveza. Había usado los dos primeros para comer un filete con patatas fritas. Eran sabrosos, pero nada parecido a lo que Shep, la esposa y asistente de entrenador, a menudo cocinaba para la cena del domingo. Billy había examinado a unos cuantos hombres que habían entrado, pero uno de ellos estaba claramente con alguien, una persona grande, de aspecto espeluznante a la que Billy no tenía intención de jugar. El otro hombre estaba demasiado borracho para ponerse de pie. No importa lo caliente que estuviera el tipo, Billy no tenía la intención de jugar a la niñera. Un poco más tarde, un hombre se le acercó y le pidió que bailaran. Era lindo, varios años más joven que Billy, con ojos de cachorro y largos cabellos rubios. Billy aceptó su oferta y se deslizó de la cabina para seguirlo hasta la pista de baile. Habían pasado años desde que había dado dos pasos, pero los movimientos volvieron a él fácilmente. El tipo, que dijo que su nombre era Cameron, era un buen bailarín. Billy se estaba divirtiendo y empezando a preguntarse a dónde irían las cosas cuando Cameron se inclinó y susurro. —Pareces un verdadero vaquero. Billy se echó a reír. —Trabajo en una granja de caballos. –Perfecto —dijo Cameron, con una sonrisa lujuriosa en su rostro. — ¿Ves al tipo alto con el cabello negro? Inclinó la cabeza hacia un lado para Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 13 indicar al hombre en cuestión. Billy miró a los hombres que estaban alrededor del borde de la pista de baile. –¿Está usando una camisa roja? Cameron asintió con la cabeza. —Sí, es mi novio. Billy se sobresaltó y trato de alejarse. Lo último que quería era una pelea, pero Cameron lo abrazó fuertemente y se rio. —No te preocupes, me envió a buscarte, esperaba que fueras bueno con cuerdas. Billy miró a Cameron como si hubiera perdido la cabeza. Cameron parecía ajeno a su preocupación. Deslizó su mano por la espalda de Billy y le tomó el culo. —Él quiere que me amarres y me folles mientras él mira. Infierno no, no lo hace con parejas. Lo había intentado una vez y las cosas habían salido mal más rápido de lo que creía posible. Nunca más. Él nunca juega con cuerdas con los extraños, y si alguien iba a ser atado, preferiría ser él. Se alejó de Cameron. —No es lo mío, lo siento. –Ahhh, por favor. — Cameron, agarró su bíceps, impidiéndole que se alejara. Billy intentó liberarse, pero Cameron fue sorprendentemente fuerte para su tamaño y Billy no quiso hacer una escena. Cameron se frotó en Billy mientras le sonreía. —Vamos, puedes hacerme cualquier cosa, realmente soy una puta. Si hubiera estado considerando la oferta, las acciones de Cameron habrían cambiado de opinión. —No, gracias. —Apartó el brazo de la mano de Cameron y se alejó. Pensó en darse por vencido y volver a su habitación, pero mientras que un extraño que le dejaba a Billy usarlo de cualquier manera que quisiera mientras su novio observaba no apelaba, frotarse contra el cuerpo duro de Cameron le había hecho ansioso por más acción. Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 14 Encontró un asiento a lo largo del borde de la pista de baile y escudriñó a la multitud. Todos parecían demasiado jóvenes o tomados, pero luego su mirada aterrizó en un hombre cuyo culo era redondo, la perfección regordeta en sus ajustados vaqueros. Y lo estaba balanceando como si supiera qué atractivo tenía. Billy dejó de lado su habitual timidez y se acercó a él. El baile se convirtió rápidamente en besos y besos en tanteos. —¿Quieres volver a mi hotel? preguntó. El hombre, Billy ni siquiera había obtenido su nombre, sacudió la cabeza. –No puedo esperar tanto. Alcanzó entre sus cuerpos y frotó la polla de Billy a través de sus vaqueros. —Maldita sea, que es gruesa, bebe, salgamos hacia atrás para ver si sabes tan bien como pareces. La mano del hombre se sentía tan bien acariciando a Billy. No había planeado una mamada en el callejón, pero en ese momento iba a tomar lo que pudiera conseguir.Tropezaron a través de la puerta trasera, besándose y acariciándose mientras iban. Billy se alegró de estar a kilómetros de su casa. Estaría avergonzado de que alguien lo viera actuando tan desesperado por una mierda. Cuando salieron fuera, Billy oyó gemidos que venían de las sombras cerca del borde del edificio. Un hombre gritó, —Oh, sí, justo así. ¡Chupa esa polla! Él y su compañero se rieron, y el hombre lo tiró hacia un espeso roble, apoyándolo hasta que golpeó el tronco. El hombre cayó de rodillas y Billy ayudó con los cierres de sus pantalones. El pene de Billy le dolía por el Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 15 contacto y no podía liberarlo con la suficiente rapidez. Cuando la boca del hombre se cerró alrededor de él, Billy bajó la cabeza hacia atrás y gimió. Había sido demasiado tiempo desde que había sentido tanto calor alrededor de su polla. El desconocido hizo cosas con la lengua que Billy no hubiera creído posible. Con demasiada rapidez, Billy dejó que su compañero supiera que se iba a venir. El hombre se echó hacia atrás y lo bombeó, sonriendo cuando Billy se corrió en su mano. Cuando Billy se había cerrado la cremallera y el hombre se había levantado, dijo Billy, —Eso fue increíble deseas volver a mi hotel y que te devuelva el favor? El tipo se rio. —Oh, no, bebé, no he terminado aquí, aposte con mi amigo que podría chupar a diez chicos antes de que el pudiera y eres sólo el número seis. Billy se quedó boquiabierto. ¿Qué mierda? ¿Nadie tenía ya un buen sexo sin complicaciones? Apartó los sentimientos de repulsión mientras miraba al tipo cuya boca había estado alrededor de su polla. —Entonces, disfrútalo —dijo, con voz sarcástica. Volvió a entrar el tiempo suficiente para pagar su cuenta, a continuación, se dirigió a su camioneta. En todo caso, se sintió más solo que cuando llegó y también mal del estómago porque había caído tan bajo como para ser parte de un concurso de mamadas. Cuando salió del estacionamiento, vio a un muchacho sentado en la parte trasera del banco en la parada de autobús en la esquina. El reloj en el salpicadero leía unos minutos después de la medianoche. ¿Los autobuses realmente funcionaban tan tarde? El muchacho estaba encorvado sobre sí mismo y temblaba. La parada de autobús Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 16 cubierta hizo poco para detener la sopladura de nieve y sólo llevaba una chaqueta delgada sobre su camiseta Lo que le había hecho esperar un autobús en medio de la noche no era asunto de Billy, pero el chico se veía tan triste, tan derrotado, que Billy no podía alejarse. El muchacho le recordó a Billy una versión mucho más joven de sí mismo. Tenía una bolsa de lona desgarrada junto a él y Billy apostó que contenía todo lo que el chico poseía. .. Se detuvo junto a la parada del autobús y bajó la ventanilla del pasajero. —¿Estás esperando un autobús? El chico levantó la vista. Algo brilló en sus ojos, algo no humano. Otra persona podría no haberlo notado, pero Billy había dedicado suficiente tiempo para reconocer una. Billy levantó las manos, deseando parecer no amenazante. Sólo quiero asegurarme de que estás bien. El chico miró a Billy, sin decir nada durante varios segundos. Finalmente, respondió. —Sí, sólo estoy esperando un autobús. –¿Llevan a esta hora de la noche? El muchacho se encogió de hombros. Esperaré hasta que lo hagan. –¿A dónde te diriges? —preguntó Billy. –En algún lugar que no está aquí. Billy recordaba ese sentimiento, la necesidad de estar en otro lugar. El chico cambió de posición, acercándose a la luz. Billy lo observó de cerca, tratando de ver el rostro oculto por el ala de su sombrero. Era mucho más viejo de lo que Billy había adivinado, y era precioso, ojos verdes brillantes, una delicada estructura ósea y cabello negro que se ondulaba sobre su frente. Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 17 –¿Cuántos años tienes? — preguntó. Los ojos del muchacho se estrecharon, recordándole a Billy un gato. —No te voy a lastimar, lo juro —dijo Billy, manteniendo la voz suave y uniforme. –Veintidós. La edad suficiente para ayudar en la granja. Maldición, él era dos años mayor que Jonás Y cinco años mayor de lo que Billy había sido cuando había conseguido su primer trabajo con caballos. Mis padres me abandonaron cuando yo era un recién nacido, y el orfanato del estado hizo mi cumpleaños. Una mirada de horror cruzó la cara del joven. Había revelado claramente más de lo que él había querido decir. Billy decidió no hacer comentarios. No quería asustar al joven. Las personas asustadas eran como caballos espantados. Tienes que ir lento y suave y ganar su confianza antes de que pudiera ayudarles. —¿Has hecho algún trabajo en la granja? El asintió. —Si estás buscando un trabajo, yo podría ayudarte. — Por un momento, la dura fachada del joven vaciló, y Billy vio el miedo debajo. –¿Qué clase de trabajo? Billy se preguntó si estaba loco. No sabía nada de este tipo, pero la granja había estado escasa por meses y Cole entendía su deseo de ayudar a una persona perdida. Billy había acusado a Cole de dirigir un refugio en lugar de una granja. Si tenía razón, y el joven era un cambiador de gatos, tendría problemas para trabajar con los caballos, pero si Cole podía hacerlo, también él podría hacerlo. Soy el gerente de una granja agrícola, podrías ayudarnos allí. Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 18 –Estoy dispuesto a trabajar, sólo espero que me paguen. –¿Ha sido un problema para ti en el pasado? El asintió. —Eso no será un problema en Wild R. Tendrás salario, un techo sobre tu cabeza y todas tus comidas. El hombre prácticamente salivaba. –No he terminado la escuela, algunos lugares esperan que lo hagas y ... –Yo tampoco lo había hecho cuando empecé a trabajar con caballos. Yo también puedo ayudarte con eso si quieres. –¿Por qué estás haciendo esto? El miedo volvió a brillar en sus ojos, y Billy se preguntó si alguna vez alguien lo había cuidado antes. —Mis padres se enteraron de que yo era gay cuando tenía diecisiete años, y me echaron. Acabé durmiendo en callejones hasta que encontré una granja que me contratara. Si un capataz no se hubiera arriesgado conmigo, no sé dónde habría terminado. El joven frunció el ceño: —¿Eres gay? –¿Tienes algún problema con eso? —preguntó Billy. –No, no hay problema. Aceptamos a todos en la granja, gais, mujeres, shifters. No nos importa si trabajas y respetas a todo el mundo. –Shifters? ¿En serio? ¿Realmente no te importa eso? –No —Billy resistió el impulso de preguntar qué tipo de Shifters era el hombre. Mientras que los seres humanos habían sabido sobre shifters por casi cien años, fuera de ciudades más grandes todavía eran tratados como ciudadanos de segunda clase, muchos de ellos eligieron permanecer Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 19 escondidos. Supuestamente tenían la misma protección bajo la ley, pero rara vez lo recibieron. Si fueras un shifter y gay, encontrar un trabajo en una zona rural podría ser casi imposible. Billy se inclinó y abrió la puerta del pasajero. —Te llevaré de vuelta a la granja, mi jefe tendrá que aprobar mi decisión antes de que pueda contratarte oficialmente, pero no creo que sea un problema. El joven meneó la cabeza. —Yo no te conozco. –Sólo quiero ayudar. Él frunció el ceño. —No es como si me fueras a lastimar. Billy se echó a reír. —No creo que lo haga. El hombre se levantó y caminó hacia el camión. –Soy más fuerte de lo que parezco. –No lo dudo, —respondió Billy. Le tendió la mano. Soy Billy Lawson. Él buscó la mano de Billy. Billy esperaba que apenas temblara o se negara a tocarlo por completo, pero miró a Billy a los ojos y tomó su mano con firmeza. Un hormigueo corrió a lo largo del brazo de Billy, y se perdió en las profundidades de los ojos verdes deljoven. Intentó no dejar que su reacción se reflejara en su rostro, pero el tipo también debió de sentir algo, porque inhaló bruscamente y dio un paso atrás. –¿Cuál es tu nombre? —preguntó Billy, su voz sonaba demasiado ronca. –Levi. –¿Tienes apellido, Levi? Él frunció el ceño. —Ya no. — –Ok. Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 20 Levi tiró su bolsa en el pequeño asiento trasero del camión y luego se deslizó hacia el frente con Billy y cerró la puerta. Billy mantuvo ambas manos en el volante para que Levi pudiera ver que no iba a obligarlo a hacer nada. Dudó durante unos segundos y finalmente dijo lo que pensaba. —Es muy tarde, estoy seguro de que estás cansado y hambriento, tengo una habitación de hotel a pocos kilómetros de aquí, voy a llevarte allí antes de que vayamos a la granja. Levi se puso rígido y alcanzó la manija de la puerta. —Espera. Los dedos de Levi se cerraron alrededor de la empuñadura, pero no abrió la puerta. Puedes quedarte en la habitación y pedir algo que te guste del menú de servicio de habitación. Levi frunció el ceño. –Mi jefe pagará por ello, me envió a pasar el fin de semana, una recompensa por ser un trabajador, más como castigo. Pero Billy no necesitaba entrar en eso. –¿Y tú, ¿dónde estarás? –Dormiré en el camión. Levi parecía preocupado. –No puedes hacer eso por mí. He dormido en lugares peores, estaré bien. Pero el cuarto es tuyo, puedo dormir en el camión, al menos será más cómodo que un autobús. Billy frunció el ceño. —¿Cuánto tiempo ha pasado desde que has dormido en una cama decente? Levi permaneció en silencio unos segundos. –No lo recuerdo. Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 21 –Entonces ha pasado demasiado tiempo. Levi miró a Billy y el dolor en sus ojos hizo que Billy quisiera aplastar a todos los que lo habían herido. –Gracias —dijo–. Con su voz suave casi desapareciendo. –De nada. CAPÍTULO TRES Billy abrió la puerta de su camioneta y saltó. Esperaba que le hubiera dado a Levi tiempo suficiente para comer algo y quedarse dormido. Había intentado dormir acurrucado en el asiento trasero de la camioneta, pero después de salir por la noche, olía a sexo y cerveza y quería desesperadamente una ducha. Entró en el vestíbulo del hotel. Uno de los miembros del personal miró hacia arriba desde el escritorio, pero al parecer, incluso después de su noche de libertinaje, no se veía muy aterrador... Entro al ascensor hasta su piso. Cuando llegó a la puerta, se detuvo y escuchó. No escuchó nada, así que entro. –Levi, soy yo, sólo tengo que ducharme. Habló suavemente en caso de que Levi estuviera dormida. Cuando no consiguió una respuesta, Billy entró más lejos en la habitación. Levi estaba tendido sobre su vientre, Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 22 ocupando toda la cama. Ni siquiera se había desnudado antes de quedarse dormido. Billy sonrió al ver cómo se veía joven e inocente. Billy hizo el menor ruido posible mientras se duchaba, pero Levi gritó mientras se vestía. Se sacudió los pantalones, dejándolos desabrochados y se asomó de la puerta del baño. –Está bien, soy yo, sólo necesitaba ducharme. Pero Levi no estaba despierto. Estaba gritando en su sueño. Se había encogido en una bola en el centro de la cama, y estaba temblando. — ¡No! — el grito. El corazón de Billy latía con fuerza. ¿Qué debía hacer? Le había prometido a Levi que se quedaría en el camión. Podía escapar de la habitación y dejar que Levi despertara de su pesadilla por su cuenta. El hombre seguramente no esperaba consuelo. Billy nunca lo tuvo cuando gritó en la noche, aterrorizado de monstruos imaginarios y reales. Pero Billy no podía alejarse. Se dirigió a la cama y se sentó en el borde. –Levi —dijo Billy tratando de despertarlo. –Por favor, — Levi sollozó, sacudiendo la cabeza y pateando como si estuviera tratando de apartar a alguien. No fui yo, no fui yo. –¡Levi! Billy llamó, más fuerte esta vez. —¡Despierta! Levi se estremeció y murmuró algo acerca de ser inocente. Billy se resistió a tocarlo porque eso podía asustarlo más. Extendió la mano y encendió la luz al lado de la cama, pero el brillo no despertó a Levi. El joven llamó de nuevo, las palabras ininteligibles esta vez. ¿Qué estaba soñando? –Levi! — Grito Billy. Levi abrió los ojos y jadeó, con un suspiro subió de nuevo a la cabeceará de la cama. Billy se levantó y dio un paso atrás. —Soy yo, no te Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 23 haré daño, sólo he venido a tomar una ducha. Los ojos de Levi eran enormes. Su pecho se elevó y cayó al mirar a Billy. Él era tan jodidamente hermoso. Billy quiso tirar de él en sus brazos y sostenerlo. Quería borrar aquella mirada de terror. ¿Qué mierda estaba mal con él, pensando en lo suaves labios de Levi cuando el hombre estaba aterrorizado y probablemente ni siquiera era gay? —Lo siento, me iré. Levi sacudió la cabeza. No lo hagas. — ¿No te vayas? Levi asintió con la cabeza. Su mirada recorrió el pecho desnudo de Billy y bajó hasta la piel expuesta por los pantalones abiertos de Billy. Se mojó el labio inferior con un rápido golpe de su lengua. Tanto por pensar que podría ser directo. La polla de Billy se llenó, pero trató de ignorarla. — ¿Quieres decirme de qué estabas soñando? –No puedo. Billy notó que no había dicho que no quería, No podía. ¿Qué diablos le había pasado? ¿Estaba huyendo de algo? Billy se sentó en el borde de la cama de nuevo. —Soy un buen oyente si cambias de opinión. –No lo haré, no sobre esto. Billy asintió con la cabeza. —Bueno. Algunas cosas eran demasiado horribles para decir en voz alta. Lo sabía muy bien. –¿Quieres hablar de otra cosa? él ofreció. Levi se encogió de hombros. —No soy muy bueno para hablar, no tengo mucha oportunidad, la mayoría de la gente ... ¿Tienen miedo de los shifters? Incluso si no sabían lo que eran, los humanos podían sentir un depredador cerca. ¿Fue por eso que Levi no pasó mucho tiempo hablando con la gente? Levi no dijo nada más, así que Billy se sentó, observándolo, notando cuán profundamente verdes eran sus ojos y cómo su cabello Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 24 negro se había encogido más fuerte cuando se había calentado durante su pesadilla. Parecía sedoso y suave. Billy quería correr sus manos a través de él que tuvo que apretar los puños para ayudarlo a resistir. La piel de Levi estaba sonrosada por pasar demasiado tiempo bajo el sol. Billy apostó que era naturalmente de un color pálido y cremoso, más perfecto que el suyo propio. La polla de Billy se tensó, y se maldijo. Sentado aquí con un joven asustado, eso no iba a ayudar a cualquiera de ellos. –Deberíamos dormir un poco. Levi no dijo nada hasta que Billy se levantó y se volvió hacia la puerta. —¿Puedes quedarte? La voz de Levi tembló. Billy se volvió y lo miró. El terror mostraba claramente en sus ojos. –Claro, voy a preparar el sofá. — Levi miró hacia abajo. —Bueno. — Parecía decepcionado. ¿Había querido compartir la cama? De ninguna manera podía hacer eso sin tocar a Levi, besarlo, llevar las cosas más allá de donde deberían ir. Billy encontró las sábanas para hacer el sofá cama. Levi se levantó y usó el baño. Cuando salió, Billy levantó la vista. Se había quitado la camisa, revelando un corte a través de su costado, justo debajo de sus costillas inferiores. Estaba rojo e hinchado alrededor de los bordes, probablemente por infección. –Déjame ver, —dijo Billy, caminando hacia él. Levi se volvió para esconder la herida. —No es nada. –No está bien, creo que está infectado. –Se está curando. Simplemente no lo toques. Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 25 Como un shifter, su cuerpo debería haber sido capaz de curar la mayoría de las heridas. ¿Había sido incapaz de cambiar después de que se lesionara? ¿O era la mente de Billy jugandotrucos sobre él, y Levi era humano después de todo? De cualquier manera, la herida necesitaba atención. –Tengo un poco de ungüento en el camión que te ayudará, por lo menos déjame conseguirlo para ti. Levi suspiró. —Ok. Billy agarró su camisa del baño y se apresuró a sacar el botiquín de primeros auxilios del camión. Cuando regresó a la habitación, Levi estaba sentado en la cama usando sólo su bóxer. Su pecho estaba pálido y en su mayoría casi sin pelo. Sus pezones oscuros se habían apretado con el aire helado. Billy dejó que su mirada siguiera el oscuro sendero que conducían a la cintura de su ropa interior. Sus muslos eran musculosos y cubiertos de pelo que brillaba en la luz. Billy ansiaba correr sus dedos sobre ellos y sentir el contraste de las texturas de la suave y dura piel del musculo. Pero Levi no sólo estaba asustado y herido, sino que esperaba estar trabajando para Billy pronto. Billy sería un idiota para hacerle un pase. Dejó el botiquín en la cama. —Acuéstese de lado, puedo tener una mejor vista de esa manera. Levi hizo lo que le pidió, pero Billy vaciló, su corazón martilleando ante la idea de inclinarse sobre la forma inclinada de Levi. La otra opción era que Levi se sentara y Billy se arrodillara. Eso sería más tentación de lo que él podría resistir, especialmente una vez que miró hacia arriba y vio esos grandes ojos verdes. Billy se sentó en la cama junto a Levi. El silencio pesaba entre ellos. Billy estaba acostumbrado a trabajar en caballos heridos, aunque él había Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 26 hecho su parte en curar a los trabajadores de la granja, pero nunca una herida tan mala. Intentó distanciarse, ver la herida, no al joven hermoso. Los bordes de la hendidura eran irregulares. Se puso un guante de látex del kit de primeros auxilios y tocó la piel alrededor de la herida. Como él había sospechado, Estaba ardiendo. –¿Qué sucedió? —preguntó, dudando de que obtendría una respuesta directa. Durante varios segundos, Levi no respondió. Luego dijo —No querrás involucrarte. –Si eso significa mantenerte a salvo, entonces lo hare. Levi no dijo nada más. –¿El corte fue hecho por un cuchillo? No se parece a ninguna herida de cuchillo. Billy silbó. — Debe haber sido un gato. –No, era un gato. –Fue un puto león de montaña, ¿de acuerdo? Eso es todo lo que puedo decirte. Esto respondía sus dudas sobre Levi de ser uno. Un humano estaría muerto o peleando por su vida en un hospital después de meterse con un león de montaña. Levi jadeó cuando Billy frotó una pomada antibiótica de prescripción sobre la herida. Billy estaba agradecido de que le sobrara algo cuando un muchacho se había pinchado el pie con un clavo. Debería llevar a Levi a una clínica, pero muchos médicos eran reacios a trabajar con shifter y no creía que Levi aceptara ir. Esto tendría que hacerse hasta que estuvieran de vuelta en la granja. Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 27 Levantó una mano a la frente de Levi. Él estaba caliente, pero todos los shifters eran más calientes que los seres humanos. — ¿Te sientes febril? Levi sacudió la cabeza. — ¿Estás seguro de que no quieres contarme más sobre lo que pasó? –Sí. Billy sabía que si seguía empujando sólo haría estallar a Levi, así que se dio por vencido. Deseaba que Levi al menos admitiera ser un shifter para poder hablar abiertamente de por qué no había podido sanar, pero no se atrevió a preguntar. Lo último que quería era que Levi se asustara y corriera. Si Billy pudiera llevarlo a la granja, se abriría eventualmente. No sería capaz de esconder lo que era de Cole o Jonás. Levi giró y se sentó inesperadamente. Ahora apenas unas pulgadas separaban sus cuerpos. Billy trató de retroceder, pero estaba congelado. Levi lo observo, con los labios entreabiertos. —Gracias. Su voz era tan suave que Billy apenas lo oyó. –Levi, El nombre sonaba como una súplica. No lo beses, se dijo Billy. Levi deslizó su lengua sobre su labio inferior, mojándolo. Estaba respirando con dificultad. Miró a los ojos de Billy, y por un segundo, Billy vio una lujuria depredadora en su mirada. No podía recordar jamás sentir una necesidad tan fuerte de ofrecerse a sí mismo como lo hizo en ese momento. Levi se acercó más, sus ojos ahora entre amarillo y verde de un gato. Si Billy separaba los labios, si le ofrecía su garganta, Levi lo llevaría. Billy se alejó de la cama y se levantó. Levi lo miró fijamente y el dolor volvió a sus ojos. Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 28 –Levi, nosotros ... –No lo hagas. Su voz ya no vulnerable, era dura de nuevo. Billy odiaba herir a Levi, pero si lo hubiera besado, se habría estado aprovechando. Una vez que Levi tuviera un trabajo y un hogar, sabría que estaba a salvo, entonces Billy podría pensar en ... pero Levi probablemente no estaría interesado en él para entonces. Lo deseaba ahora porque Billy era amable, y Levi estaba solo, probablemente incluso más solitario que Billy, pero no usaría eso como excusa para quedarse en la cama con Levi. Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 29 CAPÍTULO CUATRO Billy dormito un poco, no había podido dormir realmente con Levi al otro lado de la habitación. Cuando llegó el sol, se dio por vencido y pidió el desayuno para los dos, suaves ronroneos venían de la cama donde Levi dormía profundamente. Billy tomó su desayuno en el balcón y dejó el de Levi cubierto, esperando que no se pusiera demasiado frío antes de que se despertara. Después de que terminó de comer, entró para tomar su teléfono y llamar a Cole. Necesitaba advertirle que llevaría a Levi con él. –Buenos días, —Levi murmuró, sentándose y parpadeando ante la luz brillante cortando a través de la puerta del balcón. Se pasó una mano por el pelo, que estaba pegado a un lado. Se veía terriblemente joven en su estado desaliñado. –Buenos días —respondió Billy, dándose cuenta de que había estado mirando y esperando que Levi todavía tuviera demasiado sueño para notarlo. —Te traje un poco de desayuno —añadió mientras buscaba el teléfono que había dejado en la mesilla de noche. Levi salió de la cama y tropezó hacia la mesa donde Billy había puesto la bandeja. Sus ojos se ensancharon cuando levantó la tapa de su plato. —¡Guau! Billy no estaba seguro de lo que Levi le gustaba más, así que había conseguido un plato con tocino, salchichas, huevos, patatas fritas y crepes. Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 30 –No creo que haya visto tanta comida en un plato. — Levi parecía un niño en la mañana de navidad. Billy sonrió. Voy a llamar a mi jefe y hacerle saber que vendrás a casa conmigo. La alegría de Levi huyó. Tal vez sería mejor si me dejarás en una parada de autobús. Billy luchó contra el impulso de gritar. —No. Tu herida necesita más tratamiento, y necesitas un lugar para vivir y un trabajo, donde serás tratado con justicia. –Yo puedo cuidar de mí mismo. –Estoy seguro de que puedes, pero no tienes que hacerlo. Levi frunció el ceño. —No puedes obligarme a ... Billy suspiro. —Tienes razón, no puedo forzarte y no lo haré, pero he estado en las calles y he sido intimidado, golpeado y jodido. Finalmente, encontré a alguien que estaba dispuesto para dejarme hacer lo que mejor hago, trabajar con caballos, y a él no le importa mi pasado. Ésa fue la mejor cosa que me ha pasado. Tal vez, sólo tal vez, me gustaría mostrar la misma amabilidad contigo, porque no importa que seas un shifter... Mierda, él no había querido decir eso, pero no podía recuperarlo. El color desapareció del rostro de Levi. Se balanceó sobre sus pies y agarró el respaldo de una silla. Billy tomó su brazo y lo ayudó a sentarse. Luego le tendió su plato. —Come. Levi hizo un esfuerzo para comer varios bocados. Billy le sirvió una taza de café de la jarra y la dejó sobre la mesa a su lado.—Lo siento. –Yo también. –Está bien, no tienes razón para confiar en mí. Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 31 Levi frunció el ceño. —Has hecho todo lo que dijiste, y ni siquiera me besaste cuando me ofrecí anoche. El calor se precipitó hacia el rostro de Billy. –Quería. Levi abrió mucho los ojos. –Oh, mierda. — Billy sonrió. —Bueno sí. —Ambos se rieron. –Estoy demasiado viejo para ti —dijo Billy, porque en ese momento se sentía como de un millón de años mientras miraba la sonrisa pícara en la cara de Levi. Levi resopló. —¿Qué tienes veintiséis, veintisiete? –Veintinueve, cumpliré treinta el próximo mes. Levi puso los ojos en blanco. —Eso no es viejo. –Jonás dice lo mismo, pero es aún más joven que tú. –¿Quién es Jonás? Una vez más, el gato apareció en los ojos de Levi. ¿Estaba celoso? El corazón de Billy aceleró con la idea, pero se regañó. No tenía por qué engañar a nadie en la granja, especialmente a este joven con ojos brillantes y con problemas que pretendía rescatar, no seducir. Le había prometido a Levi que no lo tocaría, y se mantendría fiel a su palabra, aunque Levi quisiera otra cosa. –Es el compañero del señor Wilder. Levi consideró esto durante unos segundos. —¿Socio como socio de negocios? –Pareja como marido, no que este maldito estado lo reconozca. –¿El Sr. Wilder es gay? Billy asintió con la cabeza. —Te dije que no discriminábamos en la granja de Wild R ... Todo el mundo tiene una oportunidad justa ... Infierno, Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 32 uno es un ex convicto. Él fue encerrado por intento de asesinato, pero Cole fue a su ayuda y lo contrató. Casi llegamos a los golpes por él. —Billy hizo una pausa cuando se dio cuenta de que el rostro de Levi se había vuelto blanco otra vez. –¿Qué pasa? ¿Tienes un registro? Está bien si lo haces, yo estaba sólo… –Yo–yo no. Billy esperó para explicar su reacción, pero no lo hizo. Billy estaba más decidido que nunca a explicarle cómo había terminado en Nashville con una herida que habría sido fatal para un ser humano. –Así que sí, Cole es gay y Jonás es su compañero, es un shifter caballo y un gran tipo. –¿También Cole es shifter? —Sí, es un lobo. –Un lobo y un caballo y son ... Billy se echó a reír. —Las chispas vuelan a veces y no sólo en el buen sentido, sino lo que son el uno para el otro. Billy esperó que su voz no sonara tan melancólica como él temía que lo hiciera. Unas horas más tarde, Billy condujo el largo camino que conduce a la casa de campo. Cole se había cabreado al principio cuando Billy le dijo que regresaba a casa un día antes, pero una vez que supo por qué, él cedió. Le gustaba jugar al áspero y rudo hombre lobo, pero no era nada más que un amable cuando se trataba de alguien que había sido herido o abandonado. Wild R Farm verdaderamente se había convertido en un refugio para los vagabundos de todo tipo y a Billy no le importaba desde que él mismo había sido uno. Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 33 Levi había estado en silencio durante la última mitad del viaje. Estaba nervioso como cualquier persona cuando se dirigía a una entrevista de trabajo, pero Billy estaba seguro de que había algo más pesando sobre él, algo mucho más siniestro y probablemente relacionado con su herida. Esperaba que Levi confiara en él o en otra persona en la granja. Tenía el aspecto de un hombre que deseaba desahogarse. Cuando casi estaban a la vista de los edificios de la granja, Levi habló. —Tú tenías razón, soy un shifter, un león de montaña. Las palabras de Levi asustaron a Billy con tanta fuerza que sacudió la rueda, casi expulsándolas de la accidentada carretera de grava. –Sé que ya lo habías adivinado, pero tenía que decirlo antes de conocer a todo el mundo, el jefe lo sabrá tan pronto como me conozca, y pensé que merecías saberlo primero. –Gracias. –Debería estar agradeciéndote, has sido amable conmigo sin ninguna razón. Billy se encogió de hombros. –A veces la gente es buena porque es lo que ellos quieren ser. –Bueno, gracias de todos modos. –De nada. Billy señaló el largo edificio de madera que se encontraba al lado de la carretera. –Ese es el cobertizo y cuando vayamos por este turno ... allí están, el granero principal y la casa. —Es mucho más grande que cualquiera de los graneros en los que he trabajado. –Es una granja de buen tamaño y nosotros estamos planeando una ampliación al granero. Entrenamos caballos y los vendemos o los entrenamos para sus dueños. Habíamos estado comprando potros para Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 34 entrenar, pero acabamos de comenzar un programa de cría. Danielle, nuestra entrenadora principal, es increíble. Ella tiene una lista de espera ahora mismo. –Si el señor Wilder me contratara, trabajaré duro, nunca he tenido la oportunidad de probarme, pero puedo hacer lo que me pidas. Billy se alegró de oír la confianza en la voz de Levi. Iba a estar bien. Billy sólo deseaba ...Nah, no hay punto en desear lo que no podría ser. —Tendrás la oportunidad —dijo, mientras estacionaba el camión junto al granero. Levi se acercó y le apretó el brazo. Cuando miró a Levi, los ojos del joven se llenaron de una emoción intensa que Billy no quiso analizar. –Realmente aprecio lo que has hecho por mí. Billy asintió, sin confiar en sí mismo para hablar. Cuando Levi se soltó, Billy perdió instantáneamente el calor de su mano. Salieron del camión, Cole y Jonás salieron al porche para encontrarse con ellos. Cuando Billy introdujo a Levi, Cole se tensó. Si estuviera en forma de lobo, sus orejas estarían levantadas y la piel de su espalda se elevaría. Levi se congeló, y sus ojos brillaron con la mirada de un gato feroz. Eran dos depredadores que se median entre sí, y Billy de repente vio a Levi muy diferente. Ahora no era un niño asustado. Era toda la bestia dominante y la vista hizo que Billy temblara. ¿Cómo sería que un depredador lo sujetara al colchón y tomara lo que quería? Recordó el destello de lujuria en los ojos de Levi cuando se sentaron en la cama juntos y su boca se secó. Jonás respiro profundo, pero no dijo nada. Sólo se paró en el porche mientras Cole bajaba las escaleras y daba vueltas a Billy y a Levi. ¡Mierda! Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 35 ¿Se iban a pelear? ¿A quién defendería Billy si llegara el caso? Miró a Jonás, y Jonás le dio un pulgar hacia arriba. Debe creer que podía llamar a Cole al frente si lo necesitara Billy no había pensado que sólo había espacio para un depredador superior en una granja. ¿Había cometido un error al traer a Levi aquí? Levi no retrocedió cuando Cole lo evaluó, pero tampoco atacó. Se volvió y mantuvo su mirada fija en Cole mientras Cole caminaba alrededor de él, deteniéndose después de que hubiera hecho un círculo completo. Cole lo miró de arriba abajo una vez más, entonces sonrió y le tendió la mano. –Cole Wilder, soy dueño de esta granja. Te ves como si pudieras mantener la calma, Me gusta eso. Si puedes seguir las órdenes de un lobo, podríamos intentarlo. –Levi asintió con la cabeza. Puedo hacer eso, señor. –En su mayor parte, Billy da las asignaciones a los trabajadores. Espero que hagas lo que él dice, que trabajes duro y que te llevas bien con todos aquí, sin importar su especie. Levi sonrió, —eso no será un problema. Los dos hombres se dieron la mano y Billy vio la tensión de los hombros de Levi. –Yo soy un buen trabajador, no me llevo muy bien con los caballos, pero trabajaré hasta que lo haga. Cole sonrió. —Ellos no me toman fácilmente tampoco —Billy te iniciará en trabajos en los que no interactúas directamente con ellos, y veremos cómo funciona. Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 36 Cole introdujo a Jonás y afortunadamente, Levi no parecía ni un poco inclinado a comer al joven caballero. Entonces Tristán,el primo de Jonás, salió de la casa. El padre de Jonás había dejado a su familia cuando Jonás tenía diez años, pero Jonás poco a poco había estado conociendo a algunos miembros de su familia. Cuando Tristán había pedido trabajo en la granja para que pudiera escapar de su madre protectora, Cole había aceptado. Tristan había sido un dolor en más de una forma para Billy, pero él era incluso mejor en calmar a los caballos que Jonás, así que lo mantuvieron alrededor. –Oooh, ¿qué tenemos aquí? —Tristan preguntó, caminando derecho hasta Levi, aunque sus sentidos seguramente le dijeron que Levi era un gato salvaje. Jonás puso los ojos en blanco ante la muestra dramática de interés de Tristán. –Este es Levi, Billy lo conoció en Nashville, va a probar a trabajar aquí. Tristan miró a Levi de arriba a abajo. —Puede probarme en cualquier momento. La furia estalló a través de Billy como la lava explotando desde un volcán. Agarró el brazo de Tristan y lo apartó de Levi. –He aguantado mucho de tu mierda, pero no quiero que molestes a los trabajadores. Tristan sonrió y miró desde Billy a Levi y otra vez. —Veo como es. Se volvió hacia Levi, le guiñó el ojo y se lamió los labios. —Si alguna vez estás en una posición de un trio, ven a buscarme. —Se rio mientras se alejaba. Billy luchó contra el impulso de perseguirlo y golpearlo. ¿Cómo se atreve a tratar a Levi como un trozo de carne? Cómo ... Billy se dio cuenta de que Levi, Jonás y Cole lo miraban fijamente. Trato de ocultar lo que Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 37 sentía por Levi, pero no tenía que actuar sobre esos sentimientos. Él no iba a dejar que una pequeña zorra como Tristán lo hiciera tampoco. Se salvó de tener que comentar sus acciones cuando algunas de los otros trabajadores vinieron a unirse a ellos. Billy presentó a Levi y Cole le pidió a Manuel que le mostrara a Levi su habitación en el cobertizo. Billy quiso protestar. La herida de Levi necesitaba atención y él quería ser el que le mostrara a Levi, pero no creía que Levi quisiera que mencionara la lesión frente a todos. Si Levi hubiese sobrevivido tanto tiempo sin una infección severa, duraría un poco más. Cuando Levi agarró su bolsa del camión de Billy, miró a Billy por encima del hombro. El depredador se había ido y el niño asustado estaba de vuelta. Billy sonrió, deseando tranquilizarlo. Lo que realmente quería hacer era envolverlo en sus brazos y besarlo hasta que el brillo salvaje volviera a sus ojos, pero eso no iba a suceder. No hoy y tal vez nunca. Billy comenzó a dirigirse hacia el granero, pero Cole lo llamó. Siguió a Cole ya Jonás a la cocina donde Jonás le ofreció una taza de café. Lo tomó con gratitud. Facilitaría el frío del día y lo ayudaría a mantenerse despierto después de su noche casi sin dormir. Cole rechazó la oferta de café y paseó por la cocina como si la encontrara demasiado encarcelada. — ¿No me dijiste que Levi era un gato? Billy no podía decir si Cole estaba realmente enojado o si simplemente no le había gustado estar sorprendido. —No creía que lo necesitara. Cole gruñó. —Cada vez que traes a un peligroso depredador a esta granja, necesitas hablarme de ello. Jonás puso una mano en el hombro de Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 38 Cole. —Calma. Cole puso su mano sobre la de Jonás y respiró hondo. — Estoy bien. –No sabía con certeza si era un shifter hasta que estuvimos casi aquí. Cole lo miró con las cejas levantadas. —Lo sospeché. Cole continuó fulminándolo. Claramente no estaba creyendo esta historia. –De acuerdo, estaba bastante seguro, pero no quería hablar de sí mismo. –Entonces tal vez deberías haberlo tomado como una advertencia. Billy golpeó su taza de café hacia abajo, salpicando el líquido caliente en el mostrador. —¿Desde cuándo tienes un problema conmigo rescatando a un niño asustado que no tiene dónde ir? –No es un niño. Billy lo ignoró. —Necesitaba nuestra ayuda, pensé que querrías que lo trajera aquí en vez de dejarle que siguiera vagando hasta que se le acabara el dinero ... Ya viste lo bonito que es ... ¿Cuánto tiempo crees que duraría en las calles? –Si alguien tratara de hacerle daño, cambiaría y los mataría. Billy apretó los puños para no dar un golpe a Cole. —Así que preferirías que matara a alguien y que no aceptara un trabajo aquí. Cole soltó un largo suspiro y se pasó una mano por el pelo. —No, no me gusta que me sorprendan y no quiero que lastime a nadie, los gatos son peligrosos. –Y los lobos no? Cole jadeó. Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 39 –No te preocupaste por ponernos en peligro cuando contrataste a Ryan, un ex convicto. –Es humano, podría acabarlo un segundo. Billy frunció el ceño. —No puedes parar una bala y ni siquiera sabías que podrías cambiar entonces. Cole sacudió la cabeza. —No importa en qué forma estoy, todavía puedo tomar a cualquier humano puro. Billy resopló. —Le di un plazo para su dinero. Cole rio a pesar de sí mismo. —Tal vez ... ah, mierda, tal vez estaba equivocado, tal vez no debería haber aceptado a Ryan tan rápido, pero por eso lo hice. –Tienes razón sobre él, es un buen tipo. Cole asintió. —Tuvimos suerte. —¿Por qué es realmente diferente con Levi? –No hay garantías de que pueda ir contra un león de montaña y ganar. Jonás había estado haciendo sándwiches en el mostrador, pero se volvió hacia los dos, La ira oscureciendo sus ojos marrones. —¿Por qué estamos hablando de esto? Levi puede ser un Shifter Gato, pero también está asustado y desesperado, no vamos a rechazarlo. Cole soltó una respiración áspera. —Por supuesto que no, solo estoy preocupado. –Confío en él, —dijo Billy. Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 40 –Siempre has tenido buenos instintos, pero después de tu reacción ante el coqueteo de Tristán, estoy pensando que hay más que confianza entre ustedes dos. Billy se tensó. —No la hay. Jonás sonrió. —Así que sientes que debes proteger la virtud de Levi. –Él va a estar trabajando aquí, por lo que está fuera de los límites para Tristán. –Y para ti —añadió Cole. Jonás miró a Cole como si hubiese perdido la cabeza. — ¿Entonces debería salir de tu cama? —¿Qué? — Cole rugió. –Estamos juntos, Cole, y acabas de decir ... Cole miró a Jonás. —Eso es diferente. Jonás levantó una ceja. — ¿Lo es? Billy interrumpió la pelea de amantes. —Levi necesita recuperar su vida, le prometí que todo lo que quería hacer era ayudarlo, él confía en mí y no voy a aprovecharme. Jonás frunció el ceño. —No dejes que la obstinación te haga ciego. Cole miró a Jonás. Su ira se evaporó, y su devoción era fácil de ver. —Jonás tiene razón ... Yo ... Dios, ¿me vas a hacer admitir que me equivoqué dos veces en un día? Billy resopló. —Eso sería un récord. Cole gruñó. —Vete de aquí, y revisa a tu pequeño Shifter, no lo revises por mucho tiempo, has estado fuera dos días, tenemos mucho trabajo. Billy no podía creer el cinismo de Cole. —Me has obligado a irme. Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 41 Cole rio. — ¿no puede un hombre bromear por aquí? Jonás señalo a Billy hacia la puerta. –Esa es mi estrategia favorita. Cole gruñó, pero la expresión de su cara decía que estaba más interesado en joder a Jonás Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 42 CAPÍTULO CINCO Más tarde esa mañana, cuando las otras personas se habían dispersado, algunas llegaron a la ciudad, otras tomaron un caballo para dar un paseo o hicieron lo que quisieran en su día libre, Billy llamó a la puerta de la habitación de Levi. —Venga —le llamó. Billy abrió la puerta. La espalda de Levi estaba girada y estaba limpiando el estante. Billy sonrió al simple gesto doméstico. —Soy yo. –Lo sé, reconozco tu olor. Billy estaba acostumbrado a que Jonás y Cole supieran si estaba cerca, pero había olvidadoque Levi tendría la misma habilidad. Levi se volvió cuando no respondió. —Lo siento, ¿te parece extraño? –No, en realidad me gusta. Levi respiró hondo y profundamente. —Puedo aprender mucho sobre un hombre por cómo huele. Billy se estremeció. La lujuria en la cara de Levi lo tenía duro en cuestión de segundos. Se miraron el uno al otro. El corazón de Billy latía con fuerza y su polla le suplicó que se arrodillara y le mostrara a Levi lo mucho que lo deseaba, pero al final, su gran cabeza ganó. Levi podría quererlo ahora, pero Billy no podía imaginar que duraría, no una vez que Levi se estableciera aquí. En este momento Billy representaba seguridad y comodidad. Incluso sin Cole. Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 43 Tal vez Levi quisiera a alguien más joven y menos tenso que él, y él no necesitaba ese dolor. La única cosa peor que estar solo sería empezar algo y luego ser abandonado. Billy finalmente encontró su voz. —Debería volver a mirar tu herida. Levi se puso tenso. Estoy bien, de verdad. —¿Has cambiado desde que sucedió? –Una vez. Billy lo fulminó con la mirada. Necesitaba más información. Levi suspiró. —Me alejé de ... el gato y corrí por el camino, apenas tuve suficiente fuerza para cambiar, pero me las arreglé. —Cuando volví a ser humano, me arrastré hasta un taxi y me desmayé. No sabía exactamente cuánto tiempo llevaba fuera, ni siquiera sabía dónde estaba en ese momento, apenas tuve la energía para cambiar. —¿Los cambios no te curaron? –Lo hizo, pero no todo... Lo que viste... eso no era nada comparado con cómo empezó, mis tripas eran como…. Una oleada de miedo pasó por encima de Billy. Había llegado muy cerca de no conocer a Levi. —Déjame tratarlo. Levi sacudió la cabeza. —Está bien, si no me mató para empezar, no voy a morir de infección ahora. Billy no iba a dejar pasar esto. —O lo examino o cambias de puesto. —¿Aquí? Billy miró alrededor de la habitación. Había mucho espacio. ¿Por qué no? —¿Vas a ver? —preguntó, haciéndola sonar sucia como Billy le estaba proponiendo que lo observara sin cambiar su forma de animal. Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 44 Claro, lo dejaría desnudo cuando volviera a ser humano, pero la mayoría de los shifters no eran demasiado particulares acerca de la desnudez. –Simplemente nunca ... no delante de nadie. –He visto a Cole, Jonás y Tristan cambiar, pero siempre puedo darte una inyección de antibióticos si no quieres. Más ungüento funcionaría bien, especialmente si el proceso natural de sanación de su cuerpo ya estaba funcionando, pero de repente, Billy realmente quería ver a Levi en su forma de gato. Levi levantó su camisa y deslizó su mano sobre la carne pálida junto a la herida. Luego se puso la camisa por encima de la cabeza. Con los ojos puestos en Billy, se desabrochó los pantalones y los dejó caer. Estaba desnudo por debajo. Se quitó los pantalones con los pies descalzos. Billy aspiró el aliento mientras contemplaba a Levi completamente desnudo. Su polla era semidura, y Billy quería envolverle la mano y sentirla hincharse. Levi era largo y delgado, pero Billy podía sentir el poder en su cuerpo. Cuando Billy se encontró con su mirada, Levi lo miró como si quisiera saltar sobre él y devorarlo. Billy se estremeció. Tal vez ver no era una buena idea. Había oído decir a Cole que el cambio le ponía caliente. Tal vez debería buscar a alguien que mirara la herida de Levi. Danielle era competente, pero no iba a compartir el secreto de Levi con nadie más. Levi era suyo —¿Estás listo? Levi preguntó. Billy asintió con la cabeza. –Nunca he herido a nadie en forma de gato a menos que me hagan daño primero. Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 45 Billy no estaba preocupado por nada más que por la herida, la palpitante lujuria que amenazaba con hacerse cargo de sus sentidos. — Confío en ti, si esto fuera peligroso, me lo dirías. Levi cerró los ojos. Billy trató de actuar como si el cambio de Levi no fuera un gran problema, que no era sexual, pero ver el poder en el cuerpo de Levi, el dominio de su gato, lo haría querer a Levi aún más. Billy era generalmente tan jodidamente sensible. ¿Por qué de repente quería jugar con fuego? Levi bajó la cabeza. Alzó la mano y sus brazos se extendieron y cambiaron, las manos se convirtieron en patas, las garras se extendieron. Se dejó caer a cuatro patas, su rostro se alargó y cambió, entonces Billy estaba mirando a los ojos verdes de un león de montaña. Era enorme, más grande de lo que Billy esperaba que fuera. Su piel de oro parecía suave, pero sus garras parecían mortales. Billy retrocedió un paso y el gato se acercó a él. Se dijo a sí mismo que no debía tener miedo. Si corriera, Levi lo perseguiría y luego lo atraparía y lo devoraría. Pero cuando Billy imaginó el escenario, vio a Levi en forma humana más que como gato, y quería que Levi lo dominara. Levi se deslizó hacia él, los hombros de su gato rodando mientras su gran cuerpo se movía suavemente, silenciosamente. Estiró el cuello y olisqueó, levantando el labio y dando a Billy una mirada de sus largos colmillos. Una gota de sudor rodó por el rostro de Billy, y se dio cuenta de que su pecho y espalda se habían humedecido. Billy alargó el brazo, dejando que Levi olfateara el dorso de su mano como si fuera un gato de la casa. Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 46 Levi se frotó la cara contra la mano de Billy, presionándolo, marcándolo. Levi le dio un codazo en la muñeca y lo giró para que Levi pudiera pasar su lengua áspera por la palma de Billy. Los ojos de Billy se abrieron cuando jadeó. Miró a Levi, perplejo. El gato se deslizó hacia atrás, toda su gracia desaparecida. Levi se levantó sobre sus patas traseras, dejándose volver a ser humano. –Lo siento, mi gato, sólo necesitaba .... —Está bien. Billy no podía pensar. Levi estaba desnudo, y su polla estaba completamente erguida, esforzándose hacia arriba. Billy dio un paso atrás, más temeroso de lo que había sido cuando Levi era un gato masivo. Iba a perder el control y avergonzarse. Billy se preguntó si Levi había sido tocado con cuidado y amor. Billy quería ser el hombre que le mostrara eso, y quería ver hasta qué punto los instintos depredadores de Levi lo empujarían en la cama. Pero había tantas razones por las que eso era una mala idea. Billy se volvió para alejarse. –¿No vas a ver si mi herida se curó? —Levi preguntó, su voz temblaba. La tensión corría entre ellos como un relámpago. Billy se volvió y miró al lado de Levi. La herida todavía parecía fea y dolorosa, pero la hinchazón y el enrojecimiento alrededor de los bordes se habían reducido. Si él tuviera que adivinar, él diría que ya no se sentiría caliente al tacto, no que se atreviera a tocar a Levi ahora, no cuando todo lo que podía pensar era en la sensación de su lengua felina contra la mano de Billy, pero en forma humana esta vez. Luego quiso que repitiera el gesto en cada pedacito de su cuerpo. Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 47 –Yo ... creo que vas a estar bien, —dijo Billy. Tropezó a través de la puerta y corrió hacia el granero. Cuando estuvo a salvo dentro, se detuvo y caminó hacia la oficina del otro extremo. No iba a pensar más en Levi. Estaba a salvo. Se alimentaría. Tenía un trabajo y Billy también. Necesitaba hacer su trabajo y sacar de su mente la imagen de esos ojos felinos llenos de lujuria. Sabía que era vulnerable y necesitado. Seguro que se había metido en problemas de esa manera cuando era un adolescente. No se aprovecharía de Levi, y no se pondría en condiciones de caer por alguien que sólo necesitaba a Billy mientras encontraba su camino. Pasaron semanas y Billy vio a Levi sentirse más cómodo en la granja. Él y Cole tendían a darse un amplio espacio, pero no habían tenido más enfrentamientos yCole estaba complacido con el desempeño de Levi. Era un trabajador eficiente y tenía un don para el trabajo eléctrico. Había vuelto a conectar algunas de las viejas luces del establo y había arreglado el tractor. Algunos de los caballos más fáciles, como Snowball y Lady, comenzaban a aceptar a Levi. La bola de nieve incluso le dejó prepararla. Parecía estar llevándose bien con todos y había dejado claro en más de una ocasión que le gustaría pasar más tiempo con Billy, pero a pesar de la forma en que le dolía el pecho a Billy, había rechazado a Levi, casi ignorándolo a menos que tuviera que hablar con él sobre el trabajo. Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 48 Una tarde, cerca de un mes después de conocer a Levi, Billy se apoyó en la puerta abierta del granero y miró al otro lado del patio. Jonás y Levi estaban sentados en los escalones del porche, tomando unas tazas de café y hablando, con una mirada intensa en ambas caras. No llevaban un abrigo, incluso si la temperatura estaba flotando cerca de cero. En días como este, Billy envidiaba la elevada temperatura corporal de los Shifters, Él fingió que estaba tomando un descanso. En verdad, se quedaba allí porque no podía apartar la mirada de Levi. Había esperado que una cierta distancia lo curara de querer desesperadamente al hombre más joven, pero ansiaba tocarlo tanto o más de lo que había pasado la noche que se habían conocido. Billy oyó pasos que descendían por el pasillo entre los puestos. Se volvió y vio a Cole. Al ser medio humano, Cole no podía ignorar el frío tan fácilmente como un Shifter puro, pero él llevaba una chaqueta de mezclilla ligera mientras Billy necesitaba una mucho más gruesa. Cole se detuvo junto a él. —Todo se ve bien con los planes para la construcción, yo digo que avanzamos como estaba planeado. Billy asintió, todavía observando a Jonás y a Levi. Cole siguió la dirección –Qué es tan interesante ... Sus palabras se apagaron, y Cole gruñó. Jonás tenía la mano en el muslo de Levi. —Sólo son amigos, — advirtió Billy. –¿Cuánto crees que durará? —Se burló Billy se volvió hacia él, incrédulo. —Jonás nunca te engañaría. Cole frunció el ceño. —Lo sé, pero ... Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 49 Billy no podía creer lo que estaba oyendo, un show de posesión era típico de Cole, pero seguramente no dudaba del amor de Jonás por él. Cole, hablo en serio, nunca he visto a una pareja tan enamorada como Jonás y tú. –Pero ¿puede durar la mierda así? Billy lo miró fijamente. –¿Qué diablos se te ha metido? Cole se encogió de hombros. —No lo sé, desde que Jonás se enteró de que su padre vivía tan cerca y empezaron a hablar de nuevo ... Cole dudó. No quieres oír hablar de esto. –Lo hago si quieres contarme, somos amigos, Cole, al menos espero que lo seamos. –Por supuesto que somos amigos. —Salvó este lugar y me salvó, pero estoy aquí preocupado por mi novio como un adolescente y ... –Está bien. — Y lo era, sobre todo. Billy no había tenido muchos amigos desde que su familia lo echó fuera, y él estaba más cerca de Cole de lo que había estado con alguien en mucho tiempo. Cole continuó. —Jonás me llevó a la tierra que su papá posee mientras estabas en Nashville, y ver a Jonás con otros jóvenes Shifter de caballos me hizo preguntarme si debía decirle que se quedara allí, estaba tan feliz, como si perteneciera allí y yo vi como algunos de ellos lo miraron, incluso flirteó cuando otros caballos hicieron conocer su interés, nunca lo hace con nadie más. Billy nunca había visto a Cole tan derrotado, excepto cuando Jonás había desaparecido. –Jonás está aquí contigo, te ama, Cole, todo el mundo lo ve. Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 50 –Pero ¿estoy haciendo mal, al mantenerlo aquí? Te aseguro que sabía que no lo harías quedarse después de que Nathan fuera arrestado, está aquí porque quiere estarlo, pero habla con él si estás preocupado. Cole frunció el ceño. —No soy demasiado bueno en eso ... –Sí, yo tampoco. Cole volvió a mirar al patio. Levi se dio la vuelta. Miró a Billy y Billy lo miró fijamente. El dolor en sus ojos hizo el nudo estomago de Billy. Cole suspiró. —¿Hay algo mal entre ustedes dos? –No hay nosotros dos, —dijo Billy, con voz baja. Cole resopló. —Ignora lo que dije el otro día acerca de no involucrarme con él, sólo estaba siendo paranoico Levi es un buen hombre, e incluso he notado la forma en que él te ve. –Estoy bien, ve con tu hombre. Billy se apartó del marco de la puerta y termino la conversación. –Tal vez deberías hacer lo mismo. Billy sacudió la cabeza. —Levi está haciendo un gran trabajo aquí, no voy a joder con eso. Cole gruñó y lo fulminó con la mirada. —No me hagas enviarte a otras vacaciones. –¡Ay !, con nosotros teniendo la construcción en dos semanas, y los potros debidos casi al mismo tiempo, eso así que no va a suceder. Una semana después, Billy estaba trabajando en la oficina. Las hojas de cálculo de la compra de suministros no coincidían, y estaba irritado como una mierda. El sonido de un motor lo distrajo y miró por la Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 51 ventana. Levi acababa de parar en uno de los camiones. Estaba tratando de hacer que algunos viejos generadores volvieran a funcionar antes de que las yeguas que estaban en el potro dieran a luz, y él había ido a la ciudad por algunas partes que necesitaba. Billy no podía apartar los ojos de Levi. Había comenzado embarnecer desde que había estado trabajando en la granja, su camisa se tensó a través de su espalda mientras saltaba de la tabla de corredores. Se metió en la camioneta para buscar un paquete y la polla de Billy se endureció al ver su musculoso culo, claramente delineado en sus ajustados vaqueros. Quería enterrar su rostro entre sus mejillas. Billy se estaba volviendo loco por probar su sabor, pero simplemente no iba a ir allí. Frunció el ceño ante la computadora. No sólo estaba haciendo su parte menos favorita de su trabajo, pero ahora su polla era dura como una roca e incómodamente atrapado en sus pantalones vaqueros. Estaba debatiendo si cerraba el portátil y dándose por vencido hasta que notó que Levi venía hacia el granero en lugar de la barra de herramientas. Unos segundos después, llamaron a la puerta de la oficina. –Billy, ¿puedo entrar? Era Levi. Billy pudo oír la preocupación en su voz. Él no lo rechazaría, no otra vez, no cuando claramente necesitaba un amigo. –Claro. La puerta se abrió y Levi entró. Su rostro estaba arrugado de preocupación, y sostenía su sombrero en la mano, jugueteando con el ala. —¿Qué sucede? Levi no se encontró con su mirada. —Ha ocurrido algo en la ciudad. El enojo hizo que Billy saltara de su asiento. —¿Alguien te Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 52 molestó y te amenazó? No habían tenido ningún problema serio con la gente de Cranford desde que el hermano de Jonás había sido arrestado, pero todavía había mucha gente que prefería ver a los maricones de Wild R salir corriendo de la ciudad y — a los buenos hombres cristianos —como Nathan caminando por Las calles de la ciudad. Levi negó con la cabeza. –No, nada de eso. –Entonces, ¿qué es lo que te asusta tanto? Levi miró hacia la puerta y luego hacia Billy. —¿Podemos ir a algún lugar más privado? –Sí, un momento. Billy miró hacia el ordenador. Aparentemente, esas malditas hojas de cálculo estarían esperando después de todo. Guardó su archivo y cerró la computadora portátil. Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 53 CAPÍTULO SEIS Salieron al pastizal del sur y Billy estacionó el camión por la puerta inferior. —Vamos, —saltó, y Levi siguió su ejemplo. —Es agradable y tranquilo aquí afuera cuando necesito alejarme, sólo para pensar, aquí es donde vengo. No habían hablado en la unidad. Levi había mirado por la ventana,la tensión visible en su cuello y rostro. Billy quería consolarlo tirándole en sus brazos, arrastrándolo hasta la suave hierba y cediendo a lo que ambos querían. En vez de eso, hizo un gesto hacia una roca plana que sobresalía de un árbol justo más allá de la línea de la cerca. Se sentaron y Levi respiró hondo. Unos segundos más tarde, dijo: — Hoy conocí a la señora Marks. –Mierda, ¿te ha dicho algo grosero? No tuvimos ningún problema con ella desde el año pasado, pero ... –No hizo nada mal, me encontré con ella en la tienda de comida y quiero decir que literalmente se encontró con ella y casi la derribó. Yo la ayudé comenzó a disculparse, pero me detuvo antes de que pudiera terminar y me preguntó si trabajaba aquí. Billy frunció el ceño, pero dejó que Levi siguiera hablando. —Le dije que lo hacía, y me preguntó cómo estaba Jonás, y le dije que estaba bien, y que había sido muy amable conmigo desde que llegué aquí. A diferencia de mí, pensó Billy. Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 54 –Ella me ofreció un poco de té y me invitó a sentarme con ella en la oficina de la tienda de alimentos, hablamos durante mucho tiempo, tanto tiempo que temía que alguien me extrañara aquí. Billy se quedó perplejo. ¿Por qué la señora Marks hablaba con Levi cuando todavía estaba nerviosa hablando con su propio hijo? Ella tenía que saber que Levi era un Shifter, incluso si no se daba cuenta de que era gay, trabajar en Wild R Farm era suficiente para hacerle un paria a los ladrones de la Biblia. –¿De qué hablaron? –Me preguntó cómo había terminado en la granja y quería saber qué es lo que todo el mundo pensaba realmente de Jonás y Cole al estar juntos y usar abiertamente sus formas animales. Billy frunció el ceño. –Esperaba que estuviera sinceramente interesada, pero estaba preocupado de que estuviera cavando tierra para todos los —monstruos —de la granja. –¿Qué le dijiste? –Le dije que la tolerancia era la primera regla aquí, si no pudiera aceptar a todo el mundo por lo que eran, se le pediría que siguiera adelante. Parecía triste entonces, y dijo que no pensaba que sería fácil para la mayoría de la gente, estuve de acuerdo con ella. –¿Le dijiste cómo terminaste en la granja? —Parecía incómodo. –Hable un poco de eso. Billy odiaba que Levi hubiera hablado de su vida con una mujer que había vuelto la cabeza cuando su esposo y su hijo mayor abusaron de Jonás. No había hecho nada cuando Jonás fue secuestrado y vendido. Sólo Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 55 cuando tuvo la confirmación de que su segundo marido había molestado a Jonás, hizo que su hijo mayor entrara, e incluso entonces, ella no había podido reconciliarse con que Jonás por ser gay. Esta mujer había hecho sentir a Levi lo suficientemente cómodo para abrirse cuando Billy no lo había hecho. Maldito sea su polla por querer lo que no debería tener y evitar que ofreciera su verdadera amistad. –¿Has hablado de otra cosa? —preguntó. Levi asintió. —Ella habló de Jonás, ella me contó cosas acerca de cuando era pequeño, ella sabe que es un buen hombre, y ella lamenta haberle dejado herir, tenía lágrimas en los ojos, pero no se dejaba llorar. Ella se siente avergonzada, quiere ver a Jonás, pero no sabe cómo sacar toda esa mierda religiosa de su cabeza. Billy asintió con la cabeza. —Por lo menos ella está intentando. –¿Crees que Jonás estará molesto por que hable con ella? —¿Es por eso que estás tan preocupado? Levi se mordió el labio. —En parte, pero sobre todo necesito tu consejo, porque me pidió que no le dijera a Jonás que ella había hablado conmigo. No quiero estar guardando secretos cuando no debería. Billy lo observó. —¿Por qué no quiere que lo cuentes? –No estoy seguro, creo que tiene miedo de que Jonás se enfade porque estaba hablando de él, —le dije que no lo diría, pero no estaba segura de que lo hiciera. Le dije que yo también era gay, ella quiere que me pase otra vez, pero no quiero ser como un espía o nada. Billy reflexionó sobre qué hacer. Cole se cabrearía si le dijeran. No le gustaría que nadie de la granja hablara con la señora Marks sin haber aceptado a Jonás por completo y su perdón. Cole querría que hiciera saber Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 56 públicamente que había cambiado de opinión acerca de todos los hombres de Wild R, no sólo de su hijo. A Jonás le dolía que hubiera hablado con Levi y no con él, pero también se alegraría de que estuviera tratando de llegar a un acuerdo con quién era. Ni Cole ni Jonás quisieran que nadie guardara secretos. Por otro lado, si la señora Marks conociera a Levi y llegara a confiar en él, sería mucho más probable que abandonara sus prejuicios y aceptara a Jonás. Jonás estaba trabajando en hacer las paces con su padre, tratando de entender por qué su padre había huido en lugar de enfrentar sus problemas matrimoniales y familiares de frente. Estaba conociendo a otros Shifters de caballos, y mientras Cole se había hecho la ridícula idea de que Jonás estaría mejor con ellos que en la granja, la experiencia fue buena para Jonás. —Creo que está bien no decirle si piensas que hablarle podría ayudar a la mamá de Jonás a aceptarlo. Creo que a Jonás le gustaría que la animes y la tratas con amabilidad. –¿Enserio? ¿Y Cole? Billy frunció el ceño. —El estará bien con cualquier cosa que haga a Jonás feliz, pero si sientes que ella está pidiendo algo demasiado personal sobre cualquiera de nosotros –De ninguna manera, no diría algo que afectara a cualquiera de aquí. Levi parecía afligido y Billy apoyó la mano en el hombro del joven. —No te preocupes, no pensé que lo harías. El calor del cuerpo de Levi pasó a través de Billy, haciéndole querer olvidar su voto de ser nada más que amigos. Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 57 Levi suspiró. —No quería mezclarme en esto. –Lo sé, sin embargo, quizás es una buena cosa, para todos nosotros. –Gracias por escuchar —dijo Levi. Miró a su alrededor y luego a Billy. —Así que ... uh ... Supongo que tenemos que volver a trabajar. Ninguno de los dos se levantó. Después de unos segundos, Billy dijo: —Me alegro de que hayas venido a mí, lo siento, he sido tan ... Sus palabras se apagaron mientras miraba a los ojos de Levi. –¿Por qué me empujaste? Levi preguntó. Billy apretó los ojos, incapaz de soportar el dolor en la mirada de Levi. No tenía idea de qué decir. –Todavía quiero besarte, —Levi susurró, sus palabras apenas audibles. Billy no podía resistirse a él, no cuando estaba allí, cálido y dispuesto. Se alcanzaron el uno al otro. Levi tomó el rostro de Billy, sosteniéndolo como si tuviera miedo de alejarse. Pero Billy no podía moverse por nada. Estaba congelado en su lugar, con el corazón palpitante, con el cuerpo tenso, necesitaba conocer la sensación de la boca de Levi. Cuando se besaron, el cuerpo entero de Billy se iluminó. Nunca el simple toque de los labios de un hombre había sido tan intenso. Envolvió sus brazos alrededor de Levi, presionándolos. Levi gimió y deslizó su lengua por el pliegue de los labios de Billy, instándole a abrir la boca. Billy flexionó su mano sobre la espalda de Levi cuando la cálida lengua de Levi lo invadió. El beso se volvió de una exploración lenta a una explosión electrizante de la necesidad que Billy había estado negando. Sus manos Hacienda Salvaje 2 | Silvia Violet 58 recorrían los cuerpos del otro, aprendiendo, probando, desesperadas por tocar más, sentir más. Finalmente, Levi retrocedió, jadeando para respirar. El pene de Billy era duro como el granito. Pensó que podría explotar a través de sus vaqueros. No recordaba haber deseado tanto a un hombre, pero no debería querer a Levi. No debería estar haciendo esto. Billy trató de alejarse, pero Levi agarró sus bíceps. –No lo hagas. Billy sacudió la cabeza. —Esto no está bien.
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