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2 Sinopsis Gregory ha engañado a la muerte. Y ahora siete años mas tarde, la Parca ha vuelto. ¿Puede Gregory convencer al Ángel de la Muerte, Thanatos, para concederle una última petición? Un amante. A los catorce años, Gregory sufre un ataque al corazón durante un partido. A medida que su entrenador trata de mantenerlo con vida, un hombre alto, guapo, con un manto negro con capucha está al lado de él, el Ángel de la Muerte. Gregory pide a este ángel de la muerte más tiempo en la tierra, para que sus padres puedan prepararse para su muerte. El Segador le concede su deseo, y a pesar de que Gregory lo vio por breves momentos, a menudo fantasea con la misteriosa criatura. Siete años mas tarde, el Ángel de la Muerte, está de vuelta para Gregory. Gregory está listo para pasar a la otra vida, pero se lamenta de no haber tenido nunca un amante y compañero para llenarla. Gregory no tiene ninguna intención de escapar de este Ángel de la Muerte. De hecho, él tiene toda la intención de hacer todo lo posible para convencer a Thanatos, de permanecer juntos para siempre. 3 Dedicatoria A mi madre. Tú eres mi fan número uno y la voz de mi razón. No sé qué haría sin ti y sin tu amor y apoyo incondicional. Te amo tanto. Gracias. Gracias por darme el nombre de Gregory. A mi amado esposo. Te amo. Para aquellos que creen que todo el mundo merece un final feliz. Esto es para ti. 4 Capítulo uno La muerte finalmente le había llegado. En el último momento, Gregory había visto la oscura y tenebrosa figura que se asomaba a los pies de su cama. A pesar de que sus padres habían estado vigilantes a su lado, la figura opaca permanecía inadvertida y silenciosa. Gregory no tenía miedo de la muerte. De hecho, él la estaba esperando, aceptándola y estaba listo para ser llevado al otro lado... donde quiera que esté. Esta no fue la única vez que la muerte lo había llamado. La primera vez que Gregory se encontró con el ángel de la muerte, tenía catorce años. La temporada de béisbol acababa de empezar y durante la última entrada del juego, le había pegado a una pelota demasiado fuerte por encima del campo y echó a correr. Pero, mientras corría pasando la tercera base y dirigiéndose a la base, su pecho comenzó a doler. Pensó que se estaba quedando sin aliento, Gregory había corrido más rápido, sólo para derrumbarse justo antes de caer en la meta. Recordó sentirse sin peso y una extraña emoción se cernía sobre su cuerpo. El entrenador estuvo administrándole reanimación cardiovascular1, y una gran multitud se había congregado a su alrededor. A medida que continuaba observando la caótica escena delante de él, un sentimiento cálido y amoroso se apoderó de Gregory haciéndole sentir casi satisfecho. Fue entonces 1 N de T: RCP 5 cuando se dio cuenta del apuesto hombre envuelto en una larga y negra capucha de pie junto a él. Mientras Gregory miraba a los insondables y negros ojos, de inmediato se dio cuenta que estaba mirando a los ojos de la Parca. Gregory instintivamente sabía que debía tener miedo. Después de todo, ¿quién no tendría miedo cuando la muerte lo reclamaba? Pero, Gregory estaba tan cautivado por la belleza de la Parca que no sentía miedo. En toda su corta vida, Gregory nunca había visto un hombre tan cautivador como la criatura que estaba delante de él. El rostro de la Parca era de bordes afilados, con el mentón anguloso y nariz de aristocrática. Tenía los pómulos altos y unos labios sensualmente crueles, pero fue su cabello lo que le daba un aspecto más suave, de alguna manera. A pesar de que parecía ser de un negro profundo, este colgaba en unos suaves rizos alrededor de su cara haciendo que la criatura se viera casi accesible... incluso atractiva. Gregory sabía que la mayoría de la gente nunca consideraría a la muerte hermosa. Pero, Gregory lo hizo. Cuando Gregory se volvió hacia él, recordó que no tenía miedo en absoluto. De hecho, estaba más fascinado por la criatura que estaba de pie junto a él que lo que estaba pasando con su cuerpo mortal. Una pequeña sonrisa se formó en los labios de la Parca y ladeó la cabeza hacia un lado mientras se miraban el uno al otro durante unos breves instantes. El pelo negro oscuro de la Parca brillaba sobre el sol de la tarde. Su sedosa textura y sus rizos le hacían parecer más joven que él. Gregory tan solo flotaba y se quedó mirando en silencio al ser magnífico mientras la 6 Parca ladeó la cabeza un poco y siguió evaluando a Gregory con unos expertos ojos. —¿No tienes miedo de mí, joven? —La voz de la criatura sonó profunda y musical. Le recordó a los sonidos sinfónicos del concierto del coro que su madre le había hecho participar con los demás chicos hacía unos meses. En lugar de causar miedo a Gregory, la única cosa extraña que podía pensar era el apostar que la Parca tenía una dulce y melódica voz. Gregory negó con la cabeza. —Yo no tengo miedo... tristeza tal vez. —Gregory miró a sus padres de pie al lado de su cuerpo inerte. Su madre estaba llorando incontrolablemente y su padre parecía estar haciendo todo lo posible para consolarla—. Ellos no están preparados para que me vaya todavía. Hemos hecho tantos planes para mi futuro. La Parca le tendió la mano. Tenía dedos largos y pálidos, uñas bien cuidadas. ¿Se harían la manicura en el más allá? Se rió ante la idea de que esta hermosa, masculina criatura arreglándose sus uñas y pintándoselas de rosa en el salón de belleza. El hombre dejó caer la mano y un destello de sorpresa chispeó en aquellos ojos negros. —Te ríes, joven Gregory. ¿Qué es lo que te parece tan gracioso de esta situación? La declaración de la criatura sólo hizo que Gregory riera más fuerte. Una sonrisa se formó en los labios de la Parca, haciendo que los fuertes ángulos de su rostro se vieran 7 más suaves y no tan formidables como un momento antes. En todo caso, era aún más hermoso cuando sonreía, e hizo que Gregory se sintiera aún más cómodo que antes. Tal vez podría hablar con la muerte para que le diera un poco mas de tiempo a Gregory. —Mire, Señor de la Muerte, sé que lo has hecho durante todo este tiempo... pero ¿hay alguna manera de que pueda quedarme mas tiempo? Hay tantas cosas que quiero hacer en mi vida y mis padres no están preparados para que me vaya de esta manera. La sonrisa en el rostro de la Parca se desvaneció, y por primera vez desde su encuentro, el miedo inundó su alma. Él no quería dejar a sus padres tan pronto. Gregory sabía que ellos no estaban preparados de ninguna manera para su muerte. Él era su único hijo, y con los años sus padres habían depositado todas sus esperanzas y sus sueños en la vida de él. Había tanto que ellos no habían hecho o dicho el uno al otro, y Gregory se asustó profundamente de que realmente podría ser demasiado tarde. —No te das cuenta de las consecuencias de lo que pides. —Lo sé. Por favor... esto será devastador para mis padres... es demasiado pronto. —Gregory imploró cuando extendió la mano y agarró el brazo de la criatura. La capa era tan suave como la seda, ya que parecía que podía sentir el calor del brazo de la Parca a través de la tela. Él bajó los ojos desde la mano de Gregory hasta sus ojos. —Por favor, —alcanzó a susurrar a través del nudo que se había formado en su garganta. Su visión se volvió 8 borrosa al mirar a los estoicos rasgos de la criatura que estaba delante de él. —Gregory, no sabes lo que estas pidiendo. Tu vida no será la misma. Tu corazón está muy dañado y tu cuerpo va a sufrir consecuencias por ello. Vas a vivir con el dolor y, finalmente, estarás postrado en una cama. A pesar de quelos médicos te tratarán, no habrá cura para ti. No se puede escapar de la muerte, joven. Y volver a esta vida sólo servirá para demorar las cosas por un corto espacio de tiempo. Los ojos negros de la criatura se vieron tristes cuando alargó los dedos de su larga mano a la mejilla de Gregory y suavemente enjugó una lágrima caída. —No me importa, Señor de la Muerte. Ellos necesitan estar más tiempo conmigo... tiempo para prepararse para mi pérdida. Puedo vivir con las consecuencias que esta decisión pueda traer. Por favor... —él rogó. Podía oír a su madre llorar de dolor en ese momento, Gregory iba a hacer o decir cualquier cosa para que le diera más tiempo para estar con ella. La criatura que estaba delante de él suspiró y dio un paso lejos de Gregory, rompiendo todo contacto físico. — Como desees, joven, pero sé que voy a volver a por ti... muy pronto. Lo siguiente que recordaba era despertar en la habitación del hospital. Eso había sido hace siete años. Siete largos y agonizantes años. Mientras Gregory yacía en su lecho de muerte, lo único que podía hacer era esperar a la encapuchada 9 figura oscura que se había apoderado de sus sueños y había invadido sus pensamientos diarios. Con los años, Gregory tuvo varios acercamientos con la muerte. Su corazón simplemente estaba desgastado. Sin embargo, cada vez que pensaba que este podría ser el momento por el que él había estado esperando, La Parca le daba una sonrisa triste y desaparecería, habiéndole permitido a Gregory tener más tiempo con sus padres. Además, al día siguiente era Halloween, y había estado esperando a ver a su madre tallar una calabaza2 para Halloween, y tener la posibilidad de comer algunos caramelos y ver películas de terror hasta que su debilitado cuerpo le obligara a descansar. Mientras miraba a los oscuros ojos como la medianoche de la criatura, aún no podía dejar de sentir un pesar que muchas veces había perseguido sus sueños en la noche. Gregory nunca se había enamorado. Demonios, ni siquiera lo habían besado, o había sentido el cálido abrazo de un amante. El debilitado y dañado estado de su corazón no le permitió abandonar su lecho debido a su enfermedad la mayor parte del tiempo, y los médicos le advirtieron sobre las consecuencias de sobrexcitarse, por lo que Gregory rara vez se había masturbado o fantaseado sobre tener un amante. Pero, en raras ocasiones Gregory se permitió soñar despierto y se tocó un poco a sí mismo, siempre con la atractiva criatura delante de él. Esto le hizo sentirse aún más patético, porque ¿quién fantasea con el Ángel de la Muerte como amante? ¿Quién se atrevería imaginar el recibir un apasionado beso del Ángel de la Muerte a la vez 2 N de T: Jack o’lantern en ingles, la típica calabaza tallada e iluminada con luz. 10 que estaba sostenido en un abrazo mortal noche tras noche? Él se sentía tan solo que prácticamente sufría por ello. Incluso sus amigos de la infancia se habían ido con sus propias vidas y desaparecieron de la vida de Gregory. Las únicas personas que se quedaron a su lado era su familia, y aunque nunca lo admitiría, él sabía que se había convertido en una carga para ellos en muchos aspectos también. Ahora, era hora de irse. Gregory tomó una respiración profunda a través de su máscara de oxígeno, y con los dedos débiles, inestables, lo bajó suavemente. Su madre se levantó de su asiento junto a él y negó con la cabeza. —No, querido... necesitas tener puesta la máscara. —Ella con sumo cuidado trató de quitarle los dedos de las firmes manos con los que tenía cogida la máscara para que ella pudiera ponérsela de nuevo. —Mm-mamá, necesitas dormir. Es más de medianoche, y tiempo de que descanses. Y-yo-voy a-a- estar bien. Por-por-favor... lo necesitas. —Se las arregló para decir con voz entrecortada. Su voz sonó aún más débil de lo que pensaba que lo haría. Gregory sólo esperaba poder convencerla de que se fuera. —No, estoy bien donde estoy, Gregory. Yo no voy a dejarte, —dijo ella, mientras se las arreglaba para tirar de la máscara de oxígeno con sus hábiles dedos y con suavidad deslizarla por encima de su boca y nariz. 11 —Helen... tal vez Gregory tenga razón. Todos estamos cansados y necesitamos dormir. Tenemos el monitor para controlarlo, así que si Gregory necesita algo todo lo que tiene que hacer es decir algo y vamos a estar de vuelta a su lado. —Su padre le guiñó un ojo y puso sus manos sobre los hombros de su madre, dándoles un ligero apretón. —No, Mike, no quiero dejarlo. Voy a estar bien aquí. Su madre siempre fue obstinada. Siempre fue una de las cosas Gregory amó y odió de ella. —M-mamá, ve-te a descansar. Gri-i-tare si necesito algo. —Gregory estaba agradecido de que el oxígeno hiciera su voz un poco más fuerte, ya que estaba más apagado. —¿Ves, nena? Gregory dice que va a dejarnos saber si necesita algo. Ven, mi amor. Tomemos unas horas de descanso. Todo va a ir bien. —Su padre le dio a su madre un beso en la mejilla—. ¿Estás seguro de que todo va a estar bien, campeón? —Los ojos de color avellana de su padre brillaron cuando él le sonrió. Gregory hizo un guiño y asintió con la cabeza. A través del rabillo del ojo vio la oscura figura al pie de la cama siendo testigo de su intercambio con una mirada solemne en su rostro. Gregory volvió a mirar a su madre y le tendió la temblorosa mano dándole una palmadita en el brazo. — Du- erme, Ma-má, todo v-va a estar bien por la ma- mañana. Su madre lo miró durante unos segundos y suspiró con la derrota. —Está bien, hijo, voy a echarme un par de 12 horas. Si necesitas algo, sólo dínoslo y vamos a estar aquí. Gregory sonrió a sus agotados y amorosos padres y sonrió. Se dio cuenta de que esta sería la última vez que los vería con vida. Gregory sabía que no podría haber pedido mejores padres de lo que eran. Ellos nunca dejaron de mostrarle lo mucho que significaba para ellos y él los amaba profundamente por eso. Pero, desde el fatídico día de su caída, los padres de Gregory habían hecho muchos sacrificios y sufrido muchas penas viendo como disminuía su débil estado. En el transcurso de su enfermedad, todos ellos habían tenido tiempo para decirse el uno al otro todo lo que tenían que decirse. Ahora era el momento de marcharse. Gregory les echaría de menos, pero sabía que era tiempo de dejar ir esta vida para que sus padres pudieran tener una vida de nuevo. —Buenas noches, mamá... papá... os amo. —Estaba orgulloso de que su voz sonara más fuerte de lo que había sido en las últimas semanas. Ambos le miraron con ojos amorosos y tristes. — También te amamos, campeón, descansa un poco ahora. Nos vemos por la mañana. 13 Sus padres le besaron en la mejilla, lo abrazaron con fuerza, y salieron. Tan pronto como se fueron, Gregory miró a la hermosa criatura de pie delante de él al final de su cama y extendió sus brazos hacia él. La figura oscura se movió con gracia al lado de su cama y poco a poco bajó la capucha de su capa. —Hola, joven Gregory, estoy aquí para llevarte. 14 Capítulo Dos La voz de la Muerte era como la caricia de un amante. Sonaba cálida, seductora, encantadora y tan profunda como Gregory lo recordaba. Sus ojos miraban el rostro de la criatura y su disimulada forma oscura, y se preguntó como sería su cuerpo por debajo de la amorfa capa. Gregory apuntó con un dedo tembloroso al monitor y levantó las cejas. ¿Podrían oírles los padres de él? —No, dulce Gregory, no pueden oírnos. No lo voy a permitir, —dijo el atractivo hombre mientras se inclinaba y quitaba la máscara de oxígeno de la cara de Gregory con manos suaves. —Yo-he estado es-esperándote,—logró decir. Él sabía que era ridículo estar emocionado de ver a la Parca de nuevo. Pero, en las pocas fantasías que Gregory había tenido, la hermosa criatura delante de él siempre había representado ser el amante de Gregory... su pareja, por lo que, cuando su corazón latía más fuerte dentro de su pecho, él sabía que era porque él estaba de nuevo en presencia del hombre de sus sueños. El Ángel de la Muerte parecía exactamente el mismo que cuando lo vio por última vez. Él todavía se veía tan atractivo como antes. Era como si nada hubiera cambiado nunca. 15 —Sé lo que te está pasando. —La voz del Ángel de la Muerte era suave, como si estuviera consolando a un niño—. Estoy aquí ahora. —Sí. —Gregory logró jadear y le sonrió a los ojos oscuros y hermosos. —Dame tu mano, Gregory. Es hora de ir a un lugar mejor, —le habló con suavidad al tiempo que extendía los pálidos y largos dedos de su mano hacia él. Gregory asintió y le tendió la mano a la Parca, pero al cuando el Ángel de la Muerte le fue a agarrar la suya, Gregory la apartó. —Es-espera, ¿cuál es tu nombre? El hombre inclinó la cabeza hacia un lado y dejó caer la mano. —¿Importa? —S-sí. —La Parca lo miró fijamente durante unos momentos antes que asintiera con la cabeza y le diera una pequeña sonrisa—. Mi nombre es Thanatos3. Ha sido un placer conocerte, joven Gregory. —Th-Th-Thanatos... es un nombre poco común. Thanatos se encogió de hombros. —Es griego. Mi padre es Nyx y mi madre es Erebo y es el nombre que me dieron. —Me gu-gusta. Gregory miró a Thanatos y sonrió. Ahora tenía un nombre para ir con el hombre de sus sueños, y de alguna 3 N de C: Thanatos, personifica la muerte no violenta. Su toque es suave al igual que el de su hermano gemelo Hypnos, el sueño. Moros, la personificación de la destrucción. Se manifiesta como un espíritu sin forma y tiene la responsabilidad de anunciar el día de nuestra muerte inminente y Némesis, deidad de justicia retributiva, la venganza y la fortuna. Castigaba a aquellos que no obedecían a las personas que tenían derechos a mandarlas y recibía los votos y juramentos secretos de su amor y vengaba a los amantes infelices o desgraciados por el perjurio o infidelidad de su amante. Tods ellos son deidades griegas que salen a lo largo del libro. 16 manera pensaba que el nombre era adecuado. Sonaba formal y misterioso, al igual que el inescrutable hombre de pie ante él. Thanatos suavemente se sentó en el borde de la cama al lado de la cadera de Gregory. Sus ojos negros brillaban cuando lo contempló sobre si mismo. —Joven Gregory, ¿puedo hacerte una pregunta? Gregory se mostró sorprendido por solicitud de Thanatos y asintió con la cabeza. Él haría cualquier cosa para permanecer en presencia de esta etérea criatura un poco más. —¿Valió la pena? Como sabes, he velado por ti durante muchas temporadas. Te he visto sufrir y ver como tu cuerpo se volvía más débil. ¿Todavía quieres más tiempo sabiendo lo que sabes ahora? —Thanatos le preguntó. Levantó su elegante mano hasta el cabello lacio de Gregory y apartó suavemente un terco mechón de su frente. Su simple toque trajo lágrimas a los ojos de Gregory. Sólo la sensación de los suaves dedos de Thanatos tocando su piel le hizo desearlo más. »¿Por qué lloras, Gregory? ¿No has dicho nada por tu parte? —Thanatos extendió la mano y suavemente enjugó una lágrima que caía por su mejilla. Los recuerdos del Ángel de la Muerte haciendo el mismo gesto años atrás lo hicieron llorar aún más. Vio a la Parca llevar su dedo a la boca y limpiar la humedad de las lágrimas de Gregory sobre sus labios. Era como si quisiera saborear a Gregory de alguna manera. Incluso con el débil estado de su cuerpo, quería que Thanatos lo tocara con las manos seductoras y suaves de un amante. 17 Si sólo lo hiciera. Gregory miró a su delgado y frágil cuerpo, y no conocía a nadie en su sano juicio que quisiera un hombre alto y flaco como él. —Yo es-estoy en paz con mi fa-familia. Y-yo no quiero dejar a m-mi fa- familia sin de-decirles lo mucho que los a-amo. He de cum-cumplir eso. De-deseo el poder experimentar mi primer be-beso y u-un di-día tener un amante para lla- llamarlo mio. Se estaba haciendo cada vez más difícil respirar para Gregory. Su corazón se sentía como acabado, y entre el dolor y jadeando por el oxígeno, él sabía que su momento estaba cerca. No pudo evitar que las lágrimas fluyeran de sus ojos. Gregory sabía que debía estar agradecido por el tiempo que había pasado con su familia, pero él no podía dejar de lamentarse por las cosas que nunca tendría. Thanatos se acercó y tomó la mejilla de Gregory con una mano cálida. —Lo siento, joven. No tengo ningún control sobre el pasado. Cuando la gente pasa, a menudo se llena de pesar. Me gustaría poder cambiar las cosas para ti, pero no puedo. Al escuchar las palabras de Thanatos, Gregory recordó algo que había leído una vez acerca de la Parca, hace mucho tiempo. El libro decía que si a alguien podía engañar al Ángel de la Muerte, podría obtener algún tipo de indulto e incluso a veces engañar a la muerte en sí. Gregory realmente no quería morir, pero él no quería vivir más de esa manera. Al mirar en la oscuridad de los ojos de la Parca, él sabía lo que quería más que nada, y ahora tenía que pensar rápido si había posibilidad de tener esta vez otra oportunidad de vivir. 18 —Tú... de-deseas que pu-pueda tener al ho-hombre de mis su-sueños? Thanatos asintió con la cabeza. —Sí, desearía que pudieras tener al amante soñado. La esperanza llenó los sentidos de Gregory y sonrió hacia la cara triste de Thanatos. —Es Bu-bueno que di- digas eso. ¿Si-significa que vas a con-concederme ese deseo y-y se-serás mi amante? Los increíbles ojos de Thanatos se abrieron y dejó caer la mandíbula. Era casi cómico ver a un ser tan serio como la misma muerte parecer tan asombrado. —¿Qué? ¿Yo? ¡Yo no he dicho que podría ser tu amante, Gregory! Gregory le sonrió y asintió con la cabeza. —Y t-tu acabas de decir que de-deseabas que y-yo pu-pudiera tener al ho-hombre de mis su-sueños, y él eres t-tu, si ti- tienes el ho-honor de serlo. Thanatos sacudió la cabeza. —No, Gregory. Sí, es verdad que dije que esperaba... —De-deseaba... —Gregory lo interrumpió. —Muy bien, deseaba que tuvieras al hombre de tus sueños, pero Gregory, eso no es posible. Tu cuerpo no puede aferrarse a la vida mucho más. Además, el hombre de tus sueños no te podrá conocer en tan poco tiempo, — declaró Thanatos, mirándolo confuso. Gregory cogió una profunda bocanada de aire. Él sabía que sus siguientes palabras serían la diferencia entre la vida y la muerte. Él no quería morir sin experimentar el amor, sobre todo con Thanatos. 19 —Eres t-tú, Th-Thanatos. T-tu eres el que he so- soñado. Al u-único que yo quiero. —Gregory llevó su temblorosa mano y acarició la suave mejilla de Thánatos—. T-tu sabes que so-solo tu puedes con- concederme esto. ¿Lo-lo harás? **** Por segunda vez en cuestión de minutos, Thanatos se sorprendió y se quedo sin palabras. ¿Sabía Gregory realmente lo que él había estado pensado? Ningún mortal querría ser amante de la muerte. Nunca. Cuando Thanatos miró la dulce expresión de esperanza del joven, algunas emociones conflictivas lucharon en su interior. Por un lado, estaba enfadado por que el joven lo había engañado. Era frustrante pensar que Gregory incluso podría caer tan bajo como para dormir con la muerte para tener unos momentos más en esta vida. Por otra parte, Thanatos no podía dejar de preguntarse si el joven estaba siendo sincero. Había observado más detenidamente a Gregory a través de los años. Él era una persona honesta, desinteresadoen el amor y con devoción a sus padres, con el paso de los años. Él se sentía atraído hacia Gregory, pero ¿realmente quería que fueran amantes? Cuando llegó a este callejón sin salida, Thanatos sabía que no tenía a nadie a quien culpar sino a sí mismo. Él había estado mirando todos esos años, a los cálidos ojos marrones de Gregory y había estado perdido. 20 Incluso cuando fue adolescente y de cara a la muerte, Gregory había actuado con valentía y desinteresadamente le había pedido tener más tiempo en su moribundo cuerpo por el bien de sus padres. Ahora bien, en realidad estaba pidiendo algo para sí mismo, y aunque estaba en la punta de su lengua a declinar su petición, Thanatos sabía que él no se negaría al último deseo de Gregory. Thanatos tuvo que admitir que le gustaba la idea de estar en compañía de Gregory y ciertamente, tener sexo con él no sería ninguna faena tampoco. Sería un cambio refrescante en el pesimismo y la fatalidad en la que se encontraba la mayor parte del tiempo. Aunque el trabajo de Thanatos no siempre era fácil, ni justo, aunque justamente, eso era algo que estaba obligado a hacer, y lo hacia. La mano de Gregory sacudió ligeramente contra su mejilla y la mirada de esperanza en su ansioso rostro comenzó a tornarse en ansiedad. A pesar de que Thanatos estaba un poco molesto por el dulce chico, él no podía permitir que, habiendo ya pasado por mucho en su joven vida, se sintiera derrotado. Thanatos se inclinó ligeramente y presionó su dura mejilla contra la suave y fría mano de Gregory, dándole lo que anhelaba con una relajada sonrisa. —De acuerdo, joven, voy a acceder a tu deseo, pero presta atención a mi advertencia; mientras que tu alma esté conmigo, tu cuerpo va a entrar en coma y no va a ser capaz de sobrevivir más de dos días. Al final de estos dos días, deberás irte a la otra vida. ¿Trato? Thanatos observó el rostro de Gregory iluminarse cuando una sonrisa brillante se formó sobre esos dulces 21 labios, agrietados. Sus hermosos ojos castaños brillaban de felicidad y una risa sin aliento escapó de su cuerpo. — ¡S-si! Ha-haré lo que se-sea para estar con-contigo y re- reunirme contigo en la otra vida, cuando mi vi-vida mo- mortal, se aca-acabe. Thanatos apenas oyó la voz jadeante de Gregory. Él le puso la máscara de oxígeno por encima de su boca y nariz, colocando ambas manos sobre la sien de Gregory. —Cierra los ojos y relájate. —Thanatos trató de hacer que su voz fuera suave para calmar al emocionado hombre. —Quiero que pienses en un lugar donde has imaginado que estaremos los dos juntos... ¿puedes hacer eso, cariño? Thanatos no había llamado a nadie 'cariño' antes, pero por alguna razón que no podía nombrar, llamar a Gregory con cariño se sentía bien, y por la mirada complacida y las mejillas ligeramente rosadas que lucía el joven, parecía que estaba contento de ello también. Cerró los ojos y se concentró en abrir una brecha en los pensamientos y fantasías del muchacho. Rápidamente vio a Gregory de pie en medio de una playa desierta de arena blanca. Detrás de él había una acogedora caseta de playa, y frente a él estaba la pureza de color Verde-azul del mar. Thanatos murmuró unas palabras, y antes que Gregory pudiera tomar la siguiente respiración, ellos estaban allí. 22 Capítulo Tres El caliente aire salado soplaba en la cara y pelo de Gregory. Él sonrió y respiró hondo, disfrutando del fresco olor de estar fuera. No podía creer lo fuerte y revitalizado que estaba su cuerpo. Él decidió saborear el momento de sentirse sano y ser capaz de respirar sin jadear. La arena suave y cálida se sentía maravillosamente en la parte inferior de sus pies, y no pudo evitar una risa alegre que escapaba de sus labios. Era como ser parte de un hermoso sueño. Pero, cualquier cosa que Gregory había fantaseado antes no hacía justicia al paraíso que le rodeaba. Por primera vez en años, quería correr, bailar, jugar, y simplemente caminar sin preocuparse por las consecuencias que podría traer. Él había estado prácticamente postrado en cama durante tantos años, por lo que la súbita sensación de libertad era de hecho embriagadora. Cuando Gregory, miró hacia las suaves olas cayendo sobre la arena, un cuerpo caliente presionó contra su espalda. Fuertes brazos alrededor de su cintura tiraron de él hacia atrás contra un sólido pecho. Se apoyó duramente en el calor reconfortante y sonrió. Sabía que todos los segundos de su vida y por todo lo que había sufrido valieron la pena, al estar sostenido en el cariñoso abrazo de Thanatos. —Es hermoso, Gregory. Me encanta estar aquí, — Thanatos, susurró profundamente con su lírica voz al oído—. ¿Cómo te sientes? —Su aliento cálido y húmedo 23 en contra de su piel provocó que se le pusiera la piel de gallina y Gregory disfrutó cada momento de ello. —Me siento increíble, Than. Puedo decir honestamente que nunca me he sentido tan yo mismo que en este momento, —afirmó con una gran sonrisa en su rostro. —Hmmm... bueno eso es maravilloso, Gregory, pero esperemos que pronto sea capaz de hacer que te sientas mejor... fabuloso, incluso. —La voz sexy de Thanatos retumbaba detrás de él, y le dio un ligero apretón a Gregory alrededor de la cintura. El calor llenaba su cuerpo y sabía que sus mejillas ardían debido a las sugestivas palabras del Ángel de la Muerte. A pesar de que no quería saber nada más que de hacer el amor con Thanatos, no pudo evitar sentir un poco de miedo. Él nunca había tenido relaciones íntimas con nadie antes, y aunque era algo que él deseaba, Gregory no estaba seguro si debía dar el primer paso, y si lo hiciera, no sabía lo que debía hacer. ¿Debería volverse del abrazo de Thanatos y besarlo? ¿Qué esperaría su recién amante de él? »Lo siento, cariño. Yo no tenía la intención de quedar mal. Quiero que sepas que no espero que hagas algo que no quieras hacer. Todo va a ser como tu digas... sin presión ninguna, ¿de acuerdo? —las suaves palabras de Thanatos fueron pronunciadas en voz baja, mientras apoyaba el mentón sobre el hombro de Gregory dándole otro medio apretón tranquilizador. «Ahora o nunca» Con suavidad se desprendió de los brazos de Thanatos, se dio vuelta, y se puso frente al alto hombre. 24 Se apartó de él y lo miró durante largo rato. No podía creer lo diferente que era el hombre. Thanatos se mantuvo de pie y se veía muy sexy en sus pantalones cortos. Era por lo menos cinco centímetros más alto que Gregory y tenía el cuerpo de un atleta. Sus brazos y pectorales parecían muy bien musculados y tensos mientras su dorada piel brillaba con la caída del sol. Su pelo negro medianoche arrastrado por el viento tenía un look sexy que Gregory adoraba en secreto. Los negros mechones como la tinta se curvaban ligeramente en torno a su cabeza y cara. Los oscuros ojos de Thanatos parecían a brillar desde dentro, cuando miró hacia él con una sexy media sonrisa sobre su hermoso rostro. Viendo así a Thanatos, tan relajado y contento, hizo a Gregory revolotear el corazón de alegría dentro de su pecho. Había desaparecido el frío, pálido Ángel de la Muerte y en su lugar era el hombre más atractivo que había tenido el placer de poner sus ojos sobre él. Thanatos era y sería siempre su hombre ideal. De repente, Gregory era dolorosamente consciente de su propia apariencia. Había estado enfermo y prácticamente postrado en cama por mucho tiempo, sabía que su cuerpo parecía frágil. La pérdida de apetito lo llevó a estar muy delgado y la falta de luz solar y la inactividad le dieron a su piel un insalubre color blanco grisáceo. Él sabía que un hombre tan atractivo como Thanatos nunca miraría dos veces a un hombre como él. —¿Por qué esa cara larga, Gregory? ¿No te gusta lo que ves?¿Soy poco atractivo para ti? —Thanatos casi parecía nervioso cuando él bajó la mirada hacia su propio cuerpo bien formado y volvió a mirar a Gregory. 25 Gregory se quedó sorprendido por sus palabras y acciones. ¿Cómo podría una belleza como Thanatos creer que él no podía estar a la altura a los ojos de Gregory? —Um, Than, estás bromeando ¿verdad? ¿Te has visto? En serio, ¿cuándo fue la última vez que te miraste en el espejo? Eres precioso, —dijo Gregory en voz baja, dando a Thanatos una tímida sonrisa. Thanatos le miró con una incrédula expresión en su rostro. —Yo no soy atractivo, cariño. Yo sólo soy un ser ancestral con un trabajo difícil. No hay nada especial acerca de la manera en que me veo, —dijo Thanatos mientras daba un paso hacia él—. Ahora, tu mi… querido Gregory... estas realmente impresionante. Gregory resopló y se miró a sí mismo con desprecio. Se quedó sin aliento con la sorpresa cuando se dio cuenta que su cuerpo era largo y delgado, casi con la constitución de un nadador. Él se había mirado antes, pero no había prestado realmente mucha atención a ello. Había dejado de prestar atención a su cuerpo hace mucho tiempo. Ahora, sus brazos y estómago estaban muy bien entonados y su piel tenía un brillo saludable en lugar de la lánguida palidez, a la que Gregory se había acostumbrado. Las lágrimas de felicidad se deslizaron por sus mejillas mientras miraba de nuevo hacia la cara sonriente de Thanatos. —¿Cómo... cómo pudo suceder esto, Than? ¿Soy realmente yo? —Gregory pasó los dedos por su piel lisa que se había calentado por el sol. Thanatos extendió la mano y asió a Gregory. —Eres realmente tu. Es la forma en que te habrías visto si no fueras enfermado nunca. 26 Gregorio apretó ligeramente la mano de Thanatos y meneó la cabeza. —Yo no lo puedo creer... no puedo creer que este sano y este aquí contigo. Gracias, Than. —Tu no tienes que darme las gracias, Gregory. Ha sido un placer verte tan relajado y feliz. —Tiró suavemente de Gregory hacia él y le inclinó, presionando sus labios suavemente. Gregory permaneció momentáneamente helado cuando Thanatos continuó presionando besos dulces y tiernos en sus labios. Él no podía creer que lo había besado o incluso quería darle un beso. Una vez que se recuperó de su sorpresa inicial, comenzó a recibir la sensación de los labios de Than contra los suyos. Él puso sus manos sobre el pecho de Thanatos y las deslizó en torno a la suave piel de su espalda. Atrajo a Thanatos con él hasta que sus cuerpos estuvieron pegados. Oyó gemir a Thanatos cuando el gran hombre regresó a su abrazo. Gregory pasó las manos arriba y abajo sobre la lisa espalda, disfrutando de la sensación de su piel suave contra la punta de los dedos. Su polla empezó a llenarse en contra de la tela de algodón de los pantalones y se presionó contra la cremallera de forma incómoda. Él le daba la bienvenida a la incomodidad. Debido al dolor y la medicación, Gregory no había experimentado una erección durante mucho tiempo, por lo que saboreaba la intensidad y la emoción de tener una. Thanatos apartó de los labios de Gregory y lo miró con sus brillantes ojos negros. —Abre la boca para mí, cariño. Quiero probarte. —Su voz sonaba casi ronca de deseo. Sintiendo valor y poder por las palabras de Thanatos, Gregory sonrió, inclinándose hacia arriba, y le dio otro 27 suave beso antes de que él deslizara su lengua y trazara sobre los cálidos y húmedos labios del gran hombre. Thanatos abrió su boca y su lengua se encontró alegremente para juguetear con la de Gregory antes de hundirla más profundamente dentro de ella. Le encantaba el sabor picante y varonil de la boca de Thanatos. Él gimió, cuando su beso se hizo más intenso y apasionado. Sus lenguas se deslizaron una contra otra, la polla de Gregory se hinchó aun más. Empujándose contra la cremallera de sus pantalones cortos, como si estuviera pidiendo ser liberada de su confinamiento. Gregory necesitaba sentir más al cuerpo de Thanatos contra él, y él comenzó a frotar su pelvis contra la parte superior del muslo de su amante, disfrutando del placer que estaba recibiendo por el roce de su polla contra Thanatos, mientras continuaba explorando la boca del otro con pasión. Él se regocijó que Thanatos comenzara a mover las caderas contra él como si estuvieran en medio de un baile de seducción. A medida que sus caderas seguían golpeando y oprimiéndose la una contra la otra, Thanatos retiró la boca de Gregory y comenzó a besarle por el cuello. Piel de gallina se levantó sobre su pecho y brazos, mientras Thanatos mordisqueaba y chupaba su cuello y él gemía de placer por ello. —Hmm... alguien tiene un cuello delicado, —la voz profunda de Thanatos era un poco apagada, mientras vibraba contra la piel del otro hombre. —E-eso pa-parece... ¡Oh Dios! Than, te sientes tan bien... no te detengas. —Gregory jadeó, mientras él izó sus manos desde los hombros de Thanatos hacia el pelo. Le encantaba el gran hombre de rizos negros de seda y 28 estaba encantado por la sensación y la textura de deslizarlos entre los dedos. —Quiero... quiero sentirte, Gregory, —sopló Thanatos. Entre las palabras de su amante, sus besos, y la forma en que sus cuerpos se movían juntos, Gregory no sabía cuánto tiempo más podía estar sin eyacular en sus calzoncillos. Su cuerpo estaba ardiendo y cada movimiento y beso que Thanatos le daba sólo lo hacía sentir aún más desesperado por venirse. —Vamos, cariño. Necesito sentirte desnudo contra mi. —Thanatos se inclinó un poco más agarrando a Gregory por el culo y lo levantó. Envolvió sus piernas alrededor de las caderas y la espalda de Thanatos y se aferró a sus hombros con fuerza. Apretó el pecho firmemente y continuó rozando sus caderas contra el gran bulto que sobresalía de los azules pantalones cortos de Thanatos. Él confiaba en Thanatos y sabía que no se iba a caer cuando se dio la vuelta y comenzó a caminar rápidamente hacia la casa de la playa detrás de ellos. Gregory estaba disfrutando del sabor limpio y ligeramente salado de la piel de Thanatos, ni siquiera fue consciente de que habían logrado entrar en la casa de la playa a través de las puertas correderas de cristal y llegado hasta el dormitorio. Por lo tanto, él se sorprendió un poco cuando fue puesto sobre la colcha de la cama blanda con Thanatos tumbado sobre él con sus piernas separadas. Gregory miró a los ojos de Thanatos y sonrió. Su reciente amante se ruborizó y su cuerpo brilló por el sudor. El pelo negro medianoche de Thanatos estaba desordenado debido a los inquisitivos dedos de Gregory, 29 haciéndolo parecer mas desgreñado y aún más sexy que unos momentos antes. Sus ojos oscuros brillaban con afecto, mientras miraba profundamente a los suyos. Sus labios eran de color rosa y un poco hinchados por los besos que habían compartido, y cuando Thanatos le devolvió a Gregory una brillante sonrisa, supo que el no sólo era el hombre de sus fantasías, sino el hombre al que había llegado a amar de alguna forma. Tal vez de alguna manera mística, el siempre lo había hecho. Gregory puso sus manos sobre los hombros de Thanatos y los deslizó hacia arriba en la parte posterior de su cuello. Echó la cabeza hacia abajo acercándose a la suya, y apretó sus labios contra el gran hombre con un suave y dulce beso. Thanatos le devolvió el gentil beso, y luego movió los labios de Gregorio para empezar a darle suaves y sensuales besos por toda su cara. —Eres tan hermoso. Me encanta la forma en que me miras, —susurró Thanatos entre los adorados besos que le daba a Gregory en los labios y mejillas. Gregory no podía apartar la sonrisa de felicidad que se formó. Se dio cuenta que Thanatos estaba conmovido por la pasión que había entreellos. Este maravilloso ser le hizo que le dieran ganas de cantar con alegría. Ellos siguieron besándose en la seguridad de los brazos del otro. Después de cada beso vino otro que era aún más devoto y apasionado que el beso anterior. Pronto, ellos se encerraron nuevamente en un abrazo fuerte besándose y moviéndose uno contra el otro con un intenso fervor haciéndoles jadear de deseo. 30 —Gregory, —Thanatos susurró contra el lóbulo de su oreja—. Quiero tocarte y admirarte, pero yo no quiero presionarte a que hagas algo si no estas listo para hacerlo. Gregory sabía que se estaban moviendo rápido, pero no le importaba. El tiempo era un bien muy preciado para los dos, y tenía la intención de aprovechar cada momento. —Por favor, Than... te quiero, también. Thanatos propagó besos desde el pecho hasta sus pezones erectos. Él apretó suavemente con la uña en la punta de un pezón, mientras puso su boca caliente sobre el otro y comenzó a lamerlo. Gregory gritó y trató de arquear su cuerpo más arriba al toque de Thanatos y su boca. Él pasó los dedos por el grueso pelo de Thanatos mientras él continuaba adorando cada pezón con la boca y el suave roce de sus dientes. Thanatos deslizó a propósito sus dedos por el estómago de Gregory hacia sus pantalones cortos. El corazón de Gregory latió más rápido cuando sintió la presión de la mano de su amante contra su dolorosa erección. Thanatos comenzó a delinear el bulto con los dedos y frotaba su mano contra la polla de Gregory con la presión suficiente para hacer que gimiera de placer. Gregory nunca había experimentado algo así antes. Había sido una ocurrencia rara cuando él fue capaz de masturbarse o simplemente tocarse. Ahora, el sentimiento de la mano contra su palpitante erección le hizo urgir para acabar. —Than, estoy cerca... —Él se las arregló para decir con palabras entrecortadas entre pesadas respiraciones. 31 Thanatos se deslizó su cuerpo más abajo hasta que se encontró con la polla de Gregory. —Hmm... bueno... nosotros no queremos que te vengas todavía, —dijo, mientras los ágiles dedos desabrocharon de forma rápida los pantalones cortos del otro hombre, y deslizaba cuidadosamente la cremallera, dejando al descubierto la dura polla de Gregory. Quedándose sin aliento cuando Thanatos tomó un firme control de la base y arremolinó su cálida y hábil lengua sobre el brillante y rosado glande—. Tienes un sabor delicioso, Gregory, —murmuró antes de que él pasara la húmeda y suave lengua a lo largo del eje de Gregory hasta sus cojones. Su cuerpo se estremeció de la maravillosa sensación de la boca de Than succionando suavemente un testículo y luego alternando al otro. —Yo... no puedo aguantar mucho más. ¡Joder, tu boca se siente tan bien, —respiró Gregory. —Sí, tu puedes aguantar un poco más, cariño. Quiero que te vengas en mi boca. —El caliente aliento de Thanatos se desplegó sobre sus dolorosas bolas. A continuación, pasó la lengua de vuelta por toda la longitud de su eje hasta la bulbosa cabeza de Gregory deslizando su boca lentamente sobre ella dándole una suave lamida. —¡Oh, Dios mío! —Gregory se quedó sin aliento al levantar sus caderas y empujar su húmeda polla más profundamente en la boca de Thanatos, en su caliente boca. Empezó poco a poco mover la cabeza arriba y abajo sobre la polla de Gregory, chupando con fuerza mientras se ponía encima de él. Gregory se perdió en un éxtasis al sentir la boca y la lengua de Thanatos acariciando su polla. 32 —Me corro... —gritó Gregory, cuando el semen brotó de él hacia la solicita boca de Thanatos. Todo su cuerpo se estremeció con su liberación y un largo gemido salió de sus labios. Thanatos lo tomó todo y suavemente sacó su pene con un húmedo chasquido. Gregory miró hacia abajo sobre los pasionales y narcóticos ojos y los enrojecidos y húmedos labios de Thanatos perdiéndose de inmediato en la belleza de su amante. Gregory pasó los dedos por los desordenados mechones de su amante y le sonrió, mientras que las manos de Thanatos acariciaban sus caderas y el estómago con una suave caricia. —Eso fue increíble, Than. Thanatos le sonrió y luego, lentamente, se deslizó por su bien satisfecho cuerpo. Momento después Gregory estaba buscando su rostro. Se inclinó hacia adelante y presionó su boca sobre los labios de Thanatos y sus lenguas comenzaron a probarse y explorarse la una a la otra, y podía sentir la polla endurecida de Thanatos contra su cadera. —Tócame, por favor, —le susurró Thanatos contra sus labios—. ¿Puedo? Lo deseo. —Gregory deslizó sus manos hacia arriba y abajo sobre la espalda sudorosa de Thanatos. Su amante sonrió y asintió con la cabeza. —Tumbate sobre tu espalda, Than. Quiero mirar tu hermoso cuerpo mientras lo exploro. —Gregory condujo delicadamente a Thanatos fuera de él y lo puso de espaldas. Él se echó a su lado y le pasó la mano sobre el fuerte pecho de Thanatos y el estómago. El atlético cuerpo de su amante casi brillaba en la habitación oscura por la puesta del sol. En todos los cortos años de Gregory, nunca había visto un cuerpo tan 33 bien esculpido. Sus duros músculos y la piel suave se sentían maravillosos con el roce de sus dedos. Bajó la mirada hacia el duro bulto pujando contra los ajustados pantalones de mezclilla de color azul de Thanatos y se lamió los labios en anticipación cuando se dio cuenta que la húmeda punta de su dura polla sobresalía por encima de ellos. Se veía tan sexy, Gregory deslizó hacia abajo de la cama para ver más de cerca. Él titubeando se acercó y pasó la punta de su dedo índice sobre la ranura del glande y después se llevó la humedad a su boca degustándola. Tenía un sabor limpio, salado y él anhelaba más. Thanatos le miró con sus oscuros y humeantes ojos y se quejó en voz alta cuando Gregory se inclinó y pasó la lengua por la hendidura. Con dedos temblorosos, continuó desabrochando los botones de los pantalones cortos de Thanatos, lamiendo la forma de la cabeza oscura y bajando sobre la longitud del eje, mientras cada botón se soltaba, casi tarareando con apreciación el sabor y la textura de la rígida polla de Than contra su lengua. Él levantó sus caderas y Gregory bajó los ajustados pantalones cortos de su amante. Estaba ansioso por ver la calidez de Thanatos, ver la piel dorada una vez que su amante estuviera desnudo, Gregory apartó las piernas del otro hombre y trasladó su cuerpo entre ellas. La polla de Thanatos yacía firmemente apuntando hacia su estómago, su gran cabeza enrojecida, rezumaba líquido pre-seminal casi hasta el ombligo. Thanatos tenía un pequeño reguero de escasos oscuros vellos que acababan en unos rizos de ébano sobre la base de su eje y huevos. Mientras Gregory pasaba las manos suavemente por el interior de los muslos de Thanatos y sobre sus negros vellos, le hizo cosquillas con la mano. Suavemente comenzó a acariciar las pelotas de Thanatos inclinándose y pasando la lengua 34 por el duro eje de su amante. Gregory luego envolvió sus dedos alrededor de la base de la polla de Thanatos y la levantó hacia su servil boca. El olor de la excitación del hombre invadió los sentidos de Gregory y su polla trató de hincharse con entusiasmo cuando él pasó la lengua por la punta de la polla de Thanatos, deseando el sabor salado y la textura de la misma. Necesitando de más y con la esperanza de que no estaba haciendo nada malo, él abrió su boca y deslizó lentamente hacia abajo un poco más la cabeza y dándole una precavida lamida. —¡Dios mío, Gregory... joder, te sientes tan bien. — La voz de Thanatos retumbaba desde arriba, y él podía sentir los dedos largos de su amante recorriendo a través de su pelo y su cabeza con pequeños toques. El corazón de Gregory se disparó con los elogios de Thanatos,y se comprometió a hacer todo lo que fuera necesario para seguir haciendo que el gran hombre sintiera más pasión y amor de lo que había sentido nunca antes. Chupó duramente el glande y levantó la cabeza casi hasta que la polla de Thanatos estuvo fuera de su boca; Gregory deslizó la boca más abajo sobre el eje y lamió más fuerte a medida que él llevaba su cabeza hacia atrás hasta la punta. Él lamió la ligera cima de la polla de Thanatos con su lengua antes volver a mover hacia abajo su boca sobre el eje y atragantarse cuando se golpeó con la parte trasera de su garganta. —Relájate Gregory. Toma solo lo que puedas. Tu boca se siente increíble, cariño, —dijo Thanatos mientras miraba a los ojos de Gregory con una brillante y chispeante pasión profunda dentro de su oscura mirada. 35 Gregory le guiñó un ojo y pronto empezó a mover la cabeza con un ritmo lento, torpe, teniendo cuidado de no sacar la polla de Thanatos demasiado lejos en su boca, pero lo suficiente para llenar la boca con la dureza aterciopelada de la erección de Thanatos. Cuando sintió el ligero empuje y agarre en su cabeza de las manos de Thanatos guiándolo a un ritmo más fuerte, decidió aún más en llevar a su bello amante al climax. Gregory se inclinó y con la mano libre comenzó a acariciar suavemente el saco testicular de Thanatos mientras continuaba chupando y acariciando la polla del gran hombre, deleitándose y escuchando los altos gemidos provenientes de su amante por encima de él. —Greg-ory, estoy a punto de venirme, —exclamó Thanatos. Gregory gimió alrededor de la polla de Thanatos y lo lamió fuerte, tratando de prepararse para el orgasmo de su amante. Él movió la boca a la cabeza de la polla de Thanatos murmurando. Los muslos de su amante comenzaron a temblar sobre sus hombros, y se vino con un fuerte grito. Fuertes chorros de semen se dispararon en la boca de Gregory y él a toda prisa trató de tragar la salada sustancia hacia adentro. La semilla de Thanatos se desbordó en sus labios y corrió por la barbilla. Él dio a la cabeza de la polla de Thanatos una suave caricia con su lengua y lo liberó de su boca. Gregory lamió el semen de la comisura de los labios y se limpió la barbilla con la punta de los dedos. Él se llevó la resbaladiza humedad a la boca y se lamió limpiándose los dedos. Él no quería perderse ni una sola gota. 36 —Joder, Gregory... ¿estás seguro de que nunca has hecho esto antes? —La sonriente voz de Thanatos le preguntó desde arriba. Él levantó la mirada y asintió con la cabeza, sonriendo. —Tu sabes que no. Aunque he pensado mucho en ello... sobre todo haciéndolo contigo. Thanatos se quedó perplejo al principio, por las palabras de Gregory, pero después de unos momentos una sonrisa maliciosa se formó en su hermoso rostro. — Entonces tal vez deberías habérmelo advertido, —afirmó. La polla de Gregory se endureció al instante con las palabras de Thanatos. Le dio una sonrisa pícara poniéndose de rodillas entre las piernas abiertas de Thanatos, agarrando su palpitante polla, comenzando a mover rápidamente la mano hacia arriba y abajo sobre la longitud de la misma. —Así es, Gregory, dámelo, nene. Déjame ver y sentir como te vienes sobre mí, —jadeó Thanatos cuando él lo miró con intensos ojos oscuros. Gregory tiraba de su polla dura y gemía cuando Thanatos se acercó y comenzó a acariciar su apretado saco testicular con un toque firme pero suave. —Voy a dártelo, ¡bien! Tú eres mío... Mío... — Gregory gruñó mientras chorro tras chorro de semen salía disparado de su polla hacia la polla, pecho y hasta la barbilla de Thanatos. Estaba aún más decidido a hacer que el tiempo que tuviera con Thanatos contara en más de un sentido. Thanatos gimió y frotó el semen de Gregory sobre su piel. A continuación, se limpió la barbilla de la perlada 37 semilla de Gregory con sus dedos y luego los llevó a sus labios y empezó a lamerlos y chuparlos para limpiarlos. —Hmm... Sabes tan bien, cariño. Eso ha sido la cosa más caliente que he visto nunca. Nunca te he visto tan dominante antes. —Él abrió los brazos a Gregorio en una tácita invitación. Gregory se tendió en la parte superior del cuerpo de Thanatos complaciéndose que sus cuerpos pegajosos y sudorosos se aferraran juntos. Miró hacia abajo en la cara feliz de Thanatos y le dio un rápido beso en los labios. — Tu no has visto nada todavía, —susurró Gregory—. Yo puedo ser muy terco y obstinado cuando quiero, — murmuró, y apoyó la cabeza sobre el hombro de Thanatos quedándose dormido. 38 Capítulo Cuatro Thanatos escuchó los suaves ronquidos provenientes del cuerpo de Gregory y sonrió satisfecho. No podía creer lo apasionado que era el joven, y para un hombre que había tenido un montón de novedades, Gregory realmente se arrojó a su sexualidad con un entusiasmo que él admiraba. El cálido aliento de Gregory sopló en contra de su cuello con cada exhalación, y apretó al hombre más cerca de él. Pronto, demasiado pronto, tendría que poner fin a este paraíso que había hecho para ellos mismos y llevar a su joven amante a su mayor recompensa. El alma de Gregory era pura y dulce. A menudo él había llevado a otros antes que a él, haciéndole desinteresado y digno de su muy dulce porvenir. A lo largo de los años, fue testigo de que Gregory, una y otra vez, consolaba a los demás, cuando era él mismo quien necesitaba consuelo. Thanatos pasó las manos suavemente hacia arriba y hacia abajo de nuevo sobre su amante. La piel del otro hombre era como la seda más fina hilada al roce de la punta de sus dedos. El joven murmuró algo y se acurrucó aún más cerca de su cuerpo. Thanatos envolvió sus brazos alrededor de él y suavemente abrazó a Gregory con él. Thanatos extrañaba estar en compañía de un caliente y dispuesto amante, y de acuerdo con los otros que eran como él, ellos tenían el mismo problema. Esto era sólo otro inconveniente para su existencia. 39 Él trató de calmar la sensación de remordimiento de la idea de dejar ir a Gregory. Con los años, había desarrollado un respeto y admiración por el joven. Gregory inculcó profundos sentimientos sin saber que serían posibles. La personalidad amorosa de Gregory y la fuerza interior forjaron en secreto durante mucho tiempo algo que él sabía que nunca podría ser. No importaba lo mucho que le gustara y cuidara del hombre en sus brazos, Gregory estaba destinado a ser recompensado por su tiempo en la tierra, no compartiría una existencia oscura con él. Pero durante un par de días, el dulce hombre sería suyo. Cerró los ojos e imaginó a Gregory de rodillas entre sus piernas marcándolo con la esencia de su vida. Eso hizo que su polla se despertara con interés. «Vamos grandullón» A pesar de lo que le dijo a su rebelde polla eso no iba a suceder en ese momento ya que sabía que su joven amante necesitaba dormir, no podía dejar de pensar en lo hermoso y posesivo que Gregory le había mirado, como había afirmado a Thanatos como suyo. Aquí en este lugar solitario, Gregory parecía como si el nunca hubiera estado enfermo. Su pelo color caoba se veía espectacular con el sol de la tarde, con sus destellos rojos y dorados enhebrándose a través de un profundo color marrón-rojizo. Brillaba con vitalidad y salud, a diferencia de antes, cuando colgaba inerte y sin vida alrededor de su cabeza. Su piel ahora mantenía un brillo dorado en vez de una demacrada palidez. Su cuerpo se veía como un corredor o nadador bien formado con sus largas líneas y músculos tonificados en lugar lo demacrado que parecía antes. 40 Aunque el cuerpo de Gregory era algo a lo que los poetas deberían rendirle homenaje, era su hermosa sonrisa y sus hermosos ojos color chocolate los que sostenían su atención. Eranexpresivos y le regaló todo lo que estaba sintiendo en ese momento. Thanatos, una vez escuchó a alguien decir que los ojos eran las ventanas del alma, y cuando se trataba de Gregory, esa declaración era más que una pequeña verdad. Era un soplo de aire fresco para el alma cansada de Thanatos, y durante los próximos dos días Gregory era toda suyo. Su risa, su forma de hacer el amor, su forma de hablar, y su goce... y Thanatos decidió que esto era exactamente lo que iba a hacer. Él no quería pensar en lo que se avecinaba, cuando su tiempo se acabara. Él iba a amar cada segundo con este especial hombre situado en sus brazos. Decidió que no se preocuparía por las graves consecuencias a su propio corazón egoísta guardaba, para pasar todo este tiempo con el pequeño hombre que sostenía. Oyó rugir el estómago de Gregory y ahogó una risita. Evidentemente, tenía más que un simple y saludable apetito sexual que satisfacer en el transcurso de los próximos dos días. Gregory se agitó en sus brazos y sus ojos marrones soñolientos se abrieron lentamente. Él parpadeó un par de veces y su cuerpo se estiró contra Thanatos por unos momentos. Gregory a continuación, levantó la cabeza y sonrió feliz hasta él. —Tú estás aquí. No era un sueño. — Thanatos le dio un afectuoso beso en los labios y luego acurrucó su cabeza hacia atrás, sobre su hombro, su cuerpo una vez más fuerte y relajado en contra de su amante. 41 Thanatos en voz baja le devolvió el beso. —Estoy aquí. Gregory comenzó a rozar el pezón de Thanatos suavemente con la punta de los dedos. —Sí, lo estas. — Su voz sonaba complacida. El pezón del gran hombre se endureció en respuesta a los dedos de Gregory... y no era la única cosa que estaba empezando a tomar nota en el cuerpo de Thanatos. A pesar de que su polla, una vez más se empezó a hinchar, Thanatos sabía que Gregory necesitaba un poco de alimento antes de los juegos previos. —¿Tienes hambre, amor? —A él no le gustaba pensar en lo mucho que disfrutaba llamar a Gregory con términos cariñosos. Gregory se echó a reír dándole un suave beso en su cuello. —Muerto de hambre. ¿Crees que hay aquí algo de comer? Thanatos asintió con la cabeza. —Yo puedo hacer que tengas todo lo que desees comer. ¿Qué quieres comer? —¿Cualquier cosa? —Sí. Gregory se irguió sobre el codo y le dio una tímida sonrisa. —Sé que esto probablemente suene como una locura, pero he estado anhelando comer en un McDonald siempre. —¿McDonald? —Sonrió. —Sí, no he comido un cuarto de libra con queso hace años. ¡Ah, y sus patatas fritas! Me gustaba comer una porción grande de patatas fritas con ketchup, —dijo 42 Gregory con una mirada emocionada en su rostro—. Sé que probablemente suene tonto, pero no he comido nada más que verduras y alimentos saludables durante mucho tiempo, empecé a pensar que iba a convertirme en un vegetal. Comprendió por qué Gregory quería comer en el restaurante de comida rápida. Sería algo que recordaba con cariño cuando fue a comer con su familia y amigos antes de su primer ataque al corazón. Por supuesto, él anhelaba algo que le trajera buenos recuerdos. Thanatos le guiñó un ojo y se concentró hasta que visualizó el menú de McDonald, y antes de que Gregory pudiera parpadear los ojos de nuevo, un montón de alimentos les rodeaba en la cama. —¡Oh Dios mio, Than! —Gregory casi gritaba de alegría que de inmediato mientras se incorporó y empezó a amontonar la gran cantidad de contenedores de comida en el centro de la cama. —¡Oh... me has traído McNuggets y cada hamburguesa que tienen! ¡Oh... oh... patatas fritas...! — Gregory cogió una patata y gimió de placer cuando se la comió. Thanatos se rió de su entusiasmo, se sentó, cogió una patata caliente, y le dio un mordisco. Tuvo que admitir, que era bastante sabrosa. —¿Has comido antes en un McDonald, Than? — Gregory preguntó empujando otra patata frita en la boca mordiéndola felizmente. Thanatos negó con la cabeza y tomó un nugget de pollo que le ofreció el pequeño hombre. —No, no tengo que comer para sobrevivir. Puedo si quiero, pero no es 43 necesario el alimento, así que por lo general no lo tomo. —Sumergió el nugget en la salsa ranch que Gregory le ofreció y le dio un mordisco. «Maldita sea, el McNuggets en realidad estaba bastante bueno» —Cuando comes, ¿qué es lo que normalmente comes? —De vez en cuando disfruto de una buena botella de vino tinto y un gran plato de espaguetis con albóndigas de carne. —Hmmm... con un gran pedazo de pan de ajo. — Gregory gimió y se llevó un gran bocado de su cuarto de libra con queso. —Si. —Mirar a Gregory disfrutar de su comida fue entretenido. El hombre claramente amaba a su McDonald. —Lo tomaremos mañana. —Su joven amante sonrió y tomó un saludable trago de un batido de vainilla. Le sorprendió la sugerencia de Gregory. ¿Por qué elegiría algo que le gustara a Thanatos cuando este era el momento del joven para disfrutar de lo que le gustaba comer? —Esto es amable de tu parte, mi amor, pero no quieres comer algo que realmente con lo que disfrutarías más? Gregory le dio una sonrisa brillante. —Lo que realmente me gusta es estar contigo. No importa lo que comamos. Por primera vez, que él pudiera recordar, Thanatos se quedó sin habla, y su cuerpo se agitó con la felicidad. 44 Este extraordinario hombre, no sólo quería estar con él, Gregory quería hacerlo feliz. Una emoción que no reconocía obstruyó su garganta. Él se la aclaró y le devolvió la sonrisa. —Muchas gracias, Gregory. Tu gran consideración me achica. Admito que no estoy acostumbrado a tan alta estima por parte de nadie, mucho menos de un hombre maravilloso como tú. Gregory se inclinó y apretó sus labios suavemente contra la boca de Thanatos en un dulce beso. —Creo que eres bastante maravilloso también, —susurró, con los labios de su amado a sólo un milímetro de distancia. Thanatos no pudo detener el gemido que salía de sus labios antes de decir: —Es mejor que te sientes y comas, cariño. Vas a necesitar un montón de alimento para lo que he planeado para ti. Un destello brilló en los ojos color chocolate y las mejillas encendidas de placer de su amante. —Um, en realidad creo que será necesario que tu también comas, Than. Vas a necesitar tanta energía como yo—. Se rió y se sentó en la cama y se comió otra patata frita. Mientras Thanatos miraba a Gregory disfrutar de su festín, por primera vez desde su creación, el estaba contento. 45 Capítulo Cinco Gregory se sentó en la arena fresca y observó la salida del sol sobre el horizonte, deseando pasar más tiempo con Thanatos. Cada momento con Than la noche anterior había sido todo lo que había soñado de estar con su amante y mucho más. Después de comer, tomaron juntos una larga ducha caliente y él disfrutó cada minuto de ello. Sonrió al recordar las resbaladizas manos cuando estaban duchándose el uno al otro y los besos que compartieron. Al principio el beso había sido afectuoso y dulce, pero a medida que continuaban explorándose, Than había caído de rodillas y le chupó la polla hasta que Gregory se vino con un grito. Viendo a Than adorar su polla, había sido una experiencia muy erótica para él. Después, cuando la polla estuvo en su boca, su amante tembló con una intensa necesidad de él, Gregory imploró a Than que lo liberara con una necesidad que no le podía negar. Más tarde, él estaba en la calidez y la seguridad de los brazos de Than y se encontró hablando de su vida y la familia. La Parca quería saber sobre su relación con sus padres y simpatizaba con todos los años de dolor que había pasado. Gregory había caído dormido sintiéndose satisfecho e incluso amado dentro de los brazos de su amante por primera vez. Fue una noche mágica que Gregorynunca querría olvidar. Él oyó a Than detrás de él y pronto se vio envuelto una vez más con la comodidad de sus brazos. Apoyó la 46 espalda en contra el pecho de Than y frotó los brazos que lo rodeaban con sus dedos suaves. —Yo también te extrañé cuando me desperté, —Than le susurró al oído. Él le dio un suave beso en el cuello y le apretó cariñosamente su cintura. Gregory sonrió y miró el sol alzado más arriba en el cielo. —Lo siento, no te desperté, pero parecías dormir tan tranquilo que no quería molestarte. —Tienes mi permiso para molestarme cuando lo desees, —dijo Thanatos. Él sonrió y volvió a relajarse aún más en el abrazo de su amante. —Bueno, la próxima vez lo haré. Tuve el gran deseo de ver salir el sol sobre el océano, así que me escabullí aquí. Me alegro de haberlo hecho, es realmente impresionante, ¿no? —Si. Se sentaron en silencio y disfrutaron viendo las olas romper sobre la arena. El sol calentó un poco su cara y la brisa del mar se sintió de maravilla sobre su piel. —¿Than? —¿Hmm? —¿Qué se siente al... al ... —Gregory luchó por las palabras adecuadas. —¿Ser el Ángel de la Muerte? —Thanatos en silencio terminó su frase. —Sí, —dijo. El podía sentir a Thanatos encogerse detrás de él. — No estoy seguro de cómo responder a eso. Es algo con lo 47 que yo había nacido para hacer y lo hago. —Unas manos cálidas empezaron a frotar el estómago de Gregory, con toques ligeros, lentos. —¿Alguna vez te sientes mal por ello? —Gregory le preguntó. —En realidad no. La mayoría de la gente va a una existencia mejor, Gregory. Por lo general no me involucro emocionalmente con las almas que escolto a un plano superior. No puedo permitir que mis sentimientos personales sobre el tomar a alguien demasiado joven o lo que sea me afecte. Si lo hiciera, no podría hacer mi trabajo con eficacia. Gregory escuchó la explicación de Than y asintió. — Creo que puedo entender eso. En cierto modo, supongo que es similar a tener un trabajo en el campo de la medicina o ser un oficial de policía. Ellos tienen que desvincularse de involucrarse emocionalmente con sus pacientes o se volverían locos. —Tienes razón, —le susurró al oído Thanatos. Aunque el calor de la respiración de su amante se sentía maravilloso en contra de su piel fría, Gregory no podía dejar de estremecerse ante las palabras de su amante. Él había experimentado de primera mano cuan fríos y profesionales eran los médicos. Hubo muchas veces que deseó un poco más de compasión en vez de la práctica eficiencia con la que se había ocupado durante los últimos siete años. Muchas veces Gregory había visto a sus padres salir de la oficina del doctor y parecer más derrotados y tristes de lo que estaban antes de reunirse con él. Por supuesto, él sabía que su enfermedad del corazón era grave, pero con los años, tanto él como sus padres podrían haber sido tratados con un poco de 48 compasión en lugar de la helada profesionalidad con la que se encontraron una y otra vez. —¿Te pasa algo? —Thanatos le preguntó. Acariciando la parte superior de la mano del otro con sus dedos y luego entrelazaron los dedos juntos, dando a la mano de Gregory un suave apretón. —Nada, —suspiró. —No me mientas, amor. Puedo decir que algo está en tu mente... compártelo conmigo, —Thanatos le incitó mientras levantaba sus unidas manos hasta sus labios y le daba sobre la parte superior de la mano de Gregory un suave beso. —No es nada. —Al parecer lo es... date la vuelta y mírame, cariño. Dime lo que te ha causado tanta angustia, —Thanatos le rogó con voz profunda. Gregory asintió con la cabeza y dejó escapar un profundo suspiro. Se dio la vuelta en los brazos de su amante y acabó sentado en el regazo del gran hombre con el cuerpo de Than entre sus piernas abiertas. —Vamos, cariño, —le susurró Thanatos. Le levantó la barbilla, hasta que Gregory estuvo mirando profundamente en los de ojos negros de Than. —Está bien. —Gregory respiró hondo antes de continuar—. Oye, Than, comprendo perfectamente por qué sientes que tiene que desconectar emocionalmente de las almas que llevas a la otra vida. —Levantó las manos y comenzó a trazar los fuertes ángulos de los pómulos y el mentón. Sorprendentemente, Than tenía 49 una ligera sombra vertical, deliciosamente marcada sobre sus delicados dedos. —¿Pero? —Su amante preguntó con suavidad. Él no quería criticar a Thanatos y la forma en que hacía su trabajo, pero tenía una perspectiva rara sobre las cosas. Entre la frialdad con que los médicos habían actuado siempre y la forma tranquila, sin emociones que Than habló de llevar las almas de los difuntos a su vida futura, sonaba muy impersonal para él, y Gregory sabía lo personal que realmente era. —Than, ¿alguna vez has pensado en cambiar la forma de acercarte a la gente? Una mirada confusa cruzó el rostro de Thanatos y se encogió de hombros. —¿Cómo es eso? —Mira, soy muy consciente de la imagen que se tiene de la Parca, —Gregory empezó y rápidamente se apresuró cuando vio palidecer la cara del gran hombre ante la idea del esqueleto de aspecto maligno blandiendo una guadaña con una mirada de miedo acercándose al nuevo partido—. Tú no eres nada de eso. Eres guapo y amable, pero todavía tienes una manera formidable, estoica sobre como tu... —La muerte no es fácil, Gregory, —Thanatos le interrumpió. —Sé que no lo es, —él estuvo de acuerdo. —Pero, ¿has pensado alguna vez que ser tan independiente e intimidante podría asustar a las almas que recoges aún más? —Tu no tuviste miedo, —Than señaló. 50 Él asintió con la cabeza. —Eso no es cierto, Than. Tenía miedo. Tenía miedo por mi familia. —Pero no de mí. Gregory miró a Thanatos en silencio durante unos momentos antes de responder. —Es verdad, admito que estaba fascinado contigo. Estaba llegando a definir mi sexualidad, y tu eras el hombre más hermoso que nunca había visto antes. Las mejillas de Thanatos se tiñeron de un rojo intenso y le dio a Gregory una vergonzosa sonrisa. — Gracias, cariño. Creo que has resultado ser bastante encantador, también. Gregory se inclinó y le dio un suave beso en los labios antes de continuar. —Mira, he tenido mi parte recibiendo malas noticias de diferentes médicos. Hubo muchas veces que vi a un médico decir a mis padres que no había esperanza para mí con el mismo tono que utilizarían como si estuvieran tratando con ropa sucia. — Gregory se estremeció pensando en la manera frívola que algunos médicos se comportaron con él y sus padres—. No puedo decirle cuántas veces esa actitud de los antipáticos médicos llegaron a dolerme como las noticias que daban. —¿Todos los médicos eran de esa manera? —La cara de Thanatos estaba llena de compasión mientras ponía a su amado cerca para abrazarlo suavemente. —No, —Gregory susurró, mientras estaba acunado cálidamente en el abrazo de Thanatos—. No todos los médicos fueron de esa manera. Había algunos médicos que eran compasivos y optimistas, fueron esos médicos los que hicieron que mi mala salud fuera soportable y le dieron a mis padres esperanza. 51 Thanatos en silencio frotó las manos y la espalda de Gregory mientras presionaban sus cuerpos cómodamente uno contra el otro. Ellos se mantuvieron en silencio durante varios minutos antes de que oyera suspirar a su amante, con voz profunda le habló en voz baja al lado de su oreja. —Honestamente nunca he pensado en cambiar mi enfoque sobre la gente. Nosotros, los Ángeles de la Muerte tenemos un trabajo que hacer y lo hacemos. —¿Hay mas de uno como tu? ¿Cuántos sois? — Gregory estaba un poco sorprendido por esta información, pero ahora que lo había mencionado, tenía sentido. Thanatos asintió con la cabeza. —Sí, hay muchos de nosotros. Varios de mis hermanosy hermanas son los guardianes. —Espera... ¿Tu tienes hermanos y hermanas? — Gregory le preguntó. Volviéndose lo suficiente en los brazos de Thanatos como para mirar el rostro de su amante. —Sí. Algunos. —Su amante le sonrió. —¿En serio? Tus hermanas son... ¿cómo se llaman... son guardianes también? Thanatos echó atrás la cabeza y se rió. Era una risa ruidosa y alegre que hizo que Gregory riera con él. En ese momento él se prometió que iba a hacer todo lo necesario para hacer reír a su amante, tantas veces como fuera posible mientras estuvieran juntos. Gregory supo a su manera que Than probablemente no tuviera mucho de lo que reírse. —Sí. Es para lo que hemos sido creados, —su amante respondió con una sonrisa, haciéndole gracia obviamente la inquisitiva preocupación de Gregory. 52 —¿Todos ustedes son guardianes? —No, mi hermano gemelo, Hipnos, ayuda a conciliar el sueño a los insomnes. La mandíbula de Gregory se quedó boquiabierta. — ¿Tienes un hermano gemelo? —Él no podía imaginar a otro maravilloso hombre como el que le sostenía en la seguridad de sus brazos. —Sí. La única manera de diferenciarnos es por nuestro pelo. El mío es corto y él lo lleva largo, —declaró Thanatos. Alzó la mano y le dio un tirón de pelo a Gregory burlándose. —También es responsable de poner a la gente bajo hipnosis cuando lo necesitan. —De ahí el nombre de Hypnos, —Gregory rió. —Correcto. —Eso es una pasada, Than. Tú y tus hermanos definitivamente han vivido una vida interesante. —Volvió sonrisa Thanatos con uno de los suyos. Gregory cuanto más sabía de él, más fascinante le parecía. Thanatos se encogió de hombros y le dio a Gregory otro suave beso en los labios. —No se si lo llamaría interesante, pero he de decir que es definitivamente diferente. —Eso seguro. ¿Os llamáis a vosotros mismos guardianes? Me gusta mas ese nombre que Ángel de la Muerte o Parcas, —afirmó volviendo a presionar su cuerpo en los brazos de su guardián. Encontró el lugar perfecto para reposar la cabeza sobre el hombro de Thanatos y rápidamente se acunó más profundamente en el abrazo del gran hombre. 53 —Somos llamados cuidadores, porque nosotros nos encargamos de las almas que salen de sus cuerpos. Nosotros somos los que los llevan a su recompensa o consecuencia... sea lo que sea, —explicó Thanatos. Él apoyó su cabeza suavemente en la parte superior de Gregory y comenzó a pasar los dedos por la parte posterior de su pelo corto. —Es un apodo adecuado, seguro, —coincidió Gregory, disfrutando de los suaves roces en su pelo y espalda. —Nos gusta pensar que sí. —¿Vas a contarme sobre el más allá? ¿Existe realmente cielo o infierno? —Gregory susurró. Tuvo que admitir que tenía un poco miedo de ir al otro lado. —Hmmm... No estoy autorizado a decir mucho, cariño. Me gustaría decir que no tienes absolutamente nada de qué preocuparte, ¿vale? —La voz de Thanatos sonaba tranquila y relajante sobre él, y sintió como le plantaba un pequeño beso en la parte superior de su cabeza. —Eso es fácil para ti decirlo, chico grande. Tu no eres el que va hacia el otro lado, —bromeó Gregory con una sonrisa débil. Thanatos se apartó de él y le miró a los ojos. — Cariño, te prometo que no tienes nada que temer, ¿de acuerdo? ¿No he sido nada más que sincero y honesto contigo hasta ahora? —Sí, —Gregory estuvo de acuerdo y trató de darle una sonrisa valiente. 54 —Bueno, entonces créeme cuando te digo que no te preocupes más por eso, —Thanatos lo engatusó con una sonrisa cálida, pero melancólica al mismo tiempo. Mientras Gregory miraba a su amada y triste sonrisa, se comprometió en ese mismo momento hacer todo lo necesario para poder quedarse de alguna manera con su amante. Sabía que pertenecía a Thanatos, y cada segundo que pasaba con él confirmaba esa sensación. Tal vez ya era hora de cambiar de tema por un tiempo para que de alguna manera pudiera hacer algun plan. —Está bien, Than —Gregorio aceptó dulcemente. Deslizando sus brazos hacia arriba para entrelazarlos alrededor del cuello de su amante, dándole una sonrisa diabólica—. ¿Sabes qué día es hoy? Thanatos se acercó más y poco a poco pasó el dedo por la longitud de la nariz de Gregory y le guiñó un ojo. — Um... ¿treinta y uno de octubre? Agarró el dedo Thanatos, atrayéndolo a sus labios, dándole un suave mordisco en la punta de sus dedos con la parte de arriba con su lengua. —Sí... como tu sabes es Halloween, —bromeó, antes de que él pusiera su boca sobre la longitud del dedo índice de su amante y comenzó a lamerlo. Los ojos oscuros de Thanatos brillaban con una emoción interna y le dio una mirada pasional a Gregory. —Así que, querido, ¿cómo te gustaría celebrar Halloween? Gregory podía sentir el endurecido bulto de la excitación de Thanatos presionando firmemente contra su creciente erección. Le encantaba que su contacto pudiera enardecer al gran hombre con tanta pasión. Podía sentir a su amante mover suavemente la punta del dedo con su lengua, y Gregory empezó mover la cabeza, arriba y 55 abajo a través de la longitud del dedo, como lo había hecho recientemente con la polla de Thanatos. Se quitó el dedo de Thanatos de su boca y le preguntó: —¿Cómo te gustaría celebrar Halloween, cariño? —Gregory entonces presionó el dedo de Than sobre sus labios y le dio un beso. Than se aclaró la garganta antes de responder. — Como desees. Gregory le dio una sonrisa radiante y dijo—: Mientras este contigo, no me importa. Thanatos hizo un ruido suave y sus ojos se oscurecieron con lujuria. De inmediato se inclinó hacia delante y presionó a Gregory de nuevo en la arena ahora caliente. Gregory envolvió sus brazos alrededor de la cabeza de su amante y bajó los labios hasta su impaciente boca. Él deslizó su lengua en el interior de la caliente y húmeda boca de Gregory y comenzó a explorar los rincones más profundos dentro de ella. Rápidamente, Thanatos deslizó su lengua alrededor de Gregory, jugueteando al principio, y después se oyó gemir en la boca del gran hombre, el beso de su amante se hizo más impetuoso con cada caricia. Gregory envolvió sus piernas alrededor de las caderas del hombre grande y acunó su erección con firmeza contra la polla dura de Thanatos. Ellos comenzaron a mover sus erecciones lentamente, creando una fricción deliciosa entre ellos. Empezó a arañar suavemente con las uñas por las sudorosa y fuerte espalda de su amante hasta llegar a la curva de su culo, dándole un apretón firme. Podía sentir la vibración de los gemidos de Thanatos en su boca mientras su amante 56 empezó a moverse y oprimir su dura erección contra la dolorosa polla de Gregory. Él disfrutó de la sensación pre-orgásmica de sus pollas moviéndose con fuerza una contra la otra. Necesitando más, agarró las nalgas de Thanatos y empujó sus caderas aún más cerca. —Mierda... Gregory... me voy a correr, —Thanatos murmuró cuando puso su boca sobre el cuello de Gregory y empezó a chuparle para dejarle una marca. —Sí... sí... Than... hazlo para mi, —Gregory suspiró, justo antes de terminar con varios largos chorros y gimió suavemente. Él oyó gemir a Thanatos y su cuerpo se sacudió por encima de él con la fuerza de su orgasmo. Él mantuvo firmemente a su hermoso amante mientras sus cuerpos se recuperaban del placer mutuo. El cuerpo de Than yacía fuerte mientras escuchaba como sus respiraciones volvían a la normalidad. Su corazón estaba eufórico por el placer y el cuidado que Thanatos le daba. Gregory sabía dentro de su corazón y su alma que el hombre que tenía en sus brazos era por el que siempre había soñado y esperado. Ahora todo lo que tenía que hacer era convencer al guardián de eso también. 57 Capítulo Seis Thanatos contempló los
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