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2 Ser enviado a una agencia de emparejamiento por sus padres era humillación suficiente para el shifter conejo Tyler Thompson. El hecho de tener la rara habilidad de quedar embarazado solo le hace ser más aprensivo. Creciendo en una colonia que siempre le decía cómo vivir y comportarse, Tyler soñaba con escapar. Al darse cuenta de lo raro que es alguien como él y que la elección de pareja es exclusivamente suya, Tyler decide ir lo más lejos posible. La remota isla en el mar Báltico parece una buena elección y la historia de amor entre los dos lobos de allí le toca el corazón. Juntos desde que tenían dieciséis años, el Alfa Eric Snövarg y su amante Finn Michaels saben que la única manera que pueden acoplarse y permanecer en su manada, es trayendo un tercer compañero capaz de dar a herederos a Eric. A pesar de lo incierto de su decisión, traer el conejo hasta su familia parece ser el único camino. 3 Isla Snövarg Agencia Feliz Para Siempre Después Del Apareamiento 01 JJAANNEE WWAALLLLAACCEE KKNNIIGGHHTT 4 — ¡Eso es una estupidez total! — Tyler Thompson dijo cuando cayó en el frio plástico duro de la silla de sala de espera, que había visto días mejores. — Estás actuando como si hubiera matado a alguien. Fue sólo una broma estúpida. Junto a él, la madre de Tyler le miró con simpatía, mientras que su padre sólo lo miraba a través de la habitación. El gran hombre se había apretado en una de las sillas que estaban en la sala de espera. Las paredes estaban pintadas de un amarillo canario duro, obviamente, en un intento de promover una atmósfera agradable y había carteles enmarcados con lemas inspiradores en ellos. Había una gran ventana detrás de la recepción que inundó la pequeña sala con la luz de la mañana. Era una oficina relativamente pequeña, una de tantas dentro del gran edificio. Como Tyler podía ver, esta sólo tenía una sala de espera y dos oficinas. Tyler se preguntó si los seres humanos en otras oficinas tenían alguna idea de lo que sucedía en el piso diecisiete. — Fue más que una broma. —El padre de Tyler finalmente dijo después de quedarse en silencio durante unos minutos. Su gran bigote gris se contrajo cuando miró a su hijo menor. — Y no fue la primera vez que empezaste a tener problemas. ¿Qué crees que parece, Tyler, cuando el sobrino del jefe sigue trayendo vergüenza a la colonia? Tyler miró la deprimente moqueta gris, de repente incapaz encontrar los ojos de su padre. Sabía que durante mucho tiempo fue una decepción para el hombre. Escucharlo una vez más no debería tener este efecto en 5 él, pero no obstante siempre conseguía lastimarlo. Como el más joven de la familia, Tyler había sido descuidado a menudo. Los shifters conejos tenían grandes familias, algo que gustaba a la mayoría de ellos, pero Tyler sintió la necesidad de escapar desde que era un niño pequeño. Incluso intentó hacerlo una vez, cuando tenía diez años. Faltó durante varias horas, pero luego se asustó cuando unos muchachos humanos más mayores intentaron hablar con él. Cuando regresó a casa, nadie había notado su ausencia. — Creo que estás siendo un poco duro, querido. —Dijo la madre de Tyler, su voz tímida como siempre. Los padres de Tyler eran grandes, pero su madre era regordeta y linda como él, mientras que su padre era simplemente gordo. Tyler, siendo el pequeño de la familia, era un poco delgado, aunque había construido algo de músculo durante el último año. Había empezado a correr como una manera de estar a solas durante un tiempo, para escapar de su padre, principalmente. Tenía siete hermanos y todos, como era típico con los shifters conejos, fueron nacimientos múltiples. Todos excepto Tyler. Todos crecieron en pares o tríos siendo amigos, como hermanos. Tyler había nacido cinco años después de la última camada y había nacido solo. Su colonia era bastante grande. A diferencia de sus contrapartes animales, obviamente no vivían bajo tierra. Hacía 700 años, más o menos, que ocupaban un pequeño pueblo de Oregón, donde nada interesante sucedía ni nadie nuevo llegaba. Eso era, en parte, por lo que Tyler estaba en Agencia Feliz para Siempre después del Apareamiento. Según el jefe, que era también, por desgracia, su tío, él ya había asustado a cualquier potencial pareja que su familia había tratado de encontrarle. No era culpa de Tyler que ninguno de ellos tuviera sentido del humor. Había una jerarquía entre los shifters conejos. Los cuatro hermanos mayores de Tyler y las tres hermanas mayores eran todos felices y estaban casados con personas que habían crecido junto a ellos, no 6 queriendo más en la vida de lo que tenían. Como parte de la familia del jefe eran considerados un poco deseables. El mayor y más cercano a ser visto con el título de jefe, era el más deseable, mientras que el gusto por Tyler estaba un poco más abajo en la escala. Aun así, su edad de Apareamiento de dieciocho años ya había pasado, tenía ahora veintidós años y todavía no estaba acoplado, sus padres se habían desesperado un poco. Prácticamente lo habían emboscado con posibles pretendientes, hasta que sintió que no tenía elección, a no ser que empezara a jugar con ellos, sólo para impedir salirse de su mente con el aburrimiento. Había empezado bastante simple. Sus bromas habían sido perfectamente inocentes y realmente infantiles. Cambiar el azúcar con la sal, colocar polvo de talco en la unidad de aire acondicionado y asegurarse de que uno de los chicos estaba debajo cuando el ventilador se pusiera en marcha, colocar película adherente en la puerta para que cuando el pretendiente del mes intentase entrar acabase enrollado en ella. Pensar en esta última aún hacía sonreír a Tyler. No era culpa de él que todas las personas con quien sus padres querían unirlo no conseguían ver el lado gracioso de eso. —¡Has ido demasiado lejos esta vez, Tyler! — Su padre le dijo con firmeza. — El jefe estaba furioso. —Tú eres quien intentó comprometerme con Charles Bayswater delante de todos. — Tyler argumentó. — Y realmente fue un accidente. El último intento de su familia había sido en la celebración del Apareamiento de la hija más joven del jefe unas semanas atrás, cuando sus padres lo habían unido con el chico que habían elegido para él. Charles había conseguido pegarse a Tyler durante toda la noche, por supuesto, asegurándose de que Tyler sabía cuánta tierra su familia estaba dispuesta a dar a la familia de Charles solo por sacar a Tyler de sus manos. El insistió que era la única razón por la cual estaban incluso considerándolo. No tuvo ningún escrúpulo sobre el hecho de que era 7 hetero y que solo iría a joder a Tyler con el fin de producir una camada cada pocos años. En su defensa, cuando Tyler había tropezado con Charles mientras estaban bailando, con la intención de bajarlo de su pomposidad un poco, no se dio cuenta que en la trayectoria de su caída aterrizaría de cabeza en el pastel de boda de la novia. — Tu pobre prima estuvo llorando durante horas sobre ese pastel. — Dijo su padre. Tyler no estaba seguro de quien parecía que quería matarlo más, el jefe o Charles. Aun así, sin embargo, ser enviado a un casamentero de una agencia de apareamiento era un castigo muy grande. El jefe había hecho el contrato y ayudó a sus padres a llenar interminables montañas de papeleo, dejando que supieran que no había forma de evitarlo. Tyler sabía que no podrían realmente obligarlo a aparearse. No estaba permitido, ya no. Aun así, Tyler pensó que si no aceptaba, sus padres probablemente amenazarían con expulsarlo. No había nadie en la colonia que lo aceptara. Estaba completamente solo. Sabía que su madre hablaría un poco por él y pediría a su padre que le diera otra oportunidad, pero Tylerya había tenido muchas oportunidades. Cada vez que lo emparejaban con alguien nuevo, realmente se decía a sí mismo que haría un esfuerzo, por esta vez, al menos, para vivir con ellos, aunque sea sólo por su madre. Él realmente lo intentaba, pero cada uno parecía más molesto que el anterior y más hipócrita. Como shifters conejos, trabajaban arduamente, deseaban estar acoplados y tener una casa llena de conejos y les gustaba unirse con los de su propia especie. A Tyler no le importaba la idea de tener hijos, pero para él sería algo diferente a la mayoría de los hombres, puesto que sería el único transportando y teniendo a los niños. Era uno de los raros shifters conejos masculinos capaces de quedar embarazado. Un conejo infértil era un conejo inútil y al enterarse de su preferencia por los hombres, los padres de Tyler habían hecho pruebas para ver si portaba el gen. Suponía que 8 debería estar feliz de ser portador, de lo contrario, sus padres probablemente habrían tratado de obligarlo a aparearse con una hembra. Infiernos, pensó mientras sus ojos miraban a la línea de carteles en la pared. Tal vez estar apareado significaría que, al menos, empezaría a ver mundo. Tal vez podría aparearse con un conejo de Perú. El cartel en el que posó sus ojos decía: "Usted vive solamente una vez, y si hace las cosas bien, una vez es todo lo que necesita". Tyler frunció el ceño. — ¿Tyler Thompson? — La bonita señora tras la recepción le llamó. — Puede ir ahora. El Sr. Ashby le recibirá. Cuando se levantó de su silla y siguió a sus padres a la sala, quería empezar a tararear desesperadamente la marcha fúnebre. La oficina de David Ashby, casamentero y shifter zorro, no era particularmente grande o bien decorada. Tyler se preguntó durante cuánto tiempo el hombre había sido un casamentero con licencia y qué le hizo decidir comenzar su propio negocio, en lugar de unirse a uno de los más grandes ya establecidos en el área de Portland. Tyler sabía que su tío había, muy probablemente, elegido la Agencia Feliz para Siempre después del Apareamiento porque su servicio era más barato que el de otros. Adivinó que realmente no importaba, pues todos los que se inscribieran en una agencia de Apareamiento serían enviados a un banco de datos on—line al que todos tenían acceso. Se pretendía dar a los shifters la mejor oportunidad de encontrar el sitio correcto. Esperaba que la imagen que tomaron de él la semana pasada, por lo menos, pareciese buena. Nunca podría ser confundido con un modelo de lencería, pero tenía un rostro agradable. Tenía cabellos castaños y grandes ojos de color ámbar, enmarcados por pestañas gruesas. Su boca era llena y tenía pómulos salientes. Infelizmente, no podía broncearse, no importaba cuanto lo intentase. En vez de eso su piel perpetuamente pálida acababa cubierta de pequeñas pecas. 9 —Hola, Sr. y Sra. Thompson, Tyler.— El shifter zorro los saludó cuando entraron en su oficina. Se levantó de su mesa y extendió la mano a cada uno de ellos antes de ofrecerles a todos un asiento. Tyler estaba sentado en una silla incómoda entre sus padres. Era como ser enviado a la oficina del director de nuevo, algo que había sido un hecho regular en sus días de escuela. Tyler sabía que quien lo quisiera solo lo iba a hacer por su rara habilidad. Ciertamente tenía sentimientos encontrados sobre la idea de tener bebés, más a los ojos de sus padres eso, por lo menos, era algo bueno. Más que nada, lo que quería Tyler era salir de su colonia. Solo quería aventura y diversión. Quería sentirse libre. El camino hasta Portland aquella mañana casi no había durado lo suficiente. No estaba listo para eso, para lo que tenía que venir. —Ahora, pues, seleccionó shifters conejos por lo que veo.— Dijo el hombre con un ceño.— Sabe, entiendo que es su elección personal, pero las cosas han recorrido un largo camino a lo largo de los últimos cuarenta años en los apareamientos entre especies. Aquí en la Agencia Feliz para Siempre después del Apareamiento creemos que hay una oportunidad mucho mejor si abre los parámetros. Hay también abundantes candidatos buscando un compañero masculino capaz de darles hijos. Combinamos las personas en base a sus gustos, lo que les disgusta, sus sueños para el futuro, sus valores familiares y mucho más. Es un programa muy sofisticado y un toque de intuición de nuestra parte. —¡Whoa, espere, vuelva! – Tyler dijo cuándo se inclinó hacia delante, descansado los brazos sobre la mesa y estirando el cuello de modo que pudiera ver la pantalla del ordenador del hombre.—¿Está diciendo que podría aparearme con cualquier tipo de shifter que quisiera? —Tyler…—Su padre aspiró entre dientes.— Ningún hijo mío se apareará fuera de su especie. —¿Qué? ¿Por qué no? ¿Por qué le importa, si ya no soy más problema suyo? ¿Es tan importante para usted que yo sea infeliz? ¿Es que si cedo y 10 hago lo que quiere, realmente cambiará la forma en que se siente sobre mí? Creo que no. No creo que cualquier cosa podría. Usted desea no haberme tenido nunca. —Sí.— El padre admitió duramente. De nuevo, no importaba el hecho de que estuviera esperándolo, aún era como un golpe en el pecho.— Actúas como un tonto, como si fuera todo una gran broma. No tomas nada en serio y no haces nada, aparte de avergonzar a tu pobre madre. Tyler miró a su madre, con la esperanza de oírla decir que no estaba de acuerdo con su padre, pero ella no tuvo valor de mirarle. Con lágrimas de rabia y dolor ardiendo en sus ojos, Tyler movió la cabeza tristemente. —Cierto. Entonces vuelva a la colonia y dígales a todos que estoy apareado con un conejo de Mongolia, o en algún otro lugar, y nunca volverá a oír hablar de mí. —¡Tyler! – dijo su madre, con voz triste y suplicante. Ella lo miró, implorando, pero él había cerrado su corazón para protegerse. No se dejó sentir nada. —Abra la búsqueda.— Dijo al casamentero.— Totalmente abierta. No me importa a donde ir, o con quien ir, siempre que alguien me lleve hoy. —¡Tyler!— Dijo su madre de nuevo, levantándose de la silla y colocando la mano en su hombro.— Podemos seguir discutiendo eso cuando lleguemos a casa. —No iré a casa.— Tyler dijo, infeliz, con los ojos firmemente fijos en el suelo.— No se preocupe por eso. Ya no soy un problema suyo. En breve lo seré de otra persona. 11 El hielo bajo los pies de Eric Snövarg, mientras caminaba hasta el muelle, era familiar. Era invierno en la isla Snövarg, un pequeño pedazo de tierra en el Océano Báltico, en la costa de Suecia. Las noches eran largas y frías en este invierno, razón por la cual algunas noches su pueblo escogía dormir en sus formas de lobo, enrollados con sus seres queridos. Una pila de cachorros era como su enamorado, Finn Michaels, los llamaba. Fue de una pila de cachorros que Eric se había levantado en mitad de la noche, sin conseguir dormir con tantas cosas en su mente. No sabía porque sus pies lo llevaban hasta el muelle. Tal vez fuese porque este era el lugar donde su nuevo compañero llegaría por la mañana. Aún no tenía certeza de haber hecho lo correcto al estar de acuerdo con esto. Había sido idea de Finn y les informaron de que podía llevarles un año encontrar el compañero ideal. Solo había pasado un mes desde su viaje al continente, donde habían ido a una agencia de Apareamiento. Habían llamado dos días atrás diciendo que habían encontrado un compañero viable para ellos, alguien de acuerdo con sus criterios, macho y capaz de darle herederos. El único problema era que tenía que ser rápido. El conejo, por lo que parecía, estaba ansioso para emparejarse. Eric tenía apenas dos días para aceptar el hecho de que todo estaba a punto de cambiar. El mar estaba calmado cuando salpicó contra el muelle. Esperaba que eso fuera señal del fin del mal tiempo que habían sufridoa lo largo de los últimos meses. Caminó hasta el final de la plataforma y se inclinó contra un poste de madera, mientras miraba hacia fuera, a través de la vasta 12 oscuridad ante él. Él no sabía mucho sobre Tyler Thompson. El casamentero solo había dicho que sus personalidades eran compatibles en un setenta y dos por ciento, pero insistió en que tenía un buen presentimiento sobre ese pretendiente. — Mirar el agua no lo hará llegar más rápido. — La voz familiar de Finn cortó sus pensamientos. El hombre nunca dejaba que nada lo afectara, que era una de las muchas razones por las que Eric lo necesitaba. Eric tendía a enfatizar las cosas y a veces era impulsivo, Finn era su contrario. Eric, a diferencia de la mayor parte de su grupo, tenía ojos verdes y pelo corto y oscuro. Era inusual que una persona de fuera se añadiera a su grupo, pero no era algo inaudito. El abuelo de Eric había venido de Francia después de haberse reunido con su abuela en el continente, en una conferencia. Era el color de su abuelo el que Eric tenía, haciéndolo destacar entre la mayoría de su gente. Finn tenía el pelo rubio, lo suficientemente largo para poder atarlo. Estirar el pelo hacia abajo y pasar sus dedos a través de los hilos de oro era una de las cosas favoritas de Eric. — ¿Qué hay de malo? — Finn le preguntó cuándo se detuvo a su lado. La apariencia angular de su amante era increíble. — Solo aprensivo, supongo. ¿Y si a la gente no le gusta? ¿Y si a él no le gustamos nosotros? ¿Y si no le gusta la isla? No todo el mundo es feliz tan aislado. — Dijo Eric. Finn se movió para sentarse justo frente a él antes de envolver sus brazos alrededor de su cintura e inclinarse hacia él. Vestía un pantalón y una chaqueta color crema que pertenecía a Eric. Llevar ropa del otro era normal para ellos, especialmente porque tenían el cuerpo muy semejante en tamaño y altura. Ambos tenían 1, 90 m y eran muy bien proporcionados. Su nuevo compañero era mucho menor que ellos. Se preguntó si abrazarlo sería extraño. Ni Eric ni Finn habían tomado otros amantes. 13 —En primer lugar —dijo Finn, su voz calma cortando los pensamientos de Eric. — ¿Cómo podemos no gustarle a alguien? Somos deliciosos. — Eric sopló y enterró su nariz en el cabello de Finn. —Tenemos nuestros momentos. — Acordó. —Y en segundo lugar, preocuparse sobre todo eso no va a cambiar nada. Él estará aquí mañana y entonces lo sabremos. Además, — le dijo Finn cuando él se apartó lo suficiente para ver sus ojos. — Él es pequeño. Si es molesto, podemos simplemente cogerlo y ponerlo en un árbol. Eric se encontró riéndose del humor juvenil de su compañero, pero balanceó la cabeza de forma un tanto desesperada. Los dos hombres se abrazaron de nuevo, sintiéndose seguros y acogidos en los brazos del otro, protegidos del viento frío del océano. Después de un minuto, Eric sintió el movimiento de la boca de Finn a lo largo la concha de la oreja, haciéndole temblar un poco. — Vamos al fondeadero. — Finn susurró en el oído de Eric, haciendo sonreír al lobo. El fondeadero era una estructura grande de madera en el muelle. Además de barcos, había gran cantidad de material de camping almacenado allí, así como instrumentos de pesca y caza. Allí era donde habían hecho el amor por primera vez y donde habían pasado los primeros años de su relación cuando querían estar solos. El fondeadero era un edificio de madera ligera que estaba levantado sobre la playa y el mar. Estaba lleno de barcos y varios equipos de pesca y tenía un agujero en el centro que llevaba a las dos puertas principales que se abrían al mar. Entre toda la manada tenían algunos barcos para la pesca y para ir a tierra firme, pero no hacían viajes lejos a menudo, a menos que fuera absolutamente necesario. 14 Había redes de pesca colgadas en las paredes y un par de remos colgados encima. No había mucho espacio para sentirse cómodo, pero a los largo de los años habían encontrado maneras de ser creativos. La única fuente de luz era una lámpara colgante que no creaba exactamente una atmósfera romántica. Por eso guardaron velas y fósforos escondidos en la pequeña oficina, donde trabaja Eric. Eric sospechaba que la gente que utilizaba la oficina, además de él, sabían porque el cajón tenía no sólo velas, sino también aceites lubricantes de masaje, pero realmente no tenía importancia. A nadie realmente le importaba. Ellos podrían no estar acoplados, pero la manada no era anticuada. No estaban en contra del sexo antes del apareamiento o cualquier otra cosa de esas arcaicas, pero Finn no sería oficialmente el compañero del alfa hasta que tuviesen la ceremonia y la mordedura de apareamiento. Cuando las velas estuvieron encendidas en el suelo y un par de sacos de dormir colocados en el piso para sentirse cómodos, Eric trató de recordar la última vez que habían estado ahí. Después de que el padre y el hermano de Eric murieran hace unos años, Finn se había mudado al hogar familiar de Eric con él. En realidad había pasado los últimos cinco años viviendo en una felicidad doméstica. Aun así, fue agradable escaparse furtivamente, como si fueran adolescentes. No podrían haber ido a casa exactamente para hacer el amor de todos modos. La hermana pequeña de Eric y sus dos sobrinas estaban enrolladas en su cama en casa. Su hermano mayor había muerto junto a su padre en un accidente en el mar, dejando a Eric como alfa inesperado. Al crecer, Eric nunca había considerado que a alguien le importase si se apareaba con Finn, puesto que era su hermano quien debería haber sido el responsable. Había sido un shock para todos, eso era cierto. Su madre murió dando a luz a su hermana y la esposa de su hermano perdió la vida por el sufrimiento sólo unos meses después de que su compañero muriera. 15 Su casa ahora consistía en Eric y Finn, Lisa la hermana de Eric que tenía dieciocho años de edad, sus dos sobrinas, Inga y Katja y Elsa, la abuela de Finn. Afortunadamente la casa del alfa era lo suficientemente grande para que los dos tuvieran privacidad cuando querían. Normalmente. — Te has perdido en tus pensamientos otra vez. — Finn dijo de mientras estaba en el círculo de velas y sacaba sus zapatos. Los ojos de Eric seguían sus movimientos. Las suaves luces destellaban sobre el cuerpo dorado y bronceado de Finn. Él era hermoso. —Sólo pensando en la primera vez que estuvimos. — Admitió Eric, dejando de lado el tema de sus parientes muertos. La muerte tiende a ser un asesino del humor. Finn sonrió calurosamente y comenzó a desabrochar sus jeans, —¿Qué primera vez? Estuvimos muy poco aquí. Eric dejó escapar una risa suave y se unió a su compañero. Comenzó a quitarse la ropa, con los ojos fijos en Finn todo el tiempo. — Me refiero a nuestra primera vez. — Ah, ¿cuándo me diste un trabajo de mano y te corriste en tus pantalones antes de que pudiera tocarte? — Dijo Finn descaradamente, inclinando su cabeza hacia un lado y sonriendo mientras recordaba. — Sí. — Eric admitió, dándole una mirada burlona. —Aquella vez. — Es gracioso pensar que aún no lo habíamos hecho en una cama de verdad y ya estábamos viviendo juntos. —Finn dijo mientras lentamente deslizaba hacia abajo su calzoncillo, dejando su polla medio dura libre. Eric siguió desnudándose, pateando sus jeans a un lado antes de extender los brazos hacia Finn. No era como si los padres de Eric no supieran que su hijo era gay. Era más bien que no querían tener relaciones sexuales bajo su techo. Había actuado del mismo modo con su hermano. Las cosas eran muy diferentes en el mundo de los shifters cuando sus padres estaban vivos. Apareamientos concertados sucedían todo el tiempo y la 16 pareja a menudo no se conocía bien. Por lo menos Tyler había acordado esperar dos semanas antes de la ceremonia para llegara conocerse. — Estabas tan asustado y excitado. — Finn murmuró contra la boca de Eric mientras lentamente se inclinó en un beso. — Yo estaba temblando. Eric sonrió con el recuerdo. — No, estabas tranquilo. Siempre estás tranquilo. Finn sonrió y lo besó otra vez. —Nos equilibramos mutuamente, siempre. — Es por eso que estoy preocupado. — Confeso Eric cuando deslizo las manos hacia abajo de los costados de Finn y unió sus cabezas juntas. Eric cerró los ojos y suspiró cuando Finn le besó otra vez. Él pasó las manos sobre la espalda desnuda de Finn, el toque íntimo y familiar fue reconfortante como siempre. Tiró de su amante más cerca para que sus cuerpos desnudos se ajustaran uno al otro y lentamente deslizó la mano hacia el trasero de Finn. — Te amo. — Murmuró contra la boca del otro hombre antes de arrastrarlo y frotar juntos sus endurecidos penes. Finn gimió contra sus labios y agarró su pelo con fuerza cuando empujó su lengua dentro de la boca de Eric. En un movimiento bien practicado, los dos hombres se establecieron en los sacos de dormir, sin romper el beso. Finn tiró de Eric sobre él, con sus brazos envueltos alrededor de cuello de Eric cuando el beso se profundizó. — Esta es nuestra última noche sólo nosotros dos. — Finn dijo calmadamente mientras miraba a los ojos de Eric. Subió sus manos para enmarcar la cara de Eric, acariciando su pulgar sobre la mejilla del alfa. Eric volvió lentamente su cabeza y besó la palma de la mano de Finn antes de volver a mirar hacia él. — Pase lo que pase, siempre nos tendremos uno al otro. — Eric prometió. Finn le sonrió en voz baja antes de atraer la cabeza de Eric para otro beso. 17 Mantuvieron el beso suave y gentil, saboreando cada momento de su tiempo juntos. No había ninguna prisa. Tenían toda la noche para amarse. Después de besos muy lentos y perezosos, Eric arrastró su mano para abajo a lo largo del costado de Finn. Su amante era un ser tan sexy y el toque entre ellos era generalmente suficiente para excitar a Finn. Él era más como un gato que un lobo, arqueándose con los toques de Eric, deleitándose, Eric empezó a salpicar dulces besos en todo cuerpo de Finn, deteniéndose en los pezones para chupar y jugar con ellos. Como siempre, la sensación de la mano de Finn en su pelo, sosteniéndolo con ternura y guiándolo era erótica. Cuando Eric llegó a la piel suave del abdomen de Finn, comenzó a chupar más fuerte dejando hematomas en la carne floja, sabiendo que haría a su amante retorcerse. Finn se mantuvo lo suficiente para ver lo que Eric estaba haciendo, haciendo que sus músculos se apretaran. Podía sentir la polla de Finn, dura, cuando golpeó en el pecho otra vez, desesperada por atención. Cuando besó su camino sobre una de las piernas de Finn, miró al hombre a través de sus espesas, pestañas oscuras, sabiendo que nunca dejó de excitar a Finn. — Dios, Eric… — gimió Finn, manteniendo el contacto visual con antes de dejar caer su cabeza hacia atrás contra sacos de dormir. — Chúpame o jódeme, simplemente haz algo. —Eric sonrió contra el muslo de Finn antes de colocar allí un beso de disculpa. Extendió la mano hacia el lubricante que todavía estaba en la mano de Finn y lo cogió. — ¿Por qué escogería cuando puedo tener los dos? — Dijo Eric sonriendo orgullosamente por hacer gemir a su amante con desespero. Apretó un poco de lubricante en sus dedos y los llevó a la entrada de Finn. Mientras, agradable y lentamente, folló a su amante con los dedos, tomó la longitud de Finn en su boca y chupó hasta el puño. Finn gimió y llevó la mano a su cabeza. — Nunca me canso de esto. —Las palabras calentaron el corazón de Eric y soltó el pene de Finn con un pop mojado para poder besar 18 lentamente su camino hasta abajo. Estaban juntos desde hace tanto tiempo que conocían cada centímetro del cuerpo del otro. Sabían exactamente qué hacer y cuándo dar al otro el máximo placer. Trató de apagar sus pensamientos sobre su nuevo compañero. No estaba haciéndose ningún bien al obsesionarse acerca de cómo las cosas serían diferentes, sobre cómo sería el ajuste entre todos ellos. Mientras que Eric mantuvo poniendo besos en una gran vena pulsátil, sus dedos se deslizaron hacia adelante y hacia atrás en Finn, provocando lentamente. La polla de Finn estaba bien dura ahora y cuando la llevó de nuevo en su boca, pudo probar el salado pre semen. — Oh sí — gimió Finn. — Amo la manera que me provocas. Eric sonrió, con la boca todavía llena. Sabía exactamente lo que gustaba a Finn, como gustaba ser llevado hasta el borde para no serle permitido gozar. Mirándolo, sus ojos se encontraron y se miraron por un momento. Tirando poco a poco, Eric abrió sus dedos sobre el miembro de Finn y comenzó a bombear. — ¿Quieres que te joda? — Preguntó, su voz áspera. Finn gimió y dejó caer la cabeza hacia atrás. —Sí, Dios. Jódeme duro. Sonriendo una vez más con el modo en que su amante estaba deshecho, Eric sacó sus dedos y se subió sobre él, colocando besos de amor en su piel ligeramente húmeda del sudor. Una vez sobre él, Eric se inclinó y lo besó suavemente. — Vuélvete. — Susurró a Finn sobre el rumor del océano golpeando contra las paredes del pozo de agua. Con otro gemido Finn hizo lo que le dijo y se dio vuelta sobre su estómago. Era algo que hacían cada vez más. El deseo de tomar a Finn por detrás como ahora era un deseo mucho más animal, su lobo alfa saliendo a la superficie. Cuanto más tiempo negaba a su lobo el tomar a su compañero, mordiéndole y haciéndolo suyo más difícil se volvía. También empezó a sentir el deseo de procrear, llenar a su pareja con su semilla y mantenerlo allí hasta que estuviera redondo y 19 lleno con sus crías. Sabía que era algo que nunca sucedería, no con Finn, pero sin embargo, estaba el deseo. Quería aparearse con Finn desde que eran jóvenes. Aún se acordaba de haberle dicho cuando eran niños que serían compañeros cuando crecieran. Había estado esperando mucho tiempo para poder aparearse con Finn y, a pesar de todo, finalmente iba a suceder. Su lobo deseaba reclamar al lobo beta cada vez que dormían juntos. Era una evidencia de su fortaleza, como hombres y como lobos, que hubieran podido resistir hasta ahora. Ambos tenían veinticinco años y estuvieron resistiéndose desde que tenían dieciséis. Fue la abuela de Finn, la mayor partidaria de la tradición de la manada, la que les mostró los libros antiguos y descubrió que tres personas podían y habían estado acopladas en el pasado. Si era la única manera de que él y Finn pudieran estar juntos y permanecer en su manada, entonces que así fuera. Una vez sobre su estómago, Finn empujó su culo frotándolo contra la polla goteando de Eric. — ¿Quieres joderme? ¿Llenarme, amor? Eric gruñó bajo en su garganta en advertencia y rozó los dientes sobre la parte posterior del cuello de Finn, sosteniendo aun. Esto sólo puso a los dos hombres aún más duros y sin ninguna ceremonia, Eric se deslizó dentro de él en un suave impulso. Una vez asentado dentro, Eric se calmó y dio a ambos un momento para simplemente disfrutar de la proximidad. La piel de Finn estaba resbaladiza y caliente contra la suya y Eric enterró su rostro en el cuello de su amante, respirando el olor de almizcle que amaba tanto. Comenzó a moverse lentamente, circulando sus caderas y provocándolos a los dos. Cuando Finn era un desastre gimiendo debajo del, Eric aceleró el ritmo y comenzó a golpear en él, así como le gustaba a Finn. Los dientes picaban por morder el cuello de Finn cuando la necesidad dentro de él creció, pero resistió y fue difícil negarse a sí mismo lo más quería en este mundo. 20 — ¡Oh mierda! — Finn gritó cuando Eric lo jodió duro, la polla golpeando brutalmente el punto dulce de Finn. — Sí, exactamente así. Jódeme así. Su boca abierta estabacaliente y húmeda en el hombro de Finn y no precisó Finn de mucho esfuerzo para inclinarse ligeramente hacia arriba y girar la cabeza para un beso duro y descuidado. Los dos hombres se movieron juntos mientras se besaban, cada uno de ellos moviéndose a un ritmo bien practicado. Después de lo que parecía una eternidad, Eric se sintió cerca del límite. Él quebró el beso y colocó la boca en el oído de Finn. —Te voy a llenar. A inundar con mi semen. — Eric gimió. Sabía que más tarde se sentiría un poco avergonzado por dejar que los instintos del apareamiento hablaran por él, pero en aquel momento no importaba. Estaba claro que Finn encontró la idea caliente, cuando empezó a rozarse contra los sacos de dormir. Finn gimió con la estupenda fricción y cuando Eric finalmente se vino dentro de él, su lobo quería echar la cabeza hacia atrás y aullar. Finn se estremeció debajo de él y encontró su propio orgasmo, haciendo un lío pegajoso en los sacos de dormir. Se quedaron unidos durante largo tiempo, los dos sin aliento mientras descendía la euforia de sus orgasmos. Finalmente, cuando el sudor de sus cuerpos empezó a enfriarse en el frío del inicio de la primavera con el aire de la noche, se separaron y se giraron, consiguiendo mantener el pegajoso lío lejos de ellos. Se quedaron allí, cogidos de la mano, mirando al techo. El rumor suave del agua a su lado era pacífico y Eric empezó a sentir sus párpados pesados. —Pase lo que pase con Tyler,— Empezó Finn, cuando rodó a un lado y se acurrucó en el calor de Eric.— Vamos a estar bien. Eric mantuvo en él su mirada azul oscura durante un momento para finalmente asentir con la cabeza. Se inclinó hacia delante lo suficiente 21 para besar a Finn rápidamente en la boca antes de envolverlo con el brazo y acercarlo cuando el sueño empezó a llevarlo. 22 Tyler no era un fan de los barcos. La verdad, nunca había estado en uno antes de hoy, pero ahora, después de pasar una hora y media en un bote con un mar agitado y embravecido, podía decir sin duda que no era un fan. El casamentero le había dicho que lo recogerían en el aeropuerto de Arlanda, en Estocolmo y llevado al puerto, donde un bote lo estaría esperando. El barco no era grande pero sí robusto, a así se lo había asegurado el capitán. El hombre era conversador y hablaba muy bien inglés. Tenía treinta y tantos años y estaba bien afeitado, no era lo que se espera al oír hablar de un capitán de barco. Si Tyler no estuviese tan nervioso, habría notado que el hombre era bastante atractivo. El barco en el que estaban no era muy grande, pero tenía una pequeña cabina abajo, con un baño y una pequeña área de estar. Podría llevar confortablemente a cerca de treinta personas allí arriba, pero Tyler y el capitán eran los únicos a bordo. El capitán le había informado que el Sr. Eric Snövarg muchas veces lo contrataba a él y a su barco para recoger a las personas de la isla o para hacer las entregas. Todo parecía un poco extraño para Tyler, como si estuviese siendo dejado en una remota isla desierta para ser dejado al destino de una tribu de lobos desconocidos. Oh dios, pensó Tyler. Eso es lo que está sucediendo. A medida que el barco golpeó una gran ola, Tyler rápidamente colocó su mano en la boca, sintiéndose enfermo. Era extraño, pero nunca había considerado el apareamiento fuera de su especie antes. La verdad, nunca había conocido muchos otros tipos de shifters antes, además del 23 casamentero. Siempre asumió que acabaría emparejado a otro shifter conejo. Es lo que se esperaba de él después de todo. Ahora, allí estaba él, en camino de encontrase no con un compañero, sino dos. Se permitió una pequeña sonrisa al pensar en su padre recibiendo la noticia del casamentero. Tyler cerró los ojos y dejó que el aire salado le calmara el estómago inquieto. El viento frío en el rostro ayudó a distraerlo de las náuseas. También ayudó a distraerlo del hecho de que había acordado pasar el resto de su vida viviendo en una isla remota con un grupo de extraños. Había, claro, una cláusula. Sin burocracia, había sido firmado. No es como si Tyler hubiese firmado dando la posesión de sí mismo a esos lobos, o algo así. Se entendía que habría dos semanas, o un tiempo previamente acordado, antes de que se celebrara el apareamiento. Normalmente, ellos se encontrarían personalmente por lo menos una vez antes de seguir con el contrato. Se preguntó qué pensarían los lobos de su insistencia en las prisas. Si no fuera por su rara capacidad de portar crías, sabía que nadie iba a aceptarlo tan pronto. Para los que eran shiters conejos, la rara capacidad de Tyler se volvía una propiedad caliente. Una vez acoplado ya no había vuelta atrás, no para los shifters. Si alguno de ellos quería desistir antes de eso, podían. Sin ningún problema. Tyler sabía, sin embargo, que a menos que fueran monstruos absolutos él no podría salirse. No había ningún lugar a donde ir si no se quedaba allí. Sus padres ciertamente no iban a aceptarlo de vuelta, por lo menos no por mucho tiempo antes de que estuviesen empujándolo hacia otro shifter conejo y no podía pagar los servicios de la agencia de Apareamiento por su cuenta. Hubo algunos candidatos para que Tyler escogiera, gracias a sus capacidades poco comunes. La mayoría de ellos no eran tímidos en admitir sus razones para quererlo. Fue desconcertante pensar que solo se querían emparejar con él, para poder mantenerlo como una yegua de cría. Por eso había escogido a los dos lobos. En parte 24 porque parecían dioses nórdicos y ya que iba a dormir con alguien, se aseguraría por lo menos, que estaba atraído por ellos. La otra razón era que ya estaban enamorados y esto era más que un negocio para ellos. Lo habrían rechazado si no estuviese preparado para emparejarse con los dos, lo que demostró a Tyler que eran buenas personas. No le importaba saber que solo estaría cerca para cargar con los hijos del alfa. Por lo menos en esta situación, sabía dónde se estaba metiendo. Sería una unión de conveniencia y una vez que los hijos nacieran, dejarían solo a Tyler. Por lo menos eso es lo que asumió que querían de él. Una vez que el aire salado había trabajado su magia en él, Tyler abrió los ojos y vio que la isla estaba a la vista. Desde el barco parecía que tenía por lo menos cuatro kilómetros cuadrados, la mayor parte formada por áreas densamente arboladas. Había una playa con un muelle y al lado un pequeño grupo de personas a la espera de su llegada. Tragó en seco y dio unas respiraciones profundas. Intentó forzar los ojos para ver si podría avistar a sus compañeros, pero todas las personas eran altas y de buena apariencia, de modo que era difícil distinguirlos. Pasando la playa Tyler podía ver una hilera de edificios que parecían tiendas. No sabía que grande era el grupo, pero la isla parecía ser más autosuficiente de lo que el casamentero le había dicho. —¡Oh, Dios! – Murmuró para sí mismo con un pensamiento horrible golpeándole.— ¿Y si son como los Amish? ¿Y si no tienen Wi—Fi? Hacía ciertamente más frío allí que en Oregón. Era como si hubiese nevado recientemente en la isla y había pedazos de hielo derritiéndose rápidamente en la playa. El sol estaba alto y el cielo estaba limpio de nubes, pero aún hacía bastante frío para mediados de marzo. Tyler solo había traído las pocas cosas que había guardado para llevar a Portland, cuando él y sus padres fueron a la agencia de Apareamiento. No sabía aquella mañana, cuando se dirigían a la reunión que nunca volvería a casa. Desesperadamente, esperaba que una de esas tiendas frente a la 25 playa vendiese ropas y que a sus compañeros destinados no les importase prestarle dinero para comprar una camisa o dos. Estaba vistiendo apenas un chaqueta sobre una camisa de algodón fino y sentía elfrío filtrarse a través de las capas finas. —Usted debe ser alguien importante.— Dijo el capitán, cuando se acercó al muelle. Sus ojos fijos en las diez o más personas que estaban esperándolos. —No es cierto.— Tyler respondió. Examinó toda la playa y vio que había otras personas dispersas, así como algunas personas en el exterior de las tiendas, mirándolo ansiosamente para tener una idea. Tenía certeza de que era así como las películas de terror empezaban. Consideró, brevemente, pedir al capitán que volviera en un mes para ver si había sido cocinado y comido, pero si fuera ese el caso, ya no valdría la pena. Balanceó la cabeza, irritado por su imaginación fértil. Tenía la certeza de que todos ellos eran personas adorables. Cogió su bolsa cuando el capitán salió para amarrar el barco en el muelle. Él se giró, listo para enfrentar su destino con orgullo y coraje, pero empezó con un grito cuando vio dos hombres grandes a bordo del barco. Uno de los hombres tenía cabellos rubios atados detrás en una cola de caballo floja en la base de su cuello. Tenía ojos azules con leves líneas de la risa a su alrededor. Le sonrió tranquilizador y eso inmediatamente ayudó a calmar a Tyler. El otro hombre era tan alto como el rubio, que ya era muy alto para los patrones de Tyler. Tenía cabellos oscuros que estaban un poco ondulados y mucho más cortos que los del otro. Sus ojos eran del tipo de verde que solo se encuentra en determinadas partes del océano y parecía aún más aprensivo de lo que Tyler se sentía. Ambos eran aún más guapos que en las fotos. 26 —Tyler.— El rubio lo saludó, yendo en su dirección con los brazos abiertos para un abrazo.— Soy Finn. Bienvenido a la isla Snövarg. Tyler se quedó muy quieto mientras el gran hombre lo envolvía suavemente en un abrazo. Se sintió bien al ver lo amigable que estaba siendo y como parecía genuinamente feliz de verlo. Se sintió relajar aún más con el contacto. Si iba a estar preso en un Apareamiento convenido, por lo menos que las personas fueran buenas para él. El otro, sin embargo, simplemente presentó la mano temblorosa para Tyler, haciendo a Finn voltear los ojos. —Eric.— Dijo el hombre de cabellos oscuros presentándose con un gesto de la cabeza. —Hola.— Tyler cogió la gran mano que se le ofrecía y se sorprendió por lo buena y caliente que era. Miró al alfa y lo miró a los ojos. Los dos simplemente se miraron por un largo momento antes de que Finn colocara la mano en el hombro de Tyler, rompiendo el contacto. —Pedimos disculpas por el comité de bienvenida. Queríamos tener al grupo entero esperándole, como es tradición.— Explicó Finn.—Sin embargo, Eric dijo que solo iba a presentarte a los más viejos y llevarte a tu nueva casa y dejarte establecer. Tyler sonrió agradecido a los dos. —Eso está bien. Porque aquí fuera está más frío que el toque de una bruja. Eric le irguió las gruesas cejas negras, aparentemente un poco aturdido por lo que acababa de decir. Finn, mientras, echo la cabeza hacia atrás y rió. —Nosotros los lobos no tenemos frío fácilmente.— Finn le dijo cuándo los tres siguieron su camino hacia fuera del barco.— ¿No es lo mismo para los shifters liebres? —Um, nosotros realmente preferimos el término shifters conejo. Por lo menos, mi grupo siempre se refería a nosotros de esa forma.— Explicó 27 Tyler. Los tres caminaron a lo largo del corredor hacia el muelle.— Y no, nosotros notamos el frío casi tanto como un ser humano lo haría. Había once personas alineadas a lo largo del camino pedregoso que llevaba a la tienda, todos bastante viejos. Cuando llegaron frente a ellos, Eric se quitó el oscuro abrigo gris y lo colocó sobre los hombros de Tyler, quedándose apenas con una fina camiseta blanca de manga larga, de algodón, que se aferraba a sus impresionantes músculos. El conejo se asustó con el inesperado gesto amable y le ofreció una pequeña sonrisa de agradecimiento. El alfa serio apenas asintió hacia él. —Elsa, ¿puedo presentarles a mi otro compañero?— dijo Eric a la mujer frente a ellos. Ella estaba al final de sus sesenta años, al parecer, y tenía amables ojos azules que le hacían parecer amigable.— Tyler, esta es la abuela de Finn y una de las ancianas de nuestro grupo. —Bienvenido Tyler.— Ella dijo mientras aseguraba la mano de él entre las suyas. Su acento sueco era un poco más notable que los de Eric y Finn, pero supuso, que dada su edad, podría no haber hablado inglés hasta hace algún tiempo. Cuando leyó sus archivos, se quedó aliviado al saber que sus compañeros destinados hablaban inglés con fluidez. Aunque Tyler supiera que no era posible esperar que lo hablasen siempre, solo para su comodidad, esperaba que uno de ellos estuviese dispuesto a darle clases. Tyler sonrió de vuelta a la anciana y le agradeció. Era extraño pensar que apenas en dos semanas ella sería familia suya. Mientras se movían a lo largo de la línea, Tyler fue presentado a otros miembros de la familia más lejanos, la mayoría de ellos formaba el grupo de ancianos. Una vez estrechó la mano del último de ellos, se dio la vuelta para mirar al exterior de las tiendas y a lo largo de la playa. Estaban todos mirándole con grandes sonrisas en sus rostros. Bien, todos excepto algunos. Había una pareja de mujeres, que estaban fuera de lo que parecía ser una tienda de té. Estaban mirando 28 atentamente. Hizo una nota mental para acordarse de preguntar a Finn o a Eric quienes eran y cuál era su problema más tarde. Mientras caminaban la corta distancia desde la playa hasta la casa donde Tyler iba a quedarse, Finn colocó un brazo sobre sus hombros. —Espero que estés con hambre. Todo el mundo cocinó como locos para preparar las cosas para hoy por la noche. —¿Hoy por la noche?— Preguntó Tyler, ya sintiendo sospechas. —Sí, los más ancianos han insistido en una reunión oficial contigo y el resto de la manada. Todo el mundo va a estar allí.— Eric le dijo.— Es muy informal, de todos modos. Más como una fiesta de verdad. Tyler miró enfrente mientras caminaba, observando a su alrededor. Una vez pasada la playa y las tiendas, la isla parecía prácticamente virgen. Hicieron el camino a través de un área de bosque que tenía un marcado sendero de virutas de madera para atravesarla, con lámparas apagadas que señalizaban el camino. Los altos y finos álamos alrededor de ellos parecían muy viejos y la hierba, incluso cubierta de nieve derretida, aún era exuberante y tupida. —¡Es lindo!— Dijo Tyler en voz alta.— Como entrar en un cuento de hadas. Por primera vez desde que lo conoció, Tyler vio de reojo a Eric sonreír. Él estaba satisfecho de que a su nuevo compañero le gustara su nuevo hogar. —Nos gusta.— Dijo Finn. Su brazo todavía estaba envuelto casualmente sobre el hombro de Tyler. Era un peso caliente y reconfortante. —Entonces, además de las tiendas allí atrás, ¿hay alguna otra cosa por aquí? —Preguntó Tyler. Podía oír los sonidos de los niños en el bosque que corrían entre los árboles, pero eran tan rápidos que no podía verlos, no en su forma humana de cualquier forma. El cielo encima de ellos era claro y lleno de sonidos de pájaros cantando. No estaba seguro de adonde lo estaban 29 llevando. No quería preguntar si se iba a quedar con ellos o si le darían su propio espacio. La verdad es que no tenía certeza de cual opción prefería. —¿Ves ahí abajo?— Preguntó Finn, apuntando a donde el sendero se dividía en tres partes diferentes.— Uno lleva al centro de la ciudad. Tenemos una ferretería, una biblioteca, una oficina de correos y la delegación de policía, un centro médico que la verdad es que solo es una casa y algunos otros lugares. Vamos a tener que darte el paseo completo. Tyler le sonrió. Le gustaba la forma en que Finn le miraba, dándole toda su atención, lo hacía sentirse caliente por dentro. —Megustaría eso. Precisaba centrarse en la realidad. Solo porque estaban siendo buenos con él y dándole mucha atención, eso no significaba nada. Si Tyler podía acabar con dos buenos amigos en esta situación, se contentaría con eso. Era más de lo que tenía antes, de cualquier manera. Sus amigos más próximos eran personas que jugaban a videojuegos con él y que solo conocía por sus marcas gamers, todos excepto uno de ellos. Un amigo en particular, un tipo llamado Jordan, era su general en su juego de guerra de fantasía favorito ambientado en el espacio. Él se preguntó si los colegas de su pelotón habrían notado su ausencia. Dios, esperaba que tuvieran W—Fi gratuito. Parecía una cosa tan pequeña, en retrospectiva, pero esos chicos eran el único contacto con el exterior de su colonia que tenía. Realmente los echaba en falta. Ni siquiera tenía ya los juegos o la consola con la que jugaba. Estaba determinado a no sentirse triste por un juego de video. Se negó a ser un perdedor tan grande. Después de caminar casi un kilómetro llegaron a una casa grande. Era como si hubiera sido construida antes de que el bosque hubiera crecido a su alrededor. Detrás de la casa Tyler podía ver que habían llegado al final de la isla y que a 15 metros, aproximadamente de la casa, había un acantilado con una simple caída al océano. La casa parecía más vieja, como si fuese la primera cosa construida en la isla. Tyler se preguntó cuánto tiempo los lobos habían vivido allí, o si 30 tal vez siempre estuvieron allí. El edificio parecía muy viejo, un par de cientos de años, por lo menos. Tyler hizo una nota mental para aprender más sobre el grupo y su nuevo hogar. Como compañero del alfa era su trabajo saber esas cosas, aunque fuera sólo de nombre. La estructura principal de la casa era un antiguo edificio forrado de piedra que parecía muy sencillo, como las casas que habían pasado, pero estaba claro que con los años se le había añadido extensiones. Había otra casa completamente diferente, que había sido construida en la parte de atrás, dándole el doble de tamaño y una gran cabaña de madera al lado de ambas. Debería haber parecido raro, pero se veían bien en conjunto. Parecía cálido y acogedor. —¿Así que este es el lugar dónde vivís? — Preguntó Tyler. Sabía que era una pregunta idiota. No había ninguna manera de que esta casa enorme fuera solo para él, pero por primera vez en su vida no sabía que decir. Estaba muy consciente de lo grandes que estos hombres eran y su mente estaba llena de pensamientos sobre su noche de Apareamiento. Tal vez estar embarazado cada pocos años, no fuera tan malo después de todo, pensaba consigo cuando Eric entró delante de él, dándole a Tyler un buen vistazo de su culo. — Esta es la casa. — Eric respondió cuando abrió la puerta y la sostuvo abierta para Tyler. La puerta se abría a una habitación de buen tamaño, con piso de madera de pino pulido y suaves paredes claras. Todo era sorprendentemente moderno. Estaba claro que había sido redecorado recientemente. Para ser una casa tan grande el lugar era muy tranquilo. A Tyler no le importaría quedarse allí con los dos, si ese era el plan. La verdad es que lo prefería a vivir solo. De esta manera, se sentiría más como una parte de la familia y menos como alguien con el que sólo interactuaban con el fin de procrear. 31 Tenía la esperanza de que le permitiesen actuar como un verdadero compañero del alfa y ayudar al funcionamiento del grupo. Tyler quería sentirse útil allí y se encontraba ansioso por descubrir qué trabajos podía hacer. Sus padres no le permitieron ir a la Universidad. De hecho, su hermano mayor fue el único en la familia al que le habían permitido la educación superior. La colonia gustaba de mantener a sus miembros cerca y solo a los que consideraban suficientemente responsables como para mantener su cabeza fuera del mundo exterior se les permitía salir. Tyler sintió una ola de excitación burbujear dentro de él mientras se preguntaba si sus nuevos compañeros le permitirían ir a clase on—line para poder ayudar mejor al grupo. Era realmente muy bueno con los ordenadores, pero siempre fue autodidacta. Sus padres habían sido tan incompetentes cuando se trata de tecnología, que todas esas horas que pasó jugando videojuegos asumieron que estaba hablando consigo mismo. Se asomó desde el pasillo al gran arco que conducía a la sala. Podía ver una gran estantería que ocupaba una pared entera y una enorme televisión en la pared encima de la chimenea. Si pudiese tener de alguna forma otra consola, su juego favorito quedaría impresionante conectado a este "chico malo". Había una gran variedad de sofás de color crema que no combinaban muy bien, pero quedaban bien juntos, sin embargo. Se preguntó si tenían señal de recepción, o simplemente utilizaban la televisión para ver DVDs. — Entonces, ¿solo sois vosotros dos viviendo aquí? — Preguntó mientras miraba alrededor. Finn le sonrió y pasó entre ellos, para poner la bolsa de Tyler, al pie de la escalera. —Difícilmente. Está mi abuela Elsa, que acabas de conocer, la hermana de Eric Lisa, de dieciocho años y sus dos sobrinas. — Wow, casa completa, entonces. — Tyler dijo y siguió a los dos a la parte de madera de la casa, que se había transformada en una larga 32 cocina, con una zona de estar cómoda en el otro extremo. Se sorprendió por la modernidad de todos los accesorios. Todos los armarios y electrodomésticos eran magníficos. Cuando supo que estaría viviendo en una isla, una parte de él había imaginado que sería un poco como una choza en la playa. Se atormentó con terribles visiones de lavar la ropa en un balde de agua fría en el patio. No sabía qué, exactamente, estaba esperando. Su propia colonia había estado aislada y aun así había televisión por vía satélite y una conexión de internet decente. — ¿Café? — Finn le preguntó, antes de ir hasta el mostrador y conectar su extravagante máquina de café expreso. —Por favor. — Tyler respondió con gratitud. Trató de conseguir una bebida en el aeropuerto, pero tenía gusto de mierda. Sabía que probablemente debería dejar de beber café. Ya era una persona muy activa, pero el café era su único vicio. Un Tyler privado de cafeína daba más miedo que cuando estaba saltando en su asiento. Realmente no estaba preparado para que sus compañeros conocieran es lado suyo todavía. Ese lado tiende a parecerse mucho a una criatura saltando duro después de una gran dosis de azúcar. — Entonces... Esta fiesta de hoy por la noche, ¿debo estar preocupado? — Preguntó cuándo se acomodó en la gran mesa de roble, rodeada de sillas de cuero, de respaldo alto, color chocolate. Los colores neutros parecían ser el tema de la gran casa. Estaba agradable y cálido en el interior de la casa y hacía que Tyler empezara a sentirse un poco somnoliento, después de su larga jornada. Tomó el abrigo de Eric, girando la cabeza para olerlo discretamente cuando lo dejó. Tuvo un escalofrío con el agradable olor, una buena señal para compañeros. — No, es algo muy informal. Todos están ansiosos de conocerte. — Eric dijo. — ¿Por qué? — Preguntó Tyler, sintiéndose realmente confundido. — Quiero decir, puedo entender que sea el alfa y todo eso, y voy a cocer sus panes en mi horno, pero ¿por qué una gran fiesta? 33 Eric frunció el ceño y los cruzó los grandes brazos sobre el pecho. — Vas a ser una gran parte de esta comunidad. Está claro que quieren conocerte. Tyler estaba feliz de oír eso. Él estaba cerca de su tío, el jefe, lo suficiente para saber lo que costaba mantener un grupo funcionando sin problemas. Cada miembro tenía su propio lugar y un trabajo, que alguna manera, contribuían al grupo. Como un conejo gay que podía tener hijos, Tyler fue generalmente dejado con las mujeres y esperaban que contribuyese algrupo con cruzamientos e hijos, permaneciendo en casa para criarlos en lugar de trabajar. Hubo una o dos mujeres a lo largo de los años que querían más de la vida y habían dejado la colonia, pero en su mayor parte, estaban todos contentos tal y como estaban las cosas. No hacía mucho tiempo que convenir acoplamientos era común en la cultura shifter. El mundo es un lugar más pequeño ahora, sin embargo, gracias a Internet y los teléfonos. Era más difícil permanecer aislado con las ciudades en constante expansión, acortando la distancia entre las comunidades. Era casi imposible funcionar en el mundo moderno y todavía mantener a los shifters aislados. El propio Tyler tenía varios amigos humanos en línea con quien jugaba, aunque no pudiese hablar a su familia sobre ellos. Un pequeño grupo de manifestantes en los años setenta se convirtió rápidamente en un grupo grande, y en el transcurso de algunos años las formas en que muchas cosas se hacían en el mundo shifter habían cambiado, aunque la decisión del consejo de gobierno de no dejar que los seres humanos supieran de su existencia era absoluta. Aunque las cosas estaban mejor, según Tyler, las generaciones más viejas todavía tenían dificultades para adaptarse a los cambios. Esperaba que fuera diferente aquí de lo que había sido en su casa, pero aunque no lo fuera, aún tenía que ser mejor ser el compañero del alfa que el compañero de cualquier shfiter conejo, al que el jefe podría sobornar para sacarlo de casa de sus padres. La propia 34 abuela de Finn era una anciana en su grupo. Eso le dio esperanza. No se permitían mujeres en el Consejo del jefe de donde venía. ¡Oh!, pensó para sí. ¿Tal vez nosotros éramos los Amish? —¿Puedo preguntarte algo? — Finn dijo cuándo trajo su café. Tyler envolvió sus manos alrededor de la taza humeante y se inclinó sobre ella, respirando la humareda celestial. — Por supuesto, puedes preguntarme lo que quieras. — Tyler aseguró al otro hombre sentado ante él en la mesa. Eric permaneció donde estaba, su expresión facial no cambió. — Pero primero, ¿crees que podrías empezar pidiendo al gruñón que deje de fruncir el ceño por un instante? Mientras que Finn resopló, Eric sólo miró confundido. El lobo de cabellos oscuros miró a Tyler e inclinó la cabeza. — ¿Se refiere a mí? Finn se rió en voz alta. — No te preocupes por él. Solo es preciso un tiempo para conocerlo. Eric descruzó los brazos y caminó hasta la mesa, su gran cuerpo flotó sobre Tyler, antes de sentarse a su lado. — Lo siento mucho. – Dijo Eric, tomando a Tyler por sorpresa. — Yo no estaba... frunciendo el ceño, como dices. Estaba pensando. Si la idea de esta fiesta te pone muy incómodo, podemos reprogramarla para después de que te instales. Podemos decir a todos que el largo viaje te dejó exhausto. Tyler miró al hombre de ojos verdes y sintió su corazón dar un salto en el pecho. La idea de que Eric parecía tan sombrío porque estaba pensando en sus necesidades, hizo a Tyler sentir algo que no recordaba haber sentido antes. Se sentía bien cuidado, importante. Preocupado de que pudiese avergonzarse ahogándose con algo simple, Tyler rápidamente tosió y desvió la mirada de los intensos ojos verdes. —Estaré bien. ¿Quiero decir, a quien no le gusta una fiesta, de verdad? — Dijo despreocupadamente. 35 — A Eric. — Finn respondió encogiéndose de hombros, haciendo a Eric voltear sus ojos. — Disculpa, ¿cuál era tu pregunta? — Dijo Tyler, finalmente, volviendo a lo que Finn había empezado a pedir. — ¿Cuál es la prisa? — Finn preguntó, apoyando los codos en la mesa e inclinándose hacia delante. Él era muy guapo, a pesar de su gran tamaño y por delante su pelo rubio se había escapado de su cola de caballo y le caía en los ojos, haciéndole parecer un cachorrito. Tyler esperaba que no fuera una comparación ofensiva para los lobos. — A menudo toma años para que una pareja correcta se forme, e incluso así, generalmente hay que darle varias opciones. Nuestro casamentero dijo solo apareciste en la base de datos hace unos días y con tu rara capacidad para quedar embarazado, tendrías que tener una amplia gama para escoger. —Por lo tanto, ¿por qué os escogí? — Tyler adivinó. — Bien, estaba inscrito en la Agencia de Apareamiento hace unas semanas, pero sólo para otros shifters conejos. Realmente no sabía que podía cruzarme con otros. Mis padres son un poco tradicionalistas. Creo que piensan que los conejos deben mantenerse con los de su propia especie. —¿Y no es así? — Preguntó Eric, frunciendo el ceño nuevamente mientras escuchaba su historia. Tyler estaba empezando a pensar que el rostro pensativo de Eric era su forma natural. Era muy sexy, la verdad. Parecía que podía agarrar y matar a un hombre en cualquier momento. Tyler pensó que era probablemente extraño que algo así lo convirtiese en sexy. —Mis padres han intentado librarse de mí durante mucho tiempo.— Confeso Tyler, no siendo capaz de mirarlos a los ojos. Era algo difícil de admitir, que incluso su propia familia no lo extrañaría.— Creo que estaban al final de sus fuerzas. —Tyler…—Interrumpió Eric.— Si tus padres están obligándote a hacer esto, entonces no lo hagas. Existen leyes rigurosas ahora contra acoplamientos forzados. 36 Tyler sonrió tímidamente y movió la cabeza. —No. Nadie me está obligando. Se querían librar de mí y yo quería irme. Entonces le dije al casamentero que abriera la búsqueda para cualquier lugar y cualquier tipo de shifter, y él me dio una lista posteriormente ese mismo día. Había algunos a los que consideré, pero creo que me gustó la idea de estar ayudándoos. Vuestra historia sobre estar juntos durante tiempo y no ser capaces de emparejaros hasta que encontrasteis esa brecha, medio que me tocó. Creo que soy un romántico sentimental. Por primera vez desde que lo conoció, Eric le sonrió. —Espero que puedas ser feliz aquí, Tyler. Finn asintió y extendió la mano a Tyler. —Creo que si todos entramos en esto sintiéndonos confortables y sabiendo que podemos discutir cualquier cosa, entonces vamos a estar bien.— La mano de Finn era caliente y suave, con excepción de algunos callos en el pulgar. Sería muy fácil dejarse caer para ellos. Estaban juntos desde que eran críos y habían encontrado una manera, contra todas las posibilidades, para estar juntos. Tyler precisaba recordar su lugar. Era bueno que fueran buenos con él, que estaba preso con ellos después de todo, pero no le haría ningún bien olvidar su papel en este Apareamiento. Tyler estaba allí para tener a sus hijos y ayudarles a administrar el grupo, nada más. —¿Estás bien?— Preguntó Finn, de repente, su sonrisa borrándose de su rostro por primera vez. Dio a la mano de Tyler un suave apretón y Tyler forzó una sonrisa en su cara. — Sí, un poco cansado, creo. ¿Crees que tal vez podría tomar una siesta antes de la fiesta? ¿Tengo tiempo? — Le preguntó levantándose de la mesa, dejando el café prácticamente sin tocar. —¡Por supuesto! — Aseguró Eric. — Voy a enseñarte nuestra habitación. Tyler prácticamente saltó con aquello. 37 —¿Nuestra habitación? ¿Te refieres a que voy a dormir con vosotros? Eric frunció el ceño de nuevo y miró a Finn pidiendo ayuda. — Bien, creo que no pensamos en cómo podría hacer que te sintieras presionado. Puedes dormir en una de las habitaciones vacías hasta nuestro Apareamiento, si eso es lo que prefieres. — Oh, uh, no. Está bien. — Tyler les aseguró rápidamente. —Lo que creáis que es mejor. Eric asintió, pero todavía no parecía convencido por la reacción de Tyler. Eric cogió la bolsa de Tyler del pie de la escalera, antes de llevarlo a su habitación. Había varias habitaciones con puertas cerradas en la planta superior. Una de las puertas estaba abierta, sin embargo y podía ver que era el cuarto de una niña. Había dos camas yuna gran cantidad de color rosa. Se preguntó por qué las dos chicas tenían que compartir una habitación. Y donde su descendencia iba a dormir, pero era una preocupación muy anticipada. No estaba listo para ser padre todavía. Si fuera honesto consigo mismo, la idea de estar embarazado le asustaba bastante. Eric lo llevó hasta el final del pasillo y abrió la puerta de su habitación. Era muy grande, con techos altos, como el resto de la casa. — ¿Tus antepasados construyeron esta casa? — Tyler preguntó cuándo entró y miró alrededor. La habitación tenía un baño, algo que Tyler estaba muy contento de ver. Compartir un baño con todas esas mujeres no era su idea de diversión. Creció en una casa de cuatro dormitorios con siete hermanos. No estaba seguro de haber tenido un solo baño caliente mientras crecía. Cuando todos finalmente se acoplaron y salieron de casa, Tyler comenzó a tomar largos y merecidos baños. La habitación tenía el papel de la pared azul claro en la parte superior de las de paredes, con paneles de madera blanco en la parte inferior. Parecía una casa de playa, con los armarios de madera blancos y grandes ventanas que se abrían a un balcón con vistas al océano. 38 Había un par de sillas en la parte inferior de la cama que estaban delante de una chimenea, con una estantería bien surtida en cada lado. — Mi tatara—tatara—abuelo construyó la mayor parte de ella, pero creció al igual que nuestra familia y el grupo. Ayudé a mi padre a construir la extensión de la cocina. La vieja cocina es ahora el comedor. — Eric, explicó. Aún era de día, pero estaba oscuro por la sombra abrupta de nubes grises. — Es una casa grande. — Tyler, dijo con una sonrisa extraña. — Diversas personalidades. ¿Cuántas habitaciones tiene? — Seis. —Dijo Eric poniendo la bolsa de Tyler a los pies de la cama.— Si realmente no te encuentras listo para dormir aquí con nosotros, puedes tener una de las otras habitaciones. —No. — Tyler dijo rápidamente. Aceptaba dormir entre dos calientes y sensuales lobos shifters en cualquier día, mejor que dormir solo en un lugar extraño. No creyó que sería así, que compartiría la cama con ellos durante todo el año, pero no podía negar que le hicieron sentir como una parte de sus vidas. — Sólo quería asegurarme que habían habitaciones suficientes para más tarde, ya sabes, cuando tengamos niños. — Dijo un poco sin sentido. Eric sonrió levemente con eso. — Oh, entiendo. Hay dos habitaciones que están vacías ahora, pero mi hermana no vivirá con nosotros para siempre. Tyler hizo un gesto cuando abrió su bolsa y comenzó a retirar su ropa. — Entonces ¿por qué tus sobrinas comparten uno? Y estoy suponiendo, que no son hijas de tu hermana, ya que ella es tan joven. —No — Respondió Eric sentándose en la cama junto a la bolsa deTyler. — Mi hermano, Anders, iba a ser el próximo alfa, pero murió cuando mi padre tuvo un accidente de barco. La mayor, Katja, tiene nueve años ahora. Estaba con mi padre y mi hermano en el barco cuando se ahogaron. Kat tenía solamente cinco años de edad en esa época y por lo que nos dijo y lo que encontramos de los restos, se dieron cuenta de un 39 fallo en el motor del barco. Olieron a quemado y se dieron cuenta de que iba a explotar, entonces hincharon el bote salvavidas porque sabían que Katja no podría nadar hasta tierra. La pusieron sobre él, pero antes de que pudieran entrar el barco explotó. La fuerza de la explosión empujó el bote salvavidas. Katja tiene una pequeña quemadura en su brazo. Inga era apenas un bebé en ese momento. Ella tiene cinco años y se niega a dejar dormir sola a Katja. Sabe qué hacer cuando Kat tiene una pesadilla, cómo prevenir que entre en pánico. A veces pienso que estoy haciéndolo todo mal, dejando a una niña de cinco años de edad llevar esa carga, pero ella dijo que entraría e iría a dormir con el Kat si las separaban. Sin pensar y actuando solamente por instinto, Tyler avanzó, llegando entre las piernas de Eric y se inclinó para abrazarlo. Eric pareció sorprendido por el contacto, pero rápidamente reaccionó y abrazó a Tyler de vuelta. —Siento lo que te pasó. — Susurró, sin saber qué decir. Cuando lentamente se apartó, los dos hombres se miraron por un momento, ambos al parecer un poco sorprendidos con lo que había sucedido. — Eh, lo siento. Soy un abrazador. Eric le sonrió con afecto y lentamente se levantó de la cama. —No te disculpes. Ya vaciamos una cómoda allí para ti, pero no parece que trajeras mucho contigo. Tyler sabía que su futuro compañero estaba cambiando el tema, sintiéndose claramente incómodo por parecer vulnerable frente a un desconocido virtual. —Sí, no quería volver a la colonia de nuevo, así que solo tengo lo que llevaba conmigo.—dijo Tyler. —¿Estabas tan mal allí? ¿Te maltrataban? — Preguntó Eric mientras cruzó los grandes brazos en el pecho de nuevo. — No. — Tyler aseguró. — Nada de eso. Creo que siempre me sentí diferente, como que no perteneciera. Es irónico que me sienta más como si perteneciese en una manada de lobos que en el lugar en que crecí. — 40 Sonrió con ironía y se encogió de hombros como si no fuera gran cosa. Volviendo la espalda a Eric, empezó a poner sus pocos artículos de ropa en el aparador. —¿Necesitas algo para esta noche? Puedo conseguir lo que necesites. — Eric aseguró. — No, creo que estoy bien. Solo necesito dormir. Gracias. — Se puso de lado a Eric, con la esperanza de que el otro hombre se fuera ahora. No le gustó la idea de que el alfa viera en su cara como estaba herido por el rechazo de su propio padre. Era patética la facilidad con que sus emociones se mostraban en su rostro. Si intentase jugar al póker sería un hombre muy pobre. — Ok. — Eric dijo finalmente después de un minuto de silencio. — Entonces voy a dejarte descansar. Vamos a despertarte en un par de horas, ¿está bien? — Sí, estupendo. — Tyler dijo despreocupadamente mientras cogía sus pantalones de pijama. — Gracias. Una vez que Eric salió, Tyler cayó en la cama, dejando escapar un pesado suspiro. No sabía si estaba haciendo lo correcto aquí, pero sus opciones eran limitadas. Eric y Finn parecían buenos y ya se sentía más querido aquí de lo que había sido en su colonia. Aunque fuera un cambio tan grande de todo lo que él había conocido. Sólo el tiempo diría si había hecho la elección correcta. 41 Tyler no estaba seguro de cuánto tiempo había dormido, pero cuando despertó ya estaba oscuro afuera. Eric no había venido a despertarlo aún, así que creyó que tenía tiempo antes de que empezara la fiesta. Podía oír los ruidos del piso de abajo, el sonido de al menos quince personas que se movían alrededor. Fue sólo entonces que consideró la posibilidad de que la fiesta realmente se estaba celebrando allí. Tenía sentido, supuso, puesto que era la casa del alfa. El pensamiento lo ayudó a relajarse un poco. Aunque no llevaba en la casa mucho tiempo, al menos sabía dónde estaba la habitación si precisaba escapar. Parpadeó cuando dejó que sus ojos se ajusten a la oscuridad y finalmente se dio cuenta de que había despertado. Sus sentidos le dijeron que no estaba solo. Volviéndose de lado, casi saltó de su piel cuando vio el rosto de una muchacha que lo miraba desde el lado de la cama. — Argh! — Gritó, sentándose rápidamente y llegando a lámpara sobre a la mesita de noche. La chica de pelo oscuro sonrió, mostrando el hueco de los dos dientes delanteros, cuando encendió la luz. — Hola. — Dijo, sonriéndole, feliz. — Tú roncas. — No, no ronco. — Argumentó defendiéndose antes de recordar que estaba hablándole a una niña.—¿Ronco? — Un poco. — Ella le dijo asintiendo. Tenía largos cabellos negros y ondulados, empujados hacia atrás de su cabeza por un lazo verde esmeralda brillante, que combinaba con sus ojos. Ella colocólas manos en las caderas y se inclinó para mirarlo mejor. — Haces así…. 42 Tyler no podía evitar la sonrisa que se extendió por sus labios cuando la chica empezó a hacer pequeños sonidos de ronquidos, tratando de imitar el ronquido y moviendo su nariz como un conejo. —Bien, si ronco por lo menos el sonido parece hermoso al hacerlo. — Le dijo a ella encogiéndose de hombros. Había dormido sobre la colcha, todavía con la ropa con la que había viajado. Necesitaba desesperadamente un baño caliente y un afeitado. También necesitaba comer. Estaba muy hambriento, que era probablemente una buena cosa, ya que Finn y Eric le dijeron que muchas personas llevaban cocinando varios los días sólo para la fiesta. — Soy Tyler. — Dijo, extendiendo la mano para que la chica la estrechara. Ella sonrió otra vez y estrechó su mano mucho menor en la suya. — Lo sé. Eric me dijo que estabas dormido y yo no debería despertarte. — Le dijo. — Esa es la razón por la cual estaba muy quieta, mirándote. Tyler resopló. Esta chica era adorable. — Debes de ser Inga, ¿verdad? Ella asintió con la cabeza y giró rápidamente en un círculo, enseñando su brillante vestido de fiesta. — Estamos teniendo una fiesta, porque vas a emparejarte con mi tío y con Finn. — Así es. — Dijo. Se levantó de la cama y se desperezó. Se volvió rápidamente y miró la ropa de la niña de nuevo cuando algo quedó claro para él. Parecía como si alguien había hecho un esfuerzo en vestirla. — No tengo nada elegante para llevar a la fiesta. Inga frunció el ceño y cruzó sus brazos sobre su pecho, como había visto hacer a Eric a menudo. —Necesitas un hada madrina. Tyler se rió y le dio unas palmaditas en la cabeza. — Bien, ¿sabes que te digo? Mientras tomo un baño, tal vez puedas encontrarme algo. 43 Inga le sonrió y asintió una vez. —Ok. Tyler la observó huir con una sonrisa cariñosa en su cara antes de ir a tomar su ducha. Se tomó su tiempo en el baño, disfrutando bajo el chorro caliente y poderoso. Todavía tenía que preguntar sobre el Wi—Fi, pero al menos tenían agua caliente y buena presión de agua. A medida que el vapor se elevaba alrededor de él, haciendo su piel ponerse sonrosada y sensible, Tyler pasaba las manos lentamente sobre su cuerpo, sus pensamientos firmemente sobre los dos hombres con quienes estaría compartiendo una cama más tarde, aquella noche. Ambos estaban bien construidos y eran apuestos. Se preguntó si les gustaría esperar hasta después de su acoplamiento para tener relaciones sexuales con él. Realmente no lo esperaba. Había pasado un tiempo desde que tuvo sexo. De hecho, la única persona con la que había dormido era un idiota que iba a la escuela y que actuaba como si Tyler debiera estar agradecido por que pusiera su pene en él. También había sido amenazado después de cada encuentro ilícito, de que si se lo dijera a alguien, le dejaría con moretones en su cara. Tyler sabía que era triste haber vuelto a por más, pero era su única opción fuera de su propia mano y era un adolescente típicamente excitado. Las cosas iban a mejorar aquí, al menos en el departamento sexual. Eric y Finn estaban claramente fuera y orgullosos, así que no habría amenazas de violencia física o encuentros en secreto. Las ganas de masturbarse, agradable y lentamente, bajo el chorro deliciosamente caliente era muy tentadora, pero no quería entrar en una habitación llena de lobos shifters sabiendo que probablemente podían oler su semen en él. Los shifters lobos tenían narices increíblemente sensibles, por lo menos era lo que había aprendido en las veinticuatro horas antes de llegar a la isla. Aunque su propio sentido del olfato era intenso, estaba lejos de ser tan bueno como los suyos. Su visión, por el contrario, era muy aguda. 44 Una vez limpio, se dio unos minutos más para disfrutar del masaje que estaba recibiendo en la ducha antes de salir de envolver una gran toalla suave alrededor de su cintura. Con los poros ahora agradables y abiertos por el vapor, Tyler comenzó a afeitar su rostro e hidratarlo, como de costumbre. Nunca había intentado dejar crecer una barba, pero dudaba mucho que pudiera. Había definitivamente algo sexy en un hombre con barba, pero en realidad Tyler sospechaba que picarían y pincharían como el infierno al besar, así que estaba contento de que Eric y Finn fueran afeitados. Cuando Tyler finalmente salió del baño, vistiendo apenas la toalla alrededor de su estrecha cintura, encontró a Finn sentado al fondo de la cama. El hombre estaba claramente listo para la fiesta, mientras Tyler tomaba su baño atrasado, porque estaba vestido con un bello traje gris oscuro con una camisa azul clara debajo. No usaba corbata y los dos primeros botones estaban desabrochados. Parecía increíble. Tyler tragó en seco mientras miraban la apariencia del hombre. Su cabello rubio claro estaba bien recogido hacia atrás en una cola de caballo baja, que estaba atado con un pedazo de cuero negro. —Puedes llamarme tu hada madrina.— Dijo Finn con una sonrisa mientras recogía una ropa que estaba sobre la cama en una percha. Tyler sonrió de vuelta y levantó las cejas por la broma de Finn. —¿En serio? Finn levantó los hombros fácilmente. —Me han llamado cosas peores. Tyler cogió la ropa y la inspeccionó. Era un pantalón de color carbón que parecía un poco ajustado y una camisa lavanda con rayas plateadas. También había una corbata carbón, vagamente metida a través del cuello de la camisa. Era bonito, sin ser excesivamente vistoso. —Espero que sirva. Corrí a la tienda de ropas de Lisa con ella y lo cogí.— Le dijo Finn. Tyler recordó que Lisa era la hermana pequeña de Eric. Se quedó impresionado que alguien tan joven poseyera su propia 45 tienda. Hizo otra nota mental para agradecérselo cuando la conociese en el piso de abajo y otra para aprender más sobre los negocios de la manada lo más rápido posible. Cuando se giró para dar las gracias a Finn, el lobo estaba mirando descaradamente su cuerpo desnudo. Tanto Eric como Finn eran hombres grandes y bellos, que hacían que Tyler se sintiera extremadamente inadecuado. Ahora, vista la forma en la que los ojos de Finn estaban súbitamente llenos de excitación, adivinó que no importaba lo delgado y pálido que él era. —Hum, yo debería cambiarme.— Dijo Tyler, de repente sintiéndose un poco avergonzado. Finn miró por encima del pecho de Tyler y le sonrió. —No seas tímido, conejo.— Dijo levantándose de la cama y caminando en dirección a él. Finn se inclinó lentamente, como si no quisiera asustar a Tyler y lo besó suavemente en la cara. Tyler se quedó boquiabierto cuando Finn se apartó. El hombre mayor acarició con la mano el rostro de Tyler. —Hay tantas bromas que yo podría hace ahora sobre como el lobo malo quiere comerte, pero soy todo moderación hoy. Tyler no podía dejar de sonreír. —Te encuentro allí abajo. Podía oír que su voz estaba llena de deseo y tragó en seco. Sin decir ni una palabra, Finn se dio la vuelta y salió. En el momento en que estaba solo de nuevo, Tyler se apoyó en la cómoda y soltó un largo suspiro. Iba a ser una noche muy larga. En el momento en que Tyler descendió, después de pelear con sus cabellos durante veinte minutos antes de desistir y dejarlos ganar, la fiesta estaba en pleno apogeo. Parecía que la manada entera ya estaba allí 46 esperándole. Se detuvo en la escalera y tomó varias respiraciones profundas. —Todo bien.— Se dijo a sí mismo mientras se ajustaba la corbata.— Hora de empezar. Pasó entre algunas personas que le sonrieron y dijeron “Hola”, mientras caminaba hacia la cocina para encontrar a sus futuros compañeros. Había personas en cada uno de los cuartos de la casa, bebiendo, comiendo y hablando mientras una música sonaba suavemente de fondo. Era muy agradable y en una lengua
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