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CAPÍTULO 43 Fisiología de la aviación, las grandes alturas y el espacio Los avances técnicos obligan a entender cada vez más los efectos de las grandes alturas y las bajas presiones de los gases, así como de otros factores —fuerzas de aceleración, ingravi- dez— sobre el cuerpo humano. En este capítulo se exponen cada uno de estos problemas. Efectos de una presión de oxígeno baja sobre el organismo (p. 527) El descenso de la presión barométrica es la causa funda- mental de la hipoxia de las grandes alturas. Como puede observarse en la tabla 43-1, conforme aumenta la altura disminuye la presión barométrica y también, de manera pro- porcional, la PO2. El dióxido de carbono y el vapor de agua reducen asimismo la PO2. . Dióxido de carbono. La PCO2 alveolar desciende desde un valor de 40 mmHg a nivel del mar hasta cifras más bajas según se eleva la altura. La PCO2 de una persona aclimatada que quintuplica la ventilación pulmonar puede llegar a bajar hasta 7 mmHg debido a este incremento ventilatorio. . Presión del vapor de agua. En los alvéolos se mantiene en 47 mmHg mientras la temperatura corporal sea normal, al margen de la altura. La presión del dióxido de carbono y del vapor de agua reduce el oxígeno alveolar. La presión barométrica en la cima del Everest, a 8.847 metros, es de 253 mmHg; 47 mmHg corresponden al vapor de agua, con lo que quedan 206 mmHg para los demás gases. En una persona aclimatada, 7 mmde los 206 mmHg se deben al dióxido de carbono, lo que deja 199 mmHg. Si el organismo no utilizase el oxígeno, una quinta parte de estos 199 mmHg corresponderían al oxígeno y cuatro quintas partes al nitrógeno, por lo que la PO2 alveolar resultaría de 40 mmHg. Sin embargo, parte de este oxígeno alveolar es absorbido normalmente por la sangre, con lo que la PO2 alveolar se aproxima a 35 mmHg. La respiración de oxígeno puro aumenta la saturación arterial de oxígeno a grandes alturas. La tabla 43-1 ilustra la saturación arterial de oxígeno cuando se respira aire y cuando se respira oxígeno puro. . Respirando aire. La saturación arterial del oxígeno se man- tiene en un valor alto, de al menos 90%, hasta una altura aproximada de 3.000 metros. Luego, se reduce paulatina- mente hasta alcanzar un 70% a los 6.000 metros y desciende mucho más a alturas más elevadas. © 2012. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos 333 333.pdf
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