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CLASIFICACIÓN DE LOS SISTEMAS DE CONDUCCIÓN

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CLASIFICACIÓN DE LOS SISTEMAS DE CONDUCCIÓN
	Existen diversos criterios para clasificar los sistemas de conducción.
1) En función del volumen o forma de las plantas: 
a) Formas en volumen o globosas: vasos, globo.
b) Formas planas o apoyadas: palmetas, marchand, ípsilon, cordón. 
c) Formas piramidales: eje central, pirámide.
2) En función de la permanencia o no del eje de la planta : 
a) Eje central, palmetas, marchand, solaxe.
b) Vasos, ípsilon.
3) En función de la necesidad de emplear elementos de sostén: 
a) Sistemas libres: vasos, pirámides.
b) Sistemas apoyados: palmetas, Tatura trellis, cordón. 
Existen, sin embargo, situaciones en las que pueden conducirse palmetas sin apoyo o sostén y vasos que exigen en empleo de sunchos o cintas rígidas para dar mayor solidez a la estructura y evitar rotura de ramas por exceso de fruta. Muchos vasos clásicos de nuestra fruticultura obligan al apuntalamiento de sus ramas constituyendo una especie de sostén aunque sólo sea en forma temporaria, mientras la planta mantiene su fruta y una vez cosechada son eliminados con los consiguientes costos y riesgos (deben ser colocados oportunamente para evitar daños como escaldadura de frutas por el sol) que ello significa.
	El concepto de alta, media o baja densidad también es subjetivo y diferencial entre las especies. Así especies vigorosas como nogal, olivo, donde no hay disponibilidad de portainjertos enanizantes, no admiten la misma clasificación que otras especies como manzano que puede reducir el tamaño de las plantas tanto con portainjerto muy enanizantes como también con cultivares de crecimiento restringido (spur o dardíferas). Así densidades de 156 o 277 planta / ha. (distanciamiento de 6 x 6 u 8 x 8 m) pueden significar densidades medias a alta para olivo o nogal y son para manzano extremadamente bajas.
	Corelli y Sansavini (1991) clasifican los sistemas en función de la superficie ocupada por la planta (m2 / pl.) en : 
1) Baja densidad (40 – 20 m2 / pl. – 250 – 500 pl./ha) ;
2) Media densidad (20 – 10 m2 / pl. – 500 – 1000 pl. / ha.);
3) Alta densidad (10 – 3.5 m2 /pl.-1000 - 3000 pl./ha.) y
4) Muy alta densidad o sistema prado (1,5 -1 m2 / pl. – 6000 – 10.000 pl./ha.)
	Cada una de esas densidades admiten sistemas de conducción diferentes y distanciamientos también variables. Sin embargo, excepto en el sistema prado las tres restantes densidades mantienen el distanciamiento entre las filas o hileras muy semejantes, 4-5-6 metros y modifican sustancialmente las distancias entre plantas en la hilera para alcanzar las diferentes densidades, adaptables a los diferentes sistemas de conducción.
	El mínimo distanciamiento para un sistema de baja densidad sería 5 x 4 (20 m2 / pl. = 500 pl. / ha.) mientras que para una densidad media será 4 x 2,5 m (10 m2 / pl. = 1000 pl. / ha.) y de 4 x 1 m ( 4 m2 /pl. – 2500 pl. / ha.) para alta densidad.
	Cuando se establecen los distanciamientos mínimos el más limitante es entre las hileras, para evitar sombreamiento entre hileras vecinas. Esa distancia debe contemplar (para nuestra latitud) al menos 1 m. más que la altura final de la planta. Si por ejemplo, para nuestra combinación variedad / portainjerto y las condiciones de suelo, la altura potencial de dicha planta es 3 m el distanciamiento mínimo entre las hileras será 4 m. Otra forma de calcular la distancia entre filas, es que el espacio libre entre la parte basal de las copas debe ser igual o mayor a la mitad de la altura de las plantas. O sea en el ejemplo anterior, el ancho en la parte inferior de la “calle” debe ser de al menos 1,5 m.
Principales Sistemas de Conducción
Vaso: consiste en una planta con 3 o 4 ramas primarias, bien distribuidas en el espacio, sobre los cuales se ubican las ramas secundarias también bien distribuidas sobre las que se disponen las ramas productivas. Esta planta recibe la iluminación por la parte superior y central ya que no tiene eje.
	
Existen diferentes variantes de la formación en vaso, adaptados a distintas situaciones y/o especies. Hay vasos clásicos o de poda larga como el descripto en la guía de trabajos prácticos y otros: vasos californiano, español, modificado, retardado, etc.
Vaso californiano: es una adaptación desarrollada en EE.UU. para duraznos de industria, fundamentalmente por la facilidad o practicidad de su formación y por la adecuación para un manejo de poda de fructificación larga (sin rebajar las brindillas) y que permita la mecanización de cosecha con vibradores. También selecciona 3 ramas primarias bien ubicadas y suficientemente largas (80-100 cm.) y en el extremo seleccionan dos ramas que actuarán como secundarias también largas y al extremo de estas otras dos terciarias.
	Se llama también poda o vaso dicotómico porque de cada primaria y secundaria se eligen dos ramas opuestas. Sobre estas ramas se ubican y distribuyen las brindillas largas, sin despuntar, que constituirán en el futuro los porta-cargadores o hungers.
El vaso californiano, que es más rápidamente formado e inducido a fructificar pronto, no tiene solidez propia suficiente para sostener altas producciones y por ello deben ser apuntaladas sus ramas mediante flejes o zunchos, que también ayudan a reducir su tamaño respecto al vaso de poda larga.
Vaso retardado: es una formación propia o factible de realizar con cultivares de hábito de crecimiento cerrado y muy precoces (duraznero, ciruelo japonés). Se deja la planta crecer casi libremente con su eje natural, seleccionando bien las 3 ramas de estructura primaria, las restantes ramas que salen del eje se las controla en verde sólo para evitar competencias con las ramas primarias.
	En el invierno se rebajan las ramas primarias para inducir la formación de las secundarias y asegurar la estructura definitiva de la planta. Las demás ramas se dejan sin rebajar (ramas temporarias), sólo se ralean aquéllas mal ubicadas, con ángulos muy cerrados, que se dirigen hacia el centro o muy verticales que crearían zonas sombrías improductivas.
	En la primavera las ramas temporarias sobre el eje central, florecerán y darán una pequeña producción que servirá para retener crecimientos vigorosos que puedan originarse de los rebajes efectuados en invierno en la parte basal de la planta para formar el vaso. Se mantiene esta estructura productiva sólo 1-2 temporadas hasta que se asegure una buena formación del vaso, evitando crear situaciones de competencia cuando el vaso definitivo empiece a fructificar, por lo tanto en ese momento, se debe rebajar el eje central y las ramas temporarias. Se denomina entonces vaso retardado porque luego de 2-3 cosechas recién queda definida la estructura de verdadero vaso, logrando producciones muy precoces.
	Todas estas últimas variantes corresponden a manejos muy exigidos tanto en fertilización y riego, como en controles de carga, para evitar que se “envejezca” el sistema de conducción aún antes de iniciarse la producción.
Ípsilon
Es una adaptación del sistema Tatura desarrollado en Australia para optimizar la luz (eficiencia fotosintética) y permitir una mayor densidad de plantación por un menor distanciamiento entre las plantas en la hilera, asegurando el control de crecimiento de las plantas durante la formación de las plantas por la competencia entre raíces. El sistema permite mecanizar tanto la poda como la cosecha.
	Consiste en una planta con un tronco bajo (40-50 cm) sobre el cual se disponen transversalmente a la hilera en forma de V dos ramas opuestas con un ángulo de 60-70º entre ellos. Con poda en verde, deben controlarse todas las ramas vigorosas que se forman en la parte central y que impedirían la penetración de luz. Las ramas productivas de duraznero, (brindillas largas sin despuntar) se ubican hacia afuera, asegurando una buena exposición de la fruta a la luz y facilitando la cosecha mecánica por vibración y su recepción en carpas en dos niveles, de forma tal que la fruta no se golpea ni entre sí ni con las ramas.
	El sistema se está difundiendo principalmente en durazneros, no tanto por la posibilidad demecanización sino porque permite una mayor densidad de plantación y sobre todo porque su formación y manejo se asemejan al vaso ya que al ípsilon se lo puede considerar prácticamente como un vaso de dos brazos y poda larga.
Eje Central
	Otras formas de conducir los frutales, en donde la planta mantiene su eje y la forma piramidal, constituyen sistemas de conducción que responde a la misma base fisiológica y funcional, pero con pequeñas diferencias adaptadas a diferentes situaciones regionales o de especies. Existen por lo tanto diversos sistemas con eje central: palmetas, cruceta, Marchand, pirámide, spindlebush, huso, fuseto, etc. Todos derivados de la pirámide en cuanto a la forma y ventajas para captar luz pero con diferencias sustanciales en cuanto a los principios de su formación.
Pirámide
	La pirámide se estructura a base de poda, por lo tanto se retrasa la entrada en fructificación, mientras que los nuevos sistemas mantienen también la forma piramidal o en un plano como las palmetas o el Marchand, pero en la formación para lograr la estructura correspondiente emplean poda en verde y rebajes mínimos y controlan las dominancias con ubicación e inclinación de ramas, permitiendo sólo el raleo de ramas innecesarias, induciendo así a una fructificación precoz.
	Estos sistemas consisten básicamente en plantas que mantienen durante toda la vida el eje central o “leader” y sobre él se disponen ramas en posición inclinada (45º - 60º) según el vigor de las mismas. Esa disposición de ramas sobre el eje varía según las especies y/o cultivares, adaptándose al hábito natural de los mismos, pudiendo estar ubicados en planos superpuestos lo suficientemente separados (50-80 cm) para asegurar la iluminación o bien en forma helicoidal no importando demasiado la distancia entre los mismos siempre que no se superpongan entre ellas.
	Una de las dificultades o limitantes más grande que tienen los sistemas en eje central es la pérdida de equilibrio entre el eje y las ramas laterales, como así también por la marcada dominancia apical que puede presentarse y que origina sombreamiento de la parte central y baja de la planta.
	Se debe procurar que el eje central mantenga su liderazgo durante toda la vida, por ello las diferencias diametrales entre el eje y la rama inserta debe mantenerse siempre en 3:1.
	Cuando una rama de estructura supera el diámetro del eje central se desequilibra completamente la planta. Esas diferencias deben controlarse con una mayor inclinación de la rama para inducir una mayor fructificación y por efecto de carga contrarrestar vigor evitando que el eje quede subordinado.
	Según la especie y/o combinación variedad /portainjerto, se consigue más o menos fácil la ramificación sobre el eje. Cuando por dominancia apical se deba recurrir a alguna práctica para lograr brotación de las yemas, se trata en lo posible que no sea rebajando el eje, recurriendo mejor a las incisiones y en casos limitantes al rebaje tardío y/o en dos tiempos.
	Algunas modificaciones del eje central se basan en el tratamiento que se le da al eje, así el spindlebush desarrollado para peral se maneja con rebajes del eje para lograr la ramificación a la altura deseada, prolongando luego la planta o eje con el brote más apical y vertical que se logra.
	El sistema Solaxe se basa en un eje central donde se disponen ramas colgantes que se obtienen arqueando los brotes laterales con ganchos de alambre, dándole una inclinación de 120°; de esta manera se detiene el crecimiento e induce una fructificación precoz. La poda es mínima, al comienzo de la formación se deben extraer las ramas bajas para formar un tronco alto, de al menos un metro y después se dejan prácticamente todas. La poda de fructificación consiste en sacar las lamburdas o ramilletes para regular la producción, dejando la fructificación en la parte periférica, lo que se ha dado en llamar poda centrífuga. La planta adulta toma una forma cilíndrica o cónica invertida con aspecto llorón.
 
Esquema de la formación de una planta por el sistema Solaxe
	El eje central desarrollado para olivo se denomina monocono y se basa en los mismos principios, selección de ramas sobre el tronco principal, manteniendo la forma piramidal y el espaciamiento apropiado de las ramas para permitir la entrada de luz.

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