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Antecedentes Derecho Laboral

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ANÁLISIS 
Antecedentes del Derecho Laboral 
En la tradición se encuentran reglas relativas al trabajo desde la colonia. En sus antecedentes las 
leyes de india, recopilación de cedulas, cartas, provisiones y leyes ordenadas por Carlos II con el propósito 
de unificar y divulgar las disposiciones. Entre las reglas que integran la recopilación referente a los 
indígenas destaca su reducción y libertad por constituir un monumento jurídico de equidad y justicia. En 
los tiempos antiguos predominaba la consideración del trabajo como pena, como maldición odiosa, 
dejando a un lado el sistema de trabajo familiar de las primeras agrupaciones humanas, puede decirse que 
en las grandes civilizaciones antiguas, el trabajo forzoso constituía el régimen general de trabajo. 
La desaparición de la esclavitud, hacía del salario el único factor determinante de la concurrencia de 
obreros para la producción común, la influencia de oro prestaba gran facilidad para la generalización del 
salario. Los campesinos acudían a la ciudad buscando oportunidad de trabajar en las máquinas, sin 
necesidad de aprendizaje previo. Las mujeres y los niños participaron por un salario que se les pagaba por 
un trabajo igual al de los hombres. 
En la evolución del derecho a partir de la primera guerra mundial el desarrollo de la legislación del 
trabajo y la transformación de conceptos jurídicos que supone la corriente del derecho laboral, ha hallado 
una culminación universal en el acceso de los principios fundamentales que lo rigen, a las Constituciones 
políticas de los Estados. En los tiempos antiguos predominaba la consideración del trabajo como pena, 
como maldición odiosa, dejando a un lado el sistema de trabajo familiar de las primeras agrupaciones 
humanas, puede decirse que en las grandes civilizaciones antiguas, el trabajo forzoso constituía el régimen 
general de trabajo. LA esclavitud, era casi el único medio para obligar a los hombres a obedecer y a 
cooperar en el trabajo armónicamente. 
El descubrimiento de América, el desarrollo de la industria, hacían imposible la aplicación del 
régimen artesanal; la desaparición de la esclavitud, hacía del salario el único factor determinante de la 
concurrencia de obreros para la producción común, la influencia de oro al Viejo Continente prestaba gran 
facilidad para la generalización del salario. 
El contrato de trabajo en el cual el trabajador comprometía su actividad mediante un precio 
convenido, se convirtió en figura común de ejercicio del trabajo en el campo de la vida económica. Se 
aplicaron normas romanas referidas al arrendamiento de servicios operarios libres. Circunstancias 
geográficas, económicas, técnicas y políticas, acompañadas de ideas morales, produjeron e una evolución 
de tres siglos un terrible estado de cosas, que hizo menester la aparición de las primeras leyes del nuevo 
Derecho del Trabajo, a mediados del siglo XIX. Nace éste en forma de leyes de emergencia, 
irregularidades en su alcance y modo de aplicación, fragmentarias aunque innovadoras. Elaboradas, 
frecuentemente ante la presión de las fuerzas obreras organizadas. 
El punto de partida del movimiento legislativo en los países industriales podría fijarse en la ley 
inglesa de 1802 sumamente imperfecta, pero que al menos admitió la regulación de las condiciones de 
trabajo y la protección de los niños. Parecidas alternativas hubo en Francia, donde se impulsó una 
legislación intervencionista, en la revolución de 1848. En Alemania, se legisló sobre condiciones de 
trabajo y Seguro Social. En Italia, se legisló sobre el trabajo de menores, en España, con la creación del 
Instituto de Reformas Sociales en 1903. En Estados Unidos, se crearon oficinas de Estadísticas del 
Trabajo. En Iberoamérica, la legislación laboral comienza a principios del siglo XX, aunque en Brasil, se 
dictaron disposiciones protectoras de la infancia en 1890. Libertad de Trabajo. 
Leyes que al principio parecían eminentemente nacionales, se han ido convirtiendo en instituciones 
del Derecho del Trabajo en todo el mundo. Se trata de una lista de leyes que versan acerca de las mismas 
materias: Trabajo de niños y mujeres, jornadas de trabajo, accidentes del trabajo, en las naciones más 
adelantadas: convenciones colectivas, seguro social obligatorio, salarios mínimos, subsidios familiares, 
vacaciones pagadas, etc. 
Codificar para algunos ofrece graves dificultades y peligros, por tratarse de un Derecho nuevo, en 
vías de formación y de una legislación que no es estática sino dinámica; los códigos del trabajo pueden 
paralizarlo en su evolución. Sobre todo cuando consideran que hablar de código, implica centrar una ley 
única, reguladora de manera completa y sistemática de todo el derecho positivo de un país. Pero para otros 
las ventajas de que haya una legislación central, orgánica, que establezca los principios fundamentales 
sobre los cuales habrán de levantarse sus normas específicas, no implica que no se pueda dejar margen 
amplia para la adecuación a nuevas necesidades, a nuevas estadísticas y a nuevas concepciones. 
Los postulados básicos del Derecho del Trabajo han culminado en su reconocimiento dentro de las 
Declaraciones de Derechos formuladas en un plano continental y universal después de la II Guerra 
Mundial. Internacionalización. La necesidad de unas disposiciones y reglamentaciones de carácter 
universal, surgen como consecuencia de los beneficios resultantes para la clase trabajadora obtenidos con 
la promulgación de leyes nacionales tendientes a regular las relaciones entre patronos y obreros. Esta 
aspiración se hizo realidad con el Tratado de Paz de Versalles, firmado al finalizar la primera guerra 
mundial, donde se aprueba la Organización Mundial del Trabajo O.I.T. 
Es a partir de 1919 y con la creación de la O.I.T., que comienza la etapa jurídica de la 
Internacionalización del Derecho Laboral. Estructura de la O.I.T. Entre sus funciones se destacan: 1. 
Considerar funciones o cuestiones específicas relativas a las condiciones de trabajo, con el objeto de llegar 
a la conclusión de convenios internacionales. 2. Recibir los informes anuales presentados por los estados 
miembros respecto a la aplicación dada a los convenios en sesiones previas, en los cuales sean partes. 3. 
Proporcionar un cambio general de opiniones acerca de los problemas mundiales del trabajo. La Oficina 
Internacional del Trabajo Es el órgano administrativo. 
Tiene por finalidad brindar protección a los trabajadores, para lo cual promueve entre todas las 
naciones del mundo: a. Plenitud de empleo y elevación de los niveles de vida. b. Protección adecuada de 
la vida y salud de los trabajadores. c. Suministro de alimentos, viviendas y facilidades de recreación y 
cultura adecuada. d. Disposiciones relativas a la duración, condiciones de trabajo, salarios, utilidades y 
salarios mínimos. e. Garantía de iguales oportunidades educativas y profesionales. f. Reconocimiento del 
derecho al contrato colectivo. g. Protección de la infancia y la maternidad. h. Extensión de las medidas de 
seguridad social y asistencia médica completa. 
Los convenios internacionales son verdaderos proyectos de tratado o tratados concluidos pero no 
ratificados que adquieren carácter de tratados internacionales cuando son ratificados por dos Estados por 
lo menos. No son instrumentos vinculantes, habitualmente versan sobre los mismos temas que los 
Convenios y recogen directrices que pueden orientar la política y la acción nacionales. Son principios 
generales destinados a orientar a los Gobiernos en la preparación de sus respectivas legislaciones 
nacionales. 
En el desarrollo de la reseña histórica del Derecho del Trabajo venezolano es conveniente distinguir 
dos periodos que se demarcan con claridad: el comprendido desde la constitución de la República 
independiente de Venezuela, una vez desmembrada de la Gran Colombia en 1830, hasta la Ley de Talleres 
y EstablecimientosPúblicos de 1917; y en segundo término, el que se extiende desde esta última fecha 
hasta nuestros días. En ese orden podemos exponer esta breve relación histórica: Primer Periodo: 1830–
1917 Gran parte de las provincias, estados y municipalidades de la República sancionaron códigos, leyes y 
ordenanzas de policía, en los cuales habitualmente se insertaban reglas de aplicación regional sobre el 
trabajo de jornaleros, artesanos y sirvientes. Tales normas carecen de verdadero valor de antecedentes de 
la actual legislación, ya que poseían un carácter estrictamente policial, atento más bien al cuidado del 
orden público y de las buenas costumbres que a la regulación moderadora del trabajo y a la protección del 
trabajador asalariado. 
Dichas disposiciones se aplicaban simultáneamente con las previstas en los Códigos Civiles, los 
cuales, hasta 1942, solían incluir entre las especies de contratos de arrendamiento, el de las personas “que 
comprometen su trabajo al servicio de otra” (Art. 1.678 del Código Civil de 1916, equivalente al 1.577 y 
1.585 de los Códigos Civiles de 1896 y 1904, respectivamente). 
Segundo Periodo: 1917 A Nuestros Días: Nuestra moderna legislación laboral comienza 
propiamente el 26 de junio de 1917, con la Ley de Talleres y Establecimientos Públicos. Precedentemente, 
las leyes de Minas de 1904, 1909 y 1915, contenían disposiciones muy particulares referentes al trabajo 
subterráneo en las minas; en especial, la ley de 1915 estableció el sistema de reparación de accidentes de 
trabajo, base del régimen más elaborado que la Ley del Trabajo de 1928 adoptó posteriormente. Pero es la 
mencionada Ley de Talleres y Establecimientos Públicos, el inicio de la actual legislación del trabajo en el 
país, por su propósito tuitivo del trabajo humano, el carácter orgánico de sus reglas y por su aplicación 
generalizada a todos los trabajadores de la nación. 
Una jornada diaria de ocho horas y media evidencia de la preocupación del Estado ante la abusiva 
duración del trabajo diario. La fijación de los días de descanso obligatorio, y la declaración del deber del 
patrono de garantizar la seguridad del trabajador y las condiciones de aseo, ventilación y salubridad de los 
talleres, constituyen los aspectos más importantes de ese conjunto normativo, que no alcanzó sin embargo 
a divorciar con precisión los campos propios del derecho común y del Derecho del Trabajo. 
El 23 de julio de 1928 se promulgó la primera Ley del Trabajo. Fue una forzada concesión, para los 
solos efectos de la política exterior, del Gobierno de Gómez. Nunca se hizo nada por cumplirla, si se 
exceptúa la materia de los riesgos profesionales, única reglamentada por el Ejecutivo, que dio lugar a 
alguno que otro litigio. La Ley del Trabajo de 1928 prescribía la jornada de trabajo de nueve horas. De 
hecho, pudo comprobarse en 1936, que existían jornadas de trabajo de 12 y 16 horas, no por vía de 
excepción, sino como sistema normal, en empresas de importancia. (La jornada de 8 horas, fijada en la 
Ley de 1928 para trabajos en el interior de las minas, fue introducida como norma general en 1936). 
La historia de un Derecho venezolano del Trabajo comienza con la Ley del Trabajo de 1936. La 
Oficina Nacional del Trabajo, uno de sus primeros objetivos fue la preparación de un Proyecto de Ley del 
Trabajo. Al principio se pensó solamente en una reforma de la Ley 1928, ampliándola en algunos 
aspectos, estableciendo la jornada de 8 horas, introduciendo sanciones que permitieran hacer efectivo el 
cumplimiento de sus normas y echando bases generales de los estudios técnicos necesarios para establecer 
el Seguro Social Obligatorio, que era preocupación fundamental del Ministro o del propio Ejecutivo. 
Representaba un notable esfuerzo técnico realizado con la cooperación de la Organización Internacional 
del Trabajo. Se inspira en la Ley Federal de la Republica de México, de 18 de agosto de 1831, y en el 
Código del Trabajo de la República de Chile, de 13 de mayo del mismo año. 
Con las reformas sucesivas se mantuvo en vigencia hasta el 1° de mayo de 1991. Acogió los 
lineamientos de diversos Convenios de la O.I.T. ratificados por Venezuela, e hizo el primer 
reconocimiento de los derechos de asociación, contratación colectiva y huelga. 
En sus sesiones ordinarias de 1937, el Senado nombró una Comisión especial para el estudio de la 
Ley del Trabajo. Como resultado de sus labores presentó: 1) un proyecto de Ley Orgánica de Tribunales y 
de Procedimiento del Trabajo, destinado a sustituir el sistema transitorio introducido por el Título IX de la 
Ley del Trabajo; 2) un proyecto de reforma de la Ley Orgánica de la Corte Federal y de Casación, para 
armonizarla con el proyecto antedicho, y 3) un proyecto de reforma parcial de la Ley del Trabajo. 
En 1938 volvió al tapete la reforma de la legislación laboral. El Proyecto de Ley Orgánica de 
Tribunales y de Procedimiento del Trabajo volvió a introducirse al Senado, con algunas mejoras. Además 
de establecer un nuevo sistema de jurisdicción, traía normas procesales, estimadas en su mayoría como de 
gran utilidad. También fue introducido un proyecto de Ley de Seguro Social Obligatorio. Este proyecto 
fue calurosamente elogiado por especialistas de valor, pero ni fue suficientemente estudiado por nuestros 
legisladores, ni visto con la debida conciencia por quienes pretendieron hacerle reformas escasamente 
meditadas. Ni uno ni otro proyecto recibieron la aprobación final. 
A los ocho años de existencia fue cuando se hizo a la Ley del Trabajo de 1936 su primera reforma, 
pero sólo fue puesta en vigencia por el Ejecutivo un año después, en mayo de 1945. Sus principales 
aspectos fueron: 1. En cuanto a los servidores del Estado y demás personas colectivas de Derecho Público. 
2. Imponía mayor claridad en las obligaciones de las empresas en casos de intermediarios-contratistas que 
realizaran obras inherentes o conexas a la actividad a que se dedicaran aquéllas. 3. Excluía a los 
trabajadores del campo, del texto legal y los dejaba íntegramente sometidos al Decreto Reglamentario que 
debía dictar el Ejecutivo. 4. Sistematizaba las disposiciones relativas a la duración y terminación del 
contrato de trabajo. 5. Introducía en la Ley el sistema de participación en los beneficios de las empresas, 
regido hasta entonces por el Decreto de 17 de diciembre de 1938 que, más que participación en las 
utilidades, había en verdad establecido primas anuales sobre el salario. 
Sancionada la reforma en 1944, fue promulgada en mayo de 1945: conjuntamente con el 
Reglamento del Trabajo en la Agricultura y en la Cría y con la reforma constitucional (que no alteró las 
disposiciones de la carta fundamental sobre el trabajo). 
La otra reforma parcial que ha sufrido la Ley del 36 fue la de 1947. Dictada una nueva 
Constitución, la Asamblea Nacional Constituyente se abocó en sus últimos días de sesiones a una reforma 
parcial de la Ley del Trabajo. La reforma se motivó en la necesidad de adaptar la Ley al nuevo texto 
fundamental, pero abarcó algunos puntos no tocados por la reforma constitucional, mientras dejo de tocar 
algunas disposiciones que habían quedado afectados por aquella. Quedó promulgada el 3 de noviembre 
del citado año. 
Algunos de los puntos de la reforma son inobjetables. En otros se cometieron errores de técnica 
debidos en parte a la precipitación con que se hizo. En términos generales, se expresó el deseo de resolver 
cuestiones estimadas urgentes, dejando a los congresos ordinarios de años posteriores la tarea de 
emprender el estudio y revisión completa de la Ley. 
El nuevo instrumento concentró en 665 artículos casi toda la legislación dispersa sobre la materia 
dictada desde 1936, pues constituye un agregado de disposiciones de la Constitución Nacional; de la Ley 
del Trabajo de 16 de julio de 1936; del vigente Reglamento de la Ley del Trabajo, de 31/12/1973; de los 
siguientes Decretos Leyes: No440, sobre Contratos Colectivos por Ramas de Industrias, de 21 de 
noviembre de 1958; No 125, sobre Revisión de Inventarios y Balances para la determinación de las 
utilidades; No 540, de 16 de enero de 1959, que aumenta la multa por infracción del porcentaje de 
trabajadores venezolanos; y de la Ley Contra Despidos Injustificados y su Reglamento, de 8 de agosto de 
(1974 y 19 de noviembre de 1974, respectivamente. 
Su novedad, jurídicamente considerada, estribó en su carácter orgánico (primacía sobre leyes 
ordinarias). Es declarada de aplicación supletoria a los empleados o funcionarios públicos nacionales, 
estatales o municipales, en todo lo no previsto en las respectivas leyes de Carrera Administrativa. En la 
inserción de la relación de trabajo como figura eje de todo el sistema legal, aunque concomitante con la 
del contrato individual del trabajo, para entender el origen y desarrollo del nexo entre el patrono y su 
trabajador, así como la causa de la intervención tutelar de la ley. 
En la incorporación de relaciones especiales de trabajo no incluidas en el Reglamento de 1973 
(transporte aéreo, lacustre, fluvial y marítimo; trabajadores motorizados, minusválidos, mujer y familia. 
Supresión del derecho adquirido de auxilio de cesantía, vigente desde la reforma parcial de 1947, si bien 
su monto se acumuló al derecho de antigüedad. Prolongación del término de prescripción a un año, 
contado desde la terminación de la relación de trabajo, salvo en los supuestos de las utilidades del último 
ejercicio económico de la empresa; de la sustitución de patronos y del previsto en el Art. 146. 
Para concluir, el Derecho del Trabajo surge a finales del siglo XIX como consecuencia de la 
aparición del proletariado industrial y de la agrupación del mismo en torno a grandes sindicatos. En sus 
orígenes, giraba en torno al contrato de trabajo para extender más tarde su campo de acción a otros 
ámbitos de la actividad jurídica, lo que llevó aparejado el establecimiento de una jurisdicción singular y 
órganos administrativos y laborales propios. 
El trabajo presenta una dimensión social que trasciende al individuo que la realiza, esa libertad se 
ve limitada por los derechos de los demás, la ley orgánica, prevé la posibilidad de impedirle a una persona 
la realización de un trabajo, cuando este vulneró los derechos de tercero o los de la Sociedad. En el 
Congreso se presentó un proyecto en 1988 que regulaba en dos artículos y en formas separadas, el despido 
masivo y la reducción de personal. El proyecto paso a estudio del Senado, la Comisión nombrada 
modificó refundiendo las dos instituciones en un solo artículo, a la vez que eliminó el procedimiento 
administrativo de reducción de personal, dejando tan sólo la posibilidad de una solución negociada. 
Las principales materias de las que se ocupa el Derecho del trabajo en la actualidad son: el contrato 
de trabajo y sus distintas modalidades; derechos y deberes de los trabajadores por cuenta ajena; 
remuneración, salarios, pagas extraordinarias; régimen jurídico de los trabajadores autónomos; seguridad e 
higiene en el trabajo; Seguridad Social; relaciones laborales; huelga y cierre patronal. Los objetivos 
fundamentales perseguidos por el Derecho del trabajo responden en esencia a una finalidad tuitiva o de 
amparo. El trabajo humano, objeto posible de negocios, es un bien inseparable de la persona del 
trabajador.

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