Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
Una Perspectiva Psicosocial en Torno a las Estrategias de Politización en Conflictos Asimétricos 121 Liliana Ferrari & Claudia Bazán Una Perspectiva Psicosocial en Torno a las Estrategias de Politización en Conflictos Asimétricos1 A Psychosocial Perspective Regarding Politicization Strategies in Asymmetric Conflicts AUTOR Liliana Edith Ferrari Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. ferrarililiana@yahoo.com Claudia Iris Bazán Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. clob_ar@yahoo.com.ar CITACIÓN Ferrari, L. & Bazán, C. (2014). Una Perspectiva Psicosocial en Torno a las Estrategias de Politización en Conflictos Asimétricos Revista Latinoamericana de Psicología Social Ignacio Martín-Baró, 3(1), 121-142. Recibido: 10 de marzo de 2014 Aceptado: 27 de julio de 2014 RESUMEN En este artículo se explicarán un conjunto de tradiciones relativas a los enfoques de las concepciones políticas contemporáneas desde una perspectiva psicosocial. Nos interesa dar cuenta de algunos aportes que problematizan la acción política de grupos y comunidades sociales, analizando discursivamente su posicionamiento y subjetivación. Asimismo, buscamos dar cuenta de las transformaciones en su relación con otras instancias sociales y, su distinción y complementariedad con las políticas públicas vigentes. Los casos que aquí presentamos son de la empresa recuperada IMPA (Industrias Metalúrgicas y Plásticas Argentinas) del barrio de Almagro y de la cooperativa de promotores ambientales (ex cartoneros) de Villa Crespo de la CABA, El CorreCamino, ambos de la Ciudad de Buenos Aires, con el objeto de dar cuenta de los aspectos innovadores de movimientos que realizan prácticas de resistencia frente a condiciones sociales y estructurales desventajadas. El método es una Investigación Acción Participativa (IAP). 1 La investigación que sirve de marco es el proyecto Luchas por y en el territorio: fronteras en movimiento y prácticas de ciudadanía, de la Programación Científica UBACyT 2011-2014. Revista Latinoamericana de Psicología Social Ignacio Martín-Baró, Vol. 3, Nº 1, Juio 2014 ISSN 0719-2703 122 PALBRAS CLAVE Acción política, subjetividad, conflictos asimétricos, investigación acción participativa ABSTRACT In this paper we develop a set of traditions concerning to approaches on contemporary political conceptions from a psychosocial perspective. We focus on some authors who discussed in depth the politicization and political action of groups and social communities, analyzing their discursive positioning and subjectivity. We also analyzed the changes they seek, their relationship to other social institutions, and its distinction and complementarity with existing government policies. The case studies are the recovered company IMPA (Plastic and Metal Industry of Argentina), Almagro neighborhood, and a cooperative of environmental promoters (ex cartoneros) in the neighborhood of Villa Crespo, El CorreCamino; both of the City of Buenos Aires, in order to account for the innovative aspects of movements that offer resistance to disadvantaged social and structural conditions. The method is Participatory Action Research (PAR). KEYWORDS Political action - subjectivity – asymmetric conflict - Participatory Action Research TABLA DE CONTENIDOS 1. Introducción 2. Método 3. Las minorías activas y su forma de acción política 3.1. ¿Cuál es la norma a ampliar en cada caso? 3.2. ¿Hasta qué punto el consenso es reticente a tal transformación? 4. La acción política a partir de la teoría de la representación 5. Capitalismo y democracia representativa, o no representatividad de la democracia 6. La contingencia del sujeto de la emancipación 7. Consideraciones finales 7.1. Una discusión desde la Psicología Social 8. Referencias 1. INTRODUCCIÓN En este artículo desarrollaremos un conjunto de tradiciones relativas a la concepción política contemporánea y su vínculo con subjetividades en conflicto. En este sentido, nos interesa dar cuenta de algunos aportes que problematizan la politización y la acción política de grupos y comunidades sociales, analizando discursivamente su posicionamiento y subjetivación; así como las transformaciones que pretenden, su relación con otras instancias Una Perspectiva Psicosocial en Torno a las Estrategias de Politización en Conflictos Asimétricos 123 Liliana Ferrari & Claudia Bazán sociales y, su distinción y complementariedad con las políticas públicas vigentes. Los casos que aquí se presentan corresponden, por un lado, a la empresa recuperada IMPA (Industrias Metalúrgicas y Plásticas Argentinas), metalúrgica del barrio de Almagro de la Ciudad de Buenos Aires (CABA), en la que, desde hace quince años, se protagonizan sucesivas luchas por el espacio y por el territorio, que se han visto plasmadas en el Bachillerato Popular, la Universidad de los Trabajadores y el Museo IMPA de la Cultura del Trabajo y de la Identidad Obrera, entre otras. El segundo caso que analizamos es la cooperativa de promotores ambientales del barrio de Villa Crespo de la CABA, el CorreCamino. Esta cooperativa de ex-cartoneros, como se autodefinen, realiza el retiro a domicilio, la selección y el reciclaje de residuos sólidos e inorgánicos que no efectúa el gobierno de la ciudad. Ambos casos han sido seleccionados por compartir notas tales como ser paradigmáticos o prototípicos, pues permiten entender fenómenos que los trascienden: los procesos de autogestión en las fábricas y los modos de cooperativismo en la Argentina post-crisis. A su vez, también resultan ejemplares, en la medida en que emergieron de modo imprevisible generando alto impacto social (Archenti, 2007). La entidad de los casos mencionados no es, por cierto, ni epistemológica ni éticamente objetiva y neutral. En particular, la opción por movimientos en confrontación y grupos en conflicto se asocia al interés por comprender las transformaciones en juego, pero fundamentalmente, participar en ellas. De esta forma, nuestro modo de abordaje tiene por función comprender y amplificar la dimensión subjetiva de los discursos de estos grupos para sí mismos y para sus interlocutores. Afrontando las dificultades marcadas por Osborne & Rose (1999) en cuanto al papel que las técnicas e instrumentos de investigación tienen en el desarrollo de los procesos sociales, de las transformaciones subjetivas en los ámbitos de conflicto social y también en las estrategias de comunicación del conflicto, hemos optado por una perspectiva que problematice la relación entre los hechos estudiados y los discursos, tanto de los actores como de los investigadores. La política establecida resulta un modelo insuficiente, fracasado o falaz para grupos y personas que circulan en los márgenes. Múltiples colectivos, atravesados por el descontento, la indignación, la precariedad y la desprotección, toman la palabra y la práctica de sus propias necesidades con el fin de instalar otros modos de hacer política de manera directa, alternativa o en espacios inhabituales, usando los recursos del sistema y multiplicando su propia agencialidad. Por lo tanto, el objetivo de este trabajo es describir los casos en estudio como punto de partida para la reflexión sobre esos otros modos de hacer política, desde la perspectiva de la psicología social. Revista Latinoamericana de Psicología Social Ignacio Martín-Baró, Vol. 3, Nº 1, Juio 2014 ISSN 0719-2703 124 2. MÉTODO El diseño de la investigación que sirve de marco, flexible y abierto, es un estudio de casos múltiples (Bonet, Khoury & Robertazzi, 2007; Stake, 2006) intencionalmente seleccionados.Los casos elegidos ponen de manifiesto un entrelazamiento de relaciones sociales asimétricas caracterizadas por intercambios económicos, culturales y políticos, fuertemente desiguales. El método es cualitativo, así como las principales técnicas para la elaboración de los datos. Las entrevistas y observaciones etnográficas son participativas, dentro del marco de la Investigación- Acción-Participativa (IAP). El trabajo con las fuentes primarias se complementa con el análisis de documentos. El análisis es tanto de contenido (Bardin, 1986) como de discurso (Iñiguez Rueda, 2003; van Dijk, 2005). El propósito del equipo de investigación ha sido ir más allá del mero estudio o contemplación de los casos, procurando alcanzar participación y compromiso (Montero, 2004, 2006) en una praxis (reflexión-acción- reflexión, o bien acción-reflexión-acción) que promueve tomar parte en las experiencias de los grupos estudiados, con herramientas propias de la disciplina. Como señala Montero (2006) al asumir esa perspectiva, el carácter de la intervención es dinámico, plástico, participativo y dialógico, orientado a la transformación social. Implica dos tipos de agentes catalizadores y facilitadores de los cambios, los profesionales y la misma comunidad, quienes promueven “mutaciones tanto en el entorno físico, económico y de las relaciones sociales, como de la conciencia sobre lo que ocurre, por qué y para qué ocurre” (Montero, 2006 p. 46). Todos los actores implicados, en niveles variables, tienen una posición activa, de aprendizaje creativo y, por lo tanto, son transformados en el proceso (Pichon Riviére, 2007). El objetivo de este trabajo es dar cuenta de los aspectos innovadores de movimientos que realizan prácticas de resistencia social frente a condiciones sociales y estructurales desventajadas. Por otro lado, se trata también de analizar las principales carácterísticas: acción política y formas de representatividad, sistema político y económico, que connotan la potencia emancipatoria de los casos estudiados. 3. LAS MINORÍAS ACTIVAS Y SU FORMA DE ACCIÓN POLÍTICA En este apartado vamos a considerar algunos conceptos e ideas que Moscovici y su grupo de investigación (Moscovici, 1979, 1981,1985; Mugny, 1981) produjeron en torno a la dinámica de lo social: estabilidad- transformación-innovación. Para ello, en particular, pondremos en juego su concepción del modo de funcionamiento de lo social y su teoría de las Una Perspectiva Psicosocial en Torno a las Estrategias de Politización en Conflictos Asimétricos 125 Liliana Ferrari & Claudia Bazán minorías activas. En torno a estos dos tópicos, Moscovici analiza la norma social, y su relación con el consenso y el conflicto, dando también soporte a una concepción de la acción política que entiende que lo social está atomizado en diferentes formas de minoría. Consideramos que, a partir de esta modelización y análisis, el autor inaugura una concepción política que caracteriza las sociedades complejas de regímenes democráticos que identifican la situación y el debate europeo en su tiempo de producción, y sus procesos de reconocimiento y desconocimiento de diferencias. Al mismo tiempo rechaza la capacidad de transformación que puedan tener las minorías ortodoxas y contranómicas, por mencionar algunas. La fuente de la acción política se inicia, entonces, en la marca social del comportamiento desviado, siguiendo una larga tradición francesa. Para la reflexión sobre la acción política contemporánea desde la psicología social, y como punto de inflexión para la concepción de la acción política del entramado societal, abordamos el desarrollo de Moscovici (1979, 1981) en términos de su concepción en torno al cambio y la estabilidad de lo social. El autor propone caracterizar a la sociedad a partir del Modelo Funcionalista y el Genético o de ruptura, que ubica como complementarios en algunos momentos de su obra y en otros como excluyentes. La función de los modelos es proporcionar soporte para comprender las acciones de las minorías activas. La minoría activa es, en este modelo, el eje de la transformación que se logra a través de la consistencia intragrupal en su posicionamiento frente a los grupos que han de ser interpelados. Por otro lado, en el Modelo Funcionalista la sociedad aparece con una concepción de bajo nivel de diferenciación histórico subjetiva y, por lo tanto, reproductivista y continuista. Desde el Modelo Funcionalista, los grupos ostentan homogeneidad de valores y prácticas, aunque estas no recaigan sobre los mismos sujetos, sino que sean propias de las expectativas recíprocas. Los grupos anómicos y contranómicos quedan por fuera de la acción transformadora del modelo de la minoría activa y, por lo tanto, también quedan excluidas del régimen de acción política de las sociedades complejas. Así, el modelo de Moscovici (1979, 1981) concibe que la transformación implica la posibilidad de inclusión de las demandas de las minorías activas, lo que podría entenderse como una ampliación de ciudadanía o de derechos para grupos con bajas condiciones y medios de poder. En cambio, las minorías contranómicas no son pensadas en una dimensión política efectiva, sea porque agudizan el conflicto con posturas totalizantes y de transformación radical, o porque parasitan el conflicto –es decir su propia norma depende de la norma contraria explícita de la sociedad. En la dupla consenso/conflicto, su intento de revalorizar la función del conflicto en el despliegue de las acciones sociales orientadas a la innovación, no obstante, lo mantiene ligado al equilibrio necesario que el Revista Latinoamericana de Psicología Social Ignacio Martín-Baró, Vol. 3, Nº 1, Juio 2014 ISSN 0719-2703 126 consenso reestablece. Su explicación de la relación entre el consenso y el conflicto lo lleva a afirmar que minorías y mayorías necesitan hacer concesiones para reducir el conflicto y aumentar el consenso. El proceso, como tal, implica una relación social que él denomina negociación, en donde las partes concesionan para obtener acuerdos. Por otra parte, Moscovici (1979, 1981) asume que adoptar la posición de un grupo minoritario se asocia con una transformación que tiene sede, al menos al comienzo, en el espacio intrapsíquico y que forma parte de un dilema cognitivo. Cuando un miembro del grupo mayoritario acepta los puntos de vista de la minoría, esta concesión es pensada como una sumisión a tal grupo o una asociación con el comportamiento desviado, lo cual desencadenaría la resistencia externa a las peticiones de la minoría durante el lapso del dilema cognitivo. La mayoría atraviesa, así, un proceso intrapsíquico de transformación subjetiva, aunque a nivel manifiesto ofrezca resistencia y obstaculice el cambio. Las transformaciones y obstáculos están descriptas habitualmente solo del lado de los sujetos sociales del consenso, quienes son persuadidos o realizan esfuerzos para no contaminarse. No hay un tratamiento similar de los procesos de la minoría, que en términos generales son allanados y ocultados por el desarrollo de su concepto de consistencia dentro del estilo de comportamiento. Tal como el autor ha marcado, los problemas y conflictos que originan las acciones de las minorías activas no parecen ser desconocidas a la sociedad, vale decir al resto de los grupos. Por lo tanto, la acción parece estar vinculada con la apropiación y propiedad de tales conflictos y problemas (Moscovici, 1979, 1981). En un sentido histórico, el origen de los dos casos que hemos elegido los sitúa como efecto de condiciones de crisis estructurales económicas y consecuentemente sociales, cuyo pico más visible se produce a fines de la década de los ’90. Ambos son desventajados en recursos económicos y de influencia. En el caso de la Cooperativa IMPA se trata del proceso de contracción del mercado de trabajo y de quiebre de fábricas, mientras que en laCooperativa El CorreCamino la condición de sus miembros da cuenta de la exclusión social que ciertos sectores padecieron, quedando por fuera de los sistemas habituales de inclusión como trabajo, salud y seguridad. En el reclamo de IMPA hay una historia común previa, vivida en y desde el mercado de trabajo, que además involucró al mismo hábitat: la empresa que los trabajadores mantienen luego del abandono de los distintos dueños y responsables, al punto de recrear el sitio actual como un espacio no solo laboral sino también social, cultural y educativo. Para la Cooperativa El CorreCamino, el pasado no tiene el mismo peso en el reclamo. La inclusión que se pide es también laboral, pero fundada en la potencia que la actividad del reciclado puede darles. Los miembros de El CorreCamino no tienen una historia común, aunque sí trayectorias con múltiples puntos en común, la identidad está generada en los distintos modos de exclusión y vulnerabilidad de sus trayectorias. Una Perspectiva Psicosocial en Torno a las Estrategias de Politización en Conflictos Asimétricos 127 Liliana Ferrari & Claudia Bazán 3.1. ¿CUÁL ES LA NORMA A AMPLIAR EN CADA CASO? En IMPA lo que se encuentra en juego en estos últimos 15 años es, fundamentalmente, el problema de la propiedad privada y su estatuto en relación al derecho al trabajo. El destino y el uso del predio confrontan los intereses de los distintos gobiernos de la ciudad con las expectativas de los trabajadores. En El CorreCamino, el conflicto se sitúa a nivel de la capacidad de la cooperativa de absorber el reciclaje de residuos de forma autónoma y no como intermediarios -que es el lugar que hasta hoy les otorga el gobierno de la ciudad al sistema de recolección de residuos no contratado, es decir a los cartoreros. La magnitud del problema del tratamiento de los residuos en la CABA dio origen a un sistema bipartito compuesto por un servicio contratado de camiones y contenedores, y la utilización del trabajo de los cartoneros en la recolección de residuos reutilizables que terminan vendiendo, en gran parte, en los galpones de propiedad de la ciudad. La cooperativa impulsa una alternativa diferente a la de la actividad que desarrollan la mayoría de los cartoneros (Bazán, Ferrari & Lado, 2013). Ambos procesos han focalizado, como contrapartida argumental, a los sucesivos gobiernos de la CABA, pero se han asegurado de crear y profundizar lazos de interlocución con el entorno barrial y múltiples instancias sociales. En un sentido más amplio, interactúan con los habitantes de la ciudad y con otros movimientos, organismos e instancias institucionales, mediante y con las cuales se han ampliado y diversificado los propósitos originales. Parte de la estrategia de IMPA ha sido contraponer la cuestión de la legitimidad a las condiciones de legalidad imperante en materia de quiebre de empresas y a las prioridades acreedoras de las mismas. También IMPA ha puesto en juego, buscando consenso, su raigambre trabajadora, acentuando la competencia permitiendo que quienes trabajan pueden tener lo necesario para conducir emprendimientos rentables. Finalmente, el tercer ámbito de acción de IMPA ha estado en el desarrollo de proyectos educativos, culturales y de promoción de los derechos y la memoria colectiva. Esto ha tenido como resultado la emergencia de un bachillerato popular, y la creación de la Universidad de los Trabajadores y del Museo IMPA de la Cultura del Trabajo y de la Identidad Obrera, a los que se suman otros proyectos socio- culturales que se realizan en su predio. En el caso de la Cooperativa El CorreCamino, que está principalmente representada por su presidente, se enfatiza una historia previa de desarraigo, vulnerabilidad y precarización. Lo que vincula a sus miembros es su capacidad de ofrecer a la comunidad vecinal un servicio de reciclamiento de residuos, que aunque contemplado por la legislación vigente en la CABA, no está aún en las prácticas de vecinos y autoridades de la ciudad. Los cooperandos han transformado su identidad, al punto que no solo pueden distinguirse de sus trayectorias anteriores, sino que también Revista Latinoamericana de Psicología Social Ignacio Martín-Baró, Vol. 3, Nº 1, Juio 2014 ISSN 0719-2703 128 pueden distanciarse de las expectativas de otros grupos de cartoneros que trabajan con los residuos. Esta nueva identidad -y las prácticas asociadas- lleva el nombre de promotor ambiental, con el que desean ser identificados. En su relación con el gobierno, pretenden el reconocimiento para funcionar con centros de reciclado en los que apoyan la posibilidad de aumentar sus ingresos económicos, descartando la figura tanto del subsidio, como la del empleo. También ha desarrollado una estrategia con la comunidad y con las principales instituciones y grupos del entorno barrial, y de otros proyectos similares en otros barrios. En paralelo, la difusión de la utilidad del reciclaje y de la función desempeñada se realiza a través de distintos canales: radios, charlas en colegios, seminarios en la universidad, entre otros. Otro punto común que subyace a los dos casos, radica en su oposición a las habituales políticas asistenciales (Ferrari & Logiudice, 2009). Mientras IMPA hereda una memoria de integración por vía de seguridad social de alcance universalista, El CorreCamino se encuentra mucho más cerca de los efectos des-regulatorios y las expectativas de la autogestión colectiva. 3.2. ¿HASTA QUÉ PUNTO EL CONSENSO ES RETICENTE A TAL TRANSFORMACIÓN? En torno a lo reticente del consenso, cabe historizar subjetivamente la forma en que cada uno de estos grupos habitó la sociedad previo a la segmentación y expulsión de la década de los ’90. IMPA, recorre un trayecto común a las vicisitudes de la clase obrera argentina. Para desafiar el destino del desempleo asistido, cuestiona y resignifica su propia tradición obrera. Cuenta, en este sentido, con la empatía de quienes saben lo que es perder el trabajo, enlazado en forma muy cercana al sentimiento de perder la dignidad. El trayecto vivido, no es una historia externa, quienes trabajan en IMPA saben de luchas y contraofensivas, por lo que su propuesta desafía al sistema a hacerle lugar como una opción más, que no se confunde ni se homogeniza con las otras. En cambio, la propuesta de El CorreCamino es una propuesta de regular identidades, trayectos y prácticas en una empresa común. Es más evidente la búsqueda de inclusión y de aceptación por la función social que se proyecta. No hay consenso previo sobre ellos o, mejor aún, quieren alejarse del consenso que involucra a las mayorías respecto a su propia identidad como sujetos al margen de la sociedad y por lo tanto peligrosos. Al mismo tiempo, quieren alejarse de sus historias pasadas interponiendo aquello que proponen como servicio a la comunidad en el presente. Con El CorreCamino asistimos al momento de construcción de consistencia que se expresa en la frase “lo primero que tenemos que reciclar es a nosotros mismos” (presidente de la cooperativa, comunicación personal, 6 de abril de 2011). Una Perspectiva Psicosocial en Torno a las Estrategias de Politización en Conflictos Asimétricos 129 Liliana Ferrari & Claudia Bazán 4. LA ACCIÓN POLÍTICA A PARTIR DE LA TEORÍA DE LA REPRESENTACIÓN En las últimas décadas del siglo pasado comenzó a producirse un reconocimiento de la decadencia de los sistemas representativos (Laclau & Mouffe, 1987) que abarcó y dio cuenta del desgaste de las concepciones tradicionales de la política, y también de nuevos modos de comprensión del lenguaje y su poder de construcción. Desde entonces, muchos análisis se producen en un enclave denominado posmoderno que tiene, entre otras notas comunes a muchos y distintos movimientos, su antiobjetivismo, antiesencialismo y énfasis en los procesos constructivos y en la politización de las acciones. Laidea de dos órdenes paralelos en los que un nivel es representado por otro; la sociedad civil por sus representantes políticos, la realidad por el lenguaje; tiene antecedentes históricos en los siglos XVII y XVIII y se corresponde con una concepción moderna de la política que la hace dependiente de la sociedad de la que emerge. Esta pregnancia de la teoría de la representación y de la relación entre el representante y lo representado sirve de base para comprender concepciones sociológicas tales como ideología, orden social, así como, también, la relación genética entre la sociedad y sus procesos políticos consecuentes. El relevo y discontinuidad que el pensamiento posmoderno realiza, contempla concepciones complejas como imaginario (Baczko, 1991) orden del discurso (Marí, 1993) el poder fundante de la política en su construcción de lo social (Laclau, 2006) y las prácticas de gobernabilidad en el régimen de subjetividad (Rose, 2007) –que desarrollaremos en el apartado siguiente- ; los que precisamente pusieron en cuestión la naturaleza de una realidad por fuera de lo discursivo, la entidad de un objeto que no estuviese en la superficie de un discurso. En cuanto a la concepción de lo imaginario aparece enlazado a la forma en que los miembros de una sociedad representan sus condiciones de existencia en sí y, en especial, el modo en que se producen los procesos de universalización, y homogeneidad de derechos y aspiraciones, que dan sustento a la sociedad civil. No obstante, en la mayoría de los análisis intelectuales se observa que tal comunidad de intereses se encuentra producida simbólicamente a partir de la dominancia de ciertos grupos con capacidad de establecer condiciones de reciprocidad, de subordinación y de dominación argumentalmente legitimadas, naturalizadas y sostenidas simbólicamente en un conjunto de atribuciones esencializadas. En cuanto al orden del discurso, expresa el potencial constructivo y creativo que le atribuye Foucault (1999) a la estrategia dispersiva por la cual Revista Latinoamericana de Psicología Social Ignacio Martín-Baró, Vol. 3, Nº 1, Juio 2014 ISSN 0719-2703 130 los discursos se transforman en dispositivos de inteligibilidad y de sujeción entre distintos niveles en los que confluyen procesos, objetos y relaciones que resultan en un estado de cosas que denominamos orden. La vigencia de la teoría de la representación en su versión clásica, por su parte, es articulable con la idea de totalidad social que precede y sustenta el accionar político, siendo la sociedad el fundamento del mismo. Una parte del pensamiento contemporáneo ha invertido o, más aún, destotalizado el proceso a partir de pensar lo social como un efecto de las prácticas político discursivas (Laclau, 2006). En esta línea, lo social nunca es una totalidad cerrada ni tampoco es el punto de partida; el comando y el relevo del mismo es la acción política. En esta concepción lo político antecede a lo social, y le da motivo y razón de ser. Lo político aquí tiene como tarea desplegar la conflictividad existente, aumentando la oportunidad de múltiples emancipaciones y nuevas articulaciones identitarias. En esta segunda concepción hay creación de sujetos que son efecto de nuevas relaciones. La capacidad de politización de IMPA, ha caracterizado de distintas maneras sus acciones. Sin embargo, una de las más preciadas por los trabajadores es la que culmina en la creación del Museo. Este representa la oportunidad de plasmar una memoria obrera que confronta y rompe la continuidad de cualquier historia no narrada por sus propios protagonistas: [El Museo] tiene como dos significados, el principal es que sea un elemento importante, que sirva a los jóvenes para entender el proceso de globalización y de concentración económica que llevó a la destrucción de la industria en la Argentina. Queremos que se exprese el esfuerzo de miles de trabajadores que pasaron por acá y fueron partícipes de la construcción y de la resistencia. (Trabajador de IMPA, comunicación personal, 6 de marzo de 2013) El Museo aparece como un efecto de des-sujeción de la habitualidad de ser relatado por otros, de ser interpretado por otros que no sean los protagonistas y aquellos que forman parte de la cultura popular, es decir, optando por el relato en primera persona y no la representación. Esto es una cuestión política porque se trata más de un punto de partida que de llegada, en el que la expectativa es transformar la concepción naturalizada de las identidades y prácticas de los trabajadores que ahora los ubica como un grupo subalterno, objeto de disciplinamiento y como el espacio que amenaza las propiedades de la sociedad buena. Otra dimensión de la politización de IMPA ha sido su potencia en el proceso de creación de leyes generadas bajo el impulso de múltiples cooperativas para tutelar la expropiación, permitiendo la explotación del predio. En 2004, por ejemplo, la Legislatura del Gobierno de la CABA sancionó la Ley 1.529 sobre Expropiación de Inmuebles y Bienes de Empresas Recuperadas. Esta norma declara de utilidad pública y sujetos a Una Perspectiva Psicosocial en Torno a las Estrategias de Politización en Conflictos Asimétricos 131 Liliana Ferrari & Claudia Bazán expropiación los inmuebles e instalaciones de empresas recuperadas en las que funcionan las cooperativas de trabajo. A esta ley le siguen otras para ampliación de los plazos prescriptos, hasta que el 23 de diciembre de 2012 el gobierno de la CABA veta la ley 4008, lo que inaugura una nueva serie de luchas. Pero más allá del devenir de las leyes, IMPA propone: Nosotros no queremos, nosotros no nos planteamos como dueños de la propiedad. Es más nosotros siempre tratamos de que IMPA sea del pueblo, por eso los espacios todos abiertos al conjunto de nuestro pueblo. Y es nuestro proyecto que tenemos hacia el estado que hoy estamos discutiendo […] Y el planteo que nosotros hacemos al estado es que el estado expropie, se lo ceda a la cooperativa en comodato mientras perdure la cooperativa y si la cooperativa fracasa en su trabajo, el Estado haga con el bien algo para educación, salud, trabajo ¿no?, nunca estamos pidiendo la propiedad. Cosa que ¡ojo! que no… no quiere decir que todas las empresas recuperadas están pidiendo lo mismo ¿no?, hay muchas que plantean tener la propiedad. (Principal referente de la recuperación de IMPA, comunicación personal, 13 de julio de 2011) En el caso de la cooperativa El CorreCamino, las prácticas políticas se sostienen en construir la verosimilitud del proyecto, la eficacia potencial de su acción, pretendiendo fundamentalmente la inclusión por el servicio que la cooperativa ofrece a la ciudad y a los vecinos. Sus miembros se integran tratando de lograr identidad como uno más, en palabras de su presidente “queremos ser un contribuyente más”. Mientras IMPA intenta desmarcarse del colectivo laboral naturalizado bajo el axioma de la subordinación, El CorreCamino busca integrarse a la comunidad como un par, constituirse como sujeto de derecho, con responsabilidades. Por otra parte El CorreCamino se agencia desarrollar las regulaciones que están pronunciadas en la ley 1.854 del año 2006, de Basura Cero de la CABA. Mientras IMPA busca transformar los espacios vigentes con nuevas formas de legitimidad, El CorreCamino desarrolla sus prácticas amparándose en y desde la legalidad: Este proyecto [de El CorreCamino] se complementa con el proyecto del Programa de Promoción y Ayuda al Reciclado Solidario Barrial, oportunamente aprobado por la Asamblea [de la Comuna 15]. Creemos que este es el primer paso para crear centros de gestión integral de residuos en la Comuna, y apuntar al cumplimiento de la Ley 1854 conocida como de Basura Cero. (Presidente de la cooperativa, comunicación personal, 6 de abril de 2011) Revista Latinoamericana de Psicología Social Ignacio Martín-Baró, Vol. 3,Nº 1, Juio 2014 ISSN 0719-2703 132 5. CAPITALISMO Y DEMOCRACIA REPRESENTATIVA, O NO REPRESENTATIVIDAD DE LA DEMOCRACIA En otro orden de antecedentes, la teoría de la representación ha dado fundamento a las democracias representativas, así como a la dificultad de admitir qué clase de intereses se encontrarán representados o no en la esfera pública, cuáles estarán distorsionados por los agentes representativos y cuáles estarán ausentes por resultar infra representados (Ferrari & Loguidice, 2009). Si bien en principio la teoría política admite que el representante está en el lugar de lo representado o bien mantiene los intereses de los representados, desde la puesta en marcha de este modelo, las múltiples experiencias sociales han cuestionado esta situación. Paralelamente, han dado un cierto estatuto al representante de una jerarquía diferente de aquellos a quienes representa. Así en el lenguaje de muchos colectivos aparece una denominación, clase política, que se funde con la idea de clase dirigente. La fuerza del representante borra y subordina la de lo representado y, fundamentalmente, la del discurso de distintos grupos de la sociedad civil. La crítica a esta conformación y funcionamiento es relativa a la dificultad de que los representantes formulen proyectos sociales que den lugar a las particularidades y necesidades requeridas de forma equitativa. En este sentido, para muchos, el potencial realizativo de la democracia representativa encuentra sus límites en el modelo capitalista que la sostiene y, complementariamente, en la concepción de progreso que acompaña su proyecto; y también en su capacidad o incapacidad de incluir sin “ventrilocuizar” lo marginal. El proyecto democracia representativa-capitalismo-progreso tiene su origen en una concepción totalizante, que se realiza a partir de una perspectiva eurocéntrica, cuyo modelo -el europeo- se propone para ser discutido y reproducido, con mínimas diferencias, en múltiples contextos, ya sea como proyecto en el presente o como expectativa de futuro. La diversidad queda descalificada y tratada acorde a las postulaciones de este modelo universal hacia el que deberían tender todas las sociedades (Wallerstein, 2001). La crisis de la teoría de la representación conlleva la visibilización del descontento, la indignación, la precariedad y la desprotección de grupos y personas para quienes la política establecida resulta un modelo insuficiente, fracasado o falaz. En esta dirección, tomar la palabra y la práctica de sus propias necesidades caracteriza a múltiples colectivos que instalan otros modos de hacer política de manera directa, alternativa o en espacios inhabituales, usando los recursos del sistema y multiplicando su propia agencialidad. Una Perspectiva Psicosocial en Torno a las Estrategias de Politización en Conflictos Asimétricos 133 Liliana Ferrari & Claudia Bazán Introducir la condición histórica en la cual han tenido origen los casos estudiados, nos permitirá una mejor caracterización de sus diferentes formas de cuestionamiento a las prácticas representativas, sin que en ningún caso, sin embargo, involucre un distanciamiento radicalizado de las mismas sino más bien un aprovechamiento instrumental, creativo y también suspicaz. Siguiendo lo que expusimos en otros trabajos, la salida del enclave neoliberal que dominó la década de los ’90, arrastra las siguientes notas subjetivas en torno a los procesos democráticos instituidos: • Distancia política por desencantamiento, por desasistencia. • Distancia sindical por desprestigio y por ausencia del sindicato cuando se está afuera del mundo del trabajo. • Distancia de la praxis: el trabajo que se consiga y el que se tenga será percibido en términos instrumentales. • Desvalorización del espacio laboral: sus condiciones son malas y no genera cultura, es de menos calificación que la que uno tiene y por lo tanto no dignifica. • Desidentificación con el mundo del trabajo, porque la oferta es la vulnerabilidad presentada de distintas formas (Ferrari & Logiudice, 2009, p. 97). A esta caracterización que hicimos en el 2009, debe contraponerse la forma en que nuestros casos se posicionan. En efecto ,el trabajo sigue siendo uno de los motivos de la lucha, que como práctica, excede la condición formal tanto de dependencia como de subordinación. También se aleja de la idea de asistencia enmarcada en políticas de inclusión para condiciones vulnerables y de precariedad. IMPA lo plasma, en palabras de Eduardo Murúa -principal referente de la recuperación de IMPA y del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas (MNER)- de la siguiente manera: Los métodos de lucha anteriores que teníamos por reivindicaciones, por salarios, quedaban casi desarticulados, ya no servían. […] Ya en ese momento nosotros veíamos que había que hacer un nuevo método de lucha, esto de ocupar las fábricas y resistir porque no iba a haber salida […] En el momento que nos juntamos, cuarenta trabajadores decidimos tomar la fábrica. Pudimos frenar por lo menos que se vaciara la empresa, eso fue por mayo del 98. Solamente estaban las máquinas y cuarenta trabajadores manuales que habían decidido juntarse, que dijeron: ¿Qué hacemos? Bueno y nos metimos y… eso que decíamos en los bares, eso de ocupar, resistir, ahora había que hacerlo, lo hicimos. ¡Había que hacerlo!. (comunicación personal, 13 de julio de 2011) Por su parte El CorreCamino sostiene a través de su presidente: Revista Latinoamericana de Psicología Social Ignacio Martín-Baró, Vol. 3, Nº 1, Juio 2014 ISSN 0719-2703 134 Yo no soy un charlatán, uno de esos que lo único que hacen es hablar, yo soy un trabajador. […] Nosotros, ¿por qué no queremos subsidio? Porque queremos ser legítimos, yo quiero sostener mi economía, todos los días servir la mesa, mínimamente lo que vamos a consumir… por qué tengo que esperar a que me den… tenemos que erradicar de la faz de la tierra el dar por dar. (comunicación personal, 16 de mayo de 2012) Finalmente, ambos movimientos son fuertemente personalizados, en términos de sus respectivos liderazgos. Si bien, su marca al interior de la propia estructura grupal es el diálogo, al momento de trasmitir posiciones hacia afuera, se unifican respectivamente en las voces de sus presidentes. 6. LA CONTINGENCIA DEL SUJETO DE LA EMANCIPACIÓN Para gran parte de la política moderna, el sujeto social es el punto de partida de su proyecto y de su potencia. Sin embargo, como hemos mencionado en el apartado anterior, en el terreno contemporáneo el principio de acción de la política se ha destotalizado, al punto de que muchos movimientos han ganado terreno suficiente para construirse en prácticas políticas como grupos sociales. Es decir, aparece el proceso inverso, lo político precede y construye lo social. La manera en que los investigadores analizan esta transformación no es unívoca, ya que la perspectiva de muchos neomarxistas los ubica en una condición de mayor expectativa en torno a la potencia de los distintos actores en movimiento, denominados multitud (Hardt & Negri, 2004). En otras perspectivas, se enfatiza la potencia de las prácticas hegemónicas para lograr la equivalencia de las múltiples luchas de los distintos grupos que despliegan estrategias contra diversas formas de dominación (Laclau & Mouffe, 1987). Sin embargo, las revisiones de otra línea de la crítica contemporánea van a intensificar que esta fragmentación política se encuentra bajo el comando de distintas comunidades, cuyo eje común de demanda puede ubicarse en la salud y la seguridad (Rose, 2007). La necesidad de conquistar condiciones de salud y seguridad, que impulsa a comunidades en riesgo, activa políticas públicas que terminan promoviendo una mayor oportunidad de gobernabilidad, más que una emancipación en términos de ampliación de oportunidades de elección y autodeterminación.Probablemente, esta sea una de las razones por la cual los casos que estamos analizando intentan desmarcarse de las políticas establecidas y pretenden generar nuevas formas de hacer política. Una Perspectiva Psicosocial en Torno a las Estrategias de Politización en Conflictos Asimétricos 135 Liliana Ferrari & Claudia Bazán Cabe entonces destacar que las neoformas de la acción política contemporánea no son unívocamente percibidas sino por sus líneas comunes de acción, aunque no por su significado ni oportunidad de transformación. Sus notas en común, la instalación de nuevas necesidades, reconocimientos, derechos y la búsqueda de justa redistribución son, en parte, los principios inspiradores de tales movimientos, pero sus puntos en común y las transformaciones que tendrán efecto a partir de sus distintas formas de lucha, están lejos de ser percibidas correctamente. La ganancia de emancipación no siempre es el resultado evidente y fundamental cuando los reclamos son relativos a la protección de derechos personales y sociales, en los que muchos autores ven crecer la intensidad de la regulación del régimen de subjetividad de comunidades y grupos. En los modelos optimistas, como llamaremos a los de Hardt y Negri (2002), y Laclau (2006), la emancipación es un proceso potente y posible. Para los primeros, la multitud es el nuevo sujeto que confronta una maquinaria abstracta de dominación, el imperio que regula los conflictos sociales. Mientras que para el segundo, la emancipación es una oportunidad de las democracias pluralistas y populares, en tanto estas últimas permiten la articulación de diferencias que puedan modificar los atributos de las identidades existentes. Así, en Laclau (2006) la identidad relacional y la capacidad simbólica de una sociedad de interpretar muchos de sus procesos, como el de dominación, potencian la oportunidad emancipatoria que da existencia a nuevos sujetos políticos. Otras visiones críticas, como la de Rose (2007), acentuarán el proceso de construcción del movimiento que reclama como una transformación en torno a prácticas de gobierno en sí que provienen del mismo proceso de visibilización de sus necesidades en tanto comunidad en riesgo. Se enfatiza aquí cómo el acreedor se transforma en deudor de una serie de estilos que ratifiquen su seguridad y la seguridad que mantiene para el resto de la sociedad. En IMPA lo que comenzó como lucha por la supervivencia, en términos de mantener la fuente de trabajo, sostuvo siempre un perfil de distanciamiento de las modalidades tradicionales de empleo y asistencia. Esta lucha se llevó a cabo manteniendo el lugar de producción y protegiendo la misma con las leyes de expropiación, pero, además, abriendo el espacio a otros emprendimientos político-sociales de grupos de diferente inspiración. IMPA se propone como un sujeto múltiple capaz de albergar distintas necesidades populares a las que hace lugar, implicando, también, proyectos tales como el Museo y la revista Museo IMPA. En el caso de El CorreCamino se trata de la construcción de la ciudadanía laboral a través del proceso de reconocimiento que lo identifique como promotor ambiental. Esto implica un conjunto de prácticas que aportan valor a un hacer habitualmente descalificado, como Revista Latinoamericana de Psicología Social Ignacio Martín-Baró, Vol. 3, Nº 1, Juio 2014 ISSN 0719-2703 136 es el “cartoneo”, que puede ser transformado por el reciclado, dando lugar a una visión ecológica que se comparte con muchos otros grupos sociales y que también es fuente de recursos económicos que no provee directamente el gobierno de la ciudad, sino la venta del material reciclable a las distintas empresas. 7. CONSIDERACIONES FINALES 7.1. UNA DISCUSIÓN DESDE LA PSICOLOGÍA SOCIAL En los apartados anteriores hemos retomado una serie de tradiciones relativas al pensamiento psico-político, sin la intención de dar soporte teórico a las praxis de los casos estudiados. No obstante, en el curso de la investigación, muchos de los procesos que hemos acompañado y, sobre todo, muchas de las transformaciones a las que hemos asistido, en términos de alter u otredad (Dussel, 1998, 2001), de ambos movimientos, nos llevaron a reflexiones conjuntas en torno a la acción política y a ciertos componentes que aparecen en las praxis de la misma, tales como consenso, minoría, cambio, influencia, representación, discursos, imaginario, ideología, derechos, legalidad-legitimidad, explotación, opresión, emancipación, liberación, inclusión-expulsión y marginalidad, por mencionar algunos de los tópicos. Recordando los desarrollos de Martín-Baró (1998) en la década de los ’80 para Centroamérica, la politización es una de las consecuencias de la conscientización y, aún más, es parte de la misma en tanto implica la interrogación-construcción de la propia identidad y también la liberación de sus distintas formas de opresión. Si la identidad mantiene la pregunta por quién soy, cada forma de respuesta histórica que una comunidad hace a este respecto, la remite a preguntarse a quiénes les sirve lo que inicia, las distintas formas de lo que contemporáneamente llamamos emancipación (Laclau, 2006). Ningún conocimiento teórico o proveniente de la Academia puede generar ni sofocar las transformaciones identitarias que cada uno de los casos ha conllevado en la lucha política. Sin embargo, a partir de los problemas que estos grupos enfrentan, hemos tratado, aunque sea de forma fragmentaria, de dar cuenta de la acción política que les permite pasar de una condición sitiada a una condición situada, donde se toma riesgo y posición en el conflicto. En el caso de IMPA, la condición de asedio original tuvo como límite el quiebre de la empresa, la experiencia de explotación y el desempleo. No obstante, la respuesta de IMPA fue situarse como grupo de trabajadores con capacidad para rechazar la explotación tradicional, reintegrar la producción a la potencia cognitiva de los trabajadores y mantener la producción como forma de resistencia. Una Perspectiva Psicosocial en Torno a las Estrategias de Politización en Conflictos Asimétricos 137 Liliana Ferrari & Claudia Bazán El sitio de El CorreCamino parte de la condición de marginalidad, vulnerabilidad y opresión que es común a muchas trayectorias que se mantienen en las orillas del trabajo informal y el cirujeo. Para ellos situarse, implicó construir una alternativa de trabajo en una actividad clave para la ciudad, sus barrios y, sobre todo, para las comunidades vecinales. En términos comparativos la transformación del grupo de personas que integra IMPA fue dramática, pero no cambió su eje de integración, que es el trabajo, permitiendo ampliarlo a nuevos intereses sociales y culturales. El CorreCamino tuvo una transformación identitaria más profunda, sobre todo en términos de quien coordina la cooperativa. Aquí, una de las preguntas vitales para su expansión sería dar cuenta de cuántos más pueden ser parte de un proceso similar. Ambos grupos tuvieron, desde el inicio, la preocupación política en torno a su posibilidad de influencia sobre otras agrupaciones sociales y sobre el gobierno mismo, al que identifican con intereses diversos a los de su propio posicionamiento. El lazo con el equipo de investigación, forma parte de esta interrogación y práctica en torno al consenso, y también a los distintos momentos de lucha planteados por la resistencia y los focos de conflicto. En este sentido, los psicólogos sociales que acompañamos estos procesos, tuvimos una función amplificadora al retomar la palabra, que en principio era propiedad de cada uno de los grupos. Un segundo tiempo fue participar en sus praxis de transformación, colaborando materialmente con las distintas actividades. Una tercera función ha sido la de formar parte de tácticas y estrategias que los grupos comparten en algunos temas con nosotros.Las tres funciones se mantienen en el tiempo y no son las únicas que hemos desarrollado, no obstante, son las más cercanas al proceso de práctica política que hemos descripto en los apartados anteriores. En este sentido, el tipo de investigación que se lleva a cabo está orientada a la movilización de la conciencia con el fin de transformar no solo el ambiente y las condiciones materiales de vida, sino a los hombres y mujeres en su identidad social y en la valoración de sí mismos como ciudadanos, actores sociales y constructores de la realidad. Las transformaciones son producidas con la comunidad, desde ella, para ella y por ella. Siguiendo los lineamientos de la IAP, se busca la transformación de las comunidades y de los actores sociales que en ella participan, facilitando o catalizando el desarrollo de sus capacidades y auspiciando su fortalecimiento para obtener y producir nuevos recursos conducentes a los cambios deseados y planificados por los mismos actores en su entorno (Montero, 2006). Algunas de las actividades realizadas conjuntamente son: Junto a El CorreCamino se gestiona el equipamiento ante el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) para alcanzar mayor rentabilidad y seguridad, dentro del marco de la Ley Nº 992 de la CABA. Revista Latinoamericana de Psicología Social Ignacio Martín-Baró, Vol. 3, Nº 1, Juio 2014 ISSN 0719-2703 138 Presentar un proyecto de cooperación internacional al Ayuntamiento de Gava en Barcelona, para la convocatoria 2013, el cual al ser seleccionado otorgó 4000 euros que posibilitarán a los miembros de El CorreCamino mejorar las condiciones laborales e incluso incluir a nuevos miembros. Como enfatiza su presidente: “Pretendemos, además de lograr sanear el ambiente, ser una alternativa para personas que se han convertido casi en residuos humanos, que han quedado afuera del sistema”. Colaborar en la creación de la Universidad de los Trabajadores y del Museo del Trabajo y la Identidad Obrera de la empresa IMPA, no solo por el valor cultural de estos emprendimientos, sino, también, porque contribuyen a enfrentar las permanentes amenazas de desalojo que emanan del poder, especialmente del judicial. Además, tanto IMPA como El CorreCamino participaron en seminarios desarrollados en la Facultad de Psicología (UBA), sede del proyecto de investigación, cuyos objetivos son dar a conocer experiencias nacidas “desde abajo”, modelos de acción social y política creada por los propios protagonistas. Es también un espacio para difundir y buscar nuevos adherentes y multiplicadores del modelo de trabajo cooperativo. Asimismo, sirve para sensibilizar a docentes y alumnos con la realidad que viven diariamente los colectivos en estudio. La naturaleza disímil de ambos grupos da cuenta también de su contexto histórico de emergencia. La Argentina que hereda las condiciones de los años ’90 dista mucho de poder ser interpretada acabadamente en una lectura de clases. Lo mismo ocurre con el mercado de trabajo y con el concepto mismo de grupos populares. En este sentido, la cuestión que trabajamos como representación política da cuenta de las dificultades y el desencantamiento, que es un punto común en ambos casos, en torno a lo que el sistema puede distribuir y lo que alcanza a reconocerles en términos identitarios. No obstante, la cultura del trabajo forma parte de la historia de IMPA y no del caso de El CorreCamino. Por lo expuesto, para El CorreCamino, la identidad se logra en el proyecto futuro y el trabajo que realiza es la clave. Mientras que en IMPA la clave es presentar una alternativa de producción y relación social que encuentra sus simientos en el pasado. Las instituciones tradicionalmente ligadas al trabajo, como los sindicatos, no estuvieron presentes en los distintos procesos que ambas agrupaciones afrontaron, a pesar que, en el caso de IMPA, algunos de sus trabajadores tienen un pasado de compromiso sindical. Esta separación o extrañamiento coloca a ambos grupos en una situación de alternativa que tiende a facilitar lazos con grupos forjados en trayectorias e intereses similares o complementarios. Sus vínculos con la estructura del mercado formal de trabajo son menos significativos que los que se establecen con las Una Perspectiva Psicosocial en Torno a las Estrategias de Politización en Conflictos Asimétricos 139 Liliana Ferrari & Claudia Bazán empresas que pueden requerir sus servicios, con el entorno barrial e incluso con los profesionales que acopañamos estos procesos. Volviendo a las formas en que se han desarrollado las transformaciones emancipatorias de estos sujetos podemos situar, siguiendo el planteo de Laclau (2006), que hay en juego y en común una identidad popular, ya que hay una equivalencia de distintas y similares demandas individuales y colectivas insatisfechas, producidas por los sistemas institucionales que debieran satisfacer los derechos en juego. Este origen implica una equivalencia de posiciones cuyo efecto ha sido por momentos la frustración, pero también la articulación a través de liderazgos activamente personalizados. Ambos grupos desarrollaron un conjunto de praxis orientadas a la supervivencia. No obstante, esa supervivencia trascendió las políticas asistenciales que constituían la oferta básica al desempleo, así como también la cooptación por los sistemas tradicionales mercado-estado, como fuentes de empleo. Esta lucha es una práctica emancipatoria que los conminó a reescribir los términos en los cuales querían establecer nuevas formas de relación social, de producción material y también de reformulación de la propia identidad. La posibilidad de extender estas alternativas a otros grupos con situaciones similares los incluye en una red ampliada de emancipaciones que, en ambos casos, constituye una fuente de poder social de naturaleza diferente a las de la solidaridad obrera y la asistencia a lo vulnerable, que conforman las normas habituales del orden establecido. Este sistema de política de red y de red política que se activó en momentos de resistencia o amenaza, hoy se manifiesta en la emergencia de prácticas educativas y culturales, y se institucionaliza como opción diferente. A nuestro entender, el curso del conflicto original no es ni debiera ser atrapado en modelos académicos que midan su potencia por las transformaciones del sistema. El valor y la fuerza del poder de la red está menos en lo que le puede ocasionar al sistema que en la transformación socio-subjetiva al mantenerse por opción alternativa. En ambos casos asistimos a la conformación política de un sujeto popular, que se construye desde abajo y no solo en oposición a los de arriba. 8. REFERENCIAS Archenti, N. (2007). Estudio de caso/s. En A. Marradi, N. Archenti & J. Piovani (comp.), Metodología de las ciencias sociales (pp. 237-298). Buenos Aires: Emecé. Baczko, B. (1991). Los imaginarios sociales. Memorias y esperanzas colectivas. Buenos Aires: Nueva Visión. Bardin, L. (1986). El análisis de contenido. Madrid: Akal. Revista Latinoamericana de Psicología Social Ignacio Martín-Baró, Vol. 3, Nº 1, Juio 2014 ISSN 0719-2703 140 Bazán, C., Ferrari, L. & Lado, G. (2013). Proyecto Socio-Ambiental Productivo Educativo Cooperativa El Corre Camino. Memorias del V Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología, XX Jornadas de Investigación y Noveno Encuentro de Investigadores en Psicología del MERCOSUR, Facultad de Psicología de la UBA. Bonet, F., Khoury, M. & Robertazzi, M. (2007). Diseños e Instrumentos en Investigación Cualitativa. Buenos Aires: Ministerio de Salud, Presidencia de la Nación. Dussel, E. (2001). Eurocentrismo y modernidad (Introducción a las lecturas de Frankfurt). En W. Mignolo (comp.), Capitalismo y geopolítica del conocimiento. El eurocentrismo y la filosofía de la Liberación en el debate intelectual contemporáneo.Buenos Aires: Ediciones del Signo. Dussel, E. (1998). Ética de la liberación en la edad de la globalización y la exclusión. Madrid: Trotta. Ferrari, L. & Loguidice, A. (2009). Neoliberalismo y periferia en Argentina. ¿Quién estuvo en los ’90? Una década sin protagonistas. Revista Digital Pyberia, 1 (1), 91-101. Extraído de: http://www.fpsico.unr.edu.ar/revista/revista_psyberia.htm. Foucault, M. (1999). El orden del discurso. Barcelona: Tusquets Editores. Hardt, M. & Negri, A. (2004). Multitud. Guerra y democracia en la era del Imperio. Buenos Aires: Debate. Hardt, M. & Negri, A. (2002). Imperio. Barcelona: Paidós Ibérica. Iñiguez-Rueda, L. (2003). Análisis del discurso. Manual para las Ciencias Sociales. Barcelona: UOC. Laclau, E. & Mouffe, C. (1987). Hegemonía y Estrategia Socialista. Hacia una radicalización de la Democracia. Madrid: Siglo XXI. Laclau, E. (2006). La deriva populista y la centroizquierda latinoamericana. En Nueva Sociedad 205, 56-61. Extraído de http://www.nuso.org/upload/articulos/3381_1.pdfARTS copy.docx. Ley 1529/2004. Publicada en el Boletín Oficial del 25 de noviembre de 2004. Extraído de http://www.cedom.gov.ar/es/legislacion/normas/leyes/ley1529.h tml Ley 4008/2011. Publicada en el Boletín Oficial del 17 de noviembre de 2011. Extraído de http://www.cedom.gov.ar/es/legislacion/normas/leyes/ley4008.h tml Ley 1854/2005. Publicada en el Boletín Oficial del 24 de noviembre de 2005. Estraído de http://www.cedom.gov.ar/es/legislacion/normas/leyes/ley1854.h tml Marí, E. (1993). El imaginario social en el medioevo. Algunos modelos de ideología político- religiosa. En Papeles de Filosofía. Buenos Aires: Biblos 101-120. Martín-Baró (1998). Psicología de la liberación. Madrid: Trotta. Una Perspectiva Psicosocial en Torno a las Estrategias de Politización en Conflictos Asimétricos 141 Liliana Ferrari & Claudia Bazán Montero, M. (2004). Relaciones entre Psicología Social Comunitaria, Psicología Crítica y Psicología de la Liberación: Una respuesta latinoamericana. Psykhe, 13 (2), 17-28. Montero, M. (2006). Teoría y práctica de la Psicología Comunitaria. La tensión entre comunidad y sociedad (3a ed.). Buenos Aires: Paidós. Moscovici, S. (1981). Psicología de las minorías activas. Madrid: Morata. Moscovici, S. (1979). El Psicoanálisis, su imagen y su público. Buenos Aires: Huemul. Mugny, G. (1981). El poder de las minorías. Madrid: Rol. Osborne, T. & Rose, N. (1999). Do the social sciences create phenomena: the case of public opinion research. En British Journal of Sociology, 50 (3), 367-396. Extraído de: file:///C:/Documents%20and%20Settings/Administrador/Mis %20documentos/Downloads/OsborneandRose- CreationofPhenomena%20(3).pdf Pichon Rivière, E. (2007 [191]). El Proceso Grupal (Del psicoanálisis a la psicología Social, I). Buenos Aires: Nueva Visión. Rose, N. (2007). La muerte de lo social. Revista Argentina de Sociología, 5 (8), 111-150. Extraído de http://www.unal.edu.co/ces/documentos/Temp/rose/Rose- la%20muerte%20de %20los%20social-re- configuracion%20del%20territorio%20de%20gobierno.pdf Stake, R. (2006). Multiple Case Study Analysis. New York: Guilford Press. Van Dijk, T. (2005). Política, ideología y discurso. Quórum Académico. 2 (2), 15-47. Wallerstein, I. (2001). El Eurocentrismo y sus Avatares: los Dilema de la Ciencia Social. En W. Mignolo (comp.), Capitalismo y geopolítica del conocimiento. El eurocentrismo y la filosofía de la Liberación en el debate intelectual contemporáneo (pp. 95-116). Buenos Aires: Ediciones del Signo. Revista Latinoamericana de Psicología Social Ignacio Martín-Baró, Vol. 3, Nº 1, Juio 2014 ISSN 0719-2703 142
Compartir