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La persistencia de la desigualdad - Análisis y Síntesis La desigualdad de ingresos ha aumentado en muchos países desarrollados, pero hay notorias variaciones entre un país y otro. Dichas variaciones reflejan dos factores principales: el tamaño de la brecha entre los salarios más altos y más bajos de un país y el grado en el cual el Estado redistribuye los ingresos por medio de los impuestos y las prestaciones. La desigualdad de ingresos también se incrementó en las economías en desarrollo, incluso durante un periodo en el que ha habido pronunciadas bajas en la pobreza extrema y ha surgido una nueva, aunque frágil, clase media. Hoy, parece haber cada vez más evidencia de que la desigualdad excesiva no solo es negativa para el crecimiento económico; sino que tiene también otros efectos negativos, como la disminución de la movilidad social y, en la educación, la reducción de las oportunidades de aprendizaje de las personas. Asimismo, hay bastante polémica alrededor de otros males sociales que podrían estar ligados a la desigualdad, como las mayores tasas de delincuencia y la mala salud (Keeley, 2018). La desigualdad es una característica persistente de las sociedades latinoamericanas en términos de las diferencias de ingresos, acceso a servicios, poder e influencia; y en muchos países frente al tratamiento por parte de la Policía y del sistema judicial. Para el período de tiempo en el cual existen datos disponibles, América Latina ha sido una de las regiones del mundo con mayor desigualdad. Con la excepción de África subsahariana, esto es cierto para un amplio grupo de indicadores, desde ingreso y gastos de consumo, a medidas de influencia política y voz, incluyendo también aspectos de salud y educación. El balance de la evidencia presentada –tanto por correlaciones internacionales como de comparaciones más detalladas entre Brasil y Estados Unidos– sugiere que cuatro factores son conjuntamente responsables del alto nivel de desigualdad del ingreso en América Latina: Una distribución desigual moderada de las asignaciones de educación; La persistencia de altas tasas de retornos sobre la educación en el mercado laboral, que pueden operar mediante instituciones específicas; Patrones de formación de familias con altos niveles de selección (sorting) marital y una correlación negativa y grande entre el número de niños y el ingreso per cápita de las familias y El papel de un gasto público alto pero mal focalizado (Ferreira & Walton, 2004). La combinación de los altos niveles de desigualdad en la distribución del ingreso con el avance del mercado sobre el estado tiende a repercutir sobre la desigualdad social, tanto en el empleo, como en la educación, la salud, la vivienda, el espacio público y residencial, etc., y segmenta la vida social. Los estratos sociales tienden a residir en sectores cada vez más circunscritos de las ciudades, asistir a espectáculos específicos donde la mezcla social es mínima, los hospitales se jerarquizan y lo mismo ocurre con las escuelas, los lugares de entretenimiento, etc. Así los países se transforman poco a poco, concentrando el poder, la riqueza y los ingresos, pero pagando el costo de la pérdida de cohesión social: cada vez es menor el número de nacionales de un país que comparten un mismo proyecto social, a la vez que aumenta el número y fracciones de los “otros”, ajenos y desconocidos (Cortés [et al.], 2016). La posición de la gran mayoría de los hogares y las personas en la estratificación socioeconómica depende significativamente del trabajo remunerado y su calidad (medida por la retribución monetaria) y de la cantidad de miembros del hogar que puedan participar en la fuerza de trabajo. Existen también otros elementos, como la estructura y el tamaño familiar y otras características que conforman la matriz de la desigualdad social en América Latina, como las desigualdades de género y las desigualdades étnico-raciales, la ubicación territorial y la fase del ciclo de vida, que, al afectar el acceso a la educación y al trabajo remunerado, así como la calidad de la inserción laboral, impactan en la estratificación socioeconómica de los hogares. Algunos de los factores que pueden favorecer la movilidad social ascendente y la disminución de la vulnerabilidad a la pobreza o, de forma más general, el deterioro de las condiciones de vida, son susceptibles de abordarse mediante políticas públicas de impacto de corto y mediano plazo: extensión de la cobertura educativa, incluida la formación técnica y profesional, políticas para evitar la deserción escolar, políticas de promoción y formalización del empleo y de valorización del salario mínimo, extensión de la protección social contributiva y no contributiva y fortalecimiento de los sistemas de cuidado, entre otras (CEPAL, 2019). La adecuada medición de la desigualdad y su evolución en las sociedades es fundamental, no solo como indicador de bienestar de la población, sino también por su potencial utilidad a la hora de formular políticas públicas e incluso de evaluar sus efectos. Si bien es cierto que la región ha realizado avances sustantivos en estos aspectos, que le permiten medir y supervisar la desigualdad del ingreso, además de compararse con otros países, la información de base para las mediciones de desigualdad proviene casi exclusivamente de encuestas de hogares (Jiménez, 2015). Bibliografía CEPAL. (2019). Panorama Social de América Latina, 2019. Santiago: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).Disponible en: https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/44969/5/S1901133_es.pdf Cortés [et al.], F. (2016). Desigualdad y clases sociales. Estudios sobre la estructura social paraguaya. Asunción: Ciudad Autónoma de Buenos Aires: CLACSO; Asunción: CEADUC-Centro de Estudios Antropológicos de la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción; Asunción: ICSO-Instituto de Ciencias Sociales. Disponible en: http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/se/20161114051656/DESIGUALDAD_Y_CLASE S_SOCIALES.pdf Ferreira, F., & Walton, M. (2004). La desigualdad en América Latina ¿Rompiendo con la historia? Bogotá: Banco Mundial. Coedición: Alfaomega Colombiana. Disponible en: http://documents1.worldbank.org/curated/ar/916491468046165704/pdf/3485609586825 41rica0Latina110PUBLIC.pdf Jiménez, J. (2015). Desigualdad, concentración del ingreso y tributación sobre las altas rentas en América Latina. Santiago de Chile: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Disponible en: https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/39662/S1420855_es.pdf?sequence =1 Keeley, B. (2018). Desigualdad de ingresos. La brecha entre ricos y pobres. París: Esenciales OCDE, OECD Publishing. Disponible en: http://www.librosoa.unam.mx/bitstream/handle/123456789/2763/Desigualdad.pdf?sequ ence=3&isAllowed=y https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/44969/5/S1901133_es.pdf http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/se/20161114051656/DESIGUALDAD_Y_CLASES_SOCIALES.pdf http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/se/20161114051656/DESIGUALDAD_Y_CLASES_SOCIALES.pdf http://documents1.worldbank.org/curated/ar/916491468046165704/pdf/348560958682541rica0Latina110PUBLIC.pdf http://documents1.worldbank.org/curated/ar/916491468046165704/pdf/348560958682541rica0Latina110PUBLIC.pdf https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/39662/S1420855_es.pdf?sequence=1 https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/39662/S1420855_es.pdf?sequence=1 http://www.librosoa.unam.mx/bitstream/handle/123456789/2763/Desigualdad.pdf?sequence=3&isAllowed=y http://www.librosoa.unam.mx/bitstream/handle/123456789/2763/Desigualdad.pdf?sequence=3&isAllowed=y
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