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Prof Fernandez - Libro de Fisio

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FISIOLOGIA 
Víctor H. 
Fernández 
2019 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Santo Tomé, provincia de Corrientes. 
República Argentina 
Marzo de 2019 
Fisiología 
2019 
Víctor Hugo Fernández 
PRÓLOGO 
 
Desde tiempos inmemoriales, el hombre se ha hecho los siguientes cuestionamientos: 
¿cuál es nuestro origen?, ¿qué es la vida y que significa estar vivo?, ¿qué nos hace ser lo 
que somos?, ¿cómo funciona nuestro cuerpo?, ¿por qué existimos? 
Los egipcios, los griegos, los chinos y otros con ansias de conocimiento, se han hecho 
éstas mismas preguntas, junto con otras, y han dado diversas respuestas a estos 
interrogantes. 
Una de las ciencias que se ocupa del estudio del funcionamiento de los seres vivos y sus 
propiedades es justamente la “Fisiología” que, con otras ciencias, trata de contestar 
algunos de los interrogantes tan complejos como la vida misma. 
Es por ello que el conocimiento de la fisiología del cuerpo humano es fundamental para 
comprender la relación del organismo con su entorno y su forma de adaptarse a él. 
Asimismo, la fisiología constituye uno de los pilares más importantes para las ciencias de 
la salud, por lo cual el alumno debe estar en posición no solo de conocer los mecanismos 
básicos que mantienen al funcionamiento del organismo dentro de los parámetros 
“normales”, sino también de comprender la importancia del manejo de los mismos para 
entender lo que sucede en condiciones de enfermedad. 
El propósito de esta obra es ofrecer al alumno los conceptos y conocimientos 
fundamentales de la fisiología de manera que se posibilite una formación integral, con 
conocimientos sólidos sobre el funcionamiento del organismo y se alcance un nivel de 
razonamiento que le permita la resolución eficaz de los problemas de salud de una 
persona. 
Para la comprensión de la fisiología es menester que el alumno adquiera conocimientos 
previos de biología general, anatomía, histología y bioquímica entre otros, ya que los 
procesos vitales se realizan a nivel celular y éstos están íntimamente relacionados con las 
reacciones químicas y las estructuras de las células. También es importante entender que 
las leyes que rigen la vida están intrínsecamente relacionadas con las leyes físicas y 
químicas, por lo que los fenómenos biofísicos son esenciales para explicar el 
funcionamiento del cuerpo. 
Sin embargo, estos conocimientos no son suficientes para explicar los procesos vitales ni 
entenderlos exclusivamente mediante éstas leyes dado que los fundamentos de la materia 
viva aún se desconocen en gran medida. 
Una de las tareas más importantes que deberá emprender el alumno en su estudio es la de 
construir una visión general del funcionamiento del cuerpo humano mediante la 
integración de los sistemas lo cual puede lograrse mediante el uso cabal de los 
conocimientos en la resolución de problemas. Es por ello que deben desarrollarse las 
habilidades de análisis, síntesis y evaluación de la información, lo cual implica una ardua 
tarea a llevar a cabo. 
 
El autor 
Marzo 2019 
 
FUNDAMENTOS DE FISIOLOGÍA 
 
CAPÍTULO I 
INTRODUCCIÓN A LA FISIOLOGÍA 
 
ESQUEMA DEL CAPÍTULO 
✓ Introducción. 
✓ EL ESTUDIO DE LA FISIOLOGÍA 
• Breve Historia de la Fisiología. 
• La jerarquía de la complejidad 
• Definiendo “vida”. 
• Conceptos clave para el estudio y la comprensión de la fisiología. 
• La química de la vida es parte fundamental de la fisiología. 
• La física biológica aporta fundamentos para la comprensión de la función. 
• El estudio de la fisiología requiere del método científico. 
• Diseño de experimentos. 
• Datos, teorías y leyes. 
✓ LA FISIOLOGÍA EN LAS CIENCIAS DE LA SALUD 
• Los profesionales de la salud debemos alcanzar competencias. 
• El marco de referencia, para el estudio de la fisiología, es el paciente. 
✓ Libros sugeridos. 
✓ Trabajos originales. 
 
OBJETIVOS DEL CAPÍTULO 
1. Definir a la fisiología y su importancia en el ámbito de las ciencias de la salud. 
2. Conocer brevemente los orígenes y la evolución de la fisiología en la historia de la 
humanidad. 
3. Determinar la importancia de la definición de vida. 
4. Describir el nivel de complejidad de los seres vivos y en especial de los seres 
humanos. 
5. Conocer la interacción de cada uno de los niveles en el ser humano. 
6. Reconocer las ciencias relacionadas al estudio de la fisiología. 
7. Definir la importancia del estudio de la fisiología de manera integrativa y 
explicativa. 
8. Evaluar la necesidad de realizar mediciones para el conocimiento de las funciones 
fisiológicas. 
9. Determinar la importancia de la fisiología en la medicina. 
 
 
Fernández, V. H. 
1 
INTRODUCCIÓN A LA FISIOLOGÍA 
 
Introducción 
Ninguna rama de las ciencias biológicas es tan compleja como la fisiología, ya que 
tiene como objetivo saber cómo funciona el cuerpo humano y, por ende, saber cuándo funciona 
mal. 
Por ende, la fisiología pretende saber cómo funciona el cuerpo, desde los mecanismos 
moleculares dentro de las células hasta las acciones de los tejidos, órganos y sistemas, y cómo 
el organismo en conjunto lleva a cabo tareas particulares esenciales para la vida. 
En esta difícil tarea, se hace hincapié en los mecanismos, con preguntas que empiezan con la 
palabra “cómo” y respuestas que comprenden secuencias de causa y efecto. Tales secuencias 
pueden entrelazarse hacia historias cada vez más grandes que incluyen descripciones de las 
estructuras implicadas (anatomía) y que se superponen con las ciencias de la química y la 
física. 
Por ello, la anatomía y la fisiología, junto con otras ciencias, están relacionadas de manera 
indivisible, pues las partes del cuerpo humano forman una unidad bien organizada y cada una 
de ellas desempeña un papel en el correcto funcionamiento del organismo como un todo. 
De este modo, el estudio de la biología del organismo humano proporciona bases sólidas para 
el conocimiento avanzado del cuidado de la salud en todos los niveles y es de esperarse que 
existan detalles complejos que deban comprenderse para alcanzar una competencia básica en 
el campo de las ciencias de la salud con responsabilidad y coherencia. 
Por tanto, el objetivo consiste en introducir esos conocimientos y poner el resto de los temas en 
perspectiva, abordando el paradigma de la fisiología y la manera de comprender mejor las bases 
de la medicina. 
 
EL ESTUDIO DE LA FISIOLOGÍA 
La fisiología (del griego “physis”, naturaleza y “logos”, estudio o tratado1) es la ciencia 
que se dedica a estudiar cómo funciona el cuerpo humano (Fisiología Humana), poniendo 
énfasis en los mecanismos específicos de causa y efecto. Este estudio es tan antiguo como la 
medicina, pero no nació de ella. 
La fisiología es el estudio del funcionamiento normal de un organismo vivo y las partes que lo 
componen, incluidos sus procesos químicos y físicos. Una definición más completa dice que 
“Es la ciencia biológica que estudia las funciones de los seres orgánicos, mediante principios 
de las matemáticas, la física y la química, dando sentido a aquellas interacciones de los 
elementos básicos de un ser vivo con su entorno y explicando el “cómo” y el “por qué” de 
cada diferente situación en que se puedan encontrar estos elementos”. 
El conocimiento de los mecanismos que subyacen a la función corporal fue obtenido mediante 
la experimentación, aplicando el método científico. Por ende, mientras que la anatomía estudia 
la estructura del cuerpo humano, la fisiología estudia su funcionamiento, por lo cual ambos son 
complementarios y no pueden separarse por completo. Esto es así dado que, cuando se estudia 
una estructura, se quiere saber qué hace; por tanto, la fisiología da significado a la anatomía, 
mientras que, a la inversa, la anatomía es lo que hace posible la fisiología.1 Tratado: Obra escrita que trata extensa y ordenadamente sobre una materia determinada. 
 
 
Fernández, V. H. 
2 
Para una comprensión más profunda del cuerpo humano, partimos del estudio anatómico a 
través de la disección (el corte y la separación cuidadosos de tejidos para descubrir sus 
relaciones). Sin embargo, muchos conocimientos de la estructura humana se han obtenido de la 
anatomía comparada (el estudio de más de una especie para examinar las similitudes y 
diferencias estructurales, con el objeto de analizar las tendencias evolutivas) dado que muchas 
de las razones para la estructura humana sólo se aprecian al observar la estructura de otros 
animales. Pero en ciencias de la salud, la disección no es el mejor método para estudiar a una 
persona viva, dado que cualquier rotura de las cavidades corporales representa un riesgo. Por 
ello, casi todas las cirugías exploratorias se han reemplazado con técnicas de imagen (métodos 
que permiten ver el interior del cuerpo sin necesidad de cirugía) como la radiología, 
endoscopía, tomografía, etc. 
Para el estudio de la fisiología requiere del conocimiento básico de la estructura macroscópica 
y microscópica del cuerpo humano, incluso a nivel molecular. 
A la estructura que puede verse a simple vista (mediante observación de la superficie, radiología 
o disección) se le denomina anatomía macroscópica, pero si consideramos que las funciones 
del cuerpo son, en última instancia, resultado de sus células individuales, se pueden tomar 
muestras de los tejidos que se segmentan finamente y se les aplican colorantes para la 
observación mediante un microscopio. En este caso, la histología (anatomía microscópica) 
se ocupa del estudio las estructuras microscópicas sin alteraciones, mientras que la 
histopatología explora los tejidos bajo el microscopio en busca de alguna alteración 
determinada por alguna enfermedad. 
Ya a nivel celular, la citología estudia la estructura y la función de células individuales, a nivel 
molecular (ultraestructura) mediante un microscopio electrónico y otras técnicas más 
complejas. 
Respecto al estudio del funcionamiento del cuerpo en todos sus niveles, vimos que la fisiología 
requiere de la experimentación para descubrir, describir y explicar las funciones, pero el gran 
inconvenientes es que, en la mayoría de los casos, no es posible experimentar con seres 
humanos; por ello, mucho de lo que sabemos hoy en día proviene de la fisiología comparada 
que estudia como las diferentes especies han resuelto problemas vitales como el balance 
hidroelectrolítico, la respiración y la reproducción, entre muchos otros procesos. 
Como si fuera poco, la fisiología comparada también es la base para el desarrollo de nuevos 
medicamentos y procedimientos médicos, dado que debe demostrarse, mediante la 
investigación experimental, que el medicamento o la práctica quirúrgica en animales confiere 
beneficios al ser humano a expensas de riesgos aceptables para la salud de las personas. 
Cuando se quiere saber como se alteran los mecanismos normales del funcionamiento corporal 
por causa de una enfermedad, se hace uso de la fisiopatología, ciencia que se complemente 
perfectamente con la fisiología. Por ejemplo, una técnica estándar para investigar el 
funcionamiento de un órgano es observar lo que sucede cuando un órgano se extirpa 
quirúrgicamente de un animal de experimentación o cuando su función se altera de una manera 
específica. Este estudio, a menudo es auxiliado por los “experimentos naturales” 
(enfermedades) que involucran daños específicos para el funcionamiento de un órgano o 
sistema. 
Asimismo, la farmacología es la ciencia que aprovecha los conocimientos de la fisiología para 
estudiar los mecanismos de acción de un fármaco, la respuesta del organismo y los cambios que 
se producen a lo largo del tiempo. De aquí se desarrollan otras áreas de investigación médica 
orientadas a la terapéutica clínica. Estos conocimientos se utilizan para mejorar las funciones 
fisiológicas del cuerpo en personas sanas o para restaurar “artificialmente” alguna función que 
se ha desviado de la “normalidad” y evitar así desenlaces que pueden ser mortales. 
 
 
Fernández, V. H. 
3 
Es por ello que, mediante la aplicación del método experimental y el razonamiento crítico, 
el estudiante se ejercita en la resolución de problemas fisiológicos, los cuales servirán como 
base para los estudios fisiopatológicos y las indicaciones diagnósticas y terapéuticas que se 
adquirirán en la etapa clínica. 
El estudio de la fisiología también requiere de una correcta evaluación de la persona sana, 
correlacionando la estructura a través del examen visual o inspección del aspecto del cuerpo, 
base de la exploración física, incluyendo la palpación para percibir la estructura con las manos, 
la auscultación de los sonidos naturales producidos por el cuerpo (como los cardiacos y los 
pulmonares) y la percusión mediante pequeños golpes al cuerpo para percibir una resistencia 
normal y el sonido emitido en busca de signos de alteraciones como bolsas de líquido o aire en 
lugares que no deben existir normalmente. Todo esto forma parte de la exploración del 
paciente sano. 
El aprendizaje de la fisiología consiste, por una parte, en saber definir con precisión las 
variables determinantes de las diferentes funciones del organismo, y por otra, en saber 
establecer las relaciones causa-efecto entre dichas variables de forma cuantitativa, si es posible 
o, al menos, de forma cualitativa. Muchas de estas variables son químicas y otras tantas son 
físicas, por lo cual, sin estas ciencias sería imposible que conociéramos la relación causa-efecto 
que subyace a la función corporal. 
 
Breve Historia de la Fisiología 
Es probable que la preocupación por las funciones que mantienen al ser humano vivo 
haya comenzado desde el mismo inicio de la sociedad. Se han encontrado en cuevas cráneos 
con orificios que fueron realizados con propósito terapéutico (trepanación). Algunas pinturas 
encontradas en cuevas de Europa indican que los antiguos conocieron el carácter vital del 
corazón. El uso muy antiguo de plantas medicinales para tratar dolores da testimonio en el 
mismo sentido. 
Algunos datos aparecen en las tablillas sumerias (3000-2000 a.C.) y el Código de Hammurabi, 
(2000 a.C.), en los cuales se hablan más de creencias mágico-religiosas a partir de una 
concepción divina del universo, creado por los dioses. La Medicina se refería a la enfermedad 
causada por malos espíritus y su tratamiento consistía en exorcismos recitados por el médico. 
Consideraban al corazón, los riñones y el “vientre” como el origen de los movimientos del alma 
(emociones), la inteligencia, la bondad y la maldad. El hígado fue considerado como el órgano 
en el que tenían su sede las emociones. 
La Anatomía se desarrolló en Egipto más que en otras regiones de la antigüedad debido a los 
trabajos de momificación de cadáveres. En el Papiro de Ebers (3000 a.C.) se describe el 
embalsamamiento de cadáveres con un buen conocimiento de la anatomía del cerebro, de las 
meninges y el líquido cefalorraquídeo. En el cerebro residían los mecanismos de control del 
cuerpo. La posición del corazón, como fuente de los vasos sanguíneos se destaca en el papiro. 
En el Papiro de Edwin Smith se describe la circulación de la sangre en relación con el corazón 
y el pulso. Se describe la sangre, partiendo del corazón y llegando a todos los órganos del 
cuerpo. 
En la antigua India (5000 a.C.) se encuentra en el Ayurveda (ciencia de la vida) la concepción 
holística del ser humano, la cual partía de que toda la materia se compone de cinco elementos 
básicos: tierra, agua, fuego, viento y espacio. El cuerpo humano se compone de derivados de 
esos cinco elementos en forma de humores, tejidos y productos de desecho. 
En el siglo II a.C., los chinos hablaban de la fisiología como “la lógica de la vida”, conocían 
losritmos circadianos del cuerpo humano, la circulación sanguínea y practicaban el aislamiento 
 
 
Fernández, V. H. 
4 
de fluidos ricos en hormonas, cuya naturaleza y propiedades se desconocían. Los antiguos 
chinos conocían 28 tipos de pulso que intuían de la bomba cardiaca. La medicina china antigua, 
como la hindú, se basó en una concepción holística y espacial del individuo en su medio. El ser 
humano en salud se veía parte de un mundo que estaba en continua interacción, con los estados 
mentales, la dieta y el estilo de vida jugando un papel decisivo. Los principios fisiológicos se 
basan la creencia del Tao, que establece que en el universo hay dos fuerzas opuestas e iguales: 
Yin, y Yang existiendo una interacción natural entre los potenciales opuestos de esas dos 
fuerzas que se manifiesta como un flujo de energía llamado Chi. 
Por ensayo y error los primeros humanos fueron adquiriendo conocimientos de las funciones 
normales y anormales; sin embargo, la Fisiología experimental no podía existir porque carecía 
del sustento filosófico necesario que solo aparecería en la antigua Grecia. 
La palabra fisiología significa literalmente “estudio de la naturaleza” o “lógica de la vida”. 
Aristóteles (384-322 a.C.) utilizó el término en este sentido amplio para describir el 
funcionamiento de todos los organismos vivos, no solamente el del cuerpo humano. 
Hipócrates (460-377 a.C.), considerado el padre de la medicina, usaba el término fisiología 
con el significado de “el poder curativo de la naturaleza” y, por lo tanto, la disciplina se asoció 
más estrechamente con la medicina. 
Durante la Edad Media, el pensamiento médico-fisiológico estuvo dominado por los conceptos 
hipocráticos “actualizados” por Galeno (129-216 d.C.) en el siglo II quien introdujo la 
disección en cadáveres humanos y la vivisección de animales domésticos. Su fisiología, se basó 
en las ideas aristotélicas de naturaleza, movimiento, causa y finalidad, con el alma como 
principio vital según las ideas de Platón, que distinguía entre alma concupiscible (con sede en 
el hígado), alma irascible (en el corazón) y alma racional (en el cerebro). 
Jean Fernel (1497-1558) un médico, matemático y astrónomo francés, utilizó por primera vez 
en 1542 el término griego como “la naturaleza del hombre sano, de todas sus fuerzas y de todas 
sus funciones”. Sin embargo, esta fisiología de Fernel contenía, al modo galénico, la descripción 
anatómica del cuerpo dado que, conceptualmente, todo lo que existe está compuesto de materia 
y forma; de ello deriva el hecho de que todo el desarrollo de la fisiología hasta el siglo XVIII 
esté dominado por el de la anatomía. 
Podría decirse que la fisiología científica nace en el siglo XVIII, cuando William Harvey 
(1578-1657) un médico inglés, en 1628 describe en su libro “Exercitatio Anatomica de Motu 
Cordis et Sanguinis in Animalibus” (Un estudio anatómico sobre los movimientos del corazón 
y la sangre de los animales), argumentó su hipótesis utilizando el método científico de que la 
sangre era bombeada alrededor del cuerpo por el corazón en el sistema circulatorio. Esta 
hipótesis se basaba en la observación (observaciones anatómicas) y experimentación 
(vivisección), donde comienza la transición de la “anatomía inanimada” (descripción metódica 
de las estructuras del cadáver) a la “anatomía animada”. 
Johann Wolfgang von Goethe (1749-1832) fue un poeta, novelista, dramaturgo y científico 
alemán quien dijo que “la función es la forma en acción”. Es precisamente en esa época cuando 
la fisiología empieza a afianzarse en la experimentación mediante el método científico. 
François Magendie (1783-1855) un médico francés, fundó en 1830 el primer laboratorio de 
fisiología de Francia. Su alumno más destacado fue Claude Bernard. En 1816 publica su obra 
“Compendio Elemental de la Fisiología” y en 1821 editó el primer número de su “Revista de 
Fisiología Experimental”, que posteriormente pasó a llamarse “Revista de Fisiología 
Experimental y Patológica”, título que indica claramente los intereses y la orientación científica 
de Magendie. También sentó las bases de la farmacología moderna, al entender que las 
sustancias químicas contenidas por los remedios naturales debían poder ser aisladas y 
administradas a los pacientes. 
 
 
Fernández, V. H. 
5 
Así, Magendie ofrecerá una filosofía de la biología basada en la hipótesis de que los fenómenos 
biológicos deben poder interpretarse en términos fisicoquímicos, del cual se derivará un nuevo 
criterio para la tarea del biólogo y, por tanto, la del médico, que consistirá en hacer que sea cada 
vez mayor el número de fenómenos biológicos que sean interpretados en términos 
exclusivamente fisicoquímicos. Sin embargo, será el propio Magendie quien establezca un 
límite a este asertivo reduccionismo, admitiendo la existencia de un núcleo de fenómenos 
propiamente vitales que nunca podrán ser reducidos a fenómenos puramente fisicoquímicos. 
Posteriormente, Claude Bernard (1813-1878) un biólogo teórico, médico y fisiólogo francés, 
expresó que la fisiología era “el conocimiento de las causas de los fenómenos de la vida en 
estado normal, el cual nos enseña a mantener las condiciones normales de la vida y a conservar 
la salud”. También propuso que “la fijeza del medio interno es la condición de la vida libre”, 
sentando las bases para lo que, posteriormente, sería el “paradigma de la fisiología”. Dadas 
las aportaciones de Bernard, se lo ha llamado el padre de la Fisiología Moderna. 
A finales del siglo XIX, Walter Cannon (1871-1945) describió en “The Wisdom of the Body” 
(New York, 1932) los mecanismos fisiológicos que intervienen en el mantenimiento de un 
equilibrio físico-químico esencial, para lo que propuso el nombre de homeóstasis. Fue un 
continuador de la hipótesis que estableció Bernard, poniendo de manifiesto no solo la 
estabilidad relativa de la composición de los fluidos corporales de muchos organismos, sino 
también la relativa constancia de la organización y del funcionamiento dentro de las células, 
tejidos y órganos. La gran relevancia de Cannon, fue sobre todo el acuñar el término de 
homeostasis para referirse a la suma total de esta constancia interna, estructural y funcional. El 
término implica no solo la condición de estabilidad en sí misma, sino también a los 
innumerables procesos fisiológicos implicados en su mantenimiento. 
En el siglo XX siguen a ritmo creciente los descubrimientos fisiológicos, cuyas técnicas de 
observación se van afinando a medida que se producen los avances bioquímicos y tecnológicos. 
Sucesivamente se desarrollan la fisiología celular, la electrofisiología, la neurofisiología y otras 
áreas correspondientes a las diversas especialidades de la medicina (cardiofisiología, 
endocrinología, fisiología de la reproducción, etc.). También se van difuminando las fronteras 
entre la fisiología, la bioquímica y la biología molecular, ya que muchos fenómenos 
considerados como fisiológicos tienen un mecanismo bioquímico, interviniendo procesos a 
niveles moleculares. Así, por ejemplo, la relajación de los músculos lisos, considerada como 
un fenómeno fisiológico, se debe a procesos bioquímicos (p. ej. entrada de calcio en las células), 
electrofisiológicos, hormonales, y moleculares (unión de ligandos a canales moleculares 
operados por voltaje o por receptores). 
Bernardo Houssay (1887-1971), farmacéutico a los 17 años y médico a los 23, argentino, 
recibió el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1947 por su trabajo de la influencia del 
lóbulo anterior de la hipófisis en la distribución de la glucosa en el cuerpo, de importancia para 
el desarrollo de la diabetes. 
En este sentido, Arthur Guyton (1919-2003), médico fisiólogo estadounidense, revolucionó 
los estudios en fisiología humana durante la segunda mitad del siglo XX y consiguió explicar 
el sistema cardiocirculatorio a través de desarrollos matemáticos y principiosfísicos. Es el autor 
del tratado de fisiología básica más completo y es considerado el padre de la fisiología moderna. 
Sin embargo, en el siglo XXI, la Fisiología Experimental está enfrentando nuevos retos, 
principalmente aquellos relacionados con el reduccionismo2 dado por los avances 
 
2 El reduccionismo es, en principio, una postura epistemológica que sostiene que el conocimiento de lo complejo 
debe ser, obligadamente, a través de sus componentes más simples, o que un sistema complejo solamente puede 
explicarse por la reducción hasta sus partes fundamentales; es decir, la reducción es necesaria y suficiente para 
resolver los problemas de conocimiento; por ejemplo, los procesos de la biología son reducibles al movimiento 
químico de la materia y las leyes de la química son explicadas por la física atómica. 
 
 
Fernández, V. H. 
6 
tecnológicos. Estos problemas son similares a aquellos que se enfrentara en el siglo XVIII, pero 
en un nuevo contexto y en otro nivel muy superior. En este sentido, la Biología celular y 
molecular ha posibilitado un salto muy importante en el conocimiento fisiológico pero que no 
puede suplantar al conocimiento que surge de la integración de éstos con otros producidos en 
otras áreas de investigación. Asimismo, las crecientes limitaciones bioéticas han llevado a la 
utilización de la bioinformática para realizar simulaciones en lugar de experimentaciones. 
Por último, debido a la combinación de un exceso de especialización de moda, con poca 
utilización del método clínico y con la llegada por globalización cultural de la Medicina 
holística de la India y China, ha reaparecido una corriente neoanimista-vitalista que niega la 
existencia de la Fisiología experimental. 
 
La jerarquía de la complejidad 
El organismo es un individuo único, completo y autómata derivado de funciones 
complejas que dependen de su organización estructural. 
En general, los organismos se clasifican en tres dominios que son: 
a) Bacteria. 
b) Archaea. 
c) Eukarya. 
Los seres humanos pertenecemos (en teoría) al dominio Eukarya, reino Animalia, filo 
Chordata, subfilo Vertebrata y clase Mammalia. 
Todos los organismos tienen un nombre científico en latín con dos partes, formado por un 
género y una especie; el binomio para los seres humanos es Homo sapiens (del latín, “homo”, 
hombre y “sapiens”, sabio). 
En comparación con otros organismos, los seres humanos tienen varias características 
distintivas como la postura erecta, locomoción bípeda (capacidad de caminar en dos piernas) y 
un cerebro grande y bien desarrollado, que permite habilidades analíticas y pensamiento 
complejo, lo cual lo convierten en un ser racional. 
Por ello, para el estudio de la fisiología se requiere una exploración del cuerpo humano desde 
los componentes básicos de toda materia; es decir, de los átomos y las moléculas, a la persona 
en su totalidad (de lo más pequeño a lo más grande). 
Varios niveles de organización son los que hay que escalar para comprender la complejidad del 
organismo humano. 
Podemos comenzar con el nivel químico, que incluye a los átomos (unidades básicas de la 
materia más pequeñas que participan en reacciones químicas y tiene las propiedades de un 
elemento químico) y moléculas (conjunción de dos o más átomos). 
La materia es todo aquello que ocupa lugar en el espacio y posee masa. 
Todos los sistemas materiales están formados por átomos y moléculas, y los 
seres vivos no somos la excepción. 
Los elementos básicos de la materia viva incluyen a los átomos de carbono 
(C), hidrógeno (H), oxígeno (O), nitrógeno (N), fósforo (P), calcio (Ca) y 
azufre (S); aunque también son necesarios otros como el hierro (Fe), el 
cobalto (Co), estaño (Sn), zinc (Zn) y selenio (Se) entre otros. 
 
 
 
 
Fernández, V. H. 
7 
 
Las moléculas (del latín “molecula”, masa) es un grupo de sustancias 
eléctricamente neutro y suficientemente estable, compuesto por dos 
o más átomos en una configuración definida, unidos por enlaces 
químicos fuertes (covalentes o enlace iónico). 
La composición de los seres vivos incluye moléculas orgánicas 
relativamente simples como la glucosa, urea, glicerol, aminoácidos, 
etc., y otras más complejas como el ácido desoxirribonucleico 
(ADN), ácido ribonucleico (ARN), glucógeno y proteínas como la hemoglobina, entre otros. 
También forman parte de su composición moléculas inorgánicas como el dióxido de carbono 
(CO2), el cloruro de sodio (NaCl) y otras sales fundamentales para la función normal. 
Subiendo un nivel en el escalón 
de la complejidad, tenemos al 
nivel celular. En realidad, este 
nivel contiene al nivel 
subcelular constituido por los 
organelos u organelas, en cuyo 
caso las moléculas se combinan 
para formar estas estructuras que 
conforman a la célula. Las 
organelas efectúan funciones 
particulares como las 
mitocondrias (respiración 
celular), centriolos (división 
celular) y lisosomas (digestión 
celular) entre otros. 
La célula (del latín “cellula”, 
hueco) es la unidad estructural y 
 
 
Fernández, V. H. 
8 
funcional básica de un organismo. Son las unidades más pequeñas capaces de llevar a cabo 
todos los procesos vitales, por lo cual, no hay nada más simple que una célula y que se le 
considere vivo, dado que solo en éstas se observa automaticidad. 
La célula presenta un estado o carácter especial, con capacidad para desarrollarse, mantenerse 
en un ambiente determinado, reconocer y responder a estímulos, y reproducirse para perpetuar 
la especie. 
Según la teoría celular, 1) la célula es la unidad básica de la vida; 2) todos los organismos 
están compuestos por una o más células; 3) las células se originan en células preexistentes, 
siendo idéntica a estas, genética, estructural y funcionalmente. 
Las diferentes clases de células pueden dividirse en cuatro grupos principales que comprenden 
a las células epiteliales, conectivas, musculares y nerviosas. 
Cuando las células de la misma naturaleza se agrupan para desempeñar una determinada 
función, aparece el nivel tisular. Hay solo cuatro tipos básicos de tejido denominados epitelial, 
conectivo, muscular y nervioso. 
El tejido epitelial cubre las superficies corporales, reviste los órganos huecos y los conductos, 
y forma glándulas. El tejido conectivo sostiene y protege los órganos, almacena grasa y ayuda 
a conferir inmunidad al organismo contra agentes agresores. El tejido muscular se contrae para 
generar movimiento y responde a cambios del medio externo o interno del organismo. El tejido 
nervioso detecta cambios del medio interno o externo del organismo y responde a ellos. 
 
 
El nivel de órgano está compuesto por, al menos, un órgano que es una estructura constituida 
por dos o más tejidos diferentes, trabajando conjuntamente para realizar funciones definidas. 
Tienen límites anatómicos precisos y es posible distinguirlos a simple vista de las estructuras 
 
 
Fernández, V. H. 
9 
adyacentes (por disección o técnicas de imagen). El estómago, el corazón, el hígado, los 
pulmones, el cerebro y la piel son ejemplos de órganos. 
Sin embargo, algunos órganos se encuentran dentro de otros (los órganos grandes, que son 
visibles a simple vista, a menudo contienen órganos más pequeños que sólo son visibles al 
microscopio) como la piel, que es el órgano más grande del cuerpo e incluye miles de órganos 
más pequeños (cada pelo, uña, glándula, nervio y vaso sanguíneo de la piel es un órgano). 
Asimismo, un solo órgano puede formar parte de dos sistemas. Por ejemplo, el páncreas 
pertenece a los sistemas endocrino (por sus secreciones endócrinas) y digestivo (por sus 
secreciones exocrinas). 
El nivel de sistema de órganos consiste en órganos relacionados con una función común. Un 
ejemplo de sistema es el aparato digestivo, que degrada y absorbe los alimentos. Sus órganos 
comprenden la boca, las glándulassalivales, la faringe, el esófago, el estómago, el intestino 
delgado, el intestino grueso, el hígado, la vesícula biliar y el páncreas. 
Por último, el nivel de organismo es el máximo nivel que conforma a un individuo con vida. 
Por ende, todos los sistemas del organismo trabajan en conjunto para mantener la vida de 
manera “adecuada”. 
Si bien el estudio de los procesos fisiológicos se centra en el nivel de organismo (integración 
de todos los mecanismos que hacen al ser vivo), es importante comprender que el organismo 
humano (individuo) se encuentra en directa interacción con los demás organismos influyendo 
unos sobre otros en diferentes niveles de la vida; es por ello que el estudio de la fisiología no 
puede dejar de lado al nivel de población de igual especie. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
ATOMOS
MOLECULAS
ORGANELA
CELULA
TEJIDO
ORGANO
SISTEMA Y
APARATO
ORGANISMO
POBLACIÓN
DE IGUAL ESPECIE
ECOSISTEMA
DE DISTINTAS ESPECIES
BIOSFERA
QUIMICA
BIOLOGIA
MOLECULAR
BIOLOGIA
CELULAR
FISIOLOGIA
ECOLOGIA
 
 
Fernández, V. H. 
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Los individuos de una misma especie, que habitan una determinada área geográfica, constituyen 
una “población” y las diferentes poblaciones que habitan dicha área interactúan entre sí para 
formar una “comunidad”. Una comunidad junto con el medio en que vive constituye un 
“ecosistema” que es la unidad de organización fundamental de la “Ecología”. 
Por todo lo expuesto, dado que los niveles de complejidad biológica son tan amplios, los 
campos de estudio se han vuelto tan grandes que se ha tenido que dividir en varias disciplinas 
y, como se observa en el gráfico anterior, la fisiología abarca parte de la química y a la biología 
celular y molecular, a la vez de que se mezcla con parte de la ecología. Sin embargo, es 
importante advertir de que esta división no es más que artificial, dado que no en la realidad no 
se pueden separar los procesos bioquímicos (estados “microscópicos” o microestados) de los 
procesos fisiológicos (estados macroscópicos o macroestados). 
 
Definiendo “vida” 
Una cuestión fundamental, con implicancias en todos los niveles de la vida del ser 
humano, es justamente “el problema la vida”. 
De su definición surgen problemas, no solo médicos, sino también morales, éticos, religiosos e 
incluso legales, y es justamente en fisiología donde comenzamos a estudiar eso que llamamos 
vida. 
Debido a que durante muchos años los científicos fueron incapaces de definir que era la vida, 
los biólogos tomaron las funciones de los seres vivientes como la definición de la vida. 
Aunque estudiemos la vida por la observación de los macroestados3 de los seres vivientes (que 
es lo que ocurre en el organismo como la respiración, la circulación sanguínea, etc.), estos 
macroestados no son la vida (no es la vida la locomoción, ni la digestión ni otras características 
observables de un individuo). Por ello, los seres vivientes experimentamos vida, pero no somos 
la vida. 
Tampoco podemos decir que la estructura es la vida, ni que el conjunto de procesos realizados 
por las estructuras vivas es la vida. La capacidad de los seres vivientes para evitar no-
espontáneamente el aumento de la desorganización (entropía4) reside en un estado de la 
energía en el cual la diferencia fundamental está en la posición de sus respectivos operadores; 
es decir, mientras que el operador de las máquinas es externo a ellas, el operario de los seres 
vivientes está dentro de nosotros mismos, lo cual permite una autonomía completa del 
organismo para capturar la energía del ambiente y dirigirla, mientras que la máquina no puede 
tomar energía del ambiente por sí misma. 
Sin embargo, la vida no es la autonomía en sí, sino un estado de la energía que comunica 
autonomía temporal a los seres vivientes para establecer intervalos en la tendencia de su energía 
interna a ser dispersada o difundida (desorganización). Por ende, la autonomía es una 
característica de los seres vivientes, pero no es la vida, sino una propiedad conferida por la 
posición y el movimiento de la energía interna de los biosistemas. 
La posición y los movimientos de la energía en un biosistema son los que generan las 
propiedades termodinámicas de los seres vivientes. La reproducción, la herencia y la 
 
3 El macroestado se refiere al estado del sistema determinado a partir de unos pocos parámetros o estados 
termodinámicos; es decir, descripción macroscópica del sistema. En el cas de los seres vivos se refiere a los 
parámetros como temperatura corporal, presión arterial, niveles de metabolito y electrolitos en los líquidos 
corporales, etc. 
4 La entropía es una magnitud de la termodinámica como la temperatura, la densidad, la masa o el volumen. Se 
representa mediante la letra S y sirve para explicar por qué algunos procesos físicos suceden de una determinada 
manera midiendo el grado de desorden de un sistema a nivel molecular. 
 
 
Fernández, V. H. 
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evolución dependen de las estructuras moleculares, no de la vida. Cada clase de serie molecular 
confiere las propiedades específicas al macroestado que experimente esa clase de arreglo 
molecular. Así, observamos moléculas como el ADN que pueden almacenar información para 
el desarrollo de los seres vivientes; nucleótidos que pueden almacenar energía para favorecer 
otros procesos; proteínas que pueden ser excitadas por fotones para la captura de energía del 
ambiente, etc. 
Sin embargo, las estructuras solas no son vida y ellas no confieren la vida, pero, para que un 
sistema dado experimente la vida, debe poseer un arreglo molecular definido. También, para 
que la vida sea continuada, son necesarias estructuras específicas que puedan reproducirse y 
pueden establecer un rango de estabilidad de su estructura específica. 
Por ejemplo, un trozo de Uranio 235 (235U), posee un gran potencial de energía, pero por sí 
solo no es capaz de administrarlo, principalmente porque un mineral no posee las condiciones 
necesarias para automantenerse, no opone resistencia ni se regenera, ni se opone al cambio de 
su estado preferente, principalmente porque carece de un sistema de arreglo de cargas que le 
otorguen capacidad para disponer su estructura de forma beneficiosa para sí mismo. 
Entonces, la dificultad para definir “qué es la vida” radica en que ésta no es una cosa que pueda 
tocarse, sino un estado que solamente puede describirse. Por su parte, si bien la vida está 
representada por los seres vivientes, no podemos decir que éstos sean la vida, pues al morir las 
estructuras continúan, al menos por un tiempo, pero como materia inerte (no viviente) aunque 
muchas células sigan “vivas” por horas o días e incluso creciendo como el pelo o las uñas. 
Por ende, no existe una definición de vida, sino que, a partir de observaciones directas e 
indirectas del estado térmico de las estructuras vivas, puede sugerirse que “la vida es la 
dilación en la difusión o dispersión espontánea de la energía interna de las biomoléculas 
hacia más microestados5 potenciales”. 
Sin embargo, se debe tener mucho cuidado en su interpretación dado que podríamos decir que 
todo aquello que mantiene su organización estaría vivo, por lo cual, si la vida fuera la resistencia 
a aumentar su entropía local, entonces toda la materia en este universo estaría viva. 
Desde un punto de vista biológico, la vida es un conjunto de características que ayudan a 
distinguir a los seres vivos de los no vivos. Estas características incluyen: 
a) Organización: los seres vivos poseen un nivel de organización mucho mayor que los no 
vivos y gastan una gran cantidad de energía para mantener un cierto orden. Una alteración 
de tal organización se acompaña de enfermedad y, consecuentemente, la muerte del 
organismo. 
b) Composición: los seres vivos están compuestos principalmente por materia orgánica y 
presentan estructuras compartimentalizadasmediante membranas biológicas, lo cual 
favorece la división de trabajo especializado en la célula. 
c) Metabolismo: los seres vivos necesitamos consumir energía para realizar todas sus 
funciones vitales como mantener activos los órganos, impulsar los distintos fluidos 
corporales, mantener los potenciales celulares y las bombas iónicas de las membranas, 
movernos, etc. Esa energía la adquirimos en forma de energía química contenida en los 
alimentos y liberada, principalmente a través de procesos de oxidación, por lo cual 
requiere de consumo de oxígeno proveniente del aire mediante la respiración eterna o 
ventilación pulmonar. El metabolismo es el conjunto de procesos que sirven para 
transformar esa energía química en energía utilizable por el organismo, y llamamos tasa 
o ritmo metabólico a la cantidad de energía por unidad de tiempo consumida por un 
 
5 El microestado un estado molecular el cual queda especificado si se conoce la posición y velocidad de cada 
molécula del sistema. En consecuencia, diferentes microestados corresponden al mismo macroestado. 
 
 
Fernández, V. H. 
12 
organismo para poder atender a todas sus funciones; es decir, una cantidad con 
dimensiones de potencia. 
La cantidad de energía consumida por unidad de tiempo cuando el individuo se encuentra 
en reposo se llama tasa metabólica basal (TMB) o tasa metabólica en reposo. 
Consta de dos clases de reacciones: 
i. Anabolismo: en el que se sintetizan moléculas de mayor complejidad a partir de 
otras más sencillas (p. ej., proteínas a partir de aminoácidos) con gasto de energía 
en forma de ATP. 
ii. Catabolismo: en el que se desdoblan o degradan moléculas de mayor complejidad 
en otras más sencillas (p. ej., digestión de proteínas). 
De manera inevitable, el metabolismo produce desechos químicos, algunos de los cuales 
son tóxicos para las células en caso de que se acumulen. Para ello, se requiere de 
excreción, que consiste en extraer desperdicios de los tejidos y eliminarlos (expulsarlos) 
del cuerpo. Las moléculas del organismo son sustituidas continuamente mediante la 
alimentación. A pesar de que cada persona percibe una continuidad en su personalidad y 
sus experiencias desde la infancia al presente, casi todo su cuerpo fue reemplazado en el 
último año. 
d) Irritabilidad: es la capacidad del organismo para percibir y reaccionar ante un estímulo 
(cambios internos o externos -entorno-, excitabilidad). Ocurre desde el nivel celular 
hasta el nivel de organismo. Por ello, incluye a todos los seres vivos, desde las bacterias 
hasta el ser humano. La capacidad de respuesta es obvia sobre todo en los animales, 
porque sus células nerviosas y musculares son muy sensibles a los estímulos del entorno 
y transmiten con rapidez la información y las reacciones rápidas. Asimismo, casi todos 
los organismos vivos tienen la capacidad de desplazarse de un lugar a otro con propulsión 
propia y todos los organismos y células tienen, cuando menos, la capacidad de desplazar 
sustancias en su interior, como el paso de alimento por el tubo digestivo o el 
desplazamiento de las moléculas y los organelos de un lugar a otro de la célula. 
e) Desarrollo: es el cambio de forma y/o función que ocurra durante toda la vida de un ser 
vivo. En la mayoría de los organismos, ocurre mediante la diferenciación o 
transformación de las células no especializadas (inmaduras) en otras con funciones bien 
definidas, y el crecimiento a través de un aumento en el tamaño (hipertrofia) o el número 
(hiperplasia) celular. 
f) Reproducción: mediante copias de sí mismos y, así, transmitir sus genes a nuevos 
recipientes, más jóvenes. Si bien un virus (del latín, toxina o veneno) puede replicarse, 
solo puede hacerlo dentro de las células de otros organismos por lo cual no se lo considera 
un organismo vivo. 
g) Adaptación o evolución biológica: se refiere a la capacidad de los seres vivos de 
adecuarse al medio en el cual vive mediante cambios genéticos de una generación a otra 
en una especie determinada. Esta variación se debe a que las mutaciones (cambios en la 
estructura del ADN) son inevitables y a que las presiones selectivas del entorno propician 
mayor éxito reproductivo para algunos individuos que para otros. A diferencia de las 
demás características de la vida, la evolución sólo se aprecia en la población como un 
todo ya que ningún individuo evoluciona en el curso de su vida. 
h) Homeostasis: se refiere a la capacidad que tiene un ser vivo de mantener sus condiciones 
estables (dentro de ciertos parámetros) aunque cambie el entorno que lo rodea. 
Por otra parte, los criterios clínicos y legales para definir la vida difieren de los criterios 
biológicos. Por ejemplo, una persona que no ha mostrado ondas cerebrales en 24 horas y que 
no tiene reflejos, respiración o latidos cardiacos, aparte de los proporcionados por el equipo 
artificial de reanimación cardiopulmonar, puede ser declarada legalmente muerta. Sin embargo, 
 
 
Fernández, V. H. 
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en ese momento, la mayor parte del cuerpo aún está “biológicamente viva” y es posible que 
sus órganos sean útiles para trasplante. 
 
Conceptos clave para el estudio y la comprensión de la fisiología 
La fisiología estudia las funciones de los seres vivos y cómo un organismo lleva a cabo 
las diversas actividades vitales, por lo cual, estructura y función son indisolubles. 
Cuando hablamos de función, nos referimos a una actividad particular de algo que, a su vez, 
puede pertenecer a un conjunto de elementos de mayor jerarquía (según los niveles de 
organización). Pero, es importante entender también que, cuando hablamos de función, nos 
referimos a saber qué hace el sistema, para que lo hace y cómo lo hace. 
Por ejemplo, para saber cómo funciona un músculo como el bíceps (órgano muscular 
esquelético), debemos saber primero su estructura macroscópica (forma, ubicación, tamaño, 
inserciones, etc.) y microscópica (células y tejidos que lo conforman) incluyendo el nivel 
ultraestructural (miofibrillas, miofilamentos, etc.). Pero, si nos centramos solo en sus partes, 
estaremos siendo reduccionistas. 
El enfoque reduccionista asegura que un sistema grande y complejo como el del cuerpo 
humano puede comprenderse mediante el estudio de sus componentes más simples. 
Si bien este método resulta ser muy importante aun en la actualidad, por sus incuestionables 
resultados para el razonamiento científico, no es suficiente para comprender las funciones 
vitales de un sistema o del organismo completo. Para ello, se debe hacer uso de un enfoque 
complementario denominado holismo. 
El enfoque holístico, afirma que el organismo, como un todo, tiene “nuevas propiedades” que 
no son posibles pronosticar a partir de las propiedades de las partes separadas (el ser humano 
es más que la suma de sus partes). Estas son las denominadas “propiedades emergentes”. 
Por ejemplo, la vista es una propiedad emergente, como también lo es la percepción del color. 
Las emociones como el miedo, la ira y la ansiedad, entre otros, también son propiedades 
emergentes y forman parte de la fisiología humana puesto que son expresiones de conducta. 
Una vez que conocemos la estructura, la fisiología nos impulsa a saber cómo funciona un 
órgano en un sistema que forma parte de un organismo para la vida misma. Por ello, no es 
suficiente saber qué hace el órgano o sistema y para qué lo hace sino es fundamental saber cómo 
lo hace. 
Por ejemplo, sabemos que el corazón es el órgano 
muscular principal del aparato circulatorio, constituido por 
cuatro cavidades (dos aurículas y dos ventrículos 
separados por válvulas) cuya forma es piramidal, situado 
en la cavidad torácica (mediastino). Esta es la descripción 
anatómica del órgano y nos indica, brevemente, qué es. 
Cuando decimos que el corazón funciona como una bomba 
aspirante e impelente, bombeando la sangre a todo el 
cuerpomediante la contracción muscular de sus paredes y 
de forma sincrónica (primero aurículas y luego 
ventrículos), estamos describiendo la función 
(descripción funcional), pero debemos entender que esto 
no implica saber fisiología dado que lo que necesitamos es 
comprender realmente como lo hace; es decir, debemos 
explicar los mecanismos subyacentes al proceso de 
 
 
Fernández, V. H. 
14 
bombeo sanguíneo y sus adaptaciones a los cambios en el medio intracelular, extracelular o en 
ambos a la vez. 
Por ende, si bien suele confundirse la palabra describir con explicar, la descripción6 implica un 
nivel más superficial mientras que la explicación7 involucra un nivel más profundo. En este 
sentido, la descripción fisiológica del corazón significa conocer qué hace a nivel de tejidos y 
órgano; pero la explicación de cómo lo hace, necesariamente nos lleva a un nivel 
ultraestructural mediante la explicación de la secuencia de eventos temporales que se 
desarrollan para que los miofilamentos se “contraigan y se relajen” y como éstos eventos 
cambian según lo hacen los estímulos externos o internos a la célula muscular o unidad motora. 
En este mismo sentido, también es común confundir lo que un sistema hace o para qué sirve, 
con los mecanismos subyacentes a cómo lo hace. Decir que el corazón es un órgano que bombea 
sangre a todos los tejidos vascularizados del organismo, es señalar para qué sirve el corazón o 
qué es lo que hace; esta es una respuesta teleológica8 acerca de la función del corazón, pero no 
responde a como hace lo que debe hacer. 
Cuando se explica realmente como algo hace lo que hace, entonces se da una respuesta 
mecanicista del proceso. Por ello, ambos enfoques (teleológico y mecanicista) son necesarios 
para comprender la fisiología, pero no son suficientes por separado. 
Cuando somos “alumnos”, a menudo confundimos los enfoques teleológicos y mecanicistas en 
el pensamiento sobre la fisiología y, en ciencias de la salud, se observa a menudo que los 
estudiantes tienden a responder las preguntas con explicaciones teleológicas cuando la 
respuesta más apropiada sería una explicación mecanicista. 
A menudo, esto ocurre porque el profesor pregunta “por qué ocurre un evento fisiológico”, 
cuando en realidad quiere saber “cómo”. Por ello, comprender realmente estos dos enfoques 
ayudará a evitar esta confusión, a veces muy problemática en la formación profesional. 
 
La química de la vida es parte fundamental de la fisiología 
La célula es la unidad primordial de la vida y está formada por las organelas cuya 
estructura básica comprende al citoplasma, rodeado por una membrana plasmática que lo separa 
del medio exterior, y un núcleo, también rodeado por una doble membrana que lo separa del 
citoplasma, característico de los organismos “eucariotas”. 
La fisiología, a nivel celular, trata de explicar los procesos vitales mediante la nutrición celular 
(incorporación de nutrientes), su relación (respuesta frente a estímulos internos y externos) con 
el entorno (irritabilidad) y la reproducción (división celular). Todos estos procesos implican 
reacciones químicas que deben desarrollarse bajo un estricto control para que no se altere su 
función y el desequilibrio lleve a la enfermedad de la célula y su muerte. 
En este sentido, la química de la vida, “química biológica” o “bioquímica”, es la ciencia de 
los constituyentes químicos de las células vivas, de las reacciones y los procesos que 
experimentan, por lo cual se dedica más en profundidad al estudio de estos procesos 
(conocimiento de los microestados). Además, la bioquímica abarca grandes áreas de la biología 
 
6 La descripción (del latín “descriptio”, describir) es la acción y efecto de representar a algo o alguien a través del 
lenguaje con diferentes grados de profundidad. Es un proceso que representa lo “que es”. 
7 La explicación (del latín “explicatio”, explicar) es un proceso cognitivo que manifiesta “el qué”, “el cómo”, “el 
por qué” y “el para qué” de un suceso o evento. Este proceso debe ser coherente y lógico y estar destinado un 
interlocutor competente dada su complejidad. 
8 La teleología (del griego, “teleos”, finalidad, y “logos”, discurso, tratado o ciencia) es el estudio de los fines o 
propósitos de algún objeto o algún ser, o bien literalmente, a la doctrina filosófica de las causas finales. 
 
 
Fernández, V. H. 
15 
celular y molecular y la genética molecular, que contribuyen al conocimiento profundo de la 
fisiología. 
El principal objetivo de la química biológica es el entendimiento completo, en el nivel 
molecular, de todos los procesos químicos relacionados con las células vivas. Por ello, La 
fisiología se superpone con la bioquímica casi por completo y su comprensión permite conocer 
los procesos tanto en salud como en enfermedad. 
 
La física aporta fundamentos para la comprensión de la función. 
No cabe duda de que la biología es una ciencia que ha aportado datos relevantes sobre 
los procesos que se producen en la materia viva, en una escala que va desde la molécula hasta 
un organismo completo. Sin embargo, estos datos por sí mismos son insuficientes para generar 
una comprensión real de estos procesos, debido a la ausencia de un marco conceptual construido 
sobre la física de materia compleja no en equilibrio estático. 
No se trata de aplicar los conceptos físicos conocidos a una serie de sistemas, sino de buscar 
explicaciones a través de nuevos principios de autoorganización que permiten a estos 
sistemas formarse y funcionar como lo hacen o lo podrían hacer. Tampoco se trata de integrar 
la física con la fisiología, sino de usar la física de los sistemas biológicos para su total 
comprensión como se requiere en las ciencias de la salud. 
Considerando que la vida requiere de una estructura molecular autoorganizada capaz de 
intercambiar energía y materia con el entorno con la finalidad de automantenerse, renovarse y 
finalmente reproducirse, es importante partir del estudio de este conjunto de partes o elementos 
organizados y relacionados que interactúan entre sí para lograr estos objetivos. Esto es a lo que 
se llama sistema. 
 La célula es un sistema de organelas constituidos por agregados moleculares; sin embargo, 
como estos agregados moleculares de las organelas son diferentes y se conectan entre sí para 
llevar a cabo una determinada función, también son sistemas. Por ello, se habla de subsistemas 
cuando existen sistemas dentro de otros más complejos. De la interacción de los componentes 
del sistema o subsistemas se pretende conocer las leyes que expliquen su comportamiento 
dentro de un conjunto de sistemas que conformarían el suprasistema. 
Asimismo, una característica fundamental de los sistemas vivientes es que se encuentran 
separados del medio ambiente o entorno, mediante membranas biológicas, las cuales 
controlan el tráfico de sustancias 
y, hasta cierto punto, de energía. 
Es por esto que los sistemas 
biológicos son abiertos, en el 
sentido de intercambiar materia y 
energía, pero de manera 
estrictamente controlada para 
que no se altere su función y 
desencadene una enfermedad al 
grado en que se produzca una 
desorganización total y produzca 
la muerte del sistema vivo. Todo 
esto es válido en todos los 
niveles del ser vivo, desde la 
célula hasta el organismo o 
individuo. 
 
 
Fernández, V. H. 
16 
 Como ya se ha visto, los sistemas 
vivos son extremadamente 
complejos dado que “su todo es 
superior a la suma de sus 
partes”, mostrando propiedades 
emergentes como resultado de las 
interconexiones y que son, a su 
vez, diferentes de las propiedades 
de cada parte. Esta propiedad 
emergente de los seres vivos es, 
justamente, la vida. 
Las propiedades sistémicas (o 
suprasistémicas), por tanto, son 
eliminadas cuando el sistema es 
diseccionado en elementos 
aislados. 
Si bien parael estudio es necesario fragmentarlos, los sistemas complejos no son divisibles y 
se caracterizan por ser irreductibles, por lo cual, su relación causa-efecto se encuentra ligada 
a múltiples variables; es decir, un efecto puede no siempre tener una misma causa y una misma 
causa no tiene por qué dar lugar siempre a un mismo efecto. 
Asimismo, los sistemas complejos no son computables de manera sencilla y no los podemos 
fabricar de forma artificial9 (al menos hasta el momento que sí se ha logrado formar algunos 
tejidos y órganos artificiales). Todo sistema biológico es, además, robusto por definición, esto 
quiere decir que son capaces de mantener su estado y función frente a perturbaciones 
(alteraciones) tanto externas como internas. Esto se desprende de su condición de 
adaptabilidad (capacidad de adaptarse o adecuarse), por lo cual, cuanto más complejo es un 
organismo más fino es la regulación de sus procesos y, por consiguiente, más robustos son y 
toleran mejor los pequeños cambios sin que aparezcan enfermedades o, incluso, la muerte. 
Todo sistema biológico, además de ser robusto y poseer una serie de propiedades emergentes 
que los caracterizan, es un sistema autopoyético (con capacidad autoorganizativa y de 
autocatálisis espontáneas que aportan a los sistemas biológicos un orden antientrópico). El 
orden es propio de los sistemas complejos vivos que deriva de su estructura interna como 
materia y se sirve de los procesos de retroalimentación positiva y negativa que, además, 
aportan adaptabilidad al sistema. Este orden o patrón surge del propio sistema y es inherente a 
él, es una propiedad emergente y no es impuesto por el entorno. El patrón alcanzado a nivel 
sistémico surge de la interacción de los elementos integrantes. 
Como si fuera poco, los sistemas biológicos son sistemas dinámicos cuyos parámetros internos 
(variables de estado) siguen una serie de reglas temporales. Son dinámicos porque sus 
parámetros varían con respecto al tiempo y por azar. Por ende, la fisiología, como ciencia que 
estudia la función de los seres vivos, utiliza modelos físico-matemáticos para poder conocer 
la factibilidad de una o varias respuestas frente a uno o varios estímulos sobre un sistema 
concreto. 
Muy fácil sería si los sistemas biológicos fueran deterministas. Un sistema determinista es 
aquel en el cual el azar no está involucrado en los futuros estados del mismo; es decir, si se 
 
9 No hay que confundir lo artificial como en el caso del “corazón artificial”, que emula a este órgano mediante 
materiales sintéticos (tejidos animales químicamente tratados) y fuentes de suministro de energía (baterías de Li-
ion), mientras que también suele llamarse “artificial” a órganos artificiales como en el caso del hígado producido 
mediante la utilización de células madres. 
 
 
Fernández, V. H. 
17 
conoce el estado actual del sistema, las variables de ambiente y su comportamiento frente a los 
cambios del entorno, entonces se puede predecir con gran precisión el estado siguiente del 
sistema”. En este caso un estímulo sobre el sistema causaría un cambio bien definido por lo 
cual sería, a su vez, un sistema lineal. Por ejemplo, el aumento en el consumo de sal incrementa 
el nivel de sodio y cloro en sangre en la misma proporción. 
Sin embargo, los sistemas vivos son sistemas que se comportan estocásticamente; es decir, sus 
respuestas frente a un estímulo determinado no pueden conocerse dado que dicha respuesta es 
azarosa (sistemas dinámicos). 
Un sistema estocástico es un sistema cuyo comportamiento es no determinista, en la medida 
que el subsiguiente estado del sistema está determinado tanto por las acciones predecibles del 
proceso como por elementos aleatorios (no predecibles). En este caso, es un sistema no lineal 
por lo cual no es factible hacer predicciones matemáticas con precisión. Sin embargo, cualquier 
desarrollo temporal puede analizarse en términos de probabilidad. 
Frente a este comportamiento caótico de los sistemas vivos, pueden llegarse a conclusiones 
aproximadas mediante la aplicación de conceptos lineales en parte y probabilísticos en otros, 
según los factores implicados en el proceso en estudio. 
En este sentido, la Teoría del Caos se basa en la posibilidad de encontrar una explicación a la 
aleatoriedad en los sistemas caóticos y puede ser definida como “el estudio del comportamiento 
dinámico aperiódico (que no se repite periódicamente) mostrado por sistemas deterministas 
no lineales”. 
Esto conlleva a nuevos problemas, pero podemos construir un modelo que defina el 
comportamiento del sistema en estudio, “disminuyendo” su cualidad de aleatorio. Así pues, la 
idea de poder aplicar una fórmula matemática a cualquier sistema y predecir sus estados a lo 
largo del tiempo se impone al pensamiento de indeterminismo. 
De entre las muchas áreas en los que se han producido desarrollos significativos como resultado 
de la aplicación de los principios de la Teoría del Caos en sistemas biológicos y biomédicos, 
destacan los estudios sobre el comportamiento de los sistemas metabólicos (glucólisis), el 
análisis de las enfermedades cardiacas o la actividad cerebral, así como en epidemiología. 
En el ámbito de la fisiología y la salud, sin duda el corazón y el cerebro son los sistemas que 
más atención han recibido debido a la frecuencia con la que su comportamiento manifiesta 
aparente desorden y caos. No obstante, otros procesos tales como la movilidad en el tracto 
gastrointestinal muestran dinámicas complejas. 
Uno de los objetivos del análisis de los sistemas complejos, ya sea para explicar una función y 
predecir una enfermedad, es encontrar si existe algún indicio o alguna evidencia que, de persistir 
en este comportamiento, va a desencadenar una situación caótica que muchas veces no es 
controlable. 
Para analizar los fenómenos caóticos, una variable temporal es el objeto de estudio. Se 
comienza buscando periodicidades y si se encuentran, el sistema es regular. Al estudiar un 
sistema dinámico, podemos tener tres posibilidades: 
a) Que se conozcan las ecuaciones que determinan su comportamiento, pudiéndose 
analizar, resolver y determinar cuándo el sistema se comportará en forma caótica según 
el valor de los parámetros de control que se varían y de las condiciones iniciales. 
b) Que no se conozcan las ecuaciones pero que se pueda desarrollar un modelo. El 
problema es que un modelo no es una copia fiel de la realidad, sino que se trata de una 
aproximación lo más que se puede. Sin embargo, se puede ir utilizando otros modelos 
para ir perfeccionando el que ya se tiene hasta encontrar las ecuaciones adecuadas. 
 
 
Fernández, V. H. 
18 
c) Que se tengan datos experimentales. Lo que se mide es una consecuencia de la 
variación de muchos factores desconocidos. Se intenta averiguar cuántos son los 
factores desconocidos y relevantes para determinar el sistema, porque puede ser que 
haya factores desconocidos que no son relevantes y que no influyen en el 
comportamiento del sistema. 
En definitiva, la complejidad dinámica de la vida no puede describirse con métodos causales 
lineales, son necesarias la Teoría del Caos y el concepto de sistema termodinámicamente 
abierto. 
 
El estudio de la fisiología requiere del método científico 
La fisiología, como ciencia, trata de explicar los fenómenos que ocurren en la naturaleza 
de los seres vivos y, por ende, debe basarse en hechos demostrados a través de la investigación 
experimental, lo cual implica delinear una manera sistemática de buscar similitudes, diferencias 
y tendencias en la naturaleza, y desarrollar generalizaciones útiles a partir de hechos 
observables, mediante un razonamiento que proporcione información confiable, objetiva y 
comprobable acerca de la naturaleza. 
En este sentido, el método científico es un procedimiento para descubrir las condicionesen 
que se presentan sucesos específicos, caracterizado por ser tentativo, verificable, de 
razonamiento riguroso y de observación empírica. No se basa en la opinión de “expertos” o los 
gustos y deseos de las personas; sino en la observación cuidadosa, el razonamiento lógico y 
análisis honesto de las observaciones y conclusiones de una investigación. 
En el caso de las ciencias de la salud, resulta importante comprender esto, dado que este campo 
está sembrado con muchas teorías pseudocientíficas y se han llevado a cabo más fraudes que 
en cualquier otra área de las ciencias. 
Con frecuencia es necesario juzgar cuáles aseveraciones son verdaderas y cuáles falsas. Para 
hacer estos juicios dependemos de una apreciación de la forma en que piensan los científicos, 
cómo establecen las normas sobre lo que es verdadero y por qué sus aseveraciones son más 
confiables que otras. 
Un método utilizado en las ciencias, y por ende en ciencias de la salud, es el método inductivo. 
Este método implica el proceso mediante el cual se hacen numerosas observaciones, hasta que 
se adquiere confianza para realizar generalizaciones y predicciones a partir de ellas. 
Por ejemplo, lo que se sabe de anatomía es producto del método inductivo. Se describe la 
estructura normal del cuerpo con base en observaciones de muchos cuerpos (cadáveres) y luego 
se supone (con bases científicas) que todos los organismos de la misma especie son similares. 
Mediante el método inductivo, no se puede demostrar una aseveración más allá de toda 
refutación posible, pero es probable considerar que una conclusión está demostrada más allá de 
la duda razonable cuando se llegó a ella por métodos de observación confiables, se probó y 
confirmó de manera repetida y no se halló que fuera falsa mediante cualquier observación 
creíble. 
Por este motivo, en ciencia todo lo verídico es tentativo; no hay espacio para el dogma 
(creencias subjetivas sin demostración) y siempre se debe estar preparado para abandonar la 
verdad de los hechos si aparecen otros nuevos que superan a los anteriores y mejoran el 
conocimiento de la realidad. 
Por otra parte, la mayoría del conocimiento fisiológico se adquirió por el método hipotético-
deductivo, mediante el cual un investigador empieza por plantear una interrogante y formular 
una hipótesis (una especulación informada o una respuesta posible a la pregunta científica). 
 
 
Fernández, V. H. 
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Una buena hipótesis debe ser compatible con lo que ya se sabe y contar con posibilidades de 
ser demostrada (o ser refutada) con pruebas. 
La refutación científica implica que cuando se asegura que algo es científicamente verdadero, 
se debe tener capacidad de especificar qué prueba se realizaría para demostrar que es 
incorrecto. Cualquier cosa que no fuera posible refutar como incorrecta, entonces no sería 
científica. 
La finalidad de una hipótesis consiste en sugerir un método para responder una pregunta y, a 
partir de ella, un investigador hace una deducción, por lo general en forma de predicción: “si… 
entonces…”. Por ejemplo, si se aumenta el consumo de sal, entonces aumenta la volemia y, 
por ende, la presión arterial (relación causa-efecto) 
Un experimento realizado de manera apropiada permitirá observaciones que apoyen una 
hipótesis o, bien, causen que los científicos la modifiquen o la abandonen, formulen una mejor 
hipótesis y la prueben. 
 
Diseño de experimentos 
La ejecución apropiada de un experimento conlleva varias consideraciones importantes 
como sigue: 
a) Qué se va a medir y cómo se planea hacerlo. 
b) Qué efectos van a observarse y cuáles no. 
c) Cómo asegurarse que los resultados se deben a las variables manipuladas por el 
investigador. 
d) Cuando se trabaja con seres humanos, cómo evitar la influencia subjetiva de los sujetos 
de experimentación sobre los resultados. 
e) Como evitar que los propios prejuicios del investigador influyan en los resultados. 
Varios elementos del diseño de experimentos tienen el fin de resolver estas dudas: 
a) Tamaño de la muestra. El número de sujetos (animales o personas) usados en un 
estudio es el tamaño de la muestra. Con un tamaño adecuado se controlan 
acontecimientos azarosos y variaciones individuales en la respuesta, con lo que es 
posible confiar mejor en el resultado. Esto es así dado que los seres vivos, y por ende el 
ser humano, tienen una enorme variabilidad genética y medioambiental. Por ejemplo, 
¿se tendría más confianza en un fármaco probado en cinco personas o en uno probado 
en 5000? ¿Por qué? 
b) Testigos. Los experimentos biomédicos requieren comparación entre personas tratadas 
y no tratadas, para que se pueda juzgar si el tratamiento produjo algún efecto. Un grupo 
de referencia (o grupo testigo) está conformado por pacientes con características que se 
parezcan lo más posible a las del grupo de tratamiento, excepto respecto de la variable 
que se analice. Por ejemplo, se ha demostrado que el ajo reduce la colesterolemia. En 
un estudio, se administraron 800 mg diarios de polvo de ajo a voluntarios con alta 
concentración de colesterol durante cuatro meses y se observó un promedio de 12% de 
reducción en la colesterolemia. ¿Se trató de una reducción significativa y se debió al 
ajo? Es imposible saberlo sin comparar el resultado con el de un grupo de referencia de 
personas similares que no recibieron tratamiento. En dicho estudio, el grupo de 
referencia sólo promedió 3% de reducción, de modo que al parecer el ajo propició una 
diferencia. 
c) Efectos psicosomáticos. Son los que ejerce el estado mental en la fisiología; su 
influencia puede ser indeseable en los resultados de experimentos, si no son controlados. 
Por tanto, en la investigación farmacológica se acostumbra administrar un placebo (una 
 
 
Fernández, V. H. 
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sustancia sin efecto fisiológico significativo sobre el cuerpo) al grupo de referencia. Por 
ejemplo, cuando se hacen pruebas con un fármaco, se le administra al grupo de 
tratamiento y al grupo testigo (o de referencia) se le dan tabletas de aspecto idéntico, 
pero de azúcar. Ningún paciente debe saber cuáles tabletas le administraron. Cuando se 
observan resultados significativamente distintos entre los grupos se podrá confiar en 
que la diferencia no se deberá a que sepan lo que tomaron. 
d) Sesgo del investigador. En un mundo tan competitivo y de alto riesgo como el de la 
investigación médica, resulta probable que los experimentadores deseen tanto ciertos 
resultados que sus tendencias, incluso de manera involuntaria, alteren la interpretación 
de los datos; una manera de evitarlo es con estudios doble ciego. En este procedimiento, 
tanto el sujeto al que se da el tratamiento como la persona que lo administra y recibe los 
resultados desconocen si el sujeto recibe la sustancia en investigación o placebo. Un 
investigador preparará tabletas con aspecto idéntico, pero unas con el fármaco y otras 
con placebo; luego las etiqueta con números de código y las distribuirá a los médicos 
participantes, quienes no sabrán si administran fármaco o placebo, de modo que no 
pueden dar a los sujetos, ni por accidente, la más mínima pista de cuál sustancia se les 
administra. Cuando se recaban los datos, el investigador puede correlacionarlos con la 
composición de las tabletas y determinar si el fármaco resultó más eficaz que el placebo. 
e) Pruebas estadísticas. El investigador enfrenta constantemente el problema de tener que 
tomar la decisión de aceptar o rechazar una hipótesis científica ¿cuán grande debe ser 
la diferencia de la de la respuesta observada entre los grupos de referencia y 
experimental para tener la confianza de que se debió al tratamiento y no sólo a una 
variación aleatoria? ¿Qué pasa si el grupo de tratamiento, en el ejemplo anterior, mostró 
una reducción de 12% en la colesterolemia y el grupo de placebo una de 10%? ¿Bastaría 
para concluir que el tratamiento resultó eficaz? 
En cienciasde la salud, constantemente debemos tomar este tipo de decisiones en todos 
los niveles (diagnóstico, tratamientos, pronósticos, gestión en salud, etc.) que no se 
pueden tomar a la ligera dada las consecuencias éticas y legales que implican en la 
profesión. Para ello, disponemos de una buena cantidad de pruebas estadísticas que 
pueden aplicarse a los datos para determinar su confiabilidad, como las pruebas z de 
Gauss, t de Student o Chi-cuadrado entre las más conocidas y sencillas. Dado que la 
ciencia no se basa en aseveraciones absolutamente verídicas, sino en afirmaciones 
probabilísticas, los resultados de las investigaciones siempre se expresan en términos de 
probabilidad mediante un indicador denominado P-value (valor de probabilidad). 
 
Datos, teorías y leyes 
El producto más importante de la investigación científica aplicada a la fisiología es la 
comprensión del funcionamiento del organismo, sus sistemas y aparatos. Este conocimiento se 
expresa por medio de datos, teorías o leyes. 
Es importante apreciar las diferencias entre éstos dado que un dato científico es información 
que cualquier persona capacitada puede verificar de manera independiente (p. ej., el hecho de 
que la deficiencia de hierro lleva a la anemia). 
 
 
Fernández, V. H. 
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Sin embargo, una teoría es una colección de principios10, conceptos11 o proposiciones12 sobre 
algo que nos interesa estudiar porque nos preocupa, que facilita su explicación causal, 
predicción o intervención. 
Las teorías se basan en mecanismos (proceso responsable del fenómeno natural estudiado) y 
patrones (fenómenos repetibles y predecibles). 
Algunas teorías tienen nombres, como la teoría celular, la teoría del mosaico líquido de las 
membranas celulares y la teoría del filamento deslizante de la contracción muscular. Sin 
embargo, muchas carecen de denominación (nombre). 
La finalidad de una teoría es resumir lo que ya se sabe y, además, sugerir direcciones para 
estudios adicionales y ayudar a pronosticar qué resultados deberán obtenerse si la teoría es 
correcta. 
Por otra parte, las personas que no han recibido instrucción en ciencias, tienden a hacer un mal 
uso de la palabra teoría para designar lo que un científico llamaría hipótesis (del griego, “hipo”, 
por debajo y “tesis”, conclusión que se mantiene con razonamiento) que es un enunciado 
(exposición breve de un problema) no verificado, una conjetura (juicio que se forma de las 
cosas o sucesos por indicios y observaciones) científica que requiere una contrastación con la 
experimentación científica, e implica al menos una relación entre dos variables. Un ejemplo de 
hipótesis científica sería: “la vacuna contra HPV en pacientes jóvenes, disminuye el riesgo de 
cáncer cervicouterino”. 
Cuando las teorías han sido ampliamente demostradas y son generalizables, entonces toma el 
rango de ley natural, las cuales permiten una generalización acerca de las maneras predecibles 
en que se comportan la materia y la energía. Es resultado de un razonamiento inductivo basado 
en observaciones repetidas y confirmadas. 
Algunas leyes se expresan como aseveraciones verbales concisas, como la ley del apareamiento 
de bases complementarias: “en la doble hélice de ADN, la adenina siempre se une con la 
tiamina y la guanina siempre lo hace con la citosina”. 
Otras leyes se expresan como fórmulas matemáticas, como la ley de Boyle, aplicada en la 
fisiología de la respiración: “bajo condiciones específicas, el volumen de un gas (V) es 
inversamente proporcional a su presión (P); es decir: V  1/P”. 
Es importante entender que para explicar un fenómeno fisiológico se utilizan modelos de la 
realidad, que no son la realidad misma debido a que es imposible conocerla en su totalidad. 
Estos modelos son descripciones formales (herramientas científicas) que relacionan elementos 
y que están basados en hipótesis ya que una ley natural es una descripción. Por tanto, las leyes 
no gobiernan el universo, simplemente lo describen. 
 
 
10 Un principio (del latín, principium) hace referencia a un postulado esencial que permite el desarrollo de los 
estudios científicos o la práctica de un arte, y a las reglas más importantes que determinan el modo de pensar y de 
actuar. Por ejemplo, la ley de gravedad es uno de los principios de la física. En general, los principios son verdades 
lógicas, fundamentales y entendibles. En las ciencias biomédicas, al igual que otras ciencias biológicas, los 
científicos se apoyan en el principio de la causalidad natural, que dice “todos los hechos pueden rastrearse hasta 
causas naturales que nosotros potencialmente tenemos la capacidad de comprender”. 
11 Los conceptos (del latín, conceptus) son construcciones mentales mediante los cuales comprendemos las 
experiencias acerca del mundo circundante y se valen del lenguaje para su formalización y comunicación. Los 
conceptos requieren de un marco referencial de una disciplina (científica, técnica) y forman parte de un sistema 
conceptual. Es importante señalar que viene del acto de pensar y razonar acerca de algo. 
12 Una proposición (del latín, propositio) científica es un producto lógico del pensamiento humano que se expresa 
mediante un lenguaje formal (como la notación matemática) o un lenguaje técnico (por ejemplo, la hipoxia tisular 
es la causa del infarto del tejido en cuestión). 
 
 
Fernández, V. H. 
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La fisiología en las ciencias de la salud 
En ciencias de la salud, independiente de la rama de la medicina en la cual nos 
encontremos, tenemos el trabajo de interpretar el funcionamiento del organismo mediante el 
análisis de los datos que se obtiene a través del estudio del paciente, para poder decir si existe 
salud o enfermedad. 
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la salud como “el estado de bienestar 
físico, mental y social completo, y no tan sólo la ausencia de enfermedad”. 
Desde la fisiología, cabe considerar a la salud del ser humano como “aquella situación en la 
cual los procesos vitales, con sus miles de reacciones intracelulares y extracelulares que 
ocurren en el cuerpo, están procediendo adecuadamente con la supervivencia máxima del 
organismo en el estado de equilibrio”. 
Pero no se debe olvidar que el cuidado de la salud de los pacientes no sólo requiere un amplio 
conocimiento de los principios biológicos, sino también de principios psicológicos y sociales. 
En este sentido, el problema al cual nos enfrentamos siempre, es un problema de salud, ya sea 
para mantenerla (prevención) o, en caso de enfermedad, tratar de restaurarla (tratamiento). 
Por ejemplo, el médico puede trabajar en la prevención de enfermedades cardiovasculares al 
indicar a los pacientes que dejen de fumar por los efectos nocivos y nada beneficiosos del 
cigarrillo, junto con el nutricionista, que indica una alimentación equilibrada y adecuada al 
ciclo biológico en el cual se encuentre el individuo, mientras que el kinesiólogo indica qué 
actividad física y cómo lo debe hacer según sus condiciones, a la vez que el bioquímico evalúa 
las condiciones del medio interno del paciente a través de mediciones en el laboratorio clínico 
e interpretando los resultados según la situación del paciente. 
Cuando nos enfrentamos al paciente debemos observar y analizar de forma general y por 
sistemas en búsqueda de desviaciones de lo que se considera como “normal”. Cada alteración 
debe analizarse mediante las teorías fisiológicas que expliquen esa desviación, por lo cual se 
hace uso de un esquema de razonamiento que guiará todo el proceso para cualquier intervención 
médica. 
En este sentido, es importante considerar que entre la salud (estado fisiológico) y la enfermedad 
(estado patológico) existen mecanismos intermedios que lo explican (estado fisiopatológico) 
y que, en definitiva, todo tiene una explicación (aunque no lo sepamos todo) dado que 
prácticamente,

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