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1092 C A P Í T U L O © 2017. Elsevier España, S.L.U. Reservados todos los derechos 54 SISTEMA REPRODUCTOR MASCULINO Sam Mesiano y Ervin E. Jones El sistema reproductor masculino consta de dos elementos esen- ciales: las gónadas (en este caso los testículos) y una serie compleja de glándulas y conductos que constituyen los órganos sexuales accesorios (fig. 54-1A, B). Los testículos son responsables de la producción de los game- tos (espermatozoides), las células haploides necesarias para la reproducción sexual y para la síntesis y secreción de hormonas, incluyendo a la testosterona u hormona sexual masculina. Estas hormonas son esenciales para el acondicionamiento funcional de los órganos sexuales, los caracteres sexuales secundarios, el con- trol de retroalimentación de la secreción de gonadotropinas y la modulación de la conducta sexual. Los testículos (v. fig. 54-1C) están compuestos fundamentalmen- te de túbulos seminíferos (v. fig. 54-1D, E) y células intersticiales de Leydig localizadas entre los túbulos. Un túbulo seminífero es un epitelio constituido por células de Sertoli (v. fig. 54-1E) y también es el lugar de la espermatogénesis, o producción de espermatozoi- des haploides a partir de células germinales diploides. El epitelio seminífero descansa sobre una membrana basal apoyada por una lámina propia fina externa. Los órganos accesorios sexuales incluyen una pareja de epi- dídimos, los conductos deferentes, las vesículas seminales, los conductos eyaculadores, la próstata, glándulas bulbouretrales (glándulas de Cowper), la uretra y el pene. El cometido principal de las glándulas y los conductos accesorios sexuales es almacenar y transportar espermatozoides al exterior y permitirles alcanzar y fecundar a los gametos femeninos. EJE HIPOTALÁMICO-HIPOFISARIO-GONADAL El eje hipotalámico-hipofisario-gonadal (fig. 54-2) controla dos funciones principales: 1) producción de gametos (espermatogénesis en los varones y ovogénesis en las mujeres), y 2) biosíntesis de este- roides sexuales gonadales (testosterona en los varones y estradiol y progesterona en las mujeres). El hipotálamo produce hormona liberadora de gonadotropina (GnRH) en ambos sexos, la cual estimula a las células gonadotrópicas en la hipófisis anterior para secretar las dos gonadotropinas, la luteotropina u hormona lutei- nizante (LH) y la foliculotropina u hormona foliculoestimulante (FSH). Aunque las denominaciones de ambas hormonas reflejan su función en el sistema reproductor femenino (v. págs. 1111- 1112), también desempeñan cometidos parecidos en el control de la función gonadal de ambos sexos. Por tanto, el eje hipotalámico- hipofisario es el regulador central de los sistemas reproductores masculino y femenino. En el varón, la LH y la FSH controlan res- pectivamente a las células de Leydig y de Sertoli de los testículos. El hipotálamo secreta GnRH, que actúa sobre los gonadotrofos en la hipófisis anterior La hormona liberadora de gonadotropina (GnRH), sintetizada en neuronas peptidérgicas de pequeño tamaño en el hipotálamo, estimula la síntesis, el almacenamiento y la secreción de gonado- tropinas desde células gonadotrópicas en la hipófisis anterior. El sistema hipotalámico-hipofisario-portal (v. pág. 978) describe la ruta por la cual la GnRH y otras hormonas liberadoras se producen en el hipotálamo y alcanzan la hipófisis anterior. Las neuronas que sintetizan, almacenan y liberan GnRH están dispersas por todo el hipotálamo, pero se localizan principalmente en el núcleo arcuato y en el área preóptica. Durante el desarrollo embrionario las neuronas productoras de GnRH se originan en la placoda olfatoria y migran hasta el hipotálamo. Estudios en ratas y primates demuestran que otras áreas de síntesis de GnRH aparte de las hipotalámicas (p. ej., sistema límbico) también pueden participar en el control de la conducta sexual. Sistemas neuronales que se originan en otras áreas del cerebro impactan sobre las neuronas hipotalámicas liberadoras de GnRH y de este modo forman un entramado neuronal funcional que integra a numerosas señales ambientales (p. ej., ciclos diurnos de luz y oscuridad) y fisiológicas (p. ej., cantidad de depósitos grasos corporales) para controlar la liberación de GnRH y a la larga la función del sistema reproductor. La GnRH es una hormona decapeptídica codificada por un solo gen en el cromosoma 8. Al igual que otras hormonas peptídicas, la GnRH se sintetiza en forma de una prohormona de 69 aminoácidos de largo. La escisión de la prohormona da lugar al decapéptido GnRH (residuos 1 a 10), un péptido de 56 aminoácidos (residuos 14 a 69) conocido como péptido asociado a la GnRH (GAP), y tres aminoácidos que unen a ambos (fig. 54-3). La neurona trans- porta (v. pág. 34) tanto la GnRH como la GAP por el axón para su secreción en el espacio extracelular. Se desconoce el papel del GAP. Las neuronas secretoras de GnRH proyectan sus axones direc- tamente hacia una tumefacción pequeña en el borde inferior del hipotálamo conocida como eminencia media, que descansa inme- diatamente por encima del tallo hipofisario. Los axones finalizan cerca de los vasos portales que transportan sangre hacia la hipófisis anterior (v. pág. 978). En consecuencia, la GnRH secretada en los axones terminales en respuesta a la activación neuronal penetra en la vasculatura portal y es transportada directamente a las células gonadotrópicas en la hipófisis anterior. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org CAPÍTULO 54 • Sistema reproductor masculino 1093 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Figura 54-1 Anatomía de los genitales internos masculinos y de los órganos sexuales accesorios. A, Los dos elementos principales de la anatomía sexual masculina son las gónadas (es decir, los testículos) y los órganos accesorios sexuales (es decir, epidídimo, vesículas semina les, conducto eyaculador, glándulas bulbouretrales o de Cowper, uretra y pene). Obsérvese que la uretra puede subdividirse en uretra pros tática, uretra bulbar y uretra peneana. B, Los conductos deferentes se expanden en una ampolla antes de cruzar la porción posterior de la vejiga urinaria y unirse con el infundíbulo desde la vesícula seminal. La fusión da lugar al conducto eyaculador. Los conductos eyaculadores izquierdo y derecho penetran en la glándula prostática y desembocan en la uretra prostática. C, Los espermatozoides se forman en los túbulos seminíferos y a continuación fluyen hacia la rete testis, y desde allí hacia los conductillos eferentes, el epidídimo y los conductos deferentes. E, El túbulo seminífero es un epitelio formado por células de Sertoli con células germinales intercaladas. Las células germinales más inmaduras (las espermatogonias) están cerca de la periferia del túbulo mientras que las células germinales maduras (los espermatozoides) están cerca de la luz del túbulo. Las células de Leydig son células intersticiales que descansan entre los túbulos. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org SECCIÓN IX • Sistema reproductor1094 La GnRH estimula la liberación de FSH y LH desde las células gonadotrópicas en la hipófisis anterior uniéndose a receptores de membrana de alta afinidad localizados en la superficie celular gonadotropa (v. fig. 55-5). El receptor de la GnRH (GnRHR) es un receptor acoplado a proteína G (GPCR; v. págs. 51-52) unido a la Gαq, la cual activa a la fosfolipasa C (PLC; v. pág. 58). La PLC actúa sobre el fosfatidilinositol 4,5-bifosfato (PIP2) de la mem- brana para liberar inositol 1,4,5-trifosfato (IP3) y diacilglicerol (DAG). El IP3 estimula la liberación de Ca2+ desde los depósitos internos, lo que desencadena la exocitosis de LH y FSH. El DAG estimula a la proteína cinasa C, la cual aumenta indirectamente la expresión de genes que codifican la LH y la FSH. El efecto neto es un aumento en la síntesis y la liberación de LH y FSH desde las gonadotropas. Como la secreciónde GnRH al sistema portal es pulsátil, la secreción de LH y FSH desde las gonadotropas también es episódica. La frecuencia de la descarga pulsátil de LH en los varones es de 8 a 14 pulsos a lo largo de 24 horas. Los pulsos de FSH no son tan notorios como los de LH, porque su amplitud es menor y porque la vida media de la FSH en la circulación es más larga. Tras la unión de la GnRH, el receptor de dicha hormona se inte- rioriza y es degradado parcialmente en los lisosomas. Sin embar- go, algunos receptores de GnRH son transportados de vuelta a la superficie celular y continúa la síntesis de novo del receptor a partir de la transcripción del gen del receptor de la GnRH. El regreso del receptor de la GnRH a la membrana celular se denomina reciclaje del receptor. Sin embargo, una consecuencia de la internaliza- ción del receptor es que la respuesta de las gonadotropas a la GnRH puede disminuir por la exposición prolongada a la GnRH. Así pues, aunque la descarga pulsátil de GnRH desencadena la liberación pul- sátil correspondiente de LH y FSH, la administración continua de GnRH o la administración intermitente de dosis altas de análogos de GnRH inhibe la liberación de gonadotropinas. Este efecto ocurre porque la exposición continua (en lugar de pulsátil) a la GnRH provoca una disminución en el número de receptores de GnRH en la superficie de la gonadotropa (es decir, la interiorización del receptor supera al reabastecimiento). La desensibilización inducida a la GnRH se puede usar terapéuticamente para controlar la función reproductora. Una aplicación clínica de este principio es la cas- tración química en el cáncer de próstata. En este caso, la adminis- tración de análogos de GnRH de larga duración desensibiliza las gonadotropas a la GnRH, lo cual da lugar a concentraciones bajas de LH y FSH y por tanto reduce la producción de testosterona (v. cuadro 55-2). Las gonadotropas en la hipófisis anterior secretan LH y FSH bajo el control de la GnRH La luteotropina (LH) y la foliculotropina (FSH) son miembros de la misma familia de hormonas que la gonadotropina coriónica humana (hCG; v. pág. 1139) y la hormona estimulante de la tiroides (TSH; v. pág. 1010). Estas hormonas glucoproteicas están com- puestas de dos cadenas polipeptídicas designadas α y β, y ambas son imprescindibles para una actividad biológica completa. Las subunidades α de la LH y la FSH, así como las subunidades α de la hCG y la TSH son idénticas. En los seres humanos la subunidad α común posee 92 aminoácidos y tiene un peso molecular de unos 20 kDa. La subunidad β es diferente en estas cuatro hormonas y de este modo confiere características funcionales e inmunológicas concretas a las moléculas intactas. Figura 54-2 Eje hipotalámicohipofisariogonadal. Neuronas pequeñas incrustadas en el núcleo arqueado y en el área preóptica del hipotálamo secretan GnRH, un decapéptido que llega a las células gonadotropas en la hipófisis anterior a través de venas portales largas (v. fig. 473). La estimula ción por la GnRH determina que las gonadotropas sinteticen y liberen LH, la cual estimula a las células de Leydig, y FSH, la cual estimula a las células de Sertoli. La retroalimentación negativa sobre el eje hipotalámicohipofisario gonadal ocurre por dos rutas. SNC, sistema nervioso central. Figura 54-3 Mapa del gen de la GnRH. El ARNm maduro codifica una prehormona con 92 aminoácidos. La eliminación del péptido señal de 23 aminoácidos da lugar a una prohormona de 69 aminoácidos. El corte proteolítico de esta prohormona da lugar a la GnRH. AA, aminoácido. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org CAPÍTULO 54 • Sistema reproductor masculino 1095 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Cada una de las subunidades β singulares de la FSH y la LH tiene 115 aminoácidos de largo. Las subunidades β de la LH y la hCG son idénticas, salvo por el hecho de que la subunidad β de la hCG tiene 24 aminoácidos adicionales y lugares de glucosilación adicionales en el extremo carboxiterminal. N54-1 Las activida- des biológicas de la LH y la hCG son muy parecidas. De hecho, en la mayoría de las aplicaciones clínicas (p. ej., en un intento por iniciar la espermatogénesis en varones oligospérmicos) la LH se sustituye por la hCG porque esta se encuentra más fácilmente dis- ponible. N54-2 La secreción diferencial de FSH y LH se ve afectada por otros mediadores hormonales, como esteroides sexuales, inhibinas y activinas (v. págs. 1113-1115). Así pues, dependiendo del medio hormonal específico producido por circunstancias fisiológicas diferentes, la gonadotropa produce las subunidades α y β de la FSH y la LH a ritmos diferentes. La gonadotropina específica y las proporciones relativas de cada gonadotropina liberadas desde la hipófisis anterior dependen de la edad del desarrollo. La hipófisis del feto varón contiene células gonadotropas funcionales hacia el final del primer trimestre. A partir de aquí, la secreción de gonadotropina aumenta rápidamente hasta alcanzar un valor de meseta. La secreción empieza a declinar intraútero al final de la vida fetal y vuelve a aumentar durante el período posnatal temprano. Los primates machos liberan LH en respuesta a la adminis- tración de GnRH a los 1 a 3 meses de edad, un dato indicativo de competencia funcional de la hipófisis anterior. Durante este tiempo también se produce una secreción posnatal breve de LH y testosterona en los machos. Aunque aún no se conoce con detalle la causa de esta secreción breve de gonadotropinas, claramente es independiente de los esteroides sexuales. Posteriormente disminuye la sensibilidad de las gonadotropas a la estimulación y el sistema se mantiene quiescente hasta justo antes de la pubertad. La liberación de FSH es mayor que la de LH durante el período prepuberal, un patrón que se invierte tras la pubertad. La GnRH desencadena fundamentalmente la liberación de LH en los varones. Esta liberación preferencial de LH puede reflejar la maduración de los testículos, los cuales secretan inhibinas, un inhibidor específico de la secreción de FSH a nivel de la hipófisis anterior. La mayor sensibilidad de la hipófisis a la producción creciente de esteroides gonadales también puede ser responsable de la menor secreción de FSH. La LH estimula la producción de testosterona desde las células de Leydig La LH toma su nombre de los efectos observados en las mujeres, es decir, de la capacidad para estimular la ovulación y la formación y el mantenimiento del cuerpo lúteo (v. pág. 1116). La sustancia equiparable en los varones se denominó originalmente hormona estimulante de las células intersticiales (ICSH). Posteriormente, los investigadores pensaron que la LH y la ICSH eran la misma sustancia y dejaron como denominación común la LH. La LH estimula la síntesis de testosterona por los testículos. La producción de testosterona disminuye en los varones tras la hipofisectomía. Por el contrario, el tratamiento con LH (o hCG) a los varones aumenta los niveles de testosterona, pero solo si los testículos están intactos y son funcionales. Las células de Leydig intersticiales son las dianas principales de la LH y cons- tituyen la fuente más importante de producción de testosterona en los varones. Las membranas plasmáticas de las células de Leydig presentan un receptor de LH de gran afinidad, un GPCR acoplado a las Gαs (fig. 54-4). La unión de la LH a su receptor activa a la adenilato-ciclasa unida a la membrana (v. pág. 53), la cual cataliza la formación de AMPc, el cual activa a su vez a la proteína-cinasa A (PKA). La PKA activada modula la trans- cripción génica (v. fig. 4-13) y aumenta la síntesis de enzimas y de otras proteínas necesarias para la biosíntesis de testosterona (v. págs. 1097-1100). La FSH estimula la síntesis de hormonas desde las células de Sertoli que influyen sobre las células de Leydig y en la espermatogénesis Las células de Sertolison la diana testicular primaria de la acción de la FSH (v. fig. 54-4). La FSH también regula la fisiología de las células de Leydig a través de los efectos sobre las células de Sertoli. Los eventos de señalización tras la unión de la FSH son parecidos a los descritos antes para la LH sobre la célula de Leydig. Así pues, la unión de la FSH a un GPCR activa a la Gαs provocando la estimulación de la adenilato-ciclasa, un aumento en la [AMPc]i, la estimulación de la PKA, la transcripción de genes específicos y un incremento de la síntesis de proteínas. Dichas proteínas son importantes para la síntesis y la acción de hormonas esteroideas, entre las que se encuentran las siguientes: 1. Proteína ligadora de andrógenos (ABP), que se secreta hacia el espacio luminal de los túbulos seminíferos cerca de las células espermáticas en desarrollo. La ABP ayuda a mantener altos los niveles locales de testosterona. 2. P450 aromatasa (P450arom; v. pág. 1117 y tabla 50-2), una enzima esteroidogénica crucial que convierte la testosterona, la cual difunde desde las células de Leydig a las células de Sertoli, en estradiol. 3. Factores de crecimiento y otros productos de apoyo de células del esperma y la espermatogénesis. Estas sustancias aumentan significativamente el número de espermatogonias, espermatocitos y espermátides en los testículos. El efecto estimulador de la FSH sobre la espermatogénesis no es una acción directa de la FSH sobre las espermatogonias, sino que la estimulación de la espermatogénesis ocurre a través de la acción de la FSH sobre las células de Sertoli. La FSH también puede incrementar el potencial fértil de los espermatozoides; parece que este efecto de la FSH se debe a la estimulación de la motilidad más que a un aumento del número absoluto de espermatozoides. 4. Inhibinas, que ejercen una retroalimentación negativa sobre el eje hipotalámico-hipofisario-testicular para inhibir la secre- ción de FSH (v. más adelante). Las inhibinas son miembros de la superfamilia del factor de crecimiento transformante β (TGF-β), la cual incluye también a activinas y a la hormona antimülleriana (v. pág. 1080). Las inhibinas son heterodímeros de glucoproteínas que constan de una subunidad α y una β unidas por enlaces covalentes. Las células de la granulosa en el ovario y las células de Sertoli en los testículos son las fuentes principales de las inhibinas. En las páginas 1113-1115 describi- mos con más detalle la biología de las inhibinas y las activinas. Las inhibinas se secretan al líquido de los túbulos seminíferos y hacia el líquido intersticial del testículo. Aparte de ejercer un efecto endocrino sobre el eje, las inhibinas también tienen efectos paracrinos actuando como factores de crecimiento so- bre las células de Leydig. Las células de Leydig y las células de Sertoli mantienen una comunicación cruzada (v. fig. 54-4). Por ejemplo, las células de Leydig sintetizan testosterona, la cual actúa sobre las células de http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org 1095.e1 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. CAPÍTULO 54 • Sistema reproductor masculino Colaboración de Ervin Jones, Walter Boron y Emile Boulpaep La hCG es secretada por la placenta y algunos artículos han des crito que cantidades pequeñas de esta sustancia se fabrican en los testículos, la hipófisis y otros tejidos no placentarios. La hCG aparece en la orina de mujeres embarazadas unos 12 a 14 días después de la concepción y constituye la base de las pruebas de embarazo. Antiguamente se extraía la hCG de la orina de mujeres embarazadas. N54-1 Gonadotropina coriónica humana Colaboración de Ervin Jones La desaparición de la LH exógena de la circulación es indepen diente de la función gonadal y sigue un ciclo temporal exponencial dual. La vida media del componente rápido es de 40 minutos y la del componente lento es de 120 minutos. La hCG, gracias a su mayor glucosilación, tiene una vida media más larga. El ritmo de recambio de la FSH es más lento; su desaparición de la sangre se describe mediante dos exponenciales con vidas medias de unas 4 horas y 3 días, respectivamente. N54-2 Vida plasmática de la luteotropina (LH) la gonadotropina coriónica humana (hCG) y la foliculotropina (FSH) http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org SECCIÓN IX • Sistema reproductor1096 Sertoli. En la rata, la β endorfina producida por las células de Leydig fetales se une a receptores opiáceos en las células de Sertoli e inhi- ben su proliferación. La síntesis de β endorfinas podría representar un mecanismo de retroalimentación local mediante el cual las células de Leydig limitan el número de células de Sertoli. Por su parte, las células de Sertoli afectan a las células de Leydig. Por ejem- plo, las células de Sertoli convierten la testosterona sintetizada por las células de Leydig en estradiol, el cual disminuye la capacidad de las células de Leydig para sintetizar testosterona en respuesta a la LH. Además, la FSH que actúa sobre las células de Sertoli produce factores del crecimiento que pueden aumentar el número de receptores de LH en las células de Leydig durante el desarrollo, lo cual da lugar a un aumento de la esteroidogénesis (es decir, un aumento en la producción de testosterona). Por tanto, ¿qué se necesita para que se produzca una espermato- génesis óptima? Parece que se necesitan los dos tipos de células tes- ticulares (de Leydig y de Sertoli), además de las dos gonadotropinas (LH y FSH) y un andrógeno (testosterona). En primer lugar se necesita la LH y las células de Leydig para producir testosterona. Así pues, la LH, o más bien su sustituto hCG, se usa terapéutica- mente para iniciar la espermatogénesis en varones azoospérmicos u oligospérmicos. En segundo lugar, la FSH y las células de Sertoli son importantes para el crecimiento de las células espermáticas en desarrollo y para la producción de inhibina y de factores del crecimiento que afectan a las células de Leydig. De este modo, la FSH desempeña un papel crucial sobre la regulación del desarrollo del número adecuado de células de Leydig con el fin de alcanzar valores adecuados de testosterona para la espermatogénesis y el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios. Los valores de FSH y LH aumentan en los chicos a la vez que proliferan simultáneamente las células de Leydig y se incrementan las concentraciones plasmáticas de testosterona (fig. 54-5). N54-3 El eje hipotalámico-hipofisario-testicular está bajo el control de una inhibición por retroalimentación de esteroides e inhibinas testiculares El eje hipotalámico-hipofisario-testicular en los varones pos- puberales no solo induce la producción de testosterona e inhibina desde los testículos, sino que también recibe una retroalimentación negativa mediante estas sustancias (v. fig. 54-2). Los valores circulantes normales de testosterona inhiben la liberación pulsátil de GnRH desde el hipotálamo y por tanto la frecuencia y la amplitud de los pulsos secretores de LH y FSH. Figura 54-4 Fisiología de las células de Leydig y de Sertoli. La célula de Leydig (izquierda) tiene receptores para la LH. La unión de la LH aumenta la síntesis de testosterona. La célula de Sertoli (derecha) tiene receptores para la FSH. (Regla nemotécnica: L para LH y Leydig, S para FSH y Sertoli.) La FSH favorece la síntesis de proteína ligadora de andrógenos (ABP), aromatasa, factores de crecimiento e inhibina. Existe una comunicación cruzada entre las células de Leydig y las de Sertoli. Las células de Leydig fabrican testosterona, la cual actúa sobre las células de Sertoli. Por el contrario, las células de Sertoli convierten parte de esta testosterona en estradiol (gracias a la presencia de una aromatasa), la cual actúa sobre las células de Leydig. Las células de Sertoli también generan factores de crecimiento que actúan sobre las células de Leydig. Figura 54-5 Valor plasmático de testosterona enfunción de la edad en los varones humanos. (Datos de Griffin JE, et al: The testis. En Bondy PK, Rosen berg LE [eds.]: Metabolic Control and Disease. Filadelfia, WB Saunders, 1980; y Winter JS, Hughes IA, Reyes FI, Faiman C: Pituitarygonadal relations in infancy: 2. Patterns of serum gonadal steroid concentrations in man from birth to two years of age. J Clin Endocrinol Metab 42:679686, 1976.) http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org 1096.e1 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. CAPÍTULO 54 • Sistema reproductor masculino Colaboración de Ervin Jones Como se señaló en el panel superior de la eFigura 541, los niveles de FSH y de LH aumentan durante la pubertad precoz en los chicos, mientras proliferan simultáneamente las células de Leydig. Como resultado, las células de Leydig elevan su producción de testosterona y aumentan las cifras plasmáticas de esta hormona, tal y como se muestra en el panel inferior de la eFigura 541. La diana principal de la FSH en los testículos es la célula de Sertoli (v. fig. 544). A través de dicha acción sobre las células de Sertoli la FSH incrementa directamente el número de células de Leydig, lo cual es una parte crucial del desarrollo puberal. En los varones hipogonadotrópicoshipogonadales (es decir, individuos con cifras disminuidas de LH y FSH) el tratamiento con FSH exógena estimula a las células de Sertoli para liberar factores que inducen la diferen ciación y la maduración de las células de Leydig. El tratamiento posterior con hCG (es decir, que actúa como la LH) actúa sobre dichas células de Leydig para sintetizar testosterona y apoyar por tanto la espermatogénesis. Durante la pubertad, un cambio relacionado es que las células de Sertoli se vuelven relativamente menos sensibles a la FSH, pero al mismo tiempo se vuelven más dependientes de la testosterona que producen las células de Leydig. Así pues, el desarrollo de las células de Sertoli no es continuo: la sensibilidad de la célula de Sertoli a la FSH disminuye a medida que prosigue la proliferación y la maduración de dichas células durante la pubertad, mientras que aumenta su sensibilidad a la testosterona. El mecanismo por el cual se produce este cambio podría deberse a que la FSH estimula la síntesis de receptores androgénicos en las células de Sertoli. N54-3 Efectos de la foliculotropina (FSH) sobre las células de Leydig y de Sertoli durante la pubertad eFigura54-1 Niveles plasmáticos de FSH, LH y testosterona desde la pubertad hasta la edad adulta. El panel superior muestra cómo aumentan los valores plasmáticos de la LH y la FSH biológicamente activas durante la pubertad, expresados en términos de estadios de la pubertad y edad ósea. El panel inferior muestra el aumento simultáneo en los valores plasmáticos de testosterona. La LH estimula a las células de Leydig para sintetizar tes tosterona. La FSH promueve indirectamente la síntesis de testosterona al estimular a las células de Sertoli para producir factores que actúan sobre las células de Leydig. (Panel superior, modificado de Reiter EO, Beitins IZ, Ostrea TR, et al: Bioassayable luteinizing hormone during childhood and adolescence and in patients with delayed pubertal development. J Clin Endocrinol Metab 54:155161, 1982; y Beitins IZ, Padmanabhan V, KasaVubu J, et al: Serum bioactive folliclestimulating hormone concentration from prepuberty to adulthood: A crosssectional study. J Clin Endocrinol Metab 71:10221027, 1990; panel inferior, modificado de Grumbach MM, Styne DM: Puberty: Ontogeny, neuroendocrinology, physiology, and disorders. En Wilson JD, Foster DW, Kronenberg HM, Larsen PR [eds.]: Williams Textbook of Endocrinology, 9.ª ed. Filadelfia, WB Saunders, 1998, pp 15091625.) http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org CAPÍTULO 54 • Sistema reproductor masculino 1097 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. La testosterona ejerce una retroalimentación negativa sobre la secreción de LH a nivel de las gonadotropas hipofisarias. Las inhibinas también ejercen un efecto retroalimentador sobre la secreción de FSH. Las pruebas de dicha retroalimentación negativa es que las concentraciones plasmáticas de FSH aumentan en proporción a la pérdida de elementos germinales en los tes- tículos. De este modo, la FSH estimula específicamente a las células de Sertoli para producir inhibina, y la inhibina «inhibe» la secreción de FSH. Parece que la inhibina disminuye la secreción de FSH actuando a nivel de la hipófisis anterior más que en el hipotálamo. La secreción de LH y FSH está bajo el control de neuropéptidos, aminoácidos como aspartato, hormona liberadora de cortico- tropina (CRH) y opiáceos endógenos. TESTOSTERONA Las células de Leydig convierten el colesterol en testosterona El colesterol es el precursor obligatorio para los andrógenos y otros esteroides testiculares. La célula de Leydig puede sintetizar coles- terol de novo a partir de acetilcoenzima A o puede captarlo a partir de lipoproteínas de baja densidad desde el líquido extracelular mediante una endocitosis mediada por receptor (v. pág. 42). Parece que las dos fuentes son importantes en el ser humano. La translocación del colesterol a la membrana mitocondrial interna precede a su metabolismo, y para dicha translocación se necesitan dos proteínas. La primera es la proteína transportadora de esterol 2 (SCP2), una proteína de 13,5 kDa que transloca el colesterol desde el plasma o membranas de orgánulos hasta otras membranas de orgánulos, como la membrana mitocondrial exter- na. La segunda proteína es la proteína esteroidogénica reguladora aguda (StAR), que pertenece a una familia amplia de proteínas implicada en el tráfico y el metabolismo de los lípidos. La proteína proStAR de 37 kDa, precursora de la StAR, transporta colesterol desde el retículo endoplásmico hasta la membrana mitocondrial externa. La proteína StAR madura de 30 kDa reside en el espacio intermembranoso mitocondrial y extrae colesterol desde la mem- brana mitocondrial externa y lo lleva a la membrana mitocondrial interna. La célula de Leydig utiliza una serie de cinco enzimas para convertir el colesterol en testosterona. Tres de ellas son enzimas P450 (v. tabla 50-2). N54-4 Tal y como se resume en la figu- ra 54-6, dado que la 3β-hidroxiesteroide deshidrogenasa (3β-HSD) puede oxidar al anillo A de cuatro intermediarios, la síntesis de testosterona a partir del colesterol puede seguir cuatro vías. La vía «preferente» es la siguiente: 1. Conversión de colesterol a pregnenolona. La vía para la sín- tesis de testosterona comienza en la membrana mitocondrial interna, donde la enzima de escisión de la cadena lateral del citocromo P450 (P450SCC, denominada también 20,22-des- molasa) N54-4 elimina la cadena lateral larga (carbonos 22 a 27) del carbono en la posición 20 de la molécula de colesterol (27 átomos de carbono) produciendo pregnenolona (21 átomos de carbono). Esta reacción es un paso limitante en la biosíntesis de la testosterona y para otras hormonas esteroideas. La LH estimula esta reacción en la célula de Leydig de dos formas. En primer lugar, aumenta la afinidad de la P-450SCC por el coles- terol. En segundo lugar, ejerce acciones a largo plazo aumen- tando las cifras de SCP-2, StAR y P-450SCC a través de la transcripción génica estimulada por la PKA. 2. Conversión de pregnenolona a 17αhidroxipregnenolona. En el retículo endoplásmico liso (REL), la 17α-hidroxilasa (P-450c17) N54-4 añade a continuación un grupo hidroxilo en la posición 17 para formar 17αhidroxipregnenolona. La P-450c17, una enzima de punto de ramificación clave en la vía esteroidogénica, convierte también la progesterona en 17α-hidroxiprogesterona (v. fig. 54-6, columna del medio). 3. Conversión de la 17αhidroxipregnenolona a dehidroepian drosterona. En el REL, la 17,20-desmolasa (una actividad diferente de la mismaP-450c17 cuya actividad 17α-hidroxilasa cataliza el paso previo) elimina la cadena lateral de la posi- ción 20 desde la posición 17 de la 17α-hidroxipregnenolona produciendo un esteroide de 19 carbonos llamado dehidro epiandrosterona (DHEA). Esta vía denominada delta-5 a la izquierda de la figura 54-63625 es la ruta preferente en la célula de Leydig para producir DHEA, precursora de todos los este- roides sexuales. 4. Conversión de la DHEA en androstenediol. En el REL de la célula de Leydig, una 17β-hidroxiesteroide deshidrogenasa (17β-HSD, la cual no es una enzima P-450) convierte la cetona en la posición 17 de la DHEA a un grupo hidroxilo para formar androstenediol. 5. Conversión del androstenediol en testosterona. Finalmente, en el REL la 3β-HSD (no es una enzima P-450) oxida el grupo hidroxilo del androstenediol en la posición 3 del anillo A a una cetona formando testosterona. N54-5 Además, los testículos también pueden usar una 5α-reductasa localizada en el REL para convertir la testosterona en dihidrotestos- terona (DHT). Sin embargo, el tejido extratesticular es responsable de la mayor parte de la producción de DHT. La conversión de la testosterona en DHT es especialmente importante en ciertas células diana de la testosterona (v. págs. 1097-1099). Las células de Leydig de los testículos fabrican aproximada- mente el 95% de la testosterona circulante. Aunque la testosterona es el producto secretado más importante, los testículos también secretan pregnenolona, progesterona, 17-hidroxiprogesterona, androstenediona, androsterona y DHT. La conversión de la tes- tosterona en DHT por las células de Leydig es menor comparada con su producción en ciertas células diana de la testosterona (v. pág. 1085). La androstenediona es de suma importancia, ya que sirve como precursor para la formación extraglandular de estró- genos. El ritmo de producción de testosterona permanece relati- vamente constante en los hombres de 25 a 70 años (tabla 54-1). En la figura 54-5 se resumen los cambios en las concentraciones plas- máticas de testosterona en función de la edad de los varones humanos. N54-6 El tejido adiposo, la piel y la corteza suprarrenal también producen testosterona y otros andrógenos Varios tejidos aparte de los testículos, como el tejido adiposo, la piel, la corteza suprarrenal, el cerebro y el músculo, producen testosterona y otros muchos andrógenos. Estas sustancias pueden sintetizarse de novo a partir del colesterol o bien producirse por la conversión periférica de los precursores. Además, determinados órganos y tejidos periféricos pueden convertir los esteroides sexua- les a formas menos activas (v. fig. 54-6). Algunas localizaciones notables de conversión extragonadal son el tejido adiposo y la piel. La androstenediona se convierte en testosterona en determi- nados tejidos periféricos. En este caso, la androstenediona es el precursor para la testosterona. Esta última puede convertirse en estradiol o DHT o «retroceder» mediante una interconversión reversible a androstenediona. Así pues, una hormona potente http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org 1097.e1 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. CAPÍTULO 54 • Sistema reproductor masculino *Las enzimas que transfieren ambos átomos de oxígeno a un sustrato orgánico se denominan dioxigenasas. Por el contrario, las oxidasas (p. ej., citocromooxidasa en la cadena de transporte de electrones de la mitocondria) son enzimas que catalizan oxidaciones en las que ninguno de los átomos del oxígeno molecular se convierten en parte del producto oxidado, sino que el oxígeno molecular actúa como aceptor de electrones para formar una molécula como H2O o H2O2. Colaboración de Emile Boulpaep y Walter Boron El término enzimas del citocromo P450 hace referencia a una familia de varios cientos de enzimas que contienen un grupo hemo y que se localizan sobre todo en el REL. En la tabla 502 pueden verse algunos ejemplos de estas enzimas que pueden desempeñar algún papel en la esteroidogénesis. En la página 1201 describimos los cometidos de estas enzimas P450 para la glándula suprarrenal, en la página 1097 para los testículos y en la página 1117 para los ovarios. En la página 64 comentamos el papel de la enzima P450 (es decir, epoxigenasa) en el metabolismo del ácido araquidónico (v. también fig. 311). Estas enzimas son monooxigenasas*. Es decir, transfieren un átomo de oxígeno molecular a un sustrato orgánico RH para formar ROH, mientras que el otro átomo de oxígeno acepta dos protones desde la forma reducida de la enzima para formar agua: P - 450 (H forma reducida) RH O P - 450(forma oxidada) ROH H O 2 2 2 + + → + + Esta reacción de monooxigenación se denomina también reac ción de hidroxilación porque la enzima hidroxila el RH para formar ROH. Obsérvese que al final de la reacción la P450 monooxigena sa está en su forma reducida. Otra enzima, una citocromo P-450 reductasa, recicla la P450 monooxigenasa a su forma reducida; en el proceso se oxida esta P450 reductasa. Finalmente, la P450 reductasa oxidada se recicla a su forma reducida mediante la oxida ción de la forma reducida del dinucléotido de nicotinamida y adenina fosfato (NADPH) a NADP+ o la forma reducida del dinucleótido de nicotinamida y adenina (NADH) a NAD+ o uno de los dos nucleótidos de flavina (dinucleótido de flavina y adenina reducido [FADH2] o mononucleótido de flavina reducido [FMNH2]). Las enzimas del P450 se denominan así porque cuando las formas reducidas de las enzimas se unen al monóxido de carbono absorben la luz intensamente a 450 nm. BIBLIOGRAFÍA Nelson DL, Cox MM. Lehninger Principles of Biochemistry. 3rd ed. New York: Worth Publishers; 2000. 782–783. P450(H2—forma reduci da)+RH+O2=P450 (forma oxida da)+ROH+H2O N54-4 Enzimas del citocromo P-450 Colaboración de Sam Mesiano La pregnenolona se denomina P5. La progesterona es P4. De ahí es de donde proceden los términos delta5 y delta4. La 3βHSD es una enzima de punto de ramificación principal en la vía esteroidogénica (v. fig. 546). Convierte todos los esteroides delta5 a delta4 a través de una actividad isomerasa y por tanto es esencial para la producción de mineralocorticoides y glucocor ticoides. La competencia entre 17α-hidroxilasa/17,20-desmolasa (dos actividades enzimáticas mediadas en la misma proteína, cono cida también como P450c17) y la 3βHSD por la pregnenolona y la 17αhidroxipregnenolona es un determinante fundamental de si la célula esteroidogénica producirá mineralocorticoides, glucocorticoi des o esteroides sexuales. En la célula de Leydig la 17αhidroxila sa/17,20desmolasa prevalece para producir DHEA, la cual convierte a continuación mediante la 17βHSD1 en androstenediol. La DHEA también puede sufrir conversión a través de la 3βHSD a andros tenediona, la cual convierte en testosterona mediante la 17βHSD1. N54-5 Esteroides delta-5 y delta-4 Colaboración de Emile Boulpaep y Walter Boron En el texto hemos señalado que las cifras plasmáticas de testos terona se mantienen relativamente constantes en los varones de 25 a 70 años. Como sucede para otras sustancias en la sangre, la estabilidad de las cifras plasmáticas de testosterona indica que el ritmo de producción de testosterona es igual al ritmo de eliminación. Sin embargo, la estabilidad de la producción de la testosterona no nos dice nada acerca de los ritmos individuales de producción y eliminación. Es importante distinguir entre el ritmo de secreción de una hor mona y el ritmo de producción. La secreción hace referencia a la liberación de la hormona desde un órgano o una glándula concreta, y puede determinarse cateterizando selectivamente la arteria y la vena de dicho tejido y comprobando la diferencia arteriovenosa en la concentración de dicha sustancia. Por ejemplo, la concentración de testosterona es de 400 a 500 µg/l en el líquido que sale por la vena espermática;esta cifra es unas 75 veces mayor que la concentración observada en la sangre arterial. De este modo, si conociésemos el flujo de sangre que sale de la vena espermática podríamos computar el ritmo de secreción de testosterona por los testículos. El ritmo de producción hace referencia a la aparición total de la hormona en la circulación como resultado de la secreción por todos los tejidos del cuerpo. De este modo, el ritmo de secreción para los testículos es igual al ritmo de producción corporal total solo cuando otros tejidos no realizan ninguna contribución. En el estado de equilibrio la cantidad de testosterona eliminada de la circulación es igual a la cantidad producida. De este modo, PR( g / día) MCR(l / día) [S]( g / l)µ = × µ (NE 54-1) Donde PR es el ritmo de producción corporal total, MCR es el ritmo de aclaramiento metabólico y [S] es la concentración de la sustancia en el plasma. El MCR se define de la misma manera que los aclaramientos renales (v. tabla 332). Es decir, el MCR es el número virtual de litros al día que son aclarados de testosterona. Este aclaramiento se debe al metabolismo de la testosterona, el cual se comenta en las páginas 10991100. Como el ritmo de aclaramiento metabólico medio para la testosterona es de unos 1.000 l/día y la concentración de testosterona es de unos 6,5 µg/l (rango, 3 a 10 µg/l), el ritmo de producción debe ser de unos 6.500 µg/día. La prueba para este ritmo de aclaramiento alto es el hecho de que la vida media plasmática de la testosterona es de solo 1020 minutos. PR (µg/día)=MCR (l/día)×[S] (µg/l) N54-6 Ritmos de secreción y producción de testosterona http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org SECCIÓN IX • Sistema reproductor1098 Figura 54-6 Biosíntesis de testosterona. Este esquema resume la síntesis de andrógenos a partir del colesterol. Las enzimas individuales se muestran en los cuadros horizontales y verticales; se localizan en el REL o en la mitocondria. La enzima de escisión de la cadena lateral que produce pregne nolona también se conoce como 20,22desmolasa. Los grupos químicos modificados por cada enzima se resaltan en el producto de la reacción. Hay cuatro vías posibles desde la pregnenolona a la testostero na; la vía preferente en el testículo humano parece ser la vía delta5, aquella a lo largo del borde izquier do de la figura hasta androstenediol, seguida de la oxidación del anillo A hasta testosterona. Algunas de las vías se comparten en la biosíntesis de los gluco corticoides y los mineralocorticoides (v. fig. 502) así como con los estrógenos (v. fig. 558). http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org CAPÍTULO 54 • Sistema reproductor masculino 1099 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. como la testosterona puede servir también de precursor para una hormona más débil (androstenediona), una hormona con actividades diferentes (estradiol) o una hormona más potente con ac- tividades similares (DHT). Este último ejemplo puede ilustrarse por los efectos de la DHT sobre los folículos pilosos, las glándulas sebáceas y los órganos accesorios sexuales. En dichos tejidos los efectos androgénicos de la testosterona circulante se amplifican mediante su conversión por parte de la 5α-reductasa a DHT, la cual posee mucha mayor afinidad por el receptor androgénico (RA; v. pág. 1085). Algunos tejidos, como el cerebro, aromatizan la testosterona a estradiol, de modo que la acción de este metabolito ocurre a través del receptor estrogénico. La corteza suprarrenal (v. pág. 1021) es otra fuente de pro- ducción de andrógenos tanto en varones como en mujeres. Las glándulas suprarrenales humanas normales sintetizan y secretan andrógenos débiles como DHEA, sulfato de DHEA conjugado y an- drostenediona. En esencia, toda la DHEA en el plasma masculino es de origen suprarrenal. Sin embargo, menos del 1% de la testos- terona total en el plasma deriva de la DHEA. Como se resume en la tabla 54-1, la concentración plasmática de androstenediona en los varones es solamente del 25% de la testosterona. Cerca del 20% de la androstenediona es generada por el metabolismo periférico de otros esteroides. Aunque la glándula suprarrenal contribuye de un modo significativo al milieu androgénico total en los varones, no parece ejercer efectos significativos sobre la estimulación y el crecimiento de los órganos accesorios masculinos (cuadro 54-1). Esto sucede principalmente como resultado de la producción de DHT a partir de la testosterona circulante. La testosterona actúa sobre órganos diana al unirse a un receptor nuclear La mayor parte de la testosterona en la circulación está unida a proteínas de unión específicas. Cerca del 45% de la testosterona plasmática se une a la globulina ligadora de hormonas sexuales (SHBG) y cerca del 55% se une a la albúmina y a la globulina liga- dora de corticoides (CBG; v. pág. 1021). Una fracción pequeña (de aproximadamente el 2%) de la testosterona circulante total circula libre en el plasma sin unirse a proteínas. La testosterona libre pene- tra en la célula mediante difusión pasiva y posteriormente ejerce sus efectos biológicos o es metabolizada por otros órganos como la próstata, el hígado y el intestino (v. apartado siguiente). La cantidad de testosterona que penetra en la célula viene determinada por la concentración plasmática y por el milieu intracelular de enzimas y de proteínas ligadoras. Una vez que difunde dentro de la célula, la testosterona se une a un RA de alta afinidad en el núcleo o sufre su conversión a DHT, la cual se une también a un RA. Este receptor funciona como un homodímero (RA/RA) y es un miembro de la familia de receptores nucleares (v. tabla 3-6) que abarca receptores para glucocorticoides, mineralocorticoides, progesterona, estrógenos, vitamina D, hormona tiroidea y ácido retinoico. El gen que codifica al RA se localiza en el cromosoma X. El complejo andrógeno-RA es un factor de transcripción que se une a elementos de respuesta hormonal en las regiones promotoras del ADN de genes diana. La interacción entre el complejo andrógeno-RA y la cromatina nuclear provoca un aumento notable en la transcripción, que a la larga conduce a la síntesis de proteínas específicas. Como resultado de estos procesos de síntesis sobrevienen funciones celulares específicas, como el crecimiento y el desarrollo. De este modo, la presencia de RA en la célula o el tejido determina la res- puesta tisular a los andrógenos. Que el compuesto activo en cualquier tejido sea DHT o tes- tosterona dependerá de la presencia o ausencia en dicho tejido de la enzima microsomal 5αreductasa, la cual convierte la testos- terona en DHT. La actividad biológica de la DHT es 30 a 50 veces mayor que la de la testosterona. Algunos tejidos, como el cerebro, aromatizan la testosterona a estradiol, y por tanto la acción de este metabolito ocurre a través del receptor estrogénico. Algunos de los efectos de los andrógenos pueden ser no genó- micos. Por ejemplo, los andrógenos pueden estimular la síntesis de proteínas microsomales hepáticas mediante un mecanismo independiente de la unión al RA. Otras pruebas señalan que la acción de los andrógenos sobre la glándula prostática puede ocurrir a través del sistema adenilato-ciclasa/PKA (v. págs. 56-57) y podría dar lugar a activación génica en algunas circunstancias. El metabolismo de la testosterona ocurre principalmente en el hígado y la próstata Es muy poca la cantidad de testosterona que accede a la orina sin metabolizar; esta testosterona urinaria representa menos del 2% de la producción de testosterona diaria. La mayoría restante de la testosterona y otros andrógenos se convierte en el hígado TABLA 54-1 Producción y recambio de andrógenos ESTEROIDE RITMO DE PRODUCCIÓN SANGUÍNEA: CANTIDAD DE HORMONA LIBERADA A LA SANGRE (µg/día) CONCENTRACIÓN PLASMÁTICA (µg/l) Testosterona 6.500 6,5 Androstenediona 2.0006.000 1,5 Dihidrotestosterona300 0,5 Durante mucho tiempo se creyó que las alteraciones hormonales bruscas que señalaban los cambios espectaculares de la menopausia femenina carecían de correlación en el varón. Ahora sabemos que los varones experimentan un declive gradual de sus valores séricos de testosterona (v. fig. 545) N54-6 y que dicho declive está íntimamente relacionado con muchos de los cambios que acompañan al envejecimiento: dis minución de la formación de hueso, de la masa muscular, del crecimiento del vello facial, del apetito y de la libido. También disminuye el hematocrito sanguíneo. El tratamiento sustitutivo con testosterona puede revertir muchos de estos cambios al restaurar la masa muscular y ósea y corregir la anemia. Aunque los valores de testosterona total y libre disminuyen con la edad, las cifras de LH no suelen estar elevadas. Parece que este hallazgo indica cierto grado de disfunción hipotalámica hipofisaria que acompaña al envejecimiento. CUADRO 54-1 Testosterona y envejecimiento del varón http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org SECCIÓN IX • Sistema reproductor1100 a 17-cetosteroides y en la próstata a DHT. Los productos de degradación de la testosterona se excretan principalmente en la orina y las heces en forma de conjugados hidrosolubles de ácido sulfúrico o ácido glucurónico. BIOLOGÍA DE LA ESPERMATOGÉNESIS Y EL SEMEN La espermatogénesis consta de divisiones mitóticas de la espermatogonia, divisiones meióticas de los espermatocitos a espermátides y la maduración a espermatozoides N54-7 Las células germinales primordiales (v. págs. 1076-1077) migran hacia la gónada durante la embriogénesis. Estas células se convier- ten en los varones en una población de células madre inmaduras de la línea de la célula germinal, o espermatogonias, y residen en la lámina basal interna de los túbulos seminíferos (v. fig. 54-1E). Empezando en la pubertad y continuando a lo largo del resto de la vida, estas espermatogonias se dividen mitóticamente (fig. 54-7). Las espermatogonias tienen un complemento diploide normal de 46 cromosomas (2N): 22 pares de cromosomas autosómicos más un cromosoma X y otro Y. Las espermatogonias pueden ser de dos tipos: A y B. Las espermatogonias de tipo A se forman a partir de la población de células madre de las células germinales masculinas y se divi- den por mitosis. Una de las células hijas renueva las reservas de espermatogonias de tipo A y la otra se convierte en una esperma- togonia de tipo B, que sufre varias rondas de mitosis adicionales antes de que su progenie inicie la meiosis y progrese a través de la espermatogénesis (v. fig. 54-7). Las espermatogonias de tipo B que entran en la primera división meiótica se convierten en espermatocitos primarios. En la profase de la meiosis I los cromosomas sufren un entrecruzamiento (v. fig. 53-2B). En este estadio cada célula tiene una serie duplicada de 46 cromoso- mas (4N): 22 pares de cromosomas autosómicos duplicados, un cromosoma X duplicado y un cromosoma Y duplicado. Una vez completada la primera división meiótica, las células hijas se convierten en espermatocitos secundarios que tienen un núme- ro haploide de cromosomas duplicados (2N): 22 cromosomas autosómicos duplicados y un cromosoma X o uno Y duplicado. Los espermatocitos secundarios entran en la segunda división meiótica casi de inmediato. Esta división da lugar a células más pequeñas llamadas espermátides, que tienen un número haploide de cromosomas no duplicados (1N). Las espermátides forman la capa interna del epitelio y se disponen en agregados discretos, puesto que las células que proceden de un solo espermatogonio suelen permanecer juntas con el citoplasma unido en un sincitio y se diferencian sincrónicamente. Las espermátides se transforman en espermatozoides en un proceso llamado espermiogénesis, N54-7 que supone la reduc- ción citoplásmica y la diferenciación del cuerpo y de la cola. De este modo, los gametos en desarrollo disminuyen su volumen. Por el contrario, la maduración da lugar a un aumento en el número de células, de modo que cada espermatocito primario produce cuatro espermatozoides, dos con un cromosoma X y dos con un cromosoma Y. A medida que van apareciendo generaciones adicionales de espermatogonias de tipo B las células van desplazándose hacia la luz del túbulo. De este modo, en los cortes transversales de los túbulos seminíferos (v. fig. 54-1E) las espermatogonias se sitúan al lado de la membrana basal, mientras que las espermátides más diferenciadas se localizan más cerca de la luz. Los grupos de esper- matogonias en estadios equiparables del desarrollo sufren la mitosis simultáneamente. Sin embargo, la espermatogénesis es asincrónica a lo largo del túbulo seminífero; áreas diferentes a lo largo del túbulo están en estadios distintos de la espermatogénesis. En un proceso continuo un varón joven produce unos 1.000 espermato- zoides por segundo. Cada estadio de la espermatogénesis tiene una duración con- creta. El tiempo que transcurre entre la formación de las esper- matogonias de tipo B y la diferenciación de las células hijas hacia espermatozoides maduros es de unos 64 días. Cada tipo celular tiene una duración de vida concreta: 16 a 18 días para las esper- matogonias de tipo B, 23 días para los espermatocitos primarios, 1 día para los espermatocitos secundarios y unos 23 días para las espermátides. El ritmo de la espermatogénesis es constante y no puede acelerarse mediante hormonas como gonadotropinas o andrógenos. Las células germinales deben avanzar en su dife- renciación. Si el entorno es desfavorable y las impide seguir su diferenciación al ritmo normal sufren apoptosis (v. pág. 1241) y se eliminan en el semen. Un varón sano de unos 20 años produce unos 6,5 millones de espermatozoides por gramo de parénquima tisular al día. Este ritmo disminuye progresivamente con la edad hasta situarse en una media de 3,8 millones de espermatozoides por gramo al día en los varones de 50 a 90 años. Este descenso proba- blemente esté relacionado con el elevado ritmo de apoptosis de las células germinales durante la profase meiótica. Entre los varones fértiles, los de 51 a 90 años muestran un descenso significativo en el porcentaje de espermatozoides móviles y morfológicamente normales. Resumiendo, en los epitelios seminíferos ocurren simultánea- mente tres procesos: 1) producción de células por mitosis; 2) dife- renciación de espermatogonias a espermátides con una reducción en el número de cromosomas por meiosis, y 3) conversión de las espermátides a espermatozoides maduros mediante espermiogé- nesis. De este modo, la espermatogénesis es un proceso secuencial, regular y ordenado que culmina en la producción de gametos masculinos maduros. Es sumamente instructivo considerar la diferencia de la esper- matogénesis en los varones con la ovogénesis en las mujeres. Los dos procesos difieren en cada uno de los tres pasos que acabamos de señalar. 1) En la mujer, la proliferación mitótica de las células ger- minales se produce por entero antes del nacimiento. En el varón, las espermatogonias proliferan solo tras la pubertad y luego duran- te el resto de la vida. 2) Las divisiones meióticas de un ovocito primario en la mujer solo producen un óvulo maduro con una gran cantidad de citoplasma y dos o tres corpúsculos polares (v. pág. 1073). En el varón, las divisiones meióticas de un espermatocito pri- mario dan lugar a cuatro espermatozoides con una cantidad mí- nima de citoplasma. N53-8 3) En la mujer, la segunda división meiótica solamente se completa en la fecundación (v. pág. 1131), de modo que la célula no se desarrolla más una vez completada la meiosis. En el varón, los productos de la meiosis (espermátides) sufren una diferenciación sustancial para producir espermatozoides maduros. Las células de Sertoli apoyan la espermatogénesis Las células de Sertoli (llamadas también células sustentaculares) suelen considerarse como células de soporteo «cuidadoras» para las espermátides (fig. 54-8). Las células de Sertoli 1) mantienen un entorno adecuado para la espermatogénesis; 2) secretan sustancias en respuesta a FSH que promueven la proliferación de las esper- matogonias e inician la meiosis; 3) secretan proteínas ligadoras de http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org 1100.e1 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. CAPÍTULO 54 • Sistema reproductor masculino Colaboración de Emile Boulpaep y Walter Boron Las siguientes son definiciones de cuatro términos relacionados: Espermatogénesis. Como se señaló en la página 1100, la espermatogénesis consta de las divisiones mitóticas de las espermatogonias, las divisiones meióticas de la espermatogonias (ADN diploide 2N) a espermátides haploides (ADN haploide 1N) y la maduración a espermatozoides. Este proceso abarca a la espermatocitogénesis y la espermiogénesis. Espermatocitogénesis. Este término se refiere a las etapas meióticas de la espermatogénesis, en la cual se desarrollan las espermatogonias (ADN diploide 2N) en espermatocitos primarios (ADN diploide 4N) y a continuación en los espermatocitos secundarios (ADN haploide 2N) y finalmente en espermátides (ADN haploide 1N). Espermiogénesis. Este término hace referencia a la maduración de las espermátides (ADN haploide 1N) en espermatozoides maduros. La espermiogénesis no supone ninguna división celular. Espermiación. La liberación de espermatozoides desde las células de Sertoli se denomina espermiación. N54-7 Definiciones http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org CAPÍTULO 54 • Sistema reproductor masculino 1101 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. andrógenos, las cuales concentran testosterona en la proximidad de los gametos en desarrollo; 4) secretan inhibina, que controla la producción de FSH por la hipófisis; 5) fagocitan el exceso de citoplasma producido por los gametos durante la espermiogénesis, y 6) producen hormona antimülleriana, que reprime la formación de derivados del conducto de Müller (v. pág. 1080). Las células de Sertoli son células poliédricas grandes que se extienden desde la membrana basal hacia la luz del túbulo semi- nífero. Las espermátides se sitúan pegadas a la luz de los túbulos seminíferos durante los primeros estadios de la espermiogénesis y están rodeadas de procesos del citoplasma de las células de Sertoli. Las células de Sertoli adyacentes se conectan entre sí mediante uniones intercelulares estrechas formando una barrera hemato testicular análoga a la barrera hematoencefálica en ambos sexos (v. págs. 284-287) y a la barrera hematoovocitaria/granulosa en el folículo ovárico de las mujeres, que proporciona presumiblemente un entorno protector para las células germinales en desarrollo. Además, uniones en hendidura entre las células de Sertoli y los espermatozoides en desarrollo pueden representar un mecanismo para la transferencia de material entre estos dos tipos de células. Figura 54-7 Espermatogénesis. N54-12 http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org 1101.e1 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. CAPÍTULO 54 • Sistema reproductor masculino Colaboración de Ervin Jones Al principio de la embriogénesis las células germinales primordia les migran a la gónada donde se convierten en espermatogonias de tipo A. Al inicio de la pubertad las espermatogonias sufren numerosas rondas de división mitótica, de modo que una célula hija renueva la población de citoblastos de tipo A y la otra genera espermatogonias de tipo B. Al cabo de varias divisiones mitóticas las espermatogonias de tipo B (ADN 2N) entran en la primera divi sión meiótica, momento en el cual se denominan espermatocitos primarios. Durante la profase, cada espermatocito primario posee un complemento completo de cromosomas duplicados (ADN 4N). Cada espermatocito primario se divide en dos espermatocitos secundarios, cada uno con un número haploide de cromosomas duplicados (ADN 2N). El espermatocito secundario entra en la se gunda división meiótica produciendo dos espermátides, cada una con un número haploide de cromosomas no duplicados (ADN 1N). La maduración posterior de las espermátides da lugar a esper matozoides (espermatozoides maduros). Obsérvese que un es permatocito primario da lugar a cuatro espermatozoides. N54-12 Espermatogénesis http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org SECCIÓN IX • Sistema reproductor1102 La liberación de espermatozoides desde la célula de Sertoli se denomina espermiación. Las espermátides van moviéndose pro- gresivamente hacia la luz del túbulo y finalmente pierden contacto con la célula de Sertoli después de la espermiación (cuadro 54-2). La maduración de los espermatozoides se produce en el epidídimo Los túbulos seminíferos se abren en un entramado de túbulos llamado rete testis que sirve como reservorio del esperma. La rete testis está conectada al epidídimo a través de los conductillos eferentes (v. pág. 1078), que se localizan cerca del polo superior del testículo. El epidídimo es un conducto único sumamente curvado de 4 a 5 cm de longitud situado en la cara posterior del testículo. Desde el punto de vista anatómico puede dividirse en tres regiones: la cabeza (el segmento más próximo al testículo), el cuerpo y la cola (v. fig. 54-1C). Los espermatozoides son esencialmente inmóviles al finalizar la espermiogénesis. De este modo, su transferencia desde los túbulos seminíferos hasta la red testicular es pasiva. Las secreciones fluyen a través del epidídimo gracias a la acción ciliar del epitelio luminal y a la contracción de elementos de músculo liso de la pared del conductillo eferente. Así pues, el transporte del esperma a través del sistema ductal también es principalmente pasivo. Después de abandonar los testículos el esperma tarda 12 a 26 días en viajar a través del epidídimo y aparecer en el eyaculado. El tiempo de trán- sito epididimario para los varones de 20 a 80 años no difiere mucho. Los espermatozoides se almacenan en el epidídimo, donde sufren un proceso de maduración antes de ser capaces de alcanzar una motilidad progresiva y capacidad de fecundar (tabla 54-2). Los Figura 54-8 Interacción de las células de Sertoli y el esperma. Esta figura es una visión amplificada idealizada de una porción de la pared de un túbulo seminífero (v. fig. 541C). Una sola célula de Sertoli se extiende desde la lámina basal a la luz del túbulo seminífero. Las células de Sertoli colindantes están conectadas mediante uniones estrechas y rodeadas por células ger minales en desarrollo. Desde la lámina basal a la luz del túbulo se produce una maduración gradual de las células germinales. L os médicos han descrito un grupo de varones virilizados con normalidad cuyos testículos eran bilateralmente pequeños y cuyos eyaculados no contenían espermatozoides (azoos permia). Los túbulos seminíferos estaban revestidos de células de Sertoli pero mostraban una ausencia completa de células ger minales. El síndrome de solo células de Sertoli (o aplasia de cé lulas germinales) supone el 1030% de la infertilidad masculina secundaria a azoospermia y puede deberse a un defecto de un solo gen o bien ser adquirido (p. ej., como resultado de orquitis, alcoholismo o sustancias tóxicas). La función de las células de Leydig suele estar preservada. La testosterona plasmática y los valores de LH suelen ser normales mientras que las cifras de FSH suelen estar elevadas, aunque no siempre. No está claro por qué están elevados los valores de FSH en estos varones. Dicha elevación se debe a la ausencia de células germinales o a una secreción subóptima de inhibina desde las células de Sertoli, puesto que la inhibina es un potente inhibidor de la FSH a nivel de la hipófisis anterior. Pueden observarse segmentos de túbulos con solo células de Sertoli en cuadroscomo la orquitis o tras la exposición a sustancias tóxicas para las gónadas. Sin embargo, por lo general estos individuos presentan una espermatogénesis funcional en otros túbulos seminíferos. CUADRO 54-2 Síndrome de solo células de Sertoli TABLA 54-2 Aspectos de la maduración del espermatozoide en el epidídimo Aumento progresivo de la motilidad anterógrada Aumento de la capacidad de fecundación Maduración del acrosoma Reorganización molecular de la membrana plasmática: Lípidos (estabilización de la membrana plasmática) Proteínas (pérdida además de adquisición de proteínas nuevas) Capacidad para adherirse a la zona pelúcida Adquisición de receptores para proteínas de la zona pelúcida Aumento de enlaces disulfuro entre residuos de cisteína en nucleoproteínas del espermatozoide Regionalización topográfica de residuos glucosídicos Acumulación de residuos manosilados en la membrana plasmática periacrosomal Disminución del citoplasma y del volumen celular http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org CAPÍTULO 54 • Sistema reproductor masculino 1103 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. espermatozoides liberados en el eyaculado son completamente móviles y capaces de fecundar, mientras que los espermatozoides obtenidos directamente de los testículos tienen una inmadurez de tal grado que son incapaces de atravesar el óvulo. Sin embargo, estos espermatozoides inmaduros pueden fecundar si se inyectan directamente en el óvulo. Los espermatozoides sufren cambios en su motilidad, metabolismo y morfología durante su maduración en el epidídimo. N54-8 Los espermatozoides derivados de la cabeza (caput) del epidídimo (v. fig. 54-1C) a menudo son incapa- ces de fecundar a los huevos, mientras que proporciones más grandes de espermatozoides capturados desde el cuerpo sí son fértiles. Los espermatozoides obtenidos de la cola del epidídimo o de los conductos deferentes casi siempre tienen capacidad de fecun- dación. El epidídimo desemboca en los conductos deferentes, que son responsables del movimiento de los espermatozoides a lo largo de dicho trayecto. Los conductos deferentes contienen capas musculares bien desarrolladas que facilitan el movimiento de los espermatozoides. Los conductos deferentes pasan a través del canal inguinal, atraviesan el uréter y continúan en dirección medial hasta la cara posterior e inferior de la vejiga urinaria, donde se unen a un conducto que surge desde la vesícula seminal; en conjunto forman el conducto eyaculador. El conducto eyaculador penetra en la porción prostática de la uretra después de pasar a través de la próstata. Los espermatozoides se almacenan en el epidídimo y también en el extremo proximal de los conductos deferentes. Todas estas estructuras accesorias dependen de los andrógenos secretados por los testículos para su completo desarrollo funcional. Los espermatozoides son las únicas células con motilidad independiente en el cuerpo humano Los espermatozoides son células sumamente especializadas que constan de una cabeza, una porción intermedia y una cola (fig. 54-9). La cabeza contiene el núcleo y en esencia está desprovis- ta de citoplasma, el cual se pierde durante la espermatogénesis. El número haploide de cromosomas se empaqueta en el interior del núcleo en forma de fibras de cromatina intensamente enrolladas. El segmento anterior de la cabeza contiene el acrosoma, que des- cansa enfrente y alrededor de los dos tercios anteriores del núcleo del espermatozoide, de forma parecida a como encaja un casco de moto en la cabeza de un motorista. El acrosoma es en esencia una vesícula secretora grande que se origina en el complejo de Golgi en la espermátide y que contiene enzimas que facilitarán la penetración del óvulo. La porción intermedia es la maquinaria del espermatozoide. Consta de varias mitocondrias dispuestas en espirales alrededor de un eje filamentoso. La energía para la moti- lidad del espermatozoide procede del metabolismo de la fructosa presente en el líquido seminal. El eje filamentoso en la porción intermedia establece una conexión con la cola. La cola es un flagelo especializado impulsado por la porción intermedia que ejecuta movimientos rápidos a modo de latigazos que propulsan a la célula hacia delante. Las glándulas sexuales masculinas accesorias, las vesículas seminales, la próstata y las glándulas bulbouretrales producen plasma seminal Solamente el 10% del volumen del semen (es decir, el líquido semi- nal) son espermatozoides. La concentración normal de espermato- zoides es de más de 20 millones por mililitro y el volumen eyaculado normalmente es de algo más de 2 ml. El contenido normal del eyaculado varía entre 150 y 600 millones de espermatozoides. Aparte de los espermatozoides, el resto del semen (es decir, el 90%) es plasma seminal, un líquido extracelular del semen (tabla 54-3). Durante su desplazamiento a través de los tes- tículos y el epidídimo los espermatozoides van acompañados de muy poca cantidad de plasma seminal. Este plasma se origina principalmente en glándulas accesorias (vesículas seminales, glándula prostática y glándulas bulbouretrales). Las vesículas seminales contribuyen con casi el 70% del volumen de semen. Figura 54-9 Anatomía de un espermatozoide. TABLA 54-3 Valores normales de parámetros del semen PARÁMETRO VALOR Volumen de eyaculado 26 ml Viscosidad Licuefacción en 1 hora pH 78 Recuento ≥20 millones/ml Motilidad ≥50% Morfología 60% normal http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org 1103.e1 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. CAPÍTULO 54 • Sistema reproductor masculino Colaboración de Ervin Jones La mayor parte de los cambios que ocurren a los espermatozoides en el interior del epidídimo tienen que ver con la adquisición de motilidad. Los espermatozoides aislados de la cabeza del epidídimo muestran patrones de motilidad inconsistentes, desde inmovilidad hasta movimientos sumamente aleatorios del flagelo. A medida que el espermatozoide avanza a través del epidídimo se produce una progresión anterógrada rápida y se reduce la flexión aleatoria de la cola; estos cambios son los que se observan en primer lugar en unos pocos espermatozoides obtenidos del cuerpo y suponen el patrón predominante en los obtenidos de la cola de los conduc tos deferentes. La motilidad es un requisito imprescindible para la fertilidad; puede sospecharse que la adquisición de una motilidad anterógrada progresiva sea sobre todo una función de la maduración de los espermatozoides. También ocurren cambios bioquímicos a medida que el esper matozoide avanza por el epidídimo. Se ha sugerido que enzimas unidas a la membrana desempeñan un papel en la modificación de la superficie de los espermatozoides durante el tránsito epididimario. Las concentraciones de proteínas totales disminuyen a más de la mitad en los espermatozoides, pero permanecen invariables en el líquido epididimario durante su tránsito por el epidídimo. Además, parece que las proteínas derivadas del testículo son eliminadas de la superficie del espermatozoide durante la maduración epididimaria para ser reemplazadas por péptidos de peso molecular bajo. Estos péptidos nuevos aparecen casi de manera simultánea con el desa rrollo de la motilidad anterógrada progresiva. Los espermatozoides también sufren cambios nucleares a su paso por el epidídimo. Las proteínas nucleares desempeñan un papel en la morfogénesis y en la estabilización de la cabeza del espermatozoide. La tinción de protamina aumenta a medida que los espermatozoides pasan desde la rete testis al cuerpo del epidídimo y más tarde disminuye bruscamente. Estas observaciones, tomadas en conjunto, subrayan la relevancia del epidídimo para la maduración de los espermatozoides, un requisito indispensable para la adquisi ción de capacidad de fecundación. N54-8 Maduración de los espermatozoides http://booksmedicos.orghttp://booksmedicos.org SECCIÓN IX • Sistema reproductor1104 Aparte de los espermatozoides el 20% restante representa líquidos epididimarios, así como secreciones de la glándula prostática y de las glándulas bulbouretrales. Sin embargo, la composición del líquido que sale por el meato uretral durante la eyaculación no es uniforme. El primer líquido en salir es una mezcla de secrecio- nes prostáticas y espermatozoides con líquido epididimario. Las emisiones posteriores suelen estar compuestas principalmente de secreciones procedentes de las vesículas seminales. La primera porción del eyaculado es la que contiene la densidad más elevada de espermatozoides y normalmente contiene el mayor porcenta- je de espermatozoides móviles. El plasma seminal es isotónico. El pH en la luz del epidídimo es relativamente ácido (6,5 a 6.8) como resultado de la secreción de H+ desde células claras análogas a las células intercaladas en la nefrona (v. pág. 729). El pH final del plasma seminal se eleva hasta un valor de 7,3 a 7,7 al añadirse secreciones relativamente alcalinas de las vesículas seminales. Por lo general, los espermatozoides toleran mejor la alcalinidad que la acidez. Un pH cercano a la neutralidad o ligeramente mayor será el óptimo para la movilidad y la supervivencia de los espermatozoides en el ser humano y en otras especies. El plasma seminal contiene una gran variedad de azúcares e iones. Las glándulas accesorias contribuyen aportando fructosa y ácido cítrico y sus concentraciones varían en función del volu- men de semen eyaculado. La fructosa se produce en las vesículas seminales. En un varón con oligospermia (es decir, una cantidad escasa de espermatozoides al día) y un volumen eyaculado bajo (recuérdese que más de la mitad del eyaculado procede de las vesículas seminales) la ausencia de fructosa sugiere una obstruc- ción o una atresia de las vesículas seminales. En el plasma seminal humano también podemos encontrar ácido ascórbico y restos del complejo de la vitamina B. La próstata libera un factor que con- tiene azúcares, sulfato y un derivado de la vitamina E y que actúa impidiendo la aglomeración de las cabezas de los espermatozoides. Además, el semen humano contiene concentraciones elevadas de colina y espermina, y también es rico en Ca2+, Na+, Mg2+, K+, Cl−, Zn2+ y fósforo. Las concentraciones de Zn2+ y Ca2+ son más altas en el semen que en cualquier otro líquido y en la mayoría de los tejidos. Los iones de calcio estimulan la motilidad de los espermatozoides epididimarios inmaduros, pero inhiben la moti- lidad de los espermatozoides en eyaculados obtenidos de seres humanos. Parece que la menor respuesta del espermatozoide al Ca2+ y la adquisición de una motilidad progresiva son funciones de la maduración epididimaria. El semen también contiene aminoácidos libres, polipéptidos de peso molecular bajo y proteínas. Los aminoácidos libres, que probablemente surgen de la degradación de la proteína una vez que se ha eyaculado el semen, pueden proteger a los espermato- zoides al captar metales pesados tóxicos o al impedir la aglutina- ción de proteínas. El semen humano se coagula inmediatamente tras la eyacula- ción. La coagulación va seguida de licuefacción, que aparentemen- te se debe a enzimas proteolíticas contenidas en las secreciones prostáticas. La secreción prostática es rica en fosfatasa ácida. El sustrato natural para la fosfatasa ácida es la fosforilcolina proce- dente de las vesículas seminales. En el semen humano también hay hialuronidasa, aunque aún no está claro su papel funcional. La hialuronidasa no es un producto de las glándulas accesorias, sino más bien está contenida en el citoplasma del espermatozoide y es liberada rápidamente al plasma seminal. La hialuronidasa puede desempeñar algún cometido en facilitar la penetración del ovocito por parte del espermatozoide gracias a su capacidad para despoli- merizar ácido hialurónico. N54-9 ACTO SEXUAL MASCULINO Los esteroides sexuales influyen sobre el sistema nervioso central, incluso intraútero, y desempeñan cometidos importantes en la determinación y la regulación de patrones complejos de conducta sexual. Sin embargo, la conducta reproductora es extraordinaria- mente compleja y está influenciada por numerosos factores, aparte de los esteroides sexuales, como la constitución genética de cada persona, los contactos sociales y la edad a la cual las hormonas ejer- cen sus efectos. En este subcapítulo describimos la neurofisiología del acto sexual masculino. Las divisiones simpática y parasimpática del sistema nervioso autónomo controlan el sistema genital masculino Los testículos, el epidídimo, las glándulas accesorias masculinas y el tejido eréctil del pene (cuerpos cavernoso y esponjoso) reciben inervación doble desde los ramos simpático y parasimpático del sis- tema nervioso autónomo (SNA; v. págs. 340-341). El pene también recibe inervación eferente (es decir, motora) y aferente (es decir, sensitiva) somática a través del nervio pudendo (S2 a S4). División simpática del SNA Como se comentó en el capítu- lo 14, las neuronas simpáticas preganglionares se originan en los segmentos toracolumbares de la médula espinal (T1 a T12, L1 a L3; v. fig. 14-4). En el caso de la porción inferior de la cadena simpática (T5 e inferior) las fibras preganglionares pueden pasar a través del tronco simpático paravertebral y a continuación a través de nervios esplácnicos hasta una serie de plexos y ganglios preverte- brales (v. más adelante). Una vez en el interior de estos plexos y ganglios la fibra preganglionar puede: 1) establecer sinapsis con la célula posganglionar, o 2) pasar a un plexo o ganglio más caudal sin realizar la sinapsis. Las fibras nerviosas eferentes simpáticas (motoras) destinadas a los órganos sexuales masculinos se originan a partir de cinco plexos nerviosos prevertebrales primarios (fig. 54-10): los plexos celíaco, mesentérico superior, mesentérico inferior, hipogástrico superior e hipogástrico inferior o plexos pélvicos. El plexo celíaco tiene inte- rés en la descripción de los órganos sexuales masculinos, ya que las fibras simpáticas preganglionares pasan a través de este plexo en su camino hacia plexos más caudales. El plexo mesentérico superior descansa en la cara ventral de la aorta. Las fibras preganglionares procedentes del plexo celíaco pasan a través del plexo mesentérico superior en su camino hacia plexos más caudales. La mayor parte de las fibras simpáticas preganglionares pasa desde el plexo mesentérico superior al plexo mesentérico infe rior, aunque algunos de los nervios pasan directamente al plexo hipogástrico. El plexo hipogástrico superior es un entramado de nervios localizado distalmente a la bifurcación de la aorta. El plexo hipogástrico inferior o pélvico recibe inervación simpática desde el nervio hipogástrico. Aparte de estos cinco plexos merece la pena señalar otros dos ganglios pequeños de interés. El ganglio espermático se localiza cerca del origen de la arteria testicular desde la aorta. El ganglio espermático recibe fibras directamente desde los nervios simpáticos lumbares y desde ramos de otros ganglios. El ganglio hipogás trico (o pélvico) se localiza en la unión de los troncos nerviosos hipogástrico y pélvico. División parasimpática del SNA Las neuronas parasimpáticas preganglionares relacionadas con el sistema reproductor masculino se originan en los segmentos sacros de la médula espinal (S2 a S4; http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org 1104.e1 © E lse vi er . F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. CAPÍTULO 54 • Sistema reproductor masculino Colaboración de Ervin Jones La obstrucción ductal genital puede ser congénita o debida a una ausencia o una anomalía estructural ductal, o bien puede ser secun daria a una estenosis, una infección o a una vasectomía. La obstruc ción ductal genital se diagnostica en el 7% de los varones infértiles. Una
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