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Posmodernidad_y_adolescencias

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 Posmodernidad y Adolescencias. 
 Recuperando y creando la dimensión del tiempo y el espacio 
 
 
 Angelli, Eva 
 Altobelli, Hernán 
 Otero Ma. Eugenia (colaboración) 
 
 
… “Que las cosas escapen de sus formas 
que las formas escapen de sus cosas 
y que vuelvan a unirse de otro modo. 
El mundo se repite demasiado 
es hora de fundar un nuevo mundo…” 
Roberto Juarroz. 
Poesía Vertical, Antología 
 
 
 A modo de introducción… 
 
 Las mañanas de los viernes y la lluvia se han convertido en el escenario para desplegar 
un trabajo compartido de pensamiento de grupo. 
Este escrito arriba, producto del entramado grupal que se ha gestado, en el encuentro 
entre nosotros y en el encuentro de cada uno, con otros, alumnos de la cátedra 
Psicología Evolutiva Adolescencia II y alumnos de la Práctica Profesional Problemáticas 
Clínicas en Niñez, Adolescencia y Familia, pero sobretodo, sentimos que estos 
encuentros revelan el placer por pensar y la sensación de revisitar y reeditar 
situaciones placenteras, incrementando la producción de representaciones 
atravesadas, por un sentido histórico-libidinal acuñado
1
 en el coro grupal de nuestros 
colegas y amigos, integrantes de estos equipos de trabajo. 
 
…”Uno ya no es “uno” y lo “ajeno” es “propio” tanto como lo “propio” es “ajeno”.Y si 
esto parece poner en peligro la autonomía del sí mismo, es que se ha comprendido 
bien: no hay autonomía para sí. Sólo se es en heteronomía.” Derridá, J. 1996.
2
 
 
 
 
Algunas preguntas que balizan el camino. 
 
1 Aulagnier. P “La violencia de la interpretación” Ed. Amorrortu 
Ver conceptualizaciones de la autora sobre la constitución del proceso secundario y la actividad del 
pensar. 
2 Derrida, J “Ecografías de la televisión” Eudeba 1998 en artículo: “Entre” de Tortorelli, Ma. A. 
 
2 
 
 
¿Cómo pensar las condiciones actuales de producción de subjetividad? 
 
Nos preguntamos cuales son las condiciones sociales, en tanto productoras de 
subjetividades, que se ofrecen a los trabajos puberales-adolescentes, ahí donde la 
subjetividad debería advenir, ahí donde se construyen los otros discursos posibles, ahí 
donde la creatividad debería manifestarse en todas sus formas pincelando y 
coloreando el mundo desde la impronta personal. 
 
¿Qué se le ordena ser al adolescente cuando se le ordena ser él mismo? 
 
Nuevas configuraciones vinculares, habitan el espacio psíquico y socio- cultural, el 
estallido y desfondamiento
3
 de categorías conceptuales como: niñez, adolescencia y 
familia nos impulsa a la pregunta permanente y ávida respecto de los modos de 
constitución de procesos de historización y temporalidad, procesos de integración 
social e intercambios simbólicos. 
 
Insertos en los albores del siglo XXI, lanzados a la vertiginosidad del mundo, nos 
metemos de lleno en la paradoja de ser espectadores y protagonistas de este tejido al 
que llamamos sociedad. Lo vertiginoso como emergente de la aceleración de cambios 
suele dificultar el “amarre” de palabras que nos permitan inscribir nuestro presente 
como trabajadores en el terreno de la Salud y la Educación. Creemos necesario 
sostener esta paradoja para pensar y ensayar nuestras prácticas profesionales 
cotidianas. 
 
Plantearemos algunas líneas tomadas de autores contemporáneos que reflexionan 
acerca de temáticas actuales vinculadas a este campo. 
El objetivo de este trabajo es de apertura, en ningún momento nos aventuraremos a 
extraer conclusiones apresuradas. 
Consideramos necesario poder “jugar”, “ir y venir” mientras trazamos, siguiendo a 
Mario Wasserman, un “embandamiento” 
4
que nos habilite a pensar, crear y trabajar. 
 
 
 
 
3 Lewkowicz, I “Pensar sin estado. La subjetividad en la era de la fluidez” Edit. Paidós. 
El autor propone categorías conceptuales como: desfondamiento, catástrofe y destitución para designar la 
alteración de pensamiento actual. Si el pensamiento en tiempos estatales suponía un sistema de lo sólido, 
el actual, supone una dinámica de la fluidez, en la que dispersión, incertidumbre y contingencia 
constituyen condiciones básicas de la subjetividad contemporánea. 
4 Waserman, M conceptualiza la figura de “embandamiento” como ese espacio “entre” la madre y el 
niño, “entre” paciente y analista, “entre” aprendizaje y juego. Ver cap: 7 de “Aproximaciones 
Psicoanalíticas al juego y al aprendizaje”. Ed. Noveduc 
 
 
3 
 
 
 
Distintos desarrollos 
Algunas estaciones en el camino, para poder pensar. 
 
-Primera estación: Sujetados a la Postmodernidad. 
 
Un modo de pensar al sujeto de la posmodernidad, es verlo enfrentado a la ausencia 
de garantes simbólicos, que hasta ese momento funcionaban a modo de Gran Sujeto, 
enfrentado a la ausencia de las instancias de terceridad, suponiendo entonces un 
sujeto que ya no puede definirse en su relación de dependencia con Dios, el Rey o la 
República. 
Desde este lugar el sujeto de la posmodernidad ya no se define 
heterorreferencialmente sino autorreferencialmente, lo que no es sin consecuencias. 
 
Algunos pensadores aseguran que se ha producido una mutación antropológica: el giro 
que ha producido el capitalismo (que ya venía consumiendo cuerpos -cuerpos 
productivos, según Marx-), reduce las mentes. El capitalismo moderno ya no se basaría 
entonces en la apropiación de los cuerpos como fuerza de trabajo sino en algo que se 
presenta por las sombras, como algo que subyace implícitamente al discurso: la 
apropiación de las mentes. 
Dufour
5
 explica que lo que caracteriza el hito de la historia llamada posmoderna es que 
una parte de la inteligencia del capitalismo ha empezado a reducir cabezas, debido en 
gran parte a la extinción de las formas filosóficas del sujeto de la modernidad que le 
servían de referencia: el sujeto crítico kantiano y el sujeto neurótico freudiano. En la 
posmodernidad se abandonó toda referencia a un sistema de valores para estar libres 
a los intercambios
6
. El sujeto se ve impulsado al goce, al consumo sin trabas que se 
propone desde el discurso capitalista que “se consuma tan bien que se consume”, en 
términos de Lacan. 
 
Entonces, los intercambios no están garantizados por una potencia superior; están 
ahora garantizados por las relaciones que pueden establecerse en tanto mercancías. Es 
decir, el intercambio comercial de los objetos tiende a desimbolizar al mundo. Ninguna 
otra cuestión, ni moral ni trascendental, podrá ser un obstáculo para que las 
mercancías circulen libremente. 
 
5 Dufour, Dany Robert; “El arte de reducir cabezas. Sobre la incertidumbre del hombre liberado en la 
era del capitalismo total.” El Paidós 
6 Lyotard,J.F; La posmodernidad (explicada a los niños) Ed. Gedisa 
 El autor entendía que la posmodernidad evoca una época caracterizada por el agotamiento y la 
desaparición de los grandes relatos de legitimación, particularmente los relatos religiosos y el relato 
político. 
 
 
4 
 
 
 
Marcel Gauchet (citado por Dufour) afirma que “la esfera de aplicación del modelo del 
mercado está destinada a ampliarse mucho más allá del terreno del intercambio 
comercial”. De ser así: ¿se alteraría la función simbólica? Asistimos al nacimiento de 
otro sujeto (no nos animaríamos a llamarlo nuevo). El objeto tiene una nueva 
jerarquía: el objeto es una mercancía.Dufour propondrá que en la actualidad es necesario un sujeto precario, acrítico y 
psicotizante. Nótese que lo que se trata de marcar a partir de estas 
conceptualizaciones, en relación a la producción de un nuevo sujeto, es en un sentido 
ligado a lo filosófico en lo que hace a la construcción de la categoría “sujeto”, mas allá 
de la concepción del sujeto psicótico en tanto estructura psicopatológica aunque sin 
desconocer esta dimensión. Mas bien, sujeto psicotizante abierto a todas las 
fluctuaciones identitarias y, en consecuencia, dispuesto a seguir todas las 
ramificaciones comerciales, afortunadamente el autor expresa que “…aunque se esté 
imponiendo esta nueva forma de sujeto, no equivale a decir que todos los individuos 
van a sucumbir a ella sin combatir…” 
7
 
 
-Segunda estación: Subjetividades adolescentes, la fundación del entretiempo. 
 
Desde la historia de las subjetividades se profundiza acerca de las condiciones sociales 
que producen subjetividades con determinadas características. 
 
¿Cómo es socialmente posible la figura
8
 del adolescente como “perdido”, “pibe 
chorro”, “consumidor de paco”, “delincuente”, “marginal”, “perdido”?
9
 
 
Cuando hablamos de lo socio-cultural no sólo hablamos de un marco, de un escenario 
en donde se despliega la vida, sino más bien de aquello que hace que los sujetos sean 
sujetos de esa época, envueltos en una red de significaciones que le son propias. 
 
Nos basaremos en la perspectiva de Ignacio Lewcowicz quien plantea que las 
condiciones socioculturales en las que vivimos no componen un escenario que 
condiciona desde el exterior (sociedad) sino que es una red de prácticas que 
intervienen en la constitución misma de los tipos subjetivos reconocibles en una 
situación sociocultural específica. Estos tipos subjetivos están sostenidos en una lógica 
social que hace posible y necesario a este tipo de prácticas. 
 
7 Dufour,D.R. “ El arte de reducir cabezas. Sobre la incertidumbre del hombre liberado en la era del 
capitalismo total.” Ed. Paidós. 
8 Una figura instituída es un efecto de prácticas sociales productoras de subjetividad y a la vez es 
universalmente reconocida. 
9 Basta con hojear diarios y revistas, escuchar la radio o ver la TV para comprobarlo. 
 
5 
 
 
No contemplaremos exclusivamente los factores sociales que llevan a la adolescencia a 
“descarrilarse”, a “violentarse” sino a las prácticas sociales de constitución de una 
subjetividad en la que este tipo de adolescencia es posible desde el vamos. No pasa 
por la realización coyuntural de estas características sino por la existencia misma de 
esa posibilidad. Importan las condiciones sociales que producen subjetividades 
adolescentes amenazadas de caer en la violencia, la marginalidad y en el abismo de la 
segregación. 
 
Contracorriente del sentido común, ese razonamiento construido a partir de 
percepciones compartidas por el grupo cultural de pertenencia
10
, abordaremos los 
fenómenos desde una esencia situacional y no sustancial. 
La producción de subjetivación es una operación capaz de intervenir sobre la 
subjetividad y sobre el lazo social instituido. 
Es una operación crítica sobre la subjetividad instituida, que consiste en convertir una 
determinación en situación. 
 
¿Qué significa pensar con una estrategia situacional? ¿Qué significa subjetivar? 
 
Significa poder pensar y fundar una lógica sin que remita a otra (estatal o mercantil). 
La lógica actual produce fragmentación, subjetividades fragmentadas, vacías de 
significación. 
 
Adrian Grassi, plantea la producción de subjetividad como “…la acción de dar sentido, 
de significar y poner una marca de origen (firmar) un proceso de metabolización. Dar 
un sentido personal…acompañado del acto que siempre implica”. El “yo debe devenir”, 
como trabajo de transformación propio de la subjetividad… yo como movimiento en 
intercambio con el Ello, con el mundo exterior, con los otros…esa es la producción 
subjetiva, devenir Sujeto…”
11
 
 
Producción de subjetividad. ¿De qué se trata? Asentamiento de un espacio y un 
tiempo situacionales, autónomos. Espacio y tiempo como fundación local, su 
existencia se desprende de la producción misma. 
 
10 Bonaparte P. R, antropólogo. “La mirada del marciano. Ensayos sobre problemáticas humanas”. 
Oficina de publicaciones del CBC. UBA 
Kaess, R. desarrolla el concepto de “Signos de distinción grupal” en relación a las marcas de pertenencia 
que se establecen en el contexto de grupo y el grupo como promotor de referencias identificatorias. Ver: 
“Transmisión de la vida Psíquica entre generaciones” Ed. Amorrortu. 
11 Grassi, A: “Niñez, Adolescencia, nuevos paradigmas, sus nombres y escrituras” en “Entre niños, 
adolescentes y funciones parentales. Psicoanálisis e Interdisciplina.” Ed. Entreideas. 
 
6 
 
Demarcar, producir, habitar un tiempo y un espacio creando subjetividad que al 
tiempo que lo crea, lo habite. Situación que se crea y crea la subjetividad habitante. 
Marca personal. Pasaje de subjetividades fragmentadas a subjetividades situacionales. 
 
Insertos en la fluidez, fragmentación… nos preguntamos: 
¿Cuales son los parámetros que organizan esta experiencia? 
¿Qué estrategias hay para conducirse en ella? 
La velocidad y la aceleración son modos de estar en la fluidez. Son los rasgos del sujeto 
contemporáneo. 
 
¿Qué hay del trabajo de historización, tarea reorganizadora del yo planteada por Piera 
Aulagnier
12
, dónde hay que construirse un pasado, para poder construir un futuro? 
¿Qué hay de la categoría de juventud, en tanto espacio psíquico en donde el tiempo 
deviene proyecto, pensada por Silvia Bleichmar? 
13
 
 
Nos encontramos entonces con subjetividades que se constituyen en la superficie de 
escenarios fluídos
14
 y movedizos. 
La dimensión de futuro se des-dibuja cuando las prácticas de consumo, el discurso 
massmediático, atraviesan silenciosamente, penetrando de un modo persistente y 
tenaz en la cotidianeidad. 
Nuevos rasgos se producen en la subjetividad actual, rasgos des-ligados a las funciones 
tradicionales de la familia o la escuela. 
 
En estos espacios intrapsíquicos e intersubjetivos cohabitan silenciosamente los niños 
y adolescentes, produciéndose. 
De acuerdo con A. Grassi, acercarse al “entretiempo” puberal adolescente como un “… 
trabajo de frontera… momento de revisitas- repeticiones- nuevas salidas- nuevas 
inscripciones… como estación de recambio”
15
, resitúa las coordenadas de espacio y 
tiempo. 
 
Tiempo y espacio necesarios para poder metabolizar aquello heterogéneo, trabajo 
psíquico mediante. Tiempo y espacio necesarios para que la dimensión de la pregunta 
se despliegue como movimiento instituyente dando lugar al alojamiento del sin 
 
12 Aulagnier. P “Construír(se) un pasado” en Revista Apdeba sobre Adolescencia, 1989. 
13 Bleichmar, S “La difícil tarea de ser jóven” en Dolor país y después…” Edit. Del Zorzal 2007. 
14 La “liquidez” o la “fluidez” son metáforas empleadas para aprehender la naturaleza actual de la época 
actual. Los fluidos se desplazan con facilidad. Fluyen, se derraman, se desbordan, salpican, rocían, 
emanan, gotean, inundan, a diferencia de los sólidos, no es posible detenerlos fácilmente. La 
extraordinaria movilidad de los fluidos es lo que los asocia con la idea de levedad. Los fluidos, no se fijan 
al espacio ni se atan al tiempo. Ver: Baunman, Zygmunt: Modernidad liquida. Ed. Fondo de Cultura 
Económica. Mexico.2009 
15 Grassi, A “Adolescencia, reorganización y nuevos modelos de subjetividad” en “Entre niños, 
adolescentes y funciones parentales. Psicoanálisis e Interdisciplina” Ed. Entreideas. 
 
7 
 
sentido, de lo novedoso, al advenimiento de una subjetividad capaz de agujerear la 
frontera del instituido. Justamente se tratade recuperar la dimensión del tiempo y el 
espacio para representar y representar-se. 
 
-Tercera estación: La pluma de René Kaes, dibuja el Preconciente. 
16
 
 
….”He dado el nombre de “intersubjetividad” a la estructura dinámica del espacio 
psíquico entre dos o varios sujetos. Este espacio común, conjunto, compartido y 
diferenciado comprende procesos, formaciones y una experiencia específicos, a través 
de los cuales cada sujeto se constituye, en una parte que concierne a su propio 
inconciente. …”Un proceso de subjetivación hace posible devenir Yo, un Yo que piensa 
su lugar de sujeto en el seno de un Nosotros…” 
René Kaes, 2010.
17
 
 
Siendo uno de los sistemas del aparato psíquico el preconciente aparece, desde el 
punto de vista metapsicológico, regido por el proceso secundario y separado del 
inconciente por la censura, que no permite que los contenidos y procesos inconcientes 
accedan al Prcc sin experimentar transformaciones (la figurabilidad en el sueño, por 
ejemplo, está ligada a la censura que opera entre Prcc-Icc) 
 
El proceso secundario tiene un papel fundamental, ya que cumple una función 
reguladora para el proceso primario, transforma los contenidos que están asociados a 
él en una estructura inteligible. Liga y sostiene operaciones del pensamiento de vigilia, 
la atención, el juicio y la acción controlada. 
Al Prcc se liga entonces la capacidad asociativa e interpretativa. 
 
En el otro extremo también debe considerarse su conexión con el polo motor del 
aparato controlando el acceso a la conciencia y a la motilidad, este es su componente 
cenestésico. 
En la segunda tópica freudiana, el Prcc está vinculado al yo, es el lugar de las 
inscripciones del lenguaje. El Prcc protege al yo de las representaciones Icc peligrosas 
en exceso. 
 
Se enuncian, en Freud, los componentes de la representación palabra asociados al 
sistema Prcc y a este punto están asociadas las diferencias entre el sistema Icc y el 
Prcc, en tanto en este ultimo la energía se presenta como energía ligada (al lenguaje 
 
16 Para profundizar estas ideas ver: 
Kaess, R “La palabra y el vínculo. Los procesos asociativos en los grupos”. Ed. Amorrortu 2005. 
 “El grupo y el trabajo del preconciente en un mundo en crisis.” 
 Congreso Internacional de Psicoterapia de Grupo. Bs. As 1995. 
17 Kaess, R “Un singular plural. El psicoanálisis ante la prueba del grupo.” Ed Amorrortu 
 
8 
 
verbal). Kaes dirá que, además de estos componentes, habrá que considerar la 
dimensión intersubjetiva. 
 
Para Kaës, el Prcc tiene como condición inscribirse en la intersubjetividad. Es 
fundamental la función del otro en la formación de esta instancia. 
Estas funciones caracterizan al Preconciente como un aparato de ligadura de la 
pulsión, del sentido y del vínculo. 
 
El trabajo de preconciente del otro, es decir, la actividad de puesta en vocablos y 
palabras dirigidas a otro le proporciona las condiciones de una reactivación de la 
actividad de simbolización. Es un trabajo psíquico de la intersubjetividad: Otro u otros 
pueden, en ciertas condiciones realizar un trabajo de ligadura y transformación que a 
un sujeto le es inaccesible en ese momento. Algunos de los sujetos pueden encontrar 
apuntalamientos para su propia actividad representacional.
18
 
 
Recapitulando: la actividad del Preconciente debe ser considerada como una función 
intersubjetiva: la capacidad de alojamiento, de contención, de significación y de 
transformación, interpretación que caracteriza la actividad del Prcc tiene como 
condición algunas cualidades del Prcc de los otros
19
. 
 
Como des-enlace…algunas estaciones que trazan lazos. 
 
 …Una mano se abre y suelta a cielo abierto un globo, 
habitando allí, la palabra: esperanza
20
 
 
 Pensaremos al entretiempo puberal adolescente como un espacio y tiempo que debe 
construirse, habitarse, para poder trabajar. Realización de ciertos trabajos psíquicos 
como: identificación, desidentificación de lo parental, apropiación de las 
transformaciones- metamorfosis del cuerpo, simbolización del trauma puberal, 
exploración de lo social, del cuerpo, del otro sexo, ensayos originantes, pasaje del yo 
ideal al ideal del yo, construcción del proyecto identificatorio… 
Trabajos para los que es necesario un tiempo y un espacio en la fluidez. 
El entretiempo puberal adolescente como potencialidad creadora de subjetividad, 
empleando las palabras de A. Grassi, “en red-(ada) con el cuerpo, con la historia, con la 
genealogía….”
21
 
 
18 Kaess, R “ La palabra y el vínculo.Los procesos asociativos en los grupos”.Ed.Amorrortu 
19 Función meta preconciente que ya debe estar constituída por lo menos en otro en Kaes,: “El grupo y el 
trabajo del preconsciente en un mundo en crisis”. 
20 Aulagnier, P conceptualiza “pensar la esperanza”, como aquello venidero y ausente a la vez., 
confrontarse con lo nuevo acordándole otros sentidos. Ver: Levín de Said, A.D “ El sostén del ser” 
Ed Paidós. 
 
9 
 
 
Propiciar condiciones para habitar este entretiempo es nuestra tarea. Como 
educadores y profesionales de la salud consideramos que las intervenciones que 
realicemos deben tener este horizonte: tiempo y espacio para la producción de 
subjetividad. Para la creación de un sin-sentido, una desaceleración, que genere marca 
de tiempo y espacio en la liquidez. 
 
Proponemos pensar la posibilidad de promover entramados intersubjetivos, 
pensamiento de grupo, donde puedan establecerse las condiciones para 
preconcientizar. 
 
La intersubjetividad requiere del establecimiento del preconsciente y el grupo permite 
tener acceso al mismo, pues este implica intersubjetividad. 
Tomando las afirmaciones de Käes, “el grupo es el lugar en el cual emergen y se 
transforman las relaciones de identidad y alteridad, es el topos intersubjetivo del 
preconsciente”.
22
 
 
Hasta aquí hemos compartido el recorrido de caminos conceptuales y teóricos que nos 
han ido llevando a discutir, a ver y revisitar conceptos, a permitirnos 
fundamentalmente el ejercicio del pensar. 
 
 El final del trayecto nos acerca a un nuevo empalme donde se abren una multiplicidad 
de caminos que invitan a ser transitados. 
 
A diario, nos vemos seducidos por la idea de que la historia nos determina, de sentir el 
peso de la indefensión sufriendo las penurias de la imposibilidad, y tal vez sea 
momento de asumir la responsabilidad de construirnos como sujetos activos en el 
ejercicio del pensamiento y de la reflexión crítica, de entender que es posible y 
necesario diseñar nuevas formas, nuevas herramientas que rompan la cristalización de 
los conceptos y las ideas. 
 
Se trata de des-naturalizar, de entender la historia como una construcción, de 
comprender que mientras haya vida la historia siempre está por re-escribirse, se trata 
de ser, militantes de la esperanza. 
 
 
 
 
 
21Grassi, A “Adolescencia, reorganización y nuevos modelos de subjetividad” en: “Entre niños, 
adolescentes y funciones parentales. Psicoanálisis e Interdisciplina” Ed. Entreideas. 
22 Kaess, R “La palabra y el vínculo. Los procesos asociativos en los grupos”. Ed. Amorrortu 
 
10 
 
 
 
Bibliografía: 
 
 
Aulagnier, Piera “La violencia de la interpretación”. Ed Amorrortu, 1991 
 “Construír(se) un pasado”. Revista Apdeba, 1989 
 
 
Bleichmar, Silvia “Dolor país y después…” Ed Del Zorzal, 2007 
 
 
Bonaparte, Pablo Rafael “La mirada del marciano. Ensayos sobre 
 problemáticas humanas” Of. Publicaciones 
 CBC. UBA.Derridá, Jaques: “Ecografías de la televisión.” Eudeba, 1998. 
 
 
Dufour, Dany Robert: “El arte de reducir cabezas. Sobre la incertidumbre 
 del hombre liberado en la era del capitalismo 
 total”. Ed Paidós. 
 
 
Grassi, Adrián: “Entre niños, adolescentes y funciones parentales. 
 Psicoanálisis e Interdisciplina”. Ed EntreIdeas, 2010. 
 
 
Kaess, René: “La palabra y el vínculo. Los procesos asociativos en los 
 grupos”. Ed. Amorrortu. 2007 
 
 “El grupo y el trabajo del preconciente en un mundo en 
 crisis”. Congreso Internacional de Psicoterapia de Grupo. 
 Bs. As 1995. 
 
 “Un singular plural. El psicoanálisis ante la prueba del 
 grupo” Ed. Amorrortu, 2010. 
 
 
Levín de Said, Ana Delia: “El sostén del ser” Ed. Paidós 
 
 
11 
 
 
 
Lewkowicz, Ignacio: “Pensar sin estado. La subjetividad en la era de la 
 fluidez” Ed. Paidós, 2004. 
 
 
Lyotard, Jean. F: “La postmodernidad (explicada a los niños)”. 
 Ed Gedisa. 
 
 
Tortorelli, Ma. Alejandra: “Entre” Artículo. 
 
 
Waserman, Mario: “Aproximaciones psicoanalíticas al juego y al 
 aprendizaje”. Ed. Noveduc, 2008

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