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Winnicott-La flia y el desarr del indiv

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L a rc l& c ics ú d d a .1 d e u n a m adre co n su bebé
LA PAREJA MADRE-LACTANTE
E n u n estudio de la relación que existe entre una madre y su 
Bebé, es necesario examinar por separado aquello que es privativo 
de la madre y lo que está comenzando a desarrollarse en el niño. 
S e dan aquí dos'clases distintas ce identificadón: k de k madre/ 
con su hijo y el estado.de identificación de éste con k madre. La 
madre aporta a k situación una aptitud desarrollada, mientras 
que el niño se encuentra en ese estado porque es así como co­
mienzan las cosas.
Observamos en la mujer embarazada; una medente idsnáa- 
cadón con el niño, a quien ella asoda con la imagen de un 
"objeto interno*’, un objeto que la madre imagina se hz estable­
a d o dentro de su cuerpo y que pertenece allí a pessr de todos' 
los elementos adversos que existen también en ese ámbito. El 
bebé significa también otras cosas para la fantasía inconsciente de 
; la madre, pero tal vez el rasgo predominante sea la disposición y k 
1 capaddad de k madre para despojarse de todos sus intereses per- 
’ sonales y.concentrarlos en el bebé; aspecto.de k actitud materna ■ 
que be denominado "preocupadón materna primaria”.
E n mi opinión, esto es lo que otorga a la madre su capaddad- 
.especial para hacer lo adecuado: ella sabe exactamente cómo se 
siente el niño. Nadie más lo -sabe, ya que les médicos y tas en­
fermeras tal vez tengan muchos conocimientos de psicología y, 
desde luego, son duchos en lo que se refiere- a k salud y k en­
fermedad corporal, pero no saben cómo se siente un bebé a cada 
minuto porque están fuera de esta áxea de experiencia.
Hay dos dases de trastornos matemos que pueden afectar 
esta sítuadón. En,.un extremo, tenemos . a la madre cuyos míe- 
. reses personales son demasiados compulsivos como para abar,do-- 
narlos, lo cual le . impide sumergirse- en ese extraordinario estado;
d, v i, v m tm c c r r r
:que casi'parece una enfermedad, aunque . constituya. un signo de: 
■saína.- En el,.otro extremo, tenemos a la madre que tiéndela ■ 
estar pdtmanéqícmente preocupada , por algo, y - el niño se'con­
vierte entonces en su preocupación 'patológica.¡ Esta madre tal 
ves cliente, con una especial capacidad para prestarle su propio 
self al niño, pero {qué sucede en definitiva? Es' parte del proceso 
normal que la madre recupere su interés por sí misma, y que lo 
Baga a medida que- d niño vaya siendo capaz de tolerarle. La 
madre; patológicamente preocupada nó sólo sigue estando, i den? 
tífica dL con su hijó durante un tiempo d oirás la do ■ prolongado, 
sino que además, pasa muy Bruscamente de l i preocupación por 
el bebé a su preocupación previa.
La forma en que la madre normal supera este estado de- 
preocupación per el bebé equivale a una suerte de destete. EL 
primer tipo de madre enferma no puede destetar al niño porque' 
éste ruanca la tuvo realmente, de modo que no .corresponde aquí 
■rabiar ¿a destete; ci orto tipo de madre enferma no. puede des­
tetado, o tiende a ucearlo en .íonna. demasiado brusca y. sin tener 
en cuenta k necesidad que re. va desarrollando .gradualmente em 
d. niño de ser ¿esterado.
Sí mamijuimoc nuestra propia kbor terapéutica con niños 
en con trames situaciones r.r-raléks a éstas. Los niños que aten­
demos, en la medida en que necesitan recurrir a la terapia, estén 
aaavemrvdo fases en íes que maroceden y vuelvan a experimentar 
( o experimentan por p arnera voz con nosotros) las relaciones 
tempranas que re fueron ter i'fasto rica en su historia pecada. Po­
demos Mentíficamos con. ¿los cal como lo madre lo hace con su 
hijo, en forma tsmpw.rk paro eoroplea.
-Pisases terreno Sema. cuando .pc.nsrmos en ■■ íéntimcs do ■ lo­
que.. Ies ■ ocurra a-Ies progenitores, ■ nuírufras ■ que - cuando milenio- -- 
narac-s. actem de vn i~síir„ío rnertemni nos empantanamos en la­
tearía, nos rtmergirctos as. una moscoJarán de-sores humanos’ y 
de- anímales- --De hecho, k mayoría de los animales manejan 
■estos problemas iniciase üe b maternidad con barrante eficacia 
y, en iar primeras etapas doí proceso evolutivo, los reflejes y las 
repuestas instintivas rimpk-s son suficientes. , Pero, de alguna 
m o tó , las madres y ío? keh&. humanos tienen -cualidades Im- 
' ume y es precito remo t ar i stambién tienen reflejos e insíin-
feroces, pero í-mb steuruQ describir a les seres -humanos en 
témünos de lo que n-.-ma cu ce; *”i con ios animales.
ib - impórtente destacar, aunque quizás res oh... obvio que 
.cuando ■ la. .madre se. encuentra, en:.el estado- que -■ acabo -de ■ des­
cribir, es .sumamente vulnerable*-- Esto, no ...siempre se advierte, 
porque, por lo común se forma una--especie de círculo de proteo-
3 0 '-
,dón en tomo de. la madre, organizado quizás por su compañero. 
Estos fenómenos secundarios pueden aparecer naturalmente en 
tomo de un embarazo, lo mismo que. el éstado especial» de la 
madre parece, rodear, al ..niño. Sólo miando* estas fuerzas proteo-, 
toras naturales de protección dejan de funcionar, podemos per- 
■ dbir hasta qué punco es vulnerable la madre. Aqüí -enfrentamos 
un tema muy importante que se relaciona con el. de los .trastornos 
mentales llamados, puerperales, que'suelen. áfectar.a/las: mujeres. 
A algunas nuijeres.no sólo les resulta difídí desanudar esa preo- 
cupadón materna primaria, sino que también la vueltaea una 
actitud normal, frente a ja dría y: al sclf puede, provocar una en­
fermedad clínica,' atribuibte en dería medida, a la ansenda o- 
falta de la envoltura protectora, de eso que permite a la madre 
volcarse hada dentro y desentenderse de todo peligro extemo, 
al tiempo que se encuentra concentrada en esa preocupadóo 
maternal.
l a m a m u ja y e l d e s a b s o l l g b e l n r o r v p a o 31
LA IDENTIFICACION DEL MISO CON LA ALADRE
Al examinar el estado-de identífimdón dd. iuño:-me refiero' 
al niño redén nacido, o que tiene-.-unas-,pocas ..semanas....o,.meses 
de vida. Un bebé de seis meses está saliendo ya de Ja etapa 
que examinaremos ahora.
El problema es tan delicado y complejo que nuestras refle­
xiones resultarán estériles si no partimos de la base de que 'el’ 
<nmo.cn cuestión tiene- una madre sufidentementes-'buensir^Sólo 
si es asi;. si niño mida un proceso de desarrollo que .es personal 
y real. Si la actitud nzzterrn no es lo bastante buena, el niño 
se convierte en un conjunte! ¿e reacciones frente a los choques, 
y el verdadero reír dd riño do llega a formarse o queda oculto 
tras un fideo sdy que se somete.a los golpes del mundo.y en 
general trata de evitarlos.'
Dejaremos do lado esta complica don y consideraremos al niño. 
que ¿ene une madre bastante buena y que realmente se inicia 
en este proceso. Yo diría que; eí yo.de este niño es .a.In. vez 
.débil y fuerte, todo depende de la capaddad de la madre para 
■propordonar apoyo d yo del niño. El yo de te madre está sin­
tonizado con el del niño y site puede darte apoyo si logra orien­
tarse hada su hijo en h forma que ya he reseñado parcialmente.
Cuando te pareja madre-bebé £ undena bien, el yo.-dcl niño 
es.muy fuerte,...porque está apuntalado entortes los aspectos. El 
yo reforzado y, por lo tanto, fuerte del niño puede, desde muy 
temprano, organizar defensas y desarrollar patrones' que son per-
señales y que ostentan visiblemente las huellas de las tendencias 
hereditarias. Esta, descripción del yo como débil y fuerte se 
aplica también a aquellos casos en que un paciente (niño o adul­
to) tiene una acritud regresiva y dependiente en 3a situación 
terapéutica; con todo, aquí lo que me propongo es describir al 
niño. Es precisamente este'.'niño .con un yo fuerte gracias- al-n-poyc' 
yoko de h" madre- el" que/'se"' convierte desde temprano-'-err SÍ' 
mismo; ¡real y verdaderamente. Cuando el apoyo, y o ico ck -k . rnss 
che no .existe, esdébil o tiene altibajes, el niño río puede desarxo- 
' darse -en. forma personal, y entonces; el-‘ desarrollo está condideti 
riado, domo yd hice notar, más por tina serie de'teaedones-fíente 
a las Mías ambientales que por las ¿agencias internas- y- les fset­
teres genéricos. Los niños que reciben .una. atención, adecuada 
. son Sos que con mayor rapidez se afirman como personas,. cada 
' una de ks oíales es distinta de tocas las demás cristcnres en k 
' actualidad o en el parado, mientras que ios bebés que reciben 
un apoyo ydco inadecuado o patológico tienden a parecerse en 
cuanto a los patrones de conducto, (inquietos, suspicaces, apáti­
cos, inhibidos, sometidos). En. k sítuedón terapéutica de cui­
dado infantil a menudo so tiene k satisfacción de ver surgir a un 
niño como individuo per primera vez en su vida. .
■ Este aspecto teórico es.necesario a -fm.de Uegas -al.-mundo. de 
: los bebés,...un lugar extraño, ..donde rxxhi .se ha sayofado - aún-cottíb 
! uc-yc-, de modo que.íodhvíb mu existe v-n yo. Aquí ,kúidentiE- 
j catión es el. punto de partida dd niño. No es r;ue se identifique 
t coa k madre, sino m¿> bien que no conoce a una madre ni. oV 
jetos externes; e Incluso esta formulación es eirónea porque toda­
vía no. csdste un rúf. Caí os ti ;cir que d M á -dl niño-.en csur 
etapa-temprana sólo existe en-potencia; cuando raí individuo re­
gresa & este estado,. sa fusiona con el self de k madre. Eitseíf? 
infantil aún no se ha formado- de modo que no puede derirse que 
esté fusionado, peto lo; recuerdos y las capéela ¿vas pueden- co~ 
merizar a acumularse y e - tormo: focar. Debemos recordar que 
estas tiesas sólo ocurren cuando d yo dd ciño es fuerte porque 
se lo ha robustecido.
! Ai examinar este estado íuisuril debernos retroceder un. paso 
más de 3o- que habitualíncnto hacemos. Por ejemplo,. poseemos 
conocimientos acerca de 3a dcriníegracióís, y esto nos permite pa­
sar fácilmente a k idea de integración. Pero en . este contexto 
necesitamos un. término temo rvo-irJSgrecion a fin de expresar 
lo que queremos decti. Asimismo, conocemos también k desper- 
sonalización, de k cual pasamos sin dificultad ::: la idea de que 
existe un proceso por el cual uno se transforma en una persona, 
se establece una unidad entre el cuerpo o las fundones corpo-
3 2 ■ Di W. WINN1COTT
tales y la psíqub (sea cual fuere e¡ significado exacto de esto). 
Pexo al considerar’ el crecimiento temprano, debemos pensar que 
el niño, aún no tiene problemas en este sentido, pues en esa etapa 
fe priquís apenas si está comenzando ¡r elaborarse en tomo del 
funcionamiento corporal.
También conocemos ¡as relaciones objétales, y de allí llégame;
. sin el menor problema a la idea de un proceso que permite esta* 
biecer fe capacidad; para relacionarse con' objetos. Pero aquí es 
necesario pensar en una situSdón preda, jen la que el'concepto 
de objeto aún*;no -tiene significado para' el niña, aunque éste 
| experimente ya j satisfacción 4 relacionarse,' con algo qué’ nosotros 
vemos como un objeto, o qut podríamos, llamar objeto 'patdaL 
Estas cuestiones muy arcaicas comienzan a funcionar cuando 
fe madre, identificada con su bebé, puede y quiere proporcio­
narle apoyo en el momento preciso en que aquél io requiere.
LA FAMILIA Y EL BESARE-OLIO DEL ÍIÍCÍVIDOO 33
LA FUNCION MATERNA
A partir de estas consideraciones es posible agrupar en tres 
categorías la fundón de una madre suficientemente buena en 
las primeras etapas de vida de su hijo:
I) Sostenimiento (Holding).
II) Manipulación.
HI) Moscradón de objetos.
I) La forma en que la madre toma en sus brazas ai bebé está 
muy relacionada con su capaddad para identificarse con él El 
hecho de sostenerlo de manera apropiada constituye un factor 
básico del cuidado, cosa que sólo podemos precisar a través de fes 
reacciones que susdta cualquier deficiencia en este senado. Aquí 
cualquier falla provoca una intensa angustia en .el niño, puesto 
que no hace sino cimentar:
fe sensación de desintegrarse, 
la sensación de caer interminablemente, 
d sentimiento de que la realidad externa no puede «serse 
como raaseguradÓn,
y otras ansiedades que en general se ¿escriben como "yti­
cé ticas”.
II) La manipufedón contribuye a que se desarrolle en el 
niño una asociación psícosomátíca que fe permite percibir lo 
"real" como contrario a lo "irreal”. La manipufedón defíaente
3 4 E. W, WTOKXCCXT
milita contra el desarrollo del tono muscular y contra lo que lla­
mamos "coordinación", y también contra la capacidad del niño 
para disfrutar de la experiencia d d funcionam iento corporal y de 
la experiencia de ser.
HI) mostración de objetos o realización (esto les, hacer 
■ real el impuiso crcauvo del nao) promueve en a- hoo¿ la capa" 
ádad de rékdcnarse con objetos.. Las fallas en este sentido blo­
quean el desarrollo de la capacidad del niño para sentirse real 
al relacionarse con el mundo concreto de los objetos y íes fenó­
menos.
£n síntesis, el desarrollo es prqducro .de. ia herencia de un 
■proceso de' maduración, y de ík acüuiuladóti de experiencias de 
vida, pero no riese lugar a menos que se cuente con un. medio 
favorable. Dicho medio tiene al comienzo una importancia ab­
soluta, y más tarde sólo relativa, y es posible describir el curso 
del desarrollo en términos de dependencia absoluta, dependencia 
relativa y tendencia a la independencia.
RESUMEN
He intentado describí! aquí la relación madre-bebé, pero sobre 
todo en lo que atañe a este ultimo, .en quien lo que encon­
tramos no es en realidad una identificación, sino algo no orga­
nizado que se va organizando en condiciones sumamente espe- 
. dalizadas y va separándose gradualmente de la matriz favorable.
; Esto es lo que se forma en el vientre y lo que gradualmente 
evoluciona basta convertirse en un ser humano. Pero no es algo 
que pueda llevarse a cabo en un tubo de ensayo, por grande que 
¿te sea. Somos testigos, si bien no oculares, de la evolución de 
la experiencia inmadura de la pareja formada por el lactante y 
■ su madre, una sociedad madre-bebé «a la que la primera, en. 
¡virtud de una suerte dé identificación, se pone en contacto con 
: el estado original de indiferendadón del niño. Sin ese estado 
' especial de la madre al que me be referido aquí, el niño no puede 
salir verdaderamente de su estado original, y lo que puede su­
ceder entonces, en el mejor de los casos, es el desarrollo de un 
falso self que oculta t posible vestigio de un verdadero self.
En nuestra labor terapéutica son incontables las veces en que 
nos encontramos ligados a un pariente; pasamos por una fase en 
la que somos vulnerables (como lo es' la madre) debido a esa 
participación nuestra; nos identificamos con el niño que depende 
temporariamente de nosotros en grado alarmante; observamos có*
LA 3PAM2XJA V jEJ*
rao el niño se va desprendiendo de su falso reí/; presenciamos d 
comienzo de un verdadero re//, un se// verdadero con un yo que 
esputare ..¡j.-im. tal romo 3o I'-ice la inrdt.» con m bebé, hemos 
podido propordonarie apoyo yoico. Si to&> sal.-, bien, tal vez 
descubrir eraos que un niño ha surgido, un niño cuyo ■, o. pueda 
organizar sus propias defensas contra las ansiedades inherentes a 
los .impulsos y las experiencias del ello. Un "nuevo" ser está 
naciendo, merced a nuestro trabajo, un verdadero ser humano 
capaz de tener unk vida independiente. La -tesis que propongo 
aquí es quejo que; hacemos en la terapia equivaje a un intento 
de imitar eb procesq naturj que caracteriza la conducta de cual­
quier madre con respecto a;su propio bebé. Sí estoy, en lo cierto, la 
pareja madre-bebé es la que puede proporcionarnos los principios 
básicos para fundamentar nuestra labor terapéutica, cuando íxa- 
, taraos niños cuyo temprano contacto con la madre fue deficiente 
o se vio interrumpido.

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