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Nutrición clínica I Unidad 2 Nutriología en enfermedades metabólicas con trastornos de los lípidos, proteínas y glándulas tiroides Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 2 Nutrición clínica I Nutriología en enfermedades metabólicas con trastornos de los lípidos, proteínas y glándulas tiroides U2 . Nutriología en enfermedades metabólicas con trastornos de los lípidos, proteínas y glándulas tiroides Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 3 Nutrición clínica I Nutriología en enfermedades metabólicas con trastornos de los lípidos, proteínas y glándulas tiroides U2 Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 4 Nutrición clínica I Nutriología en enfermedades metabólicas con trastornos de los lípidos, proteínas y glándulas tiroides U2 Índice Presentación ........................................................................................................... 5 2.1 Trastornos de Lípidos ........................................................................................ 6 Criterios diagnósticos de un paciente con dislipidemia ...................................... 7 Semiología de un paciente con dislipidemia ....................................................... 9 Manejo nutriológico de las dislipidemias........................................................... 11 2.2 Trastornos de Proteínas .................................................................................. 23 Metabolopatías congénitas de los aminoácidos ............................................... 25 2.3 Manejo Nutriológico en el hipo e hipertiroidismo ............................................. 32 Cierre de unidad .................................................................................................... 37 Actividades ............................................................................................................ 37 Fuentes de consulta .............................................................................................. 38 Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 5 Nutrición clínica I Nutriología en enfermedades metabólicas con trastornos de los lípidos, proteínas y glándulas tiroides U2 Presentación Las enfermedades metabólicas con trastornos de los lípidos, proteínas y glándulas tiroides, que se estudiaran en esta unidad son parte de una serie de enfermedades que han transformado el panorama epidemiológico actual en nuestro país, al convertirse en las primeras causas de mortalidad de los adultos. Debemos recordar que la Nutriología es la piedra angular en el tratamiento de estas enfermedades y lo primero que hay que efectuar es establecer un diagnóstico nutricional integral para establecer juicios clínicos a través de la semiología y poder definir la terapia nutricional más oportuna y eficaz, lo que permitirá estudiar y desarrollar ciertas habilidades y destrezas, que nos facilite hallar la información necesaria para la formulación de distintas hipótesis diagnósticas y terapéuticas, en el manejo y solución de casos clínicos nutricionales en estas enfermedades con trastornos de macronutrimentos y enfermedades de las glándulas tiroides. Está unidad está estructurada para indagar casos clínicos problematizados, con un análisis la terapia nutriológica, por lo que lo que permitirá ofrecer el manejo nutriológico adecuado y eficaz, a través del diagnóstico semiología y tratamiento. La Unidad 2 se llama Nutriología en enfermedades metabólicas con trastornos de los lípidos, proteínas y glándulas tiroides, está constituida de la siguiente manera, como lo muestra la siguiente figura: Nutriología en enfermedades metabólicas con trastornos de los lípidos, proteínas y glándulas tiroides 1.1Criterio Diagnóstico. 1.2Semiología 1.3 Tratamiento 1. Transtronos de Lípidos 2.1 Criterio Diagnóstico 2.2 Semiología 2.3 Tratamiento 2. Transtornos de Proteínas 3.1 Criterio Diagnóstico 3.2Semiología 3.3 Tratamiento 3. Glándulas Tiroides Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 6 Nutrición clínica I Nutriología en enfermedades metabólicas con trastornos de los lípidos, proteínas y glándulas tiroides U2 2.1 Trastornos de Lípidos Las Dislipemias se refieren genéricamente a una elevación de los niveles plasmáticos de colesterol y de triglicéridos, o de ambos a la vez, mientras que las hiperlipoproteinemias se deben a elevaciones concretas de quilomicrones (VLDL, IDL, LDL y HDL), aunque en la actividad asistencial cotidiana se utilicen estos. Las dislipidemias son un conjunto de enfermedades que tienen en común la presencia de concentraciones anormales de lipoproteínas sanguíneas. Estas enfermedades son asintomáticas, por lo que en la práctica clínica se realiza el diagnóstico midiendo la concentración de lípidos en la sangre: colesterol total, colesterol HDL y triglicéridos. De la anormalidad de estas grasas se infieren las lipoproteínas que pueden causar esta anormalidad para identificar la etiología probable. Los lípidos son macromoléculas que se dividen en lípidos simples (ácidos grasos) y complejos (colesterol y triglicéridos). Además de servir como fuente de energía, son precursores de hormonas, de ácidos biliares, mensajeros celulares y componentes de las membranas celulares. Los lípidos son hidrofóbicos, por lo que para su transporte y catabolismo se unen a proteínas específicas llamadas apoproteínas; a esta unión de moléculas se le llama lipoproteína como lo muestra la figura 1. Figura 1 clasificación de las lipoproteínas Las lipoproteínas se dividen en quilomicrones, lipoproteínas de muy baja densidad o VLDL, lipoproteínas de baja densidad o LDL, lipoproteínas de densidad intermedia o IDL, y lipoproteínas de alta densidad o HDL. Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 7 Nutrición clínica I Nutriología en enfermedades metabólicas con trastornos de los lípidos, proteínas y glándulas tiroides U2 Las hiperlipemias se clasificaron inicialmente en 1967 por Frederickson, según el comportamiento electroforético y basándose exclusivamente en su fenotipo sin ocuparse de la expresión clínica. Esta clasificación fue modificada por la Organización Mundial de la Salud; según la clasificación de Frederickson es una realidad única enfermedad (tabla 1). De igual manera, un mismo fenotipo puede responder a etiologías diferentes y tener pronósticos e implicaciones terapéuticas distintas. Clasificación de las hiperlipidemias de Fredrickson Fenotipo Anormalidad de las lipoproteínas Resultados Tipo I Elevación de quilomicrones Gran elevación de triglicéridos Tipo IIa Elevación de LDL Elevación de colesterol Tipo IIb Elevación de LDL y VLDL Elevación de colesterol y triglicéridos Tipo III Elevación de IDL Elevación de colesterol y triglicéridos Tipo IV Elevación de VLDL Elevación de triglicéridos. Colesterol normal o ligeramente elevado Tipo V Elevación de VLDL, quilomicrones presentes Gran elevación de colesterol y triglicéridos Adaptado de: Herbert PN, Assmann G, Gotto AM Jr, Fredrickson DS: Familial lipoprotein deficiency:abetalipoproteinemia, hypobetalipoproteinemia, and tangier disease. En: Stanbury JB,Wyngaarden JB, Fredrickson DS et al. (eds.): The metabolic basis of inherited disease. 5ª ed.Nueva York, McGraw–Hill, 1983:594. Criterios diagnósticos de un paciente con dislipidemia Para realizar un criterio diagnóstico se recomienda primero que nada incluir: • Historia clínico nutricional completa: Para conocer el criterio diagnostico nutricional se debe hacer una investigación intencionada de Realizar una encuesta dietética para conocer el consumo de alimentos ricos en grasas saturadas capaces de alterarel perfil de lípidos. Evaluación Dietética de Ácidos Grasos Saturados, ácidos grasos trans, ácidos grasos omega 3, fibra, sodio, azucares simples, o hidratos de carbono refinados y alcohol. Determinación del Índice Masa Corporal. Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 8 Nutrición clínica I Nutriología en enfermedades metabólicas con trastornos de los lípidos, proteínas y glándulas tiroides U2 Circunferencia de cintura/cadera. Enfermedades cardiovasculares asociadas a la aterosclerosis. Historia familiar de muertes cardiovasculares prematuras, pancreatitis, hipertensión arterial, diabetes, obesidad o dislipidemias. Intolerancia a la glucosa y el síndrome metabólico Alcoholismo y tabaquismo. Causas secundarias de dislipidemias (hipotiroidismo, síndrome nefrótico, colestasis, insuficiencia renal, hiperglucemia). Se recomienda que a los 20 años de edad se realice la primera determinación de lípidos sanguíneos (colesterol total y colesterol HDL) y se repita una vez cada cinco años. En caso de que los resultados sean anormales o de que la evaluación se haga en personas con riesgo o para prevención secundaria se requiere un análisis lipídico completo con colesterol total, colesterol LDL, colesterol HDL y triglicéridos. Los valores de lípidos en sangre que se consideran para diagnóstico incluyen: Hipercolesterolemia límite: colesterol total de 200 a 249 mg/dL (5.17 a 6.45 mmol/L) y triglicéridos < 200 mg/dL (2.26 mmol/L). Hipercolesterolemia definida: colesterol total > 250 mg/dL (6.45 mmol/L) y triglicéridos < 200 mg/dL (2.26 mmol/L). En prevención secundaria y en pacientes diabéticos se habla de hipercolesterolemia definida para valores de colesterol > 200 mg/dL (5.17 mmol/L). Hipertrigliceridemia: colesterol total < 200 mg/dL (5.17 mmol/L) y triglicéridos > 200 mg/dL (2.26 mmol/L). En prevención secundaria y en pacientes diabéticos se habla de hipertrigliceridemia para valores > 150 mg/dL (1.69 mmol/L). Hiperlipidemia mixta: colesterol total > 200 mg/dL (5.17 mmol/L) y triglicéridos > 200 mg/dL (2.26 mmol/L). Tomado de: Lago DF: Dislipidemias. Guías Clínicas 2009;9(1). www.fisterra.com. La determinación de colesterol LDL (cLDL) no suele hacerse de manera directa; se calcula mediante la fórmula de Friedewald (siempre que los triglicéridos no superen los 200 mg/dL o en hiperlipidemia tipo III) cLDL = colesterol total – cHDL – triglicéridos (en mg/L)/5 Si los triglicéridos se encuentran en valores mayores de 400 mg/dL, el Programa Nacional de Educación sobre el Colesterol (NECP) recomienda utilizar el colesterol no HDL (c–no HDL), es decir, el colesterol de todas las lipoproteínas que contienen apo–B (LDL, VLDL e IDL). Su cálculo se realiza con la siguiente fórmula: C–no HDL = colesterol total – cHDL El diagnóstico debe ir dirigido a detectar a los individuos de riesgo para el desarrollo de aterosclerosis y pancreatitis. Las determinaciones fundamentales para el diagnóstico y Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 9 Nutrición clínica I Nutriología en enfermedades metabólicas con trastornos de los lípidos, proteínas y glándulas tiroides U2 seguimiento de pacientes con dislipemia incluyen colesterol total, cLDL, cHDL y triglicéridos. Otras determinaciones fundamentales, sobre todo en la detección de las hiperlipemias secundarias, son el hemograma, glucosa, ácido úrico, urea y creatinina, transaminasas, insulinemia y TSH. Colesterol total La determinación del colesterol total mide el colesterol contenido en todas las lipoproteínas: las LDL llevan el 60-70%; las HDL, el 20-30%, y las VLDL el 10-15%. Los estudios han demostrado constantemente que concentraciones elevadas de colesterol sérico (específicamente colesterol de LDL) son una de las causas clave de Enfermedad Coronaria. Se recomienda que la determinación de colesterol se realice mediante métodos enzimáticos, porque son los que tienen menor variabilidad. Esta posible variabilidad en las determinaciones analíticas se mide a través del cociente de variación, es decir, el cociente entre la desviación estándar y la media de los valores de colesterol. Para la determinación de colesterol, el NCEP (National Cholesterol Educational Program) recomienda que no sea superior al 5%, siendo el ideal el 3%. Para los triglicéridos, la variabilidad biológica es mucho mayor y puede llegar al 20%. Triglicéridos Las lipoproteínas ricas en triglicéridos son los quilomicrones, las VLDL y todos los remanentes y productos intermediarios formados en el metabolismo. Se sabe que estas lipoproteínas ricas en lípidos, quilomicrones y remanentes de VLD son aterogénicas porque activan plaquetas, la cascada de la coagulación y la formación de trombos (Olufadi y Byrne, 2006). Exámenes de laboratorio: Se requieren de pocos estudios auxiliares para descartar la mayoría de las dislipidemias secundarias. Se recomienda la realización de una química sanguínea, fosfatasa alcalina, examen general de orina y TSH. Semiología de un paciente con dislipidemia Esta unidad, tiene como objetivo conocer la semiología de estas enfermedades que dan origen a las dislipidemias, y que nutriólogo sepa cómo abordarlas. La Asociación Americana del Corazón (AHA) calcula que más de 105 millones de adultos en EUA tienen niveles de colesterol de 200 mg/dL o más, y que aproximadamente 36 millones tienen niveles de colesterol de 240 mg/dL o más. El riesgo aumenta con la edad y suele ser más frecuente en las mujeres que en los hombres. El promedio de colesterol entre los hombres mexicanos que viven en zonas urbanas es de 186 mg/dL y el de las mujeres es de 178 mg/dL, y en esta misma zona los niveles de triglicéridos promedio son de 240 mg/dL y 185 mg/dL, respectivamente. Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 10 Nutrición clínica I Nutriología en enfermedades metabólicas con trastornos de los lípidos, proteínas y glándulas tiroides U2 La dislipidemia más frecuente en los mexicanos, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Enfermedades Crónicas en 1993 es la asociación de hipertrigliceridemia y niveles bajos de c–HDL (hipoalfalipoproteinemia). Las dislipidemias se asocian en general con riesgo cardiovascular; sin embargo, se debe identificar el origen, ya que de esto depende la posibilidad de desarrollar diferentes grados de aterosclerosis u otras morbilidades como pancreatitis. La aterogenia es el proceso que conduce al desarrollo de ateroesclerosis. Se trata de una respuesta crónica, inflamatoria y local a ciertos factores de riesgo, como altas concentraciones de colesterol ligado a lipoproteínas de baja densidad (LDL), que son dañinos para la pared arterial (Badimon et al., 2006; Heinecke et al., 2006). Como lo muestra la siguiente figura 2 Figura 2 Progresión natural de la ateroesclerosis. (Tomado de Harkreader H: Fundamentals of nursing: caring and clinical judgment,Philadelphia, 2007, Saunders.) Estos pacientes presentan otra semiología muy característica como lo muestra la siguiente figura 3 Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 11 Nutrición clínica I Nutriología en enfermedades metabólicas con trastornos de los lípidos, proteínas y glándulas tiroides U2 Principales manifestaciones clínicas. The Seventh Report of the Joint National Committee on Prevention, Detection, Evaluation,and Treatment of High Blood Pressure, NIH Publication No. 04-5230, August 2004. Existe una serie de signos clínicos más específicos descritos en pacientes con dislipemias graves de importante carga genética: El arco corneal precoz es patológico cuando se describe en pacientes menores de 40 años. Se diferencia del arco senil porque está separado de una banda clara y porque el depósito de lípidos no se extiende más allá de la terminaciónde la cápsula de Bowman. Es habitual en la hipercolesterolemia familiar acompañando también a la cardiopatía isquémica. Lipemia retinalis se describe como la presencia de vasos retinianos de aspecto blanquecino, en vez del color rosado habitual. Refleja siempre la existencia de hipertrigliceridemia importante por aumento de los quilomicrones. Los xantomas son depósitos de células espumosas (histiocitos con alto contenido de lípidos en su interior). No son específicos de ningún tipo de hiperlipemia y pueden no estar presentes. Los xantelasmas son una variante de xantomas planos que se localizan en los párpados. Suelen aparecer en los casos de hipercolesterolemia, aunque también se han descrito en casos de hipertrigliceridemia. Manejo nutriológico de las dislipidemias El manejo nutriológico de las dislipidemias constituyen el pilar básico del tratamiento de la dislipemia. En primer lugar, se debe intentar alcanzar el peso adecuado del paciente. Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 12 Nutrición clínica I Nutriología en enfermedades metabólicas con trastornos de los lípidos, proteínas y glándulas tiroides U2 Habitualmente, el paciente dislipémico es obeso. Por ello, deberá iniciar una dieta hipocalórica que al reducir su peso le permita normalizar los niveles lipídicos. Deberá inculcarse al paciente la necesidad de realizar ejercicio físico de forma sistemática. Es fundamental conocer la alimentación habitual del paciente, para poder corregir los errores alimentarios que pudieran existir. Las recomendaciones deben asegurarles una alimentación equilibrada y variada que permita aportar todos los macro y micronutrientes esenciales. Se recomendará aportar hidratos de carbono complejos, así mismo, se asegurará la ingestión de alimentos ricos en fibra (frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, etc.), que permitan aportes de 25-30 g/día de fibra. Se reducirá el consumo de grasa total a menos del 30% del valor calórico total de la dieta. Que sean más del 15-20% son ácidos grasos monoinsaturados (como el ácido oleico). Pero nunca se debe aceptar más de un 10% del aporte de grasa saturada en prevención primaria y más de un 7% en prevención secundaria. Un 15-20% será grasa monoinsaturada y menos de un 7% de grasa polinsaturada. La Asociación Americana del Corazón ha recomendado una dieta denominada Dieta Terapéutica Paso 1. La dieta consiste en 50 % de energía en forma de Hidratos de Carbono (de preferencia complejos), 20% en forma de proteína, y no más de 30% en forma de lípidos. La grasa saturada debe constituir menos del 10% del aporte calórico total, la grasa monoinsaturada del 10% al 15% de calorías y la grasa polinsaturada hasta el 10 % de energía. El objetivo central del manejo nutriológico Además del patrón dietético las Dietary Approaches to Stop Hypertension debe ser la dieta (DASH), estas son estrategias dietéticas, que nos van a ayudar a mantener las cifras de la hipertensión), esta dieta se destaca por el aumento de cereales integrales, legumbres, verduras, hortalizas, frutas, carnes magras, aves, pescado y productos lácteos sin grasa. Se prohíbe el consumo de grasas animales ya que son ricas en ácidos grasos saturados, se recomiendan los productos lácteos bajos en grasa. La carne se reduce a 150 g/día. Las carnes magras son ricas en proteínas, zinc y hierro; así pues, si el paciente desea consumir carne, se puede incluir una porción de 150 g en el plan dietético Los huevos están limitados a 4 a la semana; no obstante, añadir las dos raciones de pescado graso por semana recomendadas como lo muestra la figura 4. Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 13 Nutrición clínica I Nutriología en enfermedades metabólicas con trastornos de los lípidos, proteínas y glándulas tiroides U2 Figura 4 Dieta DASH La ingestión de colesterol debe estar limitada a 250 mg al día o menos. Una restricción más severa de grasa saturada (menos del 7%) y de colesterol (200 mg al día) es recomendada a pacientes con enfermedad arterial coronaria establecida (dieta Paso 2). Esta dieta es similar a los cambios de estilo de vida propuestos por NCEP (Programa Nacional de Educación en Colesterol). Las recomendaciones actuales del manejo nutriológico dicen que la ingestión de grasa debe ser disminuida, primordialmente los ácidos grasos saturados, debido a que las grasas saturadas parecen tener mayor propensión a elevar los niveles de colesterol plasmático. El primer paso del manejo nutriológico es evaluar los hábitos de alimentación actuales por medio de una encuesta de dieta habitual, revisar el tema en la asignatura de Evaluación Nutricional 1; antes de realizar la prescripción dietética, es necesario conocer los hábitos alimentarios del sujeto e identificar las fuentes principales de azúcares simples y grasas en su dieta. El inicio de la dieta debe ser gradual, modificando preferentemente los grupos de alimentos que aportan azúcares simples (pan y frutas) y grasas saturadas (lácteos enteros, carne rica en grasa, grasas saturadas). La primera meta debe ser reducir la cantidad de calorías totales. Después, el ajuste de las proporciones de los macronutrimentos es una parte fundamental de la dieta, la cual en ocasiones puede ser suficiente para corregir la glucemia o los lípidos séricos. Los nutrimentos que tienen mayor impacto sobre la concentración de colesterol-LDL son las grasas saturadas y el colesterol. Los que afectan la concentración de triglicéridos son las grasas saturadas y poliinsaturadas, y los azúcares simples. Las grasas saturadas se encuentran principalmente en la grasa de las carnes y sus caldos, la mantequilla, la leche entera, los quesos, la crema, los helados, y en algunos aceites vegetales como el de coco y el aceite de palma, como lo muestra la figura 5. Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 14 Nutrición clínica I Nutriología en enfermedades metabólicas con trastornos de los lípidos, proteínas y glándulas tiroides U2 Figura 5 grasas saturadas De los ácidos grasos poliinsaturados, el ácido linoleico es el más abundante en la dieta y sus fuentes principales son los aceites vegetales de cártamo, girasol, maíz y soya. El aceite de soya, linaza, los aceites de pescado (ácido linolénico), la trucha, salmón, merluza y macarela son buenas fuentes de omega 3. Los aceites de pescado son ricos en un tipo de ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga que tienen dobles enlaces en la posición n- 3 (omega 3) como el eicosapentanoico (c-20) o docosahexanoico (c-22). Debido a que la incidencia de enfermedad coronaria es baja en poblaciones que consumen relativamente grandes cantidades de aceites de pescado, estos ácidos grasos poliinsaturados han sido evaluados para el tratamiento de la hiperlipidemia y la prevención de enfermedad coronaria como lo muestra la figura 6. Aunque disminuyen los niveles de VLDL y son efectivos para tratar la hipertrigliceridemia, los aceites de pescado parecen tener poco efecto en los niveles de colesterol total e incrementan los niveles de LDL en muchos pacientes con hipertigliceridemia. Los aceites de pescado pueden tener beneficios en la salud cardiovascular por otros mecanismos diferentes al efecto sobre las lipoproteínas, como la inhibición de la agregación plaquetaria; sin embargo la suplementación con aceites de pescado puede empeorar el control glicémico en personas con diabetes mellitus tipo 2. Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 15 Nutrición clínica I Nutriología en enfermedades metabólicas con trastornos de los lípidos, proteínas y glándulas tiroides U2 Figura 6 Grasas monoinsaturadas y polinsaturadasLas grasas poliinsaturadas, como el ácido linoleico, tienen menos efectos deletéreos en los niveles de colesterol que las grasas saturadas. Sin embargo, debido a que los efectos a largo plazo del consumo de grandes cantidades de grasas poliinsaturadas son desconocidos, las recomendaciones actuales son que los ácidos grasos poliinsaturados constituyan no más de 10% del aporte calórico total. Las grasas poliinsaturadas que han sido solidificadas por hidrogenación (p. ej. en margarinas) resultan en la conversión de dobles enlaces en el ácido graso de la configuración cis a la trans; estos ácidos grasos trans parecen tener efectos en el colesterol plasmático que son comparables a aquellos producidos por las grasas saturadas. Como lo muestra la figura 7 contenidos de grasas trans en algunos alimentos. Figura 7 contenidos de grasas trans en algunos alimentos Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 16 Nutrición clínica I Nutriología en enfermedades metabólicas con trastornos de los lípidos, proteínas y glándulas tiroides U2 De todos los tipos de ácidos grasos, los monoinsaturados son los que tienen menos efectos negativos en el metabolismo de las lipoproteínas plasmáticas. Las grasas monoinsaturadas como el ácido oleico, se encuentran en cantidades considerables en el aceite de oliva, aceite de canola, las aceitunas, el aguacate y las nueces. Cuando sustituyen a las grasas saturadas, los ácidos grasos monoinsaturados disminuyen los niveles plasmáticos de colesterol total sin disminuir los niveles de HDL. El colesterol es un componente natural de ciertos alimentos (grasa de res, cerdo, cordero, pollo y pescado, leche entera, yema de huevo, vísceras, camarón, embutidos, crema y mantequilla principalmente) debido a que forma parte de las células animales. Frecuentemente, los alimentos ricos en grasas saturadas también lo son en colesterol. Los hidratos de carbono se obtienen de leche, frutas, verduras, cereales, leguminosas y azúcar de mesa (sacarosa). Es importante promover el consumo de hidratos de carbono complejos (cereales, leguminosas, verduras, los cuales a su vez aportan fibra, vitaminas y minerales a la dieta) y cuidar el consumo de azúcares simples (azúcar de mesa, miel, jalea, piloncillo, jugos de frutas, cítricos, refrescos, nieves). Una ingestión alta de hidratos de carbono puede favorecer la hipertrigliceridemia y un posible descenso de las HDL. En nuestro país, su consumo excesivo es la causa más frecuente por la que existe falta de respuesta en pacientes hipertrigliceridémicos. La fibra soluble se encuentra principalmente en las leguminosas (frijol, lenteja), cereales (avena, cebada, salvado de avena), algunas frutas (manzana, higo) y verduras (nopales). La fibra insoluble se encuentra principalmente en salvado de trigo y verduras. Se recomienda el consumo de vegetales verdes; muchos de ellos aportan tan pocas calorías que pueden consumirse libremente. Se recomienda la preparación de los alimentos con poca grasa (hervidos, horneados, al vapor, retirar la grasa visible a las carnes, eliminar excesos de grasa de los alimentos, quitar la piel a las aves). No se recomienda empanizar, capear o freír los alimentos. Se pueden utilizar los siguientes métodos para indicar el programa de alimentación. Todo profesional de la Nutrición o Nutriólogo que trate pacientes con dislipidemias deberá estar familiarizado con él. Ofrece como ventajas que el paciente puede combinar sus alimentos en base a sus preferencias. Otra de las Recomendaciones dietéticas son las de la American Heart Association, como lo muestra la siguiente tabla 2 Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 17 Nutrición clínica I Nutriología en enfermedades metabólicas con trastornos de los lípidos, proteínas y glándulas tiroides U2 Tabla 2 Recomendaciones dietéticas son las de la American Heart Association • Equilibrar la ingesta de calorías y la actividad física para conseguir o mantener un peso corporal saludable. • Consumir una dieta rica en frutas, hortalizas y verduras. • Elegir alimentos a base de cereales integrales, ricos en fibra. • Consumir pescado, especialmente pescado graso, al menos dos veces por semana. • Limitar la ingesta de grasas saturadas a <7% de las calorías; grasas trans a <1% de las calorías, y colesterol a <300 mg/día Con las siguientes estrategias: • Elegir carnes magras y sustitutos de origen vegetal. • Consumir productos lácteos desnatados, al 1% y con poca grasa • Reducir al máximo la ingesta de ácidos grasos parcialmente hidrogenados. • Reducir al máximo el consumo de bebidas y alimentos con azúcares añadidos. • Elegir y preparar alimentos sin sal o con muy poca sal. • Consumir alcohol con moderación. Modificado de Lichtenstein AH et al: Diet and lifestyle recommendations revision 2006: a scientific statement from the American Heart Association Ácidos grasos saturados. Los AGS aumentan el colesterol de LDL sérico reduciendo la síntesis y la actividad del receptor de LDL. Independientemente de su forma, todos los ácidos grasos reducen los triglicéridos en ayunas si sustituyen a los hidratos de carbono en la dieta. Ácidos grasos trans. utilizados por la industria alimentaria para alargar la fecha de caducidad de los alimentos y para fabricar margarinas más firmes a base de aceites. La mayor parte de la ingesta de ácidos grasos trans proviene de aceites vegetales parcialmente hidrogenados. Estos ácidos grasos están limitados porque aumentan el colesterol deLDL (Basu et al., 2006). Menos del 1% de las calorías (1-3 g/día, aproximadamente) deben provenir de ácidos grasos trans Lichtenstein et al., 2006). Ácidos grasos monoinsaturados. El ácido oleico es el AGMI más abundante en la dieta. La sustitución de hidratos de carbono por ácido oleico apenas tiene efectos apreciables sobre los lípidos sanguíneos. Sin embargo, reemplazar los AGS con AGMI (como sucede si se cambia la mantequilla por aceite de oliva) reduce el colesterol sérico, el colesterol de LDL y los triglicéridos en la misma cuantía que los AGPI. Los efectos de los AGMI sobre el colesterol de HDL dependen del contenido total en grasa de la dieta. Se ha demostrado que el ácido oleico, como parte de la dieta mediterránea, posee efectos antiinflamatorios. Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 18 Nutrición clínica I Nutriología en enfermedades metabólicas con trastornos de los lípidos, proteínas y glándulas tiroides U2 Ácidos grasos poliinsaturados. El ácido linoleico (AL), un ácido graso esencial, es el AGPI predominante de la dieta. Así pues, se recomienda un cociente bajo de ácidos grasos polinsaturados omega-6/omega -3 (basu et al., 2006; Gebauer et al., 2006). Sustituir hidratos de carbono por AGPI en la dieta reduce el colesterol de LDL sérico. Cuando los AGS se sustituyen por AGPI en dietas pobres en grasa, se reduce el colesterol de HDL y LDL. Globalmente, eliminar los AGS es dos veces más eficaz para reducir el colesterol sérico que aumentar los AGPI. El vino tinto está considerado una parte esencial de la dieta mediterránea. En la piel de las uvas rojas se ha encontrado resveratrol, un compuesto polifenólico. Grandes cantidades de resveratrol parecen reducir la presión arterial al aumentar las concentraciones de óxido nítrico. Aún no está clara la función de las pequeñas cantidades presentes en 1-2 copas de vino tinto, recomendadas en la dieta mediterránea (Carter, 2010). El zumo de uva es otra buena fuente de resveratrol. como lo muestra la figura 8 Figura 8 Resveratrol beneficios Ácidos grasos Omega-3. Los principales ácidos grasos w-3 (ácido eicosapentanoico [AEP] y ácido docosahexaenoico [ADHe]) son abundantes en aceites de pescado, cápsulas de aceite de pescado y peces de agua salada. Muchosestudios han demostrado que el consumo de pescado se asocia a un menor riesgo cardio vascular. La recomendación para la población general escomer pescado rico en ácidos grasos w-3 (salmón, atún, caballa, sardinas) al menos dos veces por semana (Psota et al., 2006). En pacientes con riesgo cardio vascular, se recomienda consumir 1 g/día de AEP y ADHe combinados procedentes del pescado siempre que seaposible; de no ser así, usar suplementos (Lichtenstein et al.,2006). Los pacientes con hipertrigliceridemia necesitan de 2 a 4 g de omega 3 y omega 6 al día para lograr una reducción eficaz. Los ácidos grasos w-3 reducen las concentraciones de triglicéridos inhibiendo la síntesis de VLDL y apo B- 100, y así disminuyen la lipemia postprandial. Los ácidos grasos w-3 son cardioprotectores porque interfieren la coagulación de la sangre y alteran la síntesis de prostaglandinas. Las grasas omega-3 estimulan la producción de óxido nítrico, una sustancia que estimula la relajación de la pared de los vasos sanguíneos (vasodilatación). Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 19 Nutrición clínica I Nutriología en enfermedades metabólicas con trastornos de los lípidos, proteínas y glándulas tiroides U2 Actualmente la dietas con grasas moderadas y un cociente w-6/w-3 bajo que incluyan ácidos grasos monoinsaturados, como el de los frutos secos. Los frutos secos son parte de la dieta cardiosaludable: se ha observado que el riesgo de enfermedad cardiovascular en aquellas personas que consumen frutos secos al menos 4 veces por semana se reduce en un 37% (Kelly y Sabate, 2006). Fibra. Consumos elevados de fibra dietética se asocian con una prevalencia significativamente menor en enfermedad cardiovascular (Anderson, 2009). Los patrones dietéticos de varias asociaciones de nutrición destacan la importancia de frutas, verduras, hortalizas, legumbres y cereales integrales, de modo que contienen la fibra necesaria para reducir el colesterol de LDL. En concreto, las fibras solubles de pectinas, gomas, mucílagos, polisacáridos de algas y algunas hemicelulosas reducen el colesterol de LDL. La cantidad de fibra necesaria para lograr el efecto hipolipemiante varía según la fuente: se necesita más cantidad de legumbres que de pectina o de gomas. Los mecanismos propuestos para el efecto hipocolesterolemiante de la fibra soluble son: 1) la fibra fija los ácidos biliares, lo que reduce el colesterol sérico porque este tiene que volver a formar el conjunto de ácidos biliares, y 2) las bacterias del colon fermentan la fibra para producir acetato, propionato y butirato, que inhiben la síntesis de colesterol. Las fibras insolubles, como la celulosa y la lignina, no afectan al colesterol sérico. De la ingesta total de fibra recomendada (25-30 g/día en adultos), unos 6-10 g deben provenir de fibra soluble. Es fácil llegar a esta cantidad con la recomendación de 5 o más raciones de frutas o verduras al día y 6 o más raciones de cereales (cuando se eligen cereales integrales y ricos en fibra). Antioxidantes. Las vitaminas C, E y b-caroteno en cantidades fisiológicas funcionan como antioxidantes en el organismo. La vitamina E es el antioxidante más concentrado presente en las LDL, en una cantidad de 20 a 300 veces superior a la de cualquier otro antioxidante. Una función principal de la vitamina E es prevenir la oxidación de los AGPI en la membrana celular. Se ha descubierto que los alimentos con cantidades concentradas de catequinas (figura 9) mejoran la reactividad vascular. Todos los regímenes alimentarios preventivos deberían incluir uvas rojas vino tinto, té (especialmente el té verde), chocolate y aceite de oliva (Kay et al., 2006). Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 20 Nutrición clínica I Nutriología en enfermedades metabólicas con trastornos de los lípidos, proteínas y glándulas tiroides U2 Figura 9 alimentos ricos en catequinas https://es.linkedin.com/in/david-reche-trull%C3%A1-909a3246 Estanoles y esteroles. Desde el comienzo de la década de los 50 se sabe que los estanoles y esteroles vegetales aislados de aceites de soja o de pino reducen el colesterol sanguíneo como se muestra en la figura 10 alimentos ricos en estanoles y esteroles, inhibiendo la absorción del colesterol dietético. En su forma esterificada e incorporada a la margarina, 2-3 g/día pueden reducir el colesterol hasta en un 20%. La ATP-III incluye a los estanoles en sus recomendaciones dietéticas para disminuir el colesterol de LDL en adultos. Figura 10 alimentos ricos en estanoles y esteroles Pérdida de peso. La pérdida de peso mejora la función endotelial medida según distintos métodos (Brook, 2006). En un grupo de pacientes con obesidad extrema (IMC = 52), la dilatación mediada por el flujo, que es una estimación de la función endotelial, mejoró cuando los pacientes perdieron 23 kg de promedio (Williams et al., 2005). Globalmente, se desconoce el peso que debe perderse, la duración del efecto y si la mejoría de la función endotelial reduce los problemas coronarios (Brook, 2006). Una de las partes fundamentales para el éxito del tratamiento es el manejo nutriológico y el ejercicio (figura 11), por lo que en este tipo de pacientes se recomienda: Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 21 Nutrición clínica I Nutriología en enfermedades metabólicas con trastornos de los lípidos, proteínas y glándulas tiroides U2 El paciente debe ser valorado por su médico. Realizar ejercicios fáciles de practicar que representen de poca a moderada intensidad, de lento a moderada intensidad, llevando esto gradualmente de cinco minutos cada semana hasta llegar a 30 minutos. Caminar, correr, la natación y el andar en bicicleta. Figura 11 Ejercicios para Dislipidemias http://canalsalud.imq.es/deporte-contra-obesidad/ Una vez alcanzado el objetivo puede cambiar a otro tipo de ejercicio (correr, andar en bicicleta, nadar) o dividir el tiempo de caminata en dos períodos de quince minutos. En caso de cambiar de tipo de ejercicio, debe ser realizado al menos durante 30 minutos. Si se desea continuar o aumentar la pérdida de peso en el paciente se recomienda incrementar de 30 a 60 minutos tres a cinco días a la semana (lo que aumenta el consumo calórico 1,000 a 3,000 calorías por semana) El disminuir el uso del automóvil, utilizar las escaleras, en vez del elevador, el empleo de una bicicleta fija son alternativas útiles. Para algunas personas, resulta agradable el hacer ejercicio escuchando música o frente a la televisión. Para conocer más sobre el tema, se el Diagnóstico y tratamiento de las dislipidemias: posición de la Sociedad Mexicana de Nutrición y Endocrinología donde se ha mostrado una serie de hallazgos de ensayos clínicos realizados, señalando varios beneficios: Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 22 Nutrición clínica I Nutriología en enfermedades metabólicas con trastornos de los lípidos, proteínas y glándulas tiroides U2 MG Carlos Alberto Aguilar Salinas y cols. Diagnóstico y tratamiento de las dislipidemias Revista de Endocrinología y Nutrición 2004;12(1):7-41 MG articulo de dislipidemias.pdf Guía de referencia rápida. Trastornos del metabolismo de las lipoproteínas y otras lipidemias. GPC. Diagnóstico y tratamiento de la dislipidemias. Catalogo maestro de guías de práctica clínica IMSS-233-09. ISBN:978-607-7790-62-4. DISLIPIDEMIAS IMSS.pdf Secretaría de Salud (2011). Norma Oficial Mexicana NOM- 037-SSA2-2012. Para la prevención, tratamiento y control de las dislipidemias, México, Diario Oficial de la Federación NOM-037-SSA2-2012-dislidemias.pdf Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 23 Nutriciónclínica I Nutriología en enfermedades metabólicas con trastornos de los lípidos, proteínas y glándulas tiroides U2 2.2 Trastornos de Proteínas Las proteínas son macromoléculas complejas, de elevado peso molecular, que desempeñan un papel fundamental en la estructura y función de la célula. Están formadas por nitrógeno, carbono, hidrógeno, oxígeno, a menudo fósforo y azufre y ocasionalmente hierro y yodo. Químicamente, son polímeros de elevado peso molecular, constituidos por largas secuencias de aminoácidos. Los aminoácidos constituyen la materia prima para la síntesis de las proteínas y son, asimismo, el punto final en su degradación metabólica para ser absorbidas. Según el número de aminoácidos que contienen, las cadenas se denominan: Oligopéptidos: secuencias de 2 a 20 aminoácidos. Polipéptidos: secuencias de 20 a 50 aminoácidos. Proteínas: cadenas superiores a 50 aminoácidos. Según su actividad biológica, los aminoácidos se dividen en (tabla 3): Tabla 3. Grupos de aminoácidos Aminoácidos esenciales Aminoácidos semiesenciales Aminoácidos no esenciales Fenilalanina Arginina Alanina Histidina Cisteína Ácido aspártico Isoleucina Cistina Ácido glutámico Leucina Glicina Lisina Prolina Metionina Tirosina Treonina Taurina Valina Serina Triptófano Las funciones de las proteínas son múltiples y esenciales debido a que forman parte de todos los tejidos, fluidos y secreciones del organismo. Aparte del agua, las proteínas son el mayor componente, en términos de masa, de la mayoría de los tejidos. Si bien las proteínas representan una gran fuente de energía que se Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 24 Nutrición clínica I Nutriología en enfermedades metabólicas con trastornos de los lípidos, proteínas y glándulas tiroides U2 utiliza en situaciones de ayuno y agresión metabólica, todas ellas tienen alguna función además de su capacidad de posible almacenamiento de energía. A modo de resumen, en la tabla 4 se citan algunas de las más frecuentes. Tabla 4. Función de las proteínas Función Ejemplos Biocatálisis Defensa Actividad hormonal Neurotransmisión Reconocimiento Estructura genética Estructura Contracción muscular Transporte Almacenamiento Regulador osmótico Enzimas Inmunoglobulinas Hormonas Neuropéptidos Receptores Nucleoproteínas Colágeno Actina, miosina Hemoglobina, citocromos Ferritina, calmodulina Albúmina Balance Nitrogenado La regulación homeostática controla las concentraciones de específicos aminoácidos en la reserva de aminoácidos y la tasa a la cual el músculo y las proteínas plasmáticas se sintetizan y se utilizan. La síntesis de proteínas corporales y su utilización está regulada. En estudios de balance nitrogenado se ha demostrado que en personas sanas, la cantidad de proteínas ingeridas es igual a la cantidad de proteínas utilizadas para el mantenimiento corporal y excretado en heces, orina y por la piel, dando como resultado en un balance igual a cero. Este balance refleja regulaciones homeostáticas dentro de los tejidos Fórmulas BN = N ingerido (Ni) - N excretado (Ne) Ni = Proteína ingerida / 6.25 Ne = N ureico en orina (NUU) + N no ureico (1 - 2 g) + N fecal (1 – 2 g) + Otras pérdidas (piel, sudor, etc. ≈ 1 g ó 0.1 – 0.5 g / m2) BN (gramos) = (Proteína ingerida [gramos]) - (UNN [gramos] + 3 – 5 g) X 6.25 de N por gramo de proteína Otras fórmulas Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 25 Nutrición clínica I Nutriología en enfermedades metabólicas con trastornos de los lípidos, proteínas y glándulas tiroides U2 6.25 g de proteínas equivalen a 1 g de Nitrógeno BN = Nin - (NUU + 4) ó BN = Nin - (NTU + 2) En donde: Nin = Nitrógeno ingerido (dieta) NUU = Nitrógeno ureico NTU = Nitrógeno total Las constantes 4 y 2 se utilizan para corregir las pérdidas de nitrógeno por otras vías como heces fecales, pérdidas sensibles, etc. Otra fórmula: BN = Proteínas ingeridas (g / 24 hrs) + 4 6.25 - NU (g / 24 hrs) Interpretación Catabolismo Negativo Paciente Sano Cero Anabolismo Positivo Metabolopatías congénitas de los aminoácidos Aminoacidopatías En las enfermedades metabólicas hereditarias, o errores innatos del metabolismo de los aminoácidos, el defecto inicial se debe a una alteración del ADN, que es el material genético de los organismos vivos. El estudio molecular permite averiguar la naturaleza de ese defecto, caracterizando el proceso biológico de las proteínas y los ácidos nucleicos (ADN y ARN), con lo que consigue determinar por qué estas macromoléculas alteran o destruyen el proceso. La intervención dietético-nutricional con la modulación y modificación del contenido en proteínas de los alimentos es, dada la importancia que las proteínas tienen en la vida del ser humano, el pilar terapéutico fundamental para tratar estas enfermedades. Las metabolopatías congénitas de los aminoácidos o errores congénitos del metabolismo o errores innatos del metabolismo son enfermedades del metabolismo causadas por mutaciones en los genes. Se trasmiten por herencia autosómica recesiva. Se originan según el grado de afectación del gen, el tipo y función o esencialidad de la proteína cuya síntesis está afectada, o el tipo de proteína anómala. El trastorno se manifiesta por: Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 26 Nutrición clínica I Nutriología en enfermedades metabólicas con trastornos de los lípidos, proteínas y glándulas tiroides U2 a) toxicidad del producto acumulado, b) deficiencia y/o sobreproducción de sustratos, productos que son normales en el metabolismo. La manifestación de la enfermedad es, en general, casi inmediata al nacimiento del niño, y la identificación y el diagnóstico precoz tienen máxima importancia, ya que la clínica puede ser aguda y con graves consecuencias neurológicas. Cuando las manifestaciones del trastorno son tardías, o se producen en edades más avanzadas del niño (o incluso en la edad adulta), la lesión neurológica es irreversible debido el retraso en el inicio del tratamiento terapéutico. Por ello, debido a la complejidad y diversidad de estas enfermedades, el diagnóstico molecular presintomático intrauterino es de gran importancia, ya que permite definir la naturaleza del defecto y aplicar las medidas preventivas que puedan atenuar o retrasar la aparición de la enfermedad. Tipos de enfermedades genéticas Existen diversas clasificaciones. Desde un punto de vista clínico: El tipo de síntomas y su manifestación. El factor desencadenante de la enfermedad. Según el momento de aparición en distintas etapas de la vida. Otra clasificación sería la siguiente: Aminoacidopatías por bloqueo del metabolismo causado por un déficit enzimático. Aminoacidopatías por anomalías en el transporte de aminoácidos a través de las paredes del túbulo renal y del intestino. El bloqueo enzimático puede producirse por las siguientes causas: Defecto de estructura proteica de la enzima. Defecto en la activación y/o exceso de un inhibidor. Defecto de la coenzima. Estos defectos tienen, como consecuencia, la acumulación de sustancias normales del metabolismo que se transforman en tóxicas para el sistema nervioso central. Las consecuencias fisiopatológicas son las siguientes: Aumento de la concentración del sustrato de reacción o del aminoácido problemático. El sustrato de reacción no se metaboliza y se acumula en la sangre. Este exceso de sustrato deriva a otras vías metabólicas y da lugar a otros metabolitos tóxicos causantes de lesiones neurológicas. Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 27 Nutriciónclínica I Nutriología en enfermedades metabólicas con trastornos de los lípidos, proteínas y glándulas tiroides U2 La disminución de la síntesis de un producto derivado del metabolismo no realizado condiciona la síntesis de otros productos, que a su vez condicionan la activación y/o inhibición de otros. Aminoacidopatías por bloqueo del metabolismo causado por un déficit enzimático Las más comunes son las siguientes: Hiperfenilalaninemias La forma clásica es la fenilcetonuria, que consiste en la acumulación de fenilalanina en la sangre. Responde a un defecto o inactivación de la fenilalanina hidroxilasa. Esta enzima, además de transformar la fenilalanina en tirosina, constituye el catalizador de la primera reacción catabólica de la fenilalanina. En su ausencia, la fenilalanina se acumula en la sangre y en los tejidos, y afecta al sistema nervioso central. El exceso de fenilalanina se transforma en ácido fenilpirúvico que se elimina por orina. Si se diagnostica a tiempo, los pacientes pueden llevar una vida normal, con la precaución de seguir dietas con muy bajas concentraciones de fenilalanina. Forma oculocutánea de albinismo La carencia de la enzima tirosinasa impide que la tirosina se transforme en melanina, lo que causa ausencia de pigmentación en piel y ojos. Se produce una disminución de la síntesis de tirosina que condiciona la síntesis de un neuro- transmisor, la L-DOPA, y de la melanina, que da la característica de piel pálida. En la dieta deben disminuirse los aportes de fenilalanina y tirosina, y administrar tratamiento de cofactor (vitamina D y K). Alcaptonuria Es la carencia de la oxidasa del ácido homogentísico, metabolito de la fenilalanina y la tirosina. La orina y el sudor se tiñen de color oscuro en contacto con el aire y pueden dar lugar a pigmentación y lesiones artrósicas. La alimentación debe estar orientada, por un lado, a disminuir los aportes de fenilalanina, y por otro, a administrar suplementos con tirosina. Trastornos del ciclo de la urea Todos los defectos del ciclo de la urea dan como resultado una acumulación de amonio en la sangre. Los signos clínicos de amonio elevado en la sangre son vómitos y letargo, que pueden progresar a convulsiones, coma y, en última instancia, la muerte. Se producen por déficit de enzimas que intervienen en el ciclo de la urea: hiperamoniemia tipo I, carbamilfosfato sintetasa; hiperamoniemia tipo II, ornitina transcarbamilasa. El tratamiento nutricional de pacientes que tienen trastornos en el ciclo de la urea es una tarea compleja. El objetivo del tratamiento para trastornos del ciclo de la urea es prevenir o reducir la hiperamonemia y las consecuencias neurológicas perjudiciales asociadas con ella. El tratamiento es similar para todos los trastornos. Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 28 Nutrición clínica I Nutriología en enfermedades metabólicas con trastornos de los lípidos, proteínas y glándulas tiroides U2 Sin embargo, para la mayoría de los individuos, se necesitan fórmulas especializadas para ajustar la composición de proteínas en un esfuerzo por limitar la producción de amonio. La cantidad de proteína tolerada se ve afectada por variables como el defecto enzimático específico, la tasa de crecimiento relacionada con la edad, el estado de salud actual, el nivel de actividad física, la cantidad de aminoácidos libres administrados, las necesidades de energía. Como consecuencia se produce una hiperamoniemia por déficit de transformación del amoniaco en urea. Inicialmente, se suprime la ingestión proteica y se aporta energía a expensas de los hidratos de carbono. Enfermedad de la orina con olor a jarabe de arce Se produce por déficit de descarboxilasa, que bloquea el metabolismo de los aminoácidos de cadena ramificada, con acumulación en el medio interno y su correspondiente paso a la orina, lo que le confiere un olor característico. La dieta deberá orientarse a la disminución de los aportes de aminoácidos de cadena ramificada. El tratamiento nutricional requiere una monitorización muy minuciosa de las concentraciones en sangre de leucina, isoleucina y valina; el crecimiento y la adecuación nutricional general. En la actualidad se dispone de varias fórmulas diseñadas específicamente para el tratamiento de este trastorno. Aminoacidopatías por anomalías en el transporte de aminoácidos a través de las paredes del túbulo renal y del intestino Las más comunes son: Cistinuria En este caso, la cistina, la lisina, la arginina y la ornitina no se reabsorben en el túbulo renal, por lo que pasan a la orina con producción de cálculos por precipitación de cistina. La dieta deberá ser limitada en proteínas. Se administrará citrulina, aminoácido intermediario del ciclo de la urea. La enfermedad de Hartnup Se produce por alteración en el transporte de aminoácidos neutros. La incapacidad para absorber el triptófano en el intestino y su eliminación urinaria son las causantes del déficit de nicotinamida derivada de este aminoácido, lo que provoca sintomatología de pelagra. Las dietas deberán ser limitadas en proteínas naturales. Administrar suplementos de aporte energético con productos especiales y con L-arginina. Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 29 Nutrición clínica I Nutriología en enfermedades metabólicas con trastornos de los lípidos, proteínas y glándulas tiroides U2 Fenilcetonuria La fenilcetonuria (PKU) es la más común de las hiperfenilalaninemias. En este trastorno, la fenilalanina (Phe) no se metaboliza a Tyr debido a una deficiencia o inactividad de la fenilalanina hidroxilasa, En el ámbito de los trastornos aminoacídicos, la PKU ofrece un modelo adecuado para el análisis detallado, ya que la enfermedad es relativamente frecuente y la mayoría de los niños son sometidos a pruebas para detectarla El tratamiento nutricional implica la restricción del sustrato (Phe) y el suplemento del producto (Tyr) (v. Algoritmo de fisiopatología y tratamiento asistencial: Fenilcetonuria). La mayoría de los lactantes afectados muestran deficiencia de fenilalanina hidroxilasa; el resto (menos del 3%) tienen defectos en vías relacionadas. Recomendaciones Dietéticas En los errores congénitos del metabolismo se tiene que individualizar el tratamiento nutricional en cada paciente, por la enorme variedad de situaciones clínicas y su especificidad, actitudes generalistas. Menos aún en lo que se refiere al instrumento primordial del tratamiento: la dieta. Por tanto, procedemos a dar orientaciones globales mínimas, en las llamadas recomendaciones dietéticas, que siempre deben estar presentes cuando está indicada una intervención dietético-nutricional. El tratamiento es, prioritariamente, dietético-nutricional y se orienta a: Restringir la cantidad de sustrato acumulado. Administrar suplementos de las cantidades de proteínas y aminoácidos adecuados a los mínimos obligatorios, para asegurar un crecimiento y desarrollo aceptables. Administrar suplementos de cofactor enzimático. Accionar combinando cualquiera de estos métodos. Al reducir uno o más aminoácidos a las necesidades nutricionales mínimas, el resto de los nutrimentos deben estar cualitativa y cuantitativamente proporcionados según las ingestiones recomendadas. Un aumento de las concentraciones sanguíneas, con acumulación del aminoácido origen del trastorno, indica que hay ingestión proteica excesiva, disminución de la energía prescrita o aumento del catabolismo tisular. Se disminuye el aporte global de proteínas, respetando los valores mínimos de seguridad de cada tipo de aminoácido esencial y de nutrimento. Si es necesario, se aconseja administrar suplementos de aminoácidos específicos. El aporte de energía será suficiente para preservar la función plástica delas proteínas. Si es necesario, elevar o administrar suplementos entre un10 y un 25% de las necesidades. Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 30 Nutrición clínica I Nutriología en enfermedades metabólicas con trastornos de los lípidos, proteínas y glándulas tiroides U2 La adecuación y vigilancia de la dieta debe ser frecuente y acorde con la evolución de la enfermedad desde el punto de vista biológico y bioquímico. Los padres y familiares o cuidadores del niño deben ser instruidos en el manejo de los alimentos naturales, productos artificiales, equivalencias de alimentos, conversión de medidas, complementación de nutrimentos y variaciones de menús, que son la base del éxito de la pauta dietética oral. Se dispone en la actualidad de una amplia gama de alimentos y productos dietéticos, que son de gran ayuda práctica para lograr una alimentación correcta y apetitosa. En este sentido, la intervención de un Nutriólogo es esencial. El tratamiento dietético tiene implicaciones socio familiares con consecuencias psicológicas acusadas, tanto para el niño como para sus padres, que no deben ignorarse. Esto implica que el equipo de asistencia al enfermo debe ser multidisciplinario: médico, nutriólogo, farmacéutico, psicólogo, fisioterapeuta, profesionales de enfermería junto a los padres del niño, etc. El tratamiento nutricional para trastornos de aminoácidos consiste en la mayoría de los casos en restricción del sustrato, lo que implica la limitación de uno o más aminoácidos esenciales a los requisitos mínimos, a la vez que se proporciona una cantidad adecuada de energía y nutrimentos para promover el crecimiento y desarrollo típico, por ejemplo, restricción de fenilalanina en fenilcetonuria. A menudo es tan perjudicial el defecto como el exceso de un aminoácido esencial. Las necesidades de aminoácidos individuales son difíciles de determinar debido a que el crecimiento y desarrollo típicos pueden conseguirse en una amplia gama de ingestas. A menudo se usan los datos de Holt y Snyderman (1967) como base para prescribir la ingesta de aminoácidos. Se requiere una vigilancia frecuente y cuidadosa para garantizar la adecuación de la prescripción nutricional. Aunque los más precisos serían los estudios de nitrógeno, la ganancia de peso en lactantes es un índice sensible y fácil de vigilar acerca del bienestar y la adecuación de la nutrición. Veamos las siguientes tablas el resumen de los trastornos de los aminoácidos: Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 31 Nutrición clínica I Nutriología en enfermedades metabólicas con trastornos de los lípidos, proteínas y glándulas tiroides U2 Mahan K. y Escott S. (2013). Mahan, L.K, Escott-Stump, S. y Raymond, J. L. (2012). Krause Dietoterapia, 13a ed., México, Elsevier Figura 13 Resumen los trastornos de los aminoácidos Mahan K. y Escott S. (2013). Mahan, L.K, Escott-Stump, S. y Raymond, J. L. (2012). Krause Dietoterapia, 13a ed., México, Elsevier Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 32 Nutrición clínica I Nutriología en enfermedades metabólicas con trastornos de los lípidos, proteínas y glándulas tiroides U2 2.3 Manejo Nutriológico en el hipo e hipertiroidismo Ahora bien otro de las enfermedades importantes en la actualidad son los casos detectados de tiroides hipoactiva (hipotiroidismo), más de la mitad se deben a una enfermedad autoinmune llamada tiroiditis de Hashimoto, en la que el sistema inmunitario ataca y destruye el tejido tiroideo. Una presentación clínica frecuente de aquellos pacientes con cambios funcionales del sistema endocrino es la alteración de la función tiroidea. Ciertamente, el hipotiroidismo subclínico representa el primer signo de una disfunción de hormonas tiroideas en muchas personas. Síntomas característicos son poca energía, manos y pies fríos, cansancio, hipercolesterolemia, dolor muscular, depresión y alteraciones cognitivas. Es necesario evaluar el metabolismo de las hormonas tiroideas antes de iniciar el tratamiento con hormonas tiroideas exógenas. Como se muestra en la figura 14. Figura 14 trastornos de las glándulas tiroides. https://www.blogdefarmacia.com/wp-content/uploads/2013/12/tiroides.jpg Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 33 Nutrición clínica I Nutriología en enfermedades metabólicas con trastornos de los lípidos, proteínas y glándulas tiroides U2 Está bien establecida la participación de varios nutrimentos en la salud tiroidea, especialmente yodo y selenio. Como el yodo tiene una función crítica en la síntesis de hormonas tiroideas, este oligoelemento mineral ha recibido históricamente más atención que ningún otro respecto a los trastornos tiroideos. Otras deficiencias de micronutrimentos como el hierro, el selenio, la vitamina A y posiblemente también el zinc podría interaccionar con el estado nutricional del yodo y la función tiroidea. Ayuno o dietas restrictivas. La restricción de calorías y de hidratos de carbono es capaz de reducir radicalmente la actividad de las hormonas tiroideas. La variación interindividual es muy amplia: en la respuesta influyen genética, obesidad, sexo y contenido en macronutrimentos de la dieta hipocalórica. El estado nutricional y el gasto energético afectan a la función tiroidea a nivel central en la secreción de TSH, tirotropina, hormona estimulante de la tiroides (Thyroid-Stimulating Hormone en la desyodación) y posiblemente en otros puntos. Como durante la restricción calórica aparece un aumento de rT3 a expensas de T3 triyodotironina, también conocida como T3, es una hormona tiroidea., es posible que las vías hepáticas desempeñen un papel importante en el control metabólico del equilibrio energético. Sin embargo, cuando la restricción calórica supera las 3 semanas, los valores de T4 La tiroxina, también conocida como T4, es un tipo de hormona tiroidea.y rT3 vuelven a la normalidad. El ayuno también ejerce una poderosa influencia sobre el metabolismo de las hormonas tiroideas. Elevaciones discretas del cortisol endógeno podrían ser responsables en parte. Las cetonas generadas por la falta de calorías no parecen suprimir la producción de T3 y la actividad 5’-desyodasa hepática. No obstante, no está claro si las cetonas ejercen un efecto similar en una dieta con suficientes calorías. En las dietas hipocalóricas disminuye la eliminación de rT3 por 5’-desyodación. Las calorías y el balance energético también podrían influenciar el metabolismo de las hormonas tiroideas en períodos de aumento del consumo de calorías, en los que la eliminación de rT3 por 5’-desyodación está aumentada realmente. Con dietas hipocalóricas, se reduce la destrucción de rT3 por 5’-desyodación; sin embargo, la eliminación de rT3 por 5’-desyodación aumenta con dietas hipercalóricas. Como nutriólogos debemos de cuidar el consumo de los Bociógenos, ya que ejerce una actividad antitiroidea. Los Bociógenos los encontramos en alimentos vegetales cianógenos (coliflor, brócoli, repollo, coles de Bruselas, semilla de mostaza, nabo, rábano, brotes de bambú y mandioca) ejercen una actividad antitiroidea. La hidrólisis de ciertos glucosinolatos presentes en hortalizas crucíferas (p. ejemplo progoitrina) puede dar lugar a la goitrina, un compuesto que interfiere con la síntesis de hormonas tiroideas. La hidrólisis de indol-glucosinolatos libera iones de tiocianato, que Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 34 Nutrición clínica I Nutriología en enfermedades metabólicas con trastornos de los lípidos, proteínas y glándulas tiroides U2 compiten con el yodo para ser captados por la glándula tiroidea. No obstante, una mayor exposición a iones de tiocianato procedentes de plantas crucíferas no aumenta el riesgo de hipotiroidismo a no ser que se acompañede déficit de yodo. La soja, una importante fuente de proteínas en muchos países en desarrollo, también tiene propiedades bociógenas cuando la ingesta de yodo está limitada. Las isoflavonas, genisteína y daidceína, inhiben la actividad de la TPO y pueden reducir la síntesis de hormona tiroidea. Además, la soja interrumpe el ciclo entero hepático del metabolismo de las hormonas tiroideas. No obstante, consumos altos de isoflavonas de la soja no parecen aumentar el riesgo de hipotiroidismo cuando la ingesta de yodo es adecuada. La soja es, con mucho, la fuente más concentrada de isoflavonas en la dieta humana. El consumo medio de isoflavonas dietéticas en los países asiáticos, especialmente China y Japón, oscila entre 11 y 47 mg/día, por la ingesta de alimentos tradicionales a base de soja, como tofu, tempeh, miso y matte, mientras que en los países occidentales el consumo es considerablemente menor (2 mg/ día). No obstante, los productos de soja (sustitutos de la carne, leche, queso y yogur de soja) están ganando popularidad en los países occidentales. Aunque la investigación no ha determinado el efecto exacto de la soja sobre el destino metabólico de las hormonas tiroideas, es mejor ser cauteloso a la hora de plantear consumos altos de soja para las personas en las que se sospecha una alteración de las vías metabólicas tiroideas. Yodo. Como oligoelemento, la cantidad de yodo presente en el organismo es de 10-15 mg, y el 70-80% está en la glándula tiroidea. El yodo se absorbe activamente en la glándula tiroidea para participar en la producción de las hormonas tiroideas metabólicamente activas, T4 y T3. Se calcula que la glándula tiroidea debe capturar como mínimo 60 mg de yoduro (la forma ionizada del yodo) al día para asegurar el aporte adecuado para la producción de hormonas tiroideas. (La ingesta inadecuada de yodo altera la función tiroidea y provoca distintos trastornos. En la tiroiditis de Hashimoto, enfermedad autoinmune, los suplementos de yodo pueden empeorar el trastorno. Como el yodo estimula la producción de TPO, esto a su vez aumenta espectacularmente los anticuerpos anti-TPO (Ac TPO), provocando un brote autoinmune. Algunas personas desarrollan síntomas correspondientes a una tiroides hiperactiva, mientras que otros no presentan síntomas a pesar de que los análisis muestran concentraciones elevadas de Ac TPO. Por tanto, hay que ser prudente con el uso del yodo. Hierro. Históricamente, se creía que la hipofunción tiroidea podía causar anemia. Estudios recientes indican que la hipofunción tiroidea sería secundaria a ferropenia o anemia. El motivo es que la TPO es una enzima glucosilada, con un grupo hemo dependiente del hierro. La inserción del hierro ligado al grupo hemo en la TPO es necesaria para que la enzima se sitúe en la superficie apical de los tirocitos (o células epiteliales tiroideas), Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 35 Nutrición clínica I Nutriología en enfermedades metabólicas con trastornos de los lípidos, proteínas y glándulas tiroides U2 ayudando así a la TPO a catalizar los dos primeros pasos de la síntesis de hormonas tiroideas. Una evaluación completa de los parámetros relativos al hierro probablemente ayude a identificar la causa de muchos casos de disfunción tiroidea. Selenio. El selenio, en forma de seleno cisteína, es un cofactor de la 5’-desyodasa. Si no hay suficiente selenio, la actividad desyodasa está alterada, provocando menor capacidad de transformarla T4 en T3. En animales, el déficit de selenio se asocia con alteración de la actividad 5’-desyodasa en hígado y riñón, así como descenso de T3. Los datos apuntan a una sólida relación lineal entre cocientes T3/T4 disminuidos y reducción de selenio, incluso en personas consideradas eutiroideas según los parámetros de laboratorio habituales. Esta asociación resulta especialmente pronunciada en las personas mayores, posiblemente por la alteración de la conversión periférica. Una relación inversa entre T3 y cáncer de mama se asocia con reducción de selenio, incluso aunque las concentraciones plasmáticas de T4 y TSH sean similares. Esta combinación de factores es muy indicativa de que una T3 baja podría deberse a la defectuosa conversión de T4 en T3 esperable en la deficiencia de selenio. El selenio participa en la red de antioxidantes. Colabora en la inactivación metabólica de sustancias dañinas al formar parte de la glutatión peroxidasa, una enzima cuya principal misión es proteger al organismo del daño oxidativo. Varios estudios describieron beneficios del tratamiento con selenio en la tiroiditis de Hashimoto y la enfermedad de Graves. Los datos también indican que consumos elevados de selenio podrían ejercer una influencia perniciosa sobre el metabolismo de las hormonas tiroideas. Aunque las personas expuestas a altas ingestas dietéticas de selenio suelen tener concentraciones normales de T4, T3 y TSH, se ha encontrado una correlación inversa significativa entre T3 y selenio. Algunos investigadores han propuesto que la actividad de la 5’-desyodasa podría reducirse con una ingesta elevada de selenio, indicando que la cantidad segura de selenio dietético es de 500 mg/día como máximo. La siguiente figura muestra el algoritmo de la fisiopatología, semiología y el tratamiento de la disfunción tiroidea: Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 36 Nutrición clínica I Nutriología en enfermedades metabólicas con trastornos de los lípidos, proteínas y glándulas tiroides U2 Mahan K. y Escott S. (2013). Mahan, L.K, Escott-Stump, S. y Raymond, J. L. (2012). Krause Dietoterapia, 13a ed., México, Elsevier Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 37 Nutrición clínica I Nutriología en enfermedades metabólicas con trastornos de los lípidos, proteínas y glándulas tiroides U2 Cierre de unidad En esta unidad se ha podido estudiar las bases que fundamentan las herramientas indispensables para el manejo Nutriológico de los pacientes con trastornos de lípidos, proteínas y glándulas tiroides y poder valorar los que requieren de un manejo nutriológico más adecuado, ya que a partir de los contenidos revisados, en tu práctica profesional se pueden establecer acciones preventivas, y recuperación de problemas nutricionales, para estar en condiciones de brindar los nutrimentos precisos en forma correcta y oportuna. Como parte de esta unidad los temas que se abordaron fueron básicos para el criterio diagnóstico, semiología y tratamiento de estas enfermedades y tiene un valor extraordinario, porque tuvo como propósito demostrar la importancia que tiene el manejo nutriológico en este tipo de pacientes brindando una nutrición oportuna, e integral, que coadyuve a solucionar los principales problemas de salud existentes en nuestro país, en donde la nutrición juega un papel fundamental. Actividades La elaboración de las actividades estará guiada por tu docente en línea, mismo que te indicará, a través de la Planeación didáctica del docente en línea, la dinámica que tú y tus compañeros (as) llevarán a cabo, así como los envíos que tendrán que realizar. Para el envío de tus trabajos usarás la siguiente nomenclatura: Siglas de asignatura_U1_A#_XXYZ, donde ___ corresponde a las siglas de la asignatura, U1 es la unidad de conocimiento, A# es el número y tipo de actividad, el cual debes sustituir considerando la actividad que se realices, XX son las primeras letras de tu nombre, Y la primera letra de tu apellido paterno y Z la primera letra de tu apellido materno. Autorreflexiones Para la parte de autorreflexiones debes responder las Preguntas de Autorreflexión indicadas por tu docente en línea y enviar tu archivo. Cabe recordar que esta actividad tiene una ponderación del 10% de tu evaluación. Parael envío de tu autorreflexión utiliza la siguiente nomenclatura: Siglasdeasignatura_U1_ATR _XXYZ, donde ____ corresponde a las siglas de la asignatura, U1 es la unidad de conocimiento, XX son las primeras letras de tu nombre, y la primera letra de tu apellido paterno y Z la primera letra de tu apellido materno. Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 38 Nutrición clínica I Nutriología en enfermedades metabólicas con trastornos de los lípidos, proteínas y glándulas tiroides U2 Fuentes de consulta Básica 1. Guía de referencia rápida. Trastornos del metabolismo de las lipoproteínas y otras lipidemias. GPC. Diagnóstico y tratamiento de la dislipidemias. Catalogo maestro de guías de práctica clínica IMSS-233-09. ISBN:978-607- 7790-62-4. 2. Law MR. Lowering heart disease risk with cholesterol reduction: evidence from observational studies and clinical trials. Eur Heart J Suppl 1999; (Suppl 1): S3-S8. 3. Wood D, De Backer G, Faergeman O, Graham I, Mancia G, Pyörälä K. Together with members of the Task Force. Prevention of coronary heart disease in clinical practice: Recommendations of the Second Joint Task Force of European and other Societies on Coronary Prevention. Atherosclerosis 1998; 140: 199-270. 4. 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Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 39 Nutrición clínica I Nutriología en enfermedades metabólicas con trastornos de los lípidos, proteínas y glándulas tiroides U2 9. Perez-Mendez O, Luc G, Posadas-Romero C. Low concentrations of high- density lipoproteins (HDL) in plasma and coronary artery disease. Arch Inst Cardiol Mex 2000; 70:312-321. 10. Revista de Endocrinología y Nutrición 2004;12(1):7-41 MG 9. 11. Barter PJ, Brewer B, Chapman J et al. Cholesteryl Ester Transfer Protein: A Novel Target for Raising HDL and Inhibiting Atherosclerosis. Arterioscler Thromb Vasc Biol 2003;23: 160-167. 12. Austin MA, Hokanson JE, Edwards KL. Hypertriglyceridemia as a cardiovascular risk factor. Am J Cardiol 1998; 81:7B-12B. 13. Despres JP, Lemieux I, Dagenais GR et al. HDL-cholesterol as a marker of coronary heart disease risk: the Quebec cardiovascular study. Atherosclerosis. 2000; 153: 263-272. 14. Lloyd-Jones D, Wilson P, Larson M et al. 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Dietas normales y Terapéuticas: los alimentos en la salud y la enfermedad, 6a ed., México, Ediciones científicas la Prensa Médica Mexicana, 427 p Universidad Abierta y a Distancia de México | DCSBA 40 Nutrición clínica I Nutriología en enfermedades metabólicas con trastornos de los lípidos, proteínas y glándulas tiroides U2 26. Ruth A. (2009). Nutrición y Dietoterapia, 9a ed., México, McGraw-Hill 27. Secretaría de Salud (2011). Norma Oficial Mexicana NOM-037-SSA2-2012. Para la prevención, tratamiento y control de las dislipidemias, México, Diario Oficial de la Federación 28. Shils, M. (2002). Nutrición en salud y enfermedad, 9a ed., USA, McGraw- Hill. 29. Suverza, A. y Haua, K. (2010). El ABCD de la evaluación del estado de nutrición, México, McGraw Hill. 30. Mercè Planas. (2011) Fisiopatología Aplicada a la Nutrición, 2 a ed, Barcelona España, Ediciones Mayo.
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