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164 El proyecto y la metodología de la investigación ANEXO I CUESTIONES ÉTICAS EN LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA Toda acción (u omisión) que afecte la vida de otras personas –de manera directa o indirecta- nos invo- lucra desde el punto de vista ético. Adviértase que ético no es lo mismo que moral. Lo moral es un hecho de conciencia, y por lo tanto “in- terior”. Se pueden tener actitudes semejantes, justificadas por principios morales muy distintos; o actitudes distintas, justificadas por idénticos principios morales. En cambio lo ético es un hecho objetivo, se refiere a cuestiones que afectan a otros sujetos y se juzgan por lo tanto según sean los valores, derechos, etc. de los demás que se entienden deben preservarse o respetarse. Por eso no queda a cargo de cada uno determinar qué es ético o antiético: esa valoración corre por cuenta de un contexto institucional. La palabra “ética” proviene de ethos que significa costumbre. Son las instituciones (como la familia, la escuela, los estados, las asociaciones profesionales, etc.) las que van consolidando determinadas costumbres que definen qué es lo aceptado, valioso o deseable para preservar las relaciones y los reconocimientos entre sus miembros. Lo mismo ocurre con la práctica científica. Dado que afecta de manera directa o indirecta la vida de otras personas, es necesario determinar cuáles son las normas que rigen esa práctica social. Varias sociedades científicas han formulado incluso códigos de ética que fijan criterios aceptados (y criterios no aceptados) en la práctica investigativa. Aunque en las ciencias sociales es más evidente que la práctica investigativa tiene consecuencias sobre la vida de otros sujetos, en todas las áreas de las ciencias esas consecuencias son tangibles (se trate de estudios sobre el suelo lunar o la historia romana, pueden estar generándose consecuencias acerca del uso y disponibilidad de ciertos recursos, afectándose intereses o tradiciones en los modos de relatar la historia, etc.). En lo que respecta a las prácticas de investigación que involucran sujetos humanos, pueden señalarse algunos aspectos que resultan, sin duda, éticamente cuestionables. Entre ellos se cuentan: i. implicar a las personas en una investigación sin su conocimiento o sin su consentimiento. ii. obligar a las personas a participar en una experiencia (contra su voluntad). iii. ocultar o tergiversar los verdaderos intereses de la investigación. iv. inducir a los participantes de la investigación a realizar acciones o exponerse a situaciones que pueden atentar contra su autorrespeto, imagen, identidad o dignidad. v. invadir la intimidad de los participantes. vi. maltratar o faltar el respeto a los participantes en la investigación. En otras ciencias, aunque no se trata de manera directa con sujetos humanos, se pueden reconocer también aspectos que resultan éticamente condenables: Ynoub, R. (2007). Anexo I. Cuestiones éticas en la investigación científica. En El Proyecto y la Metodología de la investigación (págs. 164-155). Buenos Aires: Cengage Learning. Anexo 165 i. utilizar procedimientos o técnicas que afectan las condiciones del medio ambiente (como contaminantes, destrucción de recursos no renovables, etc.); ii. utilizar procedimientos o técnicas de investigación que puedan dañar o causar sufrimiento a animales u otras especies vivientes; iii. traficar u ocultar información relevante para el desarrollo científico con el fin de preservar intereses económicos particulares; iv. experimentar en temas controvertidos o que no tienen el consentimiento debido, o que pueden atentar contra valores o derechos reconocidos; De igual modo, podrán encontrarse en todas las ciencias algunos aspectos que atentan contra los prin- cipios de la ética científica: v. manipular información o alterar los resultados para hacerlos coincidentes con las hipótesis esperadas o con intereses asumidos de modo conciente o deliberado, vi. plagiar o tomar información de otro sin reconocer su autoría, vii. difundir información considerada confidencial, viii. traficar, comprar o vender información que pertenece a las instituciones que subsidian o apoyan el proyecto de investigación. Ya que señalamos “lo éticamente condenable” podemos indicar también algunos de los aspectos “éti- camente valiosos” de la práctica científica. Se trata de una práctica que debería estar apoyada y moti- vada por: i. el intercambio y la participación comunitaria (comunidades de investigadores) en la producción de conocimiento; ii. la adopción de posiciones críticas, reflexivas y motivadas por la potencial revisión de todo conocimiento; iii. el interés en «el valor y la riqueza de las ideas», independientemente de su marco de origen; iv. interesada por las tradiciones investigativas, pero al mismo tiempo abierta a la producción creativa en el trabajo investigativo. v. con vocación universalizadora, pero privilegiando y contribuyendo al desarrollo de las comunidades científicas de su contexto inmediato (locales, nacionales) en la que los investigadores se forman y a las que adeudan su inserción en el mundo de la ciencia. vi. finalmente, y este es quizá uno de los aspectos más importantes, atenta y sensible al contexto en que se produce: es decir, a la relevancia social, cultural, económica, a la que sirve el conocimiento que se produce.
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