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Historia y evolución del pensamiento científico

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Historia y evolución del pensamiento científico
La historia y evolución del pensamiento científico es un conjunto de conocimientos que surgen después del mito, superstición y religión; cuyos conocimientos han servido de base y fundamento para la construcción de la ciencia.
El ser humano desde sus orígenes, tenían como primordial objetivo satisfacer sus necesidades relacionadas con la supervivencia, ya que éstos se encontraban en situaciones de constante peligro, por lo que surgen las primeras organizaciones primitivas al cooperar en la caza, en la elaboración de nuevas herramientas y protegerse entre sí mismos. Estos métodos fueron evolucionando en la medida que utilizaban su inteligencia, el hombre primitivo lograba esto con la observación, la experiencia y el razonamiento.
Con el paso del tiempo, el hombre se preguntaba y cuestionaba la realidad de su entorno: el origen, la naturaleza, la historia y su propósito en la vida. Al preguntarse el origen de la vida, surge la religión, permiten al ser humano buscar y elaborar una explicación del mundo y la realidad y que se expresa en rituales. Por otra parte, también se gestiona y evoluciona la ciencia, el deseo de saber las cosas, la observación y análisis de las cosas, ayudaron en gran medida a ver más allá de la religión.
El pensamiento se define como la derivación mental de elementos mentales a partir de las percepciones y como la manipulación y la combinación de estos pensamientos. Por otra parte, el conocimiento es un proceso en que están vinculados estrechamente las operaciones y procedimientos mentales, subjetivos, con las operaciones y formas de actividades objetivas. 
A partir de la filosofía griega se perfilan agudamente los conceptos y los métodos fundamentales de la ciencia en la antigüedad. Ha habido cinco soluciones al problema del conocimiento: el escepticismo, el empirismo, el racionalismo, el idealismo y el realismo. El escepticismo niega validez a todo conocimiento. El empirismo sólo concede capacidad cognoscitiva a las facultade sensibles; o mejor dicho, un conocimiento es válido solamente cunado está apoyado en alguna experiencia sensible. El racionalismo, por el contrario, pretende que los sentidos engañan y que la necesidad y la universalidad del conocimiento científico solo se consiguen por medio de las facultades intelectuales. El idealismo niega que podamos llegar a conocer a las cosas independientes del sujeto, por último, sostiene que si tenemos conocimientos válidos, alcanzados por los sentidos y la inteligencia, y que alcanzan a la misma realidad, la cual es independiente del sujeto que conoce.
El comienzo histórico exacto de la ciencia y de la aparición por ende de una forma de abordar la realidad metódicamente, es indeterminable en el tiempo. Mediante la observación del actuar del hombre, éstos se percataban de fenómenos circunstanciales como la causa y el efecto. La causalidad es alcanzada de una manera empírica, a veces esporádica e inconsciente, en el sentido de no estar teorizada sino sencillamente realizada, es el primer “método científico”, el cual carece de un objeto en particular al cual se le aplique. Es un método general que explica fenómenos muy lejanos unos de otros.
Según Aristóteles (384-322 a. de C.), todos los seres vivos también tienen la capacidad de sentir (perciben y tienen emociones) el mundo de su entorno y de moverse en la naturaleza. Sin embargo, los seres humanos tienen además la capacidad de pensar o razonar, o, en otras palabras, de ordenar sus sensaciones en varios grupos y clases. El ser humano tiene sentimientos, emociones, y la capacidad de moverse como los animales, pero además una capacidad, que solamente la tiene el ser humano, y es la de pensar racional y emocionalmente; de estar o adquirir un nivel o estado de conciencia. Lo cual le permita y ayude a entender de manera consciente todos los procesos a lo cuales se ve sometido durante su interacción en la sociedad y en el mundo.
La aportación más original de Aristóteles a la metodología es la creación de la lógica formal, a la cual considera como el órgano universal para obtener el conocimiento. La génesis de la lógica de Aristóteles está relacionada con el análisis de la fuerza de convicción del discurso; es decir, de la explicación de “que recursos debe poseer el discurso para convencer a la gente, obligarla a aceptar tal cual cosa, o reconocer que algo no es cierto”.
El ser humano construye la cultura, y la cultura lo trasforma a él, es conveniente reflexionar hasta dónde quiere llegar y cuáles son los objetivos generales de las metas del ser humano; ya que el conocimiento científico y tecnológico es infinito, si la naturaleza es infinita en sus múltiples formas y movimientos de los cambios de la materia entonces el objeto de estudio de los fenómenos se vuelve infinito.
Es importante que, el investigador a través del conocimiento científico como único camino viable y seguro para investigar, comprender, analizar, describir y explicar la naturaleza humana, y los procesos que se presentan en la naturaleza y en la sociedad, lo fomente y fortalezca para que las generaciones futuras cuenten con un instrumento cognoscitivo que les garantice describir y comprender la realidad del mundo sensible.
La investigación
No hay progreso que no incluya a la investigación como principal medio para conseguirlo. Toda cultura ha evolucionado debido a la búsqueda. En la actualidad las naciones que más investigan son las más desarrolladas. Una característica de los países rezagados es el bajo nivel o la nula práctica de la investigación científica.
La investigación es la búsqueda de nuevos conocimientos y comprende la realización de experiencias productoras de éstos. La ciencia avanza gracias a la investigación, cuyos aportes enriquecen el saber humano y permiten al hombre rodearse de comodidades y aspirar a una vida mejor.
Actualmente en México, hay una carencia de recursos de los centros de investigación, la falta de planes rectores, son elementos que han impedido que la investigación prospere en los países tecnológicamente dependientes.
Antes de que existiera un organismo como el Conacyt en México, la investigación se desarrollaba principalmente en tres grandes sectores: en los grandes centros educativos, universidades e institutos; en las dependencias oficiales; en las empresas privadas. En donde más se practica la investigación es en los grandes centros educativos; sin embargo, en ellos existen serios problemas para realizarla, algunos de los cuales son: la falta de presupuesto, falta de recursos técnicos, deficiente distribución del personal calificado. Las empresas privadas no practican esto en la medida necesaria, ya que los empresarios prefieren alquilar patentes extranjeras que obtener patentes propias, por la creencia de que es más económico, por lo que ocasiona una dependencia tecnológica.
La necesidad de impulsar la investigación se hizo más evidente cuando los gobiernos de los países subdesarrollados se dieron cuenta de las grandes cantidades de dinero que salen de sus países hacia las naciones desarrolladas por concepto de tecnología y servicios. La desventaja económica propiciada por el desequilibrio de la balanza comercial obligó a todos los países rezagados a comprender la necesidad de que cada nación cuente con centros productores de técnicas y conocimientos. De no hacerlos, su dependencia económica se irá agudizando.
Al efectuar un trabajo de investigación se debe cuidar que los resultados no dependan de nosotros, sino que sean consecuencia lógica de los métodos y técnicas empleados. Para ello existen factores para mayor objetividad: no se deben emplear argumentos ilógicos o que no sean válidos para aplicarlos al objeto de estudio; evitar ser contundentes en nuestras conclusiones sin haber agotado la investigación; no influir en los resultados con la forma de pensar o con el estado de ánimo; no someter criterios, sin previo análisis al prestigio de personajes científicos; no aceptar conclusiones que no sean producto de la comprobacióncientífica; si el tipo de investigación no lo exige, se deberá abstenerse de conceder demasiada importancia a hechos fortuitos; no generalizar hechos que se presentan en situaciones extraordinarias y que no pueden ser validos en otro contexto; no considerar características o efectos de un individuo, o una parte, como ilustrativos de un grupo o del todo.
Referencias
TENORIO BAHENA, JORGE, Técnicas de Investigación Documental, Editorial McGraw Hill 2da. Edición
Ramón Ruíz. (2006). Orígenes del conocimiento. En Historia y evolución del pensamiento científico (10-25). México: (S/N).

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