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94 Capítulo 5 Sistema tegumentario y membranas corporales flujo sanguíneo de la piel o de los niveles de oxígeno sanguíneo puede causar una coloración rosada en estos individuos. Por el contrario, cuando dismi nuye la concentración sanguínea de oxígeno o cae en forma llamativa el flujo de sangre, la piel adquiere un color gris azulado, situación denominada cia nosis. En general, cuanto menos abundantes sean los depósitos de melanina en la piel, más visibles serán los cambios de color causados por las varia ciones del volumen o el nivel de oxígeno de la sangre. A la inversa, cuanto más oscura sea la pig mentación cutánea, menos apreciables resultarán esos cambios. Unión dermoepidérmica La unión entre la capa epidérmica superior, fina, y la capa dérmica inferior de la piel forma un tipo espe cializado de membrana basal denominada unión dermoepidérmica. Las células más profundas de la epidermis están muy juntas. Se mantienen unidas fir memente entre sí y a la dermis por debajo mediante uniones especializadas entre las membranas de células adyacentes, denominadas, en ocasiones, «puntos de soldadura» y por un tipo especial de gel que «pega» las dos capas de la piel juntas y proporciona soporte a la epidermis unida a su superficie superior. Pequeñas prominencias en forma de pezón, denominadas papilas dérmicas (que explicamos más adelante) tienen también un papel importante en la estabilización de la unión dermoepidérmica (v. fig. 5-2). Si la unión se debilita o es destruida, la piel se separa. Si esto ocurre en una zona limitada por quemaduras, lesiones por fricción o exposición a irritantes, pueden formarse ampollas. Cualquier desprendimiento amplio de una zona extensa de la epidermis respecto a la dermis supone un trastorno de gravedad que puede causar una grave infección y llevar a la muerte. Dermis La dermis es la más profunda de las dos capas principales de la piel y tiene un grosor mucho mayor que el de la epidermis. La resistencia mecá nica de la piel reside en la dermis. Se compone en gran parte de tejido conjuntivo. Sus células, a dife rencia de las de la epidermis, están relativamente separadas, con muchas fibras intermedias. Algunas fibras son fuertes y resistentes (fibras colágenas o blancas) y otras elásticas y extensibles (fibras elásti cas o amarillas). Capa papilar. La región superior de la dermis se caracteriza por hileras paralelas de proyecciones lla madas papilas dérmicas, como muestra la figura 5-2. La capa papilar toma su nombre de las papilas pre sentes en su superficie. Esas proyecciones ascenden tes son estructuras interesantes y útiles. Forman una parte importante de la unión dermoepidérmica y ayudan a mantener juntas las capas cutáneas. Además, forman las crestas y surcos de las huellas digitales, una característica útil para la identificación de los individuos. Se pueden observar esas crestas en las yemas de los dedos y en las palmas de las manos. La figura 5-2 ilustra cómo la epidermis sigue los contornos de las papilas dérmicas. Las crestas se forman algún tiempo antes del nacimiento. Su patrón no solo es único para cada individuo, sino que permanece constante a lo largo de la vida, dos hechos que permiten usar las huellas de los dedos de las manos o las de los pies con fines de identificación. La función biológica de las crestas cutáneas es mejorar la prensión al hacer o utilizar herramientas, por ejemplo, al andar descal zos sobre superficies lisas. La capa papilar y sus papilas están formadas, esencialmente, por elemen tos de tejido conjuntivo laxo y por un entramado delicado de fibras colágenas y elásticas finas (v. capítulo 3, pág. 54). Capa reticular. El área más profunda de la dermis, o capa reticular, contiene una densa red de fibras entre lazadas. La mayoría de esas fibras son de colágeno y proporcionan resistencia a la piel. Sin embargo, también existen fibras elásticas, que proporcionan flexibilidad y elasticidad. Al envejecer el individuo disminuye el número de fibras elásticas en la dermis y la cantidad de grasa almacenada en el tejido subcu táneo. Aparecen arrugas y la piel se hace menos elástica, blanda y flexible (fig. 5-4). Además de los elementos de tejido conjuntivo, la dermis contiene una red de nervios y terminaciones nerviosas especializadas para procesar información sensorial, como el dolor, la presión, el tacto y la tem peratura. A varios niveles de la dermis existen fibras musculares, folículos pilosos, glándulas sudoríparas y sebáceas y muchos vasos sanguíneos. Tejido subcutáneo Los anatomistas denominan a menudo al tejido sub cutáneo fascia superficial. No es una parte ni una capa de la piel. Es más profundo que la dermis, y crea una conexión entre la piel y las estructuras subyacentes del cuerpo, como el músculo y el hueso. Si alguna vez limpia una pieza de pollo antes de cocinarla, se producirá una separación de la piel en el «plano de disección» que existe entre la fascia superficial y las estructuras subyacentes. La naturaleza esponjosa del http://booksmedicos.org booksmedicos.org Botón40:
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