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31- Notas sobre el concepto de reproduccion social Brandolin D-2

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Notas sobre el concepto de reproducción social
Brandolín, Diego G.1∗
Introducción
El siguiente artículo ha sido escrito con el propósito de introducir lo más simplificadamente posible algunas 
nociones conceptuales muy importantes para comprender ciertos fenómenos y procesos de la vida humana 
que tienen relación con la salud. No es, ni mucho menos, un análisis exhaustivo de los conceptos abordados. 
Intentamos aportar algunas ideas que sean accesibles al momento de la carrera en que los estudiantes se 
encuentran en la cursada del Área Trabajo y Tiempo Libre del segundo año de la Carrera de Medicina. Al final 
del presente trabajo hay un listado bibliográfico que permitirá a los interesados ampliar sus lecturas respecto 
de los temas abordados.
Comencemos diciendo que la Medicina como disciplina perteneciente a las denominadas Ciencias de la 
Salud requiere para su comprensión cabal un abordaje de carácter interdisciplinario. Al trabajar con grupos 
sociales, procurando entender las vicisitudes de los procesos vitales en los que estos se hayan inmersos, 
necesitamos comprender e interpretar conceptos que provienen del campo de las Ciencias Sociales.
Es por ello que introducimos el concepto de reproducción social, que es de suma importancia para entender 
qué lugar ocupa el trabajo en la vida humana, y cuál es su impacto en el Proceso Salud/Enfermedad.
Los conceptos de producción y reproducción social surgen de la tradición marxista, que ubica a las relaciones 
de producción material en un lugar determinante en el conjunto de relaciones sociales en la sociedad capita-
lista. Para Marx2, los hombres contraen determinadas relaciones de producción en el marco social en que se 
mueven, que les son necesarias para sostenerse. Las características de estas relaciones son independientes 
de su voluntad pues están definidas por el grado de desarrollo de las fuerzas productivas materiales en ese 
grupo social. En otras palabras, el grado de desarrollo y las características que asume el modo de producción 
material de un grupo social define esas relaciones en las que obligatoriamente se verán inmersas las personas 
que lo integran para obtener su sustento. Podríamos decir que pasan a convertirse en sujetos, sujetados de 
esas relaciones.
Siguiendo a Marx, diremos además que el modo de producción de la vida material en una sociedad condi-
ciona la conciencia de los sujetos, determinando las características de su vida social, política e intelectual en 
general. En definitiva, modelando el modo en como entienden la realidad personal y social.
Por todo esto, es muy importante que comprendamos las características de los procesos de producción y 
reproducción social, pues vimos que tienen una implicancia directa en la manera en que las personas se defi-
nen a si mismas, al marco social en el que se encuentran, y consecuentemente al modo en que organizan las 
prácticas sociales que tendrán incidencia en todos los aspectos de sus vidas, incluyendo obviamente lo que 
tiene que ver con la salud/enfermedad.
1 ∗ Psicólogo. Profesor Adjunto de la Cátedra Medicina y Sociedad, Facultad de Ciencias Médicas, Universidad Nacional de Rosario 
(2011).
2 Karl Heinrich Marx fue un intelectual alemán que vivió entre 1818 y 1883. Produjo una vasta e influyente obra que incursiona en los 
campos de la filosofía, la historia, la sociología y la economía. Es considerado el fundador (junto a Engels) del socialismo científico, el 
comunismo moderno y una corriente de pensamiento que acuño su propio nombre: el marxismo. Entre otras cosas, realizó un minu-
cioso análisis de la naturaleza del sistema capitalista de producción, señalando críticamente sus implicancias éticas y políticas, que 
presentó en la monumental obra El Capital, compuesta de tres tomos.
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El concepto de modo de producción 
Pero conviene que nos adentremos más en la lógica del capitalismo como modo de producción, para poder 
comprender más claramente cómo se realiza la reproducción social.
Siempre desde el marxismo, definimos modo de producción como el conjunto de las fuerzas productivas y las 
relaciones que las personas de una determinada sociedad establecen entre sí para producir los bienes nece-
sarios para su desarrollo.
En diferentes épocas de la historia de la humanidad prevalecieron distintos modos de producción, así como 
también hubo diferencias tangibles de acuerdo al marco geográfico en que se desarrollaba la historia. Por 
ejemplo, uno de los modos de producción más difundidos en el pasado fue el esclavista, propio de una etapa 
en que las economías de los grupos sociales eran preindustriales.
Esclavismo
El modo de producción esclavista fue el componente esencial de la formación económico - social de las civi-
lizaciones griega y romana. Proporcionó la base de su éxito y finalmente propició la crisis que antecedió a sus 
respectivas caídas.
Conviene señalar que la esclavitud como fenómeno existió con anterioridad a la aparición de estas civilizacio-
nes. Sucede que se trataba de una situación de relativa escasa importancia en relación al modo de producción 
que caracterizaba sociedades más antiguas, así como también constituían una situación de naturaleza jurídica 
de las personas esclavizadas diferente a la que asumiría en Grecia y Roma. Allí, los esclavos serían despojados 
de todo rasgo de libertad personal, pasando a convertirse en bienes muebles propiedad de sus dueños, y serían 
utilizados en tareas de producción (artesanía, industria rudimentaria y agricultura) a una escala superior a la 
necesaria para la economía doméstica. Es decir, con el claro propósito de acumulación de bienes y ostentación.
Los esclavos fueron el sostén de esas economías. Su fuerza de trabajo no era propiedad de ellos, por lo tanto 
no tenían que ser retribuidos. Tampoco podían poseer bienes materiales de ninguna especie, y es responsabi-
lidad del amo la reproducción de tal fuerza de trabajo, alimentando y cuidando a los esclavos e incluso incenti-
vándolos a la reproducción biológica. Gracias a su existencia, podrían erigirse en el otro extremo de la escala 
social los ciudadanos libres, plenos de derecho.
Esto no significa que no existieran otras figuras productivas en estas sociedades. Había campesinos libres, 
arrendatarios y artesanos urbanos coexistiendo con los esclavos. Pero el modo de producción dominante esta-
ba apoyado en la figura de estos últimos.
La esclavitud como situación jurídica de las personas podía provenir de diversas fuentes, pero la principal 
provisión de esclavos se daba por la captura de personas que vivían en territorios conquistados. Por ello, la 
gran expansión imperial de estas culturas era un paso necesario para sostener el modo de producción con el 
que se abastecían. Las crisis del expansionismo militar e imperial sentaron las bases para la caída del modo de 
producción esclavista como hegemónico.
Luego de un proceso de transición complejo y no homogéneo (Anderson, 1979), en occidente fue instalándose 
otro modo de producción que iba a dominar la escena de los grupos sociales durante varios cientos de años: 
el feudalismo.
Feudalismo
La denominación proviene del vocablo feudo, con el que se nombraba a una porción de territorio cuyo pro-
pietario era en general un miembro de la nobleza (señor feudal). En esas tierras eran aceptadas una cantidad 
de personas, los siervos, que a través de un contrato estipulado (generalmente de palabra o a través de una 
ceremonia, rara vez mediante un documento) entregaban parte de la producción que obtenían por trabajar esas 
tierras al señor en concepto de arrendamiento de las mismas, y también a cambio de la protección militar frente 
al ataque de saqueadores o bandoleros. A su vez, en la mayoría de los casos elseñor feudal era leal a un rey, 
contribuyendo a la corona con impuestos y bienes en una relación denominada de vasallaje.
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En este esquema, el status económico y la autoridad estaban asociados a la tenencia de la tierra, que era 
cedida por el señor al productor directo, el siervo, estableciéndose como dijimos un contrato de derechos y 
obligaciones. A diferencia de la esclavitud, tanto señor como siervo eran hombres libres. De hecho, parte de la 
producción de los campesinos era entregada al señor, pero otra parte pasaba a formar parte de la propiedad 
del campesinado, situación que también lo diferencia de la esclavitud, donde no era posible que las personas 
esclavas tuvieran posesiones materiales como señaláramos anteriormente (Bloch, 1987).
No obstante, no debería quedar flotando la idea de que este tipo de relaciones sociales de producción eran 
equitativas. En líneas generales, el señor feudal imponía sus condiciones muchas veces abusivas en términos 
violentos e inapelables, justificado ideológicamente por el intercambio de brindar protección por trabajo y su-
misión de parte del siervo.
La caída del feudalismo como modo de producción hegemónico fue un proceso complejo y discutido por los 
especialistas. Mencionaremos algunos puntos para orientar el surgimiento de lo que vendría.
Hay consenso en que los adelantos técnicos en la producción agrícola incrementaron naturalmente las ac-
tividades comerciales y mejoraron paulatinamente las condiciones de vida y los procesos de acumulación de 
riquezas entre los siervos. Esta prioridad en comercializar los excedentes de producción condujo a que las ciu-
dades abrieran sus puertas para concentrar la actividad económica prioritariamente. De este modo los señores 
feudales comenzaron a ver decaer su cuota de poder que se limitaba exclusivamente al territorio de su propio 
feudo. Asimismo, la pujanza de la actividad comercial presionó sobre ellos para que disminuyeran las trabas 
impuestas (fundamentalmente en la forma de tributos de peaje) al movimiento de las mercancías.
Consecuentemente con ello, la economía experimentó una creciente monetarización, reemplazando el pago 
en especies y facilitando la acumulación de riquezas. En este proceso, se vieron beneficiados los comerciantes 
hasta el punto de convertirse en una clase social emergente en términos económicos y de concentración de 
poder: la burguesía.3 Y con ella, el pasaje gradual a otro modo de producción, el capitalismo.
Capitalismo
Se denomina de este modo al sistema económico que sustenta la producción de bienes y servicios en dos 
aspectos fundamentales: la propiedad privada y la libertad económica. En términos ideales, en el capitalismo 
los individuos y las empresas llevan a cabo la producción e intercambio de bienes y servicios en forma libre con 
el propósito de beneficiarse mutuamente. La distribución, producción y precios de tales bienes y servicios son 
determinados por el libre mercado. De allí que se lo conozca también como Economía de Mercado. Supone 
además que los medios de producción de bienes y servicios se encuentran en poder de unos pocos (capita-
listas o burgueses en terminología marxista) mientras que el resto sólo disponen de su fuerza de trabajo para 
vender a los dueños de los medios de producción a cambio de un salario, constituyendo el proletariado.4 Pero 
veremos que tales condiciones ideales no se dan nunca.
A partir de la crisis del feudalismo se inició, como señaláramos con anterioridad, una etapa de concentración 
de riquezas por parte de un grupo social conformado por comerciantes y artesanos. Sumado a ello, la Revolu-
ción Industrial5 trajo consigo la mecanización de la industria permitiendo el desarrollo de producción a escala, 
es decir, en grandes cantidades. A su vez, con la mejora de las rutas de transporte sucedida con la aparición de 
la máquina a vapor, aplicada en los buques y en el ferrocarril, el comercio se vio potenciado en su capacidad de 
extensión a escala mundial, pudiendo generar nuevos mercados donde colocar los productos manufacturados 
y generando un círculo de crecimiento y acumulación cada vez mayor (Hilton, 1977).
3 La palabra burguesía, de origen francés, se utiliza en economía política para designar originalmente a un grupo social habitante de 
las ciudades (burgos), tales como comerciantes y artesanos.
4 Del latín proles: linaje o descendencia, el término se utiliza para designar críticamente a aquellos que no disponen de otro bien que 
no sean sus propios hijos además de su fuerza de trabajo, en contraposición a los capitalistas o burgueses que son los dueños de los 
medios de producción.
5 Se denomina así al período histórico ubicado entre la segunda mitad del siglo XVIII y principios del siglo XIX. Liderada por Inglaterra 
y en segundo orden por Europa continental, se basó en el reemplazo de la economía dominada por el trabajo manual por la industrial. 
Comenzó con la mecanización de las industrias textiles y el desarrollo de los procesos del hierro y el carbón dando lugar a la industria 
metal mecánica o industria pesada. Se abandonó la producción artesanal para pasar a la producción en serie.
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En este escenario, las relaciones entre el capitalista y el obrero se limitan a que el primero compra la fuerza 
de trabajo del segundo para hacer funcionar los medios de producción que son de su propiedad. El trabajador 
vende esa fuerza de trabajo, recibiendo a cambio un salario, como se dijo anteriormente.
Sucede que ese intercambio se produce en un juego de fuerzas que nunca es equivalente. Para empezar, el 
producto del trabajo que realiza el trabajador le significa al capitalista una ganancia mucho mayor a lo que éste 
le devuelve al trabajador en concepto de salario. Es decir, el dueño del medio de producción se queda con una 
plusvalía. 
Supongamos en un ejemplo simplificador que un obrero de la industria textil confecciona una camisa, a partir 
de una cierta cantidad de tela que le es provista por su patrón. La tela cuesta $5, mientras que el trabajador 
percibe por la realización de su tarea otros $5. Ahora bien, el dueño de la fábrica vende la camisa al mercado 
en $25. Queda claro que el dueño, por el solo hecho de ser el propietario del medio de producción (la fábrica) 
se apropia de una ganancia que es efecto del trabajo realizado por el obrero, que excede a lo que se le retribuye 
a este en concepto de salario. En nuestro caso, diríamos que el dueño de la fábrica se queda con $15 ($25 de 
valor de venta, menos $5 de costo de tela, menos $5 de retribución al trabajador) en concepto de plusvalía. 
Entiéndase que el ejemplo busca graficar el concepto de plusvalía simplemente, pues en la ecuación debería-
mos incluir también, por ejemplo, los costos operativos del dueño de la fábrica que no están contemplados en 
la descripción.
De todas maneras, lo que se intenta reflejar es la desigualdad inherente al modelo capitalista. A su vez, en la 
negociación entre empleador y trabajador acerca de las condiciones de trabajo, el monto del salario a percibir 
y otras cuestiones, operan fuerzas distintas. El capitalista siempre estará motivado para extraer la mayor can-
tidad de réditos posibles en esta ecuación con el propósito de aumentar la acumulación de capital propio, y el 
modo que dispone para ello es reducir o mantener en su mínima expresión posible el pago de salarios y otros 
beneficios a los obreros, para aumentar la cuota de plusvalía con la que se queda.
Además, puede considerarse también que el capitalista entrega al obrero en forma de dinero una parte del 
producto creado por este último pero apropiado por el primero con el propósito de que el obrero consuma. En 
ello, el capitalista obtiene un provecho doble. No saca provechosolamente de lo que el obrero le entrega como 
fuerza de trabajo, sino también del capital que le entrega al obrero que se convierte en medio de vida para éste, 
cuyo consumo sirve en definitiva para reproducir y mantener los músculos, los nervios, los huesos, el cerebro 
de los obreros actuales y para procrear los del futuro. Así es que, dentro de los límites de lo absolutamente 
necesario, el consumo individual de la clase obrera vuelve a convertir el capital abonado a cambio de la fuerza 
de trabajo en nueva fuerza de trabajo explotable para el capital. Es producción y reproducción del propio obre-
ro, del medio de producción indispensable para el capitalista. El consumo individual del obrero es, en suma un 
factor de la producción y reproducción del capital, ya se efectúe dentro o fuera del taller, de la fábrica, o dentro 
del proceso de trabajo, o de la limpieza de las máquinas, lo mismo si se realiza en pleno proceso de trabajo que 
si se organiza durante los descansos. (Vázquez V., 2007)
Cabe señalar además que en la actividad productiva el trabajador no es dimensionado como persona, sino 
que su entidad está dada fundamentalmente por una valoración económica de cuánto es lo que aporta al 
proceso productivo. Esto genera una distorsión en la propia naturaleza humana de los trabajadores, que Marx 
denominó alienación. Sintéticamente, las características del modo de producción capitalista deshumanizan 
al obrero, valorándolo por su trabajo y el valor que el mismo agrega a las mercancías o servicios producidos. 
Además el obrero, durante las horas que vende su fuerza de trabajo al patrón, debe realizar actividades que 
generalmente no son de su interés, o no elegiría hacer si tuviera libertad de disponer de su tiempo. La sumato-
ria de estas situaciones sostenida en el tiempo da por resultado un proceso de alienación que obviamente se 
refleja en su vida personal y en su salud.
De este modo hemos querido reflejar como se han ido sucediendo históricamente los cambios en las relacio-
nes productivas, desde el amo y esclavo del modo de producción esclavista, pasando por el señor feudal y el 
siervo, para llegar al capitalista y el obrero. Por ello decimos que el trabajo6 como actividad propiamente 
6 Para una discusión más amplia del contexto histórico de la noción de trabajo se sugiere ver Fleita, M. Trabajo. Material 
incluido en el cuaderno del alumno en la Unidad Nº 1 del Área Trabajo y Tiempo Libre.
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humana, además de ser la que permite a nuestra especie subsistir transformando la naturaleza, es fundamen-
talmente un área de conflictos, de lucha, de intereses contrapuestos, que impacta claramente en los modos de 
enfermar y de morir de las personas.
En el siguiente apartado nos ocuparemos de cómo se mantienen estas relaciones de producción en el con-
texto presente.
La reproducción social como proceso
Hemos visto que los grupos sociales, para sostener su supervivencia en el tiempo, acuñan determinados 
modos de producción material, que son instalados históricamente a través del ejercicio del poder político, la 
utilización de los avances tecnológicos y el sostén ideológico que intenta legitimar tal ejercicio.
En este momento histórico en que vivimos el modo de producción capitalista se ha extendido prácticamente 
como modo hegemónico en todo el mundo. Se dice comúnmente que el capitalismo se ha globalizado. Vale 
decir que, salvo excepciones de algunos estados o ciertas experiencias comunitarias más restringidas, en todo 
el planeta los grupos sociales se organizan en torno a la lógica capitalista para producir los medios necesarios 
para su subsistencia.
Pues bien, tales grupos sociales son encargados no solamente del modo de producción, sino que además a 
través de ciertos procesos reproducen las condiciones sociales para que tales modos de producción se sos-
tengan en el tiempo. Es decir, mediante estos procesos los mismos grupos sociales mantienen la vigencia de 
los modos de producción a través de las sucesivas generaciones. Al conjunto de estos procesos se los conoce 
comúnmente como reproducción social.
Diversos autores que trabajan este concepto concuerdan en señalar que la reproducción social puede dividir-
se para su estudio en diferentes ciclos o etapas. Por ejemplo, Borsotti (2001) señala que se pueden incluir dos 
ciclos en este proceso: el generacional y el cotidiano. El ciclo generacional incluye la esfera de la reproducción 
biológica con todo lo que ello implica (salud sexual y reproductiva, características de las uniones, asistencia 
médica y diversos determinantes de la longevidad); y la esfera de la llamada por él reproducción psico-cultural, 
que hace referencia a los procesos atravesados por todos nosotros gracias a los cuales quedamos embebidos 
de determinada forma de cultura (socialización temprana y tardía, educación escolar, participación en distintas 
practicas sociales, etc.). El ciclo cotidiano está asociado a las cuestiones que hacen al mantenimiento de la 
propia vida de las personas en sus distintos aspectos, donde consideramos los hábitos de consumo de bienes 
y servicios que incluyen los diversos rubros normalmente clasificados como alimentación, vestuario, vivienda, 
transporte, comunicación, cuidados personales, recreación, etc.
Yazbeck (1999) propone la siguiente definición:
El concepto de reproducción social se refiere al modo como son producidas y reproducidas las relaciones 
sociales en esta sociedad. En esta perspectiva la reproducción de las relaciones sociales es entendida como 
la reproducción de la totalidad de la vida social, lo que engloba no solo la reproducción de la vida material y del 
modo de producción sino también la reproducción espiritual de la sociedad y de las formas de conciencia social 
a través de las cuales el hombre se posiciona en la vida social. De esa forma, la reproducción de las relaciones 
sociales es la reproducción de determinado modo de vida, de lo cotidiano, de valores, de prácticas culturales y 
políticas y del modo como se producen las ideas en la sociedad. Ideas que se expresan en prácticas sociales, 
políticas, culturales, y en patrones de comportamiento y que acaban por permear toda la trama de relaciones 
de la sociedad.
Por otra parte, Pedro L. Castellanos (1990) señala que el proceso de reproducción social comprende cuatro 
momentos principales: el de reproducción de los procesos biológicos, el de las relaciones y procesos ecoló-
gicos, el de las formas de conciencia y conducta, y el de las relaciones económicas. Subraya además que la 
reproducción social tiene que ver con la reproducción de las condiciones objetivas de existencia7 (COE) que él 
7 Las COE, concepto que puede ser equiparable al de calidad de vida, hacen referencia al ordenamiento material concreto de la 
situación de vida de las personas y los grupos sociales en cuanto a la disponibilidad de vivienda, alimentación, servicios sanitarios, 
hábitos de recreación, etc. Como se señalara al principio de este trabajo, desde una perspectiva marxista se da por supuesto que son 
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utiliza para definir el perfil del los grupos poblacionales que las comparten, pues en relación a las COE com-
parten también similares problemas y recursos en la producción del Proceso Salud/Enfermedad. Precisamente, 
Castellanos señala que los perfiles de salud y enfermedad de un determinado grupo de población están deter-
minados por los procesos de reproducción social de las COE.
A esta altura y a modo de síntesis, parece quedar claro que es necesario estudiar y reflexionar detalladamente 
acerca de cómo se organizan los grupos sociales en sus diferentes expresiones, desde lo familiar a lo comuni-
tario, para llevar a cabo el proceso de reproducción social. Eventualmente es partede la tarea de los agentes 
de salud favorecer en sus intervenciones la reflexión crítica que los mismos grupos pudieran realizar acerca de 
las estrategias que sostienen para tal fin. Un propósito inclaudicable de los actores comprometidos con la salud 
de las personas debe ser el de producir acciones que apunten al mejoramiento de las condiciones de vida de 
dichos grupos sociales.
Referencias
Anderson, P. (1979). Transiciones de la Antigüedad al Feudalismo. Madrid: Siglo XXI.
Bloch, M. (1987). La sociedad feudal. Madrid: Editorial Akal.
Borsotti, Carlos A. (2001) La organización social de la reproducción de los agentes sociales, las unidades fami-
liares y sus estrategias. Rosario: C.E.CI.ME. – UNR. (Material disponible en Recursos Educativos)
Castellanos, P.L. (1990) Sobre el concepto de Salud/Enfermedad. Descripción y explicación de la situación de 
Salud. Boletín Epidemiológico OPS. Vol. 10, Nº 4. 
Hilton, R. (ed.) (1977). La transición del feudalismo al capitalismo. Barcelona: Crítica.
Vázquez V., Jose D. (2007) La migración internacional como estrategia de reproducción familiar en la región 
oriente de Tlaxcala. Extraído el 23 de marzo de 2011 de
http://www.eumed.net/tesis/2007/jdvv/indicec.htm
Yazbeck, M. C. (1999) O serviçio social como especializaçao do trabalho coletivo. En Capacitaçao en Serviço 
Social e Política Social, Mod. 2. Brasilia: CFESS – ABEPS – CEAD/NED UNB.
estas condiciones materiales las que definen las representaciones sociales y la conciencia en general de la población respecto de su 
propia situación social.
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