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27- Estudio Anatomo-Funcional de los Musculos Respiratorios Boglioli-Cabral-Calgaro-Francisquello-Hernandez-Monaco-Griot-Yaber-2

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ESTUDIO ANÁTOMO-FUNCIONAL DE LOS 
MÚSCULOS RESPIRATORIOS
BOGLIOLI, Analía; CABRAL, Ma. Eugenia; CALGARO, Graciela. Prof. Dr. FRAN-
CISQUELLO, Raúl. Colaboradores: HERNÁNDEZ, Álvaro; MONACO, Nicolás; 
Prof. Adj. GRIOT, Esteban; Prof. Dr. YABER, Fabián.
Cátedra de Anatomía Normal. Facultad de Ciencias Médicas. U.N.R
 
La respiración puede definirse como la función que tiene por finalidad proveer a las células del organismo oxígeno y eliminar el dióxido de carbono que resulta de la combustión celular. Además la respiración ayuda 
a la liberación del exceso de agua.
 Para cumplir con este objetivo existen movimientos de inspiración y espiración, una respiración externa o 
pulmonar y una respiración interna o hística.
 La respiración externa, consta de la conducción de aire hacia los pulmones, los intercambios gaseosos entre 
el aire y la sangre, y la regulación de estos mecanismos.
 La respiración interna se basa en el pasaje de oxígeno de la sangre a las células y la eliminación interna de 
dióxido de carbono.
Todo este proceso comprende, pues, fenómenos mecánicos, fisicoquímicos y nerviosos. 
 El aire entra y sale de los pulmones a una velocidad muy distinta según el segmento que consideremos. Esta 
será más rápida en el vértice que en la base. Las condiciones para que esto se dé son: una buena elasticidad 
pulmonar, la movilidad costal (fundamentalmente a través de la articulación costotransversaria y costoverte-
bral) y la acción de los músculos respiratorios (inspiratorios y espiratorios). De estos dos últimos fenómenos 
mecánicos nos encargaremos de aquí en más.
MOVIMIENTOS RESPIRATORIOS:
 En un adulto en reposo, la inspiración es un movimiento muscular activo y la espiración pasivo. Esto cambia 
al hablar y sobre todo al cantar donde ambos movimientos son activos. 
Mecánicamente en la inspiración las costillas, se elevan y se dirigen también hacia delante y afuera, por lo 
tanto aumentan los diámetros ánteroposteriores y transversales del tórax. Existe una sinergia de funciona-
miento entre los movimientos torácicos, abdominales y diafragmáticos de tal manera que hay simultáneamente 
un descenso diafragmático, un adelantamiento de la pared abdominal y dilatación de la parrilla costal. La ex-
pansión no es igual en todas las direcciones sino que se hace preferentemente sobre el eje longitudinal. En la 
espiración el cierre costal y la subida diafragmática se producen sincrónicamente.
 Los músculos que ejecutan estos movimientos pueden dividirse en tres grupos a saber:
 
1. Músculos inspiratorios principales.
2. Músculos inspiratorios accesorios.
3. Músculos espiratorios.
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1- Músculos inspiratorios principales:
a) Diafragma.
b) Intercostales externos y medios.
2- Músculos inspiratorios accesorios:
a) Músculos escalenos, anterior, medio y posterior.
b) Esternocleidomastoideo.
c) Serratos anteriores y posteriores.
d) Pectorales mayor y menor.
e) Subclavio.
f) Músculos espinales: transverso espinoso., dorsal largo, ileocostal y epiespinoso.
3- Músculos espiratorios:
a) Intercostales internos.
b) Músculos abdominales (recto mayor, oblicuo mayor, oblicuo menor, transverso, piramidal) 
Durante la inspiración tranquila se aprecia la acción del diafragma, participando también los intercostales 
externos y medios.
Cuando la respiración se incrementa moderadamente intervienen los escalenos y los esternocleidomastoi-
deos.
A mayor actividad respiratoria, al final de la inspiración, actúan los músculos extensores de la columna verte-
bral. Mientras que al final de la espiración participan los abdominales y los intercostales.
En la respiración francamente incrementada, intervienen los extensores de la columna vertebral desde el 
principio de la inspiración y los abdominales e intercostales desde el inicio de la espiración.
En la inspiración máxima se observa la actuación de las masas sacrolumbares.
 
MÚSCULOS INSPIRATORIOS.
Diafragma.
Músculos intercostales externos y medios.
El músculo inspiratorio más importante es el diafragma, es una delgada lámina musculosa que se inserta en 
las costillas inferiores, el esternón y la columna vertebral. Al contraerse el diafragma ocurren dos cosas: primero 
el contenido abdominal se desplaza hacia abajo y el diámetro vertical de la caja torácica aumenta. Segundo, los 
bordes de las costillas se levantan y se desplazan hacia fuera. 
Durante la respiración normal con volumen corriente la cúpula se desplaza aproximadamente 1,5 cm aumen-
tando la capacidad del tórax en unos 250 centímetros cúbicos. En la inspiración forzada el desplazamiento 
puede alcanzar los 10 cm.
Por otro lado, al contraerse los músculos intercostales externos se elevan las costillas y en consecuencia 
aumenta el diámetro ánteroposterior del tórax. 
 
DIAFRAGMA.
El diafragma es un tabique muscular y tendinoso, que separa la caja torácica de la cavidad abdominal. Se halla 
atravesado por las estructuras que se prolongan desde el tórax al abdomen y viceversa.
Es una bóveda transversal, cuya convexidad mira hacia arriba y se implanta por su base en el contorno interno 
del orificio inferior del tórax. La curva que describe no es regular, posee una escotadura a nivel de la columna 
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vertebral que lo divide en dos partes laterales. El corazón descansa sobre la concavidad que separa ambos 
hemidiafragmas. 
La cara superior está cubierta por las serosas pericárdica y pleural y a su través se pone en contacto con el 
corazón y los pulmones. La cara inferior se halla tapizada por la serosa peritoneal.
En espiración la bóveda diafragmática del lado derecho alcanza la 5º costilla, y del lado izquierdo la 6º costilla; 
en espiración forzada ascienden hasta la 4º y 5º costilla a la derecha e izquierda respectivamente.
Se halla deprimido a la izquierda por la presencia del corazón y elevado a la derecha por el hígado.
En el diafragma se describen dos partes bien direfenciadas, el centro frénico, tendinoso y de disposición 
central, y una porción periférica, carnosa formada por haces musculares que se insertan en el foramen inferior 
del tórax. Podemos decir que se halla constituido por múltiples músculos digástricos.
Centro Frénico:
Lámina tendinosa muy resistente, alargada transversalmente. No presenta inserciones óseas. Tiene forma de 
una hoja de trébol, con tres folíolos u hojillas, anterior, derecho e izquierdo. El anterior es de tamaño intermedio, 
los laterales son oblicuos hacia atrás y afuera. El derecho es el más grande y el izquierdo el más pequeño.
En la unión del anterior y el derecho se ubica el orificio de la vena cava inferior. El mismo está contorneado 
por detrás y por dentro por la cintilla semicircular de Bourgery, que se extiende desde el folíolo derecho al 
anterior. Por fuera y por delante está limitado por la cintilla Semicircular inferior de Bouguery o bandeleta ar-
ciforme que se extiende del folíolo derecho al izquierdo. Este orificio es elíptico, mide 3 cms. de longitud y se 
encuentra aproximadamente a la altura de la octava (8ª) vértebra dorsal. Acompañando a la vena cava inferior 
se encuentra el nervio frénico.
Porción periférica o carnosa del diafragma:
Las fibras musculares del diafragma se disponen radialmente alrededor del centro frénico. 
Se lo divide por sus inserciones en tres porciones: 1- vertebral, 2- costal y 3- esternal.
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Porción vertebral: se la divide en una porción interna y otra externa.
a) Porción interna: o pilares del diafragma. Son dos gruesos haces de fibras uno derechoy 
otro izquierdo que se insertan en los cuerpos vertebrales de las primeras vértebras lumbares, 
y terminan en el borde posterior del centro frénico. Cada pilar está dividido en dos haces: uno 
interno o PILAR PRINCIPAL y otro externo o PILAR ACCESORIO, por un intersticio que da paso 
al nervio esplácnico mayor a ambos lados. Además pasan a la derecha la vena ácigos mayor y 
a la izquierda la vena hemiácigos.
Pilares principales:
Pilar derecho: es largo y grueso. Se inserta en la cara anterior del cuerpo de las tres o cuatro 
primeras vértebras lumbares y los discos intervertebrales correspondientes.
Pilar izquierdo: se inserta en las dos primeras vértebras lumbares.
Los pilares principales limitan con la columna vertebral el conducto aórtico por donde pasan 
la arteria aorta y el conducto torácico. Esto ocurre a nivel de la duodécima (12ª) vértebra dorsal.
A la altura de la décima (10ª) vértebra doral las fibras musculares del pilar derecho de repliegan 
más que las izquierdas para formar el orificio esofágico ubicado a la izquierda de la línea media. 
El pilar izquierdo no envía fibras y por lo tanto no forma el orificio esofágico. Este orificio se halla 
atravesado por el esófago y los nervios neumogástricos
Pilares accesorios:
Arcos del psoas: nacen por fibras cortas del cuerpo de la primera (1ª) y segunda (2ª) vértebra 
lumbar. Se dirige hacia fuera, formando un arco tendinoso que circunscribe al psoas para termi-
nar en el vértice de la apófisis transversa de la primera (1ª) vértebra lumbar. Desde la convexi-
dad de estos arcos parten fibras musculares que terminan en el centro frénico, porción posterior.
Entre las inserciones de los pilares accesorios y principales pasan la cadena simpática y los 
nervios esplácnicos menores.
a) Porción externa: constituida por el ligamento cimbrado o arco del cuadrado de los lomos. 
Es una cinta fibrosa que salta desde la apófisis transversa de la primera (1ª) vértebra lumbar al 
vértice de la duodécima (12ª) costilla, o de la undécima (11ª) cuando ésta es corta, pasando por 
delante del músculo cuadrado de los lomos. Las fibras carnosas se extienden desde estas fibras 
a la parte posterior del centro frénico.
Lateralmente las fibras musculares pueden ser escasas desarrollándose un hiato triangular o 
costodiafragmático. Este espacio pone en contacto a la pleura con la cavidad abdominal.
Porción costal: es muy extensa, su origen corresponde a los seis (6) últimos arcos costales de la siguiente 
manera:
• En el séptimo (7º) y octavo (8º) arco costal, en su segmento cartilaginoso.
• En el noveno (9º) arco costal, en cartílago y parte ósea contigua.
• En el décimo (10º), decimoprimero (11º) y decimosegundo (12º) arco costal, solamente en los extremos 
óseos dístales, que a su vez se hallan unidos por arcos aponeuróticos que van desde la décima a la deci-
moprimero, del decimoprimero al decimosegundo y desde el decimosegundo a la apófisis costiforme de la 
primera vértebra lumbar. Este último corresponde al ligamento cimbrado.
Los fascículos que se originan en la pared costal, terminan en los lados laterales del centro frénico y en la 
región posterior del mismo, disponiéndose uno debajo del otro como peldaños de escalera. Dibujando una línea 
oblicua hacia abajo y hacia fuera desde el centro frénico.
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Porción esternal: está compuesta por dos haces extendidos desde la parte media del folíolo anterior del cen-
tro frénico a la cara posterior de la extremidad inferior del apéndice xifoides.
Presenta entre sus haces dos espacios o hiatos:
• el hiato de Marfan o hendidura de Larrey Media de disposición medial y 
• la hendidura de Larrey Lateral, ubicada lateralmente entre los fascículos esternales y los costales. Por 
ella transitan los vasos mamarios internos (ramas de los vasos epigástricos.)
 
Arterias: la irrigación del diafragma llega a través de las arterias diafragmáticas inferiores, ramas de la aorta 
abdominal; y de las arterias diafragmáticas superiores y medias ramas colaterales de la mamaria interna.
Venas: las venas diafragmáticas inferiores drenan en la vena cava inferior y las superiores en las venas ma-
marias internas tributarias de la vena cava superior.
Linfáticos: la linfa se drenada en colectores ubicados en su cara superior o torácico.
Inervación: la inervación motora y sensitiva procede del nervio frénico. El mismo se origina de las ramas 
anteriores de los nervios raquídeos cervicales tercero (3º), cuarto (4º) y quinto (5º). Colaboran en la inervación 
los últimos seis (6) nervios intercostales. 
 
Movilidad Diafragmática:
La acción del diafragma es primordial en la respiración. Constituye la pared más móvil del tórax. Es el músculo 
respiratorio por excelencia puesto que ventila la parte inferior de los pulmones o bases que es precisamente 
la de mayor capacidad. Coloca todo el esfuerzo físico de la inspiración lejos del cuello, con lo cual este perma-
nece relajado.
 Se dispone como tabique entre dos fuerzas opuestas que tienden unas a atraerlo hacia arriba y otras hacia 
abajo, por ello es considerado el centro de equilibrio tóraco-abdominal, por ello debe desplazarse para mante-
ner dicho equilibrio entre las dos cavidades. 
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Se halla sometido a tres fuerzas distintas:
1. la aspiración torácica producida por la retracción del pulmón elástico. Es la llamada “presión negativa 
pleural”. Por ella el diafragma es atraído hacia arriba,
2. la reacción elástica creada por las fibras musculares en reacción a la deformación producida por dicha 
aspiración , y
3. la presión hidrostática producida por el contenido visceral del abdomen. Esta presión, según la posición 
del cuerpo puede ser positiva o negativa y se suma a las otras fuerzas anteriormente descriptas.
 Las burbujas de aire intestinal tienden a trasladarse hacia arriba y contribuyen a la hidrostática abdominal.
 Cuando el sujeto está de pie el diafragma desciende, pero cuando está en decúbito supino o prono, la cara 
inferior del diafragma es empujada hacia el tórax y la cara superior es empujada hacia el abdomen, es decir hay 
un balanceo del mismo que también se produce en decúbito lateral.
 La posición de pie es la mejor para una correcta emisión de la voz, pues es la que proporciona una mayor 
ventilación pulmonar y mejor juego diafragmático.
 La movilidad del diafragma puede ser voluntaria, podemos por ejemplo abombar la pared anterior del abdo-
men, pero no nos da ninguna sensación propioceptiva de su situación.
La contracción del diafragma da lugar a un aumento del volumen torácico en sus tres dimensiones.
1. vertical, por su propio descenso;
2. ánteroposterior, por desplazamiento hacia delante de la pared abdominal y
3. transversal, por la expansión derecha e izquierda del tórax
Esta contracción se traduce en: una elevación y una abducción de las costillas inferiores.
Para comprender adecuadamente y con facilidad las consecuencias mecánicas de la contracción de las fibras 
musculares del diafragma, en especial la abducción costal que induce, deben considerarse los siguientes datos:
• el diafragma constituye una parte de la pared de la cavidad abdominal, excavación ovoide cuyo vértice 
recubre. Forma parte de los músculos que envuelven esta la cavidad, al igual que los abdominales, y 
continuándose con ellos.
• La contracción de las fibras del diafragma se traducen en una disminución de la superficie de la pared de 
la cavidad abdominal.
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• Debido a la distribución radiada de sus fibras, en un polo de la cavidad abdominal, la consecuencia de la 
disminución de la superficie de la envoltura del contenido abdominal es la evolución hacia una esferifica-
ciónde dicha cavidad.
Las consecuencias de la esferificación son:
• el descenso del centro frénico. polo superior de la cavidad abdominal 
• el movimiento hacia fuera de la parte lateral de la pared abdominal y por lo tanto, de las costillas, solidarias 
con esta pared.
 Así la abducción costal constituye una consecuencia indirecta del acortamiento de las fibras diafragmáticas, 
a causa del cambio que sufre el contenido abdominal en cuanto a su distribución.
 Por el contrario, la elevación costal puede considerarse una consecuencia directa del acortamiento de la 
porción costal de las fibras musculares del diafragma, así como del alargamiento (por distensión) de la parte 
lateral de la pared abdominal.
 
• El diafragma a través de las modificaciones que produce en la pared del tórax disminuye la presión intra-
torácica, permitiendo así que el aire ingrese a los pulmones. Al mismo tiempo aumenta la presión intrab-
dominal, contribuyendo a la micción, la defecación y el parto.
• El diafragma además actúa sobre el orificio esofágico y se opone al reflujo del contenido gástrico.
• Aumenta el retorno venoso hacia el corazón.
• Suspende las vísceras abdominales.
• Favorece la circulación de la sangre y de la linfa, el escurrimiento de la bilis y los vómitos.
• Provoca con su contracción el grito y el bostezo, y por sus espasmos, el hipo, larisa y el sollozo.
• Se inmoviliza durante el esfuerzo.
Músculos intercostales:
 Los intercostales son músculos anchos y delgados situados, como su nombre lo indica en los espacios inter-
costales, enlazando así en cada uno de ellos la costilla que está por encima con la que está debajo. Existen 
tres planos musculares; los músculos intercostales externos, medios e internos.
Músculos intercostales externos:
 Este músculo se extiende desde la articulación costotransversa hacia atrás hasta la articulación condrocostal 
por delante, en el espacio intercostal.
 Sus fibras se insertan por arriba en el borde externo del surco costal y por abajo en el borde superior de la 
costilla subyacente.
Sus fibras son oblicuas hacia abajo y delante.
Músculos intercostales medios:
 Se extienden en la mitad anterior del espacio intercostal, desde la línea axilar anterior por detrás hasta el 
borde esternal por delante.
 Reinserta por arriba en la vertiente externa del surco costal y por abajo en el borde superior de la costilla 
subyacente.
Sus fibras están orientadas hacia abajo y atrás.
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Mecanismo de acción de los músculos intercostales externos y medios:
Dado la orientación hacia adelante y abajo del intercostal externo, su contracción causa la elevación del ex-
tremo costal anterior. La oblicuidad de las fibras del intercostal medio, aunque inversa al intercostal externo, se 
traduce por una acción sinérgica que causa la elevación del arco costal. 
El conjunto del intercostal externo y del medio forma lo que podría denominarse deltoides costal, por su ana-
logía con el músculo deltoides del hombro. Las fibras anteriores del deltoides del hombro son oblicuas hacia 
abajo y atrás igual a la disposición de las fibras del intercostal medio, y las posteriores son oblicuas hacia abajo 
y adelante como las del intercostal externo.
MÚSCULOS INSPIRATORIOS ACCESORIOS.
Músculos escalenos: anterior, medio y posterior.
Músculo esternocleidomastoideo.
Músculos serratos: mayor, menor posterior superior y menor posterior inferior
Músculos pectorales: mayor y menor.
Músculo subclavio.
Músculos espinales: masa común, transverso espinoso, dorsal largo, ileocostal, epiespinoso e interespinosos.
Los músculos inspiratorios accesorios son llamados así porque durante la respiración en reposo normal fun-
cionan poco o nada, pero durante el ejercicio o las maniobras respiratorias forzadas se contraen con energía. 
MÚSCULOS ESPIRATORIOS
Músculos intercostales internos.
Músculos de la pared abdominal:
1. Músculo transverso del abdomen.
2. Músculo oblicuo menor.
3. Músculo oblicuo mayor.
4. Músculo recto mayor del abdomen
5. Músculo piramidal del abdomen.
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La espiración se cumple de manera pasiva durante la respiración, sin embargo durante el ejercicio y los 
movimientos respiratorios forzados, los músculos espiratorios se contraen. Los más importantes son los de 
la pared abdominal. Al contraerse aumenta la presión intraabdominal y el diafragma se eleva dentro del tórax 
reduciendo su volumen. 
Otro grupo de músculos espiratorios son los intercostales internos. Su acción se opone a la de los intercosta-
les externos, de manera que desplaza a las costillas hacia abajo, hacia atrás y hacia adentro, reduciendo así 
las dimensiones ánteroposterior y laterales del tórax. 
Músculos intercostales internos:
 El músculo intercostal interno o íntimo se extiende en el espacio intercostal desde el ángulo posterior de las 
costillas por detrás hasta cinco o seis centímetros del borde esternal por delante.
 Se inserta por arriba en el borde interno del surco costal y por debajo en el borde superior de la costilla 
subyacente.
Sus fibras se hallan inclinadas hacia abajo y atrás.
Acción: 
Debido a la oblicuidad hacia abajo y atrás de sus fibras, la contracción de sus fibras provoca el descenso 
hacia abajo y atrás del extremo costal anterior.
Bibliografía.
1. Bouchet, A.; Cuillieret, J. “Anatomía Descriptiva, Topográfica y Funcional”. Editorial Panamiericana. Buenos 
Aires 1985.
2. Cátedra de Anatomía Normal (Departamento de Cs. Morfológicas. Facultad de Cs. Médicas. Universidad 
Nacional de Rosario). Fascículo III “Tórax”. Secretaría de Material de Estudio. 
3. Houssay A.; Cingolani H. y col. “Fisiología Humana”. 7º Edición. Editorial El Ateneo. Buenos Aires 2006. 
4. Latarjet H.; Ruiz Liard A.; ”Anatomía Humana”. 3ra Edición. Editorial Médica Panamericana. Madrid 1999.
5. Moore K.; Dalley A. ”Anatomía con Orientación Clínica”. 4ta edición. Editorial Médica Panamericana. España 
2002.
6. Rouviere, H. y Delmas, A. “Anatomía Humana. Descriptiva, topográfica y funcional”. 9na. Edición. Editorial 
Masson. Barcelona 1996.
7. Testut, L. “Tratado de anatomia humana”. Editorial Salvat. Barcelona 1922.
8. West J. “Fisiología Respiratoria” 7º Edición. Editorial Médica Panamericana. Buenos Aires 2005.
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