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MARCO TEÓRICO

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MARCO TEÓRICO
El siguiente trabajo se realizó para conocer la problemática que existe en el Hogar San Martín de colegiales. Es por esto de la elección del tema a describir, la importancia que se le debe atribuir al abandono, y todo lo ésto acarrea, es difícil encontrarse de la noche a la mañana con un cambio de vida. Es una situación que todos como personas sufrimos en alguna etapa de nuestras vidas, pero ante la mirada de la sociedad no es mucho lo que se hace para remediar esto, educando a la sociedad para evitar este hecho.
El abandono que sufre la tercera edad es una dinámica que se vive a diario, son innumerables las historias que existen sobre el abandono, desplazamiento o el destierro del núcleo familiar. Historias que describen la realidad de miles de adultos mayores. Es importante ondear en temas de esta índole, ya que todos llegaremos a esta etapa de la vida o alguien cercano a nosotros cómo un familiar, amigo o como ser social.
En un grupo familiar hay distintas etapas en donde se clasifica o se encasilla cada miembro de la familia como por ejemplo etapa infantil, adultez y vejez o en otras palabras la tercera edad. El o los miembros que se encuentran o han llegado a esta etapa, en la mayoría de loa casos son excluidos o desplazados por el resto o mayoría de los miembros de la familia. Existiendo una ruptura en los planos afectivos, de comunicación, interacción como ser social, dentro de un grupo familiar social.
Una de las razones más comunes es cuando una persona de la tercera edad es cuando ha cumplido con su vida laboral útil, persona que no es productiva en términos económicos para un grupo familiar, transformándose en una carga potencial de gastos para la familia a la que pertenece. Situación que se transforma en causal de rompimiento de interacción humana, relaciones, comunicación y hasta la afectividad, etc. Siendo esta última de gran importancia para el fortalecimiento y crecimiento de una familia.
Al producirse un quiebre en los puntos antes nombrados (comunicación, afectividad, etc.), la tercera edad se repliega o es desplazada a un "rincón" del hogar, reduciéndose su mundo social provocando en el sujeto (tercera edad) una serie de repercusiones tales como abandono familiar social, aislamiento transformación o cambios en los lazos afectivos, cambios bruscos en los estados de ánimo, etc.
Cuando el sujeto en cuestión pertenece a un grupo familiar extenso y nadie de los componentes de la familia se quiere preocupar o hacerse cargo del cuidado de este. Viviendo periodos cortos en los hogares de quien le haya tocado el turno de cuidarlo, haciendo sentir que es una carga. Circunstancia que lo lleva a estados de depresión, desequilibrio emocional, rechazo y el estado anímico decae, llevándolo a cuadros depresivos que en muchos casos se desea que llegue al momento de morir para llegar al término de su calvario. Siendo esta etapa de la vida la más dura y triste para una persona que debería disfrutar y descansar con agrado hasta el término de su vida, instancia que todo persona desea.
 La comunicación hace referencia a la interacción social, es decir, a la acción y al resultado de comunicarse. Es una acción social necesaria, ya que si esta no existiese, nadie sería capaz de conocer a fondo el mundo que nos rodea y mucho menos compartir las experiencias propias de cada ser humano con los demás .Éste proceso tiene como resultado el comunicar: informar, dar a conocer, transmitir señales o tratar con una persona a través de la palabra escrita u oral. Mediante la comunicación nos lleva a tener una comunicación social. Social, por su parte, es aquello vinculado a la sociedad (una comunidad de individuos que comparten tradiciones y costumbres y que tienen ciertos objetivos en común.
 El esquema básico de la comunicación implica la participación de dos o más actores que intervienen, según el momento, como emisores o receptores de un mensaje. Los mensajes se crean de acuerdo a un código compartido y se transmiten a través de un cierto canal. El emisor transmite el mensaje y el receptor lo recibe, decodificando sus signos. Todo el proceso se desarrolla en un determinado contexto comunicacional y según un marco de referencia.
Podemos citar a la comunicación asertiva como una de las formas de comunicación diseñadas o pensadas para transmitir de manera mucho más eficaz un mensaje, sacando provecho a factores propios del proceso comunicativo y a otros que, aun siendo externos al mismo, lo acompañan e inciden en su eficacia.
 Dicho proceso es inherente a los seres vivos y alcanza su mayor nivel de complejidad en el ser humano, único animal dotado de lenguaje estructurado. Sin embargo, la comunicación puede enfrentar a menudo dificultades para concretarse, como deficiencias en los interlocutores, ruido ambiental y, muchas veces, poca asertividad comunicativa de parte del emisor, es decir, poca capacidad para propiciar un acto comunicativo óptimo.
Así, la comunicación asertiva toma en consideración elementos inherentes a la comunicación verbal como pueden ser el tono de voz, el ritmo de habla, pero también otros aspectos como el lenguaje corporal, para desarrollar cierta inteligencia comunicativa en el emisor que vaya en mejoría sustancial de su capacidad de dar a entender el mensaje, algunas de las características que tiene una comunicación asertiva se deben tomar en cuenta una serie de elementos que la caracterizan y que tienen que ver con aspectos psicológicos, emotivos y pragmáticos del acto comunicativo. Así, por ejemplo, la comunicación asertiva toma en cuenta lo siguiente:
La postura corporal. Un posicionamiento del cuerpo al hablar que sea abierto, franco, genera confianza en el interlocutor, transmite interés y sinceridad. Mirar al otro al hablar es clave para ello.
La gestualidad. Los gestos con que acompañamos el habla pueden jugar a favor (reforzando o acompañando lo dicho) o en contra, transmitiendo lo contrario a lo que decimos o distrayendo la escucha. La articulación. La manera de pronunciar las palabras, la carencia de la oración y el tono de voz inciden enormemente en la comunicación. Palabras entredichas, susurradas o a medio pronunciar son difíciles de entender, tanto como una oración indetenible y veloz como una locomotora, que agote al otro y le desanime de escucharnos.
En la reciprocidad. Se debe prestar atención a cuánto tiempo invertimos en hablar y cuánto en escuchar, para no correr el riesgo de monologar o de transmitir indiferencia al otro. ¿Escuchamos realmente al escuchar o sólo esperamos el turno para volver a decir algo? ¿Respetamos los silencios o atropellamos al otro? ¿En dónde se elige tener una conversación importante?
 En un lugar seguro y apacible, las personas tienden a mostrarse más comprensivas que en otro ruidoso y lleno de distracciones, o peor aún, de amenazas, como en una calle en medio de la muchedumbre, si el lugar es ameno fluye la comunicación.
Entre los tipos de comunicación que hay nos encontramos con la comunicación verbal: verbal tiene que ver con lo dicho, así que la asertividad en este caso pasa por cómo se escogen las palabras, por la construcción de las oraciones y lo propiamente lingüístico. La comunicación no verbal; no verbal tiene que ver con los aspectos que rodean al lenguaje durante el acto comunicativo, que inciden en él pero no tienen que ver con sus procesos lingüísticos. La postura corporal, por ejemplo, o el lugar elegido para tener una conversación. La comunicación paraverbal: es aquella intermedia entre la verbal y la no verbal, es decir, abarca los elementos que acompañan a la formulación del mensaje y que forman parte del hecho comunicativo, es decir, el cómo se dice lo que se dice. El tono de voz, la articulación, el ritmo, son ejemplos de ello.
Obviamente nos encontramos siempre con algunas barreras que nos impiden a menudo que nos comuniquemos adecuadamente.
Se conoce como barreras de la comunicación a los obstáculos y las dificultades que pueden surgir durante el proceso comunicativo y entorpecer la correcta culminacióndel mismo o deformar el mensaje original.
La comunicación es un proceso de transmisión (a menudo recíproco) de ideas y conceptos, que implica a un emisor (quien produce y codifica el mensaje), un receptor (quien lo recibe y decodifica), y un canal físico a través del cual se transmite, empleando un código común entre los primeros dos.
El canal debe ser propicio para la transmisión del mensaje, el código debe ser mutuo, y quienes intervienen deben estar dispuestos a participar, para que la información pueda transmitirse. En ese sentido, las barreras de la comunicación son accidentes de distinto tipo y que involucran a estos elementos que intervienen en el proceso. Estos accidentes pueden ser de distinto tipo:
Físicos: Circunstancias del medio ambiente que distorsionan la comunicación, la entorpecen o impiden total o parcialmente. Por ejemplo: los defectos materiales de una grabación magnética, los ruidos ambientales que puedan opacar la voz del emisor, la presencia de numerosos actos comunicativos a la vez que se vuelven indistinguibles, etc.
Semánticos: Son los relacionados con el código mismo de la comunicación, que puede variar entre emisores y receptores, haciendo difícil (o simplemente imposible) el entendimiento. Por ejemplo, cuando intentamos leer un texto en otro idioma, o cuando empleamos una palabra del mismo idioma que tiene distintos significados en otro país.
Fisiológicos: Taras y defectos corporales del emisor o del receptor, que les hacen menos aptos para el proceso de la comunicación. Por ejemplo: la sordera, la afonía, la ceguera, etc.
Psicológicas: Aquellas condiciones propias del emisor y/o el receptor que tienen que ver con su emocionalidad o su personalidad, y que lo predisponen de algún modo a una forma de comunicación específica. Esto puede querer decir que no estén dispuestos del todo, o que simplemente rechacen la comunicación, por ejemplo, al estar nerviosos, distraídos, asustados, etc.
Algunas de las personas más afectadas en su comunicación son los adultos mayores, las personas de la tercera edad, estas personas pasan por un proceso de cambios biológicos rumbo al envejecimiento.
El envejecimiento es un proceso gradual que conduce a una pérdida de función del organismo, comienza a partir de la 3º- 4º década de la vida y se manifiesta por una disminución progresiva de la capacidad de reserva del organismo para restaurar su homeostasia interna ante el daño producido por agentes externos, la llamada tercera edad.
Se llama tercera edad a la etapa de la vida humana que inicia aproximadamente a los 65 años de edad en adelante. Esta marca puede variar de acuerdo a las condiciones de salud y bienestar de la persona, así como de acuerdo a su estado anímico. Desde el punto de vista político y ciudadano, cada país tiene criterios diferentes para establecer la edad de paso a la senilidad desde el punto de vista legal. Así, en algunos países de América Latina, la tercera edad inicia a los 60 años.
Otras palabras que pueden funcionar como sinónimos son vejez, ancianidad, senectud, adulto mayor, segunda juventud y juventud prolongada. Estas dos últimas expresiones son eufemismos que se presentan como alternativas para borrar la imagen negativa del proceso de envejecimiento. La senectud es parte del ciclo de vida y sigue a la adultez o madurez, etapa en la que la persona alcanza el desarrollo máximo de su potencial, tanto al nivel biológico como emocional, intelectual y laboral en términos de vigor.
Así, durante la senectud la persona comienza un proceso de envejecimiento, lo que compromete su rendimiento al menos en cuanto al aspecto físico. Otros procesos dependerán de las características particulares del individuo.
Las personas de la tercera edad son veneradas en varias culturas por ser depositarias de la memoria ancestral, de las tradiciones y de la sabiduría colectiva.
En la etapa de la tercera edad, puede resultar común que surjan algunos problemas con una alta frecuencia. Entre ellos se pueden mencionar los siguientes:
Depresión en la tercera edad: puede ser fruto tanto de la autoevaluación de la persona de cara a su historia, así como de trastornos mentales y biológicos.
Soledad en la tercera edad: esta soledad afecta a las personas de la tercera edad tanto como consecuencia de la falta de compañía concreta en casa como en la percepción de la incomprensión de su entorno inmediato. Lo que hace difícil que cuando un grupo se adultos mayores vive en comunidad, hay problemas de convivencia. 
La Convivencia es la acción de convivir (vivir en compañía de otro u otros). En su acepción más amplia, se trata de un concepto vinculado a la coexistencia pacífica y armoniosa de grupos humanos en un mismo espacio. Convivencia es la acción de convivir (vivir en compañía de otro u otros). En su acepción más amplia, se trata de un concepto vinculado a la coexistencia pacífica y armoniosa de grupos humanos en un mismo espacio. 
El ser humano es un ser social. Ninguna persona vive absolutamente aislada del resto, ya que la interacción con otros individuos es imprescindible para el bienestar y la salud. Sin embargo, la convivencia no siempre resulta fácil, dado que pueden interferir negativamente ciertas diferencias sociales, culturales o económicas, entre otras muchas posibilidades.
En la historia de la Humanidad, la capacidad de convivir con otros seres humanos no ha sido solamente importante sino que también ha sido necesario. El ser humano es un ser gregario que no puede vivir solo fácilmente. Es por eso que la convivencia entre los distintos individuos es un pilar básico y elemental de la vida humana. Convivir es conocer al otro y saber reconocerse como un individuo social.
Una parte importante de nuestro crecimiento es aquel momento en el que nos damos cuenta que estamos rodeados de otros seres humanos. Este proceso se da en los primeros años de vida y es un momento de gran valor ya que es la primer experiencia que tendremos de una vida que será netamente social.
El reconocernos como seres sociales es un elemento central para conocernos mejor y luchar día a día por lograr establecer una convivencia armoniosa y pacífica. Aunque esto es complicado, las sociedades han siempre buscado establecer normas y leyes que permitan evitar o prevenir conflictos así como también sancionarlos en el caso de que existan. La convivencia entonces ha necesitado estar enmarcada por distintos soportes legales y de valores sociales que nos educaran en la tolerancia o el respeto hacia el otro. De todos modos, nunca estos valores se aplican en su totalidad ya que las sociedades humanas son de por sí conflictivas. En éste trabajo hacemos incapié a una comunidad de ancianos que conviven en comunidad en un hogar ú asilo para ancianos (también llamados establecimientos de cuidados especializados de enfermería o centro de cuidados prolongados) y convalecientes es un lugar para personas que no necesitan permanecer en un hospital, pero que necesitan cuidados especiales. ... Algunos asilos están equipados como un hospital. En el hogar San Martin pasan muchos años, meses, días etc, sus habitantes tienen que relacionarse sí o sí y tienen que establecer buenas relaciones entre ellos.
Las relaciones humanas son de capital importancia para obtener éxito en todos los aspectos de la vida, llámense laboral, académico, profesional, afectivo etc. La calidad de la relación que se tiene con las demás personas, es el fiel reflejo de la relación que uno tiene consigo mismo. A veces este tipo de relaciones se hace difícil cuando las personas tienen altas afectivas muy notorias, y les cuesta poder establecer una buena relación que compartan intereses en común.

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