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Anatomía y fisiología del cuerpo humano136 Los valores normales de estas presiones en el individuo normal son 120 y 80 mmHg, respectivamente. La diferencia entre la presión sistólica y la diastólica es la presión diferencial o presión de pulso, y normalmente es de 40 mmHg. La disminución de la elasticidad del sistema arterial se asocia a un aumento de la presión diferencial; ello contribuye a que la presión sistólica se eleve porque la pared acumula menos energía durante la sístole cardíaca, mientras que la presión diastólica no aumenta como la sistólica, o disminuye, porque la pared se retrae menos durante la diástole. La expansión de las paredes arteriales durante la sístole genera una onda rítmica que es la causa del llamado pulso arterial, que se transmite por el árbol arterial y es palpable en determinados puntos de éste (arteria radial, carótida). Se denomina presión arterial media (PAM) a un valor pro- medio que no corresponde a la media aritmética de las presiones sistólica y diastólica. La presión disminuye al ir avanzando las ramificaciones vasculares, caída que es mayor en las arteriolas, donde se encuentran la mayoría de las resistencias periféricas. La presión arterial media se calcula mediante la fórmula: PAM = PAD + 1/3 (PAS - PAD), donde PAM = presión arterial media; PAS = presión sistólica; PAD = presión diastólica. La PAM viene determinada por dos factores, el gasto cardíaco (GC) y las resistencias periféricas totales (RPT), mediante la si- guiente relación: PAM = GC RPT. Un aumento de cualquiera de estos dos factores eleva la PAM, de ahí que se considere la presión arterial como el resultado de la variación de dos compo- nentes: uno volumétrico de origen cardíaco, el GC, y otro depen- diente del grado de constricción o dilatación de las arteriolas de resistencia. La presión arterial no es un parámetro constante, sino que presenta una alta variabilidad tanto circadiana como asociada a modificaciones relacionadas a la edad, sexo, peso y actividad física y mental. A medida que avanza la edad, la presión arterial aumen- ta debido a una reducción de la elasticidad de la pared arterial. Hasta una edad aproximada de 50-60 años, la presión arterial, en general, es inferior en las mujeres. Sin embargo, los cambios hormonales producidos durante la menopausia hacen que a partir de esa edad los valores se aproximen bastante en ambos sexos. La presión arterial tiene una cierta relación con el peso corporal por encima de ciertos límites; los individuos obesos o incluso con sobrepeso tienen en general presiones arteriales superiores a los que tienen un peso normal. La pérdida de peso en estas personas obesas se acompaña de una reducción de las cifras de presión ar- terial. La actividad física y mental y también el estado emocional modifican la presión arterial; el ejercicio físico o las situaciones de estrés mental o emocional elevan la presión arterial. 3.10.1. Regulación de la presión arterial El objetivo de la regulación de la presión arterial sistémica, den- tro de unos límites fisiológicos óptimos, es el mantenimiento de la perfusión adecuada de los órganos y tejidos del cuerpo. La regulación de la presión arterial se realiza a tres niveles: 1. Regulación nerviosa: es un sistema de acción rápida que corrige las desviaciones de aquélla; actúa a corto plazo (segundos, minutos, algunas horas), pero no tiene capa- cidad de corrección en plazos más largos (días). Se ejerce mediante mecanismos nerviosos que implican la actividad de SNS y SNP. 2. Regulación renal: es una regulación del volumen circu- lante y por tanto del GC, mediante la capacidad del riñón de regular la excreción de agua y electrólitos. Actúa a largo plazo, y no es un mecanismo de corrección de la presión arterial ante variaciones momentáneas. 3. Regulación hormonal/humoral: depende de la acción in- tegrada de efectos de los agentes vasodilatadores y vaso- constrictores sobre las arterias y arteriolas de resistencia. Así un aumento de los agentes constrictores provocará un aumento de la RPT, y por tanto de la PA, mientras que el predominio vasodilatador producirá los efectos opuestos. Regulación nerviosa de la presión arterial La regulación nerviosa de la presión arterial corrige las desvia- ciones de la presión arterial actuando sobre el gasto cardíaco, la resistencia de las arteriolas y el grado de distensibilidad de la pared venosa. Es un mecanismo de actuación rápida pero poco duradero, ya que al cabo de unas horas de estimulación los receptores se adaptan y reducen mucho su capacidad reguladora. Los mecanismos nerviosos de regulación de la presión arterial están mediados por la activación de los barorreceptores princi- palmente y también por los quimiorreceptores. Los primeros son terminaciones nerviosas sensibles a la distensión que la presión produce en la pared arterial; están situados principalmente en el cayado aórtico y en el seno carotídeo, y constituyen el principal sistema de corrección de la presión arterial a corto plazo. Estos receptores son muy sensibles a cambios en la presión arterial entre 60 y 160 mmHg. Actúan como se indica en la Figura 5.31. Los quimiorreceptores son sensibles a cambios en las presiones parciales de oxígeno (Po 2 ) o de dióxido de carbono (Pco 2 ) y se Presión arterial Presión arterial Activación reflejo Respuesta RespuestaActivación reflejo Contractilidad Frecuencia cardíaca Capacitancia vascular Resistencias periféricas Resistencias periféricas Capacitancia vascular Frecuencia cardíaca Contractilidad Figura 5.31. https://booksmedicos.org booksmedicos.org Push Button0:
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